Six Pack

Se había lesionado en un partido y perdió un examen por ir a la enfermería, no le agradaba al profesor de la asignatura así que directamente lo reprobó aunque tenía su comprobante de haber estado con la enfermera. No quería aceptar esa excusa, simplemente no quería y el puto le dijo que si no sacaba un Extraordinario en el trabajo que tenía que presentar la semana siguiente iba a reprobar.
 
Podía pedirle ayuda a su hermana pero no le apetecía, Marcellus era otra opción porque ya conocía las asignaturas y todo eso, el problema fue que no lo encontró. La siguiente persona en la que pensó fue Cherry, en parte porque con una cerveza encima la había recordado, siempre supo cómo meterle datos en esa cabeza dura que tenía.
 
Eran casi las doce de la noche cuando se escabulló a la fraternidad de las Epsilon, se había tardado en tomar la decisión, además un juego de dardos con los hermanos lo retrasó. No había nadie en la sala de convivencia, si hubiese habido alguien hubiese fingido que iba por su hermana, no tuvo que hacerlo y subió rápido a la habitación de Cherry. Era la nueve, ya lo sabía. La puerta estaba junta y la luz encendida, probablemente acababa de meterse y no le dio tiempo de ponerle llave ni de nada.
 
Miró hacia adentro por la rendija de la puerta y estaba sola, empujó la puerta y tocó con los dedos la puerta para no hacer ruido.
 
-Hola Cherry Pie. Te necesito, traje cervezas.-movió las cejas como para convencerla, sonrió ampliamente y pasó sin pedir permiso porque se tenían suficiente confianza. No le proponía el pasar a la sala de convivencia porque su hermana podía joderlo por haber faltado a su clase y estarle malogrando a las chicas. Sí, estar en las habitaciones era más sutil y hasta mejor visto.-

-No me vayas a acusar con Vi. Traje varias porque tienes cabeza dura.-le dio un beso en la frente que repitió en su mejilla y se fue a recostar a su cama donde estaba Ronnie mirándolo, si no se le había echado encima era porque estaba aún medio dormido, le rascó la barriga y dejó que le ponga la cabeza bajo el brazo, que lo medio empuje, que se acomode a tal punto que quedó atrapado bajo de su gran cabeza.-Perdón por la hora, ¿me vas a echar? No le rompas el corazón a Ronnie.

Y precisamente aquella noche Cherry también había estado estudiando demasiado. Como Epsilon no podía permitirse el tener malas calificaciones, mucho menos al ser quién ella era. Antes de su viaje a Inglaterra Cherry había tenido las mejores calificaciones que podía permitirse, casi perfectas, ahora con su llegada con el semestre empezado, no eran tan magistrales pero estaban dentro del rango de lo admirable, en realidad ella se esforzaba muchísimo porque sabía lo que era estar en el mundo laboral (los Blue apreciaban el valor de las cosas) y sabía que si no estaba bien preparada, su vida no sería tal fácil como cualquiera imaginaria.

Aun y con todos los exámenes ella seguía teniendo el tiempo suficiente como para convivir con sus hermanas de fraternidad, al menos quienes compartían carrera con ella estaban muy agradecidas pues se pasaba mucho de su tiempo ayudándoles con trabajos, simplemente así era ella, si lo necesitaban estaría ahí para ellos.

Casi cuando sintió que ni sus parpados ni los de las demás podían seguir fue que detuvo la sesión y las guio a todas a la cama. Ella aun no iba a dormirse porque tenía un trabajo que terminar para el día siguiente. Se dirigió a su cuarto y cerro tras ella, primero iba a darse un baño profundo y luego lo terminaría.

Justo estaba saliendo de su ducha cuando Jude entro a su cuarto. Ella estaba secándose el cabello que, inmediato de verlo y por la sorpresa se puso completamente negro. Se llevo la toalla al cuello y cerró los ojos buscando por calma, en realidad el joven la había asustado al entrar así como así a su cuarto.

¿Enserio lo dices?... . – Suspiro, estaba cansada y tenía que terminar ese trabajo, pero tampoco podía decirle que no a Jude, a pesar de la forma en que él la había tratado en el pasado Cherry lo seguía queriendo mucho y no quería que pasara dificultades. Termino sonriendo y su cabello volvió a la normalidad, o lo que era normal que era corto y de color plateado.

¿Qué sucede? ¿Qué necesitas?.. Si Vi te ve aquí no se a quién matará primero, si a ti o a mi… – Fue hacia él para tomar una de las cervezas y de paso le acaricio la cabeza a Ronnie. - Vaya guardián que se deja comprar con abrazos…

Cherypie

Conocía bien ese suspiro, estaba cansada a más no poder y aunque la necesitaba con urgencia dejaría que duerma. Quizá se tomaban una cerveza o dos pero era mejor que descansase, de todos modos si lo iban a reprobar por un día o dos de retraso no iba a haber mucha diferencia. Era un hijo de puta muchas veces, hasta con ella lo había sido pero nunca fue intencional con Cherry.
 
Ronnie era un caso aparte, ese perro lo leía como a una maldita página de libro y siempre supo lo que sucedía entre ellos, supo cuando le quería terminar y por un tiempo ni le movía la cola, simplemente se daba la vuelta para ponerse a jugar con sus cosas. Pero allí estaba, abrazando de nuevo a aquel enorme perro y en la cama de Cherry aunque esta vez no fuese para saber dónde le gustaba más que la bese ni esas cositas que disfrutaba tanto con ella.
 
