Get Lucky [ Aline ]

Era muy temprano cuando abrió los ojos por la mañana. La pesadez matutina que la enfermaba las últimas semanas simplemente había desaparecido, así como también sus ganas de seguir dormida. Sus ojos viajaron por la habitación, el techo, las cortinas, necesitaban unas nuevas. Tamborileo los dedos sobre las sabanas pensando en ir a ver el estudio de música, tal vez hacer algo para el desayuno antes, luego la tienda de cupcakes necesitaba también algo de atención, sin darse cuenta estaba ya haciendo un itinerario mental sobre las cosas que quería hacer para ese día, tal vez incluso lo pensó en voz alta porque, como si fuera capaz de leerle la mente, Werther, el hombre tirado en la cama a su lado habló entre sueños.

“Si vas a salir no trates de escabullirte entre las sabanas, lo sabré” – sentencio, en realidad no era la primera vez que le pasaba que al despertar, Harley ya se había ido del departamento a algún lugar, ella siempre fue muy independiente, eso no iba a cambiar por que fuera o no a tener un hijo.

¿Entonces debo cancelar mi escape a Europa? Maldición!.. – Bromeo abrazándolo, él respondió algo nuevamente entre sueños y ella simplemente le lanzo un beso tras levantarse de la cama. Como siempre sucedía, mientras él dormía ella hablaba  y hablaba explicando los planes de su día. Le había dicho a Mina que quería dar una vuelta por la cupcakeria para revisar las viejas recetas y poner algunas nuevas, se llevaba bien con el cheff que la había reemplazado con su viaje de hacia unas semanas y que ahora tomaba un turno de tiempo completo en el lugar, con excepción de las ocasiones en que ella iba, como era el caso de ese día en particular.

Animada ese día preparo algo rápido para el desayuno, dejo las porciones de Werther y Zelda en la barra de la cocina y ya, a una hora más decente, salió del departamento de New York por medio de la chimenea hasta la que tenían en el Mall, era un largo viaje, pero aun le tenía miedo a aparecerse, por los mareos que le daban después dé.

Hola, buenos días… – Saludo en cuanto salió de entre las llamas verdes de la chimenea, Harley estaba vestida en realidad de una manera modesta, con una camisa rosa con un gato pastelero impreso y jeans, no parecía ni por mucho una de las dueñas de ese lugar, principalmente por lo joven que era.

Se acerco a la barra donde curiosamente ya había algunas personas comprando, el sabor de los cupcakes de esa tienda en particular parecía gustarle mucho a las personas, estaba bien, quería decir que al menos había servido de algo. Fue en la fila que le pareció reconocer a alguien, esa amiga de Mina que ella había conocido una vez que fue a buscar a Liam a la facultad de música hacia no mucho.

Hey… ¿Aline?  ¿Qué tal? ¿Ya probaste la especialidad del día? ¿Cuál vas a elegir?     - Se acerco a ella viendo la vitrina de cupcakes, ella últimamente no podía comer muchas cosas, sus médicos le habían restringido demasiado su dieta, tenia que cuidarse.

cupcakes
ropita harley

Cuando no me excedía con los alucinógenos, podía permanecer en un mundo de paz y tranquilidad. La noche anterior había hecho un consumo "responsable" (si es que se puede llamar así al hecho de consumir drogas) de la poca mercadería que le había comprado al "dealer oficial" de la universidad y debía admitir que su "producto" era bueno... bastante bueno, diría yo.

Es por ello que, tal vez, esa mañana abrí los ojos sintiéndome renovada. Había dormido plácidamente toda la noche, había tenido un sueño profundo, sin sueños, que me había permitido descansar y olvidarme de toda la jodedera que mis padres me estaban montando. Que por qué andaba con pantalones rotos, que por qué usaba camisetas de grupos muggles... joder, tengo 19 años, no 70, así que puedo vestir como me de la gana... pero aquel día decidí que me vestiría como la niña linda y decente que mis padres quisieran que fuera.

