¿Qué te está pasando?

Se había mantenido fuera de todo aquel tema de los rebeldes, había sido muy correcta cuando la prensa le preguntaba acerca de los rebeldes en las notas que le hacían a los eventos de la fundación, había fingido que no estaba muerta de miedo, había repetido todo eso una y otra vez como intentando convencerse porque no quería ni siquiera ver lo que tenía frente a ella. Fingía que le restaba importancia a todo aquello, pero ya se podía ver los estragos, unas cinco chicas habían desistido de la fraternidad para unirse a las actividades de los rebeldes.
 
Las familias de dos de ellas las habían dejado de lado por eso, negando el parentesco con ellas incluso. Las empresas habían comenzado a cerrar sus filas, dejaban ir a quienes tenían familiares metidos en eso por considerarlos peligrosos para su estructura institucional, las familias de clase media o media-alta parecían desesperados por demostrar su lealtad hacia ellos. Muchos de ellos apoyaban la rebeión, pero quién en sus condiciones podía dejar de trabajar hasta que ese movimiento diese frutos, si es que alguna vez los daba, tenían familias que mantener y nadie come de ideales.
 
Violet siempre tuvo debilidad por esas historias trágicas, le había dicho a algunos empleados de las empresas Wildenstein que intentaría hacer algo para que no pierdan sus trabajos, pero pese a que su familia decía tener una posición neutra, parecía por momentos que estaban en contra de todo aquello y que buscaban sólo rodearse de quienes les generaban total confianza. Claro, ella no sabía que Darius y Nathan estaban totalmente metidos en todo aquello.
 
Finalmente más que esa gente sin trabajo o de los ataques, había alguien a quien no había visto y que le importaba más que todo eso, quizá en el fondo era tan egoísta como sus hermanos como para que el bienestar de Bill le preocupase más que otra cosa. Era día de parrillada, así que fue a su fraternidad para verlo, el ambiente era mucho menos festivo que antes pero finalmente eran Alphas, hasta una fiesta poco animada de ellos era bastante buena.
 

Subió hasta su habitación cuando le dijeron que aún no bajaba, después de tocar dos veces y no tener respuesta abrió un poco la puerta, tampoco era como si se fuese a acabar el mundo si lo veía con una chica o algo así.-¿Billy? ¿Estás aquí?-abrió un poco más la puerta para pasar y ver si de verdad no estaba. No lo veía desde el día que fueron al cine, y cuando se lo cruzaba siempre parecía al borde de la locura, tenía que saber qué pasaba con él.-

En la Secta, todo mundo estaba a la defensiva. Había habido algunas señales que les indicaban que las cosas no iban a ser tan fáciles como siempre, ni siquiera como había sido con el asunto de los muggles y su cacería, pero nadie quería empezar a especular para crear pánico innecesario, ni siquiera en un grupo tan pequeño como el de ellos. Los Venerables se encargaban de calmar a todos, indicarles que no había poder alguno que los hiciera vulnerables y de ser así, que siempre había maneras de manejar cualquier situación que se presentara, aunque eso significara derramar más sangre. Billy entendía todo eso, no habían hecho sacrificios toda la vida para nada.

En su vida personal las cosas tampoco marchaban bien. Jessica había estado inquieta semanas antes, diciéndole que no le gustaba la forma en la que Jude insistía con Cherry y Bill le había dado la razón, pero después a su hermana parecía habérsele pasado. En cuanto a Cherry, no había hecho grandes esfuerzos por hablar con ella, pero porque pensaba que el único afectado era él. Sus hermanos le preguntaban qué pasaba, pero él contestaba con evasivas. Le había escrito algunas cartas a Mina preguntándole cuando volvería, pero eso también lo había hecho sin la necedad de esperar formar una familia feliz, en especial porque no tenía respuesta. En el terreno amoroso últimamente estaba muy desinteresado, pero tampoco pensaba mantenerlo así. Si podía arreglar las cosas con Cherry lo haría mientras ella quisiera. Aparentemente, no quería. Tampoco iba a follarse a nadie mientras tuviera una relación formal con ella aunque fuese solo en el nombre.