Intentó levantarse pero el buen Ron le dio un par de lamitas y lo detuvo poniéndole una pata en la cara. Costaba librarse de eso, no iba a empujarlo pero ser delicado ni era efectivo con Ronnie, tenía mucha fuerza y creía que todo era juego, sólo se controlaba cuando Cherry se lo pedía.
 
-No culpes a Ronnie, sabe que vengo con buenas intenciones. Capaz y se quiere tomar una también.-sacó una cerveza y tras dejar a Ronnie bien recostado sobre la cama para entregarle una a la épsilon. Él tampoco sabía a quién mataría Violet primero, probablemente a él por atrevido.-Anda, nos bebemos una y me voy, ya te vi la cara.
 
Evitaba mirarla con otros ojos porque tampoco iba a venir de cabrón a media noche buscando sexo casual, era por lo del trabajo y seguramente acabaría explicándoselo aunque lo  fuese a presentar la semana siguiente. Contuvo su impulso de jalarla a la cama porque ya sabía cómo iba a acabar eso, para su mala suerte la carne era débil y justamente ese aspecto de Cherry fue lo que extendió su relación anterior.

-Tápate, que los Alpha tenemos la costumbre de mirar al mínimo espacio libre en las ventanas o en las batas.

Cherry sonrió de manera natural y negó con la cabeza, no es que culpara a Ronnie en verdad. Se acerco a ellos y mientras le daba un trago a la cerveza que Jude le daba acaricio la cabeza del perro gigante. Luego, con un movimiento de mano le ordeno que bajara de la cama, el perro podía ser gigante y atemorizante, pero sabía comportarse y seguía ciegamente las ordenes de la metamorfomaga.

Será mejor que salga, Ronnie... ve a la sala… y cuidado con el pavorreal, no queremos que Vi vuelva a regañarte… – lo reprendió, la última vez que Ronnie había dormido en la sala a la mascota de la fraternidad habían terminado faltándole plumas de la cola por que él había intentado atraparlo, esperaba que un día no fuera a terminar comiéndoselo o algo así porque seguro ahí mismo la corrían con todo y perro.

¿Qué cara, de que hablas? Estás loco… –Si estaba cansada, pero no iba a decirle que no a Jude, nunca lo hacía, ese era uno de sus problemas, nunca le decía que no a las personas, mucho menos a él. Jude tenía esa forma de hablarle o sonreírle que inmediatamente le hacía decir que si a cualquier cosa, era una de las cosas que en un principio habían propiciado su relación, esa y la forma rápida que ella tenía de enamorarse de las personas. Se había enamorado muy profundamente de Jude, pero también había dejado de lado esos sentimientos en el momento en que ella dejo de quererla, si es que en algún momento la había querido, para empezar.

Cuando menciono lo de taparse Cherry inmediatamente se puso roja, pero no un sonrojo cualquiera, sino que en realidad su piel, ojos y cabello se pusieron rojos. Le dedico una mirada de muerte inmediata y se cubrió con la toalla que tenía en los hombros, como si por alguna magia o cualquier cosa él pudiera ver a través de su bata.

¿Qué te pasa? ¿Y esperas que Ronnie se vaya para decirlo? Eres un… ush! – Mejor se sentó en la silla de su escritorio y se puso la toalla en el regazo, le dio otro trago a su cerveza mientras volvía a sus colores normales (o los que no parecían salidos de una película de mutantes). – No me digas esas cosas… ¿En qué puedo ayudarte? – le dijo un poco más calmada, como ella solía ser, amable con la gente.

Se rió por lo bajo y se quedó con una sonrisilla infantil en los labios, recordaba que hacía eso cuando iban a hacer cosas de adultos que Ronnie no podía ver. No creía que algo así fuese a suceder pero lo último que se perdía era la esperanza, se sentía un chiquillo pidiéndole ayuda para estudiar pero le tenía suficiente confianza como para que no le resultase embarazoso. Peor sería reprobar.
 
Se encogió de hombros y vació un cuarto de su cerveza, si ella decía que no tenía nada seguramente era así. Examinó la habitación, no había entrado desde hacía mucho y reconocía pocas cosas de las de antes, supuso que una metamorfomaga tenía esa necesidad de cambiar el aspecto del lugar que la rodea tanto como el propio.
 
Aunque ella no le fuese a creer nunca de verdad intentó quererla mucho, la quería pero de otro modo, lo que intentó fue quererla como se quiere a alguien con quien se va a pasar la vida. El problema era que él era muy volátil, perdía el interés rápido y siempre estaba interesado en algo nuevo, necesitaba esa excitación de tener algo desconocido al frente, por eso practicaba tantos deportes.
 
No se culpaba pero sabía que pudo haber hecho más, intentar con más ganas, no disfrutar del tiempo que pasaban juntos como si fuese algo temporal…algo. Pero no lo hizo, no lo hizo pero ahí estaban porque ella era así y eso le encantaba. Algo estaba mal en su cabeza, en momentos como ese sentía que hubiese sido capaz de seguir con ella pero en otros simplemente la creía aburrida. Era totalmente injusto de su parte.

