Exhibición

El día estaba excelente para una buena cantidad de golpes y huesos rotos en el campo de quodpot. El cielo despejado, el sol resplandeciente y el aire frescos darían nuevos bríos a todos sus alumnos, que decidieron probarse a si mismos en ese pequeño partido de exhibición. Era la última prueba antes de decidir a quienes elegir para que representara a la universidad en el Campeonato Nacional de Quodpot.

Tenía un pergamino con los nombres de todos y sus habilidades, tenía especial atención en los golpeadores y en los buscadores, siempre se llevaban la mejor parte en cuanto a violencia se refería. Desde hacía poco más de un mes, se anunció mediante algunas pancartas y un sonorus general sobre el partido, los dos equipos tuvieron suficiente tiempo para entrenar y encontrar una buena estrategia para salir victoriosos.

El encuentro sería justo a las cuatro de la tarde, cuando finalizaban todas las clases matutinas y le diera tiempo a todo el alumnado de ir a las gradas a observar. Les daría los quince minutos reglamentarios para llegar y comenzar el calentamiento, cuando dieran las cuatro y media daría comienzo el partido.

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off: Pueden rolear personas ajenas a los equipos como aficionados, los miembros de ambos equipos deberán rolear que llegan y hacen su calentamiento. Cada dos días se estará actualizando sin falta, si algún miembro de cualquier equipo no postea se le considerará como lesión, esto es para que no se quede estancado. Cuando acabe el rol libre se comienzan las tiradas, mencionen en OFF el equipamento que compraron para aumentar sus atributos. Gracias y Buena suerte.

Llego temprano al campo de Quodpot, quería estar lista para la exhibición, no por que quisiera hacer en un futuro una carrera al respecto, sino que simplemente le gustaba ganar y punto.  Se consideraba buena jugadora, aun que le gustaba más el quidditch, el quodpot aprendió a jugarlo tras vivir en América hacia algunos 4 años aproximadamente.  

Aun estaba reintegrándose al equipo, había nuevos jugadores que no conocía del todo bien pero esperaba que tuvieran un alto nivel en el desempeño deportivo, después de todo no tenían una competencia fácil con el equipo liderado por Zlatan Fleming.

Comenzó a calentar por su cuenta antes de subir a la escoba, unas cuantas flexiones y estiramientos.  Si bien no era la persona más fuerte del mundo, podía defender muy bien su puesto como golpeadora.  

Se había puesto ya el equipo que Harley le había dado de regalo, mas por suerte que por necesidad, ella tenía su propio equipo pero no quería hacerle el desaire a su prima, donde quiera que se encontrara en esos momentos.

Cuando la hora del partido se acercaba se reunió con sus compañeros de equipo, más que nada para saber cuál era el plan a seguir, su intención era ganar ese partido costara lo que costara.

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Equipo:

Ese día se trato de autosugestionar que no necesitaba medicamento alguno pero para las cuatro de la tarde ya no había el mismo control físico ni emocional. Por lo general la semiveela confiaba en sus habilidades pero no era el mejor de sus momentos a nivel de todo, así que se tentó mucho con la idea de sedarse un poco para aligerar el estrés. Apretó el pastillero con fuerza en su mano pero lo guardo. No quería caer de la escoba.

Llego al campo y se puso a calentar mientras vía a algunos de sus compañeros. Resignada a no tentar a la suerte mientras regulaba su respiración para evitar inconvenientes. Tomo un poco de agua, se mojo el rostro y la nuca. Al único de su equipo con quien era algo cercana, era Bill y por tanto no hablaba mucho con nadie más a menos de ser muy necesario. Sabía que no le agradaba del todo al resto y probablemente era algo reciproco.

Por otro hubiera querido decir que no quería mirar al equipo contrario, pero la verdad es que todo el tiempo se la paso distraída mirando a las personas llegar entre otras cosas. No tenía miedo a quienes se iban a enfrentar. Sabía que eran muy fuertes y hábiles y no subestimaba a ninguno pero tampoco los sobrevaloraba.

Suspiro y palmeo suave su rostro. “Relájate Madison” se repitió varias veces porque lo necesitaba. Le ordenaba mentalmente a su cuerpo a buscar una relajación natural que no la hiciera dudar cuando llegara la hora de estar en el aire. Estaba segura de haber llevado todos lo que necesitaba, al menos hasta donde recordó y se coloco el equipo correctamente. Saco una cinta verde de su bolsillo y ato su cabello en una cola alta por temor a que le estorbara si se interponía en su campo visual y solo dejo caer unos mechones. Lo sujeto fuerte, quizá demasiado.

