Encuentro Relativo

Marcellus  miró el edificio de la fraternidad con algo de aprensión en los ojos, no acostumbraba entrar a ese lugar a menos que fuera en compañía de alguien más, generalmente Adrien, pero en esa ocasión el sanador estaba ocupado y Marcellus había dejado unos libros sobre Teoria de la Mente en el dormitorio de Adrien. Marcellus pensó que los había dejado en el departamento, donde normalmente estaban, pero esa tarde solo los hizo desaparecer sin pensar realmente donde estarían, terminaron con Adrien… solo que no en el lugar correcto.

Se encogió de hombros, girando las llaves entre sus dedos y finalmente entrando al lugar, se sabía perfectamente el camino así que no tenía porque desviarse, esquivó a algunos de los chicos de la fraternidad sin dar explicación alguna y pasó directo a los dormitorios.

Una vez en el pasillo localizó el dormitorio de Adrien y se recargo contra la pared mirando la puerta mientras separaba la llave correcta del llavero, la verdad es que solo estaba haciendo tiempo, el dia se le estaba haciendo eterno.

Se escucharon pasos del otro lado del pasillo y Marcellus espero que no fuera alguien que quisiera darle problemas, la verdad es que no tenía ganas de lidiar con los secretos que esa fraternidad guardaba, secretos que encontró por involucrarse en pos de ayudar a otros.

No, no, el solo estaba aquí para recoger unos libros, nada más.

Su día a día estaba volviendo a la normalidad, no había tardado en adaptarse a las clases de nuevo. Estaban los exámenes muy cercanos y suponía que tendría que repetir el semestre porque dudaba poder estudiar en unas semanas todo lo que no había estudiado en meses en el extranjero pero ¿que más daba? No es que fuera un viejo con poco tiempo por delante ni le faltaba dinero para poder pagar aquellas dependencias de lujo. Es más, prefería aquello porque realmente se había saltado muchas cosas ese año con la fraternidad y esperaba poder hacerlas el siguiente. Ya estaba comenzando a planear algo con sus compañeros, una buena timba de póker con cartas explosivas o quizás alguna partida de algo más emocionante... como fuera, no paraba de idear cosas para poder disfrutar del tiempo que quedaba antes de las vacaciones y por lo tanto apenas salía de su fraternidad para nada que no fueran las clases obligatorias.

Su atareada agenda de “chico que quiere hacerse cargo de nuevo de la fraternidad” estaba vaciándose a un ritmo desenfrenado. Normalmente tendría mil cosas para hacer, pero esa tarde había terminado con todo, incluso había pasado a alimentar al caimán, no quería quedarse sin que hacer porque justo tuvo que irse a Alemania para no pensar en cosas que ya, con solo una semana ahí, estaban volviendo a él.

Justo, cuando vio a Marcellus en el pasillo, estaba tratando de pensar en que hacer para no terminar encerrado en su cuarto simplemente estudiando. Y claro, su simple visión le dio una ligera idea de que podría hacer. Sacarlo de ahí.

-¿Te han dicho alguna vez que en las fraternidades solo pueden estar los miembros de la misma? O bueno, igual tienes un amigo invisible a tu lado... miembro de los Nu - dijo aquello casi a modo de saludo. Casi porque, obviamente, no estaba siendo demasiado amistoso. Aquel chico de algún modo no le terminaba de agradar. Pero aún con eso no iba a hacer de encargado ni guardia de seguridad, no lo echaría sin más, además ¿llevaba llaves? Miró hacía la puerta que tenía frente a él y obviamente supo quien vivía ahí, eran amigos y vecinos - Adrien no está en su habitación. Vine hace un rato... espero que no tengas intención de entrar por tu cuenta ahí - esperaría una palabra indebida para sacarlo de ahí de una patada. No lo haría sin más solo porque estaba de muy buen humor.

No podía decidir si Miles le agradaba o desagradaba, no lo había tratado tanto como para poder formar una decisión consiente sobre ese tema, aunque su aparición con aquella actitud no le cayó en gracia, sin embargo podía entender por qué era, a final de cuentas el Nu estaba defendiendo su territorio o algo así, al menos no era tan altanero como Bill Snyder, hasta ahora.
 
"¿En serio?" le dijo con algo de sarcasmo, "Y yo que pensé que eran asociales, mira nada más…" giró los ojos, sacando la llave adecuada del llavero, "Nada del otro mundo, no voy a robar los secretos de los Nu, solo vengo por unos libros que dejé en la habitación de Adrien, quien está algo ocupado para acompañarme," le dijo mostrando la llave de la habitación, "Está de guardia en el hospital."
 
Usó la llave para abrir la puerta, después de esto apareció en la puerta una serie de letras que fueron formando una frase, Marcellus suspiró porque ya sabía que venía el segundo método de seguridad que Adrien usaba en su habitación, los acertijos que iban cambiando con cada entrada.
 
Imagina una habitación sin puertas ni ventanas… las paredes se están cerrando sobre ti, dejándote sin espacio… ¿Cómo sobrevivirás?  
 
"Si no supiera tus gustos diría que sacaste esto de una película de terror muggle," dijo para sí mismo una vez leyendo el acertijo, se pasó una mano por el cabello, analizando un momento el acertijo y luego miró de nuevo la puerta.
 
"Dejando de imaginarlo," dijo como respuesta, después de un momento, la puerta se abrió.
 
Miró a Miles y luego señaló a la puerta, "Si me disculpas…" 

Encontró a la habitación de Adrien, la conocía muy bien y justo ahí sobre la mesa, estaban sus libros, como Adrien había dicho. Levantó el libro de "Teoría de la Mente, Legeremancia Avanzada" para ojearlo, buscando una nota que había puesto dentro de este, la cual cayó al suelo cerca de la puerta, la nota contenía varias propuestas que había estado hechizo para crear un hechizo de carácter mental.