No lo hacía por mis padres, lo hacía por Adrien. Todas las personas que conocía en este lugar eran amigos de Adrien, porque mi hermano me los había presentado... y todos eran buenos conmigo por él, sonreí amargamente al darme cuenta de que nadie me quiere por lo que soy, sino porque soy la hermanita de Adrien. Mi referente es Adrien y no podía hacerlo quedar mal.

Así que me puse un sencillo vestido de punto de color blanco con bordados azules que Adrien me había regalado, unas ballerinas de color azul y mi bolso, dispuesta a salir a pasear por el centro un rato.

Estaba dando vueltas viendo tonterías en las cuales gastar el poco dinero que traía, cuando un delicioso olor me recordó que no había desayunado... ¡qué casualidad! era la cupcakería a la que me había traído Adrien mi primer día... emocionada porque había amado los cupcakes que había probado en aquella ocasión, me metí a la tienda con la intención de probar los nuevos sabores que estaban anunciando.

No me decidía por alguno cuando Harley, la chica que conocí en la facultad, me saludó - ¡Hola, Harley! ¿qué tal?... ¿me crees si te digo que todos se ven tan buenos que no me decido? - dije con cara de circunstancias... no podía comer todos, pero me moría por hacerlo - tal vez podrías recomendarme alguno... realmente tengo problemas para decidirme - pedí poniendo cara de niña en problemas... ¡y es que era un problema elegir entre tantas opciones tan deliciosas!

Sonaba ridículo pero Harley se emocionaba mucho al encontrar a personas de la universidad en la tienda, le hacía pensar que las cosas estaban saliendo bien con el negocio y que incluso ya se habían hecho acreedoras de un nombre y una reputación en cuanto al producto se trataba, además tampoco eran malas con el trato al cliente, Harley siempre se había esforzado por que se le tratara bien a las personas y ella misma se cercioraba de que así fuera.

Tendré que creerte, hace ya tiempo que no pruebo uno… – Ella se llevo la mano al estomago de manera casi automática e inconsciente, era verdad, cuando probaba alimentos de ese estilo le daban unas nauseas terribles, nada tenía que ver con el sabor o textura, simplemente no podía comerlas.

Déjame te digo, que por más ridículo que suene, hay un cupcake para cada estilo de personalidad. Yo no lo sabía pero el que sea tu favorito tiene mucho que ver con tu forma de ser… voy a escribir un libro sobre la cienciologia de los pastelillos próximamente... – Bromeaba, aun que había algo de realidad en sus palabras, no había tenido la oportunidad de probar su teoría pero estaba segura de que si.

En realidad yo solo venia a ver como estaba la tienda… tengo que dar unas clases de violín por la tarde, pero mientras tanto vine a cerciorarme de que los hornos estuvieran en su punto y tal vez cocinar algo nuevo aprovechando de que ya se me quitaron las nauseas matutinas… - Ella volvió a llevarse las manos al estomago. Había veces en que simplemente no tienes que preguntarle a una mujer embarazada sobre si está embarazada o solamente tiene sobre peso, Harley era de esas personas que, a pesar de que su vientre era pequeño aun, era más que obvio su estado en esos momentos, ella no estaba ocultándolo tampoco, no es como que se avergonzara de si situación.

Hey, ¿Cuáles son tus planes para hoy? Estoy segura que no es lo mismo que tocar un instrumento, pero si te anotas estaré necesitando una ayudante de cocina… ¿Qué tal? Tal vez así puedas contarme un poco más de cómo te trata la escuela y esas cosas…

No es que Harley tomara a cualquier persona para meter a su tienda (Que si lo hacía y por eso Mina la regañaba muchísimo) pero tampoco era como que ella fuera cualquier persona, el hecho de que fuera amiga de Mina ya la hacía especial de por si. Además a Harley le gustaba la compañía.

Escuché atentamente sobre lo que me decía acerca de la personalidad y los cupcakes. Me quedé mirando los cupcakes y realmente el de limón de veía bueno... pero luego mis ojos se detuvieron en el de óreo, luego el que tenía la cereza encima, luego el que tenía el bombón de chocolate encima, luego el de la galleta con chocochips... ay, me los quería comer todos. - Pues... si es como dices, entonces tengo personalidad múltiple, porque me gustan todos - dije apenada. Al parecer no me iba a decidir por ninguno pronto.