Equipo:

Bill no iba a mentir diciendo que se había acomodado rápido con el equipo pero había tenido que hacer a un lado su ego y sus problemas personales con cualquier problema que tuviera, ya fuera personal, de apellidos o de incomodidad tal cual y sacar adelante esa nueva alineación. Estar con Madison llevaba mucho tiempo siéndole normal y conocía perfectamente bien sus defectos y virtudes, lo mismo pasaba con Liam. Pero con el resto se había tardado un poco más, aunque el resultado era bastante bueno.

A Bill le importaba mucho ese partido, no le bastaba con los trofeos de Hockey Aéreo, quería ir a la competencia nacional de Quidditch y quería ir como capitán, así que su primer objetivo del día era Zlatan Fleming. Bill jamás había sido del tipo que subestimaba a la competencia y podía admitir que el equipo rival era bueno, en especial porque contaban con dos alphas en la alineación.

Hizo su calentamiento pero también supervisó el de los demás. Luego de los estiramientos y flexiones les hizo una seña para que montaran a sus escobas y dieran una vuelta o dos al campo con velocidad media, por lo menos. En esos momentos no se concentró en ver a nadie del otro equipo, sino solamente en los suyos.

-¿Todo bien?-Le preguntó a Madison cuando pasó al lado de ella, porque la conocía lo suficiente de esos años compartidos en quodpot como para notar detalles, pero no quería preocuparse de más, solo era una cortesía.

Equipo:

Aquel día mi cuerpo había cooperado correctamente, como si el mentalizarme durante semanas sobre que el partido se acercaba hubiera ayudado completamente.  Tome el medicamento temprano y comí algo rápidamente para poder estar listo a la hora acordada, el equipo estaba listo desde hacía varios días en mi habitación, la expectativa era mucha, representar a la escuela en algo nacional era algo difícil pero alcanzable si confiaba en las habilidades de los otros miembros de mi equipo.  Hubo cambios y aun no estaba completamente acoplado a los otros, pero mientras cumpliera lo mío y ellos lo suyo todo saldría bien.

Llego a tiempo, lo suficiente como para dar unas vueltas en la escoba y calentar un poco, el ejercicio era lo mío y podía ayudar un poco a desenvolverme mejor en el campo. Aun no podía ver al equipo contrario pero eso no era una ganancia, seguramente tenían algo planeado.


Me acerco a Madison pero no digo nada, solamente la observo, se ve diferente, cansada. Me gustaría preguntarle qué es lo que le sucede, pero es Billy quién habla primero y simplemente me quedo cayado y simplemente sigo las indicaciones de Billy sobre montar la escoba, era mejor estar preparado, si algo le sucedía a la semi veela ya nos haríamos cargo a su tiempo.

Desde que anunciaron lo de aquel partido de exhibición Tyler comenzó a prepararse físicamente. Siempre gusto de todo tipo de deportes y descargos de energía pero en su ausencia le toco dejarlo, así que desde el semestre que regreso estuvo recuperando tiempo perdido para volver a estar en forma con eso.

Ver a Mina en su equipo le recordaba la última vez que la vio y la sensación fresca de golpes en su rostro. Cuando llego al campo le pareció ser el primero de su equipo pero espero que estuvieran por ahí calentando o en camino. Quizás ya andaban en el aire y el tardon era él que apenas iba llegando tras una rápida visita a unos amigos.  Ellos iban a ganar, lo tenía claro desde que supo que se enfrentarían al equipo de Snyder.  

Hizo una pequeña rutina de flexiones y estiramientos para estar listo y tomo su escoba para ir a dar algunas vueltas al campus. El capitán de su equipo no llegaba o no lo había visto pero suponía que estaría a tiempo. Ty no seguía las reglas ni obedecía autoridades pero en cosas había excepciones.

El resto no eran amenaza, al único que vio para preocuparse era Billy y quizá Darren, pero del resto no estaba seguro. Mientras sobrevolaba la zona logro ver a Cherry a quien observo con una sonrisa y con descaro la saludo con la mano desde una distancia considerable. No sabía si quería enojarla, solo se le antojo.

Toda la mañana estuve distraído en clases solo pensando en tácticas que había visto antes mientras entrenábamos, otras tantas que mire el partidos anteriores y demás. Solo estaba esperando que diera el momento y la hora indicada.