Tenía que decirlo: apoyaba abiertamente el posible regreso de Miles Selvaggi al frente de los Nu. Cuando él había sido presidente las cosas habían estado muy bien, en cambio el inútil de Bloodworth no había dado el ancho, demasiado preocupado por tirarse a todo lo que se le cruzara en el camino como para poner atención a lo que pasaba ahí adentro. Ni siquiera los Venerables estaban contentos con él así que para mi era perfectamente natural que Selvaggi volviera al lugar a donde siempre había pertenecido y no me daba miedo admitírselo a ningún fanático de Bloodworth en la cara.

Había escuchado por ahí que el chico quería planear una partida de poker explosivo y ya saben que yo siempre estoy por la labor de un buen sistema de apuestas, así que cuando lo vi por los pasillos cuando iba en dirección a mi dormitorio, no dudé ni un segundo en acercarme a él para comunicarle que estaba dentro de lo que fuera que planeara. No me malentiendan, no soy mucho de ser amable con la gente y tal, pero sabía bien con quién sí y con quién no, y Miles no era como cualquier otro tío en cuanto a relaciones sociales se refiere.

-Hey Selvaggi, ¿que tienes pensado algo donde pueda apostar?-Lo saludé desde lejos antes de llegar completamente a su lado, frente a la habitación de Adrien a la que eché un rápido vistazo para encontrarme con Marcellus Lovecraft revisando un libro mientras Miles lo cuidaba como guardia de seguridad. Yo no sabía nada sobre las relaciones de Adrien ni mucho menos así que se me hizo raro que alguien estuviera ahí como si nada siendo que cuidaba tan celosamente su privacidad que rayaba en lo ridículo, con acertijos y estupideces.

-¿Y ahora las visitas qué?-Pregunté cruzándome de brazos aunque en realidad me importaba poco qué hacía él ahí y solo preguntaba por fastidiar un poco, hasta sonriendo como un imbécil, aunque mi relación con Lovecraft era nula, lo único que importaba era que no pertenecía ahí, aunque eso también me importara poca cosa.

Y que decir en su defensa ante aquella estúpida forma de asaltar al Lovecraft. Realmente estaba aburrido y con la perspectiva de que nada interesante le iba a pasar. Y desde luego, él era lo suficientemente idiota como para pensar que echar de la fraternidad a un extraño lo mantendría entretenido y ocupado.

-Los únicos secretos que podrías robar aquí son los de nuestra mascota, pero no me refería a eso Lovecraft, aunque me llama la atención que tengas la llave de la puerta de Adrien - ya dejó de fingir que no lo había visto, al fin y al cabo estaba ahí plantado frente a él abriendo tan tranquilamente. La forma de entrar en su dormitorio no la conocía nadie más que él (y Draken, aquel tipo lo sabía todo de su vida), así que era un detalle que no pasaría inadvertido para él, ya hablaría más tarde con Adrien sobre la posibilidad de que ese tipo estuviera entrando y saliendo libremente de la fraternidad como si fuera su casa.

Ante su actitud (que lo ignorara tan deliberadamente y su supuesta “disculpa” para entrar) Miles tan solo puso los ojos en blanco.

-Ni que tuviera muchas elecciones - musitó no muy alto y se quedó en la puerta mirando adentro, con expresión de todo menos de amigos. Aún cuando Marcellus y Adrien pudieran ser amigos eso no le confería el derecho de estar en la casa principal de la fraternidad sin permiso, no podía andar por ahí como si nada. No se había ganado ese derecho en ningún momento. Pero sus pensamientos se vieron interrumpidos, por suerte, y con una expresión algo más agradable saludó a su compañero - hola Fitzgerald, si, ahora mismo estoy tratando  de organizar algo para el fin de semana próximo, espero verte por allí - dicho aquello miró de nuevo en dirección al “intruso”. Decir que las apuestas eran un vacío legal en las reglas de las fraternidades era una verdad bien cierta, así que, como siempre, sus actividades quedarían entre ellos y no tenía porque saberlo nadie de fuera - ah pues nada, ahí Lovecraft está rebuscando entre los libros de Adrien, no sé si con permiso o si simplemente se ha colado - dijo aquello en un tono de voz lo suficientemente algo como para que el muchacho se enterara, por más que estuviera absorto en la observación - Marcellus, ya tendrías que ir saliendo de ahí, creo que te demoras demasiado para solo buscar un libro ¿no?

Por el bien de la convivencia, Marcellus pasó de largo el comentario sobre la mascota de los Nu, se había encontrado al caimán anteriormente y la sola idea de que Pistacho tuviera secretos le pareció graciosa, se sonrió solo negando con la cabeza sin darle ms importancia al comentario de carácter hostil. No quería ser altanero o grosero con Miles porque técnicamente no tenía motivos, el que el joven hubiese sido testigo de lo que Auberon le hizo a Adrien y a Laise no era culpa suya… aun que lo hiciera rabiar.

Marcellus estaba apilando los libros para lazarles un encantamiento y guardarlos en su mochila cuando Theo llegó, cosa que no le sorprendía, después de todo era su fraternidad. Su interacción con el era de poca a nula, conocía más de su vista a su hermano Edmund quien era amigo de su prima Nicole que a el, quizá lo había visto al alguna ocasión durante las reuniones de la Editorial Fitzgerald con las Librerías de su familia, pero no recordaba si había sido el caso.

"Solo de paso," le aclaro a Theo mientras guardaba sus libros, luego a Miles le dijo con mientras se encogia de hombros, "Los libros son míos, Adrien me hizo el favor de guardarlos y los necesito para mi siguiente clase, así que vine por ellos," se sonrio y cerro la mochila.

Tenía clase con Auberon, por lo que necesitaba reforzar al doble sus defensas de Oclumancia y poner en uso todas las técnicas de evasión y  subterfugio que ya conocía, podía hacerlo, su nivel era bueno, aunque le fuera a causar migraña cuando terminara.

Se acercó a Miles, quien estaba en la puerta y recogió las notas que había escrito y se habían caído de uno de los libros, cuando se incorporo se percató que ahora ambos Nu estaban frente a la puerta y alzo una ceja, "Tengo que cerrar la puerta."

