Fiesta Alpha

La cosa iba así: Mina, Madisson, gente que no conocía. ¿De que servía ser semiveela si todas se veían mucho mas hermosas que yo, y con mas porte.

Mi hermana coqueteando con Werther, no era de sorprender, el tipo es guapísimo y mi hermana también...seguramente esa partida de beer pong iba a acabar en algún lugar lejano a esa fiesta y mi hermano Ellioth y yo seguiríamos tan solos como llegamos....

NO, Ellioth tenía a miss Poffet, quien por cierto estaba divina con sus mejillas rosadas y todo el outfit. Rayos, me sentí muy sola en esa fiesta, la vida universitaria se parecía muy poco a lo que había visto en películas muggles y a lo que me esperaba.

Me senté con una cerveza embotellada lejos de Ellioth para no perturbar sus planes de socializar con chicos de fraternidad y sobre todo para no hacer mal tercio, ya tenían demasiado con Darren ahí llamándole hermosa a mi amiga. 

Mi vestido azul no me hacía sentir cómoda y me sentía como un soberano desastre mientras mi amiga Maddie andaba por ahí con el tipo que me dio una nalgada en mi fiesta y no encontraba con quien platicar. 

Mi cerveza y yo, un rato mas y nos vamos a casa.

Probablemente sonrió como idiota cuando Mina lo saludó y se inclinó para pasar su brazo por los hombros de Mina en un medio abrazo para luego dejarla, quería darse a la indulgencia del abrazo raído pero no sobre pasar límites.   
Le sonrió con una risita a su comentario sobre su atuendo, "Oh, pues sumado al resto de tu linda persona, creo que has cumplido tu cometido sin esfuerzo."
 
En otras palabras, él pensaba que Mina se veía muy bien, aunque objetivamente, incluso cuando la vio a ella y Harley una vez con el cabello lleno de harina por un accidente en la pastelería, Marcellus pensó que ella se veía adorable, así que su juicio podría estar algo comprometido.
 
Marcellus miró a Joe con interés, curioso de que especialidad era la que el estaba estudiando, "¿Cual carrera tomó tu atención, Joe? Creo que las carreras más notorias están en nuestra facultad, eh."
 
Pardeó mirando a Mina, "Estaban a punto de introducirme al Beer Pong, aunque yo prefiero el licor a la cerveza," dijo señalando al grupo donde estaba Harley, "Estaba con ellos hasta que los vi, vine solo, ya sabes, huyendo de Anette quien estaba empeñada en despeinarme por alguna razón que no puedo comprender, creo que lo disfruta."
 
La pregunta le pareció de lo más normal, técnicamente no había venido con nadie, se encontró con un grupo de amigos aquí.
 
El negó con la cabeza, mirando a Joe tranquilamente y luego a Mina, "Nah, estoy seguro que te tienes su voto, ventaja inicial es que ya sabe quién eres." 

La mención de las TPA le recordó a Kitty y se preguntó cómo estaría, hace tiempo que no la veía

Zlatan alcanzó a escuchar a Maddie apenas al decirle que lo sentía. Fingió que no lo había escuchado solo por no incomodarla ni hacerla sentir vulnerable y solo convocó con magia otro vaso rojo de cerveza, dejando el vacío en cualquier mesa. No pudo evitar la sonrisa cuando le dijo que no debían saludar a nadie porque no era importante y apreció ese esfuerzo de parte de ella. De verdad no le importaba lo que ella quisiera hacer siempre y cuando se quedara con él. La abrazó por la cintura olvidando por una milésima de segundo que tenía una molestia tremenda en la nariz y que de repente sentía que lo invadía un frío inexistente, concentrado mejor en el olor de su perfume y su cabello.

En ese preciso momento sentía que nada podía ir mal. Tenía la sensación tal vez bastante mal encaminada, de que en esa segunda oportunidad podían hacer bien las cosas. Le besó la punta de la nariz por la especie de halago sobre el buen trabajo que hacía y la miró a los ojos para recordarse porque valía la pena todo ese desgaste físico. Quería ser positivo y pensar que todo estaría bien cuando se cuerpo terminara de desintoxicarse.

-Me da igual, mientras no te separes demasiado de mi y me dejes besarte al menos cada diez minutos, puedes saludar a Barack Obama si te lo encuentras. ¿Tus amigos alpha al menos te dieron algo interesante de beber o quieres que te consiga algo más?- Vio como Mina y Violet se acercaban a donde estaban ellos. No se puso tenso ni les lanzó miradas de animal hambriento. Parecía un tipo común y corriente enamorado de la chica que tenía al lado, nada más. Hasta se aguantó la risa de que Mina pareciera tan reacia a saludarlo, todo para no avergonzar a Madison. Le regresó el asentimiento de cabeza y de paso le dedicó uno a Violet para después seguir con la vista al lugar donde se iba Mina por metiche de ver quien era su familiar y porque huía tan pronto de ellos.

-¿Todo bien, Violet?-Quería que se fuera, pero seguramente Madison querría platicar con ella así que se aguantó las ganas de decir nada más y solamente repasó la cintura de Madison con sus dedos hasta que llegó Kitty Likens.

A él le tenían sin cuidado los dramas de universidad y si era presidenta o no, pero la consideraba bastante hipócrita por muchos motivos. De pasar a tolerarla y hasta pensar que a lo mejor no era tan hueca, ahora pensaba que era otra niñita cabeza hueca. Lo mejor de todo era que se daban sus aires de superioridad pero eran igual de boca sucias que cualquier cabrón del Bronx que a la vez hablara como un mariquita.

No le contestó a su pregunta y en vez de eso miró hacia donde estaban Mina, Joe y Marcellus haciendo una reverencia a la mujer de Jesse. Se rió un poco y vio su oportunidad para escapar en lo que Madison se deshacía de ese par. No sabía ni media sobre Marcellus y sus sentimientos pero cualquiera que le hiciera halagos prerrafaelitas a una chica enfrente del primo de Bettina necesitaba un apoyo.

-Creo que ese Lovecraft necesita que le eche un cable. Volveré en diez minutos. Te vigilaré desde allá.-Bromeó con Maddie besando su oreja derecha antes de irse hacia donde Lovecraft, Crawford y Mina.

Cuando llegó al lado de Marcellus, le palmeó la espalda un par de veces y luego estiró la mano en dirección a Joe. -Zlatan. Tú eres el primo de Bettina, ¿no?. Acójanme en su pequeño grupo dispar mientras las perras esas dejan en paz a mi novia. Perdóname Mina, ya sé que son tus amigas pero al menos tú tuviste la decencia de marcharte.-Siempre era sí, terminaba diciendo cosas políticamente incorrectas tarde o temprano.

Harley quería que esa fiesta fuera diferente para ella a lo que había sido su cumpleaños y la verdad lo estaba logrando. Marcellus realmente se había ganado un lugar dentro de sus personas especiales y por eso mismo no quería verlo cabizbajo por el hecho de que Mina estuviera ahí con Jesse. Se había enterado recientemente de su enamoramiento por Mina y de alguna manera eso la movía, como le había pasado en algún momento con Nick y esas cosas, aun que eso no había terminado muy bien que digamos.  Total que animada estaba por acomodar los vasos de beer pong hasta que Odille llego llevándose sin decir nada a Marcellus.  Eso la tomo tan por sorpresa que solamente parpadeo un par de veces y volteo a ver a los demás confundida. Sin embargo antes de que pudiera hacer o decir algo más Gigi llegaba y saludaba a todos.

