There Is No Wrong Way To Grieve

Adam sabía que no podría desvanecer la sensación del aroma a muerte de sus sentidos por varios días, quizá para Harley no duraría tanto, pero la impresión era peor porque era su esposo quien había muerto. Su hija estaba sumida en un estado de shock, actuando en automático en una forma de método para lidiar con el dolor, la primera etapa de duelo.
 
No se opuso a llevar a Harley a lo que ella consideraba su casa, el departamento que había sido el hogar que compartió con Werther y su hijo, donde por un tiempo tuvieron una vida que parecía normal. En el camino le mandó un mensaje a Evangeline haciéndole saber la situación y discretamente le llamó para decirle que Werther había fallecido.
 
Los detalles no quiso repetirlos frente a Harley, sobre todo porque no los sabía en su totalidad, pero por lo que reconoció de la escena era seguro que Werther había muerto como resultado de magia negra, a manos de Jesse Crawford.
 
Con un 'te amo' se despidió de Evangeline, mirando a la puerta del departamento, donde Harley no había entrado, simplemente estaba de pie en el porche, la mirada fija en la nada. Adam se acercó a ella, colocando una mano en la espalda baja de su hija y abrió la puerta, guiándola a entrar al lugar que sabía traería una oleada de memorias.
 
Quería decirle que todo estaría bien, que eventualmente ella estaría bien, pero sabía perfectamente que sus palabras no servirían de nada en ese momento, más su presencia era clave, no quería ni dejaría a su hija sola en ese momento. 

Guio a Harley hasta el sillón más cercano, cerrando la puerta principal y abriendo las cortinas para dejar la luz del exterior iluminar el lugar, el silencio era pesado y el ambiente tenso. Adam quería ver a su hija sonreír de nuevo, quería que fuera feliz y haría lo que fuera para que eso pasara. Maldijo a la vida por poner aquella situación en el camino de su Harley, quien no merece el dolor que sin duda está sintiendo, no cuando su único error fue amar a alguien.

Se había, en efecto, desconectado completamente desde que salieron de ese bar, aun tenía la varita de Werther entre las manos y pegada a su pecho, era ridiculo que un instrumento como ese que había cobrado tantas vidas y creado tanto dolor ahora se convirtiera en su objeto más preciado, pero la vida era muy extraña en ocasiones.

Harley tenía la mente en blanco cuando se aparecieron en Nueva York y más aun cuando Adam parecía hablar con alguien por telefono. Ella no estaba escuchando nada, no estaba pensando en absolutamente nada, sentía que si activaba su mente todo iba a doler, todo iba a derrumbarse. Sin darse cuenta se quedó viendo la puerta de la entrada y fue Adam quién la abrió por ella.

Tal vez si fuera otra persona le habría dicho que se largara, que no quería ver a nadie, que necesitaba tiempo para estar sola, para lidiar con lo que había pasado en su vida, pero era Adam, una de las personas que más quería en el mundo y que siempre, absolutamente siempre, la había comprendido en muchos aspectos que nadie más lo hacía.

Se sentó en el sofá y se recargó sintiendo la textura, luego soltó una risa que fue haciéndose más grande cada vez -. La primera vez que me transformé en puerco espín, Werther estaba como loco... pensaba que alguien me había lanzado un hechizo y pasó casi media hora tratando de destransformarme y cuidar que no fuera a caerme de la orilla del sillón. Luego fue a comprarme una casa para hamsters, ¿Lo imaginas? Me compró una casa para Hamsters para que pudiera vivir en lo que encontraba como destransformarme...

Al terminar la frase Harley sentía un nudo en la garganta, estaba tratando de ser fuerte, de no soltarse a llorar, pero al final lo hizo, ocultó su llanto tras una risa. - Él era para mi esa clase de persona papá, nadie podrá quitarme eso, nadie absolutamente. - Por que si bien Werther había hecho mucho daño al mundo en genera, para ella siempre iba a ser eso, su esposo, el hombre que cuidaba de ella, que la amaba, que incluso había dado la vida por lo que él creía era el mejor futuro para ella y para Bastian.

Una vez que había cerrado la puerta, se sentó junto a su hija en el sofá, su atención en ella solamente. Se sonrió ligeramente ante la anécdota, pues Harley había pasado varias horas como erizo en su hombro en varias ocasiones, imaginar a Werther sin saber que hacer era una imagen alegre, considerando lo serio que el joven siempre se había mostrado.
 
Tomó la mano de su hija y la guio a su abrazo, dejando que llorara todo lo que quisiera, ni siquiera trató de persuadirla a lo contrario, sabía por experiencia que no ayudaría.
 
"Siempre será esa persona para ti Harley," le dijo entonces. "Por qué es como se mostraba contigo, es de quien te enamoraste y con quien compartiste parte de tu vida."
 
Cerró los ojos, besando la corinilla de su hija y luego apoyó su mejilla sobre su cabeza, sosteniéndola contra sí mismo.
 
"Las personas son complicadas… la vida entera que tenemos no es lo que le mostramos a todos… hay una parte de Werther que sólo te pertenece a ti, aun cuando él ya no esté con nosotros."
 
Recordó las muchas veces que a él le dijeron que su relación con Evangeline sólo traería problemas, después de todo ¿cómo podía amar a alguien tan distante y cuyo pasado arrastraba grandes tragedias? Pero el pasado de Evangeline, su familia biológica, mortífagos aun, no era ella. Adam se había visto a su esposa en sus momentos más felices y también en los más terribles, apartados por años y reunidos cuando por fin se dio la ocasión.
 
Su historia estaba entrelazada en sangre, pero Adam nunca dudó que el amor de Evangeline hacia él era real, aun cuando ella casi lo mata. Perderla fue lo peor que pudo haberle pasado, por lo que entendía que era lo que sentía su hija en ese momento. 

"Nadie te va quitar eso nunca, mi amor, nadie."