Como jugador se nos dio permiso de salir muchísimo más temprano a practicar, era una suerte para mí que mi hermana me hubiera regalado parte del equipo para el partido, también sabía que probablemente Brownie asistiría con alguna opción para la calma porque esas cosas la ponían mal.
Llegue temprano, mis compañeros iban llegando poco a poco, salude a Cherry con un beso y le sonreí suavemente, por un momento tuve terror de que Clarice hubiera venido solo a verme pero no le pregunte. Bill, Madison ya estaban ahí, así como Liam. Comencé a realizar una serie de estiramientos y calentamiento mientras miraba como las gradas comenzaban a llenarse, era mi primer partido en la Universidad, en Salem jugaba como golpeador y ahora era una cosa distinta, esperaba no recibir muchas explosiones.



Escuche lo que Bill nos pidió y me subi a la escoba aunque cuando pase por un lado de Madison le puse una mano en el hombro y le sonreí de medio lado antes de tomar vuelo.
Que fuera lo que fuera.

equipo:

Zlatan trataba de no ponerse nervioso antes de los partidos importantes. Había llevado una buena temporada en general, excepto por alguno que otro altibajo imprevisto en el que Crawford se había tenido que hacer cargo del equipo cuando él estaba en las peores etapas de su desintoxicación y se encontraba demasiado exhausto como para hacer nada. Fuera de eso todo había salido bien y tenía buena energía y se había agenciado a un muy buen equipo. Fuera de que se tratara solo de un par de alphas sin neuronas, al menos jugaban bien, lo suficiente para terminar completando un equipo intimidante, esperaba que ninguno de los dos hiciera una mariconada para vanagloriar a su presidente que estaba en el equipo contrario.

Habían entrenado lo suficiente, Zlatan se había encargado de eso. Lo único que el neoyorkino se tomaba en serio era el quodpot, lo pensaba como carrera a futuro y había oportunidades que no se podían desperdiciar como ir a algún evento nacional, así que no iba a tentarse el corazón con nada ni con nadie, aunque Madison estuviera en el equipo contrario, haría lo que tuviera que hacer. Había dejado muy claro a su equipo que fueran agresivos, habían dominado un estilo de juego contundente, pero siempre dentro de la legalidad y el juego limpio. Se sentía muy seguro y confiado.

Llegó temprano, lo mismo que el resto y vio a Tyler en el lado equivocado de la cancha pero lo dejó hacer sus cosas solo al menos en tanto a calentamiento, estiramientos y primeras vueltas al campo. Vio su reloj de pulsera y unos momentos antes llamó la atención de los suyos con un chiflido, incluido Tyler.

-Vamos a ver, tengo una cita a las seis de la tarde así que sabiendo que tenemos todo controlado, quiero que esto salga rápido y limpio. Es nuestro primer partido oficial juntos, pero sé que cada uno de ustedes tiene claro lo que tiene que hacer y lo hemos hecho bien en los entrenamientos, así que subamos y despellejemos a unas cuantas nenitas……perdón.-La última palabra fue dirigida a Mina junto con una señal de paz, que era la única chica del equipo.-Andando.

EQUIPO:

Nick se había preocupado casi desde los doce años tanto por su salud física como por su desempeño deportivo. Históricamente, su familia tenía una larga lista de jugadores de varios deportes, principalmente de quidditch y quodpot, por lo que era casi una obligación moral no solo practicar, sino destacar de entre todos en cuando a los deportes se refiere.  

Pero más allá de la obligación, la pasión que Nick sentía por el quodpot en particular le permitía al menos no sentir que la presión de su familia era un peso, más bien todo lo contrario. Salió a la cancha para hacer sus respectivos calentamientos con el resto de los jugadores, llevando aquellos guantes de golpeador que le había regalado Mina, quien había estado en su equipo desde su primer semestre.

Mirando a sus compañeros, y haciendo a un lado cualquier tipo de juicio u opinión que tuviera de cada uno de ellos, en realidad se trataba de un excelente equipo. Zlatan y Jesse eran tanto conocidos como temidos por su severidad al momento de jugar, y significaban para el resto de los equipos un peligro constante por cualquiera de las bandas del campo, mientras que a Mina se le podía considerar como una auténtica garantía en el centro de la línea. Nick había encontrado un buen acoplamiento con Tyler, mientras que Lucian era conocido por ser uno de los mejores buscadores, sin duda alguna.

Confiado en el poderío del equipo, e incluso en el capitaneo de Zlatan, Suberland estaba más que satisfecho con lo que tenían entre manos. Era cierto que bien hubiera preferido ser el capitán en lugar de Fleming, pero por algo lo habían elegido a él, además de su innegable talento sobre una escoba. Al fin Fleming llamó la atención de todos, y unas cuantas palabras crudas y precisas del neoyorquino bastaron para encender los ánimos del licántropo. En frente tenía a Bill, y conocía su juego lo suficientemente bien como para encontrar una forma de contrarrestarlo.