Las cosas pasaban tan rápido que solamente pudo suspirar y volver al lado de Werther, realmente le habría besado en esos momentos, pero no le gustaba hacer más chismes de los que ya había por ahí. Se dejo besar en la frente y luego soltó una pequeña risa tonta.

Ella no sabía lo que había pasado entre Tyler y Werther ni nada, pero sintió la tensión entre ellos principalmente cuando este llego a interponerse y separarlos.  Harley solamente sonrió y negó con la cabeza incomoda por la situación, no sabía qué hacer o que decir, solamente se quedo callada observando alrededor. Le sonrió a Werther nuevamente y asintió con la cabeza.

Bueno, ¿esto es una fiesta no? Tendré que socializar... déjame te acompaño para asegurarme que escojas bien el whisky… – Bromeaba, por supuesto que seguramente él conocía más de alcoholes que ella, no la necesitaba para eso pero escapar de ese lugar y más con la recién llegada Odille que parecía ignorar a todo el mundo para estar con Thomas tensaban más la situación.  Le dio la botella que tenia a Gigi y luego le dio unas palmaditas en el hombro. -. Cuídamelo, que se porte  bien he! O si no no le des la botella… – Le guiño un ojo, sabía que Tyler estaba en buena compañía.

Se acerco nuevamente a Werther para ir hacia algún otro lado.  Cuando él saludaba a alguno que otro sujeto ella solamente hacía lo propio con una media sonrisa en los labios, a muchos los conocía por que a veces pasaba ahí por Demian o Nick, pero nada muy cercano, solo de vista, aun estaba en incidente de Billy borracho en su cumpleaños y todo, que no la dejaba vivir.

Bueno, tu eras el que vivía aquí, ¿Dónde guardan su mejor licor? Ese del que no le comparten a la plebe…

Me bastaron tan solo un par de minutos para darme cuenta de que en realidad, las diferencias entre esta chica y la mujer que me había destrozado la vida (no… solo la mujer que fue parte de mi pasado, porque pensar en que me destrozo la vida es como, ya saben, poco sano y se supone que ya trabaje mucho en eso) eran a cada segundo más notorias; sobre todo hablando de la manera en la que se desenvolvía. Wilhelmina era la fiel imagen de una chica que sabe cómo atraer la atención de quien desea, y que además se siente más cómoda que nadie al respecto.
 
La llegada de Marcellus me obligó/ayudó a tratar de dejar de hacer conexiones mentales entre el presente y mi pasado. No era, de ninguna forma, algo que me fuera a llevar a algún lado a corto plazo, ni siquiera sintiéndome tan cómodo encontrando las diez diferencias. Estuve cerca de ignorar por completo cualquier cosa que ambos chicos estuviesen diciendo, hasta que la propia Wilhelmina me pidió que le contara al que acababa de llegar en qué carrera me había yo metido.
 
-¿Qué?, oh… Cooperación Mágica Internacional. Era lo más cercano a lo que había estado estudiando en Londres, así que… sí.  
 
Rígido como una puta roca. Sabía qué clase de sensación podía dar a las demás personas con esas respuestas casi mecánicas que me hacían parecer un simple árbol en medio de aquel salón. Traté de snreir, y lo hice, encogiéndome de hombros al escuchar a Wilhelmina decir que ya estaba ebrio. Probablemente sí que lo estaba, pero la ebriedad era más producto de mis propios trastornos que de cualquier tipo de bebida.
 
-Qué bueno que lo interrumpiste. La verdad es que la chica parece como de 17 años, no quiero volver a pisar una celda por una estupidez como esa-
 
Si Joe, a nadie le interesa que has estado en prisión. El golpe de Wilhelmina en el hombro me tomó por sorpresa, casi tanco como para estar a nada de reaccionar de mala forma y empujarla, o algo mucho peor. Por suerte no fue así, fruncí el ceño por un segundo, tan solo un breve instante antes medio sonreír secamente. En esos momentos, un chico con el cabello bastante corto llego a nosotros, palmeando la espalda de Marcellus y masticando aquel acento que me era completamente ajeno y difícil de comprender.
 
-Ese soy, el primo de Bettina.-
 

Estiré la mano para encontrarme con la suya, y sonreí. El chico, de alguna forma, me recordaba demasiado a mi yo de hace unos cuántos años. Pero de nuevo ahí estaba, metiendo cosas del pasado en situaciones del presente. Tenía que buscarme la forma de evitar ese jodido hábito que si no tenía cuidado iba a terminar jugándome una mala pasada tarde que temprano.

-Fue idea de Marcellus. ¿Lo conoces? Supongo que si, estabas hablando con él, disculpa mi mala educación pero era importante.

Respondió al momento de sentir la mano de Thomas descansar en su cintura. Tuvo el impulso de poner su propia mano sobre la de él pero se detuvo, en vez de eso, alcanzó un vaso que estaba cerca -o más bien que le robó al mismo muchacho al que le había robado su cerveza cuando recién había llegado, le sonrió nuevamente y al parecer solo eso bastó para que el chico no dijera nada- y, a pesar de no saber qué era el contenido del vaso color rojo, comenzó a beber dando largos sorbos. 

Notaba un poco extraño a Thomas pero podría deberse a que seguramente habría fumado peyote o algo por el estilo. No le molestaba, ella lo había hecho en innumerables ocasiones pero en ese preciso momento le hubiera gustado que estuviera sobrio. Frunció los labios. 

-Yo ni siquiera me se la teoría del Beer Pong, seguro termino perdiendo. ¿Se tienen que beber la cerveza los perdedores? Mira que yo puedo ponerme ebria sola, sin ponerme más en ridículo perdiendo.

Era la verdad, no sabía absolutamente nada del Beer Pong y en realidad nunca lo había visto ser jugado. Irónico, quizás, por todo el tiempo que llevaba en la Universidad pero sinceramente nunca le había llamado la atención. No le entendía y tampoco era que tuviera unas ganas incontrolables de jugarlo. En ese momento, sinceramente tenía otras cosas en mente y sabía que terminaría perdiendo jugara como jugara. 

Se terminó el contenido de su vaso rojo de fiesta en casi dos largos sorbos y luego le pasó la mano a Thomas por los hombros para depositarle un beso en la mejilla. Había extrañado hacer eso, la proximidad de ambos en cualquier instante, que la abrazara o que la juntara a él de cualquier forma posible. Sonrió y se acercó a su oído después de ver a lo lejos a Kitty Likens. Había habido rumores de que algo había pasado entre Ella y el Delta pero Odille intentó no prestarle demasiada atención. Simplemente aprovechó la cercanía y se dirigió al oído del Navajo. 

-Oye, ¿crees que podamos salir y hablar o algo? ¿O estás en el viaje todavía? Necesito hablar contigo.

Me largo, me largo de aquí, nunca me había sentido tan sola, ignorada por mis hermanos y sin amistades de verdad. 

Me levanté con mi cerveza en mano y de un sorbo la terminé. Ya estaba demasiado lejos de Darren y mi hermano así que crucé el lugar con mi estúpido vestidito azul que con trabajos escogí para esa fiesta, sintiéndome de lo más idiota por que esperaba quizás ver a Nate...

-Hermano- dije cuando llegué con Ellioth tomándolo del brazo y acercandome a su oído para hablar con él en secreto.

En París era muy popular, tenía amigas y pretendientes, aquí solo era la hermanita de Harley y la melliza del "Semiveelo"...Ellioth y yo aún no teníamos cabida en la vida social de BK, quizás me acompañaría a largarnos de ahí.

