El Arreglo
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El Arreglo
Las cosas estaban cambiando definitivamente, era muy obvio. Ahí adentro, en ese sótano en donde parecían curarse todos los males y resolverse todos los conflictos, se sentía una tensión terrible consecuencia de todos los eventos anteriores que se habían desatado, justamente, el día del trabajo. En ese día en particular y habiendo dejado de lado solamente el asunto de la muerte de Morgan y de Asbeel, Auberon tenía dos preocupaciones: resolver el malentendido de Montag y también tomar una decisión sobre lo que se haría con los rebeldes, y qué iban a hacer por Chamberlain. Porque quizá el tipo era nada más que un títere, pero eso no quería decir que fueran a dejar que la población creyera que su gobierno no hacía nada ante los actos violentos de esos autonombrados revolucionarios.
Había convocado a todos para arreglar esas dos cosas de una vez por todas, no quería que nada se les saliera de control y no podían mostrar debilidad en ese momento, era crucial mantener las cosas en su sitio. Cuando todos llegaron a la hora acordada, después de la media noche en un martes, Auberon, con el rostro cubierto por la tétrica máscara que siempre los arropaba ahí abajo, paseó la mirada por todos los presentes.
-Estamos experimentando un momento complicado, lo sé. Pero ¿cuándo hemos sido lo suficientemente ingenuos como para desconfiar de nuestra propia magia? No hemos derramado sangre por nada, no hemos trabajado arduamente por nada.
Hizo una pausa para fijar la vista en los más jóvenes. Ellos eran los herederos, los que deberían estar más preocupados, el resto al menos ya había hecho una vida.
-No sé qué asunto consideren más urgente…el descontento de Bloodworth y Aterberry con las acciones de Montag o hablar de cómo vamos a proceder con esos dementes que creen que pueden cambiar al mundo…
Estaba esperando que Alana fuera un poco más consciente pero no sabía qué pensar de las Bloodworth, o si harían algún movimiento osado. Era el momento de estar más unidos que nunca. Habían perdido a dos miembros, no había por qué buscar cortar la cabeza de nadie más, pero de nuevo, esa era solo su percepción.
Había convocado a todos para arreglar esas dos cosas de una vez por todas, no quería que nada se les saliera de control y no podían mostrar debilidad en ese momento, era crucial mantener las cosas en su sitio. Cuando todos llegaron a la hora acordada, después de la media noche en un martes, Auberon, con el rostro cubierto por la tétrica máscara que siempre los arropaba ahí abajo, paseó la mirada por todos los presentes.
-Estamos experimentando un momento complicado, lo sé. Pero ¿cuándo hemos sido lo suficientemente ingenuos como para desconfiar de nuestra propia magia? No hemos derramado sangre por nada, no hemos trabajado arduamente por nada.
Hizo una pausa para fijar la vista en los más jóvenes. Ellos eran los herederos, los que deberían estar más preocupados, el resto al menos ya había hecho una vida.
-No sé qué asunto consideren más urgente…el descontento de Bloodworth y Aterberry con las acciones de Montag o hablar de cómo vamos a proceder con esos dementes que creen que pueden cambiar al mundo…
Estaba esperando que Alana fuera un poco más consciente pero no sabía qué pensar de las Bloodworth, o si harían algún movimiento osado. Era el momento de estar más unidos que nunca. Habían perdido a dos miembros, no había por qué buscar cortar la cabeza de nadie más, pero de nuevo, esa era solo su percepción.
- Auberon Wardwell
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Re: El Arreglo
Su expresión era seria, incluso bajo aquella máscara que se había convertido en más que un símbolo, una forma representativa de lo que lo que conllevaba ser parte de aquel grupo. Estaba consiente que Alana no estaba en buenos términos con él en ese momento y al parecer las Bloodworth se habían sumado a la noción de todo aquel malentendido, porque eso era lo que era, un simple malentendido de toda la situación en el calor del momento.
Sintió la urgencia de girar los ojos, incluso aunque no se notaba bajo aquella máscara, aquello era una ridiculez, si él quisiera acabar con la vida de Aterberry, la mujer no estaría respirando en ese momento, así de simple.
No, su seriedad no tenía nada que ver con Aterberry o las Bloodwort, sino con la situación actual. El encontrar que Asbeel había matado a Adrien Morgan e intentado acabar con la vida de Wilhelmina era… extraño, al menos a su parecer, pero la joven al parecer no tenía nada que ocultar o era muy buena haciéndolo, sea cual fuera el caso, había más con juego de lo que esperaba, los eventos del desfile del día del trabajo habían sido interesantes, por usar alguna palabra para describirlos, las consecuencias lo eran aún más.
«Como dije, no tengo nada que ocultar y todo esto no fue más que un malentendido, si desean proceder con ello no me voy a oponer» respondió con un tono neutro, «Mis prioridades son temas de más importancia,» comentó haciendo un además hacia el lugar, «Que sea a disposición de la decisión colectiva.»
Si Alana en verdad insistía en todo aquello entonces perdería algo de paciencia, en este momento ni siquiera lo estaba contemplando, aún estaba pensando en lo que presencio durante el juicio de Wilhelmina y como todo lo que habia ocurrido con Asbeel tendría considerables repercusiones entre ellos, Edward siendo el directamente afectado por la que se podría considerar una tracción por parte del joven y Joseph, cuyo hijo había sido asesinado.
Sintió la urgencia de girar los ojos, incluso aunque no se notaba bajo aquella máscara, aquello era una ridiculez, si él quisiera acabar con la vida de Aterberry, la mujer no estaría respirando en ese momento, así de simple.
No, su seriedad no tenía nada que ver con Aterberry o las Bloodwort, sino con la situación actual. El encontrar que Asbeel había matado a Adrien Morgan e intentado acabar con la vida de Wilhelmina era… extraño, al menos a su parecer, pero la joven al parecer no tenía nada que ocultar o era muy buena haciéndolo, sea cual fuera el caso, había más con juego de lo que esperaba, los eventos del desfile del día del trabajo habían sido interesantes, por usar alguna palabra para describirlos, las consecuencias lo eran aún más.
«Como dije, no tengo nada que ocultar y todo esto no fue más que un malentendido, si desean proceder con ello no me voy a oponer» respondió con un tono neutro, «Mis prioridades son temas de más importancia,» comentó haciendo un además hacia el lugar, «Que sea a disposición de la decisión colectiva.»
Si Alana en verdad insistía en todo aquello entonces perdería algo de paciencia, en este momento ni siquiera lo estaba contemplando, aún estaba pensando en lo que presencio durante el juicio de Wilhelmina y como todo lo que habia ocurrido con Asbeel tendría considerables repercusiones entre ellos, Edward siendo el directamente afectado por la que se podría considerar una tracción por parte del joven y Joseph, cuyo hijo había sido asesinado.
- Charles Montag
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Re: El Arreglo
Los días siguientes después del funeral de Adrien habían sido difíciles para la familia Morgan. Si bien eran personas muy cerradas en cuanto a sus decisiones y Adrien los había traicionado a ellos y sus valores familiares, manchando su nombre una y otra vez, eso no disminuía el hecho de que era su hijo y Joseph estaba afectado por su perdida.
Adrien les había fallado, si, pero si alguna injusticia le había cobrado la vida era arrancarles a su hijo cuando al parecer había comenzado a reparar su vida. Era un medico prestigioso, un gran investigador como la madre de Joseph había sido y al parecer, como se reveló en el interrogatorio de Wilhelmina, había decidido remediar su vida personal con ese amor secreto con la menor de los Schweinsteigers que ahora les había dejado con un par de nietos en camino. Nietos que no conocerían a su padre. Nietos que le pertenecían también a la familia Morgan.
Joseph había llegado al sótano vestido completamente de negro con una túnica elegante, en parte por su luto. Tenía el rostro descompuesto y los años parecía que se le habían vuelto encima, estaba justo al lado de los Schweinsteigers como mostrándole ahora a la joven que podría haber sido su nuera que tenía todo el apoyo de su familia ahora. Su mirada por el contrario estaba fija sobre Edward.
