Surprise!

Lo más seguro era que Mina no organizaría una fiesta por su cumpleaños por aquello que sucedió con Harley en la suya el pasado 31 de octubre. El bochorno social que representó el espectaculo de Lucca y el de el mismo, pues era comprensible que no deseara saber nada sobre festejos. Lucian comprendía, por su parte que no era lo mejor presentarse en caso de que ella decidiera de cualquier forma organizar una reunión, así que lo mejor era festejarla a su forma. Estaría en la noche del 11 de noviembre estando afuera de su dormitorio, tocandole la ventana con algunas piedritas para hacer que salga y darle la sorpresa de la vida. 

No lo planeó con antelación, de hecho era algo improvisado y rápido, solo sabía que tenía que hacerlo antes de que alguno de sus pretendientes llegaran en plan romantico a visitarle, aunque dudaba en que alguno fuera tan dedicado como el animago, que solamente era el mejor de sus amigos. El año anterior, Lucian simplemente le regaló un pequeño dije en forma de grifo y un gorrito de franela, por aquello del invierno y sus terribles climas. 

Este onomástico sería diferente, se le había ocurrido algo bastante extravagante y fuera de lo común y lo mantendría en secreto como pudiese. Debía jugar bien sus cartas, revisar que todo lo que preparó, saliera a la perfección. Dieron exactamente las 12am del 12 de noviembre y de inmediato se presentó afuera del dormitorio. No quiso utilizar piedritas, prefirió mejor enviarle un patronus avisandole que estaba fuera, que se asomara por la ventana, que le inventara cualquier pretexto a Brownie para que no le hiciera preguntas de adonde iría.

Por supuesto que no pensaba hacer nada de fiesta. Las cosas con Billy seguían medio mal, no se había atrevido a verle la cara a Nick, todo estaba jodido y honestamente no quería ni pensar ni gastar en celebraciones absurdas. Su plan era pasar el día normal en la universidad, ir a comer con su familia y con Harley, y estar en la noche con Jesse siempre y cuando el desgraciado se acordara de su cumpleaños. Honestamente no se esperaba que nadie tuviera la delicadeza de hacer algo como lo que estaba haciendo Lucian. Sí sí, mucho Miss Bassett-Knapp y mucho “te saludo siempre en los pasillos” pero en realidad sabía perfecto que seguía contando a sus amigos reales con los dedos de la mano.

Ya estaba en pijama, porque no pensaba que fuera a haber nada interesante y se le había acabado la batería a su laptop y ahora no tendría cómo recargarla hasta que volviera a su departamento en Nueva York. Estaba pensando seriamente en alquilar un flat en Florida para estar más cerca pero todavía no lo decidía. Debía dormir temprano para no estar al otro día como un zombie, así que se metió a su cama y apagó la luz de su lado. El patronus la tomó por sorpresa y entendió a medias lo que decía porque parecía que era como un susurro para que Brownie no escuchara. Solo sabía que debía salir, y le era obvio que se trataba de Lucian más por la forma del patronus que por otra cosa.

-Voy a salir.

Y ya, fue lo único que le dijo a Brownie sin dar explicaciones de nada mientras buscaba ropa en su clóset y se calzaba los tennis. No hacía mucho frío pero de todos modos fue preparada. Bajó las escaleras del edificio y fue hacia la salida, rodeándolo para llegar a la ventana justo bajo su habitación.

-¿Y esto?

Le preguntó con una media sonrisa caminando hacia él con sigilo como si estuvieran en Salem, en el toque de queda, a punto de hacer una travesura gloriosa.

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cute y casual :3

Solo era cuestión de tiempo para que la también animaga saliera de su dormitorio. No quitaba la vista de aquel edificio y frotaba sus manos con un poco de nervios. Caminaba de un lado a otro, observando su reloj de mano y contando los segundos, riendo como idiota por lo bajo y en pausas. Instantes después vió salir a Mina, de quien rápidamente se apropió mediante un fuerte y gran abrazo, seguido de un beso en la mejilla y en la frente.

-Antes que nada, Feliz cumpleaños, corazón!  

La alejó de sí y luego revisó que nadie los estuviera viendo, le tenía una sorpresa que solamente duraría poco, no por que no quisiera pasar toda la noche junto a ella si no por que él estaba consciente de que tenían clase muy temprano en la mañana, así que tenía que darle el tiempo suficiente para dormir y descansar apropiadamente. 

-Necesito que cierres los ojos. Ni se te ocurra hacer trampa por que habrá tabla ¿De acuerdo?

La tomó de la muñeca y la jaló un poco solo para dar el primer paso hacia el lugar a donde planeaba llevarla. Tendría mucho cuidado para que no se tropezara, vigilando sus pasos y también los suyos, no podía con la emoción que le causaba ver la cara de Mina cuando se diera cuenta de todo. Apenas llegando al punto ubicado en BK, de inmediato se aparecerían al verdadero lugar a donde debía llevarla. 

-Camina con cuidado y despacio -

Que no fuera a festejar con una fiesta gigante no significaba que no le encantara la idea de que Lucian se hubiera acordado y estuviera haciendo quién sabía qué cosa con el motivo de felicitarla. Lo abrazó con ganas y se rió como una niña con los besos en la mejilla y frente. 

-Muchísimas gracias. ¡Qué nervios! El próximo año entraré a los veinte. 

Le sacó la lengua y lo miró sospechosa cuando veía su actitud, de esperar que nadie los estuviera espiando. Por un momento le pareció que sería una catástrofe si luego el mundo andaba por ahí diciendo que se citaba en secreto con Lucian a altas horas de la noche. Si llegaba a oídos de Jesse seguramente se iba a poner como energúmeno con ella, pero bah! Nada que no pudiera controlar dado el caso. 

-Ok, pero no quiero que me lleves por caminos peligrosos y luego me tires de un barranco. 

