El final de mi adolescencia [Bojan Selvaggi]
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El final de mi adolescencia [Bojan Selvaggi]
Escrito sobre la vida de mi hermano menor Bojan Selvaggi.
En primera persona por él mismo, para terminar sus "días adolescente"; aclaraciones sobre donde está ahora mismo, que fue de su vida y así también de paso darle fin a una historia que ya pasó.
Para más aclaraciones, aquí se sabe como terminó la historia BojanxDraken y todo eso.
En primera persona por él mismo, para terminar sus "días adolescente"; aclaraciones sobre donde está ahora mismo, que fue de su vida y así también de paso darle fin a una historia que ya pasó.
Para más aclaraciones, aquí se sabe como terminó la historia BojanxDraken y todo eso.
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Supongo que todos quieren saber qué fue de mí. Un chico con más ego del que se puede imaginar, con un futuro perfecto pintado hasta en las estrellas y una cabezonería digna de mencionar… Pues voy a contarles como terminé mi adolescencia, esa parte de la vida donde todo es un caos y donde yo no pude contenerme demasiado y es que… ¿recuerdan a ese mal nacido Stall? Yo me enamoré de él de una manera desmesurada. No tiene sentido, o al menos no lo tenía en su momento. Ambos hombres, siempre peleando, siempre odiándonos, pero no pude evitarlo, lo amé por unos días, unos meses… no más.
Todo aquello fue emocionante. Los encuentros fortuitos, escondidos. Los manoseos en cualquier lugar. Los besos robados, ansiados y los no deseados también. Draken me hizo perderme a mí mismo. Me hizo perder la cabeza y la moralidad al igual que me hizo perder el rumbo. El verano de su graduación fue el más raro de mi vida. Apenas conservo recuerdos de esos días, el alcohol, los porros… recuerdo fiestas. Días enteros en la cama. Sexo sin cuidado ni preocupación. Recuerdo las peleas con mi padre. Claro, cuando descubrió que pasaba conmigo todo fue a peor, el encierro en mi casa aquel último mes hizo que me replanteara muchas cosas ¿en serio estaba enamorado de él? ¿No sería solamente deseo? La lujuria llamaba a cualquiera y él era un tipo divertido. Draken. Me agradaba pero ambos somos hombres, nada de eso tenía futuro, era anti natural. Por más que quisiéramos jamás podríamos formar una familia, tener hijos, una vida normal. Mi padre me hizo reflexionar sobre muchas cosas. Mi futuro era ser una estrella del quidditch, triunfar en eso y en más, destacar entre todos. ¿Qué sería de mí si mantenía aquella relación? Los medios disfrutarían a mi consta y lo que era peor ¿Y si realmente todo aquello no era más que juego pasajero? Yo siempre he sido un hombre de voluntad fuerte, si, pero si de verdad llego a enamorarme de él y resulta ser como su padre. Lo conocían demasiado bien, un mujeriego de cuidado. No quería terminar siendo ignorado, mucho menos humillado y utilizado.
Y al fin y al cabo ya llevábamos un mes sin vernos y no había tenido noticias de él.
Ahora tengo que admitir que lo que hizo que mi relación con Stall se frenara fue mi orgullo. Pensar que realmente en un solo mes él ya había encontrado con quien sustituirme me asustó tanto que decidí frenarlo, aunque no romperlo, no aún, yo realmente era un muchacho joven y enamorado al fin y al cabo.
Seguimos en aquel vaivén de sentimientos, pero le hice jurar que seguiría siendo un secreto, que terminaría mis estudios sin que nadie en Salem se enterase de nuestra relación, y finalmente incluso comencé a salir con alguien más. Aquella relación era pura fachada, por algún motivo odiaba acostarme con ella y seguía ansiando los pocos y rápidos encuentros que Draken y yo seguíamos compartiendo juntos. Aquellos momentos eran tan geniales que mi miedo y frustración solo aumentaron, paso a paso, hasta el punto de negarlo todo, negaba mis sentimientos hacía él siempre que hablábamos. ¿Para qué admitir algo que sabes que no corresponde la otra persona del mismo modo? Él era tan pasota entonces, y estaba en la universidad, seguro volvía a tener novia, como al principio. Y yo odio compartir.
Aguantamos todo un año, separados pero juntos, sin mezclar sentimientos en aquella relación. Si, admito que odiaba todo aquello a la vez que lo amaba, pero no quería encariñarme más, mucho menos quería que aquello se hiciera público, mi padre debía creer que realmente se había terminado todo o volveríamos a empezar con aquellos castigos de la edad media que tanto le gustaban al cabronazo de Selvaggi.
En definitiva y para ir terminando, yo habría seguido así por el resto de mi vida. Mi noviazgo falso pronto se convirtió en algo más sólido cuando entró en mi familia, pero yo seguía encontrándome con mi amante. Él parecía cada vez más molesto. Cada día que pasaba nos separábamos más. Y aquello me aliviaba, estaba siendo capaz de superarlo y no, no amaba a mi novia, pero era guapa de buena familia y agradaba también a la mía, porque no seguir así… no estaba mal. Al cabo de unos meses todo terminó por irse a pique. Yo estaba en la cantera de un equipo de quidditch y en cuanto me gradué mi nombre saltó a las primeras planas de los periódicos deportivos como un descubrimiento a destacar. No era el mejor entre los mejores pero ya apenas tenía tiempo entre partidos, entrenamientos y actos sociales. Mi novia se convirtió en mi prometida en menos de tres meses y aquello al parecer, terminó con la paciencia de aquel que decía y juraba amarme. Draken decidió que la relación debía terminar ahí. Un corte limpio que no fui yo capaz de dar el día que decidí que la relación con él no iba a perdurar.
Tras aquello en realidad no pude seguir tan bien como me prometí a mí mismo. No lo he vuelto a ver, pero mi relación con la que ahora es mi mujer va de mal en peor, de algún modo sé que he pasado a ser más como mi padre y menos como realmente yo deseaba ser pero no fui utilizado, engañado, ni puesto en ridículo. He logrado llegar a donde quería, ya soy una estrella del quidditch, ya logré mi meta… ya me olvidé de aquello que realmente nunca quise tener.
- Miles Selvaggi
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