Season's call me

Dos días después de la trama.
privado Daniel


No es que Rashel fuera una madre sobreprotectora, ni que Evan se tomara tan poco a la ligera la situación por la que Brownie había pasado, pero eran Lovecraft y eran Krauls, las primeras reacciones que Marie Gohile cuando se enteró de todo eso fueron simples: tiene sangre de Los Kraul y de los Lovecraft,  debe comenzar a acostumbrarse que la vida no es fácil.
Evan había pasado gran parte de los dos días en el Miisterio, su trabajo como inefable le pedía ponerse a desmemorizar a cuantas personas muggles hubieran estado ahí, además de ayudar a esconder cuanta información hubiera sucedido y sobre todo, quienes lo habían provocado.
Pero Rashel y Darren no, aunque la Auror Alemana tenia trabajo fue capaz de mandar todo al diablo, Darren tampoco se despegó ni un momento de su hermana.

Si bien habían asistido varias personas incluida la Tía Evangeline (aunque venia mas en modo de auror para hacerle unas preguntas a la joven) Rashel seguía ahí.

Esa tarde Brownie ya estaba despierta, en realidad nada malo le pasaba, había perdido un poco de sangre debido a la hemorragia y seguía un poco intranquila asi que la mantenían en observación para identificar que había sido eso que le había provocado el mareo y la anulación temporal de la magia que le sucedió durante aquella ocasión.

En esos momentos Rashel estaba trayendo un par de cafes, Brownie se encontraba dibujando sin parar con una crayola en su libreta blanca, había todo tipo de cosas en esa carpeta, pero quería recordar, caras rostros momentos. Pudo dibujar un laboratorio, gente amarrada, jaulas, cosas terribles, parecía en cierta forma como su estuviera en un extraño trance, tan “ida” y tan ensimismada estaba dibujando que no se percato de alguien que entraba a la habitación.

Han sido los peores dos días de mi vida. Bueno, no, pero casi… Después de lo que pareció una eternidad, por fin pude librarme de Laise y su molesta presencia, para llegar al hospital completamente preocupado. Mi padre conoce un par de sanadores residentes con los que planeo hacerme palanca más adelante, así que recurrí a ellos antes que a nadie para dar con el lugar exacto en que Brownie Lovecraft estaba internada. Un par de minutos después me enteré de lo que había sucedido (o lo que ellos sabían) y no solo la preocupación cupo en mi, si no un miedo de que algo horrible le hubiera podido pasar.
 
Desafortunadamente no pude llegar más allá de la recepción de su piso, pues un montón de gente con rasgos alemanes vigilaba los pasillos e incluso la puerta de su habitación asignada. No soy tan despistado, así que adiviné inmediatamente que se trataba sobre su familia…. No supe si sentirme más preocupado o aliviado. Tan solo tratar de acercarme, un tipo alto con cara de pocos amigos (al que sé que conozco de algún lado pero no sé de dónde) se acercó a mí y me detuvo, diciendo que esto no era asunto mío y que si deseaba verla debía esperar hasta que él lo aprobara. No puse objeción alguna, pero me costó demasiado trabajo controlar mi temperamento (especialmente después del encuentro con Laise y la mala noche de sueño).
 
Lo que sí, es que una de sus primas, una de las gemelas que estudia en la universidad(La que tiene el cabello normal) se acercó hasta mi para tratar de tranquilizarme un poco. Me aseguró que los doctores se estaban haciendo cargo y que Brownie estaría bien, solo que todavía no sabían lo que tenía. Me tomó las siguientes seis horas de mi vida convencer a uno de los doctores para que me dejara ver el registro médico de la susodicha, para así aplacar un poco esa ansiedad que me estaba carcomiendo por dentro. Y apenas 48 horas después del incidente, por fin, uno de los familiares custodios, se acerca hasta mí y me da permiso de entrar a verla. Dos de los peores días de mi vida, casi puedo jurarlo.
 
Tardo un par de segundos en controlar mis emociones para poder abrir la puerta. Dentro solo esta una mujer en un sillón, como quedándose dormida y Brownie, en la cama que el hospital le ha proporcionado. Se ve un poco pálida, desprovista de esa sonrisa que tanto me gusta y con las ojeras ligeramente amoratadas, pero sigue siendo ella y sigue estando aquí. Parece estar muy concentrada en dibujar, pues ni si quiera advierte mi presencia en la habitación y hasta temo que de alguna forma el hecho de estar allí pueda causarle algún problema. Me aclaro la garganta para llamar su atención.
 