Les dijo para darles a entender que necesitaba que se apartaran para dejarlo salir, obviamente no era bienvenido, al menos no por sí mismo, y no quería estar ahí más de lo necesario, menos ahora que sabia demasiadas cosas sobre esa fraternidad.

Ahora que uno de sus compañeros estaba con él Miles sentía un poco de menos ánimos para tratar de socializar con Marcellus. Aún habiéndose acercado de manera hostil tenía intención de pasar un rato con él, pero nada más lejos llegó su intención cuando Theo hizo acto de presencia. Realmente no es que pensara que Macellus no fuera “digno” de su amistad, no lo conocía y los Lovecrafts eran tantos y tan variados que a primera vista era simplemente imposible adivinar quien era digno de quien y cual de ellos merecía tragar babosas pro meses... pero bueno, a lo que iba. Su única intención de tratar de conocerlo se había esfumado, pararse a conversar con su compañero era prioridad por el momento, no era tan fácil hacerse un espacio de nuevo en la fraternidad y no podía simplemente ignorar a “hermanos” por personas que se colaban ahí sin motivos.

Pero tampoco hizo intento de molestarlo más, lo miró mal cuando le “pidió” que se separara de la puerta y no se movió, simplemente por orgulloso.

-Venga y cierra, me aburrí de estar aquí esperando - miró a su compañero y, como si hubiera sido idea suya, simplemente se alejó de la puerta unos pasos, a veces el orgullo hace a uno verse como un poco idiota - ¿cuando tienes esa clase que dices, Lovecraft? Podemos invitarte a beber en el bar de la fraternidad, así ves lo que te pierdes por no querer entrar.

Levantó una ceja, captar adeptos y nuevos contribuyentes era cosa del presidente, pero bueno. Él ni sabía que ya había tratado de entrar en su día y terminó por arrepentirse.

Aun cuando Miles le dirigió una mirada poco amigable por su petición, Marcellus contrarrestó el gesto con un gesto exagerado de petición, alanzado un brazo para señalar el lugar en general. Contrario a su forma normal de expresarse, que era muy teatral cuando se lo proponía, en este Marcellus solo estaba respondiendo los tintes de hostilidad recibidos con algo de indiferencia, le ayudaba a pasar por alto el molestarse.

Marcellus chasqueo la lengua, gesto seguido por una sonrisa cuando Miles se apartó de la puerta, satisfecho de que no tendría problemas para mantener la privacidad de su dueño, no estaba seguro si el gesto de ambos Nu era por fraternidad a su compañero o solo por fastidiarle, pero la realidad era simple, Marcellues tenía la llave de la habitación de Adrien porque el mismo Adrien se le había dado, denotando un nivel de confianza involucrado.

Una vez en el pasillo cerró la puerta como era su objetivo, usando la llave para el cerrojo y luego coloco la mano sobre la puerta, murmurando las palabras que Adrien le había indicado para terminar de levantar la protección del dormitorio.

Se giro sobre su propio eje, mirando a Miles por un momento para luego levantar el brazo mirando la hora en su reloj de pulsera, parpadeando unas cuantas veces. La realidad es que su clase no era ese mismo día, el solo quería prepararse por adelantado para la misma.

"Tengo tiempo," dijo en voz baja pensando en si era buena idea o no seguir a Miles, una parte de si aun le dada curiosidad el saber cómo se manejaban dentro de la fraternidad, después de todo un vez fue opción suya pertenecer a esta.

"Ilumíname, ¿de qué me estoy perdiendo? El lugar es bastante interesante, no lo voy a negar," inicio siguiendo al Nu por el lugar, "Por curiosidad, Selvaggi…" se mordió el labio inferior, pensando, "Este semestre no escuché nada que involucrara las iniciaciones Nu, o fueron muy discretas o fueron pocas… me pareció extraño."

Del único que sabía era sobre Arjen Den Adel, puesto que se llevaban bien, fuera de eso, en su último encontró con Alexander, el presidente Nu lo único que había hecho era mirarlo mal por el creciente rumor de que estaba saliendo con Mina, que en ese momento era cierto. Se encogió de hombros, era mera curiosidad, después de todo de las fraternidades los Nu le había sido interesante una vez, por algo iba a hacer la iniciación además de andar siguiendo a alguien más a la fraternidad, aunque su razón principal hubiese sido esa en su momento.

Por supuesto que él no había oído nada de la entrada fallida de Marcellus, los Nu eran muy reservados, si alguien los rechazaba quedaba ese sentimiento de resentimiento contra él, pero no era algo que fueran contando por ahí ¿quien en su sano juicio no querría participar en esa fraternidad donde estaban lo mejor de lo mejor de la sociedad mágica del momento? Y él, años más nuevo que Adrien, Marcel o Theo, no podía saber lo que había pasado allí hacía años. Por eso lo invitó a pasar, ya que parecía cómodo ahí...

-Supongo Theo respondió a tu pregunta, no es algo que se vaya diciendo por ahí ¿no crees? Aunque no sé porque me preguntas a mi, hace meses que no piso la facultad. No sé como iba a saber.

Trató de dejar de lado aquel tema porque si el inútil de Bloodworth no había tenido las santas narices de buscar nuevos afiliados seguro había sido por vago, porque no faltaban siempre muchachos deseosos de entrar ahí a toda consta (y tenía que ser así, porque sus iniciaciones siempre eran, como poco, un tanto especiales).
Eso sí, la forma en la que Fitzgerald estaba siendo tan hostil con él le dio que pensar. No era el hombre más social del mundo, ni de la fraternidad, y seguro que no lo era de ninguna parte en realidad, pero si era un compañero y si de algún modo parecía  mirar a Marcellus peor de lo que él mismo lo estaba tratando por el simple hecho de ser un intruso.