Auberon es inaudito, claro que se tiene que atender el asunto de Alana y Montag, claro que debemos preocuparnos por los rebeldes y la maldita sociedad que ahora dice apoyarlos, sin embargo en estos momentos yo exijo justicia por la muerte de mi hijo. Exijo una retribución para mi familia y la familia que él ha dejado y exijo que se haga un nuevo juramento, uno que evite que nos apuñalemos las espaldas a la primera oportunidad. ¿En qué se ha convertido esto? ¿No podemos confiar ni siquiera en nosotros mismos? Si no hacemos algo no necesitaremos a los rebeldes para que nos despedacen, lo haremos nosotros…
Adrien les había fallado, si, pero si alguna injusticia le había cobrado la vida era arrancarles a su hijo cuando al parecer había comenzado a reparar su vida. Era un medico prestigioso, un gran investigador como la madre de Joseph había sido y al parecer, como se reveló en el interrogatorio de Wilhelmina, había decidido remediar su vida personal con ese amor secreto con la menor de los Schweinsteigers que ahora les había dejado con un par de nietos en camino. Nietos que no conocerían a su padre. Nietos que le pertenecían también a la familia Morgan.
Joseph había llegado al sótano vestido completamente de negro con una túnica elegante, en parte por su luto. Tenía el rostro descompuesto y los años parecía que se le habían vuelto encima, estaba justo al lado de los Schweinsteigers como mostrándole ahora a la joven que podría haber sido su nuera que tenía todo el apoyo de su familia ahora. Su mirada por el contrario estaba fija sobre Edward.
Auberon es inaudito, claro que se tiene que atender el asunto de Alana y Montag, claro que debemos preocuparnos por los rebeldes y la maldita sociedad que ahora dice apoyarlos, sin embargo en estos momentos yo exijo justicia por la muerte de mi hijo. Exijo una retribución para mi familia y la familia que él ha dejado y exijo que se haga un nuevo juramento, uno que evite que nos apuñalemos las espaldas a la primera oportunidad. ¿En qué se ha convertido esto? ¿No podemos confiar ni siquiera en nosotros mismos? Si no hacemos algo no necesitaremos a los rebeldes para que nos despedacen, lo haremos nosotros…
- Adrien Morgan
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Re: El Arreglo
Por supuesto que era un momento complicado, y recordando lo que Bonnie se jactaba de repetir en cualquier encuentro informal con el resto, uno de los grandes problemas con el que convivían era la dilatación de situaciones insostenibles, por quedar "bien" o quién sabe que tonterías, que Bonnie encontraba sin sentido entre gentes como ellos a las cuales el poder debía al menos garantizarles y permitirles moverse sin tanto tapujo de reglas sociales medio pelo, justamente hechas para las sociedades medias y mediocres.
Ataviadas con sus ropas de gala sotànica, las Bloodworth estaban no indigandas, sino más bien decepcionadas de la falta de concepto que significaba la presencia de Montang ahí sentado como uno más. Ya no lo era, sin importar si había un "malentendido". No lo era y PUNTO, por haber sido tan incapaz como para haber quedado en un "malentendido" justamente.
- sobre este tipo - dijo Bonnie señalando con dejo de dedos un segundo a Montag para luego dejar las manos sobre el regazo - no hay que discutir, una simple ejecución bastará... - y sonrió càlidamente aunque no pudiera verse - lo hablamos en su momento, menos me importa que haya atacado a nuestra ministra adrede o sin querer, que pueda ser un traidor o que sea fruto de un malentendido toda situación. Es un inoperante, que lo único que logró es la desconfianza sobre él, la tensión en nuestro grupo, el desvió de la atención de los temas relevantes y un cabestrillo en el brazo de Kate... No nos sirve, ni nos servirá. Y sostener inútiles no es el objetivo de esta reunión, ni de nuestra organización.
La secta no era una sociedad de beneficencia para pobres desvalidos. Todo lo contrario de hecho, y Montang ya no daba el perfil. De todos modos, Bonnie era conocida por su afán de allanar los caminos y esa intolerancia hacia todo aquel que no llegaba a sus expectativas. Asì lo había hecho en el MUC, y en la vida en general, e incluso cuando un tercer hijo le era inconveniente había mandado a Kate al extranjero, sin que se le moviera un pelo de moral o culpa católica. Y era sincera, que Montag fuera un traidor le importaba menos que su incapacidad para salir airoso de las situaciones. Hubiera tenido ganas de gritarle como una madre a su hijo: "Cómo que te manchaste la túnica? Y para colmo vienes a que YO te la limpie?! Tus trapitos, tu problema! eres grande como para andar en estas tonterías! arrèglatelas!"
Qué tal si Kate y Alana mentían o inocentemente estaban equivocadas? que tal si Montag nada malo había hecho? Pues... no importaba, pues ellas, dos simple mujeres sin nada en especial lo habían manchado, lo habían puesto en el ojo del huracán por una tontería y eso era lo valioso del caso... Una tontería y ni siquiera el Sr. había podido con ello, cómo iba a poder ayudar a construir una nación libre de rebeldes, por poner un tema en cuestión; si no había podido contra una niña de 20 y una ministra puesta a dedo?... Era de chiste!
Por otro lado Kate, quien se mantenía callada y bien sentada, pues su parte en todo aquello ya había pasado semanas antes sosteniendo la indignación del caso para con su madre, para con Mina, para con todos quienes fueran tan amables de acompañara y escucharle lo fatídico de ese día, e incluso en la universidad paseándose con un cabestrillo como si su herida hubiera sido tan grande realmente que la simple magia no fue suficiente para aliviarla; ahora tenìa otros asuntos en la cabeza.
Era el hecho de que ella no se creía nada de nada de que los hijos de Mina fueran de Adrien. Era esa hormona adolescente que le impedía creerse que luego de todo lo chismoseado con Mina, su amiga ideal y super inteligente, esta se hubiera puesto a follar con el parco aquel para embarazarse de dos críos. O sea! Malìsimo. Pero bueno, estaba en los genes: a Bonnie mucha gente la decepcionaba con tonterías y Kate iba por el mismo camino... Claro que Kate era más delicada en demostrar su parecer. Por otro lado se alegraba TANTO de la muerte del muchacho, jamás iba a olvidar que él se había atrevido a cruzarle la cara de una bofetada y era como si el destino le hubiera hecho pagar aquella indecencia. Era tan genial su muerte, que el hecho de ser el padre de los bebes de Mina, le terminaba dando igual.
Y ambas Bloodworth estaban de acuerdo con los Morgan y asì asintieron a aquellas palabras: "Si no hacemos algo no necesitaremos a los rebeldes para que nos despedacen, lo haremos nosotros" - Por eso debemos limpiarnos antes de avanzar o arrastraremos el error de este último año. - acompañó Bonnie. Los juramentos no le daban miedo al final su familia era de las más comprometidas, de las que más tenían parra perder, y no había metido a sus tres hijos en ese sótano para que Montang o cualquier otro los atacase por la espalda y con impunidad. - con respecto al secuestro, una opción a evaluar es dar por muerto a nuestro agente y liquidarles cualquier plan rebelde. Los reveldes mataron a un hombre inocente, porque no tienen mas capacidad mental que la barbarie de bestias anarquistas antipatria. Si la prensa insiste en estos conceptos el tiempo necesario, será suficiente para la población general... Si lo sueltan luego de esa noticia, y sale en los medios, decimos que es un impostor y liquidamos el asunto nosotros mismos. Fin del problema.. Eso si, necesitamos un economista nuevo. Algún nombre?
Y no le importaba exponer ideas frente a Montang porque la lógica dictaba que no saldría vivo de esa reunión.
Ataviadas con sus ropas de gala sotànica, las Bloodworth estaban no indigandas, sino más bien decepcionadas de la falta de concepto que significaba la presencia de Montang ahí sentado como uno más. Ya no lo era, sin importar si había un "malentendido". No lo era y PUNTO, por haber sido tan incapaz como para haber quedado en un "malentendido" justamente.
- sobre este tipo - dijo Bonnie señalando con dejo de dedos un segundo a Montag para luego dejar las manos sobre el regazo - no hay que discutir, una simple ejecución bastará... - y sonrió càlidamente aunque no pudiera verse - lo hablamos en su momento, menos me importa que haya atacado a nuestra ministra adrede o sin querer, que pueda ser un traidor o que sea fruto de un malentendido toda situación. Es un inoperante, que lo único que logró es la desconfianza sobre él, la tensión en nuestro grupo, el desvió de la atención de los temas relevantes y un cabestrillo en el brazo de Kate... No nos sirve, ni nos servirá. Y sostener inútiles no es el objetivo de esta reunión, ni de nuestra organización.