Sentía un cosquilleo en la boca del estómago por la sorpresa y la expectativa. Qué bueno que se había puesto tennis, como antes, porque caminar sobre terreno desconocido en tacones hubiera sido un desafío. 

-¿A dónde me llevas? Dame una pista al menos. Anda anda anda, sabes que no puedo soportar la expectativa. 

Le dijo con tono de caprichosa mientras caminaba con cuidado y despacio. Había buscado tomarlo fuerte de la mano porque de verdad se sentía insegura y no pensaba espiar, era legal.

-Si te digo algo, aunque sea una pista, correría el riesgo de que descubrieras la sorpresa. Pecas de ingenua pero yo te conozco Schweinsteiger…-

No dejaba de vigilar su paso, veía constantemente al frente y al suelo para dirigir bien a su amiga. Tosió un poco para mitigar la tensión que mantenía justo en el centro de su estómago. Tenía muchas expectativas de la reacción de Mina ante ese regalo, pese a que lo había hecho de un día para otro, era con mucho amor y cariño y solo le tomaría algunos minutos. Hizo algunas llamadas, movió algunos contactos y logró que su loca idea tuviera forma.

 La sostuvo del brazo firmemente y aparecieron en la en Diamond Park, en medio del parque se encontraban una hilera de antorchas encendidas y al final se lograba observar  un enorme globo aeroestático, listo para viajar en él. Había una persona arriba que de inmediato bajó para recibirlos y darles la bienvenida. El diseño era clásico lo único que si le había pedido a la agencia era que mediante un hechizo pusieran el nombre de su amiga en letras grandes.

-¡Sorpresa¡ gritó con emoción mientras le soltaba el brazo. Eso apenas era una pequeña parte del regalo que aproximadamente duraría 15 minutos y que le había obsequiado. El cariño que el animago sentía por Mina era muy especial y la forma más elocuente de hacerlo era así, excéntrica y nada ordinaria.


-¿Y Bien? ¿Qué te parece? No es el barranco que querías para ser tirada pero es algo...– dijo bromeando. No podía esperar a subirse y terminar de darle el regalo. Le miró con una sonrisa y la tomó de la mano, emprendió el camino hacia el globo sin esperar a la reacción de Mina. No le daría el tiempo de decirle que no.

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Globo aeroestático

El tirón de la aparición le sacó un susto y cerró los ojos con todavía fuerza. Para cuando se dio cuenta ya no estaban en el campus, aunque no lo habría sabido decir con seguridad a esas horas de la noche, podría fácilmente pasar por un terreno de la universidad.

-¿Dónde estamos? ¿Ya ves que ni he abierto los ojos? Soy una santa. Pero ese tirón de aparición es inconfundible. Eso o ya me mataste y el tirón fue el viaje hacia la muerte…

Antes de que pudiera seguir diciendo más tonterías, Lucian gritó con emoción y cuando sintió que la soltaba, Mina abrió poco a poco lo ojos para encontrarse con el globo aerostático, que estaba preciosísimo. No le iba a decir que no, además le gustaba volar. Y se sentía muy bien de ver su nombre en letras gigantes. No pudo evitar dibujar una sonrisa gigante con todo eso. Se dejó guiar por el Alpha ansiosa por subirse de una vez.

-Lucian esto es genial…me encanta. No debiste molestarte, enserio. Es genial.

Pero a decir verdad, le hacía sentir más que bien que tuviera tantas atenciones con ella y que se hubiera tomado esas molestias para verla contenta. Nunca se había subido a un globo aerostático, así que la experiencia sería totalmente novedosa. Estaba emocionadísima. Antes de llegar frente al globo le dio un abrazo rápido a su amigo. Tenía que admitir que era un buen modo de iniciar un cumpleaños.

-Nada más no me vayas a decir que voy a subir sola, eh. ¡Demonios! No traje mi celular, no podré tomar fotos. ¿Tú traes el tuyo?

Dejó que la chica observara bien todo a su alrededor, que descubriera por si misma el lugar donde estaban. Que viera los árboles y las banquillas y las luminarias artificiales que iluminaban todo el terreno. Se alcanzaba a ver la zona de juegos y un ciclopista que las personas utilizaban muy a menudo.

-Pues creeme que que si fuera hacia la muerte, Caronte tiene un muy particular estilo ¿no? – dijo en broma. 

El piloto del globo llegó hasta ellos y se presentó propiamente dando el nombre de “Steve” y diciendo que además de piloto sería su guía y hasta su chef de la noche siempre y cuando le pagaran algunos galeones extras.

-¿De veras no sabes? Estamos en Diamond Park…- no pudo evitar decirle la ubicación de donde estaban. Se moría por que ya se subieran al globo pero debía ser mucho más calmado, le daría todo el tiempo del mundo para que lograra disfrutar su regalito. Muy amablemente, Steve le tomó la mano a Mina para ayudarle a subir al globo, le abrió la pequeña puertesilla, acceso a este y le ofreció una copa de vino tinto o si prefería un jugo de naranja o simplemente agua.  Eso también era parte del servicio que incluía el Globo.

-Me alegra que te guste, últimamente hemos tenido algunos problemas y no me gustaría que siguiéramos así y claro que debí molestarme! No todos los días cumples 20 –

 Era una pequeña e infantil forma de hacer que por un momentito, olvidara todo lo que le había pasado desde que inició el semestre. Su ruptura con Jesse, lo de ser la nueva Miss BK, la fiesta de Harley, el manejo de su negocio e incluso ese desafortunado encuentro con Bill Snyder que tuvo gracias a él.

-¡Claro que no! No voy a dejar que te subas sola, me da la sensación que te querrás tirar desde 3000 metros de altura. Sí, yo traje el mío, de hecho…-


Metió su mano al bolsillo y en él encontró su celular y otra cosilla que tenía la forma de una caja para anillo. Sonrió para si mismo y sacó su celular, adaptándolo para que tomara fotos y video nocturnos y sin pedirle permiso le tomó un par de fotos. La abrazó por el cuello se hicieron un par de Selfies, Lucian haciendo la famosa cara de pato entre otros gestos igual de graciosos.

