After After-Party
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After After-Party
Había escuchado a alguien decir que las mejores fiestas eran esas de las que al amanecer no consigues armar paso por paso en tus recuerdos. Probablemente algo de verdad había, y en su caso sí que tendía a ser así, aunque los despertares fueran horriblemente proporcionales al nivel de locura. El cabello le olía a cigarro y alcohol y el maquillaje lo llevaba corrido en el rostro, así como el cabello hecho un desastre después de no sabía ni cuantas horas de enfiestar con música, bebida y drogas. El orden importaba poco, sobre qué había venido primero y qué después, pero el punto es que habían terminado en la habitación de Zlatan.
Que hasta donde sabia su compañero de cuarto se pasaba muy poco por ahí pero la verdad es que de haber estado seguramente lo habrían echado o mandado a los corrales a ver si ya había parido la marrana o el nogtail o lo que fuera. Apenas y reunió la fuerza de voluntad como para asomarse por encima del hombro de Zlatan y comprobar que en efecto, estaban solos. Se aguantó lo que hubiera sido una risa de no ser por su poca capacidad de reacción. Menos mal no vio a nadie másno fuera a ser que a lo mejor había alucinado lo de la privacidad y habían terminado dándole tremendo espectáculo al pobre incauto.
Seguramente en la casa de Delta Yotha eso no era algo por lo que habría tenido que preocuparse porque cada quien tenía su propia habitación individual, y aunque la suya fuera a efectos prácticos la habitación "Presidencial" seguía siendo en realidad la misma de toda la vida.
- ¿Estás vivo ya? - Atinó a susurrarle al sentirlo moverse contra su espalda desnuda. Así que se volteó hacia él y le pasó el brazo por el pecho, aunque se tapó con las sábanas hasta las orejas- Apaga la luz, no me voy a mover de aquí. - Ok, que la "luz" era nada más y nada menos que el sol entrando por la ventana, pero es que ni sinapsis básica como para bajarse a cerrar las cortinas había.
Que hasta donde sabia su compañero de cuarto se pasaba muy poco por ahí pero la verdad es que de haber estado seguramente lo habrían echado o mandado a los corrales a ver si ya había parido la marrana o el nogtail o lo que fuera. Apenas y reunió la fuerza de voluntad como para asomarse por encima del hombro de Zlatan y comprobar que en efecto, estaban solos. Se aguantó lo que hubiera sido una risa de no ser por su poca capacidad de reacción. Menos mal no vio a nadie másno fuera a ser que a lo mejor había alucinado lo de la privacidad y habían terminado dándole tremendo espectáculo al pobre incauto.
Seguramente en la casa de Delta Yotha eso no era algo por lo que habría tenido que preocuparse porque cada quien tenía su propia habitación individual, y aunque la suya fuera a efectos prácticos la habitación "Presidencial" seguía siendo en realidad la misma de toda la vida.
- ¿Estás vivo ya? - Atinó a susurrarle al sentirlo moverse contra su espalda desnuda. Así que se volteó hacia él y le pasó el brazo por el pecho, aunque se tapó con las sábanas hasta las orejas- Apaga la luz, no me voy a mover de aquí. - Ok, que la "luz" era nada más y nada menos que el sol entrando por la ventana, pero es que ni sinapsis básica como para bajarse a cerrar las cortinas había.
- Julisa Chee
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Re: After After-Party
Solamente era cosa suya, pero Zlatan pensaba que dormía mucho mejor cuando estaba borracho y después de que se le hubiera pasado el efecto helicóptero. Si a su situación alcohólica se le agregaba que antes de tirarse a dormir se había follado a una chica guapísima, la sensación de bienestar se multiplicaba por tres. No era la primera vez que llevaba a una chica a su habitación pero sí la primera en la que ella se quedaba a dormir con él. No las corría, solo se ofrecía amablemente a llevarlas a su propia habitación para que descansaran bien y Stefan no las viera desnudas. Ahora no le había importado tener ese grado de intimidad con ella.
Había dormido como una piedra y cuando comenzó a despertar chocó contra el cuerpo de Julisa pero la sensación fue reconfortante. No abrió los ojos pero sonrió un poco cuando le pasó el brazo por el pecho. Medio dormido, comenzó a acariciar su brazo y soltó algo ininteligible para darle a entender que estaba vivo pero solo a medias. Luego otro sonido extraño para darle a entender que no se iba a mover de ahí tampoco.