Equipo:

Ganar ese partido era vital, completamente vital. Bill Snyder era un hijo de puta con el que no se podía tener contemplaciones, nunca y de ninguna forma. Desde hace mucho tiempo, luego de que nuestra amistad se hubiera hecho pedazos por sus estupideces, no nos había quedado más que medirnos prácticamente en todo lo que fuera posible. Si, era una simple lucha de egos, tan tonta y patética como sonaba, pero era imposible evitarlo luego de todas las cosas por las que habíamos pasado.

Y por supuesto, que Mini estuviera en mi equipo era, para empezar, el primero de los triunfos, y ese triunfo no se trataba de líos amorosos, ni mucho menos (porque en realidad nadie sabía que Mini y yo estábamos juntos de nuevo), se trataba de tener a un elemento que podía hacer la diferencia. Conocía muy bien las capacidades de mi chica, y ahora que estábamos en el mismo equipo, junto con el bastardo de Zlatan y los demás, casi podía jurar que la victoria ya la tenía… teníamos en las manos.

Salimos al campo a calentar. Mi estado de forma, en realidad, no estaba tan a punto como yo podría desear, pero sí que me había dedicado a aumentar mi masa muscular durante los últimos meses. Era probable que eso significara perder un poco de velocidad, pero qué demonios, si podía partirle los dientes a cualquiera que se me atravesara, por mí estaba bien; para eso estaba el raterazo de Zlatan y su aceleración de Speedy González.

Las palabras del pelón no podían ser más que las necesarias para que yo asintiera firmemente con la cabeza, dispuesto a llevarme la puta victoria a casa y festejar esa misma noche como era debido. Como un extra, del otro lado también estaba nada más y nada menos que Marcellus Lovecraft, con quien tenía una cuenta pendiente.

-No lo arruines Fleming, no lo arruines.- le dije caminando detrás suyo, con una enorme sonrisa pegada en el rostro, y luego desviando la vista hacia Wilhelmina, apenas por unos pequeños preciosos segundos.

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Traigo túnica de cazador : +2 en destreza

Le gustaba su equipo nuevo, la verdad, y no porque le gustara la gente que lo componía en sí, sino porque hablando exclusivamente de sus capacidades para quodpot, tenía que admitir que la gente era buena. Quizá lo único que le estaba costando más era no ser una encimosa con Jesse enfrente de todo el mundo y no darle un besote de enferma cada que hacía una formidable asistencia o cuando salvaba a la quaffle de una explosión. Odiaba a Zlatan porque era un corriente y Tyler…bueno…era Tyler, pero ambos tenían lo suyo en cuanto a quodpot se refería, ya había comprobado de primera mano que Tyler era un tipo rudo y Zlatan era estúpidamente veloz. Con Nick y Lucian llevaba cerca de varios meses acoplada, y por eso encontraba cómodo estar con ellos.

Hizo su calentamiento perfectamente concentrada, sintiendo como en la boca de su estómago se iba formando esa emocionante sensación previa a cualquier partido importante en cierta medida. No pensaba hacer del quodpot su vida, pero sí encontraba muy buena la sensación de ganar, desde niña había sido muy competitiva en los deportes y esa ocasión no era la excepción. Llevaba todo su equipo puesto sobre una playerita de tirantes por el calor y llevaba el cabello amarrado con firmeza en una coleta alta, para que no le estorbara. Se había probado sus rodilleras y coderas nuevas y todo estaba en orden.

Ante el chiflido de Zlatan se acercó con escoba en mano y hasta soltó una risa por su estupidez de despellejar a las nenitas, lejos de ofenderse le dio nostalgia por sus tiempos de Salem, en donde había sido considerada siempre “uno más de los chicos.”

-No te preocupes, despellejaremos a las nenitas.

Aseguró y puso los ojos en blanco antes de estirar sus brazos una vez más y solo mirar unos cuantos segundos a Jesse mientras se iba con Zlatan a decirle a saber qué. También estaba sonriente, aunque no ciegamente confiada, había buenos rivales en el equipo contrario.

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Equipo:

Laise sabía que pronto existiría un partido de exhibición en el cual había mucho de por medio; viejas rencillas otras no tan viejas, incomodidades, romances frustrados, etcétera. Sabía que Lucian era de la clase de personas que no gustaba en alardear que era bueno y que le tenía un amor irracional a su equipamento que solo era comparable con el de una mujer.