No había bajado a la parrillada solo porque no tenía ganas, algo que también iba en contra de todo lo que representaba, aunque bajaría después. Las apariencias eran algo que debía mantener sin que importase su estado de ánimo.

Se estaba poniendo una camiseta cuando Violet abrió la puerta. Se la terminó de acomodar y sonrió en modo automático. No dudaba que se hubiera dado cuenta de que estaba al borde de la locura, algo que nadie más había logrado ver.

-Estoy aquí. Iba a bajar ya, ¿te molestaron para que vinieras por mi?-Imaginó que eso había pasado. Se le acercó para tomarla por los hombros y besarle la frente.-Te ves más guapa que de costumbre, ¿por qué?-No lo decía de broma, le parecía verdad. A veces quería dejar de mentirle y ser franco con ella, pero si ni sus hermanos lo eran, decir la verdad y hacerla jurar no parecía muy justo de su parte.

Cerró la puerta y se apoyó en ella con ambas manos por unos segundos, con una sonrisa menos amplia de lo normal porque estaba bastante preocupada por él aunque sí le daba gusto verlo. Ni siquiera besó su mejilla, recibió el beso y cruzó los brazos involuntariamente, sin saber qué cómo empezar, sonaba terrible decirle directamente que se veía como un animal encerrado, pero no encontraba palabras más suaves para describirlo.
 
Cuando la halagó sí sonrió como siempre, hasta le dijo un cállate como siempre, no porque no lo creyese, sino porque era como un acto reflejo.
 
- Es que estuve saliendo con un tipo que es semiveelo, seguro se me pegó. –le dijo en broma, pero sí había estado saliendo con el nieto de una veela por un par de semanas aunque eso no prosperó, quizá era porque había heredado la intensidad de su abuela.-Pero gracias.
 
Avanzó hasta sentarse en la cama de Bill que era el asiento que tenía más cerca, pese a que él ya le había dicho que estaba por ir a la parrillada. Había repetido varias veces en su cabeza lo que quería decirle, cómo preguntarle del mejor modo qué le pasaba…no porque fuese a enojarse con ella por entrometerse o algo así, sino porque jamás lo había visto así de demacrado y le preocupaba.

-¿Tienes que bajar ya mismo? Quería hablar contigo, es que…estoy preocupada Billy, por ti.-realmente todo el mundo estaba como loco, todos vivían con cierta paranoia encima, como si todo se estuviese derrumbando a su alrededor y la verdad era que eso es lo que comenzaba a suceder. Quizá si Bill hubiese podido decirle lo del sótano ni siquiera le hubiese creído, para ella él era mucho más que el tipo sin escrúpulos que hacía lo que sea por puro capricho, ni siquiera tenía idea de lo que era capaz de hacer.-No creo que sea por Cherry, ni siquiera con lo de Mina estabas así. ¿Qué sucede?

Bill se medio rió con la broma del semiveelo y la siguió con la mirada cuando se sentó en su cama. No se sentó a su lado sino que se recargó en un escritorio que tenía por ahí enfrente. Conocía a Violet lo suficiente como para saber que quería preguntarle algo en serio o hablar de algún tema con solemnidad, pero no la presionó para que hablara. Ella no lo necesitaba, siempre había sido directa con él y tenía la confianza para hacerlo.
 
-No, no tengo que bajar ya mismo.-Contestó a eso pero no a lo que ella decía sobre estar preocupada. Bill no podía creer que se le notara tanto pero al parecer a ella no se le pasaba desapercibido. Por un momento pensó en echarle la culpa a Cherry pero sabía que ella no le iba a creer, que lo conocía perfectamente como para saber que eso no era lo que lo tenía tan mal.
 
-No creas, me tiene mal que ni siquiera podamos hablar. A lo mejor lo que le dije ese día en la feria no estuvo tan bien pero, ¿quién se cree que es?.-No quería hablar de más para no ofender a Violet diciendo algo sobre Jude, aunque a él también lo tenía atravesado entre ceja y ceja. Todos terminaban pasándose los valores Alpha de hermandad sincera por el culo, él parecía ser el único que los compraba. Podía ser un hijo de puta con mucha gente, pero con los Alpha no, a menos que se lo buscaran, como Den Adel.
 