-Aunque volviendo a lo que te pierdes, creo que es bastante obvio, el simple hecho de estar aquí te aporta cierto... nivel, de cara a las salidas profesionales, que no tendrás si no entras a alguna fraternidad. Pero bueno, eso es algo que alguien como tu ya deberías saber, no eres tan - hizo una pausa en aquel estúpido discurso de siempre, algo estudiado, un buen comercial o vendedor siempre sabía donde parar, fingir que se piensa como decir algo que todo el mundo sabe que es, pero que al final no lo dices, una respuesta al aire “estúpido, inculto, desinformado, desconocedor del mundo actual...” - en fin, que creo que es algo que todos saben, no es como si entráramos aquí solo para beber en el mini bar ¿no?

Terminó diciendo aquello y simplemente, con su mejor máscara y una sonrisa, se encogió de hombros mientras caminaban hacía el lugar. Fuera como fuera, aquel chico había entrado ahí bajo permiso ¿de quien? Hablaría con Adrien sobre dejarle llaves a gente ajena de la casa, no estaba bien que se pasearan por ahí tranquilos, menos sabiendo las cosas que pasaban unos pisos por debajo de sus pies, y él lo sabía bien, suponía, había estado implicado en más de una ocasión.

Marcellus no se consideraba una persona Anti-Fraternidades, no realmente. Si bien no tenía opiniones altas de ciertas actividades o costumbres de las fraternidades, no era activo opositor del concepto. Esto se demostraba con el simple hecho de que tenía amigos pertenecientes a fraternidades sin problema alguno y reconocía los aportes positivos que estos grupos tenían, no sólo remarcaba los negativos.

Era por esto mismo que estaba haciendo lo posible por entablar una conversación con los presentes de manera civilizada, no tenía nada contra ellos. Marcellus era una persona sociable, sin embargo era muy difícil mantener una actitud neutral o de carácter objetivo cuando la reacción recibida era de naturaleza hostil rayando plenamente en lo grosero. Theo estaba siendo un desgraciado sin razón alguna, probablemente solo fastidiar o estaba enojado con el mundo por existir, fuera cual fuera el motivo, Marcellus tuvo que hacer un activo esfuerzo por no girar los ojos ante su respuesta sarcástica, en lugar de eso ladeo la cabeza sonriendo.

"Supongo que tiene algo que ver el que nunca le pregunté con el hecho que no me contara…"

Se encogió de hombros entonces, restándole importancia porque no la tenía. Si Theo tanto quería manejar su pregunta como si le hubiera ofendido, no podía hacer mucho al respecto, la había hecho con la exclusiva intensión de sacar un tema de conversación, no porque realmente le interesara.

"Mera curiosidad," le dijo a Miles respecto a la razón por la cual había preguntado, "Creí que tal vez te habían puesto al día, pareces más activo que otros," dijo sin hacer mención directa a Alexander Bloodworth, cuya inactividad había sido notada incluso por aquellos que, como él, no eran parte de la fraternidad.

Escucho el pequeño discurso de Miles asintiendo con la cabeza, el joven parecía ser bueno con las palabras o al menos creía en el producto que estaba vendiendo, no se lo iba a negar.

"Por supuesto: Intelligentia, Posere, Astutia…" recitó sin esfuerzo los tres valores más apreciados por los Nu: inteligencia, poder y astucia. Sabía la historia, sabía los lemas y de más, de hecho sabía mas de esa fraternidad que de las demás porque en verdad consideró unirse a ella… sabia incluso cosas que en teoría no debía conocer, como la existencia del sótano y lo que se hacia dentro del mismo.

Mantuvo su expresión tranquila mientras seguía a Miles por el lugar e hizo el esfuerzo por reconocer la presencia de Theo mirandole de cuando en cuando, por educación, pero nada más, el hombre obviamente estaba molesto con su mera existencia por lo visto, era difícil apreciar la fraternidad cuando parecían tan empeñados a que no lo hicieras.

"Pero debes admitir que el Mini-Bar les da ventaja," le dijo a Miles tratando de aligerar el ambiente, siendo reciproco con el italoamericano por la invitación.

Miro sobre su hombro al pasillo detrás de ellos, el cual guiaba a lo que sería la salida de lugar después de ciertas vueltas, preguntándose si hubiese sido mejor esperar a Adrien para ir por sus cosas después de todo.

En realidad, fuera de saber que Marcellus había rechazado ser parte de nosotros cuando ya había estado tan cerca de lograrlo, justo como demostraba recitando los valores de la fraternidad con la seguridad de quien se los graba por algo importante, no tenía nada en particular en contra del pardillo, simplemente era una persona arisca por naturaleza con las personas que no me atraían nada particularmente importante.

A Miles lo trataba bien porque, ya saben, compartíamos no solo la fraternidad y estaban las posibilidades altas de que volviera a ser mi presidente, sino porque tenía que tragarme su presencia en el sótano y al final de todo, el tipo no era nada malo ni insufrible, como ya había dicho antes. Yo sabía bien con quien sí ser un poco más abierto, y con el resto de la gente me daba mucho lo mismo.

Me agradaba la forma en que Miles hablaba de la fraternidad y la vendía y por un momento seguí ese juego en silencio solamente para ver hasta donde llegaban los dos, uno fingiendo que no le habían vendido esas ideas antes y el otro esforzándose por ser un buen vendedor.

Notaba los esfuerzos de Marcellus por hacer como que me ignoraba pero se los pondré así: me halagaba saber que mi presencia lo incomodaba tanto como para hacerse el loco y fingir que me ofendía ignorándome, eso quería decir que hacía bien mi trabajo.

-Ya podemos dejar de fingir que no sabes todas las ventajas, Lovecraft. Ya cuéntale al joven Miles que te invitaron una vez y terminaste por echarte para atrás. Que no gaste sus energías en alguien que de todos modos no volvería a tener oportunidad.-Porque quería pensar que nadie sería tan idiota como para que Marcellus siguiera siendo una opción, no nos faltaban tipitos que buscaban un lugar aquí, quería pensar también que había el suficiente orgullo en casa como para no buscar a la misma persona dos veces.

Una vez en el minibar me encargué de servir un buen trago de whisky en tres vasos, dos de ellos los hice levitar hasta el posible presidente y otro hacia Marcellus, mientras que el tercero me lo quedaba para mi. Le dio un trago moderado mientras me recargaba en una de las mesas del lugar.-Y entonces, ¿desde cuándo entras como si fuera tu casa?