-No te merezco, nadie te merece.-se lo dijo con un tono casual pero realmente lo creía, era demasiado buena para el mundo.-
 
El momento de sinceridad no le duró mucho porque cuando se puso roja le llegó un flashback terrible, se rió porque no sabía qué más hacer, su mirada asesina la reconoció al instante pero amaba esos cambios radicales que tenía cuando le decía una majadería de tal calibre. Esperó a que se sentase y le dio otro sorbo largo a su cerveza. Movió las cejas cual coqueto por joderla de nuevo.
 
-Ni modo que lo fuese a decir frente a Ronnie, ¡es apenas un niño! En serio Cherry, debes tener más cuidado con lo que le dices.-se fue de nuevo a la cama y se recostó, dejó los pies fuera para no ensuciarla y colocando un par de almohadas bajo su cabeza le habló.-Tengo problemas con una asignatura y vine a pedir que hagas tu magia conmigo, eres la única capaz de meterme una materia así de jodida en la cabeza. No sé para qué me metí a Derecho.

Lo escucho decirle que no la merecía, que nadie en realidad la merecía y el corazón se le estrujo. Sin querer se llevo una mano al pecho pero lo disimulo muy bien; le dolía que precisamente Jude le dijera aquellas cosas, como si él no la hubiera dejado tiempo atrás, porque así había sido. Ella lo había amado muchísimo, había hecho cosas por él  que con nadie más se atrevería nuevamente a hacer, lo había amado ciega y completamente con todo lo que él era y él… simplemente no lo había podido corresponder. No, en realidad no creía que nadie la mereciera, simplemente que no había alguien que, de alguna manera, pudiera aceptar su amor y eso era muy terrible, algo que en realidad le dolía.

No le respondió nada y simplemente le dio otro trago al a cerveza escuchándolo, a veces se preguntaba si era una bendición o una maldición ser de la manera que ella era. No podía simplemente odiar a Jude por lo que había pasado tiempo atrás, por la forma en que simplemente la utilizo como a otra chica más para acostarse con ella y cuando se aburrió la boto, no podía recriminarle nada porque ella había estado de acuerdo, era tanto su culpa como la de él por haberse dejado deslumbrar por alguien como Jude.  Lo peor era que no podía decir que no lo haría nuevamente, tenía una facilidad para perdonar que simplemente la hiciera volver a caer con la misma piedra una y otra vez.

Puedo ayudarte, no te preocupes… – Le respondió con una sonrisa como si nada hubiera pasado, porque en realidad así era para ella, no podía decir que no si se trataba de ayudar a otros, mucho más a alguien que le importaba y a quién a pesar de todo apreciaba como a Jude.  – ¿Qué asignatura es?  Yo tengo que terminar el proyecto que esta bajo la cama para manufactura, pero si me pasas los apuntes te hago que me los recites mientras yo sigo acomodando los mecanismos y encantamientos de mi escoba…

Se levanto de la silla dejando la toalla sobre el respaldo y luego se sentó en la cama, en la orilla junto a Jude. Cherry tenía un olor a helado de vainilla gracioso y bonito, inundaba los sentidos a penas se acercaba, era nuevo, su hermana se lo regalo en su último cumpleaños.  Se inclino un poco para sacar una extraña escoba prototipo que tenia y luego le extendió la mano a Jude para que le pasara los papeles que se tenía que aprender.

Escoba

No notó aquel movimiento, era incapaz de hacerlo. Otra razón por la que no se la merecía, pero ese era un problema que ella tendría que afrontar siempre y que no sólo lo incluía a él. El problema con ser como era Cherry era que nadie jamás podría ser lo que ella necesitaba, nadie lograría compensar todo ese amor o ser suficientemente agradecido por los detalles que tenía. Nadie iba a ser capaz de hacerla feliz, nadie iba a poder hacerla sentir como ella hacía sentir al resto y eso era algo muy triste.
 
Aquel era otro problema con él, jamás sintió realmente aquella tristeza como para solidarizarse con ella, tampoco como para que esos sentimientos le durasen más de un rato. A veces la quería, a veces la olvidaba, a veces se la imaginaba en su cama cuando estaba con otra pero era por lo guapa que era.
 
-Es lo de derecho laboral de los gnomos, entiendo el derecho laboral pero esa parte se me hace horrenda. Su ética de trabajo admite ciertas cosas raras…las horas de trabajo sin fin son admisibles pero el papeleo para el descanso médico tarda casi tres meses a menos que se sepa cómo manejarlo. No tiene lógica, es una ruleta.-gesticuló mucho mientras hablaba acerca de eso, le parecía ridículo todo lo que tenía que ver con eso pero de alguna forma debía funcionar.-
 
Tras explicárselo esperó a que saque lo que tenía bajo la cama, le causaba curiosidad el saber qué había hecho con esa escoba. Cuando restó más la distancia entre ambos para ver bien la escoba fue que llegó a sentir su aroma. Maldita sea, le encantaba. Era un imbécil, sin detenerse a pensar en ella se acercó más y la tomó por la muñeca para que no se moviese.