La secta no era una sociedad de beneficencia para pobres desvalidos. Todo lo contrario de hecho, y Montang ya no daba el perfil. De todos modos, Bonnie era conocida por su afán de allanar los caminos y esa intolerancia hacia todo aquel que no llegaba a sus expectativas. Asì lo había hecho en el MUC, y en la vida en general, e incluso cuando un tercer hijo le era inconveniente había mandado a Kate al extranjero, sin que se le moviera un pelo de moral o culpa católica. Y era sincera, que Montag fuera un traidor le importaba menos que su incapacidad para salir airoso de las situaciones. Hubiera tenido ganas de gritarle como una madre a su hijo: "Cómo que te manchaste la túnica? Y para colmo vienes a que YO te la limpie?! Tus trapitos, tu problema! eres grande como para andar en estas tonterías! arrèglatelas!"
Qué tal si Kate y Alana mentían o inocentemente estaban equivocadas? que tal si Montag nada malo había hecho? Pues... no importaba, pues ellas, dos simple mujeres sin nada en especial lo habían manchado, lo habían puesto en el ojo del huracán por una tontería y eso era lo valioso del caso... Una tontería y ni siquiera el Sr. había podido con ello, cómo iba a poder ayudar a construir una nación libre de rebeldes, por poner un tema en cuestión; si no había podido contra una niña de 20 y una ministra puesta a dedo?... Era de chiste!
Por otro lado Kate, quien se mantenía callada y bien sentada, pues su parte en todo aquello ya había pasado semanas antes sosteniendo la indignación del caso para con su madre, para con Mina, para con todos quienes fueran tan amables de acompañara y escucharle lo fatídico de ese día, e incluso en la universidad paseándose con un cabestrillo como si su herida hubiera sido tan grande realmente que la simple magia no fue suficiente para aliviarla; ahora tenìa otros asuntos en la cabeza.
Era el hecho de que ella no se creía nada de nada de que los hijos de Mina fueran de Adrien. Era esa hormona adolescente que le impedía creerse que luego de todo lo chismoseado con Mina, su amiga ideal y super inteligente, esta se hubiera puesto a follar con el parco aquel para embarazarse de dos críos. O sea! Malìsimo. Pero bueno, estaba en los genes: a Bonnie mucha gente la decepcionaba con tonterías y Kate iba por el mismo camino... Claro que Kate era más delicada en demostrar su parecer. Por otro lado se alegraba TANTO de la muerte del muchacho, jamás iba a olvidar que él se había atrevido a cruzarle la cara de una bofetada y era como si el destino le hubiera hecho pagar aquella indecencia. Era tan genial su muerte, que el hecho de ser el padre de los bebes de Mina, le terminaba dando igual.
Y ambas Bloodworth estaban de acuerdo con los Morgan y asì asintieron a aquellas palabras: "Si no hacemos algo no necesitaremos a los rebeldes para que nos despedacen, lo haremos nosotros" - Por eso debemos limpiarnos antes de avanzar o arrastraremos el error de este último año. - acompañó Bonnie. Los juramentos no le daban miedo al final su familia era de las más comprometidas, de las que más tenían parra perder, y no había metido a sus tres hijos en ese sótano para que Montang o cualquier otro los atacase por la espalda y con impunidad. - con respecto al secuestro, una opción a evaluar es dar por muerto a nuestro agente y liquidarles cualquier plan rebelde. Los reveldes mataron a un hombre inocente, porque no tienen mas capacidad mental que la barbarie de bestias anarquistas antipatria. Si la prensa insiste en estos conceptos el tiempo necesario, será suficiente para la población general... Si lo sueltan luego de esa noticia, y sale en los medios, decimos que es un impostor y liquidamos el asunto nosotros mismos. Fin del problema.. Eso si, necesitamos un economista nuevo. Algún nombre?
Y no le importaba exponer ideas frente a Montang porque la lógica dictaba que no saldría vivo de esa reunión.
- Kate R. Bloodworth
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Re: El Arreglo
Lo ocurrido en el día del desfile era simplemente inaudito. Se enfrentaron a una tanda de ingenuos que creían alterar el curso de la historia solo con quererlo y dejando que el caos reinara en lo que por tantos años les costó construir y mantener. Snyder no sufrió ninguna pérdida, su esposa y sus hijos salieron bien librados de aquella ridícula batalla en donde se dejó ver de forma increíble la falta de unión y debilidad de cada miembro de la secta. Estaba perfectamente consciente de que faltaba mano dura dentro del círculo. Durante mucho tiempo pecaron de permisivos y por esa razón sus eslabones eran cada vez más débiles. En la convocatoria de esa noche, se tratarían temas que involucraban de forma personal a varios de los asistentes, sobre todo en la de Joseph Morgan que sufrió la pérdida de su hijo mayor. No pudo evitar sentir descontento al enterarse que los hijos que ahora Wilhelmina Schweinsteiger llevaba en el vientre eran de Adrien Morgan, hubiera estado más que complacido si su hijo Bill hubiera sido el padre de esas criaturas. Pero no importaba, esos eran sentimentalismos que no se podía permitir sentir, no cuando había mucho más en juego.
-- ¿Qué es lo que pretendes que se haga con Montag, Bonnie? Estamos en una situación delicada aquí, no nos podemos dar el lujo de perder a otro miembro. Actuó de una forma que solo implicaba sus propios intereses y eso nos afectó en gran medida aquella vez ¿Estoy equivocado, Venerable Montag? - Llevaba la máscara ceremonial encima, sin permitirles ver la sonrisa que se le dibujaba en el rostro. Era precisamente por esa clase de detalles que habían fallado. Lo qué les quedaba por hacer era actuar adelantado. Con la ayuda de sus visiones habían podido predecir movimientos en la bolsa y otras tantas cuestiones que los llevaron a la cumbre en la que ahora estaban situados.
-Nadie está haciendo las preguntas correctas, ¿Por qué Elgin y no Alana? ¿Qué es lo que pretenden hacer con él? Ya nos demostraron que su "jueguito" es serio, estúpido e irracional pero bastante serio...- Se acercó, dando un paso al frente, con las manos detrás de su espalda. Era de carácter imperativo que se hiciera algo y pronto, Robert no confiaba en la capacidad de aguante de Chamberlain, siempre había creído que era una adquisición cuestionable y que al final, rindió menos frutos de lo que hubiera pensado.
- Ferdynand Zielñiski es pieza clave en esto. Ese chico, Crawford no tiene el cerebro para saber dirigir "su operación" -
-- ¿Qué es lo que pretendes que se haga con Montag, Bonnie? Estamos en una situación delicada aquí, no nos podemos dar el lujo de perder a otro miembro. Actuó de una forma que solo implicaba sus propios intereses y eso nos afectó en gran medida aquella vez ¿Estoy equivocado, Venerable Montag? - Llevaba la máscara ceremonial encima, sin permitirles ver la sonrisa que se le dibujaba en el rostro. Era precisamente por esa clase de detalles que habían fallado. Lo qué les quedaba por hacer era actuar adelantado. Con la ayuda de sus visiones habían podido predecir movimientos en la bolsa y otras tantas cuestiones que los llevaron a la cumbre en la que ahora estaban situados.
-Nadie está haciendo las preguntas correctas, ¿Por qué Elgin y no Alana? ¿Qué es lo que pretenden hacer con él? Ya nos demostraron que su "jueguito" es serio, estúpido e irracional pero bastante serio...- Se acercó, dando un paso al frente, con las manos detrás de su espalda. Era de carácter imperativo que se hiciera algo y pronto, Robert no confiaba en la capacidad de aguante de Chamberlain, siempre había creído que era una adquisición cuestionable y que al final, rindió menos frutos de lo que hubiera pensado.