El ambiente, era, como decirlo sin sutilidades, totalmente tenso entre ellos tres. Miles sabía que había iniciado todo de mala manera, pero en realidad su intención había sido bromear un poco, ya la llegada de Theo forzó la cosa porque no quería parecer demasiado estúpido o que se dejaba mangonear y por eso había seguido sin cortar la broma. Pero bueno, eran hombres y bastante adultos como para saber llevarla a buen término ¿no? Una cerveza, unas palmadas en la espalda y a otra cosa. Las tensiones eran innecesarias según él.

-Solo por saciar tu curiosidad, llevo días aquí y hasta el año que viene no voy a interferir en lo que pase en la fraternidad, ya no estoy tan arriba, ya sabes - sonrió de medio lado, si de verdad había ido tan mal ¿porque interferir a final de año? Claro que haría cosas por la fraternidad como lo que le dijo a Theo de la timba de cartas o algo así, pero no iba a ayudar a Alex, por más amigo suyo que fuera, que se las apañara y ya se vería, el curso que viene, quien volvía siendo presidente y quien no - ah bueno, si te lo sabes y todo - dijo sonriendo al oír aquella forma de decirlo tan cercana a su idioma natal, claro que sabía que Marcellus también era italoamericano no era difícil de adivinar con ese nombre, pero por su poco trato a veces lo olvidaba.

Pero cuando su compañero habló (al fin) su ceño se frunció. Aquello en cierto modo lo molestaba ¿realmente había tenido las agallas de rechazar una invitación directa? Lo usual era que hubiera chicos que rezaban por entrar y a los cuales se les rechazaba por tal o cual fallo. Problemas familiares, económicos o intelectuales. Famas que serían mejor evitar por ahí o mejor dicho, personas sin poder para pasar desapercibido... pero que alguien los rechazara sin más pues estaba mal. Y él era bastante orgulloso de su fraternidad como para poder mirar mal a alguien sin los cojones de haber tratado de entrar o con los mismos para entrar ahí después de haber rechazado ser miembro.

Claro que tras aquello, por parte de Miles no hubo más conversación sociable y simpática hasta que llegaron al lugar que tan bien conocía. Tomó su vaso y le hizo un gesto a su compañero a modo de agradecimiento. Estaba meditando. No podía tomarse TAN mal que alguien no quisiera entrar, al fin y al cabo había muchísima gente sin aspiraciones ni ambiciones tan... especiales como las de él mismo o algunos de sus otros hermanos. Pero desde luego no entendía como aún sabiendo eso, Adrien le daba la llave así tal cual ¿que no tenía ni un poquito de orgullo Nu? Que menos que no dejar entrar tan tranquilamente a alguien que ya había dejado en claro que no quería estar ahí.

-Bueno, ya que no hay intención de que entres aquí, ahora lo tengo seguro, dejaré las tonterías de lado y ya podemos tener una charla normal ¿no? - quien dijera que no era bueno fingiendo era porque simplemente no lo había visto nunca, ni se notaba el cambio de humor, excepto quizás por esos segundos de silencio que hubo antes - es curioso,  las cosas que se descubren sin pensarlo ¿no? - su mirada iba directa hacía Marcell, ahora llamaba su atención diez veces más que antes, Miles era un hombre curiosidad, dio un corto trago a su su vaso como si se tratara de agua y siguió hablando -  ¿cuando fue que ibas a entrar en la fraternidad? Soy el único que no tenía idea de eso, al parecer, y es una sensación molesta.

Adrien llevaba más de 27 horas sin dormir, entre la guardia del hospital, los reportes del departamento de investigación y todavía sus clases, mismas que se ponían más exigentes por la próxima llegada de los exámenes de final de curso. Estaba agotado, física y mentalmente, cuando Marcellus fue hacia el hospital para buscarlo y pedirle el libro que se había olvidado en su habitación en realidad no le pareció una idea ni descabellada ni criminal el prestarle su llave para que él mismo fuera a tomar sus libros, no estaba robando nada, no estaba haciendo nada ilegal, solamente recogiendo sus libros por que, en efecto en ese momento él no podía despegarse de la clínica, estaba atendiendo a una bruja que se lanzo una maldición y se le habían caído las orejas. Si, así de ridículo.

No se dio cuenta cuanto tiempo había pasado desde que atendió a la mujer y le dio las llaves a Marcellus, por la falta de sueño ya no calculaba correctamente y eso estaba mal, precisamente por eso el jefe del área donde trabajaba le ordeno que fuera a descansar, lo merecía y lo necesitaba.

Entre la fraternidad era bien sabido que precisamente por las pésimas costumbres de sueño que Adrien tenía simplemente había momentos en los cuales no debía molestársele, cuando estaba dormido o cuando estaba a punto de irse a dormir, fuera la hora que fuese, por eso más que nada cuando se apareció afuera de la fraternidad y abrió la puerta, los otros miembros que andaban por ahí ni se molestaron en saludarlo, bastaba con ver la cara de pocos amigos que tenia y los moretones debajo de los ojos por sus desveladas terribles.

Y justamente estaba por subir las escaleras para ir hacia su habitación cuando, sin querer, escucho la pregunta de Theo que corrió por el salón entre un silencio incomodo que se había creado, casi adrede para que él pudiera escucharlo. Adrien se llevo dos dedos al tabique nasal y se quito las gafas, apareciendo detrás de él.

¿Quieres dejar de hacer esa clase de preguntas Fitzgerald por favor? Solo vino por un par de libros, no a robarse la platería…. Es como cuando las mujerzuelas entran a tu cuarto por las bragas que se les olvidan, pero con cosas importantes… ¿Encontraste lo que necesitabas? - Le pregunto a Marcellus tras saludar a Miles con un movimiento de cabeza, en realidad no estaba en esos momentos para desgastarse discutiendo con cualquiera de los otros Nu, su rostro lo decía abiertamente.