Esa mañana fue de compras, necesitaba un par de vestidos nuevos para las festividades que se acercaban así como zapatos y joyería para la combinación perfecta. Se le ocurrió regalarme unos guantes a su hermano solo por que sí, además creía que si se los daba ella serían de buena suerte. Entro a la tienda y los adquirió a buen precio, por alguna razón estaban en rebaja y Laise lo agradeció infinitamente.

Despues de terminar se fue rapidísimo a la universidad, sin querer se le fue el tiempo y poco faltaba para que comenzaran las clases. Recordó que ese día era el partido de exhibición de su hermano y así que llevaría los guantes con ella hasta al final de la tarde entregárselos personalmente. Su día transcurrió normal, de hecho estaban todos los demás estaban muy emocionados por el partido, tanto que las clases pasaron a segundo plano.

Terminaron las clases y corrió tan rápido como pudieron sus piernas hasta la cancha y sin esfuerzo encontró a su hermano quien lucia un poco nervioso.

-Lucian! Oye, solo quería desearte un buen partido y darte esto. Son para la buena suerte- le sonrió y le dio los guantes. Lo abrazo y le dio un beso en la mejilla.

-Debo irme, te veré desde las gradas-

Solo una cosa tenía clara en ese momento, por más que quisiera no le partiría la cara a Jesse, ni a Zlatan ni mucho menos a Tyler, prefería guardar toda era ira y canalizarla en algo mucho más productivo como lo era el partido. No estaba nervioso, estaba muy ansioso, sentía mucha adrenalina en el cuerpo, quería subirse arriba de la escoba y que el partido comenzara ya. Se mentalizó firmemente y justo después de clases llegó a las canchas.

Se encontró con su hermana Laise quién le regaló un par de guantes nuevos, Lucian le sonrio y le agradeció el gesto, si atrapa la snitch se la dedicaría a ella. Obviamente el resto de su equipo se encontraba ahí. Asintió para saludarles a todos y escuchó lo que el imbécil de Zlatan tenía que decirles, ese clásico discurso de buen capitán antes de comenzar.
Cuando terminó emprendió su vuelo, dio un par de vueltas y luego volvió a donde estaban los demás.

-Saben como juega Snyder. Tengan cuidado-


Dicho esto volvió a recorrer el campo, lo memorizaría todo para poder sacarle mucho mejor provecho y destantear a Marcellus que si bien no era un novato, aun le faltaba mucha experiencia. 

-Los demás no representan un peligro para nosotros- Sonaba arrogante y despreocupado, pero así era. Sabía que pese a todo tenía un buen equipo y que respondería eficientmente. 

EQUIPO:

Poco a poco la gente comenzó a llegar, alumnos que discutían e incluso hacían apuestas sobre quién iba a ser el ganador, otros apostaban que al finalizar el partido se agarrarían a golpes, otros decían que cual era el punto del partido si sabían que había otro equipo mucho mejor.

Los ánimos subían y los miembros de los equipos mostraban mediante su calentamiento que eran bastante buenos en lo que hacían. No se había equivocado en lo absoluto cuando decidió armar los equipos, no le importaba si tenían una historia negativa atrás, al contrario, si la tenían que la usaran para lograr un buen juego.

El profesor Chad llegó en su escoba dentro de los parámetros que el mismo eligió para aquel enfrentamiento de quodpot. Era una lástima que algunos miembros del otro equipo resultaran lesionados en los entrenamientos previos.  

-Capitanes, acérquense. Quiero un buen partido, no quiero un juego sucio o de lo contrario se pueden olvidar del equipo. Me importa un carajo que utilicen influencias para permanecer ¿está claro? Eso va para los miembros de sus equipos, siendo así…Buena Suerte y que gane el mejor-

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Iniciativa por equipo: Equipo 1

Off: Por favor pongan el link de su ficha en su firma. A partir de aquí se comienzan con las tiradas. El orden será dependiendo de la posición que jueguen y de su iniciativa. Quienes no hayan llegado a tiempo, tienen solamente una oportunidad de llegar al partido en el sig. Post, esto les costará un -3 en el atributo que considere pertinente en cuanto a la posición que juguen, ojo, esto es por un turno.

INSTRUCCIONES:

Había llegado al campo para iniciar con el calentamiento antes de subir a la escoba y surcar el aire, quería dar lo mejor de sí para el partido porque sus compañeros se lo merecían, además de que el buscador contrario era su amigo Lucian, con quien ya había jugado infinidad de veces en el pasado. Era competitivo y Marcellus estaba dispuesto a darle esa competencia que buscada en el placer del juego.
 
