Un entrenamiento un tanto especial
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Un entrenamiento un tanto especial
Estaba nerviosísima. Ya conocía de sobra a Charlie, a Kitty, a Madie... pero no al resto de personas del equipo. El chico grande, Billy, le daba un poco de miedo, era grande, fuerte, enorme y ¿ya había dicho que los chicos la intimidaban un poco? Bueno, pero es que además de él había otro muchacho, Giardelli, o algo así, en realidad apenas había hablado con él. Y la cosa es que cada vez que iban a hacer algo del equipo ella se ponía igual de nerviosa porque era la nueva ahí y sentía que si hacía algo mal la iban a echar del equipo, o que el chico enorme le iba a gritar. O que Madie iba a pensar que no valía para ser su amiga porque ni buena en deporte era. O que Kitty le iba a hacer el vacío por alguna cosa... daba igual, había como mil motivos por los cuales ponerse nerviosa ante cualquier cosa del equipo y por eso en ese momento apenas podía parar de morder las uñas, sentada en una banqueta en un lateral de la zona de entrenamientos habitual.
Había quedado ahí con las chicas que le prometieron una sección de entrenamiento solo con ella, algo así como para ayudarla a mejorar y sentirse más segura para cuando estuvieran todos no pareciera que intentaba desaparecer bajo tierra, porque normalmente se achicaba y casi no se la veía de lo pequeñita que intentaba ponerse inclinando la cabeza (porque de chiquita tenía poco, era muy alta para su edad, ya llegaba al metro setenta y cinco).
Se había puesto la ropa deportiva de siempre que iba a volar, pantalón largo y muy ajustado negro, una camiseta bastante grande porque ese pantalón le marcaba mucho y prefería llevar una camiseta larga. Tenía las protecciones en la mochila que estaba a un lado del banco y llevaba el pelo perfectamente recogido en una coleta alta. Aún cuando solo iban a estar sus amigas seguía nerviosa, algo le daba algo de mal rollo, quizás simplemente era que hacer entrenamientos casi de noche no le agradaba, y claro, aquello estaba desierto, ella estaba sola y el sol comenzaba a ponerse. Si no llegaban pronto estaría en un apuro, no sabía donde estaban las luces de la zona de las canchas, pero tampoco quería huir como si fuera una niña pequeña o cobarde. No lo era, no temía a la oscuridad y quizás parte del entrenamiento sería jugar con poca luz. Vete a saber.
Había quedado ahí con las chicas que le prometieron una sección de entrenamiento solo con ella, algo así como para ayudarla a mejorar y sentirse más segura para cuando estuvieran todos no pareciera que intentaba desaparecer bajo tierra, porque normalmente se achicaba y casi no se la veía de lo pequeñita que intentaba ponerse inclinando la cabeza (porque de chiquita tenía poco, era muy alta para su edad, ya llegaba al metro setenta y cinco).
Se había puesto la ropa deportiva de siempre que iba a volar, pantalón largo y muy ajustado negro, una camiseta bastante grande porque ese pantalón le marcaba mucho y prefería llevar una camiseta larga. Tenía las protecciones en la mochila que estaba a un lado del banco y llevaba el pelo perfectamente recogido en una coleta alta. Aún cuando solo iban a estar sus amigas seguía nerviosa, algo le daba algo de mal rollo, quizás simplemente era que hacer entrenamientos casi de noche no le agradaba, y claro, aquello estaba desierto, ella estaba sola y el sol comenzaba a ponerse. Si no llegaban pronto estaría en un apuro, no sabía donde estaban las luces de la zona de las canchas, pero tampoco quería huir como si fuera una niña pequeña o cobarde. No lo era, no temía a la oscuridad y quizás parte del entrenamiento sería jugar con poca luz. Vete a saber.
- Lee Jae Ra
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Re: Un entrenamiento un tanto especial
La última semana se la había pasado mas dormida que despierta gracias aquel brebaje que estaba tomando. No estaba siendo la misma Madison de siempre y eso lo podían notar solo unas cuantas personas demasiado cercanas a ella. No importara que tanto esfuerzo hiciera por no decaer en nada de su siempre perfecto plan de actitud, su ánimo y de por si todas sus reacciones se habían apagado un poco. Quizás se había hecho algo más amargada o sensible. Ni ella misma podía describirlo en ese punto, pero si llegaba a pensar que probar alguna droga era buena idea, entonces sí que estaba mal. Solo sabía que debía seguir, porque el tiempo no se detenía y porque si ella lo hacía entonces iba a ser aplastada cual cucaracha.