Harley empezó a comentarme un poco sobre su día y yo sonreí débilmente. Ella tenía una vida planificada y yo no tenía nada. Cada día despertaba con un único plan en mente: no hundirme demasiado en la depresión por el acoso constante de mi padre, sus amigos y todos los de "nuestro círculo", porque si lo hacía, terminaría mal o tal vez un día no muy lejano muera por sobredosis o algo así. No era algo prometedor para mi vida, pero de momento no tenía nada. Y me sentí vacía... e inútil.

Sin embargo, ella vino con una propuesta bastante curiosa - ¿Asistente de cocina? - pregunté intrigada y luego una sonrisa amplia se dibujó en mi rostro - suena bien... podrías enseñarme a hacer los cupcakes, aunque no creo que me queden tan bien - añadí mientras miraba las delicias que estaban en la vitrina. Estaba segura que mi primer cupcake sería una cosa horrible, ya decía mi madre que yo soy una buena para nada.

Suspiré y sacudí ligeramente mi cabeza para alejar esos pensamientos, no eran nada buenos. Miré a Harley y sonreí nuevamente - Sí, tengo el día libre... será genial ayudarte - me sentía feliz porque alguien confiara en mí a ese nivel y me hiciera sentir valiosa de alguna forma. Si aprendía bien podría sorprender a Adrien con algún pastelillo alguna vez. Sí, eso sonaba bastante bien.

Aunque me preocupaba mucho la perspectiva de que quisiera saber más de mí. Yo no tenía nada interesante que contar como lo tenían otras personas o el mismo Adrien. Yo era una chica simple, con problemas de drogas y muchos muchos problemas para interrelacionarse, no era la muchacha maravillosa con estudios en Europa que todos creían... no, yo era simplemente... nadie.

Harley no era una experta que supiera reconocer de inmediato las intenciones de las personas, de hecho ni siquiera estaba cerca de serlo, era inocente y confiada, pero algo en Aline le provocaba ternura, era eso o las hormonas del embarazo lo que la hacían querer protegerla de aluna manera. Le sonrió ampliamente y asintió con la cabeza. No te preocupes contrario a lo que piensan los desordenes mentales hacen más interesantes a las personas – Le guiño un ojo, parecía broma pero no lo era, en realidad en su familia a todos parecía faltarles uno o dos tornillos.

Bueno, tendría que examinarte, pero puede funcionar… – Se llevo una mano a la barbilla como si estuviera examinándola, en realidad estaba solamente jugando y se hizo más obvio cuando volvió a reír abiertamente, Harley era demasiado expresiva con sus facciones, incluso utilizaba las manos al momento de hablar para hacer todo más explicito, siempre era divertido cuando ella explicaba algo. – Oh vamos, te juro que no puede ser peor que la vez que yo incendie las cortinas de mi casa… vamos, sígueme…

Y luego camino hasta donde finalizaba la barra esperando que Aline la siguiera, le dio paso para entrar a la trastienda y antes de acercarse a los hornos y donde se preparaba todo, tomo un delantal, una rejilla para el cabello y unos guantes especiales que se adherían como una segunda piel, daban la facilidad de maniobrar y mantenían todo con una alta higiene.

Primero te presentare el lugar, la mesa “Bob”, aquí preparamos la masa, ahí está la batidora, “Esthela”, y los hornos, Jonny 1, 2, 3 ,4 y 5. – Iba señalando todo mientras le mostraba el lugar, los otros empleados de la tienda volteaban a verlas mientras pasaban, ellos estaban acostumbrados a la ridícula manía que la chica Lovecraft tenia de nombrar a las cosas como si fueran personas, a veces incluso les hablaba, era algo extraño de su personalidad. La trastienda tampoco era muy grande así que luego llegaron a la parte de la bodega y la salida trasera.

Primero tenemos que hacer la receta del nuevo cupcake… ¿Te gustaría hacer algo especial? Dime ideas y vemos con que ingredientes podemos hacerlas realidad, es como una máquina de deseos… pero con cupcakes.