Harley siempre había sentido una conexión con Adam desde mucho antes de saber que era su padre, era como si el destino se hubiese encargado de marcarlos de la misma manera una y otra vez, aun que para ella había sido más difícil en realidad, Werther no iba a salir de la tumba, se había ido... no habría consuelo para ella al final del camino.

Trató en verdad de no soltarse a llorar pero cuando Adam la abrazó, ella se sujetó con fuerza de su camisa y derramó un par de lagrimas en silencio, mismas que después se tragó y luego aspiró profundamente para recordarse a si misma que tenía que ser fuerte, por Bastian, por que aunque Werther estaba muerto, había muchas cosas que no habían terminado. 

Se separó de Adam apretando la mandíbula, obligándose a si misma a mantenerse en pie, a no derrumbarse ante él, ante nadie.

Él estará conmigo siempre, ¿Lo entiendes? Tu lo entiendes, lo sé. - Se lo dijo de manera directa, nadie más que Adam podía entender- Él era mi persona, esa persona. - Jamás se lo había dicho, ni a él ni a nadie más que al propio Werther, Adam podría entender fácilmente que se refería a la maldición que tenían en su sangre. 

Se que he hecho muchas cosas mal en mi vida, pero él no era una de ellas. Nunca te dije como lo conocí ¿Cierto? ... Es que aun no habías llegado a mi vida. -  Había puesto las manos sobre sus rodillas, hablaba de las cosas de manera serena, con un  toque de nostalgia en su voz, en realidad estaba tratando de ocultar el dolor que la estaba consumiendo por dentro, pero era fuerte, más de lo que todo el mundo pensaba. 

Era mi primer día en Ilvermorny, recién habíamos llegado a Estados Unidos por que a mi mamá le ofrecieron un puesto importante como auror y por que a mi me aceptaron aquí, tenía once años, ¿Te ha mostrado mi mamá alguna fotografía? Era horrible, tenía esas marcas por la alergia al sol, era muy blanca y muy extraña.  Fue la primer persona que vi, él estaba peleando con Wilhelmina por un equipaje... me enamoré de él desde el primer momento que lo vi. 

Se levantó del sillón mientras contaba la historia y fue hacia la cocina, tenía que beber algo, lo necesitaba. Estaba terminando de hablar cuando vio la vitrina de los licores, había uno ahí especial, era un whisky que Werther y ella habían comprado hacia mucho tiempo, antes de que si quiera Bastian hubiese nacido o estuviera en camino, fue en un viaje a Boston en tren, ella jugaba y decía que la terminarían en su aniversario, por el dolor de haberla soportado todo ese tiempo..... eso ya nunca iba a suceder. 

De pronto sin ninguna razón en especifico y de una manera acelerada, Harley tomó uno de los vasos y lo estrelló contra la vitrina, luego tomó algunos platos y los estrelló contra el suelo, los sartenes, todo lo que estaba cerca de ella, terminó gritando, llorando y destrozando todo hasta cansarse, respiraba aceleradamente cuando se dejó caer sentada en una esquina, al lado del refrigerador, llorando, frustrada en verdad,  enojada consigo misma, con Werther. ¿Como se atrevía a dejarla? ¿Por que había hecho eso? Estaba tan mal que no se dio cuenta del hilo de sangre que le recorría por el brazo.

Quería compartir su experiencia con su hija, pero a diferencia de ella, Evengeline volvió a su vida años después. Werther… dudaba mucho que el joven regresara porque, sin lugar a dudas, había fallecido. La situación estaba fuera de sus manos, ni siquiera entendía con claridad cómo es que Jesse había podido causar aquello que terminó con la vida de Werther, sólo sabía que había sido magia oscura, podía olerlo en el aire.
 
La dejó que se separara de él pero pronto tomó su mano cuando la miró directamente, confesado que Werther era aquella persona para Harley, como Evangeline lo era para él. La maldición de sangre Lovecraft, aquellos que amas se quedan contigo para siempre, pero hay una persona en especial por la cual darás tu vida entera, una maldición que todos veían desenlazarse en algún punto de sus vidas.
 
"Oh Harley…" la abrazó de nuevo, cerrando los ojos y sintiendo la impotencia de no poder sanar el corazón de su hija.
 
Él sabía cómo se estaba sintiendo, cuando perdió a Evangeline y simplemente perdió las ganas de vivir, de no ser por su Sire Liam, así como su familia, Adam probablemente se hubiera dejado ir mucho antes de saber que Eva en realidad no estaba perdida para siempre.
 
"No amor, él no fue un error."
 
Aun sabiendo quien era realmente Werther, si era esa persona especial para Harley, no podía resentirlo, quizá lo único que podía resentirle ahora era que estaba muerto.
 
"Dime, ¿cómo lo conociste?"
 
Se sonrió ante la descripción, su pequeña de once años con marcas de sol y lentes oscuros así como un gran sombrero. Había visto las fotos, le hubiera gusta muchísimo estar ahí con ella desde el principio. Ella quizá no supo desde el inicio que Werther sería su ancla, esa conexión pasa pero ella no tenía idea de que su sangre había decidido que él era la persona que marcaría su vida, pero si se enamoró de él.
 
Apartó las manos cuando Harley se levantó y permaneció sentado mientras su hija dejaba fluir su ira. Él en cambio solo cerró los ojos, dejando que los sonidos pasaran y no hizo nada para detenerla, era peor que Harley reprimiera todo aquello.
 
Una vez que había terminado con su quiebre se acercó a ella, sentándose a su lado y curando la herida que tenía en su brazo.
 
"Ven amor, sólo déjalo salir…" 

La abrazó de nuevo, murmurando la canción que había escrito para ella poco después de saber que era su hija. Estaba molesto con Werther por hacer las cosas tan complicadas y morir además de todo. Sabía que su ira hacia el difunto era irracional pero no le importaba, su hija estaba sufriendo.

Pensó en Bastian, quien por mas intuitivo que era, algún día no recordaría todo esto. sabría de su padre pero no con dolor, al menos eso podía darle.

