Buenos vecinos

A Klaus lo había conocido en una fiesta de la fraternidad Alpha en donde, sin querer, habían terminado emborrachándose juntos y criticando a todo dios. Le había caído bien en el acto. Y a Mina le había caído demasiado bien así que técnicamente había estado pegada a él el resto de ese semestre. No llevaban mucho tiempo siendo amigos pero parecía que se conocían desde hacía tiempo. Era una amistad de ese tipo.

Estaban a nada de salir de vacaciones así que Mina se había dedicado a desalojar su habitación, y entre sus cosas se había encontrado los guantes de golpeador de un tipo de Nu. Su objetivo era ir a entregárselos –ni se acordaba por qué los tenía- para no andar dejando por ahí cosas  botadas y para, quizá con un poco de suerte, encontrarse precisamente a Klaus.

Era la fraternidad que menos le gustaba, porque nunca parecía cálida y siempre le daba la impresión de que la gente no era feliz ahí, o que tenían demasiados secretos que no querían compartirle a nadie, y eran terribles. Aún así tenía buenos amigos en la fraternidad, Klaus incluido. Quizá al único al que no quería toparse era a Adrien.

-¡Klaus! No entres, espérame.

Lo encontró a la entrada de la fraternidad, a punto de entrar. Se apresuró, porque siempre era mejor entrar acompañada de un Nu que correr el riesgo de que te corrieran por no estar invitada por nadie oficialmente.

-Vine a devolverle esto al tipo ese golpeador, Banes, ¿ya sabes cuál? Pero mejor se los dejo por ahí tirados. ¿Me invitas al bar de tu fraternidad?

Le dio un empujoncito por fingir que sabía de quién hablaba aunque se le notaba a leguas que no tenía ni idea. De todos modos le parecía bien la idea de dejarlos por ahí donde podría recuperarlos. Todo fuera dicho, a ella también le gustaba la fraternidad de los Nu, aunque quizá era nada más porque era la que más se distinguía de las demás.

-Ash yo también estoy aburrida, me puse a arreglar mi cuarto para dejarlo pulcro en las vacaciones, imagina mi grado de ocio.

Le sacó la lengua sin saber que estaba haciendo que rompiera su propia promesa de no beber alcohol y fue a sentarse directamente en uno de los sillones que estaban al lado de la cantina esa. Parecía cómoda en el lugar porque no era la primera vez que entraba ahí en calidad de invitada.

-Prepárame un trago a ver, sorpréndeme.

Mientras se puso a hacer memoria de los ridículos de las fiestas, aunque en realidad eran siempre los mismos. De lo que sí se acordó fue lo del percance de las TPA

-Lo de la fiesta fue igual pero cállate. ¿Supiste que alguien jodió las tuberías de las Theta? Estaban pero inundadas en su propia mierda, casi literal. O bueno, literal. Eso sí es de ridículo. Terminaron mojadísimas y TPA apestó durante un buen rato. Una cosa, bueno…

Negó con la cabeza sin saber quién habría sido el demente a quien se le había ocurrido una bromita como esa. Los Alpha seguro no, los Nu no eran de ese tipo y si hubiera sido alguien de Epsilon, entre ellas ya se sabría.

-Supongo que no van a poder hacer fiestas en un rato. ¡Mi trago anda anda anda!

-Ya voy, ya voy- le respondí mientras hurgaba en los ordenados anaqueles del bar de la fraternidad. Me sorprendía que entre universitarios ninguna de esas botellas estuviera vacía y tampoco es que desconfiara de su contenido. Algo en mi nueva casa me decía que entre nosotros nunca adulteraríamos licores con alguna mierda y bueno, también había escuchado la política de “si te la terminas, pones una nueva” que todos parecían cumplir al pie de la letra sólo por que nadie quería quedar como el tacaño al que le dolía comprar una botella de whisky fuego negro de 5 destilaciones. Yo jamás en la vida compraría una de esas cosas pretenciosas, pero se me daba bien ocultar que en el fondo era un miserable y cuidaba de más el dinero. 