- Ferdynand Zielñiski es pieza clave en esto. Ese chico, Crawford no tiene el cerebro para saber dirigir "su operación" -
- Robert Snyder
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Re: El Arreglo
Mina tampoco estaba en su mejor momento, estaba impaciente, pero no dejaba que se le notara. Todo ese asunto de Montag la estaba sacando de quicio porque si acaso llegaban a descubrir algo de él, todo el teatro se vendría abajo, porque Mina había confiado también en él. Pero más que nada, le preocupaban las cosas que se iban a decidir respecto a los rebeldes, respecto a Jesse. Hasta ese momento no les habían prestado atención pero ahora las cosas habían cambiado. Y le importaba menos que nada el dichoso cabestrillo de Anne cuando todo lo demás estaba en juego.
Se puso pálida cuando escuchó la propuesta del papá de Adrien, de un nuevo juramento. Ella no quería seguir poniendo su vida en juego por palabras, por nada. Y por supuesto, no quería que nada le trabara de las cosas que estaba haciendo. Tenía que pensar y hacerlo rápido, y sola, sin ningún tipo de apoyo, porque Montag simplemente ya no podía echarse más la soga al cuello.
No podía creer la ligereza con la que Bonnie Bloodworth hablaba de otro Venerable, parecía poseída. Tragó saliva. Sentía que iba a vomitar demasiadas palabras de un momento a otro pero por suerte el papá de Billy tomó la palabra y esperaba que, de cierta forma, apaciguara las cosas. Como Auberon los había mirado a ellos, a los jóvenes, como si esperara sus opiniones, no tuvo empacho en hablar.
-Lo siento, lo siento mucho pero no puedo quedarme aquí viendo como una “simple ejecución” acaba con uno de los nuestros mientras allá afuera un grupo que ya es obvio que está bastante bien organizado amenaza con terminarnos, quizá tenemos magia poderosísima de nuestro lado pero una varita de más no está mal. Y no puedo quedarme tampoco viendo como se arma un drama por un hechizo fallido que ni siquiera podemos saber si iba dirigido a la Presidenta realmente, mientras nos hemos quedado sin Adrien por algo mucho más terrible.
Hablaba atropelladamente, como si diera a entender que las hormonas del embarazo estaban siendo tremendamente poderosas.
-Si el Venerable Montag es un problema, entonces le lanzamos un imperius y lo hacemos trabajar con nosotros a la fuerza, y bajo nuestras propias reglas. Sabe maldiciones que muchos aquí no hemos dominado. Si vamos a hablar de desválidos, hay gente aquí que no ha aprendido ni siquiera a lanzar un Crucio en forma, no hablemos de dominar las enseñanzas del libro, ¿los vamos a sacar porque no vamos a sostener inútiles?
Y claro, claro que se estaba refiriendo a Kate y lo estaba haciendo a propósito. No tenía nada en contra de la chica, la consideraba inteligente y quizá, en otras circunstancias, habrían sido buenas amigas, pero en ese momento, en ese instante preciso, le estaba estorbando un poco.
-Creo que es bastante obvio por qué eligieron a Chamberlain en lugar de la presidenta. Es un mensaje para Wardwell y los demás, la ley comercial que Chamberlain ayudó a aprobar…es como decir “no vamos a permitir que sigan jugando con esto, así que les quitaremos sus juguetes y sus herramientas de ser preciso”, y opino lo mismo, Crawford no está al frente, es demasiado idiota como para eso, es solo la fachada para que seguramente vayan tras él y no tras los que de verdad importan.
Y ahora iba la parte delicada, la del juramento que había propuesto Morgan.
-Yo no quiero hacer un juramento más. Lo digo con honestidad. Estoy aquí porque creo en las cosas que hacemos, porque creo en el futuro que podemos forjar. Estoy aquí por voluntad propia y ya di mi vida a la causa con un juramento antes. No quiero arriesgar a mis bebés y a los de Adrien por un error, por palabras malinterpretadas, por nada en el mundo. Creo que si empezamos a desconfiar al punto de hacernos juramentos inquebrantables, poco a poco volveremos a esa edad oscura por la que tanto el Venerable Wardwell como el Venerable Morgan tanto lucharon por terminar. Al final quien quiera traicionarnos lo va a hacer aunque sea a costa de sus vidas, nadie está aquí sintiendo una carga sobre los hombros, estamos aquí por convicción. Yo soy la primera afectada por lo que sucedió con Asbeel, yo soy la primera afectada porque tuve que levantar la varita contra uno de los nuestros, ¿qué hubiera pasado si hubiera tenido ese juramento entonces? No habría tenido oportunidad de defenderme de Asbeel sin morir porque él seguía siendo parte de la Secta, de un modo u otro. Y tanto lo que quedaba de Adrien como yo misma, hubiéramos muerto también.
Se remojó los labios y se quedó callada, dando un tímido paso hacia atrás para ponerse a la altura de su hermano. En el día a día, afuera, en la universidad, solamente era una reina de belleza, una Epsilon lo suficientemente inteligente como para ser un prodigio académico, pero a base de esfuerzo y nada más. Ahí adentro era más ella misma que en otras ocasiones: no se callaba ante nada, y especialmente, no se hacía la estúpida.
Se puso pálida cuando escuchó la propuesta del papá de Adrien, de un nuevo juramento. Ella no quería seguir poniendo su vida en juego por palabras, por nada. Y por supuesto, no quería que nada le trabara de las cosas que estaba haciendo. Tenía que pensar y hacerlo rápido, y sola, sin ningún tipo de apoyo, porque Montag simplemente ya no podía echarse más la soga al cuello.
No podía creer la ligereza con la que Bonnie Bloodworth hablaba de otro Venerable, parecía poseída. Tragó saliva. Sentía que iba a vomitar demasiadas palabras de un momento a otro pero por suerte el papá de Billy tomó la palabra y esperaba que, de cierta forma, apaciguara las cosas. Como Auberon los había mirado a ellos, a los jóvenes, como si esperara sus opiniones, no tuvo empacho en hablar.
-Lo siento, lo siento mucho pero no puedo quedarme aquí viendo como una “simple ejecución” acaba con uno de los nuestros mientras allá afuera un grupo que ya es obvio que está bastante bien organizado amenaza con terminarnos, quizá tenemos magia poderosísima de nuestro lado pero una varita de más no está mal. Y no puedo quedarme tampoco viendo como se arma un drama por un hechizo fallido que ni siquiera podemos saber si iba dirigido a la Presidenta realmente, mientras nos hemos quedado sin Adrien por algo mucho más terrible.
Hablaba atropelladamente, como si diera a entender que las hormonas del embarazo estaban siendo tremendamente poderosas.
-Si el Venerable Montag es un problema, entonces le lanzamos un imperius y lo hacemos trabajar con nosotros a la fuerza, y bajo nuestras propias reglas. Sabe maldiciones que muchos aquí no hemos dominado. Si vamos a hablar de desválidos, hay gente aquí que no ha aprendido ni siquiera a lanzar un Crucio en forma, no hablemos de dominar las enseñanzas del libro, ¿los vamos a sacar porque no vamos a sostener inútiles?
Y claro, claro que se estaba refiriendo a Kate y lo estaba haciendo a propósito. No tenía nada en contra de la chica, la consideraba inteligente y quizá, en otras circunstancias, habrían sido buenas amigas, pero en ese momento, en ese instante preciso, le estaba estorbando un poco.
-Creo que es bastante obvio por qué eligieron a Chamberlain en lugar de la presidenta. Es un mensaje para Wardwell y los demás, la ley comercial que Chamberlain ayudó a aprobar…es como decir “no vamos a permitir que sigan jugando con esto, así que les quitaremos sus juguetes y sus herramientas de ser preciso”, y opino lo mismo, Crawford no está al frente, es demasiado idiota como para eso, es solo la fachada para que seguramente vayan tras él y no tras los que de verdad importan.
Y ahora iba la parte delicada, la del juramento que había propuesto Morgan.
-Yo no quiero hacer un juramento más. Lo digo con honestidad. Estoy aquí porque creo en las cosas que hacemos, porque creo en el futuro que podemos forjar. Estoy aquí por voluntad propia y ya di mi vida a la causa con un juramento antes. No quiero arriesgar a mis bebés y a los de Adrien por un error, por palabras malinterpretadas, por nada en el mundo. Creo que si empezamos a desconfiar al punto de hacernos juramentos inquebrantables, poco a poco volveremos a esa edad oscura por la que tanto el Venerable Wardwell como el Venerable Morgan tanto lucharon por terminar. Al final quien quiera traicionarnos lo va a hacer aunque sea a costa de sus vidas, nadie está aquí sintiendo una carga sobre los hombros, estamos aquí por convicción. Yo soy la primera afectada por lo que sucedió con Asbeel, yo soy la primera afectada porque tuve que levantar la varita contra uno de los nuestros, ¿qué hubiera pasado si hubiera tenido ese juramento entonces? No habría tenido oportunidad de defenderme de Asbeel sin morir porque él seguía siendo parte de la Secta, de un modo u otro. Y tanto lo que quedaba de Adrien como yo misma, hubiéramos muerto también.
