Depósitos Bancarios
Página 1 de 1. • Comparte
Depósitos Bancarios
Era muy conocido por todo Basset-Knapp que una de las familias extranjeras con mayor poder económico eran los Den Adel, pero así como era conocida su fama por tener mucho dinero, también eran famosos por no gastarlo a lo idiota como muchos en el campus. Lucian no era presumido con esa situación, de hecho siempre fue bastante sencillo y responsable con sus gastos, la que siempre se extralimitaba en compras advenedizas era Laise. Ella gustaba de ir a spas, hoteles de lujo, comprar ropa cada mes y esas nimiedades que al animago nunca le interesaron. Durante la semana que transcurría, Lucian debía hacer algunos depósitos para lograr generar movimientos en su cuenta, había ahorrado un poco el dinero que ganaba en el bar y lo había depositado en una cuenta personal aparte de la de la familia para que esta le generara intereses.
Ese día le tocaba revisar su saldo y ver que otro movimiento podría hacer, aprovechando su visita al banco. First Magic Union Corporation era manejado por duendes al igual que otras instituciones bancarias como Gringotts o como *Magic Trade Center y pese a que los clientes recibían un trato un tanto hostil, podían estar seguros que su dinero estaría bien vigilado en sus manos. El animago se apareció temprano para comenzar con esos trámites ya que sabía que justo a mediodía la gente aprovechaba su hora del almuerzo para ir a hacer todas sus gestiones.
-Pero dime Gwendell, ¿Cúanto sube el interés al año? No veo resultados con el 7% que dicen manejar…- Hablaba con el duende sobre la inversión que había hecho y de pronto el despachador se levantó de su asiento y corrió hacia la parte de atrás, le dijo a Lucian que iría por los registros de los últimos meses para que viera en comparativa cuánto dinero poseía. Mientras esperaba notó que justamente a su lado se encontraba Madison Merteuil, Delta Iotha Ypsilon, hermoso cabello, ojos encantadores y una cadera excelsa, AH! Y amiga de Laise. Él la vio de reojo y le sonrió justamente antes de decidir a hablarle.
-pssst, psssst, Madison. Hola, que placer encontrarte aquí. ¿Cómo estás? -había susurrado al hablar pero los demás duendes amargados no dudaron en hacer callar al animago que simplemente se encogió de hombros y levantó su dedo medio discretamente.
Ese día le tocaba revisar su saldo y ver que otro movimiento podría hacer, aprovechando su visita al banco. First Magic Union Corporation era manejado por duendes al igual que otras instituciones bancarias como Gringotts o como *Magic Trade Center y pese a que los clientes recibían un trato un tanto hostil, podían estar seguros que su dinero estaría bien vigilado en sus manos. El animago se apareció temprano para comenzar con esos trámites ya que sabía que justo a mediodía la gente aprovechaba su hora del almuerzo para ir a hacer todas sus gestiones.
-Pero dime Gwendell, ¿Cúanto sube el interés al año? No veo resultados con el 7% que dicen manejar…- Hablaba con el duende sobre la inversión que había hecho y de pronto el despachador se levantó de su asiento y corrió hacia la parte de atrás, le dijo a Lucian que iría por los registros de los últimos meses para que viera en comparativa cuánto dinero poseía. Mientras esperaba notó que justamente a su lado se encontraba Madison Merteuil, Delta Iotha Ypsilon, hermoso cabello, ojos encantadores y una cadera excelsa, AH! Y amiga de Laise. Él la vio de reojo y le sonrió justamente antes de decidir a hablarle.
-pssst, psssst, Madison. Hola, que placer encontrarte aquí. ¿Cómo estás? -había susurrado al hablar pero los demás duendes amargados no dudaron en hacer callar al animago que simplemente se encogió de hombros y levantó su dedo medio discretamente.
- Lucian Den Adel
Mensajes :
595
Re: Depósitos Bancarios
Los padres de Madison decidieron hacer su vida más vinculados en el mundo muggle por lo que todas las propiedades o dinero que habían acumulado residía en bancos comunes. Por supuesto la semiveela no podía meter mano a nada de eso por su propia cuenta ya que su madre seguía viva y tenía todos los derechos para administrar esa herencia hasta su último suspiro. Es por eso que la morena se pegaba mas a sus abuelos nada mas por el hecho que ellos si le daban carta abierta para manejar su fortuna, aquella que como era normal para una familia mágica con años y años de tradición resguardaban tanto en Gringotts como muchos otros bancos mágicos con la finalidad de contar con soportes ante algun caso en particular o por mera paranoia de magos viejos.