Nunca había sido muy bueno con las fechas importantes, de verdad nunca. Con el paso de los años, una y otra vez por mi cabeza se habían diluido, casi como una especie de maldición, toda serie de fechas importantes, aniversarios y cumpleaños hasta el punto de en serio convertirse en un problema, incluso para un Jesse al que poco o nada le habían importado los berrinches femeninos. Eso sí, solo podía estar orgulloso de ser capaz de recordar una fecha en particular, y sí, estoy hablando del cumpleaños de Mini.
 
Jamás se me había olvidado, de verdad nunca, ni siquiera durante aquella temporada en la que habíamos sido solo amigos. Por alguna razón aquella fecha se había quedado guardada en algún lugar muy aparte de mi cerebro, e incluso salía a relucir en aquellas temporadas de alcohol y drogas, por muy poco, pero siempre había resurgido a tiempo; y ahora que las cosas estaban mucho mejor entre nosotros, era casi una obviedad no dejar pasar esa clase de fechas, no cuando sentía que las cosas no podían ser mejores.
 
Y sí, había pensado en ello durante semanas con el único fin de festejarle como se merecía. Sí, adivinan, era igual de malo con las fechas que con las “sorpresas románticas”; organizar tonterías, comprar ridiculeces y todas esas imbeciladas que tanto le encanta a la gente, también era bastante malo en ese aspecto; pero sabía perfectamente que había ocasiones en las que tenías que dejar que tu yo más ridículo saliera a flote aunque fuera un par de veces al año, así que el plan consistía en… bueno, no se los voy a contar ahora, sería spoiler (o probablemente no suene tan genial si lo digo así nada más).
 
Estaba retrasado algunos minutos, pero joder tampoco era para tanto llegar digamos… diez minutos después de la hora, porque al final el chiste era pasar todo el día juntos. Me escabullí por el campus hasta llegar a los dormitorios de chicas, una zona ya bastante conocido para mí al no ser la primera vez que recogía a la chica para largarnos a x lugar. En fin, que recorrí el pasillo hasta llegar a su habitación en donde para mi gran sorpresa solo estaba Harley, que además tenía un pastel de cumplaños entre manos y no tenía ni la menor idea de dónde estaba la chica en cuestión. ¿Dónde coño estaba si no en su habitación a tan altas horas si no con Harley?

-Diablos, ¿no te dijo nada? ¿cómo es que se perdería tu pastel de cumpleaños?
 
Bien dicen que si piensas mal podrás acertar, pero en esa ocasión no quise hacerlo, porque no tenía sentido. La chica podía estar en cualquier puto lado, dentro de colegio; saqué el móvil y marqué su número, encontrándome con que el jodido celular sonaba y sonaba sin ser respondido. ¿Por qué diablos dejaría su móvil?, bueno… en realidad sí que era lo suficientemente despistada como para dejarlo en cualquier lugar, pero en esos minutos no me parecía más que lo más jodido extraño de la vida.
 
-Nada. ¿Te molesta si conjuro algo aquí?, gracias-

Decidí sacar la varita y tratar de conjurar un patronus aun sin muchos pensamientos felices inmediatos en mi cabeza. Me sentía furioso con la chica, aunque en realidad era cualquier cosa, pero el simple hecho de no encontrarla en su habitación el día de su cumpleaños me ponía mal. Que si joder, que ya estaba grande como para hacer lo que se le diera la gana, pero aun así me llenaba mucho las bolas que pudiera estar en cualquier otro puto lado a las 12 am. El patronus decía claramente, en un tono bastante serio: “¿Dónde carambas estás?, estoy aquí afuera de tu habitación. Te espero en frente del edificio de los dormitorios. Te puedes aparecer fácil así que no puedes tardar más de un par de minutos”. No me importaba que sonara autoritario y una mierda, porque al final era su puta pareja y suponía yo, que ya nos encontrábamos en otro nivel como para pensar siquiera en que se ofendiera por algo como eso cuando era ella la que no estaba en su habitación a altas horas.

-Y... ¿qué cuentas?-

De pronto me sentí completamente extraño estando en aquella habitación con Harley, con quien definitivamente no había llevado una muy buena relación desde hace mucho tiempo. No siempre había sido así; en algún punto, antes de todo, Harley me había parecido una chica agradable y tal, pero las cosas no nos habían salido bien, a ninguno de nosotros. Supuse que empezar a limar asperezas con la chica no caería nada mal, y quien sabe, tal vez hasta me daría una rebanada de ese pastel. Claro, cuando a la idiota de Mini se le ocurriera regresar, si es que lo hacía

Bueno, realmente entre su cabeza no estaba tampoco la idea de organizarle una fiesta de cumpleaños a Mina, no con todo lo que había pasado tan recientemente, de su cumpleaños, la cosa del concierto ese donde casi se murió mucha gente, etc, etc, como que la situación no se prestaba para ello. Habían decidido que comerían juntas el día siguiente, posiblemente ir a comprar algunas cosas y festejar de una manera tranquila, pero ella no quería dejar así nada más las cosas, porque: aceptémoslo, los cumpleaños son ese tipo de fechas especiales que todo debería celebrar de buena manera y ella quería hacer sentir a Mina especial, porque lo era para ella, así que si, también había preparado una sorpresa.

Había estado haciendo algunas recetas con los ingredientes favoritos de Mina pero, de todas las combinaciones posibles no encontraba nada que le agradara o que lo sintiera muy ella, muy Mina. Esa tarde, a pocos segundos de mandar su plan al demonio la idea vino a ella como caída del cielo o más bien de la wafflera.  La mezcla que utilizo era especial y mágica, así como también los sabores, eso estaba aun como algo experimental en la tienda, así que técnicamente Mina sería la primera en probar el pastel a tres tiempos.  La idea era simple, mezclar los sabores de un desayuno, frutas, cremas, todo lo que ella le gustaba desayunar estaba ahí, pero la magia venia al momento de probarlo, ya que los sabores estaban separados por tiempos, entonces con cada probada era una comida distinta.  Sabía que le gustaría.

