I think we have an emergency - Ridley U. O'Finnerty
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I think we have an emergency - Ridley U. O'Finnerty
Shyloh se había despertado aquella mañana con tristeza al toparse con una caja de cartón en cuyo interior se encontraban las pocas pertenencias que debía llevarse a su nueva habitación. Por problemas de gestión, recortes o lo que fuera, la joven islandesa debía dejar atrás a su habitación privada y mudarse a una compartida con una extraña. Había decidido llevar todas sus cosas a esa nueva habitación antes de irse a pasar las fiestas con sus padres.
No le resultó extraño que por una vez en su vida tardara más en ducharse y prepararse que nunca. No tenía ningún tipo de interés en compartir habitación porque aquello acarrearía numerosos y diversos problemas. Primero, bronca de sus padres y más preguntas por su parte sobre la que sería su nueva compañera. Y luego la cuestión de la otra chica, con la que Shyloh estaba segura que se iba a llevar mal. Ella causaba ese efecto en la gente, y sabía a la perfección que todo el mundo se alejaba de ella por alguna razón que todavía desconocía. Quizás era demasiado pedante o se trataba del simple hecho de que no le gustara hacer planes con nadie y prefiriera quedarse estudiando o pasando horas y horas en la biblioteca. Hasta cuando salía de noche, lo hacía sola.
Con un bufido de queja, salió de la habitación con la caja de cartón en las manos. Caja que pesaba un quintal porque llevaba bastantes libros dentro y tampoco se encontraba de humor como para sacar la varita para ayudarse de alguna forma.
Tras un rato vagando por los pasillos, dio con la puerta indicada. Con muchas maniobras logró sacar la llave que le habían facilitado y abrirla empujándola con el pie. Nada más entrar se dedicó a observar el mobiliario. Era mucho más sencilla que su antiguo cuarto. Dos camas, dos armarios, dos escritorios y poco más. Incluso parecía más pequeña y eso que era compartida.
Su mirada voló de un lado a otro hasta que se topó con una morena cuyo rostro le resultó extrañamente familiar. Se encontraba sentada sobre la cama leyendo con unos cascos puestos. Shyloh carraspeó un poco para llamar su atención.
—Hola —saludó escuetamente en voz baja sin si quiera haberse movido de la puerta y con la caja aún en las manos.
No le resultó extraño que por una vez en su vida tardara más en ducharse y prepararse que nunca. No tenía ningún tipo de interés en compartir habitación porque aquello acarrearía numerosos y diversos problemas. Primero, bronca de sus padres y más preguntas por su parte sobre la que sería su nueva compañera. Y luego la cuestión de la otra chica, con la que Shyloh estaba segura que se iba a llevar mal. Ella causaba ese efecto en la gente, y sabía a la perfección que todo el mundo se alejaba de ella por alguna razón que todavía desconocía. Quizás era demasiado pedante o se trataba del simple hecho de que no le gustara hacer planes con nadie y prefiriera quedarse estudiando o pasando horas y horas en la biblioteca. Hasta cuando salía de noche, lo hacía sola.
Con un bufido de queja, salió de la habitación con la caja de cartón en las manos. Caja que pesaba un quintal porque llevaba bastantes libros dentro y tampoco se encontraba de humor como para sacar la varita para ayudarse de alguna forma.
Tras un rato vagando por los pasillos, dio con la puerta indicada. Con muchas maniobras logró sacar la llave que le habían facilitado y abrirla empujándola con el pie. Nada más entrar se dedicó a observar el mobiliario. Era mucho más sencilla que su antiguo cuarto. Dos camas, dos armarios, dos escritorios y poco más. Incluso parecía más pequeña y eso que era compartida.
Su mirada voló de un lado a otro hasta que se topó con una morena cuyo rostro le resultó extrañamente familiar. Se encontraba sentada sobre la cama leyendo con unos cascos puestos. Shyloh carraspeó un poco para llamar su atención.
—Hola —saludó escuetamente en voz baja sin si quiera haberse movido de la puerta y con la caja aún en las manos.
- Shyloh Valdimarsdóttir
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Re: I think we have an emergency - Ridley U. O'Finnerty
Hacía unos días le había llegado la notificación de que volvería a compartir habitación. Su última compañera, una histérica estudiante de dragonología, había dejado la carrera a medio semestre, así que Rid había disfrutado de tener una habitación para ella sola durante los anteriores dos meses. Y eso, para alguien que ha estado viviendo varios años en casas de alquiler más pequeñas que el espacio que tenía ahora, era toda una fiesta.
Pero bueno, no tenía porque ser algo malo, ¿no? A la inglesa le daba bastante igual, no le desagradaba compartir habitación más allá del hecho de que la otra persona invadiera su espacio personal. Mientras estuvieran cada una por su lado, podían ser grandes amigas. Incluso se había molestado en adecentar un poco el lugar antes de que llegara la otra, pues hasta el momento había estado utilizando la cama que le sobraba para apoyar sus libros. Y eso, aunque no lo pareciera, era toda una hazaña.
Sabía que tenía que llegar un día de esos, pero no sabía exactamente cuando, así que cuando llegó no la estaba esperando. En realidad, estaba vestida con lo que utilizaba de pijama -una camiseta de hombre bastante larga y unos calcetines de colores- tirada en la cama con la última adquisición de la biblioteca, envuelta en su aislamiento favorito; la música.
Levantó la vista sin apenas escucharla por el volumen al que estaba escuchando la música, pues más que oírla lo que hizo fue ver sus piernas de repente en su campo visual y sonrió levemente conforme iba subiendo la mirada hasta el rostro de su nueva compañera...Compañera a la que ya conocía, por lo que parecía. Se quitó los cascos dejándolos alrededor de su cuello y se levantó.
-Hola rubia- la saludó yendo hasta ella y le quitó la caja de entre las manos para dejarla en la que sería su cama. -¿Te quedaste con ganas de más?- no pretendía molestarla, sólo romper el hielo y bueno, la última e única vez que se habían visto anteriormente Rid casi consigue liarse con ella...Así que porqué no volverlo a intentar?
Pero bueno, no tenía porque ser algo malo, ¿no? A la inglesa le daba bastante igual, no le desagradaba compartir habitación más allá del hecho de que la otra persona invadiera su espacio personal. Mientras estuvieran cada una por su lado, podían ser grandes amigas. Incluso se había molestado en adecentar un poco el lugar antes de que llegara la otra, pues hasta el momento había estado utilizando la cama que le sobraba para apoyar sus libros. Y eso, aunque no lo pareciera, era toda una hazaña.
Sabía que tenía que llegar un día de esos, pero no sabía exactamente cuando, así que cuando llegó no la estaba esperando. En realidad, estaba vestida con lo que utilizaba de pijama -una camiseta de hombre bastante larga y unos calcetines de colores- tirada en la cama con la última adquisición de la biblioteca, envuelta en su aislamiento favorito; la música.
Levantó la vista sin apenas escucharla por el volumen al que estaba escuchando la música, pues más que oírla lo que hizo fue ver sus piernas de repente en su campo visual y sonrió levemente conforme iba subiendo la mirada hasta el rostro de su nueva compañera...Compañera a la que ya conocía, por lo que parecía. Se quitó los cascos dejándolos alrededor de su cuello y se levantó.
-Hola rubia- la saludó yendo hasta ella y le quitó la caja de entre las manos para dejarla en la que sería su cama. -¿Te quedaste con ganas de más?- no pretendía molestarla, sólo romper el hielo y bueno, la última e única vez que se habían visto anteriormente Rid casi consigue liarse con ella...Así que porqué no volverlo a intentar?
- Ridley U. O'Finnerty
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Re: I think we have an emergency - Ridley U. O'Finnerty
—Me llamo Shyloh, no rubia —corrigió a su nueva compañera de habitación mientras veía cómo se acercaba a ella y disminuía la distancia peligrosamente. Al menos para lo que Shyloh consideraba que era su burbuja vital. Burbuja que no le gustaba que sobrepasaran.
Sin embargo, los ojos de la joven fueron bajando por el cuerpo de la contraria hasta llegar a sus piernas, percatándose de que no llevaba ni pantalones, lo cual hizo que intentara dar un paso atrás cuando menos distancia había entre ambas, para lograr recuperar algo de espacio. Completamente en vano, porque ya tenía la puerta cerrada a su espalda.
