Familiar Gleam
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Familiar Gleam
El atardecer tiñó el cielo de colores cálidos a pesar del frio viento que a pesar de estar abrigado lo sumía en temblores ligeros de vez en cuando. El vaho de su respiración contrastaba con los colores del sol en el horizonte, entre calles que le eran ligeramente familiares y personas desconocidas. Aquella tarde no se encontraba en compañía de sus familiares, por lo que su visita al pueblo mágico había sido solitaria.
Se ajustó el abrigo, remitiendo sus manos enguantadas a sus bolsillos una vez terminado, el invierno irlandés era curiosamente hermoso a pesar de que las razones por las cuales estaba en aquel lugar eran, indirectamente, por querer al menos un momento para no pensar en la realidad que seguía su curso en América.
Había visto a Harley, hablado con Ferdynant y continuado con lo que debía hacer como parte de aquel movimiento en el que ya estaban tan sumidos que no iban a desencadenarse ahora. Mantener la apariencia en la Universidad no era complicado, se había vuelto distante e incluso algo frío, pero era de esperarse del presidente de la Fraternidad Nu, por lo que no fue realmente extraño para quienes lo veían a diario.
No le inmutaba desplegar una sonrisa cínica, ser más Marcel que él mismo en la Universidad, usar el poder que se le había dado para poner una nueva decencia en la fraternidad que prestigio había perdido en los últimos semestres, solo para verlo ganado de nuevo ahora que él estaba haciendo un trabajo arduo en ese departamento. Era la encubierta perfecta, después de todo.
Resistió la urgencia de lamerse los labios para que el aire frio no se los partiera, caminando entre las banquetas nevadas hasta la orilla del pueblo, inhalando el aire frio de la tarde.
Extrañaba demasiadas cosas como para pensar precisamente en todas ellas, por lo que, en lugar de hacerlo, se limitó a entrar a la librería para distraerse. Por un momento, no hubo ruido alguno en su mente y hasta respiró tranquilo.
Se ajustó el abrigo, remitiendo sus manos enguantadas a sus bolsillos una vez terminado, el invierno irlandés era curiosamente hermoso a pesar de que las razones por las cuales estaba en aquel lugar eran, indirectamente, por querer al menos un momento para no pensar en la realidad que seguía su curso en América.
Había visto a Harley, hablado con Ferdynant y continuado con lo que debía hacer como parte de aquel movimiento en el que ya estaban tan sumidos que no iban a desencadenarse ahora. Mantener la apariencia en la Universidad no era complicado, se había vuelto distante e incluso algo frío, pero era de esperarse del presidente de la Fraternidad Nu, por lo que no fue realmente extraño para quienes lo veían a diario.
No le inmutaba desplegar una sonrisa cínica, ser más Marcel que él mismo en la Universidad, usar el poder que se le había dado para poner una nueva decencia en la fraternidad que prestigio había perdido en los últimos semestres, solo para verlo ganado de nuevo ahora que él estaba haciendo un trabajo arduo en ese departamento. Era la encubierta perfecta, después de todo.
Resistió la urgencia de lamerse los labios para que el aire frio no se los partiera, caminando entre las banquetas nevadas hasta la orilla del pueblo, inhalando el aire frio de la tarde.
Extrañaba demasiadas cosas como para pensar precisamente en todas ellas, por lo que, en lugar de hacerlo, se limitó a entrar a la librería para distraerse. Por un momento, no hubo ruido alguno en su mente y hasta respiró tranquilo.
- Marcellus J. Lovecraft
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Re: Familiar Gleam
Había algunos elementos que el nodo les había tatuado que parecían imposibles de descifrar. El proceso de la nueva etapa en la que estaba inmersa con Adrien, la etapa final, parecía ser el más complicado de todos. Ya habían desarrollado algunos hechizos pero algunos todavía estaban incompletos, incluyendo los que precisamente no lograban descifrar. Por suerte, Brigantia era un sitio lleno de conocimiento invaluable y en la biblioteca había encontrado un libro que les fue muy útil, pero no el segundo tomo del mismo.
Un alumno de Artes Oscuras le había hecho la plática en la biblioteca y le había contado que el tomo II estaba a la venta en una librería determinada de uno de los pueblos mágicos de la zona, y se ofreció a acompañarla, seguramente sintiendo mucha compasión por ver el tamaño gigante con el que debía moverse por la vida ahora que estaba cada vez más cerca del nacimiento de los gemelos.
Había tenido un mes agitado, terrible, pero sentía que estaba moviéndose hacia algo importante, hacia el paso más grande de la revolución., quizá el definitivo. Y también estaba considerando que no podría realmente volver a Estados Unidos, al menos hasta que todo terminara o bien, hasta que nacieran los bebés y no los pusiera en peligro. Le había preguntado a su tío si acaso podía cuidarlos de ser necesario.
-Creo que ya tengo lo que necesito, es este, ¿no?
Preguntó al alumno de AO que asintió vigorosamente y le indicó dónde estaba la caja. Era una suerte al menos andar por ahí con alguien más y fingir, por un momento, que solo estaba comprando un libro cualquiera –pero en verdad carísimo por ser ultra especializado- y no que estaba planeando nada extraño, con las personas a las que amaba más, poniéndolas en constante peligro.
Caminó por uno de los pasillos hacia la caja y se encontró, cómo no, con Marcellus, como si acaso la vida le pusiera un recordatorio en toda la cara. No podía fingir ser otra persona ni medio segundo.
-¿Acaso me estás siguiendo?
Le dijo con un cliché a propósito, ajustándose el abrigo que llevaba puesto, como imitando esas películas que había visto miles de veces antes, cuando todo era más fácil.
___
ropita bajo el abrigo
Un alumno de Artes Oscuras le había hecho la plática en la biblioteca y le había contado que el tomo II estaba a la venta en una librería determinada de uno de los pueblos mágicos de la zona, y se ofreció a acompañarla, seguramente sintiendo mucha compasión por ver el tamaño gigante con el que debía moverse por la vida ahora que estaba cada vez más cerca del nacimiento de los gemelos.
Había tenido un mes agitado, terrible, pero sentía que estaba moviéndose hacia algo importante, hacia el paso más grande de la revolución., quizá el definitivo. Y también estaba considerando que no podría realmente volver a Estados Unidos, al menos hasta que todo terminara o bien, hasta que nacieran los bebés y no los pusiera en peligro. Le había preguntado a su tío si acaso podía cuidarlos de ser necesario.
-Creo que ya tengo lo que necesito, es este, ¿no?