Esa noche había estado hasta cerca de las 12 en el local de food court para terminarlo, así que cuando se apareció afuera de la habitación aun llevaba las ropas del trabajo, toco un par de veces hasta que Brownie le abrió y le dijo que Mina no estaba, que ella iba a ir a saber donde con a saber quién, Harley decidió esperarla, aun que pocos segundos después llego Jesse haciendo mil y un preguntas, como si ella fuera un rastreador o algo parecido.

Pues no se, no la tengo vigilada las 24 horas, si me pagas lo puedo hacer, si no, mejor ca-lla-te – Su relación con el chico no era la mejor, pero había aprendido a soportarlo nuevamente después de que Mina así lo había hecho, por Mina más que nada, aun que realmente fuera de esa relación, ni siquiera había interactuado con él ni nada.

Cuando Jesse saco su varita para conjurar ella hizo lo mismo, pero para poner a levitar el pastel, se cruzo de brazos y suspiro, lo escucho conjurar el patronus y rodó los ojos dándole un leve golpe con la palma en el brazo. ¿Y si Mina estaba con otro sujeto? Muy mal que se las iba a gastar.

Óyeme, no le hables así, con cariño y bien portado por favorcito… – Se cruzo de brazos esperando, esos momentos incómodos en los que, en efecto, pues no tenía nada más que hacer más que esperar que ella hiciera caso al psicópata que tenia al lado, entonces mejor volteo a ver el pastel como si de pronto se hubiera vuelto la cosa más impresionante del mundo para desviar su atención un poco.

Ah… pues no sé, cosas, de la universidad y eso… – Bueno ¿qué iba a decirle? “ay si Jesse, ya supe que mataste a alguien, ¿Qué tan profundo fue el hoyo donde la enterraste? ¿No es difícil quitar la sangre de la ropa? Claro, conversación casual. Decidió mejor irse por otro lado. - Oye, ¿qué ahora eres presidente de los Delta? que loco … – Ojalá Mina llegara pronto.

Pastelin

Dato curioso: no le gustaba tomar las manos de extraños. Pero de cualquier manera aceptó la mano de Steve para subir al globo y aceptó la copa de vino tinto para brindar como era debido por su cumpleaños.

-Te engañé, solo cumplo diecinueve, pero la veintena está cerca. Y…oye, para mi no ha habido problemas.

No con él, de verdad consideraba que era de los mejores amigos que tenía, si no era que el mejor, y lo que menos quería era tener problemas con él, por encima de cualquier otra persona. Estuvieran o no de acuerdo siempre, en realidad apreciaba que entre ellos hubiera tanta honestidad. Le dio gusto que él si llevara la cámara, y le dio un empujón por estar poniendo caras de pato.

-No hagas esa cara horrenda, qué te pasa.

Pero terminó soltando una risa por la misma razón. Y también hizo caras graciosas con las fotografías.

-Ay, claro que me tiraría, pero sabes que me puedo convertir en ave, no moriría. Igual prefiero el globo. Pero el año entrante hay que lanzarnos en paracaídas.

Estaba a punto de brindar con el vino cuando llegó ese patronus de Jesse con su tono mandón. Hasta ese momento, solo Harley sabía que había vuelto con él formalmente, lo demás eran solo rumores desde la fiesta de su amiga. También conjuró –con mucha facilidad porque estaba contenta y sus recuerdos felices fluían bien - a su hipogrifo para contestarle.

-Tardaré más de unos minutos en aparecerme, estoy en una sorpresa de cumpleaños, pero ahí estaré. No hagas corajes.

La que hizo un mini coraje fue ella, o sea. Qué era ese mensaje horrendo sin siquiera decirle un “te quiero” o un “feliz cumpleaños”, nada más con su tono de mandón insufrible. Miró a Lucian y se encogió de hombros con una sonrisilla. Tampoco era como que se fuera a perder el viaje en globo.

- Ya sabía que cumplías 19, solo quise seguirte la corriente…- dijo despistado y algo culpable por que realmente no recordaba cuantos años cumplía.

Casi se atraganta con su propia risa cuando Mina le dio un empujón para que dejara hacer la muy famosa “Duck Face”, se sobó el hombro fingiendo dolor y prefirió volver a concentrarse en el globo. El no necesitó ayuda de Steve y se subió a el globo rápidamente. El piloto por su parte ya sabía lo que tenía que hacer y hacía donde debía dirigir el globo.

 Le dio una palmada en el hombre negándole la copa de vino que ofreció y siguió tomándole fotos a Mina, a Steve y al paisaje antes de que emprendieran el viaje.  Se cruzó de brazos y puso una cara de extrañeza total cuando vió el Patronus de quien seguramente era Jesse Crawford. Cuando Mina terminó de conjurar su patronus en respuesta al delta, Lucian se acercó y la rodeó con el brazo.

-¿Qué fue todo eso? Volvieron…¿cierto? –

No se lo dijo para molestarla si no como algo obvio, tarde o temprano sabía que iba a pasar, el amor que sentía por ese bueno para nada de Crawford era bastante fuerte. Lo que no entendía era por que tenía que mantenerlo en secreto con él. Se sintió un poco traicionado por que no le dijo nada, pero le restó  importanciaal asunto, solo esperaba que ahora Jesse se comportara a la altura y respetara a Mina como se merecía.
Steve cortó las cuerdas que mantenían el contrapeso y poco a poco el Globo se elevó hasta hacer ver a las personas como hormigas y ver la tierra como un rompecabezas. El paisaje que se veía desde era hermoso y bien era conocido por ambos, ya que algunas veces salían a desplegar sus respectivas alas y mirar el mundo diferente, cosas de animagos.