Se remojó los labios y se quedó callada, dando un tímido paso hacia atrás para ponerse a la altura de su hermano. En el día a día, afuera, en la universidad, solamente era una reina de belleza, una Epsilon lo suficientemente inteligente como para ser un prodigio académico, pero a base de esfuerzo y nada más. Ahí adentro era más ella misma que en otras ocasiones: no se callaba ante nada, y especialmente, no se hacía la estúpida.
- Wilhelmina Schweinsteiger
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Re: El Arreglo
El día del trabajo había sido bastante movido para ambos bandos, con un encuentro para nada agradable y que terminó con la vida de Asbeen, uno de los suyos, y Adrien, un traidor. La palabra "traidor" aún resonaba en los oídos de Alex, quien se encaminaba a paso firme al tan aclamado sótano, dónde las únicas máscaras eran las que llevaban puestas (al menos eso se suponía), ya que era en esa sala donde todos eran libre de decir lo que pensaban y poner las cartas en la mesa para arreglar los asuntos que irrumpían sus planes; no podía aceptar que el chico que conoció de toda la vida fuera un traidor. Ese chico que era demasiado tímido para hablar, aún con él, ese chico que lo acompañó día con día mientras fue presidente de los Nu (puesto que estaba convencido que recuperaría muy pronto). Ese Adrien que tuvo un colapso mental y terminó siendo más un recuerdo de lo que había sido. Pero al parecer Alexander había perdido el toque para juzgar a las personas, pero no era nada que no tuviera solución y que encontraría antes de que fuera demasiado tarde.
El primogénito Bloodworth se dirigió hasta la puerta que llevaba al sótano, era ya pasada la media noche, traía puesta la máscara ceremonial que solían llevar cada que se reunían y abrió la puerta para comenzar a bajar los escalones hacia el dichoso lugar. Ni siquiera porque se encontraba en su fraternidad había hecho un esfuerzo por llegar a tiempo; todo lo que se diría ahí serían estupideces que sólo le harían perder el tiempo en lugar de hacer cosas productivas, cómo encontrar a esos malnacidos de los rebeldes y terminar de una buena vez con todos ellos.
Al abrir la puerta echó un vistazo a todos los presentes, reconociendo rápidamente a quienes no llevaban máscara y tardándose un momento en los que si la llevaban puesta. Distinguió rápidamente la voz que estaba hablando y sus ojos se posaron en su madre, sabía que en cuanto lo viera seguro le dedicaría una de esas miradas inquisidoras por no haber llegado a tiempo y no haberla apoyado en alguna de sus locas ideas. Fue a acomodarse en un lugar entre las sombras para escuchar a los que faltaban de hablar antes de dar su opinión al respecto.
Por supuesto que su madre quería a Mortag muerto, para ella no había otra solución más que esa. No importaba que nos quedáramos cortos en números, lo importante era poder deshacerse de esa peste de una vez por todas y no se iba a detener hasta conseguirlo, así tuviera que hacerlo ella misma. El siguiente en hablar fue el padre de Billy, Alex no supo reconocer si era odio o sarcasmo lo que detecto en la voz de Snyder, ya que la máscara le cubría el rostro; pero si de algo estaba seguro es que escondía un as bajo la manga y no estaba dispuesto a soltarlo fácilmente. Pero tenía un punto, y Bloodworth no creía que nadie en la sala fuera tan estúpido como para no pensar en sus palabras y recapacitar un poco.
Las palabras de Robert no duraron lo suficiente porque entonces una voz femenina y melodiosa comenzó a hablar. Alexander se fijó en la pequeña figura de Mina y mientras la escuchaba pensaba en lo imposible que era que las criaturas que ahora llevaba en el vientre fueran de su difunto ex-compañero. Tal vez tuviera sentido que Mina sufriera de algún déficit mental ya que sus elecciones de pareja dejaban mucho que desear.
El que hablara rápidamente, trastabillando y casi sin respirar era adorable. Tal vez por el embarazo o simplemente porque tenía miedo, nada malo podría venir de esa joven; aunque podría ponerse en duda después de que todos supieran de lo suyo con Adrien.
Por fin fue el turno de Alex de hablar. Carraspeó, se quitó la máscara y dio un paso al frente para ponerse debajo de la luz.
-Si en verdad queremos volver a tomar el mando de esta organización nuevamente y retomar los principios y objetivos que teníamos desde un inicio, desde que se consolidó, entonces no podemos dejar cabos sueltos. Sea cómo sea, Montag cometió un crimen en contra de nuestra organización y merece ser castigado. Ya lo dijo el señor Snyder, no nos podemos dar el lujo de perder una varita más que podría sernos de utilidad para una nueva batalla contra los rebeldes, pero no podemos simplemente dejarlo pasar como si no hubiera sido nada importante -Observó detenidamente a Montag un minuto para después llevar su mirada hasta la de Auberon -Por otro lado, en este momento lo que parece más importante es volvernos a unir a la causa y... -por el rabillo del ojo pudo ver a Mina, antes de continuar- No hay razón para hacer un nuevo juramento y consolidar lo que ya tenemos. Si todos estamos luchando por una misma causa entonces ¿Qué más da hacer un nuevo juramente? -se encogió de hombros, restándole importancia el comentario y regresando su vista a Mina- Tal vez Mina tiene razón, no deberíamos desconfiar de nosotros, estamos aquí sin obligación alguna, pero ¿Acaso esta comunidad ha sobrevivo a base de la confianza? Logramos estar aquí pasando por pruebas difíciles y casi imposibles, nos ganamos ese derecho de ser de confianza... Pero la vida da muchas vueltas y a veces al culpa o apostar por el mejor postor hacen que hasta los mejores soldados cambien sus apuestas -observó las caras en la habitación hasta regresar a Auberon- Pero si algo de esto se va a hacer, se tiene que hacer ya... No podemos seguir perdiendo el tiempo jugando a quién culpa a quién. Es tiempo de actuar y seguir adelante, debemos apresurarnos y pensar antes que los rebeldes para poder ponerles un fin -concluyó, cruzando los brazos sobre su pecho y esperando, ahora, que alguien más tomara la palabra para debatir las suyas.
El primogénito Bloodworth se dirigió hasta la puerta que llevaba al sótano, era ya pasada la media noche, traía puesta la máscara ceremonial que solían llevar cada que se reunían y abrió la puerta para comenzar a bajar los escalones hacia el dichoso lugar. Ni siquiera porque se encontraba en su fraternidad había hecho un esfuerzo por llegar a tiempo; todo lo que se diría ahí serían estupideces que sólo le harían perder el tiempo en lugar de hacer cosas productivas, cómo encontrar a esos malnacidos de los rebeldes y terminar de una buena vez con todos ellos.
Al abrir la puerta echó un vistazo a todos los presentes, reconociendo rápidamente a quienes no llevaban máscara y tardándose un momento en los que si la llevaban puesta. Distinguió rápidamente la voz que estaba hablando y sus ojos se posaron en su madre, sabía que en cuanto lo viera seguro le dedicaría una de esas miradas inquisidoras por no haber llegado a tiempo y no haberla apoyado en alguna de sus locas ideas. Fue a acomodarse en un lugar entre las sombras para escuchar a los que faltaban de hablar antes de dar su opinión al respecto.
Por supuesto que su madre quería a Mortag muerto, para ella no había otra solución más que esa. No importaba que nos quedáramos cortos en números, lo importante era poder deshacerse de esa peste de una vez por todas y no se iba a detener hasta conseguirlo, así tuviera que hacerlo ella misma. El siguiente en hablar fue el padre de Billy, Alex no supo reconocer si era odio o sarcasmo lo que detecto en la voz de Snyder, ya que la máscara le cubría el rostro; pero si de algo estaba seguro es que escondía un as bajo la manga y no estaba dispuesto a soltarlo fácilmente. Pero tenía un punto, y Bloodworth no creía que nadie en la sala fuera tan estúpido como para no pensar en sus palabras y recapacitar un poco.