-Hueles demasiado bien. Es nuevo, ¿no? Antes usabas uno como cítrico…esas cosas las aprendes viviendo con dos hermanas como las mías.-volvió a inhalar ese embriagante aroma que le llegaba del cuello de Cherry. Sin querer movió la cabeza hacia un lado como si algo le hubiese causado cosquillas. Le llegó un irrefrenable deseo de tomarla entre sus brazos para olisquear su cuello de cerca, para besarlo y pasar a su boca.-No te molesta que te huela, ¿no?

Estaba escuchándolo atentamente aun que ya hubiera puesto la escoba en su regazo y comenzaba a revisar algunos de los engranes que tenia. La había estado probando con Aidan y esperaba que resultara todo bien, se había integrado tarde ese semestre pero no podía tomarlo como excusa para sacar una mala calificación, ella era muy competitiva. Asintio con la cabeza mientras él le contaba acerca de los derechos de los duendes y demás cosas, en realidad le parecía también algo ridículo, por que las leyes duendiles eran cosas muy difíciles que solamente pocas personas comprendían, pero todo el estudio se trataba de lo mismo.

Jude, tienes que enfocarte primeramente en el por que es que hacen las leyes y no en lo ridículo que son, mira… primero empieza por ver las garantías laborales que ellos tengan y luego te vas por lo demás… seguro que de igual manera cada empleo tiene sus propias normas, no te compliques mucho…

Dijo mientras daba vuelta a otro engrane, entonces fue que sintió a Jude moverse sobre la cama y acercarse a ella. En cuanto lo sintió toda la piel se le erizo y un escalofrió le recorrió la espalda. No pudo reaccionar cuando él le tomo la muñeca y se acerco a olfatearla, podía sentir su cálida respiración cerca de ella y, en realidad, estaba deseando que la besara, que le dijera que en realidad se había equivocado todo ese tiempo, que la amaba y que la necesitaba. Ese era el problema con Cherry, nunca podía tener una relación física sin involucrar también sus sentimientos. Si en esos momentos lo besaba sentía que podría entregarse completamente a él nuevamente. Afortunadamente él se hizo hacia atrás con una sonrisa que también se le contagio a ella.

No, está bien, Rose me lo regalo para mi cumpleaños… a mí también me gusta mucho, es helado de vainilla, lo uso para dormir porque el olor me relaja y me hace pensar en cosas mejores…

Fue sincera con él, Jude sabía muy bien que Cherry tenía una estrecha relación con sus hermanas y ellas a la vez con Cherry, toda la familia Blue en ese aspecto era muy unidas y se cuidaban como una sola entidad. Cherry se aclaro la garganta y volteo a ver la muñeca que aun le estaba sosteniendo Jude.

¿Me la devuelves? Es que tengo que terminar… solo un momentito y ya. – Le sonrió ampliamente como ella solía hacerlo y luego se zafo delicadamente de su agarre, no era un rechazo, no sabía qué era lo que eso era en verdad.

Apenas sintió que se le iba alargó nuevamente la mano para tomar su muñeca como hacía un rato pero esta vez la jaló con algo más de fuerza, adelantó el torso y cuando logró estabilizarse sobre la cama alargó la otra mano para acariciar su cabello y deshacer cualquier distancia entre ellos. Adelantó el rostro y la besó sin pedir permiso, sin pensar, sin detenerse a meditar si era una buena idea o no.
 
Era un hijo de puta, el impulso que rompió ese respeto que pretendía darle se quebró cuando ella se alejó, no soportó que no quisiera quedarse junto a él, sentir que no tenía ese poder sobre ella. La besó también porque era bonita, porque esa maldita bata ya se había soltado un poco y dejaba ver parte de su anatomía que sólo un ciego rechazaría.
 
-Dile a Rose de mi parte que eligió un magnífico perfume. Te complementa de maravilla.-se alejó para sacar de su bolsillo trasero un saco pequeño como en el que se llevan los anillos de boda, metió la mano pese a que era del tamaño de una cajetilla de fósforos. De allí sacó un libro de mediano tamaño que era el que le habían recomendado para la asignatura.-
 
De un salto se movió hasta donde estaba la escoba, la acabó de sacar y la sostuvo en una mano buscándole el equilibrio. Parecía que no acabase de besarla. Vio cómo se sostenía en el punto perfecto y examinaba el resto de a pocos, buscando los detalles que le había colocado.

-Has creado una maravilla. Tienes demasiado talento.-lo decía en serio, le gustaba mucho su trabajo aunque aquello de demasiado podía ser en parte por el talento enorme que tenía y porque nuevamente le nació el deseo de besarla. Pero esperaría alguna reacción, su ego se lo pedía.-

No reacciono de inmediato cuando sintió que era jalada nuevamente hacia Jude, incluso la escoba que tenia entre las manos se le cayó, tenía una cosa protectora que afortunadamente no hizo que se rompiera ni nada, pero aun que así hubiera sido en esos momentos era lo que menos le importaba. Le latía con fuerza el corazón cuando sintió el rostro de Jude cerca de ella, sus ojos, sus labios que se unían con los de ella. Sus labios a penas se entreabrieron un poco respondiendo el beso que él estaba dándole, era como si todo el dolor se le olvidara por momentos y su corazón latiera de felicidad simplemente por tenerlo, porque estaba dándole a ese beso más significado del que debía estarle dando, ese era su problema principal, se ilusionaba demasiado y muy fácilmente, Cherry no era una persona con la que se podía simplemente jugar porque la mayoría de las veces terminaba destrozada.