Preguntó al alumno de AO que asintió vigorosamente y le indicó dónde estaba la caja. Era una suerte al menos andar por ahí con alguien más y fingir, por un momento, que solo estaba comprando un libro cualquiera –pero en verdad carísimo por ser ultra especializado- y no que estaba planeando nada extraño, con las personas a las que amaba más, poniéndolas en constante peligro.
Caminó por uno de los pasillos hacia la caja y se encontró, cómo no, con Marcellus, como si acaso la vida le pusiera un recordatorio en toda la cara. No podía fingir ser otra persona ni medio segundo.
-¿Acaso me estás siguiendo?
Le dijo con un cliché a propósito, ajustándose el abrigo que llevaba puesto, como imitando esas películas que había visto miles de veces antes, cuando todo era más fácil.
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ropita bajo el abrigo
- Wilhelmina Schweinsteiger
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Re: Familiar Gleam
Se giró con un libro en la mano, quedándose de pie por un momento sin decir nada al verla. No pudo evitar la sonrisa que se formó en sus labios, aun con todo lo que estaba pasando alrededor de ellas sintió la necesidad de hacerlo. Se veía radiante, no entendía porque, pero no estaba por quejarse.
Soltó una pequeña risa entonces, "Claro que te estoy siguiendo, obviamente estoy haciendo algo mal porque te has dado cuenta, creo que debo resignarme a que no soy un buen espía."
La ironía de aquella frase no pasó desapercibida, pero Marcellus solo sonrió un poco más, como si fuera no más que una simple broma. Así lo dejaría por el momento, había estado pasando un momento tranquilo y Mina parecía relajada, quería mantener ese momento por un poco más.
Se acercó a ella, ladeando la cabeza ligeramente, "Ahora que he sido descubierto en mi vano atentado de seguirte en secreto, ¿qué harás al respecto?"
Se lamió los labios, quería preguntarle como estaba, que era lo que ocurría, si estaba bien y todo lo que estaba pasando. No la había visto desde que la llamó para hablarle sobre Harley y con Adrien no había hablado desde aquella pelea que habían tenido, antes de que Marcellus se fuera a Irlanda temporalmente. El decir que el joven Lovecraft estaba ansioso por ambos era desvalorar el sentimiento.
"Aunque el libro si vine a comprarlo," levantó el libro en cuestión, que era un texto sobre lenguas antiguas y su uso en la magia, "Nunca se sabe cuándo ocuparás una lengua muerta para conjurar la versión clásica de un aguamenti."
O en su caso, invocar criaturas rastreras para combatir otras criaturas rastreras no invocadas por él, porque al parecer hasta entre criaturas rastreras hay niveles.
Soltó una pequeña risa entonces, "Claro que te estoy siguiendo, obviamente estoy haciendo algo mal porque te has dado cuenta, creo que debo resignarme a que no soy un buen espía."
La ironía de aquella frase no pasó desapercibida, pero Marcellus solo sonrió un poco más, como si fuera no más que una simple broma. Así lo dejaría por el momento, había estado pasando un momento tranquilo y Mina parecía relajada, quería mantener ese momento por un poco más.
Se acercó a ella, ladeando la cabeza ligeramente, "Ahora que he sido descubierto en mi vano atentado de seguirte en secreto, ¿qué harás al respecto?"
Se lamió los labios, quería preguntarle como estaba, que era lo que ocurría, si estaba bien y todo lo que estaba pasando. No la había visto desde que la llamó para hablarle sobre Harley y con Adrien no había hablado desde aquella pelea que habían tenido, antes de que Marcellus se fuera a Irlanda temporalmente. El decir que el joven Lovecraft estaba ansioso por ambos era desvalorar el sentimiento.
"Aunque el libro si vine a comprarlo," levantó el libro en cuestión, que era un texto sobre lenguas antiguas y su uso en la magia, "Nunca se sabe cuándo ocuparás una lengua muerta para conjurar la versión clásica de un aguamenti."
O en su caso, invocar criaturas rastreras para combatir otras criaturas rastreras no invocadas por él, porque al parecer hasta entre criaturas rastreras hay niveles.
- Marcellus J. Lovecraft
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Re: Familiar Gleam
-Eres pésimo.
Bromeó también. No tenía por qué ponerse tensa, aunque siempre que lo veía era la primera reacción –involuntaria- que tenía su cuerpo, aunque al final terminó sonriéndole de vuelta y no hizo ningún movimiento brusco ante su presencia. Solo bajó la vista y negó con la cabeza.
-Aún no me decido si hablarle a las autoridades o hacerme cargo yo misma. Si elijo la segunda vas a sufrir muchísimo.
No sabía si decirle lo de Adrien, lo del nodo, lo de todo. En vez de eso, en un acto reflejo, por no querer delatar a Adrien porque en cierta forma no le correspondía meterse en eso –y además sería raro, como si Marcellus fuera padrino de su boda con Jesse o algo así de mal –y porque no quería traicionar la confianza que había forjado con él, aunque fuera en esos detalles.
-Claro, entiendo. Yo también vine a comprar algo. Me acompañó uno de los alumnos de mi tío. Bueno no, ni siquiera está en su facultad, pero…ya sabes.
Rodó los ojos como tonta y agitó el libro para ilustrar su punto. Le sonrió de vuelta y se pasó un mechón de cabello detrás de la oreja con un gesto de deliberada coquetería que no podía evitar y que Jesse le hubiera reprochado veinte veces aunque fuera inofensiva, especialmente mientras estaba hecha una ballena del infierno.
-Bueno, mi lectura sólo es de esparcimiento. ¿Me acompañas a pagar?, ¿cómo has estado?, ¿lograste ver a Jesse y a Zieliñski, cierto? Jesse me contó, algo, lo que pudo…
No estaba segura de realmente querer hablar del tema, pero había soltado esa última pregunta casi sin pensar. Negó con la cabeza y respiró profundo.
-Lo siento, quizá simplemente debería invitarte un café como si fuéramos viejos amigos, aprovechando que estamos en un país diferente. A veces me gusta fingir que no soy quien soy, pero hasta ahora es un juego que he jugado sola.
Bromeó también. No tenía por qué ponerse tensa, aunque siempre que lo veía era la primera reacción –involuntaria- que tenía su cuerpo, aunque al final terminó sonriéndole de vuelta y no hizo ningún movimiento brusco ante su presencia. Solo bajó la vista y negó con la cabeza.
-Aún no me decido si hablarle a las autoridades o hacerme cargo yo misma. Si elijo la segunda vas a sufrir muchísimo.