Saludó a Cherry, quien fue la primera vio mientras continuaban con el calentamiento. Una vez listo se colocó las gafas y los guantes que había sido un regalo de Adrien para él. Saludo a madison con un gesto y una sonrisa, para luego asentir en dirección de Bill, quien era el capitán de su equipo.
 
Liam parecía estar tan reservado como siempre, así que Marcellus sólo lo saludó con una mano, al que su saludó chochando su puño contra el de él fue a Darren. Tras escuchar las palabras de Bill, subió a su escoba y se alzó al aire.
 
El Profesor Chad llamó a los capitanes, había llegado la hora. 
 

Equipo:

A Bill le daba risa siempre que alguien usaba cualquier derivado de la frase uso de influencias enfrente de él. Pero no era momento de discutir nada de eso, sino de jugar.

A Bill no le interesaba ganar ese partido suciamente, sino como un buen deportista, con juego limpio y eso era lo que haría. Su equipo no estaba impedido, eran mayormente ofensivos y siempre iban directo hacia el caldero y sus golpeadores tenían roles muy definidos de ataque y defensa intercalados.

Cuando estuvo frente a frente con Zlatan Fleming lo miró desafiante. Bill también quería hacer una carrera deportiva de ser posible pero a diferencia de Zlatan, podría tener un muy buen puesto en cualquier lado solo por ser quien era. La satisfacción de aplastarle un sueño a un idiota sin futuro como ese parecía algo demasiado bueno como para dejarlo pasar.

Al escuchar el silbato de inicio y ver la quaffle en el aire, Bill se adelantó hacia ella, precipitándose y tomándola al vuelo. Sonrió con suficiencia al sentir la textura de la bola en su mano y la sujetó con fuerza mientras avanzaba hacia enfrente para darle el pase a Madison que jugaba, como siempre, por el lado derecho. Confiaba en su equipo, confiaba en su plan de ataque y confiaba en que iría como capitán a las nacionales de quodpot, sí o sí.

Billy le pregunto casual si todo andaba bien y ella respondió asintiendo con la cabeza y un ligero “por supuesto”. No iba a preocupar a nadie con sus males físicos y no iba arruinar el partido por sentirse como se sentía. Así muriera en el intento iba a exigirse más de todo. Logro ver a Liam cerca también pero solo lo miro en silencio tal cual el hizo con ella. Aun le desconcertaban muchas cosas suyas pero sabía que estaba siendo muy entrometida.

Resoplo cansada y aun tenía ese ardor en el abdomen pero tomo su escoba una vez vio que el resto del equipo llegaba. Se puso a sobrevolar el cielo tal cual su capitán indico y cuando llego el momento de iniciar el encuentro fue que recién presto atención al equipo contrario. Todos se veían fuertes, preparados al igual que ellos. Su mirada no queria detenerse en alguien en especial porque sería distraerse innecesariamente.

Al darse el pitazo sonríe porque Billy había atrapado la quaffle así que en cuanto lo vio dirigirse hacia delante y darle aquel pase la tomo con seguridad al ver que le llegaba por encima del hombro. Maddie no fallaba nunca en recepcionar y tanta practica debía servir para que así fuera, por eso cuando la sintió suya se precipito avanzar por el lado derecho de la cancha hacia el caldero. Era un largo tramo y le gustaba esa adrenalina de tener que prácticamente ir contra el viento pero tenía que tener cuidado de lo que se le fuera a presentar.

Confiaba en su agilidad para evadir lo que viniera pero no iba a subestimar al resto. El corazón le latía mucho, tenían una estrategia y al menos ella la iba a seguir al pie de la letra de momento. Sujeto con más fuerza el mango de la escoba presionandolo, elevandolo un poco para tomar una ligera curvatura inclinando su cuerpo hacia delante para acelerar con más desición hacia el caldero, como si la vida se le fuera en ello.

Cherry se había colocado en la fila donde le correspondía estar, flotando en su escoba y asesinando con la mirada a Tyler que, confiado, le hacia uno que otro guiño desde el otro lado del campo. Eso había encendido los ánimos de la metamorfomaga,  en el instante en que sujeto con fuerza el mango de su escoba el color de su cabello cambio a una tonalidad rojo sangre.

Cuando los capitanes fueron al centro del cambio ella inmediatamente se puso en posición, esperando el momento para que el partido diera comienzo. Tenía ajustados ya sus guantes y el bate de golpeo, en cuanto las pelotas se liberaron y el partido dio comienzo sus ojos se posaron en las enormes bludgers que parecían ir de un lado a otro atentando con la seguridad de los jugadores.