Marcus Merteuil era un viejo zorro muy astuto para los negocios en los que se metia -algunos turbios- tanto que sencillamente el dinero en sus arcas se generaba solo año tras año. En conclusión debido a ese pequeño detalle es que Maddie había estado pensando mucho esos últimos días sobre el asunto de su fraternidad y lo que había conversado con ese trió de extorsionadores. Todo se resumía a dinero, ¿pero cuánto iban a querer? ¿Cuándo lo pedirian? No tenía ni idea, por eso creyó que antes de que salieran con sus exigencias y ella a desembolsar a lo loco, debía tener una clara perspectiva de donde podía sacar puñado tras puñado sin ser pillada rápidamente. Así que ese día se dirigió al FMUC para revisar el estado de cuenta de lo retenido en ese lugar.
El duende que la atendió fue rápido ya que sabía que la muchacha estaba permitida para ese tipo de información. Decidió esperarlo y se quedo mirando hacia el frente. Escucho que alguien parecía llamarla y se sonrió porque cosas así le pasaban seguido pero casi nunca en ese tipo de lugares. No iba a voltear porque oyó a los demás duendes callar al tipo pero al ver aquella acción del dedo medio por el rabillo del ojo no pudo evitarlo. – Lo mismo digo, aunque creo que aquí este tipo de saludos no se permite – le sonrió en forma coqueta como era su costumbre al hablar con un chico apuesto y no iba a negar que Lucian Den Adel era uno de los Alphas más guapos que conocía, sin contar tantas otras cosas que había visto u oído de él en el campus.
En eso regreso el duende que la atendía y le entrego una carpeta con algunas copias de lo que le pidió y tras agradecerle salió de la fila. – Estaré por la entrada. Si terminas rápido quizás podamos charlar un poco más… permiso – casi susurro abrazando aquel folder manila y con un suave movimiento de cabeza se termino de girar para salir del lugar. Sus zapatos resonaban con gracia en su desfile final y mientras se colocaba nuevamente los lentes oscuros cruzo las puertas de la institución mágica.
Maddie se ve así (le valía si corría viento)
Marcus Merteuil era un viejo zorro muy astuto para los negocios en los que se metia -algunos turbios- tanto que sencillamente el dinero en sus arcas se generaba solo año tras año. En conclusión debido a ese pequeño detalle es que Maddie había estado pensando mucho esos últimos días sobre el asunto de su fraternidad y lo que había conversado con ese trió de extorsionadores. Todo se resumía a dinero, ¿pero cuánto iban a querer? ¿Cuándo lo pedirian? No tenía ni idea, por eso creyó que antes de que salieran con sus exigencias y ella a desembolsar a lo loco, debía tener una clara perspectiva de donde podía sacar puñado tras puñado sin ser pillada rápidamente. Así que ese día se dirigió al FMUC para revisar el estado de cuenta de lo retenido en ese lugar.
El duende que la atendió fue rápido ya que sabía que la muchacha estaba permitida para ese tipo de información. Decidió esperarlo y se quedo mirando hacia el frente. Escucho que alguien parecía llamarla y se sonrió porque cosas así le pasaban seguido pero casi nunca en ese tipo de lugares. No iba a voltear porque oyó a los demás duendes callar al tipo pero al ver aquella acción del dedo medio por el rabillo del ojo no pudo evitarlo. – Lo mismo digo, aunque creo que aquí este tipo de saludos no se permite – le sonrió en forma coqueta como era su costumbre al hablar con un chico apuesto y no iba a negar que Lucian Den Adel era uno de los Alphas más guapos que conocía, sin contar tantas otras cosas que había visto u oído de él en el campus.
En eso regreso el duende que la atendía y le entrego una carpeta con algunas copias de lo que le pidió y tras agradecerle salió de la fila. – Estaré por la entrada. Si terminas rápido quizás podamos charlar un poco más… permiso – casi susurro abrazando aquel folder manila y con un suave movimiento de cabeza se termino de girar para salir del lugar. Sus zapatos resonaban con gracia en su desfile final y mientras se colocaba nuevamente los lentes oscuros cruzo las puertas de la institución mágica.