-          Yo eh… Espero que te encuentres mejor… - ya sé que es la frase más trillada que alguien puede decir en un lugar como este, pero es lo único que me sale.

No es que estuviera cansada, había dormido aún más poco de lo que últimamente estaba durmiendo (después de lo de Jesse y ahora esto ayudaba menos a dormir) pero aun así le habían estado dando pociones para tranquilizarla.
Evan lo sabía, no exactamente que había visto su hija, pero sabía que algo traía en su cabecita y que las visiones tenían parte de la culpa, también sabia que Brownie la estaba pasando mal, aunque no podía descifrar que era.

Entre su debilidad por la falta de sueño que ya venía postergándose semanas atrás y la falta de apetito que tenía últimamente estaba muy débil, así que aunque no hubiera pasado nada días atrás iba a terminar de una u otra manera en el hospital.

Rashel estaba sentada después de haber traído dos cafés, en sus piernas estaban unos expedientes que tenía que investigar en sus ojos muy parecidos a los de su hija ya habían  aparecido unas ojeras sobre su precioso rostro y su rostro más allá de ese típico estricto que se cargaba esta preocupación y cansancio, estaba dormitando cuando la puerta se  escuchó, atinando solo a abrir los ojos y mirar fijamente al joven, tal vez Daniel no lo alcanzo a ver por la posición donde estaba, pero Rashel ya tenía su varita apretada y una maldición en sus labios por cualquier cosa.
Brownie en cambio levanto la cabeza cuando escucho la voz de Daniel, como si fuera un chip que la sacara de sus horribles pensamientos. Lo observo un momento, y aunque se veía cansada, débil y ojerosa sonrió amplia mente al verle, le daba gusto saber que al menos él se encontraba bien.


-Daniel… -su sonrisa bastaba para decirle todo lo demás, miro a su madre un momento, Rashel veía a el joven como si reconociera en el algo, Brownie recordó que la auror alemana estaba ahí cuando Daniel la salvo. Era posible que aun lo reconociera.
-Me da gusto verte… pasa por favor… -palpo su lado de la cama para que el se sentara, no sin antes mirar a Rashel quien al ver que su hija reconocía al joven se enderezo guardando la varita.
-Mutter.. el es Daniel Lindberg, Daniel, mi madre Rashel Kraul…-

Su madre miro a Brownie un instante.
-El no es…- su acento marcado alemán resonó en la habitación, pero antes de que dijera algo la joven que estaba en cama la interrumpio en ese mismo idioma esperando que Daniel no le entendiera.
-Se amable, por favor… -

Y con ello la licántropo mayor estrecho la mano de Daniel con firmeza, sin dejar de mirarle a los ojos, sonrio de lado como si algo pasara por su cabeza.
-Le recuerdo de niño, pero has cambiado mucho joven Lindberg… -levanto una ceja y lo soltó para murmurar un “los dejare solos un momento…” pero antes de llegar a la puerta se detuvo.
-Tengo que pasar al área de pociones por la poción de Darren que faltaba y la mía… ¿Necesitan algo? –y no miro esta vez a su hija, si no a Daniel, como diciendo “¿también necesitas tú la poción chico lobo?”.
-No madre… gracias… -Brownie no habia captado la mirada de su madre ni sus comentarios del todo porque estaba dejando a un lado su libreta creepy, solo levanto la vista cuando vio a Daniel  y a su madre salir.

-Esta un poco preocupada y cansada… disculpala si suele ser un poco fuerte al hablar, es una buena persona en realidad… aunque los he preocupado mucho a todos, incluyéndote a ti, lo siento… -

La sola mirada que me dirige sirve para tranquilizar a mi corazón agitado, su sonrisa termina haciendo eso con mi estómago que ha estado en crisis durante estos dos últimos días. Sé que no se ve igual que como hace unos días, cuando esos besos marcaron la diferencia en nuestra forma de tratarnos, pero sigue pareciéndome tremendamente bonita. Y saber que, aunque lastimada magullada y anémica, está bien. Nada de lo que hubiera pasado le ha podido arrebatar la sonrisa y eso es lo más importante.
 
Me acerco un par de pasos a la cama, cuando siento esa otra mirada sobre mí, pesada e inusual. Así que antes de obedecer las señas de Brownie, mi mirada se dirige directamente a la de su madre, quien parece escudriñarme con sus penetrantes ojos (increíblemente parecidos a los de su hija, pero imponentes en lugar de dulces).
 