No sabía si decirle lo de Adrien, lo del nodo, lo de todo. En vez de eso, en un acto reflejo, por no querer delatar a Adrien porque en cierta forma no le correspondía meterse en eso –y además sería raro, como si Marcellus fuera padrino de su boda con Jesse o algo así de mal –y porque no quería traicionar la confianza que había forjado con él, aunque fuera en esos detalles.
-Claro, entiendo. Yo también vine a comprar algo. Me acompañó uno de los alumnos de mi tío. Bueno no, ni siquiera está en su facultad, pero…ya sabes.
Rodó los ojos como tonta y agitó el libro para ilustrar su punto. Le sonrió de vuelta y se pasó un mechón de cabello detrás de la oreja con un gesto de deliberada coquetería que no podía evitar y que Jesse le hubiera reprochado veinte veces aunque fuera inofensiva, especialmente mientras estaba hecha una ballena del infierno.
-Bueno, mi lectura sólo es de esparcimiento. ¿Me acompañas a pagar?, ¿cómo has estado?, ¿lograste ver a Jesse y a Zieliñski, cierto? Jesse me contó, algo, lo que pudo…
No estaba segura de realmente querer hablar del tema, pero había soltado esa última pregunta casi sin pensar. Negó con la cabeza y respiró profundo.
-Lo siento, quizá simplemente debería invitarte un café como si fuéramos viejos amigos, aprovechando que estamos en un país diferente. A veces me gusta fingir que no soy quien soy, pero hasta ahora es un juego que he jugado sola.
- Wilhelmina Schweinsteiger
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Re: Familiar Gleam
"Tendrás que decidir ahora, sea cual sea tu voluntad, al parecer no puedo hacer nada para defenderme pues se me ha encontrado culpable, así que me rendiré a su merced, majestad."
Hizo una pequeña referencia para acompañar el tomo humorístico que había usado en la continuación de su broma, luego se irguió como si nada. Contario a Mina, Marcellus no tendía a sentir tensión al verla, la mayor parte del tiempo era una simple duda sobre qué hacer o decir para evitar más altibajos entre ellos, algo parecido a resignación.
"Ayer visité a unos amigos de mis padres que trabajan en la Universidad, fue interesante."
Comentó sin mucho afán, había aprovechado para visitar Brigantia, ver el lugar donde ambos de sus padres estudiaron, donde su padre fue presidente del consejo y donde tantas cosas pasaron aun cuando estaban viviendo las secuelas del final de una guerra. Marcellus no entendía del todo a su padre, pero ahora creía que estaba un paso más cerca.
"Claro, permíteme."
Le ofreció cargar el libro junto con el suyo mientras caminaban a la caja, donde la vendedora se limitó a hacer su trabajo sin ponerles más atención de la necesaria.
"Hablé con ellos, la situación es ligeramente más complicada de lo que pensé," le dijo como si no estuvieran hablando de un tema tan serio, "Asuntos de confianza, además estaba presente Chee quien sacó todo de proporción y honestamente lo único que logró fue darme una jaqueca y unas ganas tremendas de dejarlo inconsciente," giró los ojos, al menos Kyle había llegado a la vida de su prima y por ello estaba agradecido.
"Hay una cafetería cerca de aquí, si te parece," respondió entonces. "A veces a mí también me agrada entrar en ese escenario."
No sabía que era lo que Adrien y Mina estaba haciendo, pero aunque lo supiera tenía que confiar en ellos a ciegas, lo había hecho antes después de todo.
Hizo una pequeña referencia para acompañar el tomo humorístico que había usado en la continuación de su broma, luego se irguió como si nada. Contario a Mina, Marcellus no tendía a sentir tensión al verla, la mayor parte del tiempo era una simple duda sobre qué hacer o decir para evitar más altibajos entre ellos, algo parecido a resignación.
"Ayer visité a unos amigos de mis padres que trabajan en la Universidad, fue interesante."
Comentó sin mucho afán, había aprovechado para visitar Brigantia, ver el lugar donde ambos de sus padres estudiaron, donde su padre fue presidente del consejo y donde tantas cosas pasaron aun cuando estaban viviendo las secuelas del final de una guerra. Marcellus no entendía del todo a su padre, pero ahora creía que estaba un paso más cerca.
"Claro, permíteme."
Le ofreció cargar el libro junto con el suyo mientras caminaban a la caja, donde la vendedora se limitó a hacer su trabajo sin ponerles más atención de la necesaria.
"Hablé con ellos, la situación es ligeramente más complicada de lo que pensé," le dijo como si no estuvieran hablando de un tema tan serio, "Asuntos de confianza, además estaba presente Chee quien sacó todo de proporción y honestamente lo único que logró fue darme una jaqueca y unas ganas tremendas de dejarlo inconsciente," giró los ojos, al menos Kyle había llegado a la vida de su prima y por ello estaba agradecido.
"Hay una cafetería cerca de aquí, si te parece," respondió entonces. "A veces a mí también me agrada entrar en ese escenario."
No sabía que era lo que Adrien y Mina estaba haciendo, pero aunque lo supiera tenía que confiar en ellos a ciegas, lo había hecho antes después de todo.
- Marcellus J. Lovecraft
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Re: Familiar Gleam
Mina giró los ojos de manera involuntaria cuando Marcellus mencionó a Thomas Chee –asumió que se trataba de él y no de Julisa, aunque también le caía mal- porque nunca había confiado en él. Esperaba que no estuviera en la revolución solamente pensando que eran una especie de Robin Hoods que le quitarían a los ricos para dárselo a los pobres, porque nadie iba a hacerle caridad ahí. Si seguía siendo un inútil haragán, el nuevo orden lo dejaría miserable para siempre. Claro, había cosas de ella que no iban a cambiar jamás, en especial porque consideraba que no tenía por qué hacerlo.
-Sí, me imagino que Zieliñski no se ha acostumbrado a la idea de que vino a una revolución a ciegas y que durante mucho tiempo no supo ni la mitad. En cuanto a Chee, ojalá hubieras podido dejarlo inconsciente. Quiero pensar que la revolución lo ha educado para que deje de ser un bueno para nada.
Era agradable que las cajeras –y casi cualquier persona – la vieran como una persona normal y ya, hablando con un tipo igual de normal, sin acompañarse de las miraditas astutas y los cuchicheos que siempre la habían perseguido en Estados Unidos. En Brigantia y sus alrededores, nadie le ponía ni la más mínima atención.
Pagó su libro con una nutrida bolsita de galeones y lo guardó en su bolsa expandida. Miró a Marcellus y sonrió a medias después de guardar el libro.
-Ok, menos mal. Yo no conozco nada por aquí. ¡Ah, cierto, mi guía!