Cuando él se separo ella permaneció con los ojos cerrados unos segundos, una pequeña sonrisa se había dibujado en sus labios y tardo un poco en quitársele, más aun cuando al abrir los ojos Jude estaba sacando de su pantalón una cosa parecida a las cajas para los anillos de compromiso. Ella abrió los ojos grandes y su corazón dio un vuelco. ¿Qué estaba pasando? ¿Qué era eso? Inmediatamente se puso completamente nerviosa hasta que lo vio sacar un ejemplar del libro que le habían pedido leer y de inmediato se dio un facepalm mental por pensar tonterías. Se cruzo de brazos cubriéndose un poco más en la bata y solo asintió al comentario de la escoba.

Jude… ese beso… ¿Qué significa? … – Volteo a verlo con ojos grandes y expectantes. Es que en su mente ya se estaba imaginando cuentos de hadas donde en verdad las brujas le habían concedido el deseo que pidió el día de la fogata. Lo sentía en su corazón, sentía que volvía a latir por el simple roce de los labios del joven Alpha, podía volver a quererlo si así era, en realidad nunca lo había dejado de querer a su modo, siempre lo procuraba y le ayudaba en cosas insignificantes como esas, pero en realidad era de esas cosas que ella hacía con todo el mundo, solo que en esa ocasión simplemente estaba buscando algo más profundo en eso. Ese era su problema principal.

No esperaba una pregunta como esa, un beso era un beso pero…ella era Cherry. Realmente era poco lo que podía decirle al respecto porque el hacerlo sería destrozarla. Ya había escuchado ese tono antes, era el de cada cosa que ella creía significante aunque para él fuese un impulso.
 
Sólo podía decirle una cosa, no era una opción decirle que fue el momento, que ya se había tomado otra cerveza antes de ir y que eso le quitó los miramientos que tenía con ella, tampoco podía mirarla a los ojos para decirle hueles bien y se te corrió la bata. No podía hacer ninguna de esas cosas en parte por ella y porque ahí mismo se acabaría el juego, no iba a poder pasar a otra cosa esa noche y moría de ganas por tenerla de nuevo.
 
Midió sus palabras dentro de su cabeza, tuvo que hacerlo rápido porque un silencio muy extenso tampoco iba a hacerlo sonar creíble. No era como repetir toda su relación con ella, era más bien usar aquel talento que tenía para convencerla y dejarla expectante, feliz con lo que le ofrecía sin que eso lo comprometiera.
 
-Sabes que te quiero…¿qué te puedo decir? No planeaba venir para eso pero…el verte así me recordó muchas cosas. ¿No te ha pasado?-la quería y eso era cierto, el preguntarle qué podía decirle simplemente fue para darle tiempo. Tampoco era mentira el que no planeaba llegar para eso y el verla sí le recordó muchas cosas, como lo bien que sabía su sexo y qué bien sabía besar.-
 
Nuevamente se sintió un maldito pero detuvo ese sentimiento, si lo jodía todo iba a acabar peor que la última vez, Violet ya le había dicho que una más de esas cosas con Cherry y lo iba a matar. No le temía a su hermana pero siempre encontraba el modo de cumplir con sus caprichos, además tenía un talento para hacerse amiga de gente con la capacidad de hacer su trabajo sucio.

-Te he extrañado, pero decírtelo antes iba a ser egoísta de mi parte.-ahora continuaba siéndolo, pero qué mierda daba.-

Tal vez otra persona no esperaría una respuesta con relación a un beso, una caricia o incluso una noche de sexo casual, pero esas personas no eran como Cherry, ella aun era de las jóvenes que esperaban un príncipe azul en blanco corcel, una vida de alegrías y un felices para siempre; eso era el ejemplo que su familia le daba, lo menos que podía esperar y si, ella no creía en la maldad de las personas, menos de aquellas que quería como a Jude. 

Escuchar el "Sabes que te quiero" y el " te extrañe" tuvieron exactamente el efecto que el quería provocar en ella. Cherry se mordió el labio inferior y fue hacia Jude para abrazarlo por el cuello, estaba ridículamente feliz y se notaba, incluso su cabello lo demostraba con tonos rosa y pastel en los mechones.

Yo también te extrañe muchísimo Jude, no sabes cuanto me haces falta, en verdad....-luego lo tomo por las mejillas siendo ella esta vez quien lo besaba. Nuevamente era ella quien estaba dándole a todo eso un significado muy diferente de el que en realidad era. Ahora no le importaba en realidad, en esos momentos algo en ella volvía a vivir, la esperanza de un amor renacido en él; que rayos iba a saber que solamente lo hacia para meterse a su cama, ella no creía y nunca creyó que Jude fuera así de ruin, estaba muy equivocada.

Hubiese dado mucho por no lastimarla, hubiese preferido convencerla de que la vida podía ser más llevadera si tenían una relación superficial. No era malo en el fondo, pero para encontrar ese lugar había que escavar un poco más  y él no estaba dispuesto a tomarse todo ese trabajo.
 