La morena le arrebató la caja de las manos y la puso sobre su futura cama. Momentos en los que Shyloh pudo respirar más tranquila recuperando algo de aire. Pudo dar entonces un par de pasos esta vez siendo ella la que decidía acercarse, como si pudiera controlar la situación y sentirse de esa forma más segura.
—¿Qué? ¿Ganas de más? ¿Cómo?—la rubia frunció el ceño tratando de recordar si conocía a aquella chica de antes o de si había entablado alguna conversación en alguna clase que tuvieran en común, incluso en la biblioteca, pero nada. No recordaba absolutamente nada. Su cara le resultaba familiar, pero no era suficiente como para que llegara a sacar algo en claro. ¿Se habrían simplemente cruzado por los pasillos alguna vez? ¿Alguien le habría hablado de ella? Imposible, si no se llevaba bien con nadie.
Sin embargo, los ojos de la joven fueron bajando por el cuerpo de la contraria hasta llegar a sus piernas, percatándose de que no llevaba ni pantalones, lo cual hizo que intentara dar un paso atrás cuando menos distancia había entre ambas, para lograr recuperar algo de espacio. Completamente en vano, porque ya tenía la puerta cerrada a su espalda.
La morena le arrebató la caja de las manos y la puso sobre su futura cama. Momentos en los que Shyloh pudo respirar más tranquila recuperando algo de aire. Pudo dar entonces un par de pasos esta vez siendo ella la que decidía acercarse, como si pudiera controlar la situación y sentirse de esa forma más segura.
—¿Qué? ¿Ganas de más? ¿Cómo?—la rubia frunció el ceño tratando de recordar si conocía a aquella chica de antes o de si había entablado alguna conversación en alguna clase que tuvieran en común, incluso en la biblioteca, pero nada. No recordaba absolutamente nada. Su cara le resultaba familiar, pero no era suficiente como para que llegara a sacar algo en claro. ¿Se habrían simplemente cruzado por los pasillos alguna vez? ¿Alguien le habría hablado de ella? Imposible, si no se llevaba bien con nadie.
- Shyloh Valdimarsdóttir
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Re: I think we have an emergency - Ridley U. O'Finnerty
Asintió cuando la corrigió, Shyloh...Nombre curioso donde los haya. Se volvió hacia ella cuando dejó la caja en la cama, con el interrogante en la mirada.
-¿Shyloh? ¿De dónde es?- a Ridley, con su acento británico, se le hacían muy extraños los acentos de los demás, pues hablando la misma lengua sentía que se perdía muchas veces. Los americanos, tan bruscos ellos, dónde se había quedado esa suavidad inglesa en su habla...
Alzó una ceja al ver que no parecía acordarse de nada. ¿Tan borracha iría? Volvió a mirarla de arriba a abajo, como para asegurarse de que no se había equivocado de persona. Pero no, era la misma chica, estaba segura. No habían tantas mujeres que parecieran salidas de un cuenta de hadas en la actualidad y ese pelo blanco y ondulado destacaba entre las demás. Volvió a sonreír, inclinándose ligeramente hacia ella.
-La otra noche, en una fiesta, te invité a un chupito. Y tú a cambio me besaste.- le recordó sin dar demasiados rodeos y ensanchando ligeramente su sonrisa al finalizar. ¿Había topado con una hetero con lagunas de memoria por el alcohol quizás? -Y como veo que no te acuerdas de mí...Me llamo Rid, un placer- se presentó de nuevo, aunque ya lo había hecho la susodicha noche.
-¿Shyloh? ¿De dónde es?- a Ridley, con su acento británico, se le hacían muy extraños los acentos de los demás, pues hablando la misma lengua sentía que se perdía muchas veces. Los americanos, tan bruscos ellos, dónde se había quedado esa suavidad inglesa en su habla...
Alzó una ceja al ver que no parecía acordarse de nada. ¿Tan borracha iría? Volvió a mirarla de arriba a abajo, como para asegurarse de que no se había equivocado de persona. Pero no, era la misma chica, estaba segura. No habían tantas mujeres que parecieran salidas de un cuenta de hadas en la actualidad y ese pelo blanco y ondulado destacaba entre las demás. Volvió a sonreír, inclinándose ligeramente hacia ella.
-La otra noche, en una fiesta, te invité a un chupito. Y tú a cambio me besaste.- le recordó sin dar demasiados rodeos y ensanchando ligeramente su sonrisa al finalizar. ¿Había topado con una hetero con lagunas de memoria por el alcohol quizás? -Y como veo que no te acuerdas de mí...Me llamo Rid, un placer- se presentó de nuevo, aunque ya lo había hecho la susodicha noche.
- Ridley U. O'Finnerty
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Re: I think we have an emergency - Ridley U. O'Finnerty
—Es hebreo. No me preguntes porqué mis padres quisieron ponerme ese nombre siendo mi padre islandés y mi madre americana. No tengo ni idea. Y sé que hay nombres mucho más bonitos, pero es el que me ha tocado —enunció todo aquello del tirón. Se le notaba que ya le habían preguntado aquello como un millar de veces y ya se había estudiado la excusa perfecta para no decir mucho ni tampoco decir poco.
La morena clavó en ella su mirada y Shyloh se cruzó de brazos tratando de crear una barrera invisible que ella no pudiera traspasar con aquellos ojos que la analizaban.
Y entonces le soltó la bomba. Shy contuvo la respiración y trató de recordar lo que aquella chica le decía. Pero todo era en vano, a su mente no venía ninguna imagen de ella besando a otra chica—. Debes haberte equivocado de persona yo… a mí no me gustan las chicas. En absoluto —pero el mero hecho de imaginarse aquello y recrear la escena en su cabeza con la morena ya le hizo ponerse demasiado nerviosa como para que no se le notara que algo pasaba con ella. Sus mejillas porcelana se tiñeron de rojo y había comenzado a trabarse mientras se excusaba.
—Ridley —dijo solamente antes de llevarse las manos a la boca tapándosela como si acabara de maldecir a la madre de la susodicha. ¿Cómo sabía su nombre completo? La única opción que de momento le parecía más real era la que la propia Rid le ponía sobre la mesa. Pero Shyloh se negaba a creer en aquello. No. Primero, nunca había bebido tanto como para tener lagunas de memoria y segundo, nunca se le habría ocurrido hacer semejante estupidez. ¿Qué pensarían sus padres de ella?
Negó con la cabeza varias veces y siguió con la misma cantinela, esta vez algo menos segura bajando las manos hasta llegar a abrazarse—. No pude ser yo. Sería otra chica parecida a mí, no, yo no...
La morena clavó en ella su mirada y Shyloh se cruzó de brazos tratando de crear una barrera invisible que ella no pudiera traspasar con aquellos ojos que la analizaban.
Y entonces le soltó la bomba. Shy contuvo la respiración y trató de recordar lo que aquella chica le decía. Pero todo era en vano, a su mente no venía ninguna imagen de ella besando a otra chica—. Debes haberte equivocado de persona yo… a mí no me gustan las chicas. En absoluto —pero el mero hecho de imaginarse aquello y recrear la escena en su cabeza con la morena ya le hizo ponerse demasiado nerviosa como para que no se le notara que algo pasaba con ella. Sus mejillas porcelana se tiñeron de rojo y había comenzado a trabarse mientras se excusaba.
—Ridley —dijo solamente antes de llevarse las manos a la boca tapándosela como si acabara de maldecir a la madre de la susodicha. ¿Cómo sabía su nombre completo? La única opción que de momento le parecía más real era la que la propia Rid le ponía sobre la mesa. Pero Shyloh se negaba a creer en aquello. No. Primero, nunca había bebido tanto como para tener lagunas de memoria y segundo, nunca se le habría ocurrido hacer semejante estupidez. ¿Qué pensarían sus padres de ella?
Negó con la cabeza varias veces y siguió con la misma cantinela, esta vez algo menos segura bajando las manos hasta llegar a abrazarse—. No pude ser yo. Sería otra chica parecida a mí, no, yo no...
- Shyloh Valdimarsdóttir
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Re: I think we have an emergency - Ridley U. O'Finnerty
Una suave risa se coló entre los labios de la chica, que se curvaban en una suave y sempiterna sonrisa, al escuchar esa respuesta, tan mecánica, que le ofreció su nueva compañera de dormitorio. -A mí me gusta, aunque...¿Te puedo llamar Shy?- la sonrisa tenuemente se hizo más visible, apenas un segundo
-Te pega más. Y bueno, mi segundo nombre es Ulyssa, tampoco es que tenga mucho arreglo- comentó encogiéndose de hombros ligeramente.