-          Es un placer… señora… – respondo lo más formal que puedo, sin saber si llamarla “Señora Kraul” o “Señora Lovecraft”, aunque si sé que ha empezado a reconocerme, que sus instintos, igual que los míos le dicen a gritos lo que soy y la maldición que cargo sobre mis hombros. No entiendo lo que alcanza a decirle Brownie, pero sé que intercede por mí, pues de inmediato la pesada mirada que su madre me dirige cambia ligeramente y estrecha la mano firme que le ofrezco – Hay circunstancias que obligan a que uno cambie – le digo por toda respuesta y espero no llegar a ofenderla.
 
Es una mujer imponente, más que el hombre que me ha detenido el primer día que llegue al hospital y, no me explico como es posible que una mujer tan fuerte como ella haya podido criar una hija tan dulce como Brownie. Supongo que el nombre realmente influye en la vida. Empiezo a tranquilizarme cuando la señora Kraul camina hacia la puerta para dejarnos solos, sin embargo su ultimo comentario y esa mirada cómplice que me dirige termina por shockearme. Empiezo a toser para disimular un poco mi desconcierto, con lo preocupado que he estado se me ha olvidado por completo que dentro de poco será Luna llena.
 

-          Eh… no, gracias…. Estamos bien – digo con un dejo de nerviosismo. Y casi puedo jurar que antes de que la puerta se cierre, la señora Kraul me lanza media sonrisa de satisfacción. Esa mujer es de cuidado – Me cuesta trabajo asociarte con ella… son tan diferentes – comento al tiempo que me acomodo en la parte de la cama que me ha señalado antes, mirándola por fin de frente y sonriéndole. Sin si quiera esperar o preguntar o molestarme en inspeccionar si no hay otra persona en la habitación, tomo su rostro con ambas manos y le doy un beso, tierno, pero consistente – No sé qué hacías allí o lo que sucedió, pero te prohíbo volver a salir sin mi ¿entendiste? No me importa si es un viaje solo para chicas o vas al mundo Muggle, voy a estar allí para protegerte ¿de acuerdo? -

Podía pecar de ingenua o de tontita pero no se habia percatado de los comentarios entre su madre y Daniel, sin embargo si sabia que si madre solia ser bastante fuerte al hablar, pero la vida habia tratado a Rashel muy duramente y la habían convertido en la persona que era, sin contar que su empleo la habia formado de esa manera tan ruda.
Podía ser esa una razón por la que Brownie declinaba completamente a ser auror. Aunque no descartaba la idea, nunca la descartaba.

Rió ligeramente ante el comentario de su madre y negó con la cabeza para despues encogerse de hombros siguiéndolo con la mirada hasta que se sento.
-Digamos que su licantropía y su trabajo no la han hecho la mujer mas sencilla, pero en realidad es una increíble mujer y una excelente madre, aunque la verdad, Darren, mi hermano, se parece muchísimo mas a ella que a mi, yo soy mas como mi padre… -
Iba a explicarle las mil y una razones de porqie Evan D. Lovecraft el heredero de la familia era mas apegado a ella cuando el tomo su rostro y la beso. Brownie se quedo pasmada por un milisegundo antes de responderle a su beso, se estremeció por completo sin mas, y tomo sus manos con las suyas dejándose llevar por ese momento tan tierno.
No podía creer que habia pasado de nuevo, pero tenia que admitir que llevaba dias pensándolo, dias completos preguntándose porque lo extrañaba tanto, porque estaba en su cabeza a cada momento. Ahora se podía responder sin duda alguna.


Cuando el beso termino y el dijo aquella cosa Brownie solo asintió con la cabeza acercándose mas a el para refugiarse en sus brazos, cuando habia sucedido todo en aquel lugar y habia llegado con una severa crisis de pánico e histeria se habia quedado toda la noche abrazada a Evan, sin soltarle, temblando como una niña asustada. Pero ahora no era por temor, era la necesidad de sentirlo cerca de ella, de ese calor que emanaba que en parte le recordaba mucho a su hermano, tal vez los chicos el general eran de esa forma, pero Daniel en especifico era lo que ella habia estado necesitando todo ese momento.

-buscaba a mis primas cuando todo paso… pero están bien, todos están bien creo… Jesse logro ponerme a salvo, perdona si te he preocupado tanto, pareces también muy cansado… -levanto el rostro para verle,  y le dio un beso en su clavicula. –Yo… ah… ¿Cómo has estado?