-Me aburro, me quiero ir....¿Vienes? 

No quería aguarle la fiesta, de por sí el no es muy abierto con las personas y esta vez lo hacía mejor que yo, pero no estaba de más preguntarle si deseaba aplicar una huída con su querida gemela o quedarse.

-Si no quieres no hay problema, estas con Poffet y Darren, yo puedo aparecer en el departamento...pero ¿No te molesta si te dejo? 




Off rol: ***No he muerto, ya voy a revivir en BK, pueden si gustan disuadirme de no irme de la fiesta :) si no gustan socializar conmigo pos me mato del post ***

Y como si de repente hubiese traído la peste negra con ella (había algo de cierto en eso en la sangre que le corría las venas pero no era para tanto), todos se habían esfumado y ella se había quedado con un vaso de bebida de contenido desconocido en una mano, la botella de Harley en la otra y con Tyler en frente.  A ella le agradaba Tyler hasta cierto punto pero sabía bastante bien que no era el alma de la fiesta, su amargura iba a hacer que se durmiese allí de pie.  Que cosa más injusta!

Torció la boca en un gesto de molestia evidente y le extendió la botella a Tyler - la verdad no me interesa que te portes bien, quién quiere portarse bien en una fiesta? - miró una vez más las mesas de beer pong y luego a un grupo de pequeñuelos de primer semestre, además iba a tocarle hacer de niñera? que se jodieran! 

- Vamos a jugar o algo, Tyler? porque como que todos de repente pasaron de solteros a tener parejas y como que nos quedamos tu y yo - estaba Darren, no lo había pasado por alto pero no era el tipo de lugar en que quería jugar con él, le hacía falta algo de carne nueva o menos usada al menos - mi apuesta sigue en pie - finalmente le hizo una seña a los enanos para que no se sintieran muy dejados de lado y esas cosas - se unen o qué? comúnmente se juega en parejas pero también es posible de forma individual.  La idea - y lo explicaba porque una chica de cabellos blancos parecía bastante confundida - es que cada equipo se hace a un lado de la mesa, se lanza una pelota y no se debe dejar entrar la pelota en ninguno de los vasos del lado en que se está.  Si el equipo contrario mete una pelota en el vaso el vaso es retirado y el oponente debe tomarse el contenido.  El equipo que golpee todos los vasos del oponente gana.  Hay variaciones y demás pero esas reglas las hablamos cuando acepten, porque van a aceptar no es así? - miró principalmente a Darren y Ellioth porque la blanquita estaba con cara de desmayarse.

Luego llegó una preciosa rubia y parecía con ganas de llevarse a Ellioth así que volvió con Tyler - jugamos o al menos nos vamos por más bebidas? esto es absurdo - 

Le causaba malestar la rapidez con que pasaban todas las cosas allí.  Tan acostumbrada siempre al lento pasar del tiempo y al silencio de las bibliotecas aquello era simplemente demasiado.  Harley y su grupo se habían disuelto y solo quedaba una castaña demasiado animada y con ganas de beber con aquel juego de las bolas y los vasos, y Tyler con su cara amargada que ni parecía estar en una fiesta, de verdad no sonreía nunca? Ellioth y Darren parecían ausentes y esto solo la hacía estar más y más segura de que no debería haber ido.

Se dio cuenta que Evelyn se había sentado por ahí con una cerveza y cara de aburrida.  Personalmente había creído que una belleza como la semi veela iba a conseguir pareja muy rápido pero evidentemente se había equivocado porque todo el mundo parecía emparejado menos ella, eso no estaba bien.  Por qué algún chico iba simplemente a ignorarla?  estaba bien hermosa con su vestidito y además pues tenia esa belleza natural que nadie podía igualar, quizá otras semiveelas pero no contaban con muchas por ahí. 

Se volteó a decirle a Ellioth que iba a ir a hacerle compañía a Evelyn porque la visión de la gente jugando borracha no le emocionaba mucho, y así de paso se escurría de la invitación que la castaña les lanzaba para que se unieran al juego, pero la voz de Evelyn la hizo soltar un gritito apenas audible por Ellioth que la tenia bien pegada a él - No te vayas Evelyn - alcanzó a decirle - si yo tengo que quedarme más aún tu - soltó la mano de su amigo y tomó la de su gemela - ven, vamos a pasear por ahí, si no tienes pareja al menos podemos ver chicos guapos no? - trató lo mejor por darle una sonrisa de camaradería y la haló hacía adentro de la casa porque ya empezaba a hacer frío también afuera donde estaban las mesas esas.

- Estás muy hermosa, perdona por no saludarte antes, Evelyn.  Estabas algo ocupada siendo el alma del grupo, pasando bebidas y demás, no pensé que de repente todo el mundo iba a separarse y olvidarse de la más hermosa.  Son unos tontos - le apretó la mano y se acercó a una mesa con bebidas y snacks - no me fio de las bebidas pero crees que hayan podido ponerle algo a la comida? para evitar showcitos con mis nervios no he comido nada desde el desayuno y ya muero de hambre - confesó sonrojándose un poco - pero si ningún chico viene a decirte babosadas a ti, creo que yo estoy a salvo - soltó una risita por lo bajo y volvió a mirar la comida con indecisión.

- Evelyn - dijo después de finalmente agarrar un puñado de papas fritas que se veían de lo mas normal y llevarse un par a la boca - de verdad viniste sola? no tenias una cita o alguien por quien quisieras venir? es que... dudo que hayas venido no más por darle gusto a tus hermanos - no era de las que se sentaba a cotillear pero no iba a quedarse ahí calladota si la idea es que su amiga disfrutara al menos un poquito de la fiesta.

-Por estas cosas te amo Poffetcita, estaba muy aburrida y yo creí que tenías algo con mi hermano y decidí no molestarlos, pero no cabe duda que los hombres son unos idiotas, mas aún los magos, mira que dejarnos solitas en una fiesta así. 

En verdad sentía paz en mi alma por que Madeleine estaba ahí, eso aseguraba que al menos no la pasaría mal y no tendría que irse como rechazada a su apartamento.

-Tu come, comer es bueno jaja, no creo que le hayan puesto nada a las bebidas ni a la comida, yo me he tomado una cerveza y me siento perfectamente- Le acerqué un sándwich a la rubia y tomé uno para mi dándole una enorme mordida.

- Sabes, somos muy bonitas, pero creo que estos chicos buscan mas que eso, menos Ellioth, el si tiene corazón. Dije mirando a las chicas alrededor- Ve a Maddie, es bonita, es semiveela pero creo que su personalidad es lo que les llama la atención de ella...Está loca, en el buen sentido. Nosotras no sé, quizás deberíamos desenvolvernos mas.

La verdad no tenía ganas de pertenecer a ninguna fraternidad o grupo de "amistades" de la universidad, no aún, había escuchado tanto cotilleo, tanta mentira y estúpideces que me sentí muy insegura, de pronto todas eran fáciles, o borrachas, o lo que sea aunque no fuere verdad, la universidad era para mi un nido de zopilotes esperando a que una caiga para tragarse sus despojos. 