Pasaron algunos minutos y casi llegaban al segundo y último punto de reunión. Estaban sobre Dry Tortugas, si Mina se acercaba un poco a la orilla podría ver en la arena que estaba escrito un MENSAJE que lograba brillar mediante unas pequeñas lucesitas que flotaban sobre el.


-Por que la comparto contigo…- completó el mensaje que yacía en la costa y luego le dio un abrazo y luego le tomó más fotos in fraganti. Del otro lado de la playa estaba lo que parecía ser una fiesta, había mucha gente alrededor y una fogata en medio. Había música tribal y muchas personas bailando. Steve creyó que ya era hora de que bajaran del globo, tomó su varita y transformó unas piedritas de río mediante un Engorgio en unos grandes peñascos para que el globo quedara al ras del suelo. 

Cuando estaban ya en el suelo, Lucian abrió la compuerta y se puso a un lado de Mina para que tuviera cuidado al bajar. 

-¿Preparada para la segunda parte? le miró y espero con expectación su respuesta. No tenía ni idea que Jesse y Harley la estaban esperando en su dormitorio para también darle una sorpresa de cumpleaños.

-Claro claro, bien portado. ¿Cómo quieres que le hable?, mira la hora que es-
 
Era obvio que su amiga pidiera que le hablara bien, pero no se le podía hablar bien a alguien que en lugar de estar en su dormitorio como una chica decente, andaba en no sé dónde diablos con quién sabe quién a tan altas putas horas de la noche. En el mejor de los casos, alguno de sus amigos o amigas le había preparado alguna sorpresa cumpleañera y la chica se había decidido por darle el espacio que consideraba necesario. En el peor… bueno, no me gustaba pensar en el peor de los escenarios, porque eso significaba amargarme la existencia más de lo necesario.
 
Me crucé de brazos y sentí con la cabeza cuando la chica mostró un esfuerzo para hacer conversación, tal cual y como lo estaba haciendo yo. Hubo un tiempo en el que ni siquiera nos molestábamos y simplemente nos manteníamos callados si es que teníamos que estar más de un minuto a solas; como por ejemplo, cuando aún vivíamos los tres juntos y Mini se tenía que dar una ducha o algo así.  
 
-Pues sí, qué loco. La verdad es que no me lo esperaba, y me ha agarrado en un tiempo en el que me descolocó por completo, ya sabes. Y son muchas cosas, pensé que sería una mierda siendo… pues siendo Delta, pero no, de repente te llegan papeles de mantenimiento de la casa y de actividades para la fraternidad y un montón de tonterías de las que no tenía ni puta idea. ¿Crees que debería delegar obligaciones?, algo así como, no sé… decirle a Madison que se encargue de todo lo administrativo y tal-
 
La verdad sea dicha, aun tenía muchas cosas en la cabeza como para pensar detalladamente en los planes que tenía para Delta Iotha Ypsilon. Se trataba de la facultad más “libre” de entre todas las existentes, pero sí, también era considerada un auténtico chiste por prácticamente no tener lineamientos ni una identidad que la identificara de las demás. Pero eso se podía cambiar, aun no sabia el cómo ni cuánto tiempo iba a tardar o si me iban a quedar muchas ganas de hacerlo; pero se podía.
 
Me dirigí hacia la cama en donde estaba Harley y me senté a un lado de ella, rompiendo un poco ese manto de tensión que se había creado casi desde siempre entre nosotros, y acentuado luego del divorcio. Me sentía mal por ella, ¿saben de qué hablo?, mal por la forma en la que la había tratado, porque al final de cuentas la chica no había hecho más que quedarse al lado de Mini cuando más lo necesitaba, apoyarla y estar ahí. Claro, tampoco me iba a arrodillar a pedirle disculpas, menos conociendo ese carácter tan infantil que tenía la muy idiota.
 
-Lindo pastel. ¿Tú lo hiciste?, deberíamos estarlo partiendo ahora mismo. ¿Lo ves?, no estoy loco, ella debería estar conmigo, es decir con nosotros. Ah pero no, ¿quién coño puede ser más importante?, a menos que claro, esté muy ocupado haciendo… otras cosas-
 
Negué con la cabeza, evitando de nuevo pensar y soltar todo lo que se podía decir al respecto. En esos momentos, el hipogrifo de Mini entró por la puerta, dando aquel mensaje que por supuesto no me dejaba más tranquilo, sino todo lo contrario. Me levanté de golpe y comencé a dar vueltas por el dormitorio, como idiota desquiciado. Saqué de nuevo la varita, y conjuré de nuevo el tiburón blanco que esta vez diría "Vale, no sé que sea tan importante como para dejarnos a Harley y a mi aquí esperando pero bueno, tardate todo lo que quieras"
 

-¿Ya viste?, la puuuuta madre que la parió. Una sorpresa… ya le daré yo su sorpresa. Tranquila, no le voy a hacer nada, pero es que… pffff, increíble, de verdad increíble.

-Sí, solo que no he querido decirle a nadie hasta saber que vale la pena, ¿Sabes? Que esta vez sí va en serio y que se va a convertir en una persona…pues bien, alguien para mi. Está en periodo de pruebas y las pruebas eran en secreto. Por ahora va bien.

Eso de ir al concierto con Odette seguro buscándole tres pies al gato había sido su único tropezón, pero fuera de eso estaba todo perfectamente bien, demasiado bien a decir verdad. Y no estaba hablando solo del factor de cumplirle todos y cada uno de sus caprichos –incluso lo más desquiciados- sino que de verdad parecía que esta vez sí iban a algún lado, Jesse había cambiado mucho, pero no quería decírselo a nadie hasta que todo fuera un hecho consumado y no se fuera a desatar el cataclismo.

Le encantaba estar en el aire, de verdad era una de sus cosas favoritas en el mundo, pero el hecho de tener los pies sobre algo sólido, seguir con su forma humana y surcar los cielos no tenía comparación. Era muy bonito, de verdad, y estaba muy agradecida con Lucian por el detalle.