Las palabras de Robert no duraron lo suficiente porque entonces una voz femenina y melodiosa comenzó a hablar. Alexander se fijó en la pequeña figura de Mina y mientras la escuchaba pensaba en lo imposible que era que las criaturas que ahora llevaba en el vientre fueran de su difunto ex-compañero. Tal vez tuviera sentido que Mina sufriera de algún déficit mental ya que sus elecciones de pareja dejaban mucho que desear.
El que hablara rápidamente, trastabillando y casi sin respirar era adorable. Tal vez por el embarazo o simplemente porque tenía miedo, nada malo podría venir de esa joven; aunque podría ponerse en duda después de que todos supieran de lo suyo con Adrien.
Por fin fue el turno de Alex de hablar. Carraspeó, se quitó la máscara y dio un paso al frente para ponerse debajo de la luz.
-Si en verdad queremos volver a tomar el mando de esta organización nuevamente y retomar los principios y objetivos que teníamos desde un inicio, desde que se consolidó, entonces no podemos dejar cabos sueltos. Sea cómo sea, Montag cometió un crimen en contra de nuestra organización y merece ser castigado. Ya lo dijo el señor Snyder, no nos podemos dar el lujo de perder una varita más que podría sernos de utilidad para una nueva batalla contra los rebeldes, pero no podemos simplemente dejarlo pasar como si no hubiera sido nada importante -Observó detenidamente a Montag un minuto para después llevar su mirada hasta la de Auberon -Por otro lado, en este momento lo que parece más importante es volvernos a unir a la causa y... -por el rabillo del ojo pudo ver a Mina, antes de continuar- No hay razón para hacer un nuevo juramento y consolidar lo que ya tenemos. Si todos estamos luchando por una misma causa entonces ¿Qué más da hacer un nuevo juramente? -se encogió de hombros, restándole importancia el comentario y regresando su vista a Mina- Tal vez Mina tiene razón, no deberíamos desconfiar de nosotros, estamos aquí sin obligación alguna, pero ¿Acaso esta comunidad ha sobrevivo a base de la confianza? Logramos estar aquí pasando por pruebas difíciles y casi imposibles, nos ganamos ese derecho de ser de confianza... Pero la vida da muchas vueltas y a veces al culpa o apostar por el mejor postor hacen que hasta los mejores soldados cambien sus apuestas -observó las caras en la habitación hasta regresar a Auberon- Pero si algo de esto se va a hacer, se tiene que hacer ya... No podemos seguir perdiendo el tiempo jugando a quién culpa a quién. Es tiempo de actuar y seguir adelante, debemos apresurarnos y pensar antes que los rebeldes para poder ponerles un fin -concluyó, cruzando los brazos sobre su pecho y esperando, ahora, que alguien más tomara la palabra para debatir las suyas.
- Alexander Bloodworth
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Re: El Arreglo
Bill sentía que todo estaba cambiando también y entre más se hablaba en ese sitio, más impaciente se sentía. Tenía la sensación de que demasiadas cosas habían pasado frente a sus ojos sin que él hubiera podido mover ni un dedo y todavía estaba contrariado por cómo muchas cosas en su vida y su modo de ver las cosas habían cambiado por una sola cosa que envolvía varias como la noticia del embarazo de Wilhelmina, la muerte de Adrien y el asesinato de Asbeel.
Estaba un poco contrariado porque Adrien había llevado un camino muy accidentado en esa Secta y no hubiera creído nada de lo de Mina de no ser porque el mismo Auberon lo había visto en su mente porque no se los imaginaba juntos, ni quería imaginárselo más. La muerte de Asbeel también lo tenía mal, porque lo había visto convertirse en uno de los más fuertes de la Secta y ¿todo para qué? Para que al final terminara alzando la varita contra ellos. Lo hacía replantearse mucho sobre la lealtad y la permanencia en el mundo. Se sentía abrumado y no era para menos.
Al Alpha le sacaba un poco de quicio que su tía y su prima fueran tan insensibles con el tema de Morgan por estar más preocupadas por el asunto de Montag. Y tenía la sensación de que todos, menos Mina (lo que lo llevaba a creerle aún más, como siempre lo había hecho) lo percibían así. Bill pensaba que se debía a que Montag seguía vivo y Adrien no, pero le preocupaba que olvidaran tan rápido a sus muertos. Por otro lado, cabía la posibilidad de que estuviera afectado por ese tema por el tono en el que Mina hablaba, por el dolor que debía sentir. La seguía queriendo pero eso no lo iba a admitir, menos ahora que estaba haciendo ya las cosas aparte, pero la iba a apoyar en lo que fuera, en ese momento hasta pensaba que la apoyaría en cualquier cosa sin conocer realmente de que estaba hecha ella.
Escuchó hablar a todos pero mientras se fue moviendo entre las sombras hasta quedar al lado de ella. Todos le parecían ciegos y también asustados. En ese momento se le ocurrió que los Bloodworth no merecían más la posición que tenían, ni Alex ni Kate eran suficientes y eso también podía considerarse traición por su parte. Aquello que se proponían era peligroso y no parecían notarlo por estar enceguecidos por su miedo. Si él quería sacar a sus primos y a su tía de la jugada, entonces tenía que actuar en ese momento para que las cosas siempre jugaran a su favor. Ya hablaría con su padre también. No deseaba matarlos ni sacarlos de la Secta, pero debía ser un Snyder y no un Bloodworth el que estuviera al frente del FMU, ellos podrían seguir teniendo sus privilegios, que era lo único que parecía haberles importado siempre.
-Concuerdo con Schweinsteiger en una cosa muy importante y es que si no hacemos un juramento lo suficientemente bien redactado, entonces podría volcarse en nuestra contra. Mina jamás habría podido matar a Asbeel para defenderse y ahora estaría muerta.-Tuvo que hacer una pausa al decir eso en voz alta. Le estaba afectando más de lo que pensaba y se odiaba por eso.-Venerable Morgan, Venerable Wardwell. Si esto hubiera sucedido antes, no habríamos podido avanzar, porque el Venerable White seguiría con nosotros. No soy ningún crédulo, conozco las maldiciones de mi propio grupo.-Era un secreto a voces que si White había muerto, había sido por la maldición del espejo y nadie más para aplicarla a un mago de ese tamaño, que otro en sus mismas condiciones.
-O Kate y la Venerable Aterberry no habrían podido defenderse del “ataque” de Montag, aunque evidentemente lo hayan hecho muy mal, porque Montag sigue aquí. Atacarlo de vuelta aunque fuera en defensa propia, como en el caso de Mina, seguiría significando traición si el juramento no está bien hecho-Estaba siendo un poco insolente pero tenía sus razones. Al menos no estaba diciendo nada que no fuera cierto.-No quiero vivir con miedo a que algo salga mal porque nos estamos muriendo de miedo y desconfianza aquí abajo. Quiero que volvamos a ser fuertes y quiero acabar con lo que nos está cegando ahora mismo.-Esa estúpida revolución y su estúpido líder desenmascarado, fuera el cerebro o no, barrerlo del mapa cambiaría muchas cosas.
Estaba un poco contrariado porque Adrien había llevado un camino muy accidentado en esa Secta y no hubiera creído nada de lo de Mina de no ser porque el mismo Auberon lo había visto en su mente porque no se los imaginaba juntos, ni quería imaginárselo más. La muerte de Asbeel también lo tenía mal, porque lo había visto convertirse en uno de los más fuertes de la Secta y ¿todo para qué? Para que al final terminara alzando la varita contra ellos. Lo hacía replantearse mucho sobre la lealtad y la permanencia en el mundo. Se sentía abrumado y no era para menos.