-Pero tienes razón, no es por ella. Estaba intentando distraerte.-Se alejó del escritorio y se sentó al lado de Violet. No iba a ser honesto pero al menos podía intentarlo.-Me preocupa la situación en la que estamos y que el día menos pensado me despierte y mi hermana esté descuartizada, o mi papá secuestrado. ¿Hasta dónde piensa llegar esa gente con sus mentiras? Y ante todo ¿hasta dónde piensa llegar Crawford? Fuimos amigos ¿lo sabes, no?  y aunque desde hace tiempo no lo reconozco, me parece inaudito que esté haciendo esto contra su gente, contra su país. Pensé que su locura solo eran sus eternas ganas de llevarle a todos la contraria pero ya llevó todo demasiado lejos. Tengo miedo por Jessica y tengo miedo por ti.
 
Esa era una mentira elaborada aunque había algo de verdad en ella. Bill sentía que si acaso a esos se les ocurría ponerle una mano encima a cualquiera de ellas dos, iba a terminar volviéndose loco. No era un asesino sanguinario, estaba en la secta por convicción pero no disfrutaba lo que hacía, no era un sádico, pero por las personas que le importaban sí era capaz de cualquier cosa. 

Violet no creía en el nuevo estilo de vida fiel de Jude, ese que contra toda predicción había estado manteniendo hasta el incidente con Cherry.-No creo que hayas exagerado. La conozco de toda la vida y la quiero…igual que a Jude. A veces pareces menos listo de lo que eres.-volteó con un dedo el rostro de Bill para besar su mejilla, odiaba decirle esas cosas, pero si seguía teniendo consideraciones con Cherry y hasta pensaba que era él el culpable de lo que estaba pensando con lo que quedaba de su relación no podía quedarse sin hacer nada.
 
-Todos están como locos con eso, yo…la verdad no sé qué hacer, siento que todos nos va a atrapar eventualmente.-lo dijo todo sin tomar aliento, tuvo que parar un momento antes de volver a hablarle.-También tengo miedo por ti.-tomó una mano de él entre las suyas durante unos segundos y rascó sus nudillos en un gesto de cariño infantil, mirándolo con preocupación antes de levantarse para recorrer la habitación de Bill.

No tenía por qué no creerle, asumió que esa sensación que le generaba de desconfianza era porque siempre lo creyó intocable de alguna forma. No dio más de tres o cuatro pasos alrededor antes de volver a mirarlo. Se volvió a sentar a su lado, apretando los labios y viendo un momento hacia el suelo antes de volver a mirarlo.
 
Le contó lo que había escuchado hacía una semana más o menos, había sido en su casa un día que llegó a recoger unas cosas sin avisar. Había escuchado a Nate y a Darius hablando entre cuchicheos, Darius tenía a Nathan contra una pared, apretaba su cuello con una de sus manos como amenazándolo. Discutían cosas a las que ella no les encontró mucho sentido, pero escuchó el nombre de Jesse en medio de todo eso y que decían algo acerca de que su única opción era la hija de Jude, que había sacrificios que se debían hacer. Luego llegó su madre y ambos se callaron.

-¿Se estarán volviendo locos? Jude no tiene una hija, y dudo que Jessica esté embarazada.-mordió su labio inferior intentando entender qué era a lo que se referían pero cómo podía saber que Jude sí tenía una hija de la que no sabía nada, la hija de esa novia del colegio que el mismo Darius enterró, y que la querían para un ritual del sótano porque comenzaban a sentir que necesitaban volver a esas viejas prácticas gracias a esa rebelión que ya no era tan pequeña como antes.-Soy la peor, vengo sólo a meterte más cosas en la cabeza. Pero sigo preocupada por ti, ¿es sólo lo de Crawford? No creí que eso o lo de Lucian fuese a afectarte tanto...