Ya estaba en las canchas de quodpot cerca a las gradas esa tarde que prácticamente era noche, aunque muy a su manera sin hacer algo en especial. Pisar el césped solo le hacía recordar la época de cuando para ella ese deporte tenía más relevancia y por otro lado agradecia que esa noche no tuviera que realmente practicar, pues seguro caeria de su escoba si se mareaba. Ahora ya no era como antes, le gustaba, pero no le apasionaba, como muchas cosas y quizás por lo mismo no causaba gran impacto en ella el acudir a un estadio y ver algún encuentro, como la vez que Kitty la invito. Igual, ahora no era momento para pensar en eso, pero cuanto desearía poder irse a dormir, dormir por muchas horas.
A no mucha distancia llego a ver sentada en una banca a Jae, si, la pequeña Jae Ra. Aquella nueva integrante del “equipo de Bill”, como solían decirle para inflar el ego del señorito. La verdad es que la pobre sur coreana no tenía ni idea de lo que se le venía. ¿Sesión de entrenamiento? No, eso iba a ser más divertido. Mucho más. – Parece que fuiste puntual. Estoy sorprendida – pronuncio al llegar a ella y parándose a un par de metros con una mano en la cintura y con la otra haciendo unos mechones de su cabello hacia atrás en un ademan bastante común como si expresara superioridad. Su sonrisa era amplia, tal vez mas exagerada de lo usual. – Veo que Kitty aun no llega, ¿estás nerviosa? Esta noche promete – se termino de acercar para sentarse a su lado y bajando su bolso para ponerlo junto al de ella.
La muchacha le caía muy bien desde que la conoció, a pesar de ser algo quedada y con falta de agallas en cuanto a hombres se refiriese, pero no era algo que no tuviera solución. De hecho, solo tenía que ponerse en sus manos y así le daría el empujoncito que necesitaría para llevarse de encuentro a más de uno en alguna de las tantas fiestas que se daban en el campus. Más tampoco la presionaría con ello, sobre todo ahora que la propia Maddie parecía tener problemas en sus relaciones personales. No había querido tener nada con ningún chico desde hace varios días, quizas semanas.
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Ropa ♥
Ya estaba en las canchas de quodpot cerca a las gradas esa tarde que prácticamente era noche, aunque muy a su manera sin hacer algo en especial. Pisar el césped solo le hacía recordar la época de cuando para ella ese deporte tenía más relevancia y por otro lado agradecia que esa noche no tuviera que realmente practicar, pues seguro caeria de su escoba si se mareaba. Ahora ya no era como antes, le gustaba, pero no le apasionaba, como muchas cosas y quizás por lo mismo no causaba gran impacto en ella el acudir a un estadio y ver algún encuentro, como la vez que Kitty la invito. Igual, ahora no era momento para pensar en eso, pero cuanto desearía poder irse a dormir, dormir por muchas horas.
A no mucha distancia llego a ver sentada en una banca a Jae, si, la pequeña Jae Ra. Aquella nueva integrante del “equipo de Bill”, como solían decirle para inflar el ego del señorito. La verdad es que la pobre sur coreana no tenía ni idea de lo que se le venía. ¿Sesión de entrenamiento? No, eso iba a ser más divertido. Mucho más. – Parece que fuiste puntual. Estoy sorprendida – pronuncio al llegar a ella y parándose a un par de metros con una mano en la cintura y con la otra haciendo unos mechones de su cabello hacia atrás en un ademan bastante común como si expresara superioridad. Su sonrisa era amplia, tal vez mas exagerada de lo usual. – Veo que Kitty aun no llega, ¿estás nerviosa? Esta noche promete – se termino de acercar para sentarse a su lado y bajando su bolso para ponerlo junto al de ella.
La muchacha le caía muy bien desde que la conoció, a pesar de ser algo quedada y con falta de agallas en cuanto a hombres se refiriese, pero no era algo que no tuviera solución. De hecho, solo tenía que ponerse en sus manos y así le daría el empujoncito que necesitaría para llevarse de encuentro a más de uno en alguna de las tantas fiestas que se daban en el campus. Más tampoco la presionaría con ello, sobre todo ahora que la propia Maddie parecía tener problemas en sus relaciones personales. No había querido tener nada con ningún chico desde hace varios días, quizas semanas.