Cherry era el tipo de personas que no podías simplemente rechazar, no por su belleza o por su forma de ser, era más bien porque además de ser de buena familia era exactamente el tipo de persona con la que Jude sentía que iba a poder pasar una vida entera. Pero esa era una proyección a  futuro, algo que podía pasar en diez años, por el momento no quería una relación así de seria.
 
Una vez un amigo le dijo que se enamoraba de puras mujeres locas, de las que eran capaces de ponerlo mal y de lanzarlo de una azotea en medio de una pelea. Él necesitaba esa adrenalina, el estar con alguien totalmente inestable que le diese aquello destellos de poca sanidad mental que tanto lo excitaban. Para él era necesario eso, una mujer de carácter que muriese de celos y que fuese capaz de echarle una maldición imperdonable para luego follar con él.
 
De otro modo no se sentía del todo completo. Cherry era demasiado buena, demasiado noble, demasiado predecible. No se la imaginaba golpeándolo hasta morir, tampoco mordiéndolo como una loca hasta dejarle algunas marcas o incitándolo a saltar sin paracaídas de un acantilado. Se la imaginaba queriéndolo en un sofá.
 
-No me vas a volver a extrañar.-ya sea porque se iba a quedar como sentía que debía hacer ahora o porque simplemente lo iba a acabar odiando lo suficiente como para no volver  a pensar en él. Se dejó besar y le respondió, enredó sus dedos en el cabello de ella y la atrajo hacia él para dejarla encima suyo cuando su espalda volvió a chocar contra el colchón de Cherry.-
 
Su cerveza había caído al suelo y ni siquiera lo había notado, sólo quería estar con ella ahora, se convenció de que esta vez sería mejor, distinto, que ella debía de haber madurado y él también, de que encontrarían un punto medio en el que ella no se sintiese decepcionada y él no acabase aburrido. Si no sucedía al menos iba a cumplir ese maldito capricho.

-¿Estás segura de todo esto?-su boca no parecía saber que su mano ya estaba recorriendo el muslo de Cherry, que no había vuelta atrás.-

El problema era que ambos eran muy diferentes, Jude buscaba emoción en su vida, algo que le presentara un reto, algo diferente y Cherry aun creía en la nobleza de las personas. Cualquiera pensaría que después de tantas relaciones fallidas ella al fin podría haber aprendido a no confiar tanto en las palabras de las personas, en dudar, pero no. Cuando él le dijo que la extrañaba ella en realidad hizo más grande el sentimiento y lo extendió hasta niveles increíbles. Ella en realidad pensaba que él sentía algo más allá de ella que simplemente atracción física, porque era lo que ella sentía hacia él.

Simplemente sonrió ruborizada por sus palabras, le creía, en esos momentos podía creerle cualquier cosa. Se coloco sobre él apoyándose sobre sus hombros aun con una sonrisa en sus labios mientras él acariciaba su muslo; se mordió el labio inferior mientras sus manos iban hacia él, acaricio su abdomen y busco debajo de la camisa su piel para tener un contacto más directo con él y aun que el recuerdo de Tyler vino hacia ella fugaz, lo desecho de inmediato centrándose en esos momentos, en el ahora, en Jude.

¿Segura? ¿No debería estarlo? – Se mordió el labio inferior y luego se acerco a él pegando su cuerpo al de ella, beso tranquilamente su cuello hasta llegar a su oído, sus manos estaban ya desabrochándole el pantalón. Lo quería, lo necesitaba y estaba dispuesta en esos momentos a cualquier cosa con el simple hecho de escucharle decir esas palabras, y no… no era que Cherry fuera una joven fácil de llevar a la cama, era por el simple hecho de que lo quería y le creía que de alguna manera volvía a amarla.

Volvió a besarlo esta vez de una manera más profunda, abriendo sus labios para explorar los suyos. La mezcla de su aliento y los suspiros la excitaban. Tomó sus manos y las llevo hasta su cintura para que él desabrochara la bata que cubría su ropa de dormir, la textura era suave como ella misma.

Quiero hacerlo… quiero tenerte, como antes… – Le susurro al oído para luego seguir besándolo, ya no le importaba el trabajo que tenia que entregar al día siguiente, podía hacerlo por la mañana, lo que sí hizo y de una manera más disimulada fue alcanzar su varita que había quedado ahí entre las sabanas para cerrar mágicamente la puerta de su habitación, esperaba que nadie lo hubiera visto entrar, ella era muy cuidadosa de lo que se decía sobre ella en la fraternidad.

-Yo también quiero que sea como antes.-excepto la parte aburrida, pero la parte física le gustaba, le encantaba de hecho. No sabía cómo sin ser semiveela era que ella podía tener esa piel tan sedosa. La recorrió con ambas manos, pasó por su espalda y llegó hasta su cintura mientras a besaba sin querer tener que decirle nada más.-
 
Aquello había sido más sencillo de lo que imaginó pero en el momento no le pareció que las consecuencias fuesen a ser muy graves, ambos lo iban a disfrutar y finalmente podían retomar algo que habían hecho tan bien en el pasado. Era como si al apenas aprender a surfear lo hubiese dejado por aquella ocasión en la que lo cogió una tormenta por imprudente, pero ese tipo de cosas eran las que valían la pena. Era injusto comparar lo malo que podría salir de ello con una tormenta pero no encontró algo más certero a lo que apuntar.
 