Me reí con la historia de las Theta, algo había escuchado vagamente, entre chistes privados y cosas de la fraternidad que apesta y no sé qué, imaginando sólo que se referirían a los Alpha (qué poco originales), pero ahora lo entendía todo. 

-Fui yo. Buenísima idea ¿No? es que no quería que nadie compitiera contigo y tu cabello olor a lavanda italiana- le dije mientras mezclaba justamente un licor de limón italiano con algo de vodka y mucho hielo. Hice suficiente para ambos, aunque los licores dulces siempre me hubieran traicionado. Lo puse todo muy prolijo en un vasito corto de la variada cristalería que había ahí, a la que le tuve que limpiar el polvo con la varita, lo que significaba que nadie era demasiado exquisito con los tragos, no que no se bebiera frecuentemente. 

-Ya ya ya, salud, por nuestro amor- le dije chocando los vasos y sentándome a su lado. Algo me preocupaba desde hace días y era cualquier cosa que mi hermano estuviera haciendo cerca de Cherry Blue, una chica de la fraternidad de Mina, precisamente por que no lo veía en un plan de ligar (eso me daría igual). -Oye ¿Cherry Blue sale con alguien? No, no me hice hetero de pronto. Es que mi hermano parecía merodearla pero… ah… olvídalo, eso tiene venir de familias grandes, ya sabes, siempre quieres saberlo todo-

Solamente alguien como Klaus podía ser capaz de preparar ese trago con tanta dedicación. Chocó el vaso y le dio un trago con suficiente decencia antes de mirarlo y hacerle un mohín mientras le decía entre dientes algo como “maldita sea, ¿por qué eres gay?”, haciendo alusión que era demasiado lindo y demasiado intocable o así.

-Salud por nuestro amor de todos modos.

Volvió a beber y luego escuchó con atención lo que preguntaba sobre su presidenta.

-Me hubiera angustiado de que prefirieras a Cherry sobre mi para cambiar tus preferencias sexuales.

Le dijo luego de sacarle la lengua. Lo que sí le sorprendió fue el asunto de “su hermano”, pues no recordaba a ningún otro Burroughs en alguna otra fraternidad.

-No puede ser, ni siquiera sabía que tenías un hermano, ¿quién es?

Aunque que alguien estuviera merodeando a Cherry no le sorprendía, era una chica popular aunque sabía guardar muy bien las apariencias, como se suponía que tenía que hacer.

-Según tengo entendido, Cherry está saliendo con Andrea, tu hermano de fraternidad. El que de hecho dicen que va para presidente ahora que se quedaron otra vez sin uno. Pazzoli, se apellida. Oye te juro, siempre pensé que eras como hijo único. Cuéntame, ¿está guapo tu hermano? ¿de qué fraternidad es?

Antes de irse a unas merecidas vacaciones de fin de semestre, él también tenía que devolver algunas cosas, en su mayoría libros que algún que otro Nu le había prestado alguna vez con las claves para no reprobar el semestre. También aprovecharía para hablar con Andrea sobre algunas cosas e invitarlo a algún lado si no tenía nada que hacer. Había escuchado que podría ser el nuevo presidente de Nu el semestre que venía y tenía que ir haciendo méritos para no ser un estirado social como todos los de esa fraternidad.
 
Bill entró como si nada. Sabía que ahí los extraños no eran bien recibidos pero él creía tener un pase libre en cualquier fraternidad y no necesitar invitación de nadie para entrar a donde se le diera la gana. Revisó en algunos pasillos antes de entrar a la sala esa donde tenían ese bar y encontrar a Mina con Burroughs. Puso cara de fastidio pero la quitó rápidamente. A ese Burroughs no solía hablarle cuando no estaba con alguien que le importara cerca.
 