Harley sabía perfectamente lo que Werther era y no estaba molesta con él por las muertes, por el dolor que hubiese causado en el mundo, tal vez era egoísta pero estaba molesta con él, con su recuerdo, por haberla abandonado. Ella se lo hizo jurar una y otra vez, cuando salía a matar para otros le hacía jurar que iba a volver a ella, siempre volvía. No le importaba el olor a sangre o a muerte, no le importaba absolutamente nada siempre que él volviera… solo que esta vez, esta ultima vez, ella sabía que no iba a volver.

Recordaba amargamente las últimas palabras que le había dicho, la mirada de odio en sus ojos y volvió a romperse por dentro,  sentía que si ella lo hubiese amado mejor desde el inicio, todo hubiese sido diferente (aun que tal vez no), sentía que era culpable de alguna manera y eso estaba matándola.  

Se quedó callada cuando Adam comenzó a curarle la mano, no dijo nada, solo tenía la mirada perdida en el vacío escuchando la voz de su papá cantando aquella canción, la tranquilizaba siempre, pero no lo suficiente. Se mantuvo pensando en todo el tiempo que había perdido en discusiones tontas, en lo que hubiese cambiado de su vida, en lo que podría haber sido pero jamás sería. Era terrible, ella misma era terrible.

En la otra mano tenía aun sujeta la varita de Werther, lo único que le quedaba en esos momentos esa ese pedazo de madera que lo había acompañado todo ese tiempo,  no se había dañado en lo absoluto, solo la madera había quedado ennegrecida por el fuego, la tomó con fuerza y luego se levantó sin decir más y con la misma varita conjuró un fregotego poniendo las cosas en su lugar.

Pepe… ven aquí… .- dijo en un susurro, sabía que el elfo la había estado siguiendo desde que salió de la casa, no sabía si por ordenes de Werther o porque él mismo quería saber que pasaba con su amo. Escuchó una aparición en la sala y dio unos pasos hacia allá viendo a la pequeña criatura enjuagándose los ojos con su túnica. -  Trae a Bastian, por favor… - Fue lo único que dijo y el elfo de inmediato desapareció, hubo unos segundos más de silencio en el que ella no estaba dispuesta a decir nada, a contestar ninguna pregunta, no había nada que pudiera decir para liberar el hueco que tenía en su pecho, en el corazón.  En cuestión de minutos la apariencia de Harley había empeorado muchísimo, tenía la piel completamente pálida y pequeñas venas azules se dibujaban en su cuello y en partes de su frente, su mirada estaba oscurecida cuando el elfo volvió a aparecerse en el lugar con el bebé en brazos, ella lo tomó acercándolo a su cuerpo, sintiendo el calor a través de la manta.

Se sentó en el sillón con él en brazos, observando su rostro, sus rasgos que eran exactamente iguales a los de Werther, podía verlo perfectamente reflejado en él. Bastian se veía cansado, con la huella de lagrimones en sus mejillas pero con la respiración tranquila.  Se quedó unos segundos así, perdida en sus memorias hasta que volvió a alzar la varita.

Tengo que decirles… necesitan saber que sucedió. -  Hablaba obviamente de los Schweinsteigers, tenía que decirle a Cordula y a Barnabás lo que había pasado con su hijo, aspiró profundamente tratando de conservar la calma y movió su varita para conjurar un patronus de aviso pero solamente un destello de luz apareció... Intentó un par de veces más sacudiendo la varita, simplemente no salía.  Harley tenía recuerdos felices, podía pensar en una y mil cosas, pero en esos momentos cualquier recuerdo le dolía.  Abrazó más a Bastian con ella y cerró los ojos intentando una vez más, recordando el último Halloween, cuando estuvieron en esa misma casa, en el jardín preparando Jack-O Lanters, recordó la risa de Bastian y la mirada orgullosa de Werther, ese era su momento más feliz, uno de los tantos que tenía atesorados en su memoria.

Volvió a conjurar el patronus una vez más pero no fue su gárgola la que apareció esta vez de entre el destello de luz, fue un Hipogriffo de tamaño grande, con garras en las patas, tétrico a la vista, era el patronus de Werther que dio un par de pasos en la sala, la observó y luego desapareció atravesando la pared en una estela de luz.

“Sucedió algo terrible…  es Werther…  Por favor vengan” – Esas eran las palabras, el mensaje para los Schweinsteiger.

Patronus

Permaneció junto a su hija mientras ella parecía perdida en sus pensamientos. Una vez que llamó al elfo doméstico, Adam frunció el cejo pues Bastian estaba con Evangeline, le mandó un mensaje haciéndole saber a grandes rasgos un poco más de información de la situación y cuando el Pepe regresó con Bastian ayudó a su hija a que lo tomara en brazos.
 
"Hey campeón…" dijo en voz baja, aunque Bastian estaba desconsolado parecía demasiado cansada para más que quedarse en brazos de su mamá, mirando a su abuelo de vez en cuando, sus ojos cerrándose en largos periodos más no encontrando el sueño.
 
Se puso alerta cuando Harley decidió que tenía que hablar con sus suegros y su Adam no fuera ya terriblemente palido, probablemente se hubiera notado como el color se drenó por un momento de su rostro, "Harley, espera un momento, tenemos que—"
 
El patronus se hizo presente y Adam miró a la criatura sin decir nada, notó el cambio de inmediato pues conocía sin problemas el patronus de su hija, ahora se mostraba de una manera distinta, como el suyo había tomado la forma de un caballo espectral hacía años.
 
Tomó a Harley por el rostro, mirándola seriamente antes de hablar, "No puedes decirles todo lo que ha pasado," su tono era sombrío. "La visión, como lo encontraste, si… pero lo demás… Harley, es demasiado arriesgado."
 
No podía decirles sobre Wilhelmina o su participación en todo el movimiento, no estaba del todo seguro si debía decirles que fue Jesse Crawford quien había terminado con la vida de Werther para empezar, la iban a cuestionar de cómo es que lo sabía y por qué no hizo nada para detenerlo. 