Rid se estaba regodeando en su interior, más allá de la pequeña herida en su orgullo de no ser recordada por Shyloh, cuando se jactaba de ser una persona memorable. Pero bueno, eso no era un grave problema, ahora iban a compartir habitación, con lo que se abría delante suya un gran abanico de posibilidades. Seguro que la chica aquella no había caído en que ahora compartían cuarto de baño. Su sonrisa volvió a ampliarse cuando dijo su nombre completo, cuando ella le había dicho sólo Rid y aprovechó para dar un paso hacia ella.
-Bueno, prefiero Rid, pero me alegra ver que te acuerdas de algo- le aseguró, sin apartar la mirada de la contraria, pero sin hacer nada más, de momento. La contraría parecía visiblemente nerviosa como para intentar hacer algo y que no saliera corriendo. No, Rid era más tranquila que todo eso. No le iba la gente que atacaba como si la gente fuera un trozo de carne a su completa disposición. -Y no, no puedo equivocarme, nunca había conocido una mujer con el pelo blanco y menos una a la que haya besado- explicó con sencillez. Era más fácil que lo admitiera ya, porque si seguía escudándose bajo un "no me gustan las mujeres" no iban a tener una gran primera impresión de ninguna de las dos.
-Te pega más. Y bueno, mi segundo nombre es Ulyssa, tampoco es que tenga mucho arreglo- comentó encogiéndose de hombros ligeramente.
Rid se estaba regodeando en su interior, más allá de la pequeña herida en su orgullo de no ser recordada por Shyloh, cuando se jactaba de ser una persona memorable. Pero bueno, eso no era un grave problema, ahora iban a compartir habitación, con lo que se abría delante suya un gran abanico de posibilidades. Seguro que la chica aquella no había caído en que ahora compartían cuarto de baño. Su sonrisa volvió a ampliarse cuando dijo su nombre completo, cuando ella le había dicho sólo Rid y aprovechó para dar un paso hacia ella.
-Bueno, prefiero Rid, pero me alegra ver que te acuerdas de algo- le aseguró, sin apartar la mirada de la contraria, pero sin hacer nada más, de momento. La contraría parecía visiblemente nerviosa como para intentar hacer algo y que no saliera corriendo. No, Rid era más tranquila que todo eso. No le iba la gente que atacaba como si la gente fuera un trozo de carne a su completa disposición. -Y no, no puedo equivocarme, nunca había conocido una mujer con el pelo blanco y menos una a la que haya besado- explicó con sencillez. Era más fácil que lo admitiera ya, porque si seguía escudándose bajo un "no me gustan las mujeres" no iban a tener una gran primera impresión de ninguna de las dos.
- Ridley U. O'Finnerty
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Re: I think we have an emergency - Ridley U. O'Finnerty
—No, no puedes llamarme Shy — respondió tajante. Nadie le había llamado nunca así. Ni si quiera sus padres y le sonaba completamente ridículo y bochornoso, por no decir que tenía un significado que a pesar de venirle como un guante a la joven, ella lo odiaba porque era como si sacaran a relucir una de esas cualidades que no le gustaban de su personalidad. Además, era tomarse demasiadas confianzas ¿no? Sin embargo, que la morena confesara que aquel patético diminutivo le gustara, encendió una pequeña llamita de ilusión en Shyloh.
La rubia no pudo evitar soltar una leve risita cuando escuchó el segundo nombre de su compañera y se relajó un poco. Pero la cosa no duro mucho tiempo cuando Ridley continuó sacando a la luz aquella noche que Shy no lograba recordar ni a martillazos.
Era escalofriante sentir su mirada clavada en ella, sin despegarla ni un segundo. Shyloh apretó más su propio abrazo y comenzó a notar algo de calor de lo nerviosa que empezaba a encontrarse. Entendía que la miraran, era una chica muy rara a su parecer, pero en público. No allí en la intimidad cara a cara. Era demasiado intimidante para la pobre que no había podido disfrutar mucho de conversaciones normales. Y esta ya no lo estaba siendo. Ridley estaba tratando de convencer a Shyloh de que se habían besado. Algo que la propia Shyloh se negaba a aceptar.
Shyloh bufó como si se tratara de un gato enfadado. Era incapaz de creerse aquello, o no. Más bien, no quería creérselo. Después de todo no le había costado en absoluto imaginarse la escenita e incluso en su fuero interno debía reconocer que despertaba cierto interés en ella, pero continuaba negándolo.
Finalmente se rindió. Dejó caer los brazos, caminó hacia el borde de su cama y se sentó al lado de la caja con sus cosas. Le habría encantado salir corriendo, pero para qué si iba a tener que volver a la noche para dormir. Iba a tener que enfrentarse al problema tarde o temprano, y mejor ahora que luego.
Apoyó los codos sobre sus piernas y se llevó las manos a la cara muerta de vergüenza.
—Vale… supongamos que lo que tú dices es cierto. ¿Qué pasó? ¿Pasó algo más o solo fue un… — la rubia cerró los ojos frunciendo los labios. Parecía que estaba pasando un momento realmente comprometido— … ya sabes, la palabra que empieza por b...
La rubia no pudo evitar soltar una leve risita cuando escuchó el segundo nombre de su compañera y se relajó un poco. Pero la cosa no duro mucho tiempo cuando Ridley continuó sacando a la luz aquella noche que Shy no lograba recordar ni a martillazos.
Era escalofriante sentir su mirada clavada en ella, sin despegarla ni un segundo. Shyloh apretó más su propio abrazo y comenzó a notar algo de calor de lo nerviosa que empezaba a encontrarse. Entendía que la miraran, era una chica muy rara a su parecer, pero en público. No allí en la intimidad cara a cara. Era demasiado intimidante para la pobre que no había podido disfrutar mucho de conversaciones normales. Y esta ya no lo estaba siendo. Ridley estaba tratando de convencer a Shyloh de que se habían besado. Algo que la propia Shyloh se negaba a aceptar.
Shyloh bufó como si se tratara de un gato enfadado. Era incapaz de creerse aquello, o no. Más bien, no quería creérselo. Después de todo no le había costado en absoluto imaginarse la escenita e incluso en su fuero interno debía reconocer que despertaba cierto interés en ella, pero continuaba negándolo.
Finalmente se rindió. Dejó caer los brazos, caminó hacia el borde de su cama y se sentó al lado de la caja con sus cosas. Le habría encantado salir corriendo, pero para qué si iba a tener que volver a la noche para dormir. Iba a tener que enfrentarse al problema tarde o temprano, y mejor ahora que luego.
Apoyó los codos sobre sus piernas y se llevó las manos a la cara muerta de vergüenza.
—Vale… supongamos que lo que tú dices es cierto. ¿Qué pasó? ¿Pasó algo más o solo fue un… — la rubia cerró los ojos frunciendo los labios. Parecía que estaba pasando un momento realmente comprometido— … ya sabes, la palabra que empieza por b...
- Shyloh Valdimarsdóttir
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Re: I think we have an emergency - Ridley U. O'Finnerty
Y, justo en ese momento, Shyloh pasó a llamarse Shy para la inglesa. ¿A quien en su sano juicio dice que no a una abreviación de una manera tan tajante si quiere conseguir que no la llamen así? Pero bueno, había conseguido que riera, parecía que se estaba relajndo, eso era un punto para ella, punto que no le duró mucho. La rubia volvía a estar más rígida que una estatua, parecía querer empequeñecerse por momentos, casi esperaba que saliera corriendo...Pero no, se quedó y se sentó en su futura cama. Vale, todavía no tenía que salir corriendo detrás de ella. Que no sería detrás de la primera mujer de la que saldría.
Parecía que no estaba demasiada acostumbrada a que le mantuviesen la mirada tanto tiempo, ¿de dónde habría salido aquella mujer? ¿Se había pasado toda su vida escondida bajo una piedra en el campo? Bueno, todo era posible en la sociedad mágica, que muy adelantada socialmente, al menos la europea, no estaba. Se puso en cuclillas frente a ella, de la manera más correcta que se podía vestida como estaba Rid. Ahora debía acordarse de comportarse en su propia habitación.
