This Song

Ha sido idea de mi madre que encuentre otro tipo de actividades para desarrollarme socialmente, pues a mis 19 años sigo sin tener verdaderos amigos ni interés por tenerlos. Quizá esto se debe principalmente a que las relaciones interpersonales me parecen banales y poco productivas, o qué he tenido malas experiencias con ellas desde que soy pequeña. Así que para complacer un poco a mi madre, decidí unirme al club del coro, para agilizar mi convivencia con otros chicos y esas cosas.
 
El club no es tan genial como hubiera querido, aunque si hay un par de chicos y chicas que parecen profesionales, tanto con los instrumentos como con su voz. Yo soy solo una principiante, que si bien no canto tan mal, tampoco tengo sueños ni expectativas de llegar a convertirme en una gran estrella ni nada por el estilo. Y aunque sigo sin hablarle tan bien a nadie, empiezo a pasar más tiempo en el aula asignada al club, por que escuchar cuando ensayan es muy entretenido.
 
Normalmente vengo al terminar mi horario de Biblioteca, cuando hay más personas de mi edad y no tantos chicos. Sin embargo hoy me ha parecido buena idea venir antes, aunque los pasillos parecen bastante vacíos a esta hora. A mitad de camino hacia el aula, una melodía llega hasta mis oídos; el sonido de una guitarra y un chico cantando. Quizá normalmente me habría intimidado un poco, pero por alguna extraña razón no lo hace.
 
Al llegar hasta la puerta del aula me doy cuenta que el extraño es la única persona dentro, los pasillos parecen desiertos; al parecer esta no es la mejor hora para hacer amigos en los clubes y talleres, supongo que la mayoría de los estudiantes esta haciendo los deberes o tendrá alguna clase a esta hora. Espero hasta que el susodicho termine su canción, mientras sin hacer ruido entro y tomo un asiento cerca de la puerta.
 

-          Cantas muy bien – le digo medio apenada cuando termina su canción y trato de sonreírle.

Con suaves pero firmes tonadas ambientaba el lugar junto con mi voz, aun si no estuviese nadie, pues yo no era de aquellas personas que alardeaban sobre su voz, en ese sentido siempre mantuve un poco de modestia, pero no desaprovechaba mis dones en la música para dedicar palabras con mayor encanto, logrando así llegar al corazón de las personas a quien les dedico mis serenatas.

- Siempre te amaré... - Culmine mirando con leve sentimiento hacia el frente, notando la presencia de una hermosa chica rubia con unos ojos de color azul cristalino, por un par de segundos no pude apartar mi vista de ellos.

- Oh... - Levemente me sonroje, debido al cumplido repentino  que salio de los labios de una señorita tan linda como ella, sin embargo cerré los ojos para luego abrirlos y sonreirle, volviendo nuevamente mis mejillas a mi color. - Gracias señorita. - Mencione mientras no dejaba de mirar a aquella dama, no la conocía de ningún lado en realidad, tampoco podría olvidar a una dama con ojos tan hermosos como los de ella.

- Mi nombre es Nate, O'Connor Nate. Es un placer - Dije mientras tomaba mi guitarra acústica y me acercaba a ella para presentarme cordialmente, entre mas me acercaba, mejor podía detallar el encanto de sus ojos que desde lejos me cautivaron, eran como pequeños zafiros que inocentemente hipnotizaban los ojos de quien los mirara.

- Tal vez te suene irrespetuoso pero me hipnotiza el zafiro de tus ojos - Me acerque sentándome en un puesto que no estaba muy alejado al suyo, estaba lo suficientemente cerca como para extender mi mano para así presentarme como es debido mientras apoye la guitarra acústica contra el suelo con mi mano izquierda. - ¿Eres nueva en el club de coro? -