Dijo de pronto, recordando que no había ido sola. El alumno de AO era un tipo de la edad de ella, que respondía al nombre de Ulysses Murdstone, y que estaba a punto de graduarse.
-Marcellus, este es…Ulysses. Mira, encontré a este amigo de BK en la librería, ¡tenía siglos sin hablar con él! ¿Te importa si me quedo? Te agradezco muchísimo que me hayas traído.
El chico miró a Marcellus y le estrechó la mano. En realidad no tenía ninguna pega en irse, le había hecho a Mina el favor para quedar bien con Immëndorff, en esos tiempos era necesario tener buenas relaciones con el decano.
-No te preocupes, Marcellus es de fiar. Muchas gracias por ayudarme con el libro, en serio. Nos vemos más tarde.
Se despidió de él con un gesto de la mano antes de colgarse del brazo de Marcellus y caminar con él para salir de la tienda, haciendo sonar la campanilla de la entrada.
-Quizá cuando termine lo que estamos haciendo venga a estudiar aquí de verdad. Es lindo, ¿no? el ambiente, el castillo… es muy diferente a BK.
-Sí, me imagino que Zieliñski no se ha acostumbrado a la idea de que vino a una revolución a ciegas y que durante mucho tiempo no supo ni la mitad. En cuanto a Chee, ojalá hubieras podido dejarlo inconsciente. Quiero pensar que la revolución lo ha educado para que deje de ser un bueno para nada.
Era agradable que las cajeras –y casi cualquier persona – la vieran como una persona normal y ya, hablando con un tipo igual de normal, sin acompañarse de las miraditas astutas y los cuchicheos que siempre la habían perseguido en Estados Unidos. En Brigantia y sus alrededores, nadie le ponía ni la más mínima atención.
Pagó su libro con una nutrida bolsita de galeones y lo guardó en su bolsa expandida. Miró a Marcellus y sonrió a medias después de guardar el libro.
-Ok, menos mal. Yo no conozco nada por aquí. ¡Ah, cierto, mi guía!
Dijo de pronto, recordando que no había ido sola. El alumno de AO era un tipo de la edad de ella, que respondía al nombre de Ulysses Murdstone, y que estaba a punto de graduarse.
-Marcellus, este es…Ulysses. Mira, encontré a este amigo de BK en la librería, ¡tenía siglos sin hablar con él! ¿Te importa si me quedo? Te agradezco muchísimo que me hayas traído.
El chico miró a Marcellus y le estrechó la mano. En realidad no tenía ninguna pega en irse, le había hecho a Mina el favor para quedar bien con Immëndorff, en esos tiempos era necesario tener buenas relaciones con el decano.
-No te preocupes, Marcellus es de fiar. Muchas gracias por ayudarme con el libro, en serio. Nos vemos más tarde.
Se despidió de él con un gesto de la mano antes de colgarse del brazo de Marcellus y caminar con él para salir de la tienda, haciendo sonar la campanilla de la entrada.
-Quizá cuando termine lo que estamos haciendo venga a estudiar aquí de verdad. Es lindo, ¿no? el ambiente, el castillo… es muy diferente a BK.
- Wilhelmina Schweinsteiger
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Re: Familiar Gleam
Se encogió de hombros, "Ahora esta indignado precisamente porque no sabía ni la mitad, porque al parecer esta ahora es su revolución o al menos esa impresión me dio."
Parpadeó un par de veces, "Probablemente esté equivocado, pero a estas alturas la revolución parecía tener "dueños" y Zieliñski se ha nombrado como tal por todo lo que ha hecho. No sé en qué punto de la existencia Jesse a pesar de haber sido quien dio la cara por todo aquello, ahora parece más imagen de propaganda que líder."
Quizá solo era su indignación en todo el asunto, todo lo que habían puesto en juego Jesse, Mina y él para llegar a este punto y había personas como Thomas Chee que se atrevían a gritarles en su cara traidores y darse lugares que no debían, realmente se tuvo que contener para no hacer algo impulsivo contra el Navajo, Marcellus había llegado hasta donde estaba siendo discreto y jugando las cartas correctas, no le interesaba la opción de Chee.
"Es absurdo."
Cortó la conversación cuando Mina le presentó a Ulysses, estrechó su mano con toda la educación de por medio y hasta sonrió ligeramente, asintiendo con la cabeza a las palabras de Mina antes de partir de la presencia del alumno de Brigantia.
"Milady," dijo ofreciendo su brazo y saliendo de la librería, observando todo mientras caminaban al café que Mina había sugerido.
"Mis padres estudiaron aquí," le comentó en respuesta, "Fue la primera sugerencia de mi madre y mis abuelos maternos, no sé cómo hubiera sido todo si hubiera estudiado aquí, como dices el ambiente es realmente muy distinto, pero de cierta forma te atrae."
Cuando todo el problema de los no-maj atacando magos empezó, sus padres estuvieron por mandarlo a Europa sin preguntarle, estuvo cerca.
Parpadeó un par de veces, "Probablemente esté equivocado, pero a estas alturas la revolución parecía tener "dueños" y Zieliñski se ha nombrado como tal por todo lo que ha hecho. No sé en qué punto de la existencia Jesse a pesar de haber sido quien dio la cara por todo aquello, ahora parece más imagen de propaganda que líder."
Quizá solo era su indignación en todo el asunto, todo lo que habían puesto en juego Jesse, Mina y él para llegar a este punto y había personas como Thomas Chee que se atrevían a gritarles en su cara traidores y darse lugares que no debían, realmente se tuvo que contener para no hacer algo impulsivo contra el Navajo, Marcellus había llegado hasta donde estaba siendo discreto y jugando las cartas correctas, no le interesaba la opción de Chee.
"Es absurdo."
Cortó la conversación cuando Mina le presentó a Ulysses, estrechó su mano con toda la educación de por medio y hasta sonrió ligeramente, asintiendo con la cabeza a las palabras de Mina antes de partir de la presencia del alumno de Brigantia.
"Milady," dijo ofreciendo su brazo y saliendo de la librería, observando todo mientras caminaban al café que Mina había sugerido.
"Mis padres estudiaron aquí," le comentó en respuesta, "Fue la primera sugerencia de mi madre y mis abuelos maternos, no sé cómo hubiera sido todo si hubiera estudiado aquí, como dices el ambiente es realmente muy distinto, pero de cierta forma te atrae."
Cuando todo el problema de los no-maj atacando magos empezó, sus padres estuvieron por mandarlo a Europa sin preguntarle, estuvo cerca.