Ya había soltado el lazo de la bata de dormir y tras levantar el rostro para mirarla una vez más, retrocedió un poco el torso para darle espacio a sus manos, así podría desacerse de la maldita bata que no lo dejaba verla en todo su esplendor. La pijama tampoco iba a durar mucho, bajó pronto los shorts negros y bajó ambas manos a la par de la prenda, sólo como una excusa para tocar sus piernas.
 
Sonrió cuando regresó a su rostro y lo tomó con una mano antes de besarla de nuevo, no reconoció aquella sensación de real bienestar que le causaba la situación, le atribuyó todo aquello a la adrenalina y a la excitación. No quería apresurarse, quería que ella realmente lo desease, quería detener un poco las cosas para observarla bien, para disfrutarlo sin que pareciese que algo los apresuraba.
 
La camiseta que tenía ella no dejaba mucho a la imaginación pero tampoco era transparente, se la dejó puesta y más bien se sacó la camisa para igualar un poco las condiciones. Le sonrió de nuevo y se acercó a su rostro pero esta vez sin besarla, sólo lo suficientemente cerca como para que su nariz quedase pegada a la propia.

-No sé cómo pude olvidar lo bonita que eres. Deberías echarme una maldición imperdonable por eso. Por eso y porque voy a reprobar esa maldita materia, no me voy a concentrar en nada que no te tenga así, semidesnuda.

Mientras sentía los dedos de Jude recorrerla un escalofrió cruzaba su piel. Todo era familiar y desconocido a la vez, entregarse de esa manera al joven Alpha le traía viejos recuerdos, viejos y melancólicos, pero en esos momentos decidió guardar todos esos malos recuerdos en el baul de su memoria y echarles llave, no quería arruinar con recuerdos malditos el momento que estaban pasando ahí, sobre su cama, entre sus brazos. Besó sus labios lentamente y sintió nuevamente un cosquilleo recorrerla cuando este se deshizo de la bata que cubría parte de su cuerpo, ella soltó una pequeña risa que rápidamente fue callada con la caricia sobre su rostro.

Se separo de él también para darle espacio a quitarse la camisa, mordió su labio inferior simplemente a la expectativa mientras que sus ojos curiosos recorrían su pecho. Era diferente, todo él lo era, habían pasado un par de años desde que habían estado juntos de esa manera, casi no lo podía reconocer. Jude le atraía fuera del embrollo emocional que estaba sintiendo en esos momentos, ese era el problema, jamás había dejado de quererlo.

Jude… tengo miedo, siento que por la mañana vas a desaparecer… necesito saber que esta vez vas a quedarte… por favor. – Tomo una de sus manos y la llevo hasta su mejilla para recargarse en ella, para sentir la calidez de su piel que estaba casi igual que la suya. Quería verlo a los ojos y saber que era sincero, quería saber que en verdad había algo más allá, que en verdad la necesitaba y la extrañaba.

Fueron solamente unos segundos de silencio en los que el miedo se apodero completamente de ella, su corazón latió rápidamente a la expectativa de una respuesta, fue en ese momento en el que se dio cuenta que no quería una respuesta verdadera, tal vez porque en el fondo sabía muy bien cómo es que Jude se sentía al respecto sobre ambos, sobre la relación que habían tenido y la verdadera razón por la que habían acabado con ella.

No espero más una respuesta, fue hacia él y lo beso de una manera profunda, lo empujo contra la cama con suavidad mientras el beso seguía y luego se coloco sobre él retirándose ella misma el top que tenia sobre la parte superior de su cuerpo.

Le gustaba ver su piel, le encantaba sentir aquella fragilidad tan familiar que a veces lo espantaba cuando no la tenía tan cerca. Su nariz empujaba su mandíbula para que la levantase y poder llegar así a su cuello, la conocía bien en ese aspecto y ella a él. Siempre se llevaron mejor dentro de la cama que fuera, no entendía cómo jamás llegó a quererla bien cuando las cosas parecían ideales en esos momentos, cuando en teoría ella era perfecta para él.
 
Podía percibir sus ligeros movimientos, ese temblor suave que comandaba las piernas de Cherry cada que llegaba a aquel conocido lugar de su cuello que lograba arrancarle esos dulces sonidos hedonistas. Mordió un poco su piel sabiendo que sus manos no resistirían mucho sin tocarla entera, se estaba aventurando por sus piernas para irrumpir en su sexo cuando le preguntó aquello.
 
Dile que sí, hijo de puta. Que quieres tirártela de todos los modos posibles, que la quieres pero no lo suficiente como para verla dormir durante unos segundos, que no te hace sonreír el que se acurruque a tu lado. Dile que esperas que gima toda la noche a tu lado pero que te parece aburrida cuando emite otro sonido, que cuando habla sólo quieres bostezar, que jamás va a tener tu total atención. Fóllatela, díselo después de eso.
 
Pero no le dijo nada, ella misma cortó su dilema interior, se le había quedado mirando a los ojos con una mano sobre su cintura pero sin moverse más que lo necesario. El beso lo recuperó de golpe, acercó su rostro con fuerza para evitar que hablase más. Necesitaba tiempo para pensar pero más necesitaba el tenerla bajo su voluntad, no quería que lo sacase de su habitación sin haberlo dejado entrar en ella.
 