Sin decir ni una sola palabra dejó de acariciar su brazo y se giró para rodearla por la cintura y pegarla a su cuerpo por debajo de las sábanas, sin abrir los ojos y todavía sin despertar bien. Le bastó sentir su piel bajo sus labios para que abriera los ojos. La besó en los labios apretándola más. -Ya amaneció.-Anunció como si fuera un descubrimiento brillante.
-No recuerdo cómo carajo llegamos aquí.-Pero sí de la mitad de lo que habían hecho. La mitad, no tenía una mirada prodigiosa. Salió de debajo de las cobijas para echar un vistazo a la cama de Stefan y asegurarse de que no había moros en al costa y volvió a cobijarse bajo las sábanas abrazando a Julisa otra vez, sin decir nada. Había visto que había una botella de vodka a medio terminar sobre su mesa de noche, perfecta para desayunar, aunque se le ocurría otra cosa más apta para el desayuno.
Recorrió sus pechos con los labios y fue en un camino descendente por el cuerpo de Julisa hasta llegar entre sus piernas. Pasó la lengua suavemente por su coño, excitándose de inmediato. Se acomodó mejor para seguir con el trabajo, aunque seguía debajo de las sábanas, concentrado en nada más que en la tarea de comerla. Era la mejor manera de empezar el día. Después, el vodka.
Había dormido como una piedra y cuando comenzó a despertar chocó contra el cuerpo de Julisa pero la sensación fue reconfortante. No abrió los ojos pero sonrió un poco cuando le pasó el brazo por el pecho. Medio dormido, comenzó a acariciar su brazo y soltó algo ininteligible para darle a entender que estaba vivo pero solo a medias. Luego otro sonido extraño para darle a entender que no se iba a mover de ahí tampoco.
Sin decir ni una sola palabra dejó de acariciar su brazo y se giró para rodearla por la cintura y pegarla a su cuerpo por debajo de las sábanas, sin abrir los ojos y todavía sin despertar bien. Le bastó sentir su piel bajo sus labios para que abriera los ojos. La besó en los labios apretándola más. -Ya amaneció.-Anunció como si fuera un descubrimiento brillante.
-No recuerdo cómo carajo llegamos aquí.-Pero sí de la mitad de lo que habían hecho. La mitad, no tenía una mirada prodigiosa. Salió de debajo de las cobijas para echar un vistazo a la cama de Stefan y asegurarse de que no había moros en al costa y volvió a cobijarse bajo las sábanas abrazando a Julisa otra vez, sin decir nada. Había visto que había una botella de vodka a medio terminar sobre su mesa de noche, perfecta para desayunar, aunque se le ocurría otra cosa más apta para el desayuno.
Recorrió sus pechos con los labios y fue en un camino descendente por el cuerpo de Julisa hasta llegar entre sus piernas. Pasó la lengua suavemente por su coño, excitándose de inmediato. Se acomodó mejor para seguir con el trabajo, aunque seguía debajo de las sábanas, concentrado en nada más que en la tarea de comerla. Era la mejor manera de empezar el día. Después, el vodka.
- Zlatan Fleming
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Re: After After-Party
Respondió con un murmullo algo parecido a un “que bueno” cuando los ruidos incomprensibles que Zlatan daba como respuesta para verificarle que ya estaba dando señales de vida – más o menos – pero bien cumpliendo lo que decía y sin moverse de donde estaba y ni como estaba, si acaso apenas pegándose un poco más a él y sonriendo a como le era posible en ese estado de semiconsciencia cuando le acariciaba el brazo.
Esa sonrisa se ensanchó un poco cuando se acomodaba sobre ella. Aún estaba más dormida que despierta pero el como la besaba bastaba para tenerla cada vez un poco más alerta. Abrió los ojos y se rio con su confirmación de que en efecto, ya había amanecido. – No importa, apágalo. – Frunció un poco el ceño y si tenía clara o no la tontería que acababa de decir ni ella misma lo sabía, pero mejor le colocó ambas manos en las mejillas para besarlo. Ni idea de que hora sería o si acaso se supondría que tenía que estar en otro lugar pero si así era no podría ser tan importante, porque lo dicho, no se iba a mover.
- Creo que fue después de… después de… La verdad no tengo idea. – Se volvió a reír, su voz un tanto ronca como le sucedía por las mañanas (o medios días) cuando despertaba después de haber pasado toda la noche anterior de fiesta. No había pasado mala noche, aunque últimamente le costara conciliar el sueño, pero en situaciones así más que dormir era como si le hubieran apagado un interruptor. Muy distinto a su rutina de lunes a viernes cuando era estudiante responsable que de normal que se levantaba antes de las 6 de la mañana para salir a correr y estar lista antes de su primera clase de las 8.