En realidad mi conocimiento sobre el incidente es demasiado vago, no es como que me preocupara demasiado lo que sucedió allí, si no la salud de Brownie y el hecho de que se encuentre bien en poco tiempo. Incluso me permito omitir parte de la conversación, aunque sé que quizá más adelante vuelva a surgir el tema y sea obligatorio tocarlo. Pero tenerla entre mis brazos me parece la opción más importante, la prioridad en este momento; así que no me cuesta nada de trabajo evadir el tema de la licantropía para proporcionarle toda la protección que necesita.
 
-          ¿Tus primas también estaban allí? Eh… ¿Odile  y Odette? No las puedo diferenciar por nombre, pero una de ellas me envió el mensaje de que estabas en el hospital – le digo mientras le acaricio el cabello, sin apartarla de mi pecho. Tenerla así es muy relajante y después de dos días de completa histeria siento que lo merezco, que valieron la pena para poder abrazarla de esta forma. El beso me hace sonreír – Un poco cansado, he estado en el hospital casi desde que llegaste, pero tus guardianes no me dejaban pasar a verte. Supongo que es comprensible, deben haber estado muy preocupados por ti – La aseveración correcta que estaba por decir es “tan preocupados por ti como yo”, sin embargo lo considero demasiado engreído de mi parte y sé que no podré comparar esa preocupación con la de una madre o un padre por su hijo – Así que tuve que esperar pacientemente mi turno para poder verte. Tu familia sí que impone, el hombre que me detuvo la primera vez también era de carácter fuerte.
 
No me ha dicho su nombre, por eso no puedo especificarle a quien me refiero, sin embargo considero que no hace falta. Mis dedos siguen moviéndose solos sobre el largo cabello de la chica que sostengo en mis brazos, le doy un beso en la frente y recargo mi cabeza sobre la de ella.
 

-          Me tenías muy asustado, por favor no vuelvas a hacerlo… - Sé que no ha sido a propósito, pero no puedo evitar implorarlo.

Sabia por su hermano y por su padre que Odille y Odette estaban bien, Odille habia salido lastimada en aquel evento, Odette esta con bien y eso era lo que importaba. Había estado severamente preocupada por sus tias, sonrio agradecida que una de las gemelas hubiera avisado.
-¿Quieres un secreto…? En realidad son mis tias lejanas… -menciono con una sonrisa poniéndose a si misma un dedo en los labios como si fuera un secreto importantísimo.

No pudo evitar mirarlo un poco angustiada de saberlo tan cansado y que estuviera tan preocupado por ella todo ese tiempo, parte de ella odiaba que las personas se pusieran asi por su persona, y lo menos que quería era causarle problemas a Daniel.
Se quedó un rato con los ojos cerrados disfrutando de sus caricias en su cabello, aquello la reconfortaba de todas las formas posibles.
No tenia que preguntar ni describir quien era esa persona de voz y decisión fuerte, estaba muy segura que sabia de quien se trataba.

-Se llama Evan D. Lovecraft, el es a quien conocen como “El heredero Lovecraft” el jefe de la familia por asi decirlo, quien maneja todo el apeido y lo que sucede en este… Se supone que es muy famoso y reconocido… -suspiro un momento antes de abrir los ojos a Daniel. –Y… es mi padre. El a diferencia de mi madre es un poco mas amable, solo que es bastante serio, es increíble, aun ni salimos a la primera cita (ir a la lechuceria y de ahí a tu habitación no cuenta) y ya conociste a mis padres… -bromeo sonriéndole, se separo un poco de el cuando el le pidio aquellas cosas, acaricio su rostro de nuevo con sus manos y se atrevio a darle un beso, esta vez no escatimo en si sus padres entraban o no, decidio que quería demorarse por esa ocasión, permitio a sus labios jugar con los de Daniel, lentamente, por un momento solo rozándolos hasta volverle a dar un beso mas intenso. Su corazón estaba desembocado, era como si Daniel fuera toda la medicina que necesitara.
Solo termino el beso cuando la respiración se hizo escaza, y cuando eso paso finalizo dándole un suave piquito en sus labios y sonrio.

-Creo que me esta dando vueltas todo otra vez, pero dice el sanador que estare bien… a menos claro que tu diagnostico sea que me tengan que cortar el pie por esta vez también… -bromeo haciendo un recuerdo de esa vez que hablaron por primera vez.