Se asomó por el borde para ver el mensaje brillante y no pudo evitar una risa involuntaria por las palabras –escritas en la arena y dichas, también- siempre había sido particularmente mala para aceptar las cosas bonitas.

-Estás loco, eres un ridículo.

Le dijo sacándole la lengua pero después le dio un besito inocente en la mejilla y un abrazo para agradecerle que hiciera esas cosas por ella.

-Sí, estoy lista…

Justo en ese momento vio hacia delante, a donde estaba esa como fiesta con la fogata y todo, y en perfecto timing, llegó el segundo patronus de Jesse. Se mordió el labio inferior dubitativa y no contestó al patronus, sino que miró a Lucian.

-Si es una fiesta o un ritual satánico, ¿sería bueno que invitara a Jesse y a Harley para que no estén esperándome como novias de pueblo?

Desde que Jesse había ido a vivir con ellas Harley se sentía incomoda por la relación que estaban teniendo, la verdad aun que no lo aceptaba, lo apreciaba bien en el fondo, lo que le había pasado en el concierto y con los muggles había movido una fibra sensible de su alma y ahora sentía que le importaba un poquito más Jesse, a pesar de lo maldito que hubiera sido en el pasado, fue por eso y más que nada que si, no se quedo solamente viendo el decorado del pastel y le hizo algo de platica, la misma que acepto de buena gana y escucho atentamente.

Ella aun no estaba interesada en ninguna de las fraternidades, pero por lo que sabía de Daniel, Madison y Thomas, pues no era tan mala la de los Delta, a pesar de que todo el mundo decía que eran unos buenos para nada y todo eso. Sabía que si quería entrar en alguna fraternidad más adelante, como en la de las epsilon igual que Minirris, tendría que cambiar muchas cosas de ella misma, cosa que no quería hacer, por lo cual, sinceramente postularse a los Delta era una de sus mejores opciones, pero no se lo iba a decir a nadie, ni a dicho presidente hasta que tomara la decisión.

¿Qué Madison no es de comunicaciones? ¿Qué va a saber de Administrativo? Mejor deberías dejarle lo social o algo así, pero sí, yo creo que deberías delegarle responsabilidades a los demás, que trabajen y se hagan gente de bien… – Eso lo decía más en broma, porque obviamente varios de sus amigos estaban ahí, aun que no estaba segura de que Jesse lo supiera, realmente no sabían mucho el uno del otro fuera de los asuntos que mezclaran a Mina.

Harley se hizo a un lado cuando Jesse se sentó y se quedo viendo el pastel que flotaba frente a ellos. Soltó un hondo suspiro porque si, se había esforzado por hacerlo y todo eso, pero había sido su culpa por no decirle a Mina que le iba a hacer algo o suponer que otra persona no iba a estar con ella, ahora las cosas no eran como antes y tal vez Jesse y ella tenían que aceptarlo también, por eso es que se quedo sentada cuando él parecía molesto.

No somos sus dueños Jesse, ella puede estar con quien quiera estar… yo también la extraño pero tienes que entender que las cosas no van a ser como antes. Tienes que aceptarlo y continuar o no hacerlo e irte, pero creo que ya has avanzado demasiado como para dar marcha atrás… – Y no se refería solamente al asunto de la plantada en la habitación, era algo que había querido decirle al chico desde antes y ahora, las palabras solamente salían sin más. Hasta que entonces, el patronus de Mina llego. .

Ya la escuchaste…  ahora siéntate, cálmate y ni se te ocurra volver a gritarle, si realmente querías darle algo espérala, si no, vete de una vez y yo le digo que fue una emergencia o algo…

Se quedó un poco pensativo las escuchar las razones de Mina de no decir nada de su nueva aventura post-matrimonial con Jesse. No sabía hasta donde iba a parar todo ese embrollo. Lucian jamás se había metido en su relación, no tenía por que hacerlo ahora aunque se mantendría expectante a cualquier posible error que cometiese Jesse. Una más de sus necedades y lo conocería. Esperaba que no tuviese que ser así.

Pero no era el momento de pensar en eso, él estaba ahí para festejar a Mina y lo que menos quería era acosarla con preguntas. Le correspondió el beso y el abrazo y dejó ver una sonrisa muy amplia. Estaba que no podía estar quieto de los nervios, movía su pie repetitivamente, tamborileándolo y esperando a que ella bajara. Cuando Mina se declaró lista para recibir la segunda parte de su regalo, corrió hasta adentrarse un poco más a la orilla y luego se paró en seco al escuchar eso del ritual demoniaco, que rápidamente le pegó en su hueso de la risa.

-No es una ceremonia satánica, no conseguí a la virgen para el sacrificio, mil perdones. – dijo bromeando.

Sus palabras eran un plan completamente inocente pues el animago no tenía ni puta idea que ella estaba mucho más que metida en asuntos bastantes turbios referentes a la secta del sótano y la magia arcana que practicaban ahí y que también ya cargaba con un muertito sobre sus delicados hombros, cortesía de Jesse y su afán de recuperarla.

-Yo no tengo problemas en que estén aquí, es tú fiesta y tu lloras si quieres.-

Le hizo una señal para que ella lo siguiera y corrió mucho más rápido. Llego a donde estaba la fogata y saludó a las personas que estaban ahí, mientras les susurraba algo que era indescifrable. Lucian se movió rápidamente entre el tumulto de gente para que Mina no lo viera y el primer sujeto que saludó dio dos palmadas fuertes. La música tribal cesó y de pronto comenzó a sonar algo mucho más MOVIDO


Algunos chichos comenzaron a prender sus varitas con un lumos, se formaron en una hilera y de la nada salieron muchísimos fuegos artificiales de los lados donde estaba la fogata. Detrás de la hilera Lucian conjuraba un hechizo de transformación que le cambiaba las ropas y se abrió paso entre las personas que lo cubrían. Cuando salió a escena comenzó a dar sus mejores pasos de baile totalmente improvisados, encabezando el Flashmob dedicado a Mina. 