-Me da miedo la universidad bonita- le dije poniendo carita triste... -Salí con un chico que me emocionó mucho, un Alpha, por eso estoy aquí, pero al parecer se lo tragó la tierra y no me ha vuelto a llamar, no pasó de un beso en una fiesta que hice en el apartamento, pero esperaba al menos me volviera a invitar a salir-  

Le conté contestando a su pregunta de por que había ido a esa fiesta...- Se llama Nate, tu sabes algo de un tal Nate Bloodworth? - Pregunté con interés pero sin mucha emoción, concluí mi pregunta dándole otra mordida enorme al sándwich que llevaba en las manos como si se tratara mas de un picnic que de una fiesta

Le dio un beso en la mejilla a Madison al llegar hasta donde estaba, no fue uno de Judas aunque ya se imaginaba los comentarios que correrían en su fraternidad al día siguiente, pero esa noche no, o eso esperaba. No dejaría salir de su boca aquellas verdades que ya le había recitado en su habitación, esas que frente a Mina no repetiría porque no quería hacerle un cargamontón que la pobre no se merecía.
 
Mina escapó y ya sabía que no la iban a matar apuñalada en la fiesta de los Alpha pero le pareció un momento de lo más incómodo, era distinto el estar con alguien más junto a esa parejita a ser un simple mal tercio, más cuando apenas podría tener una conversación con Madison porque con él no tenía nada en común. Y ni siquiera con su amiga iba a poder hablar a gusto, por qué no podía salir con Robert Cohen o con Wade Branagh, los hermanos Bloodworth siempre eran una buena opción.
 
Y caída del cielo llegó Kitty con esa expresión eternamente dulce en el rostro, no la veía desde su tragedia social pero ya parecía algo repuesta. Tampoco es que hubiese hecho algo tan grosero como Laise, aunque su problema tuvo el mismo nombre y apellido, el mismo que afortunadamente había visto con una de las Lovecraft que a pesar de tener un apellido antiguo era más de su tipo de gente.
 
-Sí, todo bien Zlatan. No le hagas caso a Kitty, se te ve bien.-algo así como un halago debía bastar para demostrarle a su amiga ese amor que le profesaba, para hacerle saber que no iba a hacerle pasar un mal rato frente a su caso de caridad que gracias a la magia ya se iba con una excusa semi civilizada, el trabajo que le habría costado.-
 
Blanqueó los ojos luego de que se fuese pero fue hacia la nada, un gesto involuntario que pudo disimular con una sonrisa rápida hacia sus dos amigas. Había vaciado ya su primer vaso y ahora parecía que beberían cerveza, todo fuese por los Alpha.

-Se te ve linda, Kitty. Ojalá ya regreses, te echo de menos.-no era tan amiga suya como sus hermanos pero era cierto, la echaba de menos pero en ese momento había algo más grave. Volteó para mirar a Madison dándole un sorbo a su cerveza.-¿Ya son novios? Es decir… ¿oficialmente?

No tenía ni la más mínima idea de quién carambas era Anette. O sea, no se sabía los nombres de los Lovecraft a fondo y los conocía como el resto del mundo los conocía, así que trató de hacer rápida memoria de las chicas que conocía del campus para ver si daba con una Anette y nada. De cualquier forma no hizo comentario alguno al respecto de quién era Anette.
 
Iba a agregar algo, cualquier cosa –quizá proponerles, precisamente, jugar beer pong- cuando apareció Zlatan. Miró hacia donde había estado antes, con Madison, y vio que Kitty también se había unido al grupo. Frunció el ceño cuando dijo eso de “esas perras”. No recordaba haberle dirigido la palabra nunca más allá de lo necesario, pero estaba muy claro el por qué, el tipo era bastante intolerable cuando abría la boca.
 
-Tan fino tú.
 
No iba a echarle a perder la fiesta a nadie. Miró a Marcellus y puso los ojos en blanco a modo de broma, antes de volver a ver a Joe para retomar la plática que no involucrara que nadie hablara de sus amigas. Volteó a ver a la chica TPA a ver si de verdad parecía de 17 años y soltó una risa, porque era un tanto cierto, solo que tampoco dijo nada respecto a eso.
 
-¿Qué estudiabas en Londres?
 

Estaba tratando de sacar conversación de hasta debajo de las piedras, pero ya no sabía qué más decir. Joe era el equivalente a una iguana que no decía nada, Zlatan era un odioso. Miró a Marcellus en busca de auxilio, aunque no estaba segura de que el chico Lovecraft pudiera interpretar su mirada. Bajo estas circunstancias, solo quedaba beber y seguir bebiendo para llenar los espacios vacíos.

-Nunca jugué beer pong. En mi juventud solo bebíamos porque sí. 

Claro, seguía siendo absurdamente joven en comparación a los ahí presentes -no tanto- así que eso fue claramente una broma. Miró a todos lados haciéndose la loca, le hubiera gustado integrar más a Joe o algo, pero no encontraba por dónde.

- Pues Ellioth fue quien insistió que viniera pero dudo que haya sido en modo cita, él dice que es bueno que socialicemos si un día queremos pertenecer a una fraternidad.  Yo no estoy tan animada a hacerlo pero eso le vendría muy bien a su curriculum.  Yo es que las he estudiado una y otra vez y simplemente no me veo cabida en ninguna, quizá cuando esté en 4to ya hayan cambiado las cosas pero por ahora no me interesan - ojala y hubiese sido algo con Ellioth pero el tonto se había quedado por ahí con Darren en las mesas del beer pong y ni enterado de la vida.  Era mejor así para no avergonzarlo y darle algo de su tiempo a Evelyn que siempre era tan amorosa con ella.

Aceptó el sándwich que le pasaba con algo de incredulidad, pero cuando vio a la semi veela comerlo con gusto y que nada inmediato pasaba decidió que era suficiente para creerle que estaban limpios.  No estaba segura por qué pero aquellas fiestas de las fraternidades se le hacían algo peligroso y que uo debía irse con cuidado.  Quizá por los borrachos inconscientes en el piso, unos por ahí que tenían pinta de drogados o por la forma inapropiada en que algunos se manoseaban abiertamente en los rincones y muebles. Madeleine prefirió pretender que ni se daba por enterada aunque sus mejillas se pintaran de rojo.

Al parecer Evelyn también notó lo que ella y no pudo menos que asentir con la cabeza enérgicamente, se estaba bien extraño ahí solas mirando ese escenario. No sabía ella sobre Ellioth aunque le gustaba creer que él prefería la biblioteca a estar manoseando Tethas pero las hormonas eran raras y en los chicos mucho más así que ni metería su mano al fuego por lo que su amiga decía de él, era mejor así para no decepcionarse.  Miró hacía donde estaba Madison, su relación con ella siempre había sido extraña, como si la semiveela siempre la hubiese tratado por obligación.  En ocasiones era amable con ella y en otras se ponía de lado de quienes la abusaban.  Si, era demasiado hermosa y aunque no le gustaría ver a Evelyn convertida en lo que ella si deseaba que la gemela de Ellioth pudiese adquirir una personalidad más fuerte que fuera con su indiscutible belleza.

- Quizá sea eso.  Yo como lo más posible es que muera rodeada de 30 gatos ni me hago a la idea de mejorar mi carácter.  Después de todo eso solo me daría para tener un novio aquí y otro allá pero nada concreto.  No me interesa vérmela con esta clase de hombres - hizo un abanico con su mano para dejar en claro que si bien la mayoría eran guapos no había mucho que rescatar de ellos para su gusto.  Entonces entró el nombre de Nate en la conversación y la albina se mordió el labio inferior.