Adam maldijo en silencio, no debió permitir que Harley lanzara ese mensaje, ahora solo podía atenerse a las consecuencias.

Aún estaban despiertos cuando el hipogrifo entró por la ventana de su habitación, al verlo, tanto Cordula como Barnabas pensaron que se trataba de un mensaje de Werther, pero al escuchar la voz cavernosa de Harley, con el tétrico mensaje que lo acompañaba, tuvieron un mal presentimiento. La cara que puso Cordula lo mostró todo, como si ya supiera de antemano a qué iba a ir a casa de su hijo, pero no quisiera aceptarlo. Por eso, estoicamente se puso su túnica y lo mismo hizo Barnabas (seguían siendo magos europeos conservadores, algo que se veía rara vez en ese lugar).

Practicaron una aparición a las afueras del departamento de Werther. Cordula revisó en sus bolsillos y sacó al copia de las llaves que tenía del departamento, Werther le había dado a ella y a Wilhelmina copias para cualquier emergencia y también les había mostrado el encantamiento final para abrir la puerta. La mano le temblaba cuando empuñaba la varita, consciente de lo que estaba por saber, pero aún así renuente a comprar la idea tan pronto, no hasta que Harley no se lo dijera.

Barnabas parecía mucho más controlado que su esposa, su gesto adusto era el de siempre aunque si se ponía atención, podía percibirse cómo le palpitaban las venas de la frente. Estaban teniendo una temporada muy dura con Wilhelmina lejos a cargo de su tío liberal y Werther tan enfocado en su trabajo, pensar que habían perdido a uno de los dos les podía demasiado a ambos.

Cuando entraron, Cordula inspeccionó rápidamente la habitación como si esperara ver a su hijo y al no verlo, su único refugio fue caminar rápido hasta donde estaba su sobrino y pedir con un gesto que se lo dejaran en los brazos, aunque antes saludó a Adam con un gesto estoico de la cabeza, el mismo que Barnabas también practicó, como si no les salieran las palabras más que para ver a Harley y preguntar.

-¿Dónde está mi hijo?

No había temblor en su voz de marcado acento alemán, ni miedo en su mirada, pero ¿qué se podía esperar, realmente, de una persona como él, con todo lo que él mismo había visto y hecho en otros tiempos?

__

Cordula
Barnabas

Seguramente a estas alturas de la vida Adam era mucho más sensato que Harley al tomar decisiones, ella aun era muy visceral, actuaba antes de pensar y por eso mismo en su cabeza solamente estaba la idea de que alguien más tenía que saberlo, alguien a quién realmente le importara, no es que demeritara el sentimiento de Adam, pero no era igual, si bien sabía que a Adam le dolía, era más por ella que por Werther, solo quería que alguien compartiera o sintiera un poco de lo que ella sentía para calmar el dolor de su corazón.

El patronus había salido cuando Adam la tomó del rostro y la obligo a mirarlo, Bastian empezó a sollozar nuevamente pero Harley se liberó del agarre con delicadeza, primero negando con la cabeza y al final asintiendo. No quería enojarse con Adam, sabía que era normal que desconfiaran de ella, pero que fuera su padre el que pensara que iba a arruinarlo todo de nuevo le dejó un mal sabor de boca, uno que no estaba dispuesta a soportar en esos momentos. Se tragó el dolor y aspiró profundamente, sentía que de no ser por el cuerpo de Bastian que descansaba en sus brazos, estaría temblando como una loca.

No me hagas esto por favor, no ahora por favor. - Le dijo a su padre con un hilo de voz, que no le pidiera que guardara las apariencias, que no dudara de ella, seguramente Evangeline pensaría lo mismo y lo apoyaría, porque era la reacción más normal, pero Harley no estaba pensando plenamente.

Escuchó que la puerta se abrió y Bastian comenzaba a llorar, Harley se puso de pie y el corazón empezó a latirle con fuerza, quería soltarse a llorar de nuevo pero no lo hizo, aun que ver el rostro de Cordula la hizo titubear. Por unos segundos se aferró a Bastian con temor, no de ellos si no que si lo alejaban ahora de ella se iba a desmoronar, pero al final terminó entregándoselo.

Él está…. Él… - No podía decir la palabra, se cruzó de brazos abrazándose a si misma.- Estaba en una misión… él no tenía por qué ir, yo se lo dije, yo lo había visto, él no tenía por qué estar ahí… ellos lo obligaron a hacerlo a pesar de saber lo que iba a pasar… fue una de sus maldiciones las que lo… - No estaba dando detalles, no por que quisiera guardar el juramento si no porque no podía activamente decir la palabra “muerto” “mataron” Estaba siendo ambigua pero tanto Cordula como Barnabas sabrían a lo que se refería.

Yo traté de llegar, traté de impedirlo, no pude hacerlo… fue muy tarde y él… - Se había ido, Harley se rompió a llorar en esos momentos y se apoyó en el hombro de Adam completamente desconsolada, no podía, le era imposible aceptar que todo eso estuviera sucediendo.

Miró a Harley con una expresión de cansancio, solo asintió con la cabeza, ya había mandado el mensaje de todos modos, no tenía caso darle más de que preocuparse en ese momento. No descartaba que había sido una terrible idea, de hecho estaba seguro que era exactamente el peor momento para decirles a los padres de Werther lo que había ocurrido. Sin embargo, viéndolo desde la perspectiva de padre, entendía que tenían derecho.
 
Se puso de pie mientras veía a su hija tratar de hablar sobre lo que había ocurrido, alternando la vista entre ella y sus suegros. Su atención se enfocó en Barnabás por un largo momento y una vez que Harley les había dado a entender que había pasado, asintió solemne con la cabeza en un pésame.
 
Abrazó a Harley contra su pecho cuando ella empezó a llorar, sosteniendo su cabeza mientras ella se apoyaba en él, dejándola desahogarse, casi palpando el dolor por el que estaba pasando.
 