La manera en que comenzó a recorrerle el cuerpo con los labios le hizo suspirar. En un principio no pensó que fuera a ser otra cosa que una caricia gratuita debajo de las sábanas. Volvió a cerrar los ojos y le acarició la cabeza mientras se acomodaba mejor la cabeza sobre la almohada de la que se había apropiado. El que no detuviera su boca en el camino descendente parecía ser suficiente motivo como para decidir que no, no iba a dormirse de nuevo, y cuando le separó las piernas se sonrió ahora sí, plenamente consciente.
El primer roce con su lengua la excitó al instante y volvió a asomarse bajo las sábanas para quedarse con la imagen de ese rostro entre sus muslos, haciéndola estremecer. – Ok ok, estoy despierta… – Y de qué manera. Su cuerpo se tensó como una cuerda y se mojó los labios, notándose cada vez más húmeda a causa de él. Llevo ambas manos a su cabeza, moviendo las caderas un poco acompasadas a lo que hacía con su boca, y estando solos no tenía ninguna necesidad de ser silenciosa.
Esa sonrisa se ensanchó un poco cuando se acomodaba sobre ella. Aún estaba más dormida que despierta pero el como la besaba bastaba para tenerla cada vez un poco más alerta. Abrió los ojos y se rio con su confirmación de que en efecto, ya había amanecido. – No importa, apágalo. – Frunció un poco el ceño y si tenía clara o no la tontería que acababa de decir ni ella misma lo sabía, pero mejor le colocó ambas manos en las mejillas para besarlo. Ni idea de que hora sería o si acaso se supondría que tenía que estar en otro lugar pero si así era no podría ser tan importante, porque lo dicho, no se iba a mover.
- Creo que fue después de… después de… La verdad no tengo idea. – Se volvió a reír, su voz un tanto ronca como le sucedía por las mañanas (o medios días) cuando despertaba después de haber pasado toda la noche anterior de fiesta. No había pasado mala noche, aunque últimamente le costara conciliar el sueño, pero en situaciones así más que dormir era como si le hubieran apagado un interruptor. Muy distinto a su rutina de lunes a viernes cuando era estudiante responsable que de normal que se levantaba antes de las 6 de la mañana para salir a correr y estar lista antes de su primera clase de las 8.
La manera en que comenzó a recorrerle el cuerpo con los labios le hizo suspirar. En un principio no pensó que fuera a ser otra cosa que una caricia gratuita debajo de las sábanas. Volvió a cerrar los ojos y le acarició la cabeza mientras se acomodaba mejor la cabeza sobre la almohada de la que se había apropiado. El que no detuviera su boca en el camino descendente parecía ser suficiente motivo como para decidir que no, no iba a dormirse de nuevo, y cuando le separó las piernas se sonrió ahora sí, plenamente consciente.
El primer roce con su lengua la excitó al instante y volvió a asomarse bajo las sábanas para quedarse con la imagen de ese rostro entre sus muslos, haciéndola estremecer. – Ok ok, estoy despierta… – Y de qué manera. Su cuerpo se tensó como una cuerda y se mojó los labios, notándose cada vez más húmeda a causa de él. Llevo ambas manos a su cabeza, moviendo las caderas un poco acompasadas a lo que hacía con su boca, y estando solos no tenía ninguna necesidad de ser silenciosa.
- Julisa Chee
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Re: After After-Party
No se detuvo durante un rato considerable, dejando que su lengua jugueteara entre sus piernas mientras apretaba sus muslos y sus oídos se llenaban de sus gemidos. Le gustaba que su compañero no estuviera por ahí a menudo aunque no tuviera ni la más remota idea de a qué se dedicaba en su vida peo por él estaba perfecto si podía despertar así a Julisa cada que ella se lo permitiera.
Dejó que su lengua se impregnara de su sabor el tiempo que ella se lo permitió y volvió a subir por sus caderas y su vientre repartiendo besos por todo su cuerpo otra vez antes de volver a llegar a su altura. No se había levantado a cerrar las cortinas, en vez de eso había estirado la sábana para que los cubriera de los rayos del sol que no entendían que no estaban listos para empezar el día.
