improvisando

Rayder no tuvo la misma suerte que Kate, ella no llegó a la cubeta y vomitó al chico drogado, lo vomitó desde el cuello y sólo lo notó cuando vio aquella masa amarillenta en la espalda del muchacho que ni siquiera había notado lo que sucedía. Lo miró e intentó disculparse, nuevamente las arcadas, jaló la cubeta que en el momento tenía la rubia en las manos y vomitó ahí, esta vez sin accidentes.
 
Sus ojos estaban vidriosos, sentía que se le salían las lágrimas pero por tanto vomitar, sentía las mejillas muy rojas y el olor era insoportable. Se limpió la cara con su antebrazo y miró alrededor esperando algo así como una explicación. La voz de la turca era como un canto lejano, sentía que la había drogado o algo, era el peor malviaje de la vida.
 
Se había metido muchas cosas pero nada así, ni siquiera el ayahuasca, o quizá sí...podía ser San Pedro o algo así. Le dolió también el estómago, como si algo se la estuviese comiendo desde adentro. Sintió sólo que volvía a la realidad con la risa de Kate, con la risa de todos. Ella no reía, sentía que le retumbaban los oídos, tenía una sonrisa en el rostro pero no era lógica, no iba con lo que estaba sintiendo dentro de ella.
 
Sentía mil insectos bajo sus pies, sentía presencias, escuchaba a Ramsey insultándola, su propia voz degradándolo con rabia. Imitaba al grupo, se limpió con el cuenco de agua limpia, pero seguían llegando esas imágenes, pero como si estuviesen en su camino de salida. Vio el rostro de Noah, confundido, luego a Ferdynand, a Dave, a Niels, a Luke y a Robin junto a Connie. Pero ellos no decían nada, se quedaban allí, todo era muy raro.
 
La turca la miraba de cerca, casi chocando su nariz con la de Loulou. Esos ojos la examinaban y sonreía sin dientes frente a ella.-La pequeña Rayder ya no pudo correr, ahora sólo quiere saltar saltar y atrás no quedar. Corre pero en dirección opuesta o nunca te va a alcanzar. ¡AHORA TODOS A LEVANTARSE! TÚ…VEN ACÁ.-señaló a Kate y la jaló de la muñeca.-
 
Loulou la miró, pasando saliva, sin decirle nada pero le sonrió con la naturalidad de siempre, como si eso no fuese casi psicodélico.

-QUÉ QUIERES, honesta…deber serlo o te voy a cortar el cuello. Voy a jugar con tus bonitos bonitos bonitos ojos si mientes…¿qué hay dentro? DILO, a todos. ¡QUE SE LARGUEN! SÍ, TODOS MENOS TU COMPAÑERA. A ver…a ver si así hablas. Voz alta, grítalo…sabes qué querer, ¿cobardía? ¿miedo a…a traición? Voz alta, en voz alta, grítalo y parcharé ese dolor…no el secreto, shhhh, eso no…no morir así. ¿No sabes de qué hablo? No…no no ser mentirosa. ¡GRÍTALO!

- estás bien?... estas?? - Kate en verdad quería preguntar a Lou cómo se sentía, también pedirle disculpas pues eso era mucho menos divertido de lo que había imaginado... Pero de todas formas y por más voluntad que pusiera no estaba segura de que sus palabras reflejaran lo que pensaba, que estaba hablando correctamente o en otro idioma.

se levantó en cuanto el grito la despabiló. Pero nunca pensó que ella sería la siguiente, incluso quería preguntarle a Lou qué había visto, qué había sentido cuando la Turca posó su frente sobre ella, pero no le dieron tiempo a negarse... La mujer la tomó del brazo y empezó a gritarle a escupirle la cara.


- solo una magia de protección... ya lo habíamos hablado, tu me dijiste... - se quiso poner firme en un principio, recordándole que había sido la Turca misma quien le había llenado la cabeza. Pero lo del cuello le asustó por demás, se veía tan capaz de hacerlo. - Dentro? de qué habla? - El miedo, la desesperación, el hecho de que no la soltaba, de que parecía que cada vez estaba más cerca de ella.