"Lo siento mucho," les dijo a los padres de Werther, bajando la mirada al recordar que era lo que había visto, lo que había quedado del mago. 

No podía decirles más, lo que había visto… la condición en la que había encontrado el cadáver o lo que había quedado del mismo fue terrible, aquello no había sido una simple batalla, el lugar apestaba a magia oscura y sangre, había sido la culmine de una pelea que había terminado con la muerte de uno de los miembros de la secta, pero Adam lamentaba la forma, esa terrible forma de morir.

Cordula tomó a Bastian en brazos y lo abrazó contra ella como si fuera lo único que le quedara en el mundo. Tenía a sus otros hijos, claro estaba, pero para ella, Werther siempre había sido su mayor alegría, su favorito, y ni siquiera se había molestado en no mostrarlo. No quería escuchar lo que de todos modos ya sabía y para cuando la mejilla de Bastian se pegó contra la suya, ya estaba soltando un llanto silencioso pero doloroso.

Barnabas, en cambio, intentaba mantener la compostura. Escuchó a Harley mirándola con los ojos entornados. Algo no estaba bien, y eran sus palabras, “ellos lo obligaron a hacerlo” era algo que no cuadraba con su hijo. Pero ¿qué iba a hacer?, ¿encarar a esa chiquilla y cuestionarla hasta que dijera la verdad? Obviamente no estaba en sus planes, y tampoco era lugar para hacer algo tan despiadado como eso cuando era obvio que Harley estaba sufriendo. Y Cordula también.

-Mi hijo era responsable y creía en lo que hacía. Si murió como un hombre cumpliendo con su labor, entonces no podría sentirme más orgulloso de él.

Escuchó que su esposa sollozaba pero no se acercó a darle consuelo. Miró de reojo a su nieto que parecía extenderle los brazos, aunque para ser honestos, no quería cargarlo en ese momento. Si había mantenido el estoicismo, tomar al heredero de su hijo entre sus brazos podría romperlo de alguna forma.

-Si lo obligaron a hacer algo que no quería hacer, entonces me encargaré de que al menos tengamos un poco de justicia, aunque ni eso ni las lamentaciones puedan traerlo de vuelta. Ahora tendremos que avisarle a sus hermanos…quizá no a Wilhelmina, no será buen momento…

Cordula abrazó más a Bastian contra ella pero buscó tranquilizarse para no asustarlo y al final terminó dándoselo a Harley de vuelta. Las manos le temblaban y parecía haber envejecido diez años de golpe.

-Su cuerpo, ¿dónde está? Quiero verlo…

Aquello era por mucho la cosa más difícil que había hecho en su vida, en efecto no estaba pensando en lo absoluto sus palabras, no estaba planeando, solo decía lo que le salía del corazón, ahí donde había una herida profunda y sangrante. Ella trató de recomponerse pero al ver a Cordula sollozar, nuevamente algo le dolió en lo profundo, tal vez por que se dio cuenta que el consuelo que buscaba no lo podría encontrar ni en sus padres, ni en los padres de Werther, no lo podría encontrar en nadie y en esos momentos, más que nunca en su vida, sintió que necesitaba que Wilhelmina estuviera ahí con ella, la abrazara y pudiera llorar a su lado. Solo ella la comprendía, siempre había sido así, siempre sufría con ella y la hacía ver la realidad, pero esa Wilhelmina se había ido, la habían matado también y ahora Harley estaba completamente sola.

Fue y tomó a Bastian rápidamente como si fuera el oxigeno mismo que la mantenía con vida, lo recargó sobre su hombro y dio un par de besos en la cabeza. Aspiró profundamente y trató de mantenerse en pie, lo que Barnabás decía le parecía cierto, pero a la vez repulsivo. Ella hubiese deseado mil y un veces tener a Werther con ella a perderlo por su maldito orgullo, que al final había sido lo que terminó con él. Eso volvía a enojarla, pero sus emociones estaban tan fracturadas que no supo colocar correcta o coherentemente donde iba cada una.

Iba a decirle que Wilhelmina ya lo sabía, pero Harley no iba a ganar nada exponiendola de esa manera. Se quedó en silencio y simplemente asintió, al menos hasta que Cordula preguntó por el cadáver de Werther.

Papá... podrías llamar a mi madre?... por favor. - Lo dijo con la mirada perdida y una lagrima rodandole por la mejilla, Bastian se había puesto algo inquieto, como si él supiera que era lo que había pasado. No se había puesto como loco, no había movido nada con la magia, sabía que algo estaba mal con el mundo.

Harley esperó a que Adam se desapareciera, era por que no podía hablar de esto con él, no sin caer incendiada también .- ..... Alguien de ahí dentro lo traicionó, lo atacaron con su propio hechizo y él... Yo le dije que iba a suceder, dijo que iba a estar preparado... no lo estuvo, ellos no hicieron lo que debían, él confiaba en ellos y ellos lo traicionaron.. - Lo decía enojada viendo a Barnabas con los ojos llenos de lagrimas pero la mandíbula apretada pero luego sus músculos dejaron de tensarse.

No hay nada... - Se refería a su cuerpo, no había quedado absolutamente nada, nada de lo que pudieran despedirse, algo que les diera un cierre, un final. No había absolutamente nada excepto su varita, pero eso no se los iba a decir, era tonto pero en esos momentos tenía miedo a que se la quitaran, que le quitaran lo ultimo (Además de Bastian) que le quedaba de él.

Miró solemne a Barnabás y Cordula, el pésame que les había dado era real, Adam no tenía nada contra Werther, quien siempre se había mostrado atento con Harley a pesar de ser algo renuente a su familia biológica, pero educado. Había sido un cuñado digno de hablar con orgullo, si Adam no hubiese sabido la realidad detrás de las alianzas y la secta, no hubiera sospechado el resto de la naturaleza del esposo de su hija con facilidad.
 