- Si, lo conozco.  Se podría decir que somos algo parecido a amigos, aunque a la final fuese su increíble insistencia la que terminó logrando que aceptara hablarle porque de otra forma esa amistad medio rara que llevamos no hubiese ocurrido jamás - le pareció más que adecuado dejar de lado lo del beso y su rechazo para no molestar a Evelyn porque sus ojillos habían brillado cuando lo había nombrado - también llevo ya semanas sin saber de él y eso que siempre me buscaba para que le ayudase con algún trabajo o algo, no sé, talvés haya salido a alguna practica o de visita a su hogar por algún motivo y no demora en volver - le sonrió con amabilidad a su amiga preguntándose también sobre el Alpha.  Hasta ahora no se había preocupado por él pero cuando lo viera le iba a halar las orejas por andar besando niñas y dejándolas esperando que les volviese a hablar.  Eso no estaba bien hecho, si solo quería algo de una noche debía dejarlo bien claro.  Y que dejara de perseguir chicas tan pequeñas, era un completo desastre ese chico.

- No te pongas triste por uno y su beso, así son ellos y sus locas hormonas. Quieren con una y la otra.  No te quedes esperándolo, seguro aparece algo mejor - Nate era grande y guapo, pero no el tipo que le diria a si amiga que valia la pena esperar.

A Jesse le hizo un mohín de niña caprichosa con su brillantísimo comentario acerca de la sobriedad de su hermano. Y otro mohín de asco por sus comentarios acerca de cuidar los bolsos, aunque ni conocía al tipo con el que iba a Madison ni sabía el contexto. Lo siguió mirando como un insecto durante un rato considerable hasta que Jude intervino, sacándole una risilla no porque en realidad le hubiera hecho gracia lo del trash talk, sino solo por ser fastidiosa. Dio un beso en la mejilla a su hermano.
 
Cuando se alejaron miró a Jude y le dibujó una sonrisa leve ante su petición de salir de ahí. Negó ligeramente con la cabeza, no porque no quisiera salir con él a cualquier parte, sino porque quizá seguía con su novia y tampoco quería ser una fácil, quería hacerse tantito la interesante, solo porque él le importaba.
 
-Claro que no me voy a ir de la fiesta de mi hermano, loco. Si quieres invitarme a salir hazlo como se debe…y cuando estés soltero.
 
Le guiñó el ojo y luego se paró sobre la punta de sus pies para darle un aparentemente inocente beso en la mejilla. Aún con los tacones él le sacaba como media cabeza. Alguien le pasó muy amablemente un vaso de cerveza, de los típicos rojos, y Jessica brindó con Jude antes de darle un discreto trago, no el tipo de trago que le daba a cualquier bebida alcohólica con sus amiguitas en Perú solo para hacerse la interesante.
 
-Se vería muy mal que la recién llegada hermanita de Bill huyera de la fiesta con un Alpha. Mejor salimos al patio, y ponme al día.
 
Lo tomó de la mano para salir y claro, terminó pasando al lado de Darren y de Ellioth. No lo pudo evitar, le dio un empujón mal intencionado al segundo con la esperanza de que mínimo se terminara tirando alguna bebida encima de su ropita. Y milagro que no había visto a Madeleine, porque sus planes para la noche la hubieran incluido seguro. No miró a Darren ni de chiste, porque lo último que quería en ese momento era delatarse enfrente de Jude o enfrente de cualquier otro Alpha, en especial con Billy rondando, aunque no sabía si a Darren le importaría que lo ignorara deliberadamente, por más que le gustara pensar que sí.
 
-Ay, fíjate… 
 
Le dijo a Ellioth con tonito de fastidio antes de jalar más a Jude para ir afuera de la casa.

No iba a negar que en ocasiones pensaba que Zlatan no era muy demostrativo pero había esos cortos momentos donde solo una de sus acciones la hacían poner tan tensa y tan cómoda al mismo tiempo que era como olvidarse del resto. Quizá exigía demasiado y por eso era difícil que se sintiera satisfecha, aunque suponía que no era la única. Si, era una tontería del tamaño del universo y quizás estaba equivocándose en esa nueva oportunidad. Quizás ellos no estaban destinados a estar juntos pero ser positivos no les haría daño, ¿verdad? Lo peor que podía pasar esa noche es que él la terminara delante de todos.

Entonces vio acercarse a sus amigas y en su mente cruzo dedos para que ninguna ofendiera al medio croata con algún comentario extraño, saludando a cada una como correspondia. Mina la hizo sonreír en medio de todo aunque sabía que su encanto estaba devaluado. Por algo quien había ganado la corona a Miss BK había sido ella, y si, eso era algo que jamás olvidaría. De todas formas agradecía que tanto ella como Violet se acercaran a saludarlos de buena fe pero cuando llego Kitty se descoloco un poco. No olvidaba que la dejo de lado y que no le conto nada de lo que le estaba pasando, ni sabía si estuvo fuera del país o recluida en su cuarto por vergüenza.

Pero era Kitty, y en medio de todo su desamor aun la consideraba parte de su vida así que le dio un abrazo de esos que das a los que regresan de un largo viaje. Mina ya se había ido a saludar a quien sabe quién y solo cuando Zlatan le dijera que iría a echarle un cable a un amigo supo de quien hablaba. Con una sonrisa le dio el visto bueno y en parte celebrando su broma de que la vigilaría desde allá, pero no iba a negar que se puso algo celosa por un momento al pensar que su partida se debiera a querer seguir a la novia de Jesse más que otra cosa.

— Regresamos hace unos días así que podríamos decir que si es oficial. Alégrense por mí, vamos — no es que esperara a que la feliciten pero bromear no era un crimen, ¿oh si? como fuera aprovecho en pedirle a un tipo que les acercara algunos vasos de esa bebida especial que tenían los Alphas por ahí, a las tres por supuesto. — Mas bien que Kitty nos cuente si ya se desintoxico de sus gustos exoticos — juraría que vio a Thomas por ahí junto a otros poco presentables y no quería imaginar que se le ocurriera acercarse para acosar a la pobre Theta.

— Por cierto, veo que Jude volvió muy oportuno para el aniversario, al igual que Jessica. Esa chica siempre me encanto, tan linda ella — en realidad estaba mirando a todo mundo porque era raro que la morena no conociera a todos aunque fuera de vista, incluso a los indeseables, al menos a la mayoría. — Lastima que le tocara ver por su hermano luego que se emborrache hasta las orejas una vez más. Merlín quiera que no se ponga como salvaje a pelear con Crawford o con algún otro. Después de todo asumo que la relación sigue tensa por lo de Mina y sus gustos varios. Tan inclusiva ella — ¿veneno? Solo un poco, pero era inconscientemente. Por amor al arte, como dicen.

No estaba alucinando ver colores por todos lados y que la gente ahora tenía bolas de billar por cabeza, más bien estaba como relajado, concentrado en varios detalles a la vez y por momentos se alejaba de donde estaba su yo físico para dar una vuelta por el lugar. Era eso o así se sentía, su percepción era otra, sentía su corazón latiendo irregularmente pero no lo creyó algo grave, incluso una sonrisa marcada estaba dibujada en su rostro.
 
Se dejó llevar por Odille y quiso proponerle ir a dormir o algo así, no porque no quisiera hablarle o hacer alguna otra cosa, era la paz que lo rodeaba, sentía que si se recostaba en ese mismo momento iba a acabar dormido como sobre una nube. Pero no le dijo nada, sólo siguió sonriéndole y fijándose en sus facciones que parecían emanar más encanto que hacía unos dos minutos.
 
Él tampoco era un experto del beer pong pero lo había jugado, no era el mejor pero se defendía, sobretodo porque jamás le gustó beber mucho y el no perder era desde cierto ángulo una maniobra de supervivencia. La escuchaba y la sentía ronronear, como si lo incitase a acurrucarse a su lado, a besarla. Bueno, a besarla siempre lo incitaba sólo con ponerse delante suyo pero ahora se sentía más fuerte.
 