-¿Qué haces aquí? ¿Epsilon está buscando posibilidades en todas partes?-Dijo haciendo alusión a la plática que había tenido con Cherry que había iniciado con el tema de necesitar la ayuda de Alpha para hacer crecer la fraternidad.-Jugar a dobletear no está muy bien visto.-Se acercó para darle un beso a Mina en la mejilla y luego le dio a Burroughs una palmada en la espalda más fuerte de lo normal, antes de buscar una botella y un vaso para servirse algo.
 
   
-Estoy buscando a Pazzoli, ¿no lo han visto?-Preguntó mientras se sentaba en uno de los sillones del lugar, trago en mano. Se iba a quedar ahí interrumpiendo su plática hasta que el susodicho apareciera.

Y claro, el apellido. Se me olvidaba fácilmente que a mi todos me tenían por un Burroughs y nada más, o sea, que a nadie le importaba mucho estar indagando en mi vida. Me reí por varias razones, aunque sobre todo por lo del hijo único. Quizás en los últimos años tuve algo de eso y sólo convivía con Aimée, pues todos estaban en el colegio o haciendo su vida. Aún así, no tenía idea de lo que significaba una familia pequeña. 

-Se me olvida- lo del apellido, pero no lo aclaré -Tengo seis hermanos, ocurre que yo uso el apellido de soltera de mi madre por cosas de burocracia, y de dinero, no te miento. ¿Niels Alechinsky? ¿Te suena?-

No nos parecíamos prácticamente en nada, ni en lo físico ni en los modos, aunque realmente tenía una buena relación con mi hermano. Lo veía bastante más seguido de lo que se notaba, aunque no es que estuviéramos escondiéndonos. Igual nadie, con el hecho de vernos juntos un par de veces, sospecharía de los lazos sanguíneos. Le di un trago al coctel improvisado y me quedé en silencio de sonrisa amigable cuando llegaba Bill Snyder con naturalidad. Lo había visto varias veces, sobre todo en situaciones sociales, y además de pensar que era guapo, no tenía demasiado trato con él. Cuando yo estaba solo de todos modos nunca me dirigía la palabra. Por supuesto que lo había notado. 

-Creo que llega más tarde- le respondí levantando el vaso para brindar en el aire con él.-A menos que te deba dinero. Si es así, puede que no llegue- respondí sin sentirme incómodo con la pequeña reunión improbable.

“Niels Alechinsky” no le sonaba para nada, aunque sí el apellido. Su papá había hablado sobre los Alechinsky varias veces así que se puso incómoda rápidamente. Barnabas Schweinsteiger era uno de esos tipos que llevaban tatuada la Marca Tenebrosa y que había llegado al país huyendo de una cacería de magos tenebrosos a través de una red de corrupción terrible de ministerio a ministerio, libre de toda sospecha, se había forjado un nombre en Estados Unidos después de la última guerra, pero no había olvidado nada.

Saber que Klaus había pertenecido a una familia que le había hecho tanto daño a su padre la puso ligeramente incómoda, pero no se le notó. No era porque tuviera los ideales de su padre, sino todo lo contrario.

-No, no me suena para nada, jamás lo he visto. Wow, seis hermanos, yo solo tengo tres y a veces quisiera no tenerlos, no me puedo imaginar…

Justo antes de darle otro trago a su bebida preparada, llegó Billy. Mina le puso mala cara por lo que decía sobre “buscar posibilidades en todas partes” pero intentó que no se diera cuenta de que le daba importancia. Ya sabía que le encantaba decir tonterías como esas, así que tuvo que medio sonreír al sentir su beso en la mejilla.

-¿Para qué lo quieres? ¿Vas a ayudarlo en su campaña para la presidencia o es solo un rumor? ¿no tienes ya bastante con tu hermana?

O sea, con Jessica seguramente peleando por la fraternidad TPA, Billy tendría mucho que hacer. Miró a Klaus, que no parecía inmutarse por la reunión improvisada. Seguía teniendo una sensación fea en el estómago por saber que era un Alechinsky en realidad, pero al menos esos conflictos políticos no habían llegado hasta ese continente.