- Marcellus J. Lovecraft
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Re: Familiar Gleam
Aún no había conocido bien a Zieliñski, así que no podía opinar realmente. Lo único que sabía a ciencia cierta era lo que Jesse le había contado, que era todo lo contrario a lo que Marcellus decía, así que solamente se encogió de hombros también. Ya habría manera de descubrirlo por su propia cuenta.
-¿En serio? Mis papás también estudiaron aquí. Aunque mi papá se graduó antes que mi mamá.
Y obviamente, si ella no había estudiado ahí, ni se había criado en Europa, había sido porque su papá había tenido que irse abruptamente por todos los juicios contra mortífagos. Mina lo sabía bien, pero no era algo que le anduviera contando a la gente así nada más.
-La gente es diferente, también. No hay…no sé, esas cosas de fraternidades y “la gente que manda”. Cuando entré a BK y me acogieron en ese grupo pensé, por un momento, que estaba en mi elemento, en mi lugar. Pero con el tiempo me di cuenta de que esa no era yo, nunca lo había sido y nunca lo sería.
Billy, Miss BK, sus locuras con los Alpha, las fiestas, las borracheras, la iniciación para Epsilon, los pormenores sociales. Nada de eso le importaba realmente, al final todo había sido para vengarse de Jesse, por más tonto que sonara.
-¿Cuál es la cafetería? Perdona, me pierdo con facilidad todavía.
Miró a todos lados, entrecerrando los ojos. Tiritaba un poco por el frío y los dientes le castañeaban así que quería entrar a un lugar tan pronto como fuera posible.
-Pero fue bonito igual, ser Miss BK. Supongo que también lo es ser presidente.
-¿En serio? Mis papás también estudiaron aquí. Aunque mi papá se graduó antes que mi mamá.
Y obviamente, si ella no había estudiado ahí, ni se había criado en Europa, había sido porque su papá había tenido que irse abruptamente por todos los juicios contra mortífagos. Mina lo sabía bien, pero no era algo que le anduviera contando a la gente así nada más.
-La gente es diferente, también. No hay…no sé, esas cosas de fraternidades y “la gente que manda”. Cuando entré a BK y me acogieron en ese grupo pensé, por un momento, que estaba en mi elemento, en mi lugar. Pero con el tiempo me di cuenta de que esa no era yo, nunca lo había sido y nunca lo sería.
Billy, Miss BK, sus locuras con los Alpha, las fiestas, las borracheras, la iniciación para Epsilon, los pormenores sociales. Nada de eso le importaba realmente, al final todo había sido para vengarse de Jesse, por más tonto que sonara.
-¿Cuál es la cafetería? Perdona, me pierdo con facilidad todavía.
Miró a todos lados, entrecerrando los ojos. Tiritaba un poco por el frío y los dientes le castañeaban así que quería entrar a un lugar tan pronto como fuera posible.
-Pero fue bonito igual, ser Miss BK. Supongo que también lo es ser presidente.
- Wilhelmina Schweinsteiger
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Re: Familiar Gleam
Hizo un gesto de indecisión y luego simplemente encogió los hombros, "Como dije, probablemente esté equivocado."
Lamentablemente el problema habían sido las circunstancias de cómo se habían conocido, con un problema tan grande de por medio y una situación de emergencia aunada a ello. Marcellus sabía que Ferdynant era alguien de confianza, pero por el momento, aunque le confiaba todo aquello por ser quien Jesse había contactado y puesto en marcha, no evitaba que le desagradara.
"Incluso alrededor se siente la diferencia entre las personas y el ambiente," concordó con ella, "No estoy del todo seguro si es en gran parte la ubicación geográfica, BK tiene tanta historia como otras Universidades mágicas, pero no deja de ser un lugar al otro lado del océano con las costumbres enraizadas del país donde precisamente se irguió."
Se sonrió mientras apuntaba hacia la cafetería, guiándola a paso un poco más acelerado para escapar del aire frío que los había alcanzado, cuanto antes mejor pus ya empezaba a sentir que el aire iba a lastimarle el rostro de tan helado que estaba.
"Justo aquí."
La cafetería era acogedora y había varias habitaciones, eligieron una un poco más privada, donde había unos cómodos sillones frente a una chimenea, no había nadie más por el momento en el área y quien atendía era una mujer amable de acento francés.
Tras elegir su orden y esperar a que Mina hiciera lo mismo antes de dar ambas órdenes juntas, se quitó el sombrero de lana que traía puesto, haciendo que su cabello quedara levantado en una maraña que vagamente pudo aplacar con sus dedos.
"Ser presidente ha sido más interesante de lo que pensé, sobre todo entre los nuevos alumnos," comentó asistiendo con la cabeza, "Mi padre fue presidente del consejo estudiantil aquí, pero es distinto a la presidencia de una fraternidad," se acercó con una sonrisa divertida, "¿Las iniciaciones? Oh Dios, algo está mal con nosotros los Nu, por si no lo creías ahora te lo aseguro."
Lamentablemente el problema habían sido las circunstancias de cómo se habían conocido, con un problema tan grande de por medio y una situación de emergencia aunada a ello. Marcellus sabía que Ferdynant era alguien de confianza, pero por el momento, aunque le confiaba todo aquello por ser quien Jesse había contactado y puesto en marcha, no evitaba que le desagradara.
"Incluso alrededor se siente la diferencia entre las personas y el ambiente," concordó con ella, "No estoy del todo seguro si es en gran parte la ubicación geográfica, BK tiene tanta historia como otras Universidades mágicas, pero no deja de ser un lugar al otro lado del océano con las costumbres enraizadas del país donde precisamente se irguió."
Se sonrió mientras apuntaba hacia la cafetería, guiándola a paso un poco más acelerado para escapar del aire frío que los había alcanzado, cuanto antes mejor pus ya empezaba a sentir que el aire iba a lastimarle el rostro de tan helado que estaba.
"Justo aquí."
La cafetería era acogedora y había varias habitaciones, eligieron una un poco más privada, donde había unos cómodos sillones frente a una chimenea, no había nadie más por el momento en el área y quien atendía era una mujer amable de acento francés.
Tras elegir su orden y esperar a que Mina hiciera lo mismo antes de dar ambas órdenes juntas, se quitó el sombrero de lana que traía puesto, haciendo que su cabello quedara levantado en una maraña que vagamente pudo aplacar con sus dedos.
"Ser presidente ha sido más interesante de lo que pensé, sobre todo entre los nuevos alumnos," comentó asistiendo con la cabeza, "Mi padre fue presidente del consejo estudiantil aquí, pero es distinto a la presidencia de una fraternidad," se acercó con una sonrisa divertida, "¿Las iniciaciones? Oh Dios, algo está mal con nosotros los Nu, por si no lo creías ahora te lo aseguro."