A pesar de ser uno de los opositores de aquella guerra, Werther había sido familia y sus padres tenían todo el derecho a sentir su pérdida, sin mencionar a su hija, una parte muy importante de sus vidas había cambiado esa noche.
 
Después de que se había dicho todo y Barnabás pareció tomar control del asunto, Adam se mantuvo atento a lo que su consuegro necesitara, después de todo eran familia.
 
Al escuchar a Harley no protestó, solo miró a sus consuegros con una petición silenciosa de que no la dejaran sola.
 
"No tardaré."
 
Prefirió salir del lugar, usar Aparicio e ir directamente con Evangeline, a quien de inmediato abrazó antes de explicarle a detalle lo que había pasado y la presencia de Barnabás y Cordula así como sus intensiones de recuperar el cuerpo de Werther, lo que había quedado del mismo.
 
"No creo que Harley pueda mantenerse en pie mucho tiempo," lo decía en sentido literal y figurado, "Se que no lo hará."
 
Él no había podido cuando Evangeline "murió" años atrás, fue una caída tremenda en el aire de una pérdida irremediable en ese momento, su hija estaba ante algo muy real y además que su estado mental ya era delicado desde antes de todo esto. 

Tomó la mano de Evangeline para regresar a donde estaba Harley y los demás, sin perder tiempo.

Barnabas volvió a fruncir el ceño cuando escuchó la historia de Harley. No podía creerse que las cosas hubieran sido así, que lo hubieran traicionado. Werther estaba muy apegado a ese círculo y su hijo no era ningún idiota. Había algo que no le cuadraba y entre más Harley decía, más tenía la sensación de que algo no estaba bien, como un mal presentimiento. Cordula, por su parte, sentía que tenía la boca llena de hiel, que ni siquiera podía hablar. Algo también la estaba perturbando de más, aunque no se lo adjudicó a nada tan distinto como haber perdido al hijo que más amaba.

Un nuevo sollozo ahogado y doliente salió de la garganta de la mujer cuando escuchó que no había quedado nada de su cuerpo. Nada que le permitiera creer que en verdad estaba muerto, que le permitiera cerrar ese círculo inconcluso. Saber eso derribó el estoicismo que le quedaba a Barnabas, pensar que ni siquiera iba a poder despedirse de su hijo y que le habían hecho algo tan grave como para que no quedara nada de su cuerpo.

-Dime nombres, Harley. ¿Quién lo traicionó? Si lo viste, si lo sabías y se lo advertiste, entonces dime lo mismo que le dijiste a él, descríbemelo.

No quería torturar a Harley con eso en ese momento, hubiera preferido no hacerlo, pero estaba comenzando a desesperarse de esa situación. Aprovechó que Adam no estaba para conjurar un patronus y le explicó a Harley que era para Auberon Wardwell. Si habían traicionado a su hijo, si esos supuestos “Venerables” tenían la responsabilidad y lo habían obligado a hacer algo que no quería hacer, entonces tendrían que responder ante él. No había entregado a su hijo a la muerte, le habían prometido otras cosas.

Queremos explicaciones. Ya mismo.

El patronus también indicó la ubicación. No le importaba si los Lovecraft regresaban, aquello no debía durar demasiado de todos modos, ni se empezaría una carnicería ahí, ni mucho menos (estaba su nieto presente). Solo quería que las cosas quedaran aclaradas.

-Supongo que quieres justicia, Cordula y yo también la queremos. Debemos saber qué pasa.[/color]

¿Nombres? ¿Le pedía nombres? Tendría que empezar por el de su propia hija. Harley estaba completamente cegada por el dolor, no quería una venganza, no quería tener que darle explicaciones al mundo, solo quería que Werther estuviera ahí con ella de nuevo, decirle que no eran ciertas todas esas cosas que le había dicho en un momento de enojo, que no quería dejarlo nunca, que iba a aceptar cualquier cosa de él, pero solo lo pensaba por que estaba desesperada y desconsolada, la realidad es que simplemente se abrazó más a Bastian y solamente cerró los ojos.

No lo se.. yo no lo vi. Se lo dije, desde el momento en que le dí esos nombres, los nombres de los rebeldes, le dije que si iba por ellos iba a terminar... le dije que iba a morir si lo hacía, no sabía como iba a suceder, no sabía que sería así de terrible... eso lo vi con el tiempo y cuando se lo dije ya no creía en mi. Lo mataron con una de las maldiciones de los Venerables...  

Claro que ella no sabía que en aquella ocasión no era precisamente Werther el que la había visitado si no Wilhelmina.  Harley había tenido muchos sueños proféticos en su encierro con los rebeldes pero jamás había vuelto a ver nada sobre Werther, no hasta que vio a Werther matando a Angus y a Jesse conjurando ese hechizo contra él, ¿Por que eso? ¿Por qué lo habían decidido así?  Ella simplemente sentía que el suelo se le movía cuando vio a Barnabas conjurar ese patronus y cuando le dijo que era para Auberon, ella solamente abrazó más fuerte a Bastian, como si estuviera protegiendo de algo invisible.

Mis padres vienen hacia acá, no quiero que ellos lo sepan por favor, no... -  Le rogó a Barnabás, en parte era verdad, no quería que sus padres supieran las promesas que ella había hecho por Werther, el camino que había elegido, mucho menos que se encontraran con Auberon, no siendo quién eran y Auberon estando en la cacería de rebeldes.

Como todos, había sentido aquella alteración. Rápidamente se había aparecido en su antigua fraternidad, entre las sombras, para bajar al sótano y entender qué era lo que estaba pasando. No tardó mucho en saber que se trataba de Werther. Le tomó un buen rato asimilarlo. El muchacho había sido prometedor desde un principio, y Auberon lo había ido apreciando cada vez más, hasta convertirlo, como a Wilhelmina, en parte de su familia. Era uno de los mejores elementos ahí por sus métodos despiadados, porque no permitía que nadie se manchara las manos de más si él podía evitarlo, y eso mostraba un incalculable valor para los demás. No importaba la creencia popular, matar nunca era fácil. Werther le había evitado a muchos ahí varios tragos amargos.