-¿Ya se conocían ustedes dos? No me acuerdo si los presenté en algún lado o así. Klaus es buenísimo en el hockey aéreo, deberías reclutarlo.

-¿Ayudar a alguien más a su campaña con la presidencia? No gracias. Los Nu siempre han podido solos, ¿o necesitan ayuda para algo?-Preguntó Bill mirando a Klaus.
 
Le parecía que en realidad los Nu se volvían cada vez más débiles y que necesitaban un presidente que pusiera en orden todo, eran un grupo orgulloso pero si se descuidaban en cualquier momento podrían caer, como el resto. Se enorgullecía de que solo Alpha se mantuviera en pie sin problemas, pero su trabajo le había costado.
 
-Nos presentaste en una fiesta. ¿Hockey aéreo? ¿en serio? Parece que con trabajo te sostienes de la escoba.-No sabía si Mina estaba bromeando con ambos o si en verdad el tipo tenía alguna gracia deportiva, aunque lo dudaba, solamente había que verlo. Se esforzó mucho por no decir que parecía que le importaba más cuidarse el manicure que ganar un trofeo con patines que se sostenían en el aire.
 
-¿Y a ti no te interesa la presidencia de tu fraternidad? Tienes pinta de que te gusta la política.-La política más que los deportes, mantenerse bien en público y todo eso. Bill tampoco se sabía la historia de su apellido, pero le hubiera interesado saber que tal vez no hubiera sido tan bien visto por nadie si hubiera llevado el apellido con el que había nacido. Era muy fijado con esas cosas. Por suerte todo ese asunto se mantenía en el anonimato todavía, o ya había empezado a comportarse de peor manera, pero estaba tranquilo.
 
   
-Mientras Morgan no se postule, ese puesto queda abierto a casi cualquiera.-Tenía doble sentido lo que decía. Si Morgan quisiera podría ser el presidente, no solo por sus conexiones con la secta, sino porque era uno de los más antiguos y confiables, pero nunca había parecido tener la vena para hacerse con el mando, aunque Wardwell lo respaldara.-Hasta para ti.

-Yo también quisiera no tenerlos- dije entre risas pensando justamtente en Niels y las locuras que hacía a veces. Por supuesto, era algo que nunca se me ocurriría en serio, por peor que me lo hubieran hecho pasar. No había nadie en quien pudiera confiar ciegamente tanto como en cualquiera de mis hermanos, aunque si me preguntaban por el más confiable, sin dudas diría que Niko, algo que haría que todos los demás se me echaran encima. 

-Lo soy; el secreto es que siempre me subestiman- dije respecto a lo del Hockey aéreo, por que era cierto. Justamente todos pensaban que era un enclenque sin talento, pero aunque esa frase fuera parcialmente cierta, tenía algo de talento.  Pero Snyder, al que no recordaba precisamente dónde lo había conocido, parecía tener más ganas de hablar de política universitaria. Justamente por que me interesaba la política (en eso no se había equivocado) creía firmemente que ser casi un recién llegado no era el mejor momento para lanzarse por una presidencia… aunque en Estados Unidos la gente solía apreciar las cualidades de ambición que en Inglaterra había que trabajar con más paciencia. 

-Claro, me interesa. Pero no es un movimiento demasiado sabio que sin haber cumplido un año aquí y siendo un extranjero me lance por el puesto, hay cierta madurez que cualquier tipo con intenciones políticas necesita. Y por ahora me conviene seguir un par de reglas no escritas. Hay cosas que no cambian… hasta para mi, como dices.- Sabía ser educado y sabía ser irónico, parecía que Bill se lo estaba buscando, y con Mina presente todo se mantenía como una reuncioncita amistosa sin mayores intenciones. Miré a Mina y le sonreí, levantando el vaso de nuevo, que ya estaba casi vacío -Mina aquí presente puede diseñarme un plan para empezar a amigarme con la gente correcta ¿Verdad?-

Se rio, pues seguía pensando que bromeaban con eso de que era bueno en el hockey aéreo. -Bueno, todo el año hay pruebas abiertas, así que si te animas a demostrarme que eres una potencial estrella y te dan ganas de entrar al equipo, puedes acudir a la cancha de 6 a 8 todos los lunes y miércoles.-Le estaba dando información verídica, pero seguía realmente incrédulo. Además casi todo el equipo estaba conformado por alphas, porque así era mejor.
 