- Marcellus J. Lovecraft
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Re: Familiar Gleam
Entrar al lugar le provocó una sonrisa involuntaria, porque al fin se deshacía del frío. Lo sintió primero en las mejillas, como parecían volver a la normalidad. Se deshizo de su gorra también, y de sus guantes para alisarse el cabello mientras sacaba un espejito que le había regalado una de sus primas y que era gracioso, pero también odioso, porque siempre decía la verdad.
-Te ves terrible, tu cabello es un desastre y tienes los labios más cuarteados que he visto en mi vida de espejo.
Pero eso de las verdades estaba bien, porque la ayudaba a esforzarse a no lucir como un esperpento. Que la perdonara la vida, pero embarazada y todo seguía siendo vanidosa. Se terminó de acomodar el cabello y se remojó los labios como pudo, partidos por el frío. Había olvidado bálsamo labial o algo. Y pidió solamente un té de bugambilia, aunque estaba segura que en cualquier momento moriría de hambre otra vez, aunque apenas hubiera comido como para un batallón hacia dos horas.
-¿Ah sí? ¿son tan malas como cuentan las leyendas? Ok…no, te aseguro que las de Epsilon son peores. Pero ¡oye! Está prohibido que hablemos de eso.
Bromeó, porque era altamente irónico que dijera que eso de las fraternidades era un gran secreto aunque ya lo había dejado entrar a su mente a ver cosas aún peores.
-Siempre pensé que debí haberme metido a TPA, al menos se ve que se divierten. O no sé, a lo mejor si hubiera empezado con Delta desde el principio, todo hubiera sido distinto. Pero obvio, no me iba a meter a la fraternidad donde estaba mi odioso ex marido.
¡Qué lejano sonaba todo eso! ¿y cuánto había pasado? ¿dos años? ¿poco menos?. Miró a Marcellus y le sonrió, aunque su sonrisa parecía triste. Le pasó una mano por el cabello oscuro, acomodándole lo que él no se había podido acomodar.
-Mi espejo te diría que luces fatal también.
-Te ves terrible, tu cabello es un desastre y tienes los labios más cuarteados que he visto en mi vida de espejo.
Pero eso de las verdades estaba bien, porque la ayudaba a esforzarse a no lucir como un esperpento. Que la perdonara la vida, pero embarazada y todo seguía siendo vanidosa. Se terminó de acomodar el cabello y se remojó los labios como pudo, partidos por el frío. Había olvidado bálsamo labial o algo. Y pidió solamente un té de bugambilia, aunque estaba segura que en cualquier momento moriría de hambre otra vez, aunque apenas hubiera comido como para un batallón hacia dos horas.
-¿Ah sí? ¿son tan malas como cuentan las leyendas? Ok…no, te aseguro que las de Epsilon son peores. Pero ¡oye! Está prohibido que hablemos de eso.
Bromeó, porque era altamente irónico que dijera que eso de las fraternidades era un gran secreto aunque ya lo había dejado entrar a su mente a ver cosas aún peores.
-Siempre pensé que debí haberme metido a TPA, al menos se ve que se divierten. O no sé, a lo mejor si hubiera empezado con Delta desde el principio, todo hubiera sido distinto. Pero obvio, no me iba a meter a la fraternidad donde estaba mi odioso ex marido.
¡Qué lejano sonaba todo eso! ¿y cuánto había pasado? ¿dos años? ¿poco menos?. Miró a Marcellus y le sonrió, aunque su sonrisa parecía triste. Le pasó una mano por el cabello oscuro, acomodándole lo que él no se había podido acomodar.
-Mi espejo te diría que luces fatal también.
- Wilhelmina Schweinsteiger
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Re: Familiar Gleam
Sintió que podía relajarse, que al menos en ese momento, hablando como si no tuvieran literalmente una guerra sobre los hombros, podía sonreír de verdad y con tranquilidad. Mina tenía un brillo en su mirada, ese que le indicaba que había más de lo que decía en su pensamiento, pero también tenía calma y aunque sonara casi como un cliché, parecía radiante en su embarazo.
"Ah, ¿otra vez tengo un mapache por cabello? Entonces tu espejo no estaría lejos de la verdad."
Se rio un poco, el calor del lugar les estaba ayudando a ambos, el tinte rojizo en sus mejillas parecía disminuir ahora que el frio ya no los estaba golpeando de frente.
"Oh definitivamente como cuentan las leyendas," comentó con el aire de alguien que había visto algo sumamente hilarante, "Estoy seguro que esto de mantenerlas en secreto es para no asustar candidatos. No te voy a mentir, después de mi iniciación juzgué altamente a mis compañeros por semanas y los malditos tenían el descaro de seguir riéndose, bah."
Siempre había escuchado de Kael las historias de terror de las iniciaciones, pero el como médico y decano veía los resultados de las que por lo general se había salido de control, no eran demasiadas, pero cada semestre había un par que terminaban en su oficina dando una explicación incomoda de cómo es que terminaron con semejante necesidad médica, Kael lo encontraba más gracioso de lo que debía.
"Pero ya sabes, fraternidad y sororidad hasta el fin de los tiempos, que nuestros hermanos y hermanas de Universidad nos den los lazos que no en sangre sino en unión hemos de generar para el crecimiento del futuro y el camino de la siguiente generación," dijo medio cantado, casi recitando lo que decía en el libro de historia de la Universidad, "Y otro rollo mareador alentador para decir con palabras bonitas "Sean amigos, se van a tener que ver la cara por años", je…"
Ladeó la cabeza, pensando en Mina como TPA, "Eh, Jessica siempre parece estar en un mundo más entretenido, aunque aún como presidente no sea digno de caminar el mismo suelo que ella en su opinión, me parece extrañamente enternecedor."
Se rió ligeramente, "No te puedo imaginar con los Delta desde un inicio, con toda sinceridad, empezando por el hecho que 3/4 de ellos son gente que no te agrada."
Jesse en su momento, los Chee, Jordan, etc, etc...
"Ah, ¿otra vez tengo un mapache por cabello? Entonces tu espejo no estaría lejos de la verdad."
Se rio un poco, el calor del lugar les estaba ayudando a ambos, el tinte rojizo en sus mejillas parecía disminuir ahora que el frio ya no los estaba golpeando de frente.
"Oh definitivamente como cuentan las leyendas," comentó con el aire de alguien que había visto algo sumamente hilarante, "Estoy seguro que esto de mantenerlas en secreto es para no asustar candidatos. No te voy a mentir, después de mi iniciación juzgué altamente a mis compañeros por semanas y los malditos tenían el descaro de seguir riéndose, bah."