Mandó un mensaje a cada miembro, excepto a Wilhelmina, de quien seguramente se encargarían sus papás, y cuando terminó, recibió el mensaje de Barnabas Schweinsteiger. No se lo había esperado, creyó que ellos habían sido los únicos que se habían enterado por el momento, por sentirlo. Aquello lo sorprendió, pero tampoco tanto como para ponerse paranoico, ni siquiera por la rudeza del mensaje.

Se apareció en el departamento de Werther y Harley –que él nunca había visitado realmente- y tocó la puerta, hasta que fue Barnabas quien le abrió. Auberon lo miró sintiendo que compartía su dolor, aunque Werther no hubiera sido su hijo biológico.

-Sabes que también era importante para mi.

Le echó una mirada rápida a Harley y a Bastian, antes de pasar su vista a Cordula. Ni siquiera encontraba las palabras correctas para expresar el pésame, ni lo que estaba sintiendo y creía que los demás sentirían.

-Harley dice que ustedes lo obligaron a una misión, que él no quería ir. Y que después lo traicionaron, que lo mataron con una maldición de ustedes mismos.

Auberon volvió a mirar a Harley aunque no fue con el mismo sentimiento que al principio. Entornó los ojos y negó con la cabeza. ¿De dónde se sacaba esa chiquilla loca esas ideas absurdas?, ¿qué ganaba intentando enfrentar a Barnabas con los Venerables?

-¿Y de dónde se supone que saca Harley esas afirmaciones? ¿Qué fue lo que pasó? Debes saber, ante todo, Barnabas, que a Werther jamás lo obligamos a nada, y que ninguno de nosotros lo traicionaría jamás, todos lo apreciábamos, yo lo cuidaba como si fuera otro hijo mío. Nunca le hubiéramos clavado un puñal en la espalda. Quizá Harley pueda explicarnos mejor a qué se refiere y de paso que me cuente quién lo encontró y dónde, nos será muy útil.

No le sorprendería que estuviera diciendo disparates, podría ser plausible y los Lovecraft no tenían buena fama controlando sus locuritas –no que le constara, pero se decían cosas-, tampoco era como para dejarlo pasar. Además, quería saber en dónde habían matado a Werther para así poder llegar al quién.

-Sus padres volverán en poco tiempo…

-Entonces será mejor que comience a hablar cuanto antes.

Entre todos los sentimientos que Harley tenía, el miedo no era uno de ellos. Se sentía destruida, se sentía impotente, se sentía realmente mal en muchos aspectos, pero temerosa no. Tal vez por que era una idiota que jamás había medido las consecuencias, tal vez por que en esos momentos estaba tan afectada que todo la estaba cegando, no podían pedirle que tomara decisiones en el estado en el que se encontraba, no podía simplemente.

Auberon había aparecido en la puerta de su casa y Harley lo observó, con lagrimas en los ojos y el niño en brazos, se lo dio al elfo que estaba atrás de ella, siguiéndola como si no tuviera a donde más ir y luego se adelantó hasta Auberon, así como estaba, completamente dolida pero decidida, en realidad no estaba mintiendo, todo lo que decía, incluso las incoherencias, las creía.

¿De donde saco estas afirmaciones? No diga que no lo sabe, Werther se los dijo a todos cuando le avisé de lo que ví en el ataque del día del trabajo, donde tenían a Chamberlain y los nombres de los involucrados, usted sabe perfectamente como es que se estas cosas y por que es que digo lo que digo.

De pronto todo el dolor que sentía se convirtió en un odio, un odio completo hacia Auberon, hacia la secta, hacia ellos que de alguna manera habían llevado a Werther por ese camino, que se lo habían arrebatado, claro que no estaba viendo las cosas de manera objetiva ni tomando en cuenta que Werther quería estar ahí, era solo una versión de la historia que la hacia sentir mejor consigo misma.

Fue a matar a Angus Finnerty, el nombre que yo le dí de entre muchos otros, ahí alguien lo atacó con esa maldición, ¿Conoce las palabras? " La oscuridad está siempre de mi lado. La oscuridad redobla mi furia y crea un espacio, entre yo y el espejo" ¿QUIÉN SI NO USTEDES PODRÍAN HABERLE HECHO ESO? ¿QUIÉN? EXPLIQUE ME - Esto ultimo lo había dicho casi gritando - Fue en el Sacrificial Clam Bar... - Al final las fuerzas se le habían acabado y muy a tiempo pues Evangeline estaba entrando rápidamente por la puerta delantera con Adam siguiéndole detrás pero se detuvo inmediatamente al ver a Auberon.

Una vez que había llegado con Evangeline, le explicó lo que había ocurrido con un poco más de detalle, como es que Harley había salido de la casa, así como al lugar que habían ido donde encontraron a Jesse Crawford, quien era el que había cavado con la de vida de Werther.
 
"No quedó nada, más que cenizas."
 
Trató de explicarle lo que había visto, como es que reconoció a uno de los profesores de la universidad, ahora difunto, en el lugar, probablemente a manos de Werther, no estaba del todo seguro y no se había enfocado en preguntar por la preocupación que sentía por Harley, pero sus sentidos agudizados reconocieron algunas cosas claves en ese lugar.
 
"El lugar estaba infestado con el olor a muerte y esa sensación de magia negra que queda atrás tras algo de peso."
 
Adam no sabía explicar esa sensación, solo sentirla. Era muy común para él sentirla cuando Selene hacia algún ritual o cuando Evan invocaba alguna criatura, el por su parte sentía la misma sensación sobre su piel al invocar sombras o hacer uso de su pacto por nacimiento con varias criaturas de entre las dimensiones y las esquinas del tiempo, pero esta clase de magia no era la que estaba acostumbrado, aun así, el residuo era fuerte y notable en sus sentidos.
 