-Debería mudarme a tu habitación presidencial, la presidenta debe tener el derecho de que la despierte así todos los días.-La rodeó con su brazo y dejó que su cabeza reposara un rato en el hueco entre el hombro y el cuello de Julisa. Su cabello oscuro apestaba a alcohol aunque a él no le importaba, no era quisquilloso, menos con la chica a la que podía llamar oficialmente su novia.
Se quedó en silencio un rato, casi a punto de volverse a dormir. No era un novio celoso, pero desde lo que había pasado en la feria de bienvenida se sentía más seguro teniéndola cerca de él que lejos. Sabía que los Delta Nu podían ser unos perfectos hijos de puta que necesitaban joder al prójimo para sentirse mejor con ellos mismos y no quería que la tomaran con Julisa. Ya bastante había tenido con soportar las declaraciones maricas de Adrien Morgan. Pensar en él lo hizo soltarla lentamente, era más fácil lidiar con ello bebiendo, drogándose y yendo de fiesta que estando en estado de resaca o semi sobriedad. Se estiró para tomar la botella de vodka que había visto antes y la abrió para darle un trago que le quemó la garganta.
-El vodka y tú hacen un desayuno de campeones-Dejó la botella en su lugar y volvió a acostarse sobre la cama pero sin rodearla con su brazo otra vez. El vodka tenía un gran efecto relajante, pero pensar en Morgan tenía un efecto completamente contrario y lo tenía que dejar equilibrarse.
Dejó que su lengua se impregnara de su sabor el tiempo que ella se lo permitió y volvió a subir por sus caderas y su vientre repartiendo besos por todo su cuerpo otra vez antes de volver a llegar a su altura. No se había levantado a cerrar las cortinas, en vez de eso había estirado la sábana para que los cubriera de los rayos del sol que no entendían que no estaban listos para empezar el día.
-Debería mudarme a tu habitación presidencial, la presidenta debe tener el derecho de que la despierte así todos los días.-La rodeó con su brazo y dejó que su cabeza reposara un rato en el hueco entre el hombro y el cuello de Julisa. Su cabello oscuro apestaba a alcohol aunque a él no le importaba, no era quisquilloso, menos con la chica a la que podía llamar oficialmente su novia.
Se quedó en silencio un rato, casi a punto de volverse a dormir. No era un novio celoso, pero desde lo que había pasado en la feria de bienvenida se sentía más seguro teniéndola cerca de él que lejos. Sabía que los Delta Nu podían ser unos perfectos hijos de puta que necesitaban joder al prójimo para sentirse mejor con ellos mismos y no quería que la tomaran con Julisa. Ya bastante había tenido con soportar las declaraciones maricas de Adrien Morgan. Pensar en él lo hizo soltarla lentamente, era más fácil lidiar con ello bebiendo, drogándose y yendo de fiesta que estando en estado de resaca o semi sobriedad. Se estiró para tomar la botella de vodka que había visto antes y la abrió para darle un trago que le quemó la garganta.
-El vodka y tú hacen un desayuno de campeones-Dejó la botella en su lugar y volvió a acostarse sobre la cama pero sin rodearla con su brazo otra vez. El vodka tenía un gran efecto relajante, pero pensar en Morgan tenía un efecto completamente contrario y lo tenía que dejar equilibrarse.
- Zlatan Fleming
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Re: After After-Party
Podia acostumbrarse a esto con facilidad. Despertares asi, sin tomar en cuenta la hora o los mil y un pendientes que tenia que atender como estudiante, como becada, como Presidenta. Simplemente recostada en las almohadas y oculta bajo las sabanas y quedando a mercer de la manera en que la lengua de Zlatan se movia entre sus piernas. Estando asi, incluso el dolor de cabeza que le martilleaba de lado a lado del craneo dejaba desaparecia.
Empujaba sus caderas con el ritmo que el mismo le marcaba, arqueando su espalda un poco cuando conseguia hacer que toda ella se tensara como cuerda y que entre lo agitado de su respiracion se le escaparan gemidos complacientes. Era facil estando en esa posicion solamente cerrar los ojos y dejarse hacer, centrarse tan solo en su propio placer que le llevaba a cada minuto mas y mas cerca de esa explosion tan intensa que le dejaba aferrando los puños en las sabanas y con las piernas debilitadas.