Siempre había escuchado de Kael las historias de terror de las iniciaciones, pero el como médico y decano veía los resultados de las que por lo general se había salido de control, no eran demasiadas, pero cada semestre había un par que terminaban en su oficina dando una explicación incomoda de cómo es que terminaron con semejante necesidad médica, Kael lo encontraba más gracioso de lo que debía.
"Pero ya sabes, fraternidad y sororidad hasta el fin de los tiempos, que nuestros hermanos y hermanas de Universidad nos den los lazos que no en sangre sino en unión hemos de generar para el crecimiento del futuro y el camino de la siguiente generación," dijo medio cantado, casi recitando lo que decía en el libro de historia de la Universidad, "Y otro rollo mareador alentador para decir con palabras bonitas "Sean amigos, se van a tener que ver la cara por años", je…"
Ladeó la cabeza, pensando en Mina como TPA, "Eh, Jessica siempre parece estar en un mundo más entretenido, aunque aún como presidente no sea digno de caminar el mismo suelo que ella en su opinión, me parece extrañamente enternecedor."
Se rió ligeramente, "No te puedo imaginar con los Delta desde un inicio, con toda sinceridad, empezando por el hecho que 3/4 de ellos son gente que no te agrada."
Jesse en su momento, los Chee, Jordan, etc, etc...
- Marcellus J. Lovecraft
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Re: Familiar Gleam
No lo iba a negar, se preguntaba mucho el ¿y sí?...en cualquier contexto…¿y si simplemente se hubiera quedado con Snyder?, ¿y si jamás hubiera aspirado a más?, ¿y si solo le preocuparan las fraternidades?, ¿y si hubiera seguido con el curso normal de su vida, abriendo sucursales de la cupcakería, amando a su sobrino, paseándose con Billy de la mano como reina del campus?. Se mordió el labio inferior y bajó la mirada, sintiéndose un poco culpable por no poder quitarse esas cosas de la cabeza, y por que en cierta parte de su mente, a veces le gustaba refugiarse en esa fantasía para no sentirse todo el tiempo tan paranoica, tan expuesta.
-Sí, estar en una fraternidad te abre muchas puertas, ¿no? no importa que seas un cabeza hueca.
Estaba bien que las fraternidades y sororidades fomentaran la hermandad, la amistad leal. Pero en casi todos los casos también eran un nido de nepotismo y tráfico de influencias y eso estaba fatal.
-Para Jessica NADIE es digno de caminar en el mismo suelo que ella.
La conocía desde hacía mucho tiempo aunque realmente nunca habían podido hacerse amigas, aunque tampoco habían tenido encontronazos graves, ni siquiera por Billy, como en Epsilon se rumoraba que sí sucedía con Cherry.
-No, la verdad es que yo tampoco. Pero oye, no los odiaba por ser Delta. Julisa se folló a Jesse cuando estaba casado conmigo. Thomas siempre me pareció un bueno para nada. Espero que ya haya madurado. Y Jesse…no sé, en esas épocas quería verlo muerto y ya. ¡Oye! Pero había deltas que apreciaba, como Fitz, o como Lindberg, ¡o Bettina!, ¿ves? Hubiera tenido al menos una amiga ahí dentro, júralo. Y claro…Yuri, hubiera sido muy feliz con Yuri.
Había sido una época amarga aquella también, ya que lo pensaba. Era ahí cuando había cambiado, por suerte no se había perdido del todo, había encontrado forma de enderezar el camino.
-¿Crees que todo estará bien o sería mejor idea que me quedara en Irlanda por siempre?
-Sí, estar en una fraternidad te abre muchas puertas, ¿no? no importa que seas un cabeza hueca.
Estaba bien que las fraternidades y sororidades fomentaran la hermandad, la amistad leal. Pero en casi todos los casos también eran un nido de nepotismo y tráfico de influencias y eso estaba fatal.
-Para Jessica NADIE es digno de caminar en el mismo suelo que ella.
La conocía desde hacía mucho tiempo aunque realmente nunca habían podido hacerse amigas, aunque tampoco habían tenido encontronazos graves, ni siquiera por Billy, como en Epsilon se rumoraba que sí sucedía con Cherry.
-No, la verdad es que yo tampoco. Pero oye, no los odiaba por ser Delta. Julisa se folló a Jesse cuando estaba casado conmigo. Thomas siempre me pareció un bueno para nada. Espero que ya haya madurado. Y Jesse…no sé, en esas épocas quería verlo muerto y ya. ¡Oye! Pero había deltas que apreciaba, como Fitz, o como Lindberg, ¡o Bettina!, ¿ves? Hubiera tenido al menos una amiga ahí dentro, júralo. Y claro…Yuri, hubiera sido muy feliz con Yuri.
Había sido una época amarga aquella también, ya que lo pensaba. Era ahí cuando había cambiado, por suerte no se había perdido del todo, había encontrado forma de enderezar el camino.
-¿Crees que todo estará bien o sería mejor idea que me quedara en Irlanda por siempre?
- Wilhelmina Schweinsteiger
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Re: Familiar Gleam
Había días que él también se ponía a pensar que hubiera pasado, ¿Y si no se hubiera atrevido a hablarle a Adrien? ¿Y si no hubiera caído en el juego de Claude? ¿Y si en lugar de conocer realmente a Mina hubiera ido a cenar con René como lo habían planeado el día anterior? Probablemente en lugar de haber solo sido el rebound de su amiga y ella el suyo, hubieran tenido una relación. Quizá hubiera entrado a los Nu de todos modos, no hubiera seguido con la segunda carrera y simplemente estaría en la firma de alguno de sus tíos.
Aun así, eso no era lo que había pasado y no podía a ciencia cierta decir si lo hubiera cambiado, quizá lo que cambiaría serían algunas cosas, pero no se arrepentía de haber conocido a quienes habían marcado su vida.
"Si, te abre bastantes puertas, en especial si eres un cabeza hueca," le dijo con cierto humor.
Las bebidas les fueron entregadas por una mesera bastante amable, quien de paso verificó que la chimenea tuviera una buena cantidad de leña antes de irse. Marcellus tomó un trago de su café y se rio entre dientes.
"Nah, nadie es digno," recordó el incidente del baile de Halloween y trato de no reírse de la situación, un Alpha y un Nu de pareja simultanea de la presidenta TPA.
Se encogió de hombros, la fraternidad Delta nunca había sido contemplada por él, su padre a pesar de que no tenía nada en contra de ellos había sido muy efusivo en el hecho de que si Marcellus había de estar en una Fraternidad debía ser Nu Delta Pi, después de todo su Marshall Lovecraft había estado en ella.