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Última edición por Madison Merteuil el Miér 4 Sep - 23:52, editado 1 vez
- Madison Merteuil
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Re: Un entrenamiento un tanto especial
¡Se le hizo tardísimo! Tarde de verdad pero era por una buena causa, lo juraba. No lo había hecho a propósito aunque su felicidad alcohólica hiciera parecer lo contrario ni se había rezagado a propósito en el bar con Miller a propósito. Nada de eso. Si se lo encontró fue por pura casualidad y la verdad ni se le notaba, de todos modos ella siempre estaba muy contentita.
Si se le hizo tarde era por que estaba ajustando los últimos detalles.
Jae Ra era una ternurita por creer que entrenarían en la noche, ¿en qué cabeza cabía? Era muy absurdo. O sea si entrenaban muy temprano en la madrugada y con los peores climas era por que Billy estaba mal de su cabecita y era muy competitivo, pero en las noches normalmente la mitad del equipo no estaba en su juicio.
Llegó con su escoba en la mano y la “snitch de la suerte” en un tarro de mermelada, pero nada más. Las protecciones se las había dejado en su habitación y ni siquiera llevaba ropa para entrenar, aunque no le iba a molestar para subirse a la escoba por que ahí la única que iba a hacer algo iba a ser Jae Ra.
Charlie no había tenido que hacer ninguna prueba ni asistir a ninguna clase de entrenamiento especial, Madison y ella mucho menos, pero sinceramente la coreana todavía no le terminaba de convencer, de hecho todavía le seguía diciendo “china” cuando se encontraba a Harley en el dormitorio de Wilhelmina y si le hablaba era por Madison. Qué horrible persona, Kitty.
Ser amiga de Kitty Likens no era difícil en lo absoluto y normalmente no le ponía pruebas a ninguna para darle todo su amor, pero el caso de Jae era diferente, muy diferente por su origen étnico y por sus costumbres y por que era demasiado adorable para su gusto. Pero… si entrenaba con ellas esa noche y todavía quería ser su amiga, se ganaría todo su respeto y, por supuesto, su eterna amistad. De verdad. Si, en serio.
¿Estás lista Jae Ra? Niñas se me hizo tardísimo, lo siento. ¿Me esperaron mucho?
Además había tenido cosas de Theta que hacer y se le había hecho tarde, para qué mentirles.
Mira lo que traje para ti. Es la quidditch de mi primer partido y quiero que la tengas, pero no le digas a Billy por que se la robé.
Si se le hizo tarde era por que estaba ajustando los últimos detalles.
Jae Ra era una ternurita por creer que entrenarían en la noche, ¿en qué cabeza cabía? Era muy absurdo. O sea si entrenaban muy temprano en la madrugada y con los peores climas era por que Billy estaba mal de su cabecita y era muy competitivo, pero en las noches normalmente la mitad del equipo no estaba en su juicio.
Llegó con su escoba en la mano y la “snitch de la suerte” en un tarro de mermelada, pero nada más. Las protecciones se las había dejado en su habitación y ni siquiera llevaba ropa para entrenar, aunque no le iba a molestar para subirse a la escoba por que ahí la única que iba a hacer algo iba a ser Jae Ra.
Charlie no había tenido que hacer ninguna prueba ni asistir a ninguna clase de entrenamiento especial, Madison y ella mucho menos, pero sinceramente la coreana todavía no le terminaba de convencer, de hecho todavía le seguía diciendo “china” cuando se encontraba a Harley en el dormitorio de Wilhelmina y si le hablaba era por Madison. Qué horrible persona, Kitty.
Ser amiga de Kitty Likens no era difícil en lo absoluto y normalmente no le ponía pruebas a ninguna para darle todo su amor, pero el caso de Jae era diferente, muy diferente por su origen étnico y por sus costumbres y por que era demasiado adorable para su gusto. Pero… si entrenaba con ellas esa noche y todavía quería ser su amiga, se ganaría todo su respeto y, por supuesto, su eterna amistad. De verdad. Si, en serio.
¿Estás lista Jae Ra? Niñas se me hizo tardísimo, lo siento. ¿Me esperaron mucho?
Además había tenido cosas de Theta que hacer y se le había hecho tarde, para qué mentirles.