-Bueno, luego de besarnos accediste a hacerme un baile privado y acabamos teniendo sexo apasionado en un rincón oscuro del pub- dijo como si nada, con toda la seriedad del universo. Apenas duró un momento antes de soltar una sonora carcajada. -Intenté invitarte a pasar la noche conmigo, pero saliste huyendo- le aseguró, esta vez en serio. -No parecías encontrarte muy bien, pensé que te había sentado mal el alcohol- tampoco se empecinó demasiado en ella, había aprendido que no siempre era bueno perseguir a la gente por las noches. Además, no tardó demasiado en encontrar a alguien que si quiso compartir la noche con ella, así que no le dio demasiada importancia a aquel breve episodio hasta ese momento, claro está.
Parecía que no estaba demasiada acostumbrada a que le mantuviesen la mirada tanto tiempo, ¿de dónde habría salido aquella mujer? ¿Se había pasado toda su vida escondida bajo una piedra en el campo? Bueno, todo era posible en la sociedad mágica, que muy adelantada socialmente, al menos la europea, no estaba. Se puso en cuclillas frente a ella, de la manera más correcta que se podía vestida como estaba Rid. Ahora debía acordarse de comportarse en su propia habitación.
-Bueno, luego de besarnos accediste a hacerme un baile privado y acabamos teniendo sexo apasionado en un rincón oscuro del pub- dijo como si nada, con toda la seriedad del universo. Apenas duró un momento antes de soltar una sonora carcajada. -Intenté invitarte a pasar la noche conmigo, pero saliste huyendo- le aseguró, esta vez en serio. -No parecías encontrarte muy bien, pensé que te había sentado mal el alcohol- tampoco se empecinó demasiado en ella, había aprendido que no siempre era bueno perseguir a la gente por las noches. Además, no tardó demasiado en encontrar a alguien que si quiso compartir la noche con ella, así que no le dio demasiada importancia a aquel breve episodio hasta ese momento, claro está.
- Ridley U. O'Finnerty
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Re: I think we have an emergency - Ridley U. O'Finnerty
La fiesta de la noche anterior en la casa Alpha había sido de las mejores, y eso que salió prácticamente de casualidad. Patrick le había hecho el favor de darle de sus pociones revitalizantes y llevaba mejor la resaca, había estado buscando a Violet para que lo cuide como buena hermana que debía ser ya que si vomitaba no quería hacerlo donde Jessica.
Su hermana no estaba con las Epsilon y maldijo buen rato ver a Cherry porque ella sí le hubiese aguantado sus pesares pero no iba a pedirle nada, no era tan idiota como para hacerlo y decidió largarse como perro regañado a hacer sus cosas. Finalmente el agua y las pociones ayudaban a que mejorase significativamente, de todos modos con las fiestas y todo prefirió irse a correr para acabar de sacar el alcohol de su sistema que en la noche tenía un partido de quodpot.
Decidió recorrer toda la universidad, no sólo los lugares al aire libre, fue así que se descubrió tras una puerta, tieso, escuchando interesado con la historia que se contaba al otro lado sin reconocer ninguna de las dos voces.
No iba a entrar a decirles que sigan o a grabarlas para luego venderle el material a los Nu, pero es que estaba luchando con algo que le resultaba natural. No quería acabar metido en algo que luego no podría manejar, no es que fuesen a invitarlo a ser parte de sus planes, pero tampoco era imposible -ni sería la primera vez-.
Acabó por abrir la puerta con la frescura del mundo, varita en mano, con una expresión seria y aire de valiente protector. Claro, estaba fingiendo, no iba a decirles que simplemente estaba ahí por curioso, porque el morbo le ganó.
-¿Delilah? Lo siento, pensé que era la habitación de una amiga, como no me respondía los Patronus pensé que necesitaba ayuda. ¿No las conozco? No están en ninguna fraternidad, pero en alguna fiesta quizá…-a ver si no lo mataban por cortarles el tren sexual.-
Su hermana no estaba con las Epsilon y maldijo buen rato ver a Cherry porque ella sí le hubiese aguantado sus pesares pero no iba a pedirle nada, no era tan idiota como para hacerlo y decidió largarse como perro regañado a hacer sus cosas. Finalmente el agua y las pociones ayudaban a que mejorase significativamente, de todos modos con las fiestas y todo prefirió irse a correr para acabar de sacar el alcohol de su sistema que en la noche tenía un partido de quodpot.
Decidió recorrer toda la universidad, no sólo los lugares al aire libre, fue así que se descubrió tras una puerta, tieso, escuchando interesado con la historia que se contaba al otro lado sin reconocer ninguna de las dos voces.
No iba a entrar a decirles que sigan o a grabarlas para luego venderle el material a los Nu, pero es que estaba luchando con algo que le resultaba natural. No quería acabar metido en algo que luego no podría manejar, no es que fuesen a invitarlo a ser parte de sus planes, pero tampoco era imposible -ni sería la primera vez-.
Acabó por abrir la puerta con la frescura del mundo, varita en mano, con una expresión seria y aire de valiente protector. Claro, estaba fingiendo, no iba a decirles que simplemente estaba ahí por curioso, porque el morbo le ganó.
-¿Delilah? Lo siento, pensé que era la habitación de una amiga, como no me respondía los Patronus pensé que necesitaba ayuda. ¿No las conozco? No están en ninguna fraternidad, pero en alguna fiesta quizá…-a ver si no lo mataban por cortarles el tren sexual.-
- Jude Wildenstein
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Re: I think we have an emergency - Ridley U. O'Finnerty
Quizás se estaba aprovechando un poquito de la situación, no iba a negarlo, pero bueno, es que le parecía tan inocente...¿Cuántos años tendría? Rid tenía menos de los que aparentaba, pero su vida había sido lo suficientemente difícil como para madurar más deprisa de lo normal y encerrarse en si misma algo más de lo habitual. Tampoco se la podía llamar una universitaria al uso, se mantenía alejada de las fraternidades y ocupaba su tiempo libre en hacer trabajos a medio tiempo, cualquier cosa que le permitiera tener ingresos medianamente regulares para seguir con sus estudios y tener un techo sin tener que acercarse en lo más mínimo a los restos de la familia que había dejado al otro lado del planeta.
Pero bueno, ahí estaba ella, de cuclillas frente a su nueva compañera de cuarto, cuando las interrumpieron. Y aquella divertida conversación se fue al traste. Un chico, varita en ristre y con un pelo envidiable, decidió invadir su habitación como si fuera la propia y Rid, lejos de escandalizarse, se quedó mirándolo como quien mira entrar una mosca por la ventana cuando estás tranquilamente tendido en la cama con un libro y el silencio por toda compañía. La inglesa se enderezó y se cruzó de brazos, observando al nuevo de arriba a abajo, como si el hecho de ir vestida con una camiseta y unos calcetines no importase lo más mínimo.
-Aquí no hay ninguna Delilah- le informó, por si quedaba alguna mínima duda de ello y sonrió ligeramente. Los chicos que entraban en su habitación sin avisar no le granjeaban mucha simpatía, no después de lo que le había pasado años atrás. Pero bueno, había que sobrevivir en la universidad, así que no iba a enemistarse con nadie, de momento. -Quizás en alguna fiesta, no llevo mucho tiempo por aquí.- admitió encogiéndose ligeramente de hombros. -Y bueno, persona que se cuela en las habitaciones ajenas sin permiso, cómo te llamas?
Pero bueno, ahí estaba ella, de cuclillas frente a su nueva compañera de cuarto, cuando las interrumpieron. Y aquella divertida conversación se fue al traste. Un chico, varita en ristre y con un pelo envidiable, decidió invadir su habitación como si fuera la propia y Rid, lejos de escandalizarse, se quedó mirándolo como quien mira entrar una mosca por la ventana cuando estás tranquilamente tendido en la cama con un libro y el silencio por toda compañía. La inglesa se enderezó y se cruzó de brazos, observando al nuevo de arriba a abajo, como si el hecho de ir vestida con una camiseta y unos calcetines no importase lo más mínimo.
-Aquí no hay ninguna Delilah- le informó, por si quedaba alguna mínima duda de ello y sonrió ligeramente. Los chicos que entraban en su habitación sin avisar no le granjeaban mucha simpatía, no después de lo que le había pasado años atrás. Pero bueno, había que sobrevivir en la universidad, así que no iba a enemistarse con nadie, de momento. -Quizás en alguna fiesta, no llevo mucho tiempo por aquí.- admitió encogiéndose ligeramente de hombros. -Y bueno, persona que se cuela en las habitaciones ajenas sin permiso, cómo te llamas?