Una amplia sonrisa - algo perezosa tal vez, pero completamente satisfecha - le cruzo el rostro. Ese sentir de bienestar era algo que no cambiaria por nada, asi que escucharlo le provoco risa. Le rodeo la espalda con su brazo pero al mismo tiempo la mano que le quedaba libre la llevo entre sus piernas, simplemente por el hecho de sentir su propia humedad y el cosquilleo sutil que aun le recorria.
- Totalmente de acuerdo. Hoy mismo lo someto a votacion. El que te coman por las mañanas deberia ser derecho universal. -
No pensaba nada mas en ese momento que no fuera en el tacto de su piel contra la de el, en lo reacia que seguia estando a bajar de la cama y en el que le importaba un soberano cuerno la hora que fuera en ese instante. Los Delta Nu y Adrien y toda la porqueria que les envolvia no podian interesarle menos en ese instante. Una parte de ella temia, claro, porque despues de como habian acabado las cosas con Morgan (incluso peor despues de su ultima confrontacion) y la confesion de Thomas de que habia tenido algo que ver con Kitty, pues bien, no se libraba de su buena dosis de paranoia. No obstante confiaba en que, de una manera u otra, se las iba a arreglar.
- Deja. - Le respondio despues de que le diera el trago a la botella y se estiro por encima de el para poder alcanzarla. No que dejara de beber, sino que le dejara a ella hacerlo. Se la llevo a los labios y bebio sin ningun pudor para despues acercase a besarlo. El sabor de su boca, del alcohol y el regusto a su propio sexo era una mezcla demasiado intensa como para ignorarla. Por eso se volteo para quedar casi sentada sobre su cintura, sosteniendo la botella en una mano y mirandole fijamente a los ojos hasta que una media sonrisa aparecio en sus labios.
- Si me comes asi y me dejas toda mojada voy a querer follar despues. Es ley fisica. - El cabello revuelto y las manchas de maquillaje alrededor de sus ojos no eran su apariencia mas pulida, pero de igual manera se sentia tan comoda y segura como siempre. Lo beso de manera profunda y si se aparto de el fue tan solo para volver a acercarle la botella. Mejor dicho, se la entrego, porque acababa de mandar volar las sabanas para poder quedar mas comoda en el colchol cuando le sujetara el miembro con una mano y se lo llevara a la boca. Derecho universal a que te la chuparan al amanecer... o al medio dia... o a la hora que fuera al despertar.
Empujaba sus caderas con el ritmo que el mismo le marcaba, arqueando su espalda un poco cuando conseguia hacer que toda ella se tensara como cuerda y que entre lo agitado de su respiracion se le escaparan gemidos complacientes. Era facil estando en esa posicion solamente cerrar los ojos y dejarse hacer, centrarse tan solo en su propio placer que le llevaba a cada minuto mas y mas cerca de esa explosion tan intensa que le dejaba aferrando los puños en las sabanas y con las piernas debilitadas.
Una amplia sonrisa - algo perezosa tal vez, pero completamente satisfecha - le cruzo el rostro. Ese sentir de bienestar era algo que no cambiaria por nada, asi que escucharlo le provoco risa. Le rodeo la espalda con su brazo pero al mismo tiempo la mano que le quedaba libre la llevo entre sus piernas, simplemente por el hecho de sentir su propia humedad y el cosquilleo sutil que aun le recorria.
- Totalmente de acuerdo. Hoy mismo lo someto a votacion. El que te coman por las mañanas deberia ser derecho universal. -
No pensaba nada mas en ese momento que no fuera en el tacto de su piel contra la de el, en lo reacia que seguia estando a bajar de la cama y en el que le importaba un soberano cuerno la hora que fuera en ese instante. Los Delta Nu y Adrien y toda la porqueria que les envolvia no podian interesarle menos en ese instante. Una parte de ella temia, claro, porque despues de como habian acabado las cosas con Morgan (incluso peor despues de su ultima confrontacion) y la confesion de Thomas de que habia tenido algo que ver con Kitty, pues bien, no se libraba de su buena dosis de paranoia. No obstante confiaba en que, de una manera u otra, se las iba a arreglar.
- Deja. - Le respondio despues de que le diera el trago a la botella y se estiro por encima de el para poder alcanzarla. No que dejara de beber, sino que le dejara a ella hacerlo. Se la llevo a los labios y bebio sin ningun pudor para despues acercase a besarlo. El sabor de su boca, del alcohol y el regusto a su propio sexo era una mezcla demasiado intensa como para ignorarla. Por eso se volteo para quedar casi sentada sobre su cintura, sosteniendo la botella en una mano y mirandole fijamente a los ojos hasta que una media sonrisa aparecio en sus labios.