Maddie se ve así (le valía si corría viento)
- Madison Merteuil
Mensajes :
424
Re: Depósitos Bancarios
Al Madison retirarse de la estancia principal, Lucian se le ocurrió la grandísima idea de invitarla a algún lado, quizá a comer o algo así, no tenía ningún plan con nadie y su estómago estaba pidiéndole que se apurara con esos asuntos bancarios. Después de algunos minutos, Gwendell regresó a donde Lucian con un gran paquete de pergaminos en donde podría ver exactamente cuales eran los movimientos de su cuenta, tanto personal como la de la familia. El duende le miró molesto y le hizo la seña para que se fuera retirando rápido por que también tenía muchos más clientes que atender. El animago negó con la cabeza por la falta de tacto del duende y suspiró pesadamente, aún tenía muchas dudas pero antes tenía que leerse todos los reportes y luego volver a ir a FMUC regresar los papeles y aclarar sus dudas.
Caminó rápido para alcanzar a Madison y cuando al fin lo hizo le tocó el hombro con el dedo, dándole unos pequeños golpecitos. Desconocía a que había ido ella al banco y realmente no le importaba, lo que si es que podría charlar con ella, era muy común que Lucian no se codeara con las amistades de su hermana y más si esas amistades tenían la fama de Madison. Nunca le reprochó nada a pesar de que Laise tenía esa costumbre por decirle a quien frecuentar o no. Le dio su brazo para caminar pero antes de que ella voltease no pudo evitar inclinarse un poco hacia atrás para verle ese perfecto trasero que poseía y que con ese ceñido vestido lucía aun más que encantador.
-Madison ¿Te gustaría almorzar conmigo? –
No veía que fuera mala su propuesta, claro, esperaba a que ella le dijera que sí pero si tenía alguna otra cosa que hacer pues la respetaría. El punto era que quería gozar de su compañía, si no era hoy, sería otro día de eso estaba muy seguro. Cuando salieron del banco notaron que justo enfrente había como una especia de plaza con bancas, si ella tenía el plan de ir a comer a otro lado pues aprovecharía algunos minutos de su tiempo para sentarse en alguna de esas bancas y platicar. Ya estaba siendo hora de involucrarse más con las muy bien delineadas amistades de Laise.
-¿Qué te trajo al banco? ¿problemas o soluciones? –
conocía que también ella poseía cierta fortuna que por el momento administraban sus abuelos o una cosa parecida le había contado Laise.
Caminó rápido para alcanzar a Madison y cuando al fin lo hizo le tocó el hombro con el dedo, dándole unos pequeños golpecitos. Desconocía a que había ido ella al banco y realmente no le importaba, lo que si es que podría charlar con ella, era muy común que Lucian no se codeara con las amistades de su hermana y más si esas amistades tenían la fama de Madison. Nunca le reprochó nada a pesar de que Laise tenía esa costumbre por decirle a quien frecuentar o no. Le dio su brazo para caminar pero antes de que ella voltease no pudo evitar inclinarse un poco hacia atrás para verle ese perfecto trasero que poseía y que con ese ceñido vestido lucía aun más que encantador.
-Madison ¿Te gustaría almorzar conmigo? –
No veía que fuera mala su propuesta, claro, esperaba a que ella le dijera que sí pero si tenía alguna otra cosa que hacer pues la respetaría. El punto era que quería gozar de su compañía, si no era hoy, sería otro día de eso estaba muy seguro. Cuando salieron del banco notaron que justo enfrente había como una especia de plaza con bancas, si ella tenía el plan de ir a comer a otro lado pues aprovecharía algunos minutos de su tiempo para sentarse en alguna de esas bancas y platicar. Ya estaba siendo hora de involucrarse más con las muy bien delineadas amistades de Laise.
-¿Qué te trajo al banco? ¿problemas o soluciones? –
conocía que también ella poseía cierta fortuna que por el momento administraban sus abuelos o una cosa parecida le había contado Laise.
- Lucian Den Adel
Mensajes :
595
Re: Depósitos Bancarios
Pasaron apenas unos minutos una vez estuvo fuera. Minutos donde no pensaba exactamente en algo en concreto más que lo difícil que seguro se tornaría su vida conforme los días pasaran. Problemas, problemas y más problemas. Nunca había tregua, solo cuando estaba alcoholizada y últimamente, drogada. O eso creía Maddie, la pobre niña rica que perdía el control de todo menos de la entrada al bolsillo de sus abuelos. No, eso ya sería su ruina. En eso sintió que alguien se le acercaba y volteando enseguida comprobó que era Lucian una vez más. No tardo en sonreírle y tomarse de su brazo tal cual se lo ofreció. Normalmente tampoco accedía tan rápido o fácil a las confianzas de nadie pero no era el caso del Alpha, eso estaba claro.