- Ridley U. O'Finnerty
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Re: I think we have an emergency - Ridley U. O'Finnerty
A medida que Ridley hablaba más se hundía el rostro de Shyloh entre sus propias manos y más se le encendían las mejillas hasta el punto de dolerle los párpados por cerrar con tanta fuerza los ojos.
Si la tierra pudiera tragársela en aquel mismo instante, habría dado su varita y todos sus conocimientos porque así fuera. Pero no, desgraciadamente no había nada en realidad que pudiera liberarla de aquella vergüenza. Con la primera versión de la historia que salió de los labios de la morena, Shy se quedó prácticamente sin respiración y abrió los ojos para mirarla de forma vacía sin llegar a creerse aquello de verdad. Si la islandesa ya era blanca debió haberse vuelto etérea entonces de la impresión.
Ella se veía incapaz de haber hecho algo así. Desde luego, no iba a salir más de fiesta en lo que le quedaba de existencia.
Cuando Rid rectificó la historia después de soltar una carcajada Shyloh tragó saliva en parte aliviada. Todo aquello provocaba en la joven un sentimiento agridulce y una terrible sensación de angustia que no podía quitarse de encima.
Solo fue un beso.
Shyloh se mordió el labio inferior tratando de tranquilizarse, pero todo fue en vano cuando la puerta de la habitación se abrió dejando entrar a un completo desconocido. Al menos para la rubia.
Observó al nuevo de arriba abajo intentando generar una idea de qué hacía él allí y esperando que no se hubiera enterado de absolutamente nada de la conversación que estaba teniendo con su nueva compañera de habitación.
Dejó que Ridley hablara y entonces se levantó prácticamente de forma involuntaria.
Ahora era el momento.
—Quizás debería irme —anunció titubeante mientras miraba a Rid, pero esquivando cualquier contacto con sus ojos—. Entregaré en secretaría o donde sea una petición de cambio de habitación. No creo que me venga bien quedarme aquí… siento las molestias— añadió mirando al chico que acababa de entrar como si de verdad tuviera que disculparse con él por algo.
Si la tierra pudiera tragársela en aquel mismo instante, habría dado su varita y todos sus conocimientos porque así fuera. Pero no, desgraciadamente no había nada en realidad que pudiera liberarla de aquella vergüenza. Con la primera versión de la historia que salió de los labios de la morena, Shy se quedó prácticamente sin respiración y abrió los ojos para mirarla de forma vacía sin llegar a creerse aquello de verdad. Si la islandesa ya era blanca debió haberse vuelto etérea entonces de la impresión.
Ella se veía incapaz de haber hecho algo así. Desde luego, no iba a salir más de fiesta en lo que le quedaba de existencia.
Cuando Rid rectificó la historia después de soltar una carcajada Shyloh tragó saliva en parte aliviada. Todo aquello provocaba en la joven un sentimiento agridulce y una terrible sensación de angustia que no podía quitarse de encima.
Solo fue un beso.
Shyloh se mordió el labio inferior tratando de tranquilizarse, pero todo fue en vano cuando la puerta de la habitación se abrió dejando entrar a un completo desconocido. Al menos para la rubia.
Observó al nuevo de arriba abajo intentando generar una idea de qué hacía él allí y esperando que no se hubiera enterado de absolutamente nada de la conversación que estaba teniendo con su nueva compañera de habitación.
Dejó que Ridley hablara y entonces se levantó prácticamente de forma involuntaria.
Ahora era el momento.
—Quizás debería irme —anunció titubeante mientras miraba a Rid, pero esquivando cualquier contacto con sus ojos—. Entregaré en secretaría o donde sea una petición de cambio de habitación. No creo que me venga bien quedarme aquí… siento las molestias— añadió mirando al chico que acababa de entrar como si de verdad tuviera que disculparse con él por algo.
- Shyloh Valdimarsdóttir
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Re: I think we have an emergency - Ridley U. O'Finnerty
Probablemente lo que le decía Violet acerca de su narcisismo era cierto, por eso es que cuando le preguntó su nombre asumió directamente que era una broma.
Se rió como si no le creyese, quizá era exceso de ego pero no podía creer que no se supiera su nombre, habían personas que ingresaban a la universidad conociéndolo. Y eso no le sucedía sólo a él, también a sus hermanos de la fraternidad, era algo inherente a los Alpha. No iba a cuestionarle eso porque asumió que sólo lo decía para parecer más interesante a sus ojos, decidió que le seguiría el juego a ver hasta dónde llegaba.
-Jude Wildenstein, fraternidad Alpha.-le dijo con amabilidad, evitando sonreír de más ante lo que a sus ojos era un evidente juego por parte de la chica que tenía en frente. La rubia era mucho menos comunicativa, así que le guiñó un ojo como para darle confianza.-
Era bonita, pero aparentemente lo suficientemente asustadiza como para irse apenas llegaba él. Como continuaba en el marco de la puerta atravesó el espacio con su brazo para impedirle la salida. No iba a retenerla ahí pero por lo menos se lo iba a hacer difícil porque era divertido y ya. +
Quizá fuese un algo que les daban en el agua a los Alpha, pero al notar cómo temblaba la voz de la caso albina puso una sonrisa burlona y estuvo más decidido a no dejarla salir porque ese era su juego nuevo, el que le entretendría la tarde. La morocha parecía más ruda y quizá se pusiese de espadachín ante él pero no importaba.
-Sí saben que los recién llegados, y sobretodo las recién llegadas le dan tributo a los Alpha, ¿no? Debe estar en el manual que reparten las Epsilon.
Se rió como si no le creyese, quizá era exceso de ego pero no podía creer que no se supiera su nombre, habían personas que ingresaban a la universidad conociéndolo. Y eso no le sucedía sólo a él, también a sus hermanos de la fraternidad, era algo inherente a los Alpha. No iba a cuestionarle eso porque asumió que sólo lo decía para parecer más interesante a sus ojos, decidió que le seguiría el juego a ver hasta dónde llegaba.
-Jude Wildenstein, fraternidad Alpha.-le dijo con amabilidad, evitando sonreír de más ante lo que a sus ojos era un evidente juego por parte de la chica que tenía en frente. La rubia era mucho menos comunicativa, así que le guiñó un ojo como para darle confianza.-
Era bonita, pero aparentemente lo suficientemente asustadiza como para irse apenas llegaba él. Como continuaba en el marco de la puerta atravesó el espacio con su brazo para impedirle la salida. No iba a retenerla ahí pero por lo menos se lo iba a hacer difícil porque era divertido y ya. +
Quizá fuese un algo que les daban en el agua a los Alpha, pero al notar cómo temblaba la voz de la caso albina puso una sonrisa burlona y estuvo más decidido a no dejarla salir porque ese era su juego nuevo, el que le entretendría la tarde. La morocha parecía más ruda y quizá se pusiese de espadachín ante él pero no importaba.
-Sí saben que los recién llegados, y sobretodo las recién llegadas le dan tributo a los Alpha, ¿no? Debe estar en el manual que reparten las Epsilon.
- Jude Wildenstein
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Re: I think we have an emergency - Ridley U. O'Finnerty
Espera un momento, rebobina. ¿La rubia quería cambiar la habitación? ¿No quería compartir espacio con ella ni siquiera un poco? La inglesa no sabía si sentirse molesta o humillada. Más que nada porque no sólo sentía que sus gustos eran la causa por la que pretendía irse, sino que lo estaba haciendo delante de un tío que no tenía nada que ver con el problema. Pero Rid era una persona que sabía fingir la indiferencia como nadie, así que ignoró el comentario de momento, para irse hacia su armario a sacar unos pantalones. No era plan de ponerse a discutir a medio vestir, había que empezar a ponerse serios.
Sacó unos pantalones hasta la rodilla, anchos, que perfectamente podían haber salido del armario de un hombre y se los puso mientras escuchaba el nombre del melenas. Sonrió ligeramente de medio lado al volverse hacia él, haciendo una leve inclinación de cabeza.
-Ridley O'Finnerty, estudiante de manufactura de objetos mágicos- ya que él había hecho la presentación completa, ella no iba a ser menos. Su semblante se volvió un poco más frío cuando el chaval aquel se puso de tal modo en la puerta que la otra no podría escapar, como todos en aquella habitación sabían que quería hacer. Ella tampoco quería que se fuera, quizás no habían empezado con buen pie pero le parecía mona y algo sola y ese tipo de personas a Ridley le podían. Siempre había sido un poco sobreprotectora con la gente que en un primer momento aparentaba ser afín.