Al Alpha le sacaba un poco de quicio que su tía y su prima fueran tan insensibles con el tema de Morgan por estar más preocupadas por el asunto de Montag. Y tenía la sensación de que todos, menos Mina (lo que lo llevaba a creerle aún más, como siempre lo había hecho) lo percibían así. Bill pensaba que se debía a que Montag seguía vivo y Adrien no, pero le preocupaba que olvidaran tan rápido a sus muertos. Por otro lado, cabía la posibilidad de que estuviera afectado por ese tema por el tono en el que Mina hablaba, por el dolor que debía sentir. La seguía queriendo pero eso no lo iba a admitir, menos ahora que estaba haciendo ya las cosas aparte, pero la iba a apoyar en lo que fuera, en ese momento hasta pensaba que la apoyaría en cualquier cosa sin conocer realmente de que estaba hecha ella.
Escuchó hablar a todos pero mientras se fue moviendo entre las sombras hasta quedar al lado de ella. Todos le parecían ciegos y también asustados. En ese momento se le ocurrió que los Bloodworth no merecían más la posición que tenían, ni Alex ni Kate eran suficientes y eso también podía considerarse traición por su parte. Aquello que se proponían era peligroso y no parecían notarlo por estar enceguecidos por su miedo. Si él quería sacar a sus primos y a su tía de la jugada, entonces tenía que actuar en ese momento para que las cosas siempre jugaran a su favor. Ya hablaría con su padre también. No deseaba matarlos ni sacarlos de la Secta, pero debía ser un Snyder y no un Bloodworth el que estuviera al frente del FMU, ellos podrían seguir teniendo sus privilegios, que era lo único que parecía haberles importado siempre.
-Concuerdo con Schweinsteiger en una cosa muy importante y es que si no hacemos un juramento lo suficientemente bien redactado, entonces podría volcarse en nuestra contra. Mina jamás habría podido matar a Asbeel para defenderse y ahora estaría muerta.-Tuvo que hacer una pausa al decir eso en voz alta. Le estaba afectando más de lo que pensaba y se odiaba por eso.-Venerable Morgan, Venerable Wardwell. Si esto hubiera sucedido antes, no habríamos podido avanzar, porque el Venerable White seguiría con nosotros. No soy ningún crédulo, conozco las maldiciones de mi propio grupo.-Era un secreto a voces que si White había muerto, había sido por la maldición del espejo y nadie más para aplicarla a un mago de ese tamaño, que otro en sus mismas condiciones.
-O Kate y la Venerable Aterberry no habrían podido defenderse del “ataque” de Montag, aunque evidentemente lo hayan hecho muy mal, porque Montag sigue aquí. Atacarlo de vuelta aunque fuera en defensa propia, como en el caso de Mina, seguiría significando traición si el juramento no está bien hecho-Estaba siendo un poco insolente pero tenía sus razones. Al menos no estaba diciendo nada que no fuera cierto.-No quiero vivir con miedo a que algo salga mal porque nos estamos muriendo de miedo y desconfianza aquí abajo. Quiero que volvamos a ser fuertes y quiero acabar con lo que nos está cegando ahora mismo.-Esa estúpida revolución y su estúpido líder desenmascarado, fuera el cerebro o no, barrerlo del mapa cambiaría muchas cosas.
- Bill Snyder
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Re: El Arreglo
Werther se había mantenido al margen de la discusión sobre Montag, más que nada porque estaba ansioso. Sin embargo, apoyaba que no era cosa de andar desprotegidos y que si uno de los suyos ejercía traición, debía ser castigado con la muerte pero también estaba consciente de que a veces ni siquiera la amenaza de muerte detenía a nadie para traicionar. No eran los únicos con ideales bien arraigados al parecer.
Werther quería aprovechar ese momento para decir lo que sabía, lo que Harley le había dicho. Creía en ella porque había demostrado que su videncia era más aguda de lo que habían pensado en un principio y porque todo lo dicho tenía mucho sentido. Había investigado a algunos de los nombrados y habían participado en aquel mismo grupo radical del que Ferdynand Zieliñski había sido parte, así que la conexión era obvia. Angus Finnerty había dejado el grupo antes, pero aun así estaba inevitablemente conectado. Y en cuanto a Werther respectaba, él era el mejor objetivo, porque como aún no se había ligado a los hechos oficialmente, seguía asistiendo a la universidad, por lo que sería fácil capturarlo.
-¿Podríamos votar en el tema del Venerable Montag y ya? Yo apruebo la moción de que no podemos prescindir de sus habilidades ni de su sangre, ejecutándolo, pero sí podemos seguir haciendo uso de sus servicios, hasta que sea necesario.
No le tenía especial cariño a ningún Venerable, si acaso a Snyder y a Wardwell, pero no había desarrollado verdaderos lazos con nadie así que si degollaban o no a Montag le daba bastante igual, pero había que hacer que su muerte o su supervivencia, fueran útiles.
-Necesito que sepan que tengo nombres de algunos rebeldes. No estoy hablando de los sospechosos Delta, sino de nombres contundentes que nos pueden dar información tal y como la necesitamos. Angus Finnerty, por ejemplo, sigue dando clases en esta universidad y es parte del movimiento. Es información corroborada. Me declaro voluntario para traerlo ante el grupo y obtener de una vez por todas toda la información que necesitamos.
No iba a hacer un trabajo desastroso con la discreción ni mucho menos. Por nada era quien más muertes llevaba ahí, al menos entre los más jóvenes y quizá incluso algunas más que uno que otro Venerable. Era experto en lo que hacía, y eso incluía reunir a los muertos necesarios sin dejar ni una sola huella.
Werther quería aprovechar ese momento para decir lo que sabía, lo que Harley le había dicho. Creía en ella porque había demostrado que su videncia era más aguda de lo que habían pensado en un principio y porque todo lo dicho tenía mucho sentido. Había investigado a algunos de los nombrados y habían participado en aquel mismo grupo radical del que Ferdynand Zieliñski había sido parte, así que la conexión era obvia. Angus Finnerty había dejado el grupo antes, pero aun así estaba inevitablemente conectado. Y en cuanto a Werther respectaba, él era el mejor objetivo, porque como aún no se había ligado a los hechos oficialmente, seguía asistiendo a la universidad, por lo que sería fácil capturarlo.
-¿Podríamos votar en el tema del Venerable Montag y ya? Yo apruebo la moción de que no podemos prescindir de sus habilidades ni de su sangre, ejecutándolo, pero sí podemos seguir haciendo uso de sus servicios, hasta que sea necesario.
No le tenía especial cariño a ningún Venerable, si acaso a Snyder y a Wardwell, pero no había desarrollado verdaderos lazos con nadie así que si degollaban o no a Montag le daba bastante igual, pero había que hacer que su muerte o su supervivencia, fueran útiles.
-Necesito que sepan que tengo nombres de algunos rebeldes. No estoy hablando de los sospechosos Delta, sino de nombres contundentes que nos pueden dar información tal y como la necesitamos. Angus Finnerty, por ejemplo, sigue dando clases en esta universidad y es parte del movimiento. Es información corroborada. Me declaro voluntario para traerlo ante el grupo y obtener de una vez por todas toda la información que necesitamos.
No iba a hacer un trabajo desastroso con la discreción ni mucho menos. Por nada era quien más muertes llevaba ahí, al menos entre los más jóvenes y quizá incluso algunas más que uno que otro Venerable. Era experto en lo que hacía, y eso incluía reunir a los muertos necesarios sin dejar ni una sola huella.
- Werther Schweinsteiger
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Re: El Arreglo
Joseph estaba cada vez más tenso y a la defensiva, con forme todos comenzaron a hablar y los Bloodworth a despotricar sintió que la sangre le hervía. ¿Acaso no sabían todos ellos lo mucho que le debían a los Morgan? Para empezar, de no haber sido por Auberon y él, Bonnie habría tenido que comerse a su primogénito para tener lo que ahora tenían, aun que a decir verdad, tras escuchar lo que el chico Alexander dijo, no habría sido una gran pérdida.
Afortunadamente Wilhelmina quién había adoptado como su protegida, Snyder y su hijo así como el mayor de los Schweinsteigers eran lo suficientemente inteligentes como para pelear estas batallas como se debía y no llorar por los rincones por una cosa insignificante.
¿Quieres callarte de una vez Bloodworth? Al menos tus hijos están vivos. ¿Qué se supone que hacía tu hija antes de ser atacada por Montag? Nada, absolutamente nada, es una inútil y si quieres retribución antes tienes que ofrecer algo a esta secta. Ya has tenido muchos beneficios que no nos han servido para nada, pon a tu gente a trabajar y después hablamos de tu venganza.