-No me voy a ir. Sé mi novia de nuevo.-lo decía por compromiso y porque no iba a irse sin su juguete favorito. Lo que sucediese mañana sería otra historia.-

Finalmente aventuró su mano dentro de ella, lo hizo aún mirándola a la cara y esperando una respuesta, con una mano sostenía su cuello por detrás para tener su rostro justo frente al propio. Sentir su calidez le hizo creer por un momento que no era tan mala idea, que no podía ser algo tan trágico, comenzó a recorrerla por dentro esperando aún aquel sí.

Podía sentir el calor de su piel llenarla, incluso escuchar los latidos de su corazón sobre él cuando se apoyaba sobre su pecho. Estar con Jude podía ser un grave error y lo sabía, Cherry no era una estúpida, podía ser confiada pero sabía, en el fondo de su corazón, que Jude no la amaba en realidad. Trato de no pensar en eso mientras dejaba que él se aventurara con las manos entre sus piernas, se aferro a él abrazándolo contra ella al sentirlo llegar a ese punto en especifico donde ella perdía completamente el control de su cuerpo.


“No es verdad y lo sabes…” – Pensó de manera fugaz, luego su mente fue ocupada por el deseo de sentirlo recorrerla como en esos momentos. Ella fue directamente hasta su cuello para besarlo, acaricio su piel desde el cuello hasta la clavícula con los labios soltando pequeños suspiros ahogados cuando él la tocaba en puntos especiales. La conocía muy bien, seguía siendo la misma joven con la que tantas noches había pasado en antaño, la seguía haciendo estremecer con el roce de sus manos.

No había respondido a su pregunta, no estaba si quiera segura de que aquello fuera una pregunta en verdad. Prefirió dejar la respuesta en el silencio, si al día siguiente seguía pensando lo mismo, ella podría darle una respuesta de verdad. En cambio lo beso nuevamente, abrió un poco los labios haciendo el beso más profundo.

¿Por qué era de esa manera? Se lo repetía una y otra vez en cada ocasión que alguien le rompía el corazón, incluso sus hermanas se lo decían, era demasiado tonta, confiaba demasiado en las personas, se entregaba completamente en cuerpo y alma. Eran verdad las palabras de Jude, esa era la razón por la cual en verdad nadie había logrado amarla como ella merecía.

Cherry llevo sus manos hasta el pantalón de Jude y lo desabotono a penas separándose de él para bajarlo, tenía miedos y dudas, pero no quería pensar en ellos, por la mañana posiblemente se arrepentiría de todo eso, buscaría una excusa para perdonar a Jude y las cosas seguirían como siempre, con un corazón destrozado: el de ella.

Se separo de él para deshacerse por fin de la poca ropa que le quedaba, ahí desnuda frente a él se abrazo a si misma durante unos momentos. Extendió su mano hasta el gabinete de al lado mientras seguía besándolo, saco de él un pequeño empaque metálico con un preservativo y se lo entrego. Lo quería, pero no era una idiota.

Mirarla siempre era un deleite, pudo darse por bien servido con sólo eso pero no, no iba a ser así. Había dado por sentada su respuesta  así que al no recibirla un fastidio general recorrió su cuerpo como una plaga.
 
-Dime que sí, que serás mi novia de nuevo.-era más una exigencia que un pedido, retuvo su rostro frente al propio con una mano porque no iba a irse sin una respuesta afirmativa, su orgullo podía más que su sentido de la justicia y aunque sabía que estaba forzando las cosas por puro capricho quería escucharlo de sus labios.-
 
Sonrió a los pocos segundos, había notado que su gesto había acabado siendo por demás serio, agreste, incluso se podía percibir algo de enojo en sus facciones. Bajó la mirada para nuevamente sonreírle y darle un corto beso en los labios que acompañó de una caricia sobre su cabello como sabía que le gustaba que hiciese. Sus dedos dejaron de recorrerla y tomó el preservativo para ponérselo.
 
Aún con aquella expresión que la invitaba a tener una no merecida confianza en él la acomodó sobre él para darle también una falsa idea de control, estaba jugándole sucio pero en ese momento le interesaba poco lo que le dictase su conciencia. La tomó por las caderas y elevó el tórax para besar sus pechos con delicadeza, recorrió todo el camino hasta su oído aún sin entrar en ella.
 
-Perdón por cómo te hablé, no te quiero exigir nada, sólo…ya te dije que te extraño. Si no me dices que sí es porque no quieres, lo entiendo.-no lo entendía ni iba a entenderlo, retrocedió el rostro para besarla mientras que sus manos acabaron de acomodarla encima de él para de golpe entrar en ella, aún sin esa respuesta afirmativa estaba demasiado desesperado como para esperar más.-

Su cabeza fue hacia atrás como primera reacción ante aquel infinito placer de sentirla tibia a pesar del preservativo, no se sentía igual, no quería usarlo pero si era el primer paso lo tomaría. No iba a ser la única vez que la hiciese suya durante esa noche, con suerte luego se sentiría tan confiada que lo dejaría entrar sin nada de por medio. Arremetió contra ella una vez más, sus manos guiaban las caderas de la Epsilon con un decadente deseo que apenas y lo dejaba pensar en otra cosa.