Se cruzó de brazos, mirando fijamente a Jude mientras decía una de las estupideces más grandes que había escuchado en lo que llevaba de día. ¿Qué esperaba, conseguir salir de ahí habiendo hecho un trío o algo? En otra situación, quizás, es decir, era mono, llevaba el pelo largo...Era del tipo de Ridley, si no lo hubiera escuchado antes claro. Ahora sólo le parecía un chulo más, mono, pero egocéntrico e idiota. Se encogió de hombros.
-Sólo llevo aquí un semestre, pero no había oído nada. ¿Sabes? Las fraternidades me dan un poco de sarna, parecéis todos una secta- ella, que venía de Hogwarts, que se había pasado siete años de su vida en una casa, que era como una fraternidad y en cambio lo sentía de una manera muy diferente. Aquello había sido su hogar, en cambio cuando llegó las fraternidades le dieron la impresión de ser un nido de víboras que aparentaban ser lo que no eran para mantener un estatus ante los demás. Algo demasiado similar a lo que había intentado hacer de ella su abuelo como para que le atrayese lo más mínimo.
Sacó unos pantalones hasta la rodilla, anchos, que perfectamente podían haber salido del armario de un hombre y se los puso mientras escuchaba el nombre del melenas. Sonrió ligeramente de medio lado al volverse hacia él, haciendo una leve inclinación de cabeza.
-Ridley O'Finnerty, estudiante de manufactura de objetos mágicos- ya que él había hecho la presentación completa, ella no iba a ser menos. Su semblante se volvió un poco más frío cuando el chaval aquel se puso de tal modo en la puerta que la otra no podría escapar, como todos en aquella habitación sabían que quería hacer. Ella tampoco quería que se fuera, quizás no habían empezado con buen pie pero le parecía mona y algo sola y ese tipo de personas a Ridley le podían. Siempre había sido un poco sobreprotectora con la gente que en un primer momento aparentaba ser afín.
Se cruzó de brazos, mirando fijamente a Jude mientras decía una de las estupideces más grandes que había escuchado en lo que llevaba de día. ¿Qué esperaba, conseguir salir de ahí habiendo hecho un trío o algo? En otra situación, quizás, es decir, era mono, llevaba el pelo largo...Era del tipo de Ridley, si no lo hubiera escuchado antes claro. Ahora sólo le parecía un chulo más, mono, pero egocéntrico e idiota. Se encogió de hombros.
-Sólo llevo aquí un semestre, pero no había oído nada. ¿Sabes? Las fraternidades me dan un poco de sarna, parecéis todos una secta- ella, que venía de Hogwarts, que se había pasado siete años de su vida en una casa, que era como una fraternidad y en cambio lo sentía de una manera muy diferente. Aquello había sido su hogar, en cambio cuando llegó las fraternidades le dieron la impresión de ser un nido de víboras que aparentaban ser lo que no eran para mantener un estatus ante los demás. Algo demasiado similar a lo que había intentado hacer de ella su abuelo como para que le atrayese lo más mínimo.
- Ridley U. O'Finnerty
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Re: I think we have an emergency - Ridley U. O'Finnerty
Shyloh se quedó sin habla cuando el tal Jude le guiñó el ojo. Getso que en un principió hizo que se cohibiera más, pero en unos segundos frunció el ceño claramente molesta.
Y cuando Shy trató de escabullirse, el brazo del chico le cortó totalmente el paso. La rubia enmudeció del todo viendo cómo sus posibilidades de huir disminuían hasta ser prácticamente nulas.
Entonces fue cuando frunció más todavía el ceño y comenzó a enfadarse de verdad. Y al ver cómo Jude sonreía aprovechándose de la no capacidad social de la rubia, más estúpida y molesta se sentía ella. De hecho, comenzaba a experimentar un terrible deseo de asestarle un puñetazo en el estómago al pelilargo, pero no tuvo el valor suficiente como para llevarlo a cabo.
Para su suerte, Ridley no tardó mucho en reaccionar, esta vez con los pantalones puestos. Fue en parte un alivio y en parte un fastidio. Porque Shyloh no quería que nadie se metiera por medio a tener que defenderla de ninguna manera por mínimo que fuera el detalle. Por otro lado, aquel gesto le resultó algo cálido a la rubia.
Sin embargo, no tuvo mucho tiempo de quedarse allí quieta reflexionando. Compartía en cierto modo la forma de pensar de Ridley sobre las fraternidades. Al menos coincidían en que no les gustaban. Shyloh no pensaba que fueran sectas, al menos no todas, pero no le importaba también expresarle al mundo que no eran de su agrado y que le parecían una pérdida de tiempo y distracción académica.
La rubia decidió que era mejor actuar ya y se humedeció los labios antes de hablar. Con algo más de seguridad que probablemente había tomado prestada de la actuación de Ridley.
—Mira, esto… Jude, no sé quién eres, ni me importa. Y dudo que me vaya a importar en el futuro viendo cómo tratas a las chicas. Así que déjame pasar para que los tres podamos continuar con nuestras vidas y ser felices como si nunca nos hubiéramos cruzado.
Y cuando Shy trató de escabullirse, el brazo del chico le cortó totalmente el paso. La rubia enmudeció del todo viendo cómo sus posibilidades de huir disminuían hasta ser prácticamente nulas.
Entonces fue cuando frunció más todavía el ceño y comenzó a enfadarse de verdad. Y al ver cómo Jude sonreía aprovechándose de la no capacidad social de la rubia, más estúpida y molesta se sentía ella. De hecho, comenzaba a experimentar un terrible deseo de asestarle un puñetazo en el estómago al pelilargo, pero no tuvo el valor suficiente como para llevarlo a cabo.
Para su suerte, Ridley no tardó mucho en reaccionar, esta vez con los pantalones puestos. Fue en parte un alivio y en parte un fastidio. Porque Shyloh no quería que nadie se metiera por medio a tener que defenderla de ninguna manera por mínimo que fuera el detalle. Por otro lado, aquel gesto le resultó algo cálido a la rubia.
Sin embargo, no tuvo mucho tiempo de quedarse allí quieta reflexionando. Compartía en cierto modo la forma de pensar de Ridley sobre las fraternidades. Al menos coincidían en que no les gustaban. Shyloh no pensaba que fueran sectas, al menos no todas, pero no le importaba también expresarle al mundo que no eran de su agrado y que le parecían una pérdida de tiempo y distracción académica.
La rubia decidió que era mejor actuar ya y se humedeció los labios antes de hablar. Con algo más de seguridad que probablemente había tomado prestada de la actuación de Ridley.
—Mira, esto… Jude, no sé quién eres, ni me importa. Y dudo que me vaya a importar en el futuro viendo cómo tratas a las chicas. Así que déjame pasar para que los tres podamos continuar con nuestras vidas y ser felices como si nunca nos hubiéramos cruzado.
- Shyloh Valdimarsdóttir
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Re: I think we have an emergency - Ridley U. O'Finnerty
No tenía idea del concepto en el que lo tenían, para él era normal comportarse así, todos lo conocían y sus amigos sabían del calibre de su ego y de las bromas pesadas que jugaba simplemente por jugar con la gente. No, no lo notó, sino quizá se hubiese enojado y las hubiese tratado mal por joder, por las ganas de picarles la paciencia hasta el hartazgo.
Era innegable que le parecían guapas ambas, cada una a su modo, hasta le causó risa lo de la secta porque lo había ya escuchado demasiadas veces.
-Sí, somos como una secta. Todos nos vestimos igual, este mes nos toca llevar el pelo así, el otro lo llevaremos rubio y corto.-le respondió sonriendo, inventando cualquier cosa como hacía cada que alguien volvía a decirle eso de su fraternidad. Al parecer aquello de fraterno no les decía nada.-
Su humor iba bastante bien, hasta les iba a invitar algo de comer o se las podía llevar a beber algo. Esa posibilidad se borró por el discurso feminista de la rubia, lanzó una risa, incrédulo de que fuese tan dramática, hacía tiempo nadie le hacía una escenita así.
-A ver te calmas, ¿no sabes cómo son las cosas aquí? Deberías elegir mejor tus palabras.-eso no le quitó el gusto por la rubia, pero tampoco es que pensase en follarse a todas las chicas todo el tiempo, buena parte del día sí pero no todo el tiempo, además ella estaba alucinando con eso de que cómo trataba a las chicas, ¿acaso estaba esperando tirar un pañuelo para que él lo recoja?-
Wildenstein dentro de todo era un tipo simple, llevable por casi todo mundo pero no soportaba a la gente intensa.