Mira lo que traje para ti. Es la quidditch de mi primer partido y quiero que la tengas, pero no le digas a Billy por que se la robé.
- Kitty Likens
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Re: Un entrenamiento un tanto especial
Claro que estaba nerviosa, tanto así que se había sobresaltado cuando Maddie de pronto le habló sin que ella se hubiera dado cuenta de su presencia, por suerte aquella chica era un encanto, dijeran los demás lo que quisieran decir. Si no fuera porque era imposible pensaría que su encanto de semi veela estaba afectando como a los hombres, porque cuando se trataba de aquella muchacha Jae parecía olvidar que a veces se burlaba de ella o que no la trataba tan bien como su conocimiento escaso sobre la amistad le decía que una amiga debía tratar a otra.
-Yo siempre soy muy puntual – dijo tratando de olvidarse de que estaba nerviosa, solo era un entrenamiento, un juego entre amigas y con suerte sin los hombres del equipo que ellos si que la ponían nerviosa – ¿vamos a jugar algo especial esta noche? – que dijera aquello le hacía pensar que merecería la pena estar allí con ellas, igual y hacían algo interesantísimo, algún juego que no solieran hacer todos en equipo o cosa así, algo que “promete” no puede ser igual a lo que se hace el resto del tiempo ¿no? - en realidad tengo muchas ganas de empezar ¿sabes cuando vendrá Kitty? ¿podemos ir sin ella?
Sus nervios se habían medio convertido en emoción solo porque Madie la relajaba bastante. De pronto se oyeron más pasos y la voz de Kitty no muy cerca, Jae se puso en pie, avergonzada por haber sido tan impaciente y la saludó inclinando un poquito la cabeza. No pudo evitar poner carita de emoción cuando vio lo que le estaba mostrando y alzó el frasco con la pelotita.
-¿De tu primer partido? Es tan bonita... – no sabía si la llevaba para jugar o si la llevaba para dejársela y animarla o qué, pero aún así le agradecería – ay, no debiste robarla, con pedírsela va bien... ¿no es tan malo como parece no? – se mordió la boca, ya había vuelto a decir más de lo debido por aquella tonta sinceridad suya – digo... ya saben, suele ser muy exigente, pero en el fondo es vuestro amigo ¿no?
Se removió inquieta y pensó en lo que Maddie le había dicho un momento antes y sonrió abiertamente.
-¿¡Empezamos?!¿Que haremos? Estoy impaciente, tengo mis protecciones allí pero... Kitty ¿tu no vas a jugar? – le preguntó por la ropa y demás, igual se iba a cambiar ahora o algo.
-Yo siempre soy muy puntual – dijo tratando de olvidarse de que estaba nerviosa, solo era un entrenamiento, un juego entre amigas y con suerte sin los hombres del equipo que ellos si que la ponían nerviosa – ¿vamos a jugar algo especial esta noche? – que dijera aquello le hacía pensar que merecería la pena estar allí con ellas, igual y hacían algo interesantísimo, algún juego que no solieran hacer todos en equipo o cosa así, algo que “promete” no puede ser igual a lo que se hace el resto del tiempo ¿no? - en realidad tengo muchas ganas de empezar ¿sabes cuando vendrá Kitty? ¿podemos ir sin ella?
Sus nervios se habían medio convertido en emoción solo porque Madie la relajaba bastante. De pronto se oyeron más pasos y la voz de Kitty no muy cerca, Jae se puso en pie, avergonzada por haber sido tan impaciente y la saludó inclinando un poquito la cabeza. No pudo evitar poner carita de emoción cuando vio lo que le estaba mostrando y alzó el frasco con la pelotita.
-¿De tu primer partido? Es tan bonita... – no sabía si la llevaba para jugar o si la llevaba para dejársela y animarla o qué, pero aún así le agradecería – ay, no debiste robarla, con pedírsela va bien... ¿no es tan malo como parece no? – se mordió la boca, ya había vuelto a decir más de lo debido por aquella tonta sinceridad suya – digo... ya saben, suele ser muy exigente, pero en el fondo es vuestro amigo ¿no?
Se removió inquieta y pensó en lo que Maddie le había dicho un momento antes y sonrió abiertamente.
-¿¡Empezamos?!¿Que haremos? Estoy impaciente, tengo mis protecciones allí pero... Kitty ¿tu no vas a jugar? – le preguntó por la ropa y demás, igual se iba a cambiar ahora o algo.
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