El beso lo recibió de buena gana, de hecho esperó que fuese en los labios pero en la mejilla estaba bien. No sonrió más porque sentía los músculos demasiado relajados ya, se sentía letárgico, como un mueble que apenas veía lo que hacía con él. No se dio cuenta de que acababa de moverse para acercarla, sus sentidos se veían disminuidos por momentos y era uno de esos momentos.
 
No vio a Kitty y fue una suerte, quién sabe lo que el peyote hubiese provocado al tenerla en frente de nuevo. Más que nada por el impacto, hacía meses que no la veía y ya se había cuestionado el cómo iría a reaccionar ante ella. Ahora pensaba que como si fuese cualquier persona, pero el peyote a veces tenía sus propios planes.-Hablemos, hablemos. No creo que baje en un rato pero vamos, ¿a dónde quieres ir?-

No sabía si sería capaz de mantenerse atento a cada una de sus palabras porque sí, seguía en el viaje y no aterrizaría hasta dentro de unas horas. Pero podía escucharla y recordar lo que le dijese, o eso se decía mientras buscaba abrir más los ojos como si eso le fuese a generar una beneficio a su atención o a su memoria.

Recibió a Zlatan dándole un ligero empujón con el hombro a modo de saludo y trató de no reírse por la tan casual y al mismo tiempo despectiva manera en la que se refería a Violet y Kitty, girando los ojos.
 
"Cuidado, te van a abofetear otra vez," le dijo en broma, aunque en pronostico, si podía pasar.
 
Miró a Mina e imito el gesto de ojos en blanco, aunque le duró poco, no puedo evitar reírse al ver aquella expresión en ella, la verdad se veía muy linda relajada y hablando, le alegraba que por lo menos pareciera estar pasando un rato agradable, aunque este fuera de corto vivir, Mina parecía querer decirle algo con la mirada, el problema es que Marcellus no estaba seguro de que era.
 
Casi se da en la cabeza con el vaso al entender que Mina estaba haciendo un esfuerzo por mantener un conversación con todos, aunque Joe parecía estar entre el momento y un indefinido estado de perdición en su propia mente, le recordó cuando sus familiares con dominio del ojo interno están a punto de tener alguna visión, aunque duda mucho que fuera el caso.  
 
"Pues entonces podemos seguir con la tradición de tu juventud y simplemente disfrutar de la variedad alcohólica presente, personalmente me gustaría dejar la cerveza a un lado, me está fastidiando el sabor," aun así le dio otro trago, contradictoriamente. Tendría que tomar un par de vasos con agua si quería beber otra cosa, no quería terminar ebrio sin remedio en la casa Alpha por mezclar licor con cerveza.
 
Escuchó a Joe afirmar su conexión familiar con alguien de nombre Bettina pero Marcellus no tenía ni la más remoto idea de quien era, el apellido no le decía nada. Al menos en su caso familiar era muy sencillo distinguir que eran familiares, si es Lovecraft y está loco, claro que es pariente, no más distingues si es tu Primo/Tío/Sobrino.
 
Miró a su alrededor, buscando al menos algo de terreno neutral para seguir la conversación, Zlatan era mejor que el en esos casos, aunque Marcellus tenía la costumbre de hablar demasiado, el problema es que hablaba de cosas que le eran de relevancia a él, no tenía idea que le interesaba a Joe escuchar o siquiera si quería estar ahí, el chico se veía bastante apático de momento.
 
"A ver, ya que están aquí y son un variado grupo díganme honestamente si irían a verme sobreactuar más de lo que ya hago en la obra que estoy preparando con el Club de Teatro, o de plano no les importa, pueden ser sinceros, quiero hacer una contabilidad de que tan mala o buena idea fue el sugerir esta obra," dijo de la nada porque, honestamente, no quería aguantar el silencio incomodo que estaba amenazando en llegar, "Amadeus… Y no, no estoy hablando de la canción Austriaca… aunque probablemente eso hubiera atraído más audiencia." 

Al menos no podrían acusarlo de no intentar socializar un poco.

La fiesta pasaba a su alrededor pero él se había mantenido estático, todo era muy nuevo para él, desde los tipos vitoreando a otros para que siguieran bebiendo alcohol de unos enormes barriles de cerveza hasta los sujetos medio fajando en la puerta de la entrada. El libertinaje de la adolescencia no era de su tipo, pero tenía que estar bien relacionado si quería dejar un buen impacto en la sociedad en esos momentos en que, a penas y podía ser reconocido como el hijo de la actual jefa de aurores de estados unidos. Sinceramente eso era mejor que ser encasillado como “El hermano menor de Evelyn y Harley”, no es que no quisiera a sus hermanas, pero se habían encargado de darse una fama que no le iba a ayudar mucho realmente.

Tenía un vaso entre las manos, de esos rojos de plástico. No sabía que tenía dentro, si cerveza, whisky o cualquier otra cosa rara que los Alpha pudieran dar en sus fiestas. Estaba curiosamente viendo dentro de las profundidades del mismo cuando Evelyn llego a ellos a robarse a Madeleine o lo que fuera. Él no dijo nada al respecto, solo se hizo a un lado, junto con Darren y apretó los labios en un gesto de disconformidad, ya se las arreglaría luego con ella.

La música estaba fuerte y la gente muy ruidosa, sinceramente estaba pensando en irse o ir a hablarle de una vez al presidente Nu Delta quien había hecho su aparición recientemente. Le dio un codazo a Darren solamente para verificar si sus suposiciones eran ciertas.

¿Oye, ese es el presidente Nu? ¿Alexander Bloodworth? ¿crees que quiera hablar conmigo? – No quería sonar Fanboy, no lo era, solamente que aun no estaba acostumbrado a socializar. Estaba precisamente decidiéndose entre si ir a hablar o no cuando, tras dar un paso hacia atrás, escucho a alguien golpearlo y luego quejarse. Reconoció esa voz inmediatamente, la dueña de sus pesadillas desde primer año, Jessica Snyder.

Le pasaron muchas cosas por la cabeza a la vez, tanto así que solamente pudo quedarse ahí sorprendido y sin decir nada a cambio. Se le quedo viendo como bobo por lo menos unos 30 segundos, como si el mundo se hubiera detenido de pronto y él temiera que le fuera a meter la cabeza en el lodo o algo así.

Hola a ti también Jessica.. – Dijo de mala gana, luego volteo a ver al hombre que la acompañaba y decidió darle un trago a la bebida que tenia, fuera lo que fuera era mejor que alguna conversación con ellos dos.

La llegada de Zlatan no había significado, en realidad, un punto de quiebre para que aquel pequeño grupo dejara de sentirse tan desencajado. En realidad, si lo ponía en perspectiva, era realmente yo quien hacía que el aire se cargara de cierta incomodidad silenciosa; porque resultaba más que obvio que el chico Marcellus, con todo y sus reverencias victorianas, tenía cierta empatía con Wilhelmina que seguramente en otras circunstancias lo arreglaría todo. De hecho, si tengo que ser más específico, era bastante evidente la manera en la que se le iluminaba la cara a Lovecraft cuando le ponía los ojos encima a la novia de mi primo. No lo culpaba…
 
-¿Antes de convertirme en un sociópata desquiciado?, si trato de recordarlo bien… creo que era Sociopolítica, aunque más que estudiar, andaba por ahí disque arreglando el mundo y confabulando en contra del estado. Como te imaginarás, nunca logré gran cosa…
 
De pronto, sentí que ya había hablado demasiado al respecto, lo cual podía auto-interpretar como algo positivo considerando que antes de ello bien me podrían haber confundido con una roca ahí en medio de la sala. Asentí con la cabeza mientras Marcellus nos informaba acerca de alguna obra que, en efecto, poco o nada me podía importar. Traté de tener la cortesía de al menos fingir que le ponía atención, porque era lo que se merecía alguien que estaba tratando de descongelar el asunto.
 