"Eh… no sé qué decirte, no tenía nada en contra de los Chee hasta hace poco y aún sigo sin tener nada en contra de ellos, solo… prefiero evitarlos."
Thomas se había ganado su disgusto y Julisa… Julisa era todo un mundo de problemas que no tenía ganas de recordar, muchas gracias.
"¿Fitz? Oh, Edmund… Si lo conocí, buen chico, salió con Nicole un tiempo, parecían contentos."
Y después como otros, había dejado la Universidad para la Revolución, pero eso era algo de cierta forma inevitable.
La miró seriamente un largo momento, "Creo que las cosas serán difíciles un tiempo y lo mejor sería que no te arriesgaras, que tú y ellos estén a salvo," miró su vientre y sonrió, luego a ella a los ojos, "Al menos un tiempo, me gustaría asegurarte que todo va a estar bien, pero no puedo hacerlo, lo que sí puedo es asegurarte que haré todo lo que pueda para que las cosas puedan estar bien."
La tomó de la mano, "Estaremos bien, no será fácil, pero estaremos bien."
Aun así, eso no era lo que había pasado y no podía a ciencia cierta decir si lo hubiera cambiado, quizá lo que cambiaría serían algunas cosas, pero no se arrepentía de haber conocido a quienes habían marcado su vida.
"Si, te abre bastantes puertas, en especial si eres un cabeza hueca," le dijo con cierto humor.
Las bebidas les fueron entregadas por una mesera bastante amable, quien de paso verificó que la chimenea tuviera una buena cantidad de leña antes de irse. Marcellus tomó un trago de su café y se rio entre dientes.
"Nah, nadie es digno," recordó el incidente del baile de Halloween y trato de no reírse de la situación, un Alpha y un Nu de pareja simultanea de la presidenta TPA.
Se encogió de hombros, la fraternidad Delta nunca había sido contemplada por él, su padre a pesar de que no tenía nada en contra de ellos había sido muy efusivo en el hecho de que si Marcellus había de estar en una Fraternidad debía ser Nu Delta Pi, después de todo su Marshall Lovecraft había estado en ella.
"Eh… no sé qué decirte, no tenía nada en contra de los Chee hasta hace poco y aún sigo sin tener nada en contra de ellos, solo… prefiero evitarlos."
Thomas se había ganado su disgusto y Julisa… Julisa era todo un mundo de problemas que no tenía ganas de recordar, muchas gracias.
"¿Fitz? Oh, Edmund… Si lo conocí, buen chico, salió con Nicole un tiempo, parecían contentos."
Y después como otros, había dejado la Universidad para la Revolución, pero eso era algo de cierta forma inevitable.
La miró seriamente un largo momento, "Creo que las cosas serán difíciles un tiempo y lo mejor sería que no te arriesgaras, que tú y ellos estén a salvo," miró su vientre y sonrió, luego a ella a los ojos, "Al menos un tiempo, me gustaría asegurarte que todo va a estar bien, pero no puedo hacerlo, lo que sí puedo es asegurarte que haré todo lo que pueda para que las cosas puedan estar bien."
La tomó de la mano, "Estaremos bien, no será fácil, pero estaremos bien."
- Marcellus J. Lovecraft
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Re: Familiar Gleam
No recordaba haber visto a Nicole y a Ftiz juntos, aunque quizá se debía a que en esas épocas se concentró muchísimo más en ser otra persona, en dejar de juntarse con los que le importaban, fue justo en los inicios de la revolución, si mal no recordaba.
-Sí, era buen chico, era especialmente adorable cuando tartamudeaba y se ponía ultra nervioso. No lo he visto ya, ahora debe ser un aguerrido revolucionario que ya no le teme al contacto con las niñas.
Aunque solamente estaba especulando. A ese punto prefería hablar de otras personas y fantasear con ellas que pensar en locuras y fatalidades. Alzó la vista hacia él luego del primer sorbo a su té de bugambilia, y luego desvió la mirada hacia su mano, que ahora tomaba la de ella.
Le tembló un poco, y tuvo la necesidad de quitarla bruscamente, algo que últimamente también le pasaba cuando se llegaba a encontrar con Jesse y que era consecuencia de su último encuentro con Harley. Todo ese contacto humano que debía percibirse como honesto, ahora le parecía extraño, incómodo, innecesario y mentiroso, aunque estaba decidida a no externarlo jamás, a nadie, ni siquiera a ellos. Al final pasaron demasiadas cosas por su mente, pero dejó su mano justo donde estaba, con el calor de la de Marcellus encima. Alzó la vista hacia él de nuevo, su mirada verde parecía más dura que hacía un momento.
-Sí, yo también lo haré. Me quedaré aquí hasta que nazcan, quizá un mes más. Y luego volveré, a luchar con ellos, esta vez de frente.
O sea, a dar la cara. Ya no tenía caso esconderse. Ya tenía las respuestas, se sentía lo suficientemente fuerte. Y mientras los gemelos estuvieran a salvo, ella se sentía con el deber de luchar.
-Sí, era buen chico, era especialmente adorable cuando tartamudeaba y se ponía ultra nervioso. No lo he visto ya, ahora debe ser un aguerrido revolucionario que ya no le teme al contacto con las niñas.
Aunque solamente estaba especulando. A ese punto prefería hablar de otras personas y fantasear con ellas que pensar en locuras y fatalidades. Alzó la vista hacia él luego del primer sorbo a su té de bugambilia, y luego desvió la mirada hacia su mano, que ahora tomaba la de ella.
Le tembló un poco, y tuvo la necesidad de quitarla bruscamente, algo que últimamente también le pasaba cuando se llegaba a encontrar con Jesse y que era consecuencia de su último encuentro con Harley. Todo ese contacto humano que debía percibirse como honesto, ahora le parecía extraño, incómodo, innecesario y mentiroso, aunque estaba decidida a no externarlo jamás, a nadie, ni siquiera a ellos. Al final pasaron demasiadas cosas por su mente, pero dejó su mano justo donde estaba, con el calor de la de Marcellus encima. Alzó la vista hacia él de nuevo, su mirada verde parecía más dura que hacía un momento.
-Sí, yo también lo haré. Me quedaré aquí hasta que nazcan, quizá un mes más. Y luego volveré, a luchar con ellos, esta vez de frente.
O sea, a dar la cara. Ya no tenía caso esconderse. Ya tenía las respuestas, se sentía lo suficientemente fuerte. Y mientras los gemelos estuvieran a salvo, ella se sentía con el deber de luchar.
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