No pude evitar sorprenderme ante su confesión ¿es en serio? Jamás me imaginé que pudieran estar emparentadas de esa forma. Supongo que es posible, aunque un poco raro, especialmente sabiendo que les dice primas y no tías. Incluso puede llegar a ser un poco perturbador ¿eso significa que deberé tratarlas con más respeto? Le sonrío de vuelta, guardaré su pequeño secreto.
 
Mis dedos recorren su cabello con un movimiento rítmico, casi autómata, como si pertenecieran a ese lugar y hubieran llevado a cabo esa tarea miles de veces antes. Se siente bien, aunque es la primera vez que me permito estar así con una chica desde el accidente, empeñado en que este tipo de situaciones se habían acabado definitivamente para mí. Me alegro de que no sea así, aun cuando me preocupe demasiado lo que pueda suceder a partir de ahora, aunque se haya instalado en mi corazón un pequeño miedo a su rechazo. La escucho cuando me explica quien es el hombre que me ha detenido en mi intento por verla la primera vez; abro mucho los ojos al saber que se trata de su padre y tiene tanto peso dentro de la familia. Ahora sé de donde se me figuraba conocido, seguro he visto su foto o retrato en un par e lugares sin prestarle atención.
 
-          Bueno – digo medio sorprendido – supongo que fue como debía ser ¿No es lo que dijiste la vez pasada? Nada es casualidad y, ha sido en una situación lo suficientemente incómoda como para ser una buena anécdota – trato de tranquilizarla sonriendo otra vez. Recibo su beso con gusto, tomándola por la cintura y atrayéndola hasta mi lo más que nos permite la posición. Disfrutando el contacto con sus labios y la facilidad con que parecemos habernos complementado… También a mi llega a faltarme el aire, pero la sonrisa que me ha provocado lo vale completamente - ¿Estas bien? – pregunto alarmado cuando me confiesa sentirse mal – Creo que no debemos hacer esto hasta que estés mejor… y no, no voy a quitarle una pierna a la chica que me gusta –
 
Esta vez una risa natural sale de mi boca. Con cuidado paso uno de sus mechones de cabello detrás de su oreja y le acaricio la mejilla.
 

-          Creo que tenemos que hablar de algo ¿sabes? Este pequeño evento ‘casi mortal’ por el que has pasado me puso a pensar seriamente en que no quiero dejarle la decisión al destino… - mis ojos van directamente a los suyos, la mirada cargada de sentimiento - ¿crees poder ignorar mi poca experiencia como buen novio y salir conmigo formalmente?

Y nada era casualidad en este mundo. Brownie lo sabía perfectamente. Desde el momento que nació su familia sabía que ella estaba destinada a algo, quisiera o no quisiera, o lo evitara o no, había un destino para todos y creció sabiendo que el hilo del destino estaba ahí.
Adoraba que Daniel respondiera a sus besos de la misma manera y con la misma intensidad, era algo que hacia muchos años no sentía por nadie, si bien era bastante despistada por las cosas del amor, pero no podía controlar a su corazón latir con tanta fuerza a su lado, era como un sueño extraño.
Y es que semanas atrás habia estado soñando con el, estaba mas distraída de lo común en clases e inclusive Darren, su hermano, muchas veces la habia estado mirando extrañado como si algo ocultara dentro de ella.


Se mareo tan solo un momento lo cual controlo con facilidad o eso creía, estaba todavía bastante debilucha y solo asintió con la cabeza con una sonrisa despues de besarlo, su sonrojo apareció completamente cuando el le dijo que ella era la chica que le gustaba, lo miro a los ojos con cierta ilusión infantil y sonrió nerviosa, pero sus nervios se intensificaron cuando el menciono lo de ser su novio, estaba muy sonrojada ya para entonces.
Por un momento quería ponerse a gritar y a reir de nervios y de felicidad, en cambio le regreso la sonrisa mas linda que podía darle a alguien y le tomo de la mano con suavidad.

-No seas bobo… ¿crees que yo tengo la mejor experiencia de novia de alguien? Tengo a la familia mas creepy desde los Locos Adams y criaturas extrañas rondando por aquí, no me extrañaría que quisieras escapar ahora antes de que un Deep One llegase, recomendaría que corrieras ahora que hay tiempo… -no pudo evitar reírse de solo imaginarlo y negó con la cabeza. –Daniel… debes saber que desde la primera vez que te vi, asi petulante y sangronsísimo en Salem… megustabas… -pego las palabras con demasiada rapidez bajando la cabeza muy sonrojada sonriendo.