Contestó todas las preguntas de Evangeline mientras volvían, así como le dio la información que tenía a la mano. Su prioridad era volver con su hija de inmediato, Evangeline seguro compartía el sentimiento, por lo que se apresuraron y cuando llegaron no esperaban ver a Auberon Wardwell presente.
 
"¿Wardwell?" preguntó Adam en clara confusión, pero no se detuvo hasta estar junto a su hija, notándola aun más cansada de lo que había estado hace un momento.
 
"Harley, ven, siéntate un momento…" tomó a Bastian pues parecía que Harley estaba por empezar a temblar, aun así, permaneció cerca por si su nieto quería volver al regazo de su madre. 

Su atención pasó a Evangeline, la pregunta de qué estaba haciendo Auberon era silenciosa en su mirada, por más confusión que la presencia del otro mago le causara también tenía el conflicto de que era lo que quería.

Auberon juntó toda su paciencia y miró a la viuda con una expresión estoica mientras ella le recordaba sobre su videncia. Se contuvo de decirle que no jugara con él cuando sabía perfectamente que se estaba refiriendo a sus afirmaciones sobre que alguien dentro de la Secta había traicionado a Werther, no de dónde sacaba su información. La miró sintiéndose compasivo, porque era obvio que Harley no estaba en su mejor estado. Sin embargo, cuando mencionó las palabras con las que se invocaba por primera vez la maldición del espejo, su semblante cambió por completo. Harley nunca las había escuchado, Werther no podría habérselas dicho y era cierto, ¿quién si no alguien de la Secta lo había matado de esa forma? Su mirada desorbitada evidenciaba su terror.

-Voy a resolver este asunto ahora mismo, se los prometo. Necesito que le avisen a Wilhelmina que venga, y que venga esta misma noche. No se preocupen, la mantendré a salvo, a ella y a los niños. Pero la necesito aquí.

Necesitaba a todos y cada uno de ellos. Cuanto antes, por cualquier medio. El traidor no iba a durar más que un par de horas entre ellos. Se contuvo para no zarandear a Harley, pedirle más información, pero supuso que en cualquier caso podrían usar a Robert Snyder. Estaba a nada de perder el control de sí mismo en una especie de ataque de ira, pero escuchó la puerta abrirse.

Se recompuso y dibujó una mueca estoica de nuevo, en donde lo único que se denotaba era lo mucho que sentía la muerte de Wardwell.

-Sí, el mismo.

Contestó no sin falta de ironía a la pregunta de Adam que había formulado con su apellido de por medio. Miró a Evangeline un segundo antes de volverse hacia Harley.

-Lamento lo ocurrido, en verdad. Werther siempre fue un gran duelista y lo quise como a un hijo, verlo crecer como mago en Ilvermorny fue un deleite para mi, y siempre apreciaré el tiempo que se tomó para ser él mismo un árbitro duelista como parte del control de calidad de Empresas Wardwell. Solo quería que supieras que estamos con ustedes, y que cualquier cosa que necesiten, la familia está para apoyarlos.

Se giró hacia Barnabas y le dio un apretón de manos, también apretó un poco el hombro de Cordula, aunque esperaba que no se les olvidara que necesitaba a su hija menor, por Werther, para buscar al responsable.

-Los dejaré en familia. Felicitaciones por la candidatura, Evangeline, aunque no sea el mejor momento para decirlo, te digo que tienes mi voto, con gente como tú al frente por fin podremos estar seguros, para que no ocurran más cosas como esta. Estoy ansioso por escuchar tu conferencia, ¿será este mismo fin de semana o cambiarán el día por las circunstancias? No importa, no es momento, ya me enteraré...

Dicho eso, con toda la hipocresía de la que era capaz, desapareció del departamento, dejando a ambas familias juntas mientras él iba directo al sótano, a convocar a los demás. Ese tema no podía esperar.

Todo absolutamente se había vuelto un caos desde que Thomas fue a visitarlos esa tarde, habían pasado solo unas horas pero parecían semanas, entre la angustia y el cansancio. Cuando Harley y el navajo salieron de su casa de la manera más estruendosa posible, Evangeline permaneció con Bastian y al lado de otros elfos que le ayudaron a volver a armar la pared que habían volado y luego Adam que siguió a Harley a saber que lugar.

Entre las lagrimas y la magia descontrolada de su nieto y la angustia de no saber que pasaba, Evangeline estaba que se volvía loca en realidad. No fue hasta la llamada de Adam diciéndole que Werther había muerto que la semi veela comprendió todo, absolutamente todo.

Para cuando el elfo fue por Bastian el niño se había calmado un poco y ella pudo pensar un poco mejor las cosas. Estaba armando cabos por si misma y apunto de mandarle un patronus a Zieliñsky cuando Adam se apareció por la puerta para decirle que Harley la necesitaba y que los Schweinsteigers ya sabían lo de Werther.

Debe estar vuelta loca - Fue todo lo que le dijo pero agradeció en silencio que fuera por ella. Eva (quién más si no) conocía el carácter de Harley y sabía que en esos momentos ella no estaría pensando en nada o podría incluso ser peor y buscar llevarse a todos con ella si no la tranquilizaban lo antes posible.

Lo que si le sorprendió fue ver a Auberon Wardwell cuando cruzaron la puerta, Evangeline fue hacia Harley como la madre preocupada que era, pero su hija la evadió para tomar a Bastian en brazos nuevamente.

No va a cambiarse, más que nunca nuestra familia y las personas que queremos deben saber que habrá un cambio, que cosas como estas no van a quedar impunes jamás. Que tengas buena noche Auberon- Sus palabras eran frías y directas, no iba a continuar esa platica.

Creo que todos necesitamos descansar... mandaré a algunos aurores de confianza al lugar y para que comiencen a investigar y llevaremos los restos a la morgue - Mientras Hablaba Harley se separó de ella y subió las escaleras de la casa con Bastian en brazos, no estaba bien y no lo estaría, pero Evangeline tenía la sangre fría y cosas como esas, aun que fueran una perdida implacable, solo la hacían más dura en todos los aspectos de su vida.