Hace unos tres años aproximadamente ¿o me equivoco? Tuvo una situación familiar y por eso no hizo la prueba, algo de mal augurio con videntes… nunca entendí por qué no volviste a aplicar Marcellus… – En realidad nunca se había dicho la razón por la cual Marcellus no asistió a la ceremonia de iniciación junto con Theo y Adrien, en realidad Adrien estaba adornando la situación, pero lo hacía tan natural que en verdad era difícil no creerlo.

Se sonrió de lado cuando Miles le denotó el que se sabía el lema de los Nu, encogiéndose de hombros, la fraternidad le parecía interesante, al menos mucho más interesante que los Alpha o los Delta. No esperaba que Theo fuese a hablar de nuevo, después de todo el Nu estaba dejando bastante claro que Marcellus no era de su agrado, pero no esperaba que mencionara que en efecto ya una vez no hizo la prueba de iniciación, un pensamiento algo tonto, ahora que lo analizaba, considerando que Theo había estado en el mismo grupo donde Marcellus iba a hacer la prueba, por lo que sabía de ello.
 
"Gracias, Theo…" dijo en voz baja tomando el vaso que le había dado el otro chico, haciendo un esfuerzo por no rechinar los dientes.
 
Miró a Miles y suspiró cerrando los ojos, después de todo la forma en que el chico había cambiado su actitud hacia él había sido muy notoria otra vez, justo cuando parecía que iban a tener una conversación más tranquila, Miles estaba malinterpretando la situación, pero no podía culparlo, ni siquiera Theo sabía porque Marcellus no había entrado a la fraternidad. Marcellus no fue altanero o grosero, no era como si hubiera visto a Patrick Livingstone, el entonces presidente, sobre el hombro y rechazado su invitación, claro que no hizo eso.
 
Estaba a punto de remarcar que sólo había entrado por que necesitaba recoger sus libros, no era su costumbre estar en ese lugar sin compañía de alguien más, por respeto al lugar y su gente y todo eso, Theo estaba exagerando.
 
"No lo hago, solo vine por—" Marcellus cerró la boca cuando Adrien apareció detrás de Theo, levantó la vista tan rápido que casi suelta el vaso y no pudo evitar sonreírle abiertamente, luego frunció el cejo, "Adrien, pensé que tenías guardia hasta mañana en la mañana, eh, si, ya tengo mis libros.." sacó las llaves de su pantalón, mostrándoselas a Adrien para regresárselas.
 
Parpadeó unas cuantas veces cuando Adrien contestó en parte la pregunta que Miles le había hecho y asintió con la cabeza, tomando el vaso de nuevo entre sus manos, pero no bebió nada.
 
"Tres años, si…" confirmó y luego miró a Miles, "Es circunstancial… verás, en mi familia hay dos características muy predominantes: la videncia y la matamorfomagia… Por ejemplo, la actual Matriarca posee ambas, así como el Jefe de la Primera Rama… una de mis primas tuvo una visión muy fuerte donde yo estaba involucrado… como en mi familia a los videntes se les toma muy en serio, le pedí a Livingstone que me pospusiera la prueba."
 
Miró el vaso, todo lo que había dicho era cierto, aunque la razón hubiese tenido algo más de peso en ese momento y con más detalles que no eran necesarios que mencionara.
 
"Después de eso pasaron otros asuntos fuera de mi control, tuve que dejar la escuela para ir al extranjero por un situación familiar que se extendió más tiempo del que esperaba, regresé a mediados del semestre pasado y como es mi último semestre, pensé que no sería apropiado," miró el vaso de nuevo, esta vez tomando un trago, "No había tomado la decisión de seguir en otra carrera hasta hace poco…" completó para contestar la pregunta de Miles, así como la de Adrien, siguiendo la falsa noción de que él no sabía la historia completa del porque no se había acercado a la fraternidad de nuevo.

Como era de esperarse, pronto apareció Adrien para defender a Marcellus. Yo nada más me reí, a punto de soltar el comentario de que hasta parecían amantes porque Adrien se ponía muy arisco. Le di un trago al whisky por lo que decía de las mujerzuelas que entraban a mi cuarto, lo cual por cierto, no era verdad, porque yo no le daba acceso a la fraternidad a nadie a menos que vinieran directamente conmigo. De todos modos aproveché para hacer un comentario incisivo y puntual.

-Oye, no le digas mujerzuela a su ex novia.-Me refería a Mina por supuesto, porque señalé a Marcellus con el vaso de whisky aunque luego de una risita lo dejé pasar. Ya les digo, no dejaba que cualquiera volviera a mi habitación sin mi permiso. Su explicación de por qué no había entrado el tipo a la fraternidad me tenía sin cuidado, tanto que mientras explicaba, volví la espalda hacia los presentes solo para servirme más alcohol.

Si me lo preguntan, a lo mejor sí exageraba con la situación pero qué les puedo decir, me gusta joder a la gente. Lo siguiente fue una sucesión entera de puras habladurías y excusas, o a lo mejor sí eran ciertas sus palabras, quién sabía, no me interesaban las ramas ni las matriarcas de nadie. Lo que sí, que déjenme decirles que los Nu se estaban amariconando. Esa era la palabra.

Por cómo decía Marcellus las cosas sobre la segunda carrera, me dio a mi la impresión que estaba poniendo sobre la mesa la posibilidad de volver a pedir la iniciación. Solo lo miré con los ojos entrecerrados, incisivo y terminé el segundo trago. Con un gesto le pregunté a Miles si quería beber más y luego de asegurarme del sí o del no, dejé la botella de vuelta en la mesa.

-Bueno, ya que no viniste a robar la platería, puedo dejar de hacer de guardaespaldas de Selvaggi. El futuro presidente queda en buenas manos, ¿verdad, Adrien?-Le di unas palmadas fuertes a Adrien en la espalda y tras hacerle un gesto de despedida a Miles (y decirle que no olvidara la partida de póquer que al final era lo único que sí me interesaba de verdad) y otro a Marcellus, me largué de ahí, para ir a ver a alguna mujerzuela.