-Yo no conocía el Beer pong. En Londres los juegos eran un poco más… ¿neandertales?, no sé. Solo se trataba de sentarse alrededor de la mesa, beber y cantar tonterías con los colegas. Si, así tal cual, cantar como si estuviéramos en las gradas del estadio. Perdóname Wilhelmina, ya sé que suena como de viejos. Un día te invitaré al piso de Angus y te muestro otros juegos más interesantes, seguro se me ocurre algo bueno
 
Tras darme cuenta de cómo había sonado eso, apuré mi bebida. De hecho, luego de sentirme tan pasado de moda como la propia Londres, tomé la botella entera de vodka que flotaba por ahí junto con las otras bebidas, y rellené mi vaso en un intento desesperado por ponerme ebrio cuando antes, bajo riesgo de perder los estribos y atrapar los labios de Wilhelmina que a cada segundo me parecían más apetecibles, en parte porque lo eran, y seguramente también en parte porque besar a la chica de mi primo en frente de otro chico que se moría por ella era lo más tentador después de la heroína. Como extrañaba el jodido caballo…

-O seguro Zlatan tiene algo interesante en mente. 

Odille podía darse cuenta de que Thomas estaba completamente drogado. Seguía en el viaje completamente y esa no sería la mejor manera de hablar. No quería aprovecharse de la situación y, sinceramente, ella había intentado mantenerse sobria para no decir estupideces y preferiría que Thomas estuviera en al menos el mismo grado de sobriedad que ella. 

Se mordió el labio al ver cómo observaba todo y abría de más los ojos para parecer más atento. Era una escena graciosa, tenía que aceptarlo, pero no del todo favorable porque ya sabía que cuando Thomas estaba en el viaje todo lo que le dijera parecería lejano y no era eso lo que necesitaba. 

Lo condujo hasta la parte de fuera y caminó un poco para que la música aún se escuchara pero que no fuera estridente y pudieran hablar sin problemas y no tener que gritar. Suspiró y encontró una pequeña banca de piedra donde podrían sentarse sin problemas. Antes de salir, había agarrado otro vaso rojo -esta vez de alguien más que lo estaba ofreciendo y no sabía qué había en su interior- y le dio un sorbo corto. 

Unas cuantas lucecitas se encendieron alumbrándoles el camino y Odille observó a Thomas. Se veía muy bien. No podía creer lo loca que estaba por él, era como si recién se hubiera enamorado. ¿Qué le había hecho?

-Aguamenti.-sacó la varita y apuntó al rostro del Navajo.-Lo siento, pero tengo que hablar contigo y no puedo hacerlo mientras estés en el viaje.-buscó dentro de su bolso un pañuelo o algo para secarle el rostro al Navajo y se lo entregó. Quizás se enfadara con ella y se fuera pero necesitaba tenerlo con toda su atención puesta en ella.-Luego puedes ir por más.

Esperó unos cuantos minutos para que el efecto del agua llegara. Le retiró el cabello negro del rostro y se lo acomodó detrás de las orejas para que no se le mojara. Rebuscó en su bolso -le había puesto un encantamiento que hacía más grande el interior-su cajetilla y la sacó. Sacó un cigarro, su encendedor marca BIC y dejó la cajetilla sobre la banca de piedra por si Thomas quisiera alguno. 

Lo encendió y dio dos caladas al mismo, saboreando el sabor y sacando el humo de manera lenta para hacer un poco más de tiempo a que al Navajo se le pasara el viaje en el que estaba. Observó a su alrededor. Nunca había prestado atención a los jardines cerca de la Fraternidad pero eran lindos. 

Finalmente, se removió donde estaba sentada y miró a Thomas para luego bajar la mirada por unos segundos, respirando profundo para agarrar valor y regresó la mirada para buscar sus ojos negros. -Thomas necesito que me respondas algo con sinceridad. Necesito saberlo para poder continuar con esto.-preguntó mientras le daba vueltas a uno de sus anillos y respiraba hondo para agarrar valor. Dependiendo de la respuesta del moreno, ya pensaría qué decirle.-¿Todavía me amas?

¿Le interesaba a Zlatan lo que había estudiado Joe en Londres? No. ¿Le interesaba lo que Marcellus tenía que decir respecto a su obra? Por más su amigo que fuera, tampoco. Beber, eso sí que le interesaba. Volteó de nuevo hacia donde estaba Madison todavía platicando con sus amigas y deseó que de pronto la semiveela las botara para ir por él. Pero había prometido darle su espacio y mientras no las abordara ningún tipo, podía dejarla tranquila.

A diferencia del resto de su grupo, no sentía ninguna incomodidad ante la situación, peores situaciones había sorteado. Por el contrario, parecía encontrar divertido que se forzara tanto el ambiente.

-¿Quién me va a abofetear? Mina hoy se está portando bien porque nadie querría echarle a perder la fiesta a Snyder. -Guiñó el ojo a la morena y luego brindó hacia Joe en nombre de su prima Bettina, celebrándole con una carcajada que dijera que se había convertido en un sociópata desquiciado.

-Ahora, Marcellus amigo, ya que el buen Joe aquí presente es tan políticamente correcto y nuestra reina de las flores de Bassett-Knapp seguramente solo tendrá halagos que repartirte, déjame decirte que no, no voy a ir a verte sobreactuar a ningún puto lado. No es lo mío.-Le dio unas palmadas en la espalda.

-Hey hey hey, que es la novia de tu propio primo, machote, guarda tus ímpetus, todos lo hacemos. Nada de invitarla a juegos indecentes en el departamento del profesor. A ver, les propongo un juego, trae acá esa botella.-Le pidió con un gesto de la mano la botella a Joe y conjuró con la varita otros tres vasos que colocó en fila en un mueble cercano. Uno para él, uno para Mina y otro para Marcellus, los rellenó de vodka.

-Tengo el juego perfecto. ¿Ven ese espejo de allá?-Señaló un espejo redondo que había al otro lado de la habitación.-Cada que un alpha pase por ahí y se peine frente al espejo, tenemos que beber un buen trago. ¡Y ahí va uno! Salud.-Bebió directo de su vaso de vodka y animó a los demás a que lo hicieran, para luego reírse. Los alphas eran tan maricas y superficiales que cada que uno pasaba por ahí, se peinaba mirándose al espejo como Narcisos baratos. Se emborracharían rápido.

-En efecto, no le voy a arruinar la fiesta a Billy. Ya me odia lo suficiente, gracias.
 
Bueno, no era ningún secreto desde lo de la fiesta de Harley, aunque en realidad, fuera de los ojos de la mayoría, habían arreglado sus asuntos, por el bien de lo que en verdad importaba. Mina quería a Billy, lo apoyaba y lo respetaba en muchos sentidos de los que jamás podría hablar enfrente de nadie, ni siquiera de la misma Harley. Pero la mayoría de los estudiantes de BK seguían pensando que había rencillas y a ella no le importaba alimentar esos chismesillos con tal de que no nacieran unos nuevos.
 
-¿Confabulando contra el estado, en serio? Vaya, suena a que eras todo un problema.
 