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Disfraz rídiculo

Estaba seguro de que todo aquel malestar me iba a provocar una puta úlcera; porque lo peor de todo es que no me podría desquitar como me era necesario, porque claro, era el cumpleaños de la reina. Ni siquiera sabía con quién estaba, lo cual podía ser mejor o peor, depende de la perspectiva con la que se viera. Era peor porque la cabeza me podía dar mil vueltas y me podía imaginar diez mil cosas; pero era bueno porque de saber que estaba con Lucian, probablemente ya le hubiera sucedido algo al pobre pastel de Harley. No me malinterpreten, jamás me había sentido inseguro por alguien como Lucian, no hasta que la propia Mini me había contado que había estado a punto de follar con ese ñoñazo.
 
Al menos Harley tenía la sensibilidad para encontrar la forma de hablar de otras cosas…
 
-Eso mismo, algo social, algo así como… pues como relaciones sociales. Me late que la voy a convencer de ser la imagen de los Delta, al fin que la chica está buena y más de un novato va a babear por incorporarse nada más por estar con ella. Eso sí, esta vez no va a entrar cualquiera, no señor…-
 
Con Madison me había llevado bien a secas, así en general; sin embargo no puedo mentir y de hecho alguna vez había pensado, muy honestamente, que la chica ni siquiera pertenecía a la fraternidad, y que era un chiste de mal gusto tener a alguien como ella entre nuestras filas. Pero qué les puedo decir, ahora me sentía un poco menos cerrado de la cabezota a tal grado de que su participación me parecía bastante puntual, por el bien de los delta.
 
-Qué no somos… YO sí que soy su dueño, óyelo y entiéndelo bien Blue: Yo, Jesse Crawford, soy dueño absoluto del corazón, de la mente y del cuerpo de tu amiguita. Te lo digo así para que te quede clarito, y ella lo sabe, VAYA que lo sabe.-
 
Afirmé con un movimiento de cabeza y apunté al cielo como si aquello fuera dicho por los dioses. Y como si lo fuera, se lo había dicho lo suficientemente ligero como para que pensara que simplemente eran palabras de un celoso inofensivo; pero también lo suficientemente serio como para que se diera cuenta de que mi posesión de Mini no iba a cambiar nada más por ser ella quien llevaba las riendas.
 

-Yo sé que no lo parece Harley, y puedo imaginar lo que estás pensando; pero aunque no lo creas, confío en ella. Confío en ella como para saber que no se va a follar a nadie, ok; pero eso no significa que me moleste por estas cosas, ¿sabes?; confiar no quiere decir dar por hecho que la tengo segura, que nadie va a ser capaz de robarle un suspiro o un momento de fragilidad. Por eso estoy molesto, porque la idiota se expone a que cualquier bastardo se quiera pasar de listo… 


Sí joder, ya sé, medio contradictorios mis argumentos. ¿Pero qué quieren que haga?, en esos segundos de desesperación no podía poner claras mis ideas ni mucho menos. Joder, la chica ni siquiera respondía a mi segundo patronus, ya habían pasado... más de cinco minutos y nada de nada. En serio, ¿Qué puta sorpresa?, ¿de quién o qué cojones?.

En esos precisos instantes, ni siquiera a ella se le ocurrió hacer la analogía entre las tonterías que estaban diciendo y sus recientes actividades sotanistas. Le sonrió ampliamente por el permiso de avisarle a Jesse y a Harley, pidiéndole la ubicación exacta para poder decírselos. La verdad era que no quería tener problemas con Jesse tampoco, ni que empezara a hacerse ideas tonta aunque, siendo sincera, le producía cierto placer malvado que se las hiciera, y que sufriera un poco, por más que tuviera todas las razones para confiar en ella. Corrió detrás de Lucian –qué bueno que se había puesto tennis- y abrió mucho los ojos sorprendida con la música que empezó a sonar, sin evitar una sonrisa por todo el asunto del lumos en hilera. No podía creer que se tomara tantas molestias con ella.
 
Lo que sí fue que cuando cambió su ropa por esas ridiculísimas apretadas y de lycra o a saber, soltó una carcajada de muerte. Ni siquiera podía ver bien el show por estar muerta de risa, roja como un tomate, tapándose la boca  y completamente anonadada por esa locura de Lucian. O sea, ¿de dónde había sacado la loquísima idea?.
 
Siguió sin contestar el patronus ya no porque quisiera mini torturar a Jesse sino porque definitivamente NO le iba a decir que llegara con Lucian disfrazado de eso porque seguramente el majadero arruinaría toda la sorpresa con algunos de sus siempre punzantes comentarios de infame.
 
No podía parar de reír, en serio, seguramente no pararía de reírse en seis años o tres, y seguía sin poderse creer todas las molestias que se tomaba. Fuera de todos los choques, o de todas las cosas que pasaran alrededor de los dos, le quedaba claro que Lucian siempre sería su Lucian, y que no habría cosa que le hiciera olvidar que era el amigo que siempre estaría ahí….ajá, aunque se disfrazara así, lo quería demasiado.
 
-¡ESTÁS LOCO DE REMATE!
 
Le gritó dando un par de saltitos intentando hacerse oír por encima de la música y de toda esa gente animada –que seguramente era gente contratada especializada en shows cursis y ridículos- casi inmediatamente después le volvió la carcajada.

Me salte a Lucian por que si :3

Harley tampoco se imaginaba con quién diablos estaba Mina en esos momentos, de saber que estaba con Lucian tal vez ya habría ido a buscarlos a donde estuvieran, solo quería darle el pastel y un gran abrazo, para ella eran muy importantes los cumpleaños (menos el suyo, lo odiaba), porque quería decir que un nuevo año había pasado y eran nuevas vivencias y todo eso, el estar con ella en esos momentos era de cierta manera la forma de darle las gracias de que permaneciera a su lado y lo mucho que la quería.