Mientras su equipo hacia la jugada principal, Cherry voló a toda velocidad hasta una de las Bludgers que venían hacia ella en el campo, tomo su bate de golpeo con ambas manos y, sacando fuerza de su entrenamiento, la desvió directamente hacia el jugador Zlatan Fleming haciendo lo posible por que esta le diera y lo tumbara de la escoba.  Ya seria trabajo del otro jugador cuidar a los miembros del equipo, el trabajo de Cherry era en esos momentos atacar con fuerza.

No quería distracciones de ningún sentido. Era principalmente por eso que mantenía mi distancia con Madison y me enfocaba directamente en las órdenes que Billy le daba al equipo. A pesar de que no había trato directo entre nosotros había ya oportunidad de conocer las tácticas en el campo de quodpot y si bien no éramos amigos y dios sabe que jamás lo seriamos, al menos podíamos ser buenos compañeros como sucedía en los partidos y este en especial, era de ponerse atención.  

Nunca imagine mi vida como un jugador profesional, pero había algo en el orgullo de saber que podía ir a las competencias nacionales de quodpot y ese partido lo definiría todo.

Tomo mi posición inmediatamente que se da la indicación, mis ojos estaban puestos al frente observando a detalle cualquier indicio que me diera una idea de lo que el equipo rival estaba planeando.  Luego mi mirada se centro en el profesor Jefferson que daba indicaciones y después el inicio al partido.


Fue un rápido movimiento de Billy el que comenzó todo, muevo mi escoba con rapidez para colocarme como guardia principal de una de nuestros cazadores, Madison, cubriéndola para asegurarme que llegue correctamente hasta el otro lado de la cancha sin interrupciones.

Si tenía que reconocerle algo a Bill, era que su capitán se tomaba el juego con la debida seriedad que a este podía dársele, sobre todo en un partido oficial. El presidente de la fraternidad Alpha no era de los que dejaban las cosas al azar en la cancha, sino buscaba la ventaja trabajando con las fortalezas y debilidades tanto de su equipo como de sus oponentes buscando obtener el mejor resultado.
 
Era precisamente por eso que el joven Lovecraft creía en los resultados obtenidos en el pasado como la prueba de seguridad para el presente. Su equipo habría de dar lo mejor de sí, para buscar el triunfo.
 
Trabajo en equipo, pensó para sí mismo, relajando el cuello y tomando el mango de la escoba con fuerza, concéntrate, se dijo a sí mismo, haz tu parte Lovecraft.
 
Marcellus respiró hondo, entrando en concentración para el partido antes de que este diera inicio, sobrevolando cerca de su equipo mientras llegaba el momento, el cual se dio a lugar con Bill tomando posesión de la quaffle, iniciando como lo habían discutido y dando pie para que todo empezara a tomar forma.
 
Marcellus afiló la mirada, tornando sus cinco sentidos en pos de búsqueda por la snitch, decidió volar bajo durante su primera búsqueda, poniendo atención a él donde podría estar la escurridiza esfera dorada mientras en su consiente periférico se cuidaba de cualquier ataque.

Tenia muchas cosas en que pensar en ese momento respecto a las jugadas que habían estado practicando con Snyder y tenia francamente mucha confianza de que tal vez nos pudiera resultar a nuestro favor la situación, habría que ponerle muchísimo mas empeño pero funcionaria.


El profesor entonces dio la indicación, tome muchísimo aire por la nariz respirando profundo un segundo antes de que todo comenzara, vole hacia la parte donde me tenia que ubicar, tenia todo el pensamiento en el movimiento que debería hacer, le lance una mirada a Madison, esperando que todo saliera bien.

El pitazo sono, ahora todo se enfocaba en una sola cosa, ganar. Comence a volar por el lado izquierdo,  mirando de reojo a Bill y Madison de vez en vez y darles un poco de alcance, pero también, tratando de esquivar al equipo contrario.

Me mantuve de pie, expectante al sonido del pitido inicial con el que arrancaría aquel partido de mierda que teníamos que ganar de cualquier forma. Antes de que comenzara todo, habíamos repasado una y otra vez nuestras jugadas, tanto defensivas como defensivas, y no me cansaba de decir una y otra vez que éramos demasiado pieza para cualquiera. Pero eran, por supuesto, solo un montón de palabras que teníamos que hacer valer dentro del campo.
 
Al escuchar aquel sonido, di un fuerte pisotón en el césped y me elevé sobre la escoba al mismo tiempo en el que lo hacía prácticamente el resto de las personas que se encontraban ahí. Maldije por lo bajo que fuera Snyder quien fuera el que ganaba por primera vez la quaffle. Si ya sé, era solo la puta iniciativa, pero en aquel juega cada paso que se daba era vital para el resultado. Volé en vertical y seguí con la mirada a Snyder quien de inmediato le pasó la bola a Madison.
 