No creo que sea necesario votar para nada, es obvio que no vamos a matar a Montag, pero tampoco vamos a confiar en él así como así. Le daremos veritaserum o Auberon podrá entrar en su mente para saber cuáles fueron sus intenciones en el ataque y al final, lo más coherente será que le lancemos el imperius, aun puede servir.
Lo de mi hijo va a solucionarse fácilmente. Todo lo que esta secta le debe, nos debe, debe ser para los Schweisteiger, que ahora contarán con mi respaldo y seguramente el de Mchjicam si no quiere que dudemos de su lealtad como sucedió con su nieto.
Aquello ultimo era una exigencia aun que algo velada. No iba a discutir más esa situación. Joseph Morgan estaba enfadado con lo poco capaces que parecían sus fuerzas ahora que su hijo estaba muerto.
Tenemos los nombres de los líderes, tenemos nombres de aquellos encubiertos. Podemos ir tomándolos uno a uno o tal vez seguirlos, que nos lleven a donde se encuentran los demás. Ni siquiera tienen que saber que los seguimos… hay que ser inteligentes en esta batalla… ¿Auberon?
Afortunadamente Wilhelmina quién había adoptado como su protegida, Snyder y su hijo así como el mayor de los Schweinsteigers eran lo suficientemente inteligentes como para pelear estas batallas como se debía y no llorar por los rincones por una cosa insignificante.
¿Quieres callarte de una vez Bloodworth? Al menos tus hijos están vivos. ¿Qué se supone que hacía tu hija antes de ser atacada por Montag? Nada, absolutamente nada, es una inútil y si quieres retribución antes tienes que ofrecer algo a esta secta. Ya has tenido muchos beneficios que no nos han servido para nada, pon a tu gente a trabajar y después hablamos de tu venganza.
No creo que sea necesario votar para nada, es obvio que no vamos a matar a Montag, pero tampoco vamos a confiar en él así como así. Le daremos veritaserum o Auberon podrá entrar en su mente para saber cuáles fueron sus intenciones en el ataque y al final, lo más coherente será que le lancemos el imperius, aun puede servir.
Lo de mi hijo va a solucionarse fácilmente. Todo lo que esta secta le debe, nos debe, debe ser para los Schweisteiger, que ahora contarán con mi respaldo y seguramente el de Mchjicam si no quiere que dudemos de su lealtad como sucedió con su nieto.
Aquello ultimo era una exigencia aun que algo velada. No iba a discutir más esa situación. Joseph Morgan estaba enfadado con lo poco capaces que parecían sus fuerzas ahora que su hijo estaba muerto.
Tenemos los nombres de los líderes, tenemos nombres de aquellos encubiertos. Podemos ir tomándolos uno a uno o tal vez seguirlos, que nos lleven a donde se encuentran los demás. Ni siquiera tienen que saber que los seguimos… hay que ser inteligentes en esta batalla… ¿Auberon?
- Adrien Morgan
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Re: El Arreglo
Había seguido con la mirada a todos mientras hablaban, aunque fue Snyder hijo quien lo hizo entornar los ojos aunque no se notara. Era más que obvio que muchos lo subestimaban, pero era más astuto de lo que parecía y si los Bloodworth hijos no se cuidaban las espaldas de él, tendrían problemas. Y precisamente eso era lo que, por un lado, impedía un juramento inquebrantable. La Secta podía convertirse en una familia, era verdad, pero antes que nada, era un lugar en donde se peleaba por intereses más poderosos que cualquier cosa. Y a veces los demás simplemente estorbaban, como White les había estorbado a él y a Joseph durante muchos años.
Respecto al tema de Montag, sí, podía entrar a su mente y buscar el recuerdo exacto de aquél día y por qué había decidido atacar a Alana. Y lo haría, pero no por capricho o exigencia de nadie, porque así no funcionaban las cosas, sino porque era responsable de velar por el futuro de la Secta y también responsable de velar por sus recursos, y lo que dijera Bonnie en un arranque berrinchudo sobre los desvalidos, no contaba cuando Montag era capaz de hacer maldiciones que iban a necesitar en esa guerra. Distinto era si iba a tener que pasar el resto de sus días con una maldición imperius encima, o encadenado a ese sótano acompañado solo de las sombras.
Pero fue lo que dijo Werther Schweinsteiger lo que lo sacó de su ensimismamiento. Lo miró fijamente. Confiaba en él, como hacían los demás venerables, porque había demostrado lealtad como nadie y eficacia cuando se trataba de cumplir lo que se necesitaba. Tenían más nombres demás del de Crawford y el de los radicales extranjeros, nombres que les servirían. Se quedó unos segundos pensando en la situación, parecía ensimismado, hasta que Joseph dijo su nombre.
-Trae a Finnerty ante nosotros. Lo interrogaremos, sacaremos toda la información que necesitamos y luego haremos como con los muggles y su gobierno. Usaremos la maldición Changeling para convertirnos en él e infiltrarnos. Y los acabaremos desde adentro, con un licántropo como arma extra.
Y por supuesto, todos querrían repartirse el botín Crawford, pero Auberon tenía otros planes para eso. Y tendría que exponerlos ante todos, porque antes que nada, para él la confianza era vital cuando se querían dar pasos importantes.
-Sé que seguramente todos querrán ponerle las manos encima a Crawford. Pero no pueden hacerlo. Pido que solamente Anemone o yo tengamos ese privilegio. Es familia.
Miró de reojo a Joseph aunque tras la máscara no podía ver su expresión. Sólo Morgan sabía esos secretos tan bien guardados en la familia Wardwelll, también White los había sabido. Pero si ahora quería que la magia de sangre funcionara mejor que nunca, entonces tenía que evitar que otro sectario se encargara del supuesto líder rebelde, así fuera desenterrando viejos secretos y viejos dolores.
-Tendré una sesión con Montag más tarde para averiguar la verdad. Mientras tanto no podrá salir de aquí.
Respecto al tema de Montag, sí, podía entrar a su mente y buscar el recuerdo exacto de aquél día y por qué había decidido atacar a Alana. Y lo haría, pero no por capricho o exigencia de nadie, porque así no funcionaban las cosas, sino porque era responsable de velar por el futuro de la Secta y también responsable de velar por sus recursos, y lo que dijera Bonnie en un arranque berrinchudo sobre los desvalidos, no contaba cuando Montag era capaz de hacer maldiciones que iban a necesitar en esa guerra. Distinto era si iba a tener que pasar el resto de sus días con una maldición imperius encima, o encadenado a ese sótano acompañado solo de las sombras.
Pero fue lo que dijo Werther Schweinsteiger lo que lo sacó de su ensimismamiento. Lo miró fijamente. Confiaba en él, como hacían los demás venerables, porque había demostrado lealtad como nadie y eficacia cuando se trataba de cumplir lo que se necesitaba. Tenían más nombres demás del de Crawford y el de los radicales extranjeros, nombres que les servirían. Se quedó unos segundos pensando en la situación, parecía ensimismado, hasta que Joseph dijo su nombre.
-Trae a Finnerty ante nosotros. Lo interrogaremos, sacaremos toda la información que necesitamos y luego haremos como con los muggles y su gobierno. Usaremos la maldición Changeling para convertirnos en él e infiltrarnos. Y los acabaremos desde adentro, con un licántropo como arma extra.
Y por supuesto, todos querrían repartirse el botín Crawford, pero Auberon tenía otros planes para eso. Y tendría que exponerlos ante todos, porque antes que nada, para él la confianza era vital cuando se querían dar pasos importantes.
-Sé que seguramente todos querrán ponerle las manos encima a Crawford. Pero no pueden hacerlo. Pido que solamente Anemone o yo tengamos ese privilegio. Es familia.
Miró de reojo a Joseph aunque tras la máscara no podía ver su expresión. Sólo Morgan sabía esos secretos tan bien guardados en la familia Wardwelll, también White los había sabido. Pero si ahora quería que la magia de sangre funcionara mejor que nunca, entonces tenía que evitar que otro sectario se encargara del supuesto líder rebelde, así fuera desenterrando viejos secretos y viejos dolores.
-Tendré una sesión con Montag más tarde para averiguar la verdad. Mientras tanto no podrá salir de aquí.
- Auberon Wardwell
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