-Mina sabe mucho sobre amigarse con la gente correcta, así que seguramente hará un excelente trabajo.-No dijo eso falto de malicia, por todos esos chismes que se habían hecho sobre su relación con alpha (así en general) con el objetivo de hacerse Miss BK y todo lo demás, cosa que claramente había logrado, todo el asunto de haber conseguido las amistades adecuadas. No quería sonar como un desgraciado pero se lo había buscado. La miró y le lanzó una sonrisita antes de volver la mirada a Klaus.
 
-¿Sabes? Antes Nu se caracterizaba por tener gente únicamente americana, desde la raíz. Como esas idioteces de la sangre limpia en tu país, pero en versión de nacionalidad. Y eran estrictos. Ahora no les importa. Han tenido presidentes de todo tipo desde unos cuantos años para acá. ¿Selvaggi? ¿La posible elección de Pazzoli?-Ambos eran sus amigos, pero eso no quería decir nada, era verdad que Nu había cambiado muchos lineamientos en los últimos años y que una fraternidad dejara atrás lo que la había caracterizado tanto en un principio era clara muestra de decadencia, de estarse dejando. -Si tenemos sangre italiana dando órdenes aquí, nuestros colonizadores directos no deberían tener ni un solo problema, es como darle seguimiento histórico, coherencia, ya sabes, solo nos falta un español. Tienes mi voto.
 
   
Se rio, burlándose de nuevo, antes de levantarse para servirse más alcohol. -Podría ayudarte a promover tu campaña y todo. Mina sabe que soy muy bueno para eso. Si quiero que seas presidente lo vas a ser. Aquí las cosas son más simples de lo que parecen. -En realidad solamente estaba presumiendo que, como le había dicho Cherry, los Alpha eran los indiscutibles reyes del campus. Esas cosas eran muy importantes para él.

Notó de inmediato el tonito que Bill comenzaba a usar sacando a colación el asunto de la presidencia, lo conocía muy bien. Al principio tuvo mucha paciencia con todo ese jueguecito de palabras y Klaus parecía estar llevándolo muy bien, así que no se metió, porque no parecía afectado, mucho decir para alguien que llevaba en la universidad poco tiempo y que seguramente ya había visto cómo se las gastaba Snyder. En ese momento lo quiso un poco más.

Eso sí, puso los ojos en blanco cuando se dirigía a ella con eso de la gente correcta y demás. Y no lo interrumpió mientras  daba todo su discurso sobre nacionalidades, campañas y que los Alpha eran los reyes de BK. Se le estaba agotando la paciencia a pasos agigantados.

-Ash bueno ya, Billy ¿ya terminaste de alabarte a ti mismo? ¿Por qué no mejor te callas?

Le devolvió la sonrisita, igualita a la que él le había lanzado y se levantó a hacerse un trago nuevo ella misma. Si no hubiera tenido la protección que sabía que tenía, por ser colegas –la misma de la que gozaba Adrien, de hecho- seguramente no se había atrevido a echarse la soga al cuello de esa manera, pero como se sabía segura no le importaba.

Miró a Klaus desde donde estaba como pidiéndole una disculpa silenciosa por poner todo incómodo y romper la hipócrita armonía que con tanto trabajo habían construido entre los dos.

-Pero por si te interesa, sí, seguramente te podría hacer presidente mañana mismo si tú quisieras, porque así de sencillas son las cosas aquí.