No sería condescendiente con nadie de ninguna forma. En un movimiento rápido, volé en vertical y luego giré haciendo una U en el aire para poder ponerme a la par del vuelo de Madison, cortándole el paso y siguiéndola a pocos centímetros desde el lado derecho del campo hasta que, justo en el momento en el que tuvo las intenciones de acelerar inclinando su cuerpo, choque su hombro con el suyo, sin importarme nada más que la posibilidad de desequilibrar su vuelo. Un instante luego del choque, acorté por completo las distancias para tratar de arrebatarla la quaffle con un solo movimiento de mi brazo derecho.

Escucho el chiflido de su capitán y de igual forma, y sin perder la esperanza de molestar luego a la golpeadora rival, volvió a su zona del campo en la que todos se habían colocado en sus puestos, listos para dar el comienzo al partido tras las palabras de aliento de Fleming y las indicaciones finales del profesor. Odio a Snyder  cuando gano la quod y se la pasó a Madison. Ellos también tenían estrategias y planes así que había que emplearlos.

Masculló molesto. Pero aquello solo acababa de comenzar y las ganas del golpeador de meterle un zamarrazo a una bludger aumentaban por momentos. Buscó una pero luego de encontrarla esta fue usada por alguien más. -Mierda...- Murmuró quedándose quieto. Volvió a arrancar al vuelo todo lo rápido que pudo hasta que a los pocos segundos noto como la otra bludger, de lo más inquieta, se acercó a él peligrosamente.

Y con toda la vehemencia que lo caracterizaba voló contra ella. Alzó el brazo con bate en mano, cogiéndolo con fuerza, mientras se acercaba a su posible muerte. Para cuando ya la tuvo lo suficientemente cerca, arremetió contra ella y mando con fiereza la bludger en dirección a uno de los golpeadores del otro equipo; Liam. Su intención era clara, neutralizarlo para que no estorbara a Crawford en su hostigamiento a la cazadora.

Maldijo a Billy casi sin querer cuando se ganó la quaffle en ese primer movimiento. Podía ponerse tan competitiva que se le olvidaba quienes eran sus amigos si jugaban en el equipo contrario así que no se sintió mal por insultarlo en sus pensamientos y tal.

Como su posición era la de la banda izquierda, le tocaba marcar a Darren Lovecraft y si bien como norma general no tenía nada en contra suya –al menos no era un demente como su hermana- en ese momento le importaba bien poco volar casi encima de él para interceptar cualquier movimiento, al menos mientras la quaffle no estuviera en su posición.

Confiaba en su equipo y confiaba en Zlatan porque sabía bien lo que hacía, por eso no hizo locuras como ir a estrellarse contra Marcellus para darle la ventaja a Lucian, o marcar a Darren de forma violenta, pues su capitán les había dejado claro que hicieran todo lo más legal posible y Mina quería seguir sus instrucciones consciente de que no estaba en un juego de quodpot extremo sino jugándose un posible paso a los nacionales.

Voló con la escoba firme por la izquierda, tratando de aventajar apenas un metro a Darren, con un vuelo un metro más bajo que el de él por si tenía que hacer algún osado movimiento en vertical para interceptar algo en juego peligroso.

El espíritu de competencia de Zlatan se despertó como un monstruo cuando Bill le ganó la iniciativa. No sabía cómo había pasado pero no tenía tiempo de preocuparse de eso, el partido no estaba definido por ese movimiento y ya le enseñaría unas cuantas cosas a ese bruto embutido de esteroides.

Hizo un movimiento rápido de cabeza a Jesse al ver que Bill le lanzaba la quaffle a Madison, tenían un plan de ataque en conjunto para intimidar a los cazadores del equipo contrario y permitir que al final Mina se quedara con la quaffle pero no tuvo tiempo de llevarlo a cabo porque Cherry Blue ya lo estaba atacando. Su estrategia al parecer era desaparecerlo del terreno de juego directamente y sin rodeos. Muy listo Snyder, por pensar en eliminar a la competencia desde raíz, pero Zlatan no dejaría que fuera fácil ni suficiente.  

Zlatan confiaba en que Nick Suberland lo cubriría en caso de que fuera necesario pero también tenía que rascarse con sus propias uñas si no quería terminar embarrado en el césped de abajo al primer minuto, así que maniobró para desviarse de la trayectoria de Cherry y ya después retomaría el vuelo en una posición más favorable, una vez que Jesse recuperara la quaffle.