-Bastante impresionabe tu amiguita, ¿no?-le dijo a Ridley en lo que se hacía a un lado para darle pase con una pantomima ridícula a la que sólo le faltó un arre.-
Era innegable que le parecían guapas ambas, cada una a su modo, hasta le causó risa lo de la secta porque lo había ya escuchado demasiadas veces.
-Sí, somos como una secta. Todos nos vestimos igual, este mes nos toca llevar el pelo así, el otro lo llevaremos rubio y corto.-le respondió sonriendo, inventando cualquier cosa como hacía cada que alguien volvía a decirle eso de su fraternidad. Al parecer aquello de fraterno no les decía nada.-
Su humor iba bastante bien, hasta les iba a invitar algo de comer o se las podía llevar a beber algo. Esa posibilidad se borró por el discurso feminista de la rubia, lanzó una risa, incrédulo de que fuese tan dramática, hacía tiempo nadie le hacía una escenita así.
-A ver te calmas, ¿no sabes cómo son las cosas aquí? Deberías elegir mejor tus palabras.-eso no le quitó el gusto por la rubia, pero tampoco es que pensase en follarse a todas las chicas todo el tiempo, buena parte del día sí pero no todo el tiempo, además ella estaba alucinando con eso de que cómo trataba a las chicas, ¿acaso estaba esperando tirar un pañuelo para que él lo recoja?-
Wildenstein dentro de todo era un tipo simple, llevable por casi todo mundo pero no soportaba a la gente intensa.
-Bastante impresionabe tu amiguita, ¿no?-le dijo a Ridley en lo que se hacía a un lado para darle pase con una pantomima ridícula a la que sólo le faltó un arre.-
- Jude Wildenstein
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Re: I think we have an emergency - Ridley U. O'Finnerty
Bueno, Ridley nunca había tenido demasiados pelos en la lengua, eso estaba en su naturaleza, así que cuando vio que Jude se había tomado a guasa su comentario responiendo con otro bastante decente, se relajó. Seguían sin gustarle las fraternidades, pero tenía que reconocer que le había gustado la salida del chaval. Alzó una ceja y sonrió.
-¿Así que rubio y corto? Nah, pasa. Así te queda mejor- le dijo como si nada. Bueno, los chicos con el pelo largo eran un poco fetiche para ella, así que nunca le diría a uno que se lo cortara si lo llevaba largo. Ya pasó por un pequeño trauma con uno de sus amigos hacía años, menos mal que se hizo un corte decente y al final no fue tanto el desperdicio de haber perdido la melena. Lo que no esperaba fue la perla que soltó de repente la rubia. Ah vamos, que el chaval tampoco había hecho nada tan terrible, salvo colarse en su habitación, pero bueno, estaban en la universidad, no era un gran crimen. Y podían echarlo cuando quisieran, era cogerlo de los pelos y arrastrarlo, listo. Tampoco le gustó demasiado la reacción que había tenido el moreno. Bueno, ¿pero no podían tener la fiesta en paz? ¿Que ganas tenía siempre la gente de discutir? Se llevó una mano a la cara, pinzándose ligeramente el puente de la nariz entre dos dedos con un suspiro.
-Tranquila Shy, es un poco chulo pero no nos va a hacer nada...- y que lo intentase si quisiera, que a Ridley nadie le tocaba un pelo si ella no quería. Que bastante había pasado ya. Aún así sonrió a la chica, pretendiendo que se calmase y la cogió de la mano, para que sentara con ella en la cama.
-Un poco, si- no podía decir otra cosa, apenas la había conocido y casi se había puesto a hiperventilar cuando le dijo que se habían besado en una fiesta. Ni que aquello fuera un crimen. Alzó ligeramente la cabeza para mirar a Jude. -Bueno, hechas las presentaciones y viendo que no nos vas a intentar sucuestrar para una de tus fiestas sectarias...- dijo con cierta diversión, para ella el ambiente ya estaba suficientemente distendido para bromear sin peligro -¿Algún plan en mente? Porque ya que has entrado a nuestra habitación sin permiso es lo menos que podrías hacer.- que no se diga que no le gustaba ella darle la vuelta a la situación, no que va.
-¿Así que rubio y corto? Nah, pasa. Así te queda mejor- le dijo como si nada. Bueno, los chicos con el pelo largo eran un poco fetiche para ella, así que nunca le diría a uno que se lo cortara si lo llevaba largo. Ya pasó por un pequeño trauma con uno de sus amigos hacía años, menos mal que se hizo un corte decente y al final no fue tanto el desperdicio de haber perdido la melena. Lo que no esperaba fue la perla que soltó de repente la rubia. Ah vamos, que el chaval tampoco había hecho nada tan terrible, salvo colarse en su habitación, pero bueno, estaban en la universidad, no era un gran crimen. Y podían echarlo cuando quisieran, era cogerlo de los pelos y arrastrarlo, listo. Tampoco le gustó demasiado la reacción que había tenido el moreno. Bueno, ¿pero no podían tener la fiesta en paz? ¿Que ganas tenía siempre la gente de discutir? Se llevó una mano a la cara, pinzándose ligeramente el puente de la nariz entre dos dedos con un suspiro.
-Tranquila Shy, es un poco chulo pero no nos va a hacer nada...- y que lo intentase si quisiera, que a Ridley nadie le tocaba un pelo si ella no quería. Que bastante había pasado ya. Aún así sonrió a la chica, pretendiendo que se calmase y la cogió de la mano, para que sentara con ella en la cama.
-Un poco, si- no podía decir otra cosa, apenas la había conocido y casi se había puesto a hiperventilar cuando le dijo que se habían besado en una fiesta. Ni que aquello fuera un crimen. Alzó ligeramente la cabeza para mirar a Jude. -Bueno, hechas las presentaciones y viendo que no nos vas a intentar sucuestrar para una de tus fiestas sectarias...- dijo con cierta diversión, para ella el ambiente ya estaba suficientemente distendido para bromear sin peligro -¿Algún plan en mente? Porque ya que has entrado a nuestra habitación sin permiso es lo menos que podrías hacer.- que no se diga que no le gustaba ella darle la vuelta a la situación, no que va.
- Ridley U. O'Finnerty
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Re: I think we have an emergency - Ridley U. O'Finnerty
Shyloh bufó ante el comportamiento del chico y encima Ridley le seguía el rollo. ¿De dónde venía todo aquel falso compañerismo? La rubia se llevó la mano a la cara cerrando los ojos y negando con la cabeza. Definitivamente aquello no le podía estar pasando a ella.
Al menos así no tuvo tiempo de ponerse nerviosa cuando sintió la mano de Ridley agarrándola y llevándola hacia la cama. Shy cayó en ella sentándose al lado de la morena con peso muerto. Ahora se sentía fuera de lugar.
—Que no me llames Shy. Por favor.
Obvio que no les iba a hacer nada. Que lo intentara y la rubia era capaz de meterle la varita por donde el sol no brillaba. A Shyloh se le daban fatal las relaciones sociales, pero no era ninguna niña indefensa.
¿Y encima ahora le preguntaba por planes?
Le dirigió una mirada interrogante, claramente confusa con los ojos bien abiertos. ¿Por qué? ¿Por qué se empeñaba en querer llevarse bien con el melenas?
—¿En serio?
Ojalá tuviera de nuevo su habitación privada para poder meterse y no tener que escuchar tantas absurdeces. Normalmente Shyloh solía ser bastante simpática con la gente o simplemente no les dirigía palabra. No solía comportarse de aquella manera, pero aquel chico le había tocado la moral adentrándose en su futuro nuevo espacio de convivencia con Ridley. Porque por supuesto que consideraba la posibilidad de que denegaran su petición de cambio de habitación.
Al menos así no tuvo tiempo de ponerse nerviosa cuando sintió la mano de Ridley agarrándola y llevándola hacia la cama. Shy cayó en ella sentándose al lado de la morena con peso muerto. Ahora se sentía fuera de lugar.
—Que no me llames Shy. Por favor.
Obvio que no les iba a hacer nada. Que lo intentara y la rubia era capaz de meterle la varita por donde el sol no brillaba. A Shyloh se le daban fatal las relaciones sociales, pero no era ninguna niña indefensa.
¿Y encima ahora le preguntaba por planes?