Con la interrupción de Adrien, el rubio si que se sorprendió, pero sobre todo por su tono a la hora de responder. Ni que estuvieran apuntando a su amigo con una varita o algo así... aunque no le hizo falta más que un vistazo a su amigo para adivinar que quizás su tono hastiado no era por la pregunta o como estaban, si no porque estaba agotado. Menudo aspecto de muerto en vida traía. Por supuesto esperó a que aquel pequeño intercambio finalizara sin meterse en nada, él había pensado, como Theo, que era costumbre del chico entrar sin más, al parecer tan solo había usado las llaves por esa vez, debería dejar las paranoias a un lado, estaba claro que ningún hombre entraba al cuarto de Adrien así como “las mujerzuelas” que él había usado para crear la comparativa. Que por cierto, que poco acertado había estado comparando a un amigo con ligues puntuales ¿no?.

Tampoco dijo nada mientras Adrien era quien respondía a su propia pregunta, tan solo miró al único que no era un Nu ahí, no le había preguntado a Morgan, ni sabía porque tenía que meterse a defenderlo. Por suerte Marcellus tuvo la decencia de responder por su cuenta y aportando algún detalle más que satisfacía su sed de conocimiento.

-Claro, nunca está de más un poco más - sus primeras palabras tras la llegada de Adrien simplemente fueron hacía Theo, que le dio algo más del whisky que casi se había terminado y se despidió de su compañero con una sonrisa divertida, esa forma irónica y tan hija de puta que tenía de comportarse usualmente le agradaba, por más arisco que fuera, a veces eso estaba bien - ya pueden relajarse, no era un interrogatorio si no mera curiosidad. Lovecraft, no le has dado ni un trago, está feo tirar el alcohol. Si no lo vas a beber dale a Adrien, que parece estar a punto de caerse al suelo. A ver si eso lo despierta.

Se puso a juguetear con su vaso viendo que el segundo había descendido muy rápido con solo un trago, pero bueno, hacía tiempo que era así con él.

-No deberías de ser tan huraño con tus compañeros Morgan, a todos nos extraña ver a personas ajenas a la fraternidad solo por aquí, nosotros hasta lo invitamos a beber. Rélajate o vete a dormir, yo puedo cuidarle en tu nombre, prometo no tirarle a pistacho, podría darle una indigestión - volvió a mostrar aquella sonrisa medio irónica que tan bien se le daba y se encogió de hombros - como sea, ¿vas a hacer otra carrera? No tenía ni idea. Yo que ya estoy deseando de salir al mercado laboral...

No le gusto que Marcellus tuviera que excusarse más con ellos, sus razones había tenido para no entrar a la fraternidad y sabía que personas como Theo o Miles simplemente no lo dejarían pasar no importaba cuanto se esforzara. El simplemente se llevo dos dedos al tabique nasal, estaba en ese punto de la existencia donde todo le parecía irritable así fuera la menor cosa posible, necesitaba dormir y no tener que estar lidiando con asuntos imposibles.

Si paso por tu cuarto entonces es una mujerzuela Fitzgerald.. – Agregó de mala gana, no le importaba si Marcellus se ofendía o no por el hecho de que llamara así a Wilhelmina, sabía que él aun tenía esa clase de sentimientos difíciles hacia ella, en esos momentos le daba igual.

Si el presidente no puede estar a salvo en su propia fraternidad, entonces no sé donde podría estarlo… – No acostumbraba a ser tan huraño en realidad, lo era en esos momentos por la falta de sueño, todo el mundo lo sabía, no se vivía con alguien por más de 3 años sin conocerlo un poco.

Me voy a dormir… ¿Me devuelves las llaves? – Le dijo a Marcellus extendiendo la mano sin recordar que se las había dado momentos antes, cuando las sintió solamente rodo los ojos y suspiro.

Tengan cuidado… –Luego se dio la vuelta y le dirigió una última mirada a Marcellus, era más como advertencia, luego simplemente se fue a dormir para que la gente dejara de ser tan jodidamente molesta.

Marcellus rodo los ojos cuando Theo insinuó que Mina había estado con el y suspiro cuando Adrien básicamente la habían insultado, sus opciones eran simples: decir algo al respecto o no, la realidad es que nunca le iba a dar gusto a todos, si defendía a Mina, que no era necesario porque Theo solo estaba haciendo el gracioso y fallando terriblemente, iba a fastidiar aun mas a Adrien y honestamente, no tenía ganas de discutir con Adrien por algo como eso. Si decía algo mas, iba a denotar que aun tenia sentimientos encontrados en su relación fallida, si no decía nada, probablemente también le iba a reclamar por una u otra razón. Marcellus se llevo una mano a la sien, ya fastidiado, dejando pasar el comentario de largo, porque en serio, Fitzgerald podía ir a joder a otra parte, aparentemente era lo único que quería hacer.

Tomo un trago del licor para ayudarse a dejar pasar el mal sabor de boca que el comentario tan fuera de lugar de Theo le había dejado y tras un momento se sintió mejor, "Nah, no está nada mal," dijo como comentario ligera, sonriendo un poco mientras miraba el vaso.

Había extendido la mano para darle las llaves a Adrien, incluso antes de que se las pidiera, no podía culparlo por no estarle poniendo atención, realmente se veía casado, así que solo presionó las llaves sobre su palma y le dirigió un sonrisa, "Gracias, ahora ve a dormir antes de que caigas inconsciente."

Asintió con la cabeza a la despedida y la mirada que Adrien le había dirigido, sabiendo que una vez que tuviera algunas horas de sueño encima el mundo no le parecería tan molesto en general.

"Descansa," le dijo a modo de despedido y cuando Adrien ya se había ido, regreso su atención a Miles, quien le era considerablemente más de su agrado que Theo.

"Ah, estoy trabajando," le dijo, "En el despacho de Arjen Den Adel, de hecho… también con algunos de los abogados conocidos de mi padre, la segunda carrera es porque quiero enriquecer mis conocimientos, probablemente me tarde un poco mas con esta por no hacerla tiempo completo."

