Dakota Woo!!

DAKOTA WOO

Personalidad

historia

Dakota nació y creció en Jamestown siendo la primogénita de inmigrantes chinos. Recibió su nombre en honor a la llegada de sus padres a Dakota del Norte y a América, tierra de las oportunidades. Y lo cierto es que les fue bien, porque en menos de cuatro años empezaron a tener puestos bien remunerados en el mundo mágico: él como medimago en un pequeño hospital mágico estatal y ella montando un invernadero donde cultivaba varios tipos de plantas que luego comercializaba para su uso en pociones y demás. 

Acabaron amasando una pequeña fortuna gracias a su esfuerzo y a esa notable trayectoria en el mundo de la magia que no les sirvió para mucho en China. Cuando Dakota tenía nueve años, esa holgadez les dio la suficiente confianza para tener más hijos y en el verano en el que ella cumplió los diez años llegaron al mundo sus hermanos mellizos Preston y John. 

Durante todo ese tiempo Dakota se perfiló como una niña autoritaria y complicada: tenía berrinches porque sus padres no le extendían todo lo que quería en el momento en el que lo quería y en general fue bastante indomable. Dio muestras de magia en uno de sus espantosos griteríos cuando le cambió el color al pájaro de su hermano John. 

En Salem se abrió a un tipo de socialización muy diferente al que había vivido en su más tierna infancia. Lo primero que hizo fue estudiar y comprometerse con su desempeño, sacando buenas notas a pesar de no ser una lumbrera. En el ámbito social le fue bastante mejor gracias a su encanto y a su fragilidad exótica, y el hecho de conseguir un grupo de amigos fijo la llevó a contestar a todas esas miradas y comentarios maldicientes que había dejado pasar cuando se sentía sola ante un montón de gente diferente a ella. 

La adolescencia la hizo una estudiante a temer y lo mejor de todo es que el color de su piel y su natural sonrisa la hacían parecer totalmente inocente. Castigó a la gente que alguna vez la molestó envenenando desayunos, inventándose horribles episodios de racismo en frente de la dirección escolar y agasajando a sus amigos con su real pero algo forzada dulzura. En definitiva, que le fue bastante bien pero no de la mejor manera. Ya cuando su futuro universitario se acercaba dejó de ir a tanta fiesta y a retomar sus buenos hábitos de cuando tenía doce años y consiguió maquillar un poco su expediente relativamente mediocre. 

Se matriculó en Basset-Knapp con la meta de ser dragonolista. En verdad no le interesa mucho esa carrera, ni tampoco ninguna otra, pero en CCM siempre destacaba y piensa que si se aplica y las cosas le salen bien puede llegar a enriquecerse manejando dragones.