Suspiro profundamente y saco su varita para arreglar un pequeño adorno del pastel que se estaba cayendo, escucho el discurso del Delta de Jesse mientras que solamente asentía a unas cuantas cosas, le parecía que con él como presidente las cosas entre las fraternidades cambiarían muchísimo el próximo semestre, el punto es, ¿eso en donde la dejaba a ella? Tenía que tomar una decisión sobre su vida, las cosas que había estado postergando ahora estaban frente a ella, acorralándola, no podía seguir así.

A mi me gustaría entrar a los Delta… – Fue todo lo que agrego tranquilamente justo antes de que él empezara a proclamarse dueño y señor del corazón y pensamiento de Mina, tal vez ni la había escuchado al decirlo, o eso pensó. Lo siguiente que se escucho de sus labios fue una risa, no en burla, solo risa de verdad, es que toda esa charla la había enternecido de una manera ridícula. Ya no sabía que pensar de Jesse, la verdad, pero le gustaba que entendiera su lugar y que valorara esta vez un poco más, la presencia de Mina.

Bueno entonces ¿Qué hacemos? La vamos a buscar o algo así? Tu dime y yo te sigo, aun que será ridículo andar por ahí apareciéndonos con un pastel de wafles… soluciones concretas Crawford, por favor… .

Se puso de pie y se llevo las manos a la cintura, volteo a ver el pastel la verdad un poco resentida al respecto. También estaba la idea de guardarlo y dárselo el día de mañana, aun que no podía estar segura de si el sabor seguiría. También podría hacerle un encantamiento para hacerlo más pequeño y portable, ya luego que la encontraran podría quitárselo y todos comerlo, era un dilema siempre que se encontraba frente a esas cosas.

¿Podrías mandarle otro patronus? Para que nos diga donde esta o si la podemos ir a buscar o a saber. Digo, si te respondió el patronus quiere decir que tampoco esta tan ocupada o en peligro inminente, ¿Verdad? …

Se estaba divirtiendo muchísimo con todo ese espectáculo improvisado que había montado para Mina y notaba que ella también lo disfrutaba mucho, esa era la mejor satisfacción que podía recibir por su parte, que de verdad valorara el gesto y que además lo recordara con gusto. Tenía la infantil ilusión de que jamás olvidaría la noche en la que su amigo, el animago se transformó en Powerline para su cumpleaños. Terminó la canción y Lucian finalizó dando uno de sus famosos saltos mortales hacia atrás y abriendo los brazos y posando su mirada al cielo.

Inmediatamente fuegos artificiales salieron disparados desde las orillas, los bailarines aplaudieron y gritaron bastante alegres. La sorpresa ya había terminado, el animago les agradeció por la ayuda prestada y mencionó que después iría a pagarles como habían acordado. No habían pasado ni 10 desde que llegaron ahí, tuvo a Mina el tiempo suficiente para mostrarle su sorpresa, ahora la devolvería para que los demás también tuvieran la oportunidad de festejarle su cumpleaños.

-¿Te gustó? Por que jamás me pondré esta cosa encima otra vez, sudé como puerco- Dijo cansado.

De inmediato tomó su celular y la abrazó para tomarse un par de fotos más antes de bajar la bragueta del traje y quitárselo de encima. Estaba bastante sediento y le caería bien algo de lo que tenía Steve en el globo. Se limpió un poco el sudor y le hizo el ademán a Mina para que emprendiera de nuevo el camino hacia el globo, era una suerte que nadie más que ella había visto el ridículo que había hecho. Estaba bastante aliviado por eso.

-Ya te regresaré a tu dormitorio, Jesse ha de estar pero como perro enjaulado…- bromeó.

No le terminaba de gustar el hecho de que el delta y ella volviesen pero si Mina decía que esta vez el estaba haciendo su esfuerzo no haría absolutamente nada para impedir que le diera una segunda (o tercera) oportunidad.

No lo olvidaría jamás, eso era un hecho. Seguía alucinada porque hubiera montado todo eso solamente para ella, con salto mortal y todo. Le gustaba pensar que no hacía nada así por nadie, no porque tuviera algún interés romántico sino precisamente por lo contrario: porque no había manera de que alguna chica le robara el corazón de su amigo en ese sentido por lo menos, nadie que ocupara su lugar, así como nadie ocuparía el que él tenía para ella.

-Me gustó muchísimo. Lástima que no reaccioné para tomarte una foto y hacer como 10000 pósters para pegarlos en toda la universidad.

Lo abrazó fuerte sin importarle lo de haber sudado como puerco, pero Lucian se le adelantaba con eso y él mismo se tomaba fotos antes de deshacerse del traje disfraz. Lo miraba alucinada, todavía con el fantasma de la risa loca.

-No, seguro que entenderá. Quién le manda llegar diez segundos tarde.

Claro que seguramente estaría enojado pero Mina ya no estaba dispuesta a tolerar reproches y regaños, no porque sintiera que Jesse no tenía ningún derecho –mientras ella los tenía todos- o algún argumento así, sino porque de verdad había cosas de las que simplemente no tenía que preocuparse, y tendría que confiar en ella si quería que todo eso funcionara.

Volvió a subir al globo, admirando de nuevo el paisaje y se tomó un momento para enviar su hipogrifo patronus de vuelta al dormitorio, con mensaje para Jesse que solamente decía “ya voy para allá”. De verdad quería verlo y todo pero esperaba que el encuentro no fuera una pelea.

-Muchas gracias por planear esto, Lucian. Es el mejor arranque de cumpleaños. Espero que sea augurio de un buen día.

Dijo mientras miraba hacia abajo, de nuevo disfrutando el paisaje que le proveía el globo. Pues sí, era animaga y volaba, pero no se cansaba de ese espectáculo.