Decisiones Reveladas (Jacob)

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[Un poco antes del baile]


Su madre había estado llorando por días enteros luego de la noticia, devastada y dolida como solo una madre podría estarlo al saber que su hijo iba a estar tras las rejas durante quien sabe cuanto por ser arrestado en los ataques terroristas del desfile del Día del Trabajo. Su padrastro en cambio estaba profundamente decepcionado por el mismo dolor que sentía del aquel acontecimiento y de hecho gracias a sus creencias orientales, estaba a punto de desterrar a Jacob de su familia, si es que ya no lo había hecho, ya que no quería que su sangre estuviera relacionada con terroristas y asesinos -que es así como veían a los revolucionarios de los Delta-.

Lawrence simplemente estaba atónito con todo, mientras que su madre le llamó para que lo fuera visitar mientras ella preparaba todo para dirigirse a Estados Unidos y tratar de pagar alguna finanza o buscar algún abogado que lo ayude a salir de ahí, queriendo creer que el era inocente, que todo era un malentendido y lo habían implicado injustamente, como toda madre quisiera creer cuando hechos así sucedían.

Fue entonces que decidió visitarlo ya que como todo reo tenía derecho a una visita una vez al mes. Sentía un escalofrío al recorrer aquel lugar como si se tratara de alguna pesadilla de la cual no podía despertar. Los aurores lo escoltaron hasta un lugar cuyo encantamiento hacía que cualquier tipo de hechizo para intentar liberar al reo fuese anulado, así como también la puerta tenía un marco encantado que sacaba cualquier arma sospechosa, en su caso su varita fue decomisada.

Estando al frente de Jacob sentía un nudo en la garganta, no sabía como comenzar, ni siquiera sabía que él había estado implicado en un movimiento revolucionario ni nada, se sentía ultrajado, como si la confianza que había sido depositada en él había sido arrebatada y por supuesto luego entraba la sensación de que no conocía de verdad a la persona que tenía en frente.

- Quiero que me expliques todo - Inquirió sin mucho rodeo ni sentimentalismos, si había momento de ser sincero el uno con el otro, ese era. No iba a tocar ningún tema como que arruinó su vida, como que esas cosas nunca valían la pena porque no, Jacob siempre fue firme con sus ideales y era mejor que le explicara por qué se adentró en tales aguas.

Seguía reprochándose a si mismo aquel día, pero no por haber sido participe de él, si no por no calcular bien el tiempo de escape, por no haber ayudado a los otros a quienes también habían capturado. Lo habían tratado de interrogar pero él, obviamente se había apegado a sus derechos y no dijo una sola palabra, no al menos hasta que su madre llegara con un abogado.

Estaba en una celda especial para menores de edad, junto con algunos otros magos que habían hecho revueltas menores pero que también estaban ahí por atentados contra la paz pública. También había algunos otros peligrosos, pero básicamente era lo que rodeaba la cárcel mágica en el área donde lo habían colocado.

Vestía un traje gris muy parecido al traje muggle de la prisión americana federal, no había mucha diferencia en ese aspecto. Estaba precisamente en el comedor cuando los guardias le llamaron, tenía una visita.

No sabía quién podría ser, según sus cálculos su madre aun tardaría en llegar (contaba con ello), su hermano mayor seguramente no habría querido saber nada de él y por supuesto no creía que Connie o algún otro rebelde se arriesgara a levantar sospechas. Su única respuesta saltó a la luz en cuanto entro en esa habitación especial de visitas y el auror que custodiaba cerró la puerta tras él. Jacob tenía las manos esposadas pero se veía exactamente igual.

Se sentó frente a Lawrence con una sonrisa de suficiencia en el rostro.

¿Qué quieres que te cuente? ¿Qué necesitas saber? ¿Por qué lo hice? ¿Por qué estaba ahí? ¿Por qué me dejé atrapar? No sé que responderte, pregunta más directo, anda, se que quieres saber todo.