- Si me comes asi y me dejas toda mojada voy a querer follar despues. Es ley fisica. - El cabello revuelto y las manchas de maquillaje alrededor de sus ojos no eran su apariencia mas pulida, pero de igual manera se sentia tan comoda y segura como siempre. Lo beso de manera profunda y si se aparto de el fue tan solo para volver a acercarle la botella. Mejor dicho, se la entrego, porque acababa de mandar volar las sabanas para poder quedar mas comoda en el colchol cuando le sujetara el miembro con una mano y se lo llevara a la boca. Derecho universal a que te la chuparan al amanecer... o al medio dia... o a la hora que fuera al despertar.
- Julisa Chee
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Re: After After-Party
-Comerte era parte de un elaborado plan para que después quisieras follar conmigo, ¿no es obvio?-Le contestó a Julisa pensando que no había mejor visión que la de una chica encima de su cuerpo sosteniendo una botella de vodka como si fuera el jugo de naranja de las mañanas. Recorrió sus muslos con las manos y después sus caderas. Podía no ser su apariencia más pulida pero si estaba segura de ella misma era suficiente para que para él estuviera atractiva como siempre.
Tomó la botella que le devolvía, pero en vez de volverla a poner sobre el buró se la quedó. Apretó los labios para retener un gemido de placer al sentir sus labios rodeando su miembro. No tenía que devolverle el favor de hacer de esa mañana algo memorable, pero no le iba a decir que no lo hiciera, ni que fuera un idiota.
Sentir lo que le provocaba la humedad de su boca era lo único que le importaba en ese momento. Si había despertado con la penosa sensación de que algo no estaba bien y que ese perro de Adrien estaría mejor muerto para que Julisa lo llorara lo suficiente y luego lo superara de una puta vez para que fuera feliz, ahora ya no se acordaba de nada.
-No te atrevas a detenerte…-Con la voz entrecortada hizo esa petición. No era una amenaza, era más una súplica, porque lo que sentía iba aumentando a millones de revoluciones por segundo. No sabía por qué Julisa se había tardado tanto en aceptarlo pero la espera valía la pena cuando hacía esas cosas.
La mano con la que no sostenía la botella se fue directo al cabello revuelto de Julisa mientras sentía como palpitaba dentro de su boca, con los codos sostenía la mitad de su cuerpo para poder verla mejor, cambiando de sostén ya fuera para acariciar el cabello de ella o para beber de la botella.
Se sentía como dueño de todo lo habido del mundo y si eso no era ser afortunado, entonces no sabía qué carajos era. Sus piernas comenzaron a temblar como el resto de su cuerpo, el aviso de que estaba a punto de correrse porque ella lo hacía muy bien, si quería quitarse antes de que pasara, era el momento de tomar la decisión.
Tomó la botella que le devolvía, pero en vez de volverla a poner sobre el buró se la quedó. Apretó los labios para retener un gemido de placer al sentir sus labios rodeando su miembro. No tenía que devolverle el favor de hacer de esa mañana algo memorable, pero no le iba a decir que no lo hiciera, ni que fuera un idiota.
Sentir lo que le provocaba la humedad de su boca era lo único que le importaba en ese momento. Si había despertado con la penosa sensación de que algo no estaba bien y que ese perro de Adrien estaría mejor muerto para que Julisa lo llorara lo suficiente y luego lo superara de una puta vez para que fuera feliz, ahora ya no se acordaba de nada.
-No te atrevas a detenerte…-Con la voz entrecortada hizo esa petición. No era una amenaza, era más una súplica, porque lo que sentía iba aumentando a millones de revoluciones por segundo. No sabía por qué Julisa se había tardado tanto en aceptarlo pero la espera valía la pena cuando hacía esas cosas.
La mano con la que no sostenía la botella se fue directo al cabello revuelto de Julisa mientras sentía como palpitaba dentro de su boca, con los codos sostenía la mitad de su cuerpo para poder verla mejor, cambiando de sostén ya fuera para acariciar el cabello de ella o para beber de la botella.
Se sentía como dueño de todo lo habido del mundo y si eso no era ser afortunado, entonces no sabía qué carajos era. Sus piernas comenzaron a temblar como el resto de su cuerpo, el aviso de que estaba a punto de correrse porque ella lo hacía muy bien, si quería quitarse antes de que pasara, era el momento de tomar la decisión.
- Zlatan Fleming
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