Tambien estaba el hecho de que básicamente sus padres le habían dado la opción de seguir estudiando en BK o mandarlo a Europa, todo por la situación tan tensa que se presentaba, ya sin incluir el hecho de que tenía que ser interrogado por el incidente en el centro comercial que aunque era rutina, no era agradable. Marcellus prefirió quedarse en BK, al menos eraria con personas que le importan.

Le dio otro trago al licor, jugueteando con el vaso casi vacío, "La verdad es que quiero conquistar al mundo y con la fachada de solo ser un estudiante es más sencillo," dijo con un tono juguetón y le sonrió descaradamente a Miles, sin poder aguantarse una risita.

Adrien, en cierto modo, tenía suerte de Miles ni sabía (ni le interesaba saber) de que “mujerzuela” estaban hablando. Él era defensor de que la vida sexual había que vivirla plena y complacidamente, así que habría defendido a quien fuera de conocerla, pero en ese momento no era el tema. Así que dejaba que ellos hablaran de esas cosas y ya. Lo que si estuvo a punto de preguntar (irónicamente, obvio) que si Marcellus era tan mujerzuela por cosas que habían hecho dentro del cuarto. Pero se abstuvo, solo por no molestar de más a un compañero muerto de sueño.
No le hizo tampoco mención a que aún no era el presidente, le gustaba oír esas cosas, llegaría a serlo, aún si le valía su amistad con Alex, era así de egoista.

-Duerme bien Adrien, nadie quiere verte así - dijo a modo de despedida amistosa, él sabría que se refería a que con ese humor aguado era como una patada en los cojones charlar con él, asi que daba igual si sonaba mal. Ya después de aquello de pronto se dio cuenta de que, después de todo eso, habían terminado charlando amigablemente cuando en un principio solo se había acercado a él para molestarlo. Bueno, no estaba tan mal como siempre había pensado, y era lo suficientemente abierto como para darle la oportunidad de conocerlo antes de juzgarlo mucho.

-Eso suena bien, es bueno tener experiencia laboral y justo no estás en mal lugar - dijo de manera diplomática, así como hablan los adultos cuando quieren decir algo como “un lugar muy influyente y donde terminarás trabajando de lo que quieras en donde quieras solo con una buena carta de recomendación” - yo estuve de practicas justo en un despacho de abogados este año, pero a tiempo completo. Me ahorré un par de asignaturas muy aburridas que me convalidan solo por las horas de trabajo - resultaba fácil hablar de temas tan neutrales aunque un poco aburrido, claro. Sonrió ante lo que él dijo y negó un poco con la cabeza, realmente esa fraternidad estaba llena de gente que si dijeran eso estarían diciendo algo que pensaban en serio pero ¿él? De algún modo suponía que solo bromeaba - es un buen plan, aunque yo sigo pensando que es más fácil con más tiempo libre.

Dijo aquello siguiéndole la broma, aunque él pretendía conquistar el mundo a su manera, convertirse al final en alguien influyente, en serio.

-Espero que no tomarás a mal lo de antes, a veces me entretiene patear a gente de la fraternidad - bromeó y dio el último trago a su vaso. Con dos en una tarde normal había de sobra, aunque igual y por amor al alcohol se echaba el tercero - hoy fue un día muy aburrido y me has distraído media tarde, eso se merece... ¿te relleno la copa? Iba a preguntarte que segunda carrera harás, pero se me hace que son temas aburridísimo y ni sé cuanto tiempo tienes para pasar aquí.

Dejó su vaso y no esperó a que le respondiera que ya tomó la botella que Theo había dejado allí encima para ir a rellenar ambos.

-Por cierto ¿no te molesta que Adrien te compare con una mujer...que entra a los dormitorios a lo obvio? Cualquiera se habría quejado de eso, muy buen amigo tuyo debe de ser - sonrió, pensando que ese tema sería simplemente más distraído.

"Tienes razón, aunque por lo general encuentro momentos para hacer las cosas," Marcellus le dijo jugando con el vaso, "El tiempo en esencial en cualquier plan, como podrás ver no soy muy apto a seguir los horarios del mal que tiene Adrien, curiosamente me gusta dormir," se encogió de hombros, había días que pasaba con Adrien básicamente leyendo un libro con el Nu recostado en la cama deseando que mundo implotara hasta que se quedaba dormido. "supongo que tendré que ponerlo en mi agenda para no olvidarlo: ser discreto, obtener gran poder y conocimiento, conquistar al mundo, dormir."

Siguió con la broma porque le había parecido divertido, lo de conquistar el mundo si era broma, lo de obtener poder y conocimiento, no tanto, pero Miles no tenia porque saber eso.

Se encogió de hombros, "Yo iba a ser parte de la fraternidad, probablemente si se me presentara la oportunidad ahora si haría la iniciación, muchas cosas han pasado últimamente… el punto es, entiendo la exclusividad y todo eso, aunque me tomaste en un momento algo áspero, no te lo voy a tomar a mal, pero realmente solo quería mis cosas." le sonrió de nuevo, no estaba ofendido con Miles, Theo era quien lo había fastidiado.  

Le acercó el vaso, aceptando que se lo rellenara, "Gracias… no tengo tanta prisa, aun me queda tiempo para la clase, solo quería estar con el material completo, tenía la impresión que Adrien no regresaría hasta mañana."

Casi se atraganta con licor cuando Miles remarcó algo que Marcellus ya había estado pensado y si bien le agradecía a Adrien la intención de defender su presencia en ese lugar, la comparación había sido exactamente como Miles le decía.

"Ehm…" ¿Cómo le explicaba que Adrien era su pareja? No tenía porque hacerlo. Marcellus suspiró y negó con la cabeza, "Adrien dice palabras muy curiosas cuando tiene abstinencia de sueño, no me molesta porque sé que no lo dijo con ninguna mala intención, no es la primera vez que lo hace."

Se tomó otro trago del licor entonces, buscando cambiar el tema, "¿Tienes pensado retomar labores como presidente?" le preguntó entonces, "…Me interesa la fraternidad."