¿Cuánto confiaría Jesse en su primo? No podía evitar ponerse a pensar en los planes a futuro y en quienes podrían ser buenos elementos y quienes no, aunque no estaba muy segura de que alguien tan mentalmente inestable como Joe fuera de fiar. Ahora, respecto a lo de la obra en el club de teatro, ella sí le puso atención real. Puso los ojos en blanco con la respuesta de Zlatan y eso de la reina de las flores.
 
-Sabes que yo iría a verte seguro. Puedo ayudarte a publicitarlo si quieres.
 
Pero antes de poder seguir hablando de la obra, Joe comenzó a contar de su vida como neanderthal en Londres. De pronto había más temas de conversación sobre la mesa y eso la animó un poco. Por cierto, no había notado nada malo en la frase última de Joe acerca de mostrarle otros juegos interesantes, al punto en que solo hasta que Zlatan lo dio a notar, le dio una risilla tonta.
 
-Qué te pasa, Fleming, solo tú piensas esas tonterías.
 

Volvió a poner los ojos en blanco –la tercera vez esa noche- y siguió al medio croata atentamente con la mirada mientras proponía su tonto juego que, debía admitirlo, le provocó que se riera sinceramente. Miró a Marcellus y se encogió de hombros como diciendo “ok, puedo jugar a eso” y tomó su correspondiente vaso, riéndose al notar que, en efecto, cuando un Alpha pasaba por enfrente de ese espejo, volteaba a peinarse, porque sucedió con un segundo. Dio el trago correspondiente por los dos Alphas que no podían aguantar su vanidad. Ok, quien lo diría, el idiota de Zlatan le había sacado un par de risas.

Ver a Jessica siempre era un gusto, es decir, apenas se habían visto en Perú una vez pero no dejaba de gustarle, ya ni a sus hermanos les hizo caso cuando lo invitaron a jugar beer pong para ganarle a un grupo de chicos Nu. Les confió la misión de no perder y les prometió ir luego si es que no podían solos. Esperaba que no lo buscasen siquiera, menos ahora que Jessica ya había aceptado perderse con él, aunque fuese cerca.
 
-Yo te decía si querías y a ver las botanas, no que nos escapemos a Madrid.-la acercó hacia él para darle un abrazo antes de que se le escapase una carcajada, claro que no se refería a eso pero bastaba con que ella lo supiera. Además así alejaba el tema de su novia porque si de algo no quería hablar era de ella porque…no.-
 
Seguramente por todo el ruido del lugar no lo escuchó, de otro modo no lo habría tomado de la mano para irse al patio con él, al menos le hubiese hecho una cara de enojo. Pasó feliz con ella de la mano, jodiendo a sus hermanos cuando se le quedaban viendo sorprendidos porque por muy hermana que fuese del presidente no se salvaba de vivir en los sueños húmedos de muchos. No sabía lo de Darren pero de haberlo sabido se hubiese lucido más frente a él en vez de ignorarlo como al tipo que lo acompañaba.
 
Notó el movimiento de Jessica y se rió de buena gana por el empujoncito malintencionado al semiveelo, avanzaron entre grupos amplios de gente y finalmente salieron al patio, el aire ya no se sentía viciado como el de adentro pero extrañaba el tener una bebida entre sus manos. Mandó a uno de los aspirantes que justamente salía  a traerles algo de beber, luego que se buscase otro lugar porque no iba a consentir interrupciones.
 
-¿Ya nos vamos a saludar como se debe? No me trates como a cualquiera de tus pretendientes.-se acercó para darle un abrazo y besarle la mejilla a falta de su permiso para darle un beso en la boca, no era un requisito imprescindible para que se pusiese atrevido pero quería saber en qué dirección quería ir ella.-Te ves impresionante.

Era hermosa y lo sabía, pero prefería verla como cuando fue a visitarla a Sudamérica, en pijama y esperando solamente a su amiga, sin maquillaje que disimulase su palidez y algo despeinada. Eso le gustó de ella la primera vez, a él le gustaba viajar y dormía en el suelo si tenía que hacerlo, aunque sus hermanas se comportasen como un par de princesas al igual que la mitad de sus amigas no esperaba eso de la persona con la que pudiese llegar a tener una relación. Y sí, Jessica era alguien con quien podría tener una relación.

Tan típico como natural de mí, no había dicho más de muchas palabras desde que llegue a esa fiesta, enfrascándome solo en beber algo tranquilo y fumar como chimenea, cosas que podía inclusive hacer aunque o estuviera en una ruidosa, escandalosa y poco simpática fiesta según yo.
La voz de Madeleine me hizo girarle cuando me hablo de no quedarme solo, le sonreí suavemente y le asentí con la cabeza para ver a todos esos ridículos a mi alrededor jugar con la cerveza, un poco casi me cae a mi y me hice a un lado rápidamente.

Llego entonces Georgette y levante una ceja cuando la salude, tenía buenos recuerdos con esa chica pero la mayoría de las veces eran cosas superficiales, carnales por asi decirlo, mis intereses estaban en esa fiesta, pero jamás iba a siquiera mencionarlo. Giggs hablaba de las reglas del juego, intercambie miradas con Elliot casi suplicándole largarnos de ahí pero su codazo para hablarle de Bloodworth me hizo sonreírle.
-Quien sabe, si pasas todas las barreras de seguridad, tal vez te quiera firmar un autógrafo, porque no vas y lo sa… -
Mire hacia la persona que empujo a mi amigo solo cuestión de microsegundos después al sujeto que salía con ella y luego a Elliot, no iba a darle mucha importancia, pero iba a admitirlo, no podía evitarlo, dos podían jugar ese juego y vaya que Jessica lo sabia muy bien.

-Hey Elliot, necesito que me hagas un favor, se un chico “bad ass” por una vez, por mi… No hagas preguntas solo dime que si…-le dije antes de que su vaso rojo de plástico con  cerveza, whisky o cualquier otra cosa rara que los Alpha pudieran dar en sus fiestas saliera flotando muy feliz con toda la discreción del mundo  hacia Jude Wildenstein para derramársele sobre el pantalón o alguna parte cerca de ahí.Trate de mirar  a Jessica, pero sabia que no iba a funcionar.
 –Alguien se va a orinar en los pantalones de coraje… ¿Podemos irnos ya?-

Marcellus giro los ojos, nada sorprendido por la respuesta de Zlatan, de hecho la veía venir, mientras que el silencio de Joe fue al menos políticamente correcto, asumió que tampoco le interesaba entonces, pero le daba crédito por haber sido remotamente cortés al respecto.

"Por supuesto, no has ido a las presentaciones del Club de Teatro desde que te conozco, oh pero en mi  ingenuidad esperaba que esta fuera la excepción," le dijo con un claro tono de sarcasmo que Zlatan ya conocía de el. "El sentimiento se aprecia de todos modos," esto último lo dijo sinceramente.

"Gracias Mina, seria de mucha ayuda," le dijo, "Creo que Violet también está viendo algo al respecto, es normal para las EAC el involucrarse en la revisión de actividades culturales."

Escuchó a Joe, encogiéndose de hombros, no le parecía aburrido y fuera de serie simplemente convivir, beber y cantar, "A veces pasar el rato es más que suficiente, si se divertían es lo que cuenta."

Aceptó el vaso que le dio Zlatan, sonriéndole a Mina y se rio entre dientes al escuchar como funcionaria el juego.

Probablemente terminaría ebrio en poco tiempo si todos se comportaban como el estereotipo popular que surcaba en los pasillos al describir a la fraternidad.