- NO, no. No puedo decirlo. ya suélteme!!!- En un momento pensó, se imaginó, vislumbró, que la turca se convertía en una sombra negra con boca de afilados dientes que se agrandaba a límites imposibles ocupando toda la habitación e iba a devorarla por completo en cualquier instante, podía sentir el aliento cálido de una bestia, la humedad de una lengua bífida empapándole y raspándole la mejilla.

Y en ese momento se fue del mundo real, de la habitación maltrecha de la turca y sus velas negras - no eres mi madre!! no eres nadie para mi! No eres nadie en absoluto!!  Y no dejaré que arruines mi vida. No te pertenezco. No te debo nada!! NUNCA TE DEBÍ NADA... son todas mentiras... Tus culpas se terminan! TE morirás! y lo mataste, lo serviste en banquete y no me importa, ya no me importa. NO! Nunca me importo, nada de esto me pertenece. NO TIENES PODER SOBRE MI! - 

Y con furia a ojos dados vueltas se soltó de la Turca, de la sombra, de los dientes y lenguas y las llamas ardieron iluminándolo todo. Cuando abrió los ojos la mano de la mujer estaba sobre su frente marcándola y susurrando algunas palabras que no podía entender, pero que nada tenían que ver con la agresividad antes demostrada.

Kate, por su parte estaba agotada, ahora agradecía que la Turca la estuviera sosteniendo de un brazo, porque podía caer de culo al piso tranquilamente. Pero no recordaba muy bien que había pasado, solo se sentía mucho mejor, liviana, libre.... y sin miedo.

- que pasó? - preguntó y le llegaron miles de shhhh, ecos profundos de los labios de la turca. - listas para protección. bien lo han hecho... -


Aquí, acá, esto, lo otro, en un idioma de diablo, ambas terminaron accediendo a sentarse en los almohadones, inclinadas hacia delante, mirada al piso, con la espalda descubierta... mientras la turca se hacía de sus velas, varita e instrumentos varios a sus espaldas. Kate le tomó la mano a Lou, porque después de todo... ni explicaciones cabían. - me siento mucho mejor... - le susurró a Loulou...

Y la vieja se dedicó a rezarles mil rosarios marcados a cera caliente sobre sus omóplatos, la nuca, la columna vertebral, el centro de sus chi o quién sabe qué.

Rezo aquí, rezo allá, cera sobre sus espaldas y varias oraciones en idiomas raros que hacían que Loulou dudase de lo que hacia la mujer. Accedió a  todo, por supuesto, pero cuando ya había pasado una media hora o más y estaban ya con su ropa puesta nuevamente y con la protección de la mujer fue que Loulou se levantó.
 
-Vámonos, estoy apestando…-le dijo tomándola del brazo con una sonrisa en el rostro pese al olor que emanaba por el vómito y lo vidrioso de sus ojos. La turca la miró cuando le dijo eso a Kate y les hizo una señal con la mano como botándolas, dijo a gritos algo de que se iban bien protegidas y que en sus bolsillos encontrarían lo que había visto en sus futuros.-
 
Rayder simplemente asintió, tuvo que apoyarse en Kate un momento porque no pudo caminar más de tres pasos sin sentir que le fallaban las piernas. Se despejó pasando sus manos contra sus ojos y siguió caminando con ella por donde habían entrado, sintiendo cómo la cera ya fría se comenzaba a cuartearse sobre su piel y le picaba por toda la espalda.
 
-Necesito una ducha, ¿no tienes una propiedad de tu familia por aquí? Dave tiene un departamento pero súper lejos. Llévame, rescátame de este olor horrendo.-ya estaban afuera y se paró delante de ella, esperando que le dijese a dónde ir. El aire fresco le había hecho mucho bien, se sentía totalmente renovaba, no sabía si por todo lo que hizo la turca o porque ya no estaba ahí dentro, no importaba.-
 
Caminó unos pasos por la calle en la que estaban, apenas habían un par de chicos conversando fuera de una casa, distraídos y bastante relajados.

-De verdad necesito esa ducha.