Le dirigió una mirada interrogante, claramente confusa con los ojos bien abiertos. ¿Por qué? ¿Por qué se empeñaba en querer llevarse bien con el melenas?
—¿En serio?
Ojalá tuviera de nuevo su habitación privada para poder meterse y no tener que escuchar tantas absurdeces. Normalmente Shyloh solía ser bastante simpática con la gente o simplemente no les dirigía palabra. No solía comportarse de aquella manera, pero aquel chico le había tocado la moral adentrándose en su futuro nuevo espacio de convivencia con Ridley. Porque por supuesto que consideraba la posibilidad de que denegaran su petición de cambio de habitación.
- Shyloh Valdimarsdóttir
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Re: I think we have an emergency - Ridley U. O'Finnerty
Ridley le agradaba más que Shy, eso era obvio, aunque no se negaría a ponerle un par de manos encima a la rubia pese a que parecía todo menos interesada en entablar cualquier relación con él. Escuchó cómo discutían, apoyado contra una pared y cruzado de brazos, esperando que alguna decidiese que era tiempo de hacer algo más interesante que crear dramas innecesarios.
Había bostezado ya un par de veces, frotó sus ojos con una de sus manos mientras veía a la pobre albina como un cervatillo que buscaba una ventana para lanzarse lejos.
No había pensado llegar más allá porque vamos, era un Alpha, y aunque negase que eran una secta sí tenían ideas muy cerradas respecto a la gente que frecuentaban y todo eso, pero tampoco era como si las estuviese invitando al Baile de Navidad. Se quedó pensando qué podían hacer, pero en su cabeza sólo se las imaginaba jugueteando frente a él porque era así de básico, bajo esa melena.
Si no hubiese tenido esa respuesta de la menos entusiasta de las chicas le hubiese dicho para hacer cualquier cosa por salir del paso, pero se iba a pulir por joderla por frígida. No necesitaba que se recostase para invitarlo a su cama, él tenía novia y todo, pero por lo menos si se mostrase más dispuesta a colaborar con la convivencia podría ser más considerado.
-Hay no hay ninguna fiesta, habrá que ver otra cosa…-mentira, había una fiesta Alpha pero empezaba más tarde e iba a ir con Jessica.-¿Saben jugar Quodpot? Podemos armar un partido de a tres, con apuesta, por supuesto.
Había bostezado ya un par de veces, frotó sus ojos con una de sus manos mientras veía a la pobre albina como un cervatillo que buscaba una ventana para lanzarse lejos.
No había pensado llegar más allá porque vamos, era un Alpha, y aunque negase que eran una secta sí tenían ideas muy cerradas respecto a la gente que frecuentaban y todo eso, pero tampoco era como si las estuviese invitando al Baile de Navidad. Se quedó pensando qué podían hacer, pero en su cabeza sólo se las imaginaba jugueteando frente a él porque era así de básico, bajo esa melena.
Si no hubiese tenido esa respuesta de la menos entusiasta de las chicas le hubiese dicho para hacer cualquier cosa por salir del paso, pero se iba a pulir por joderla por frígida. No necesitaba que se recostase para invitarlo a su cama, él tenía novia y todo, pero por lo menos si se mostrase más dispuesta a colaborar con la convivencia podría ser más considerado.
-Hay no hay ninguna fiesta, habrá que ver otra cosa…-mentira, había una fiesta Alpha pero empezaba más tarde e iba a ir con Jessica.-¿Saben jugar Quodpot? Podemos armar un partido de a tres, con apuesta, por supuesto.
- Jude Wildenstein
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Re: I think we have an emergency - Ridley U. O'Finnerty
No pretendía hacer incomodar a nadie, pero en esos momentos Ridley no sabía si le resultaba más incómodo tratar con el chaval aquel de una manera mínimamente agradable o volver a la conversación de "oh dios mío no yo no pude hacer eso" con Shyloh de antes de que las interrumpiera. Porque Ridley tenía mucha paciencia, pero no le había gustado la sensación que le había dado aquella conversación si hubiera seguido. Quizás, en otro momento, sería mejor para hablarlo tranquilamente. Ahora con entretenerse un rato con Jude le valía. Además, así hacía conocidos dentro de la universidad, que a la mayoría los conocía de fuera, de su trabajo en el pub. Se encogió de hombros y le sonrió a la rubia cuando le pidió que no la llamase así. Le parecía que Shy le iba como anillo al dedo y Ridley tenía la manía de acortar los nombres ajenos como mejor le venía, así que sintiéndoselo mucho lo más seguro es que siguiera llamándola así, aunque fuera sólo por picarla un poco.
Miró con cierta curiosidad al melenas, esperando a ver por donde salía aquella vez y cuando nombró aquel juego se quedó pensativa unos segundos antes de negar con la cabeza. Tampoco es que ella jugara demasiado, más allá de unos cuantos juegos relacionados con alcohol que acababan derivando de las largas horas de trabajo tras la barra, lo que tenía que su vida social se hubiera visto marcada desde casi sus inicios por trabajos esporádicos de camarera aquí y allá.
-Ilumíname Wildenstein, pero nada que implique dinero- Ridley no es que tuviera demasiado como para andar perdiéndolo en juegos estúpidos. Hizo un movimiento con la mano indicando la cama que seguía vacía para que se sentara en ella y no tuviera que estar apoyado contra la pared, ni ella tener que mirarlo desde abajo, o acabaría levantándose. Tenía algo de complejo con la altura y nunca hacía nada que la hiciera parecer todavía más bajita de lo que ya de por si era.
Miró con cierta curiosidad al melenas, esperando a ver por donde salía aquella vez y cuando nombró aquel juego se quedó pensativa unos segundos antes de negar con la cabeza. Tampoco es que ella jugara demasiado, más allá de unos cuantos juegos relacionados con alcohol que acababan derivando de las largas horas de trabajo tras la barra, lo que tenía que su vida social se hubiera visto marcada desde casi sus inicios por trabajos esporádicos de camarera aquí y allá.
-Ilumíname Wildenstein, pero nada que implique dinero- Ridley no es que tuviera demasiado como para andar perdiéndolo en juegos estúpidos. Hizo un movimiento con la mano indicando la cama que seguía vacía para que se sentara en ella y no tuviera que estar apoyado contra la pared, ni ella tener que mirarlo desde abajo, o acabaría levantándose. Tenía algo de complejo con la altura y nunca hacía nada que la hiciera parecer todavía más bajita de lo que ya de por si era.
- Ridley U. O'Finnerty
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Re: I think we have an emergency - Ridley U. O'Finnerty
Shyloh no podía creerse lo que estaba oyendo. Estaba molesta con la interrupción de Jude y Ridley le seguía el juego. No solo eso, sino que encima el animaba.
Por no hablar que Shyloh jamás había jugado a quodpot. No era tonta, sabía que existía, porque al fin y al cabo era una sabelotodo, pero se había educado durante toda su vida dentro de su casa y su biblioteca, entre libros. Había salido solo para poder asistir a la universidad y empezar a vivir su propia vida, o algo parecido, alejada de sus padres.
Y encima querían apostar.
—¿Apostar el qué? —preguntó sin pensar viendo cómo Ridley invitaba a Wildenstein a que se sentara frente a ellas con un gesto.
La rubia se había resignado a aceptar que el chico no iba a dejar la habitación tan pronto así que dejó su irritación momentáneamente para tratar de averiguar qué demonios se iban a apostar.
En realidad la pobre de Shyloh estaba emocionada, muy muy en el fondo, nunca había participado en ninguna clase de juego con nadie, así que estaba mucho más atenta ahora a la situación.
Por no hablar que Shyloh jamás había jugado a quodpot. No era tonta, sabía que existía, porque al fin y al cabo era una sabelotodo, pero se había educado durante toda su vida dentro de su casa y su biblioteca, entre libros. Había salido solo para poder asistir a la universidad y empezar a vivir su propia vida, o algo parecido, alejada de sus padres.
Y encima querían apostar.
—¿Apostar el qué? —preguntó sin pensar viendo cómo Ridley invitaba a Wildenstein a que se sentara frente a ellas con un gesto.
La rubia se había resignado a aceptar que el chico no iba a dejar la habitación tan pronto así que dejó su irritación momentáneamente para tratar de averiguar qué demonios se iban a apostar.
En realidad la pobre de Shyloh estaba emocionada, muy muy en el fondo, nunca había participado en ninguna clase de juego con nadie, así que estaba mucho más atenta ahora a la situación.
- Shyloh Valdimarsdóttir
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