Sería como la primera vez que compartirían un momento de charla, ya que con Laise u otras personas cerca eso resultaba complicado, mas aun si tenía presente la evaluación por la que pasaba con el medio croata pero no quería pensar mucho en eso. – La oportunidad es única pero ya tenía planes. Sin embargo creo que podemos ir a ese parque que para un rato ameno siempre hay tiempo, ¿no te parece? – musito suave en un ligero doble sentido como era su costumbre al andar por la vida de coqueta pero no por eso podían tachárla de casquivana todo el tiempo (NO TODO). Y si alguien los llegaba a ver e iba con el chisme a la hermana o a Violet tampoco le aterraba. No es que se fuera a comer nada más por ir a charlar a un rato. Era semiveela, no sirena.
– Diría que ambas cosas, la verdad no sé cómo etiquetarlo. Últimamente el mundo entero parece desear verme envuelta en momentos fatalistas y súper dramáticos, si supieras – suspiro con pesadez recordando todo lo que le venía pasando mientras iban caminando por ahí. A su vez, con la mano que tenia libre corrió todo su cabello hacia un costado indicándole con el dedo para que viera la zona que señalaba. – ¿Ves? La vena de estrés de mi cuello esta por estallar y no se como impedirlo – se rio un poco a lo bobo porque era claro que exageraba. Si tenía estrés y todo el asunto pero ninguna vena le iba a estallar, no tan visiblemente como quería dar a entender. En eso llegaron a la banca y se soltó de él para sentarse, cruzando delicadamente una pierna sobre otra.
– Mejor cuéntame tú que te trajo por aquí. Si quieres que sea sincera en un momento llegue a pensar que tu familia ya no tenía ni un quinto en el bolsillo por los rumores que siempre corren. El asunto me preocupo porque quizás por eso Laise está con esos gustos tan exóticos últimamente. A ti no te critico eso porque eres hombre y ustedes tienen sus necesidades variopintas. Un día con una chica bien y el otro con una mesera de cuarta. Se les aplaude la diversidad pero a las mujeres a veces se nos condena – medio bromeo un poco con eso acordándose de la fiesta en la cupcakeria donde se apareció con Amelia y todo el bochorno que luego se dio.
Sería como la primera vez que compartirían un momento de charla, ya que con Laise u otras personas cerca eso resultaba complicado, mas aun si tenía presente la evaluación por la que pasaba con el medio croata pero no quería pensar mucho en eso. – La oportunidad es única pero ya tenía planes. Sin embargo creo que podemos ir a ese parque que para un rato ameno siempre hay tiempo, ¿no te parece? – musito suave en un ligero doble sentido como era su costumbre al andar por la vida de coqueta pero no por eso podían tachárla de casquivana todo el tiempo (NO TODO). Y si alguien los llegaba a ver e iba con el chisme a la hermana o a Violet tampoco le aterraba. No es que se fuera a comer nada más por ir a charlar a un rato. Era semiveela, no sirena.
– Diría que ambas cosas, la verdad no sé cómo etiquetarlo. Últimamente el mundo entero parece desear verme envuelta en momentos fatalistas y súper dramáticos, si supieras – suspiro con pesadez recordando todo lo que le venía pasando mientras iban caminando por ahí. A su vez, con la mano que tenia libre corrió todo su cabello hacia un costado indicándole con el dedo para que viera la zona que señalaba. – ¿Ves? La vena de estrés de mi cuello esta por estallar y no se como impedirlo – se rio un poco a lo bobo porque era claro que exageraba. Si tenía estrés y todo el asunto pero ninguna vena le iba a estallar, no tan visiblemente como quería dar a entender. En eso llegaron a la banca y se soltó de él para sentarse, cruzando delicadamente una pierna sobre otra.
– Mejor cuéntame tú que te trajo por aquí. Si quieres que sea sincera en un momento llegue a pensar que tu familia ya no tenía ni un quinto en el bolsillo por los rumores que siempre corren. El asunto me preocupo porque quizás por eso Laise está con esos gustos tan exóticos últimamente. A ti no te critico eso porque eres hombre y ustedes tienen sus necesidades variopintas. Un día con una chica bien y el otro con una mesera de cuarta. Se les aplaude la diversidad pero a las mujeres a veces se nos condena – medio bromeo un poco con eso acordándose de la fiesta en la cupcakeria donde se apareció con Amelia y todo el bochorno que luego se dio.
- Madison Merteuil
Mensajes :
424
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.