La pregunta requiere todo el valor que tengo para salir de mis labios por que, bueno, he sido un patán con demasiadas chicas y sería comprensible que el destino decidiera darme una lección haciendo que Brownie me rechace. Pero la posibilidad de una afirmativa hace que valga la pena. Por una breve fracción de segundos me deja a la espera, pero finalmente sonríe y me permito volver a respirar.
 
Su toque hace que mi corazón palpite más rápido y que la sonrisa en mi rostro se ensanche todavía más. Recibo sus palabras con alegría, aun cuando me llama bobo y me recomienda huir antes de que algo malo me suceda. Claro que no huiré, aunque si, su familia da un poco de miedo, pero vale la pena por ella… Lo siguiente, sin embargo me deja sorprendido ¿Ha dicho lo que creo que ha dicho?
 
-          No fueron mis mejores años – le digo apenado, aunque muy dentro de mi sé que los disfruté bastante. Quien sabe, si la maldición no se hubiera apoderado de mí, quizá seguiría por ese camino y sería parte de los Nu – Y sucedieron demasiadas cosas desde entonces… –
 

Vuelvo a aclararme la garganta, es increíble como a veces las palabras se traban en mi boca y me enredo más de lo que debería. Creo que es la falta de práctica, el no hablar siempre con la gente – Brownie, antes de que digas que si (por que estoy seguro que lo dirás), tengo que confesarte algo… que puede hacer que tu opinión de mi cambie por completo…- Es ahora o nunca, el momento decisivo; sostengo su mano entre las mías, con el temor reflejado en mis ojos – Cuando tenía 17 años, poco antes de dejar Salem, uno de mis primos y yo fuimos atacados por un licántropo… él falleció de inmediato, pero yo… - me cuesta seguir hablando, así que me limito a hacer lo único que me resta. Me giro un poco y levanto mi camisa a la altura de mis omoplatos, dejándole ver una fea cicatriz que cruza mi espalda en diagonal.

Aun recordaba sus epocas en Salem, Brownie jamas habia sido una chica de esas populares como Madison o Svetlana lo eran, ella permanecía siempre en un perfil bajo aunque solia meterse en muchos problemas, algunas veces buscando monstruos en el lago, otras veces simplemente leyendo a las alturas de la lechuceria, pero jamas habia tratado de buscar amigos o novios, Butler habia sido casualidad del destino, habia llegado a ella y asi como habia llegado se habia ido para siempre, simplemente un dia ya no estaba y toda aquella ilusión del amor se le habia pasado por su vida rápidamente.

Pero Daniel, el era el chico guapo que siempre estaba rodeado de chicas y chicos, aquel que solia mirar por debajo del hombro y solo sonreir de lado. Brownie lo veía siempre tan lejos y tan inalcanzable, por eso ahora le era casi imposible creer que estaba ahí, sintiendo sus brazos, siendo besada y querida por el.
Ladeo la cabeza un poco cuando el dijo que no habían sido sus mejores años y presto atención a lo que el le estaba diciendo francamente no sabia que podía ser tan fuerte que pudiera ella de alguna manera cambiar su pensamiento hacia el.

Escucho su historia inclusive mordiéndose el labio cuando vio su herida y fruncio la ceja y llevo una de sus manos a tocar despacio, lentamente aquella cicatriz como si deseara que las yemas de sus dedos pudieran curar aquello, pero ella mas que nadie sabia que era imposible.
-Lo lamento mucho… lo de tu primo, de verdad lo lamento mucho -murmuró despacio mientras aun asi suspiraba casi con alivio y lo abrazaba ocultando su rostro en su cuello. –Pero… gracias a la magia tu estas bien, perdóname si sueno egoísta con eso, pero es solo que… Debe de ser muy difícil para ti… Pero jamas podría molestarme eso… -Se separó un poco para darle un beso en los labios, uno mas en la mejilla y otro en la frente.  -…No puedo entender lo que debe ser, mi hermano y mi madre sufren de ello cada luna llena pero… jamas podría cambiar mi opinión respecto a ti… -sonrió sin dejar de abrazarlo del todo, acaricio su rostro una vez mas, despacio, mirándole con ternura.


-Ahora bien, si a esas vamos… -Miro de soslayo la libreta de sus dibujos y suspiro. –Mi madre cuando se embarazo de mi estaba aterrada, tenia muchísimo miedo de contagiarme alguna cosa terrible… Tuve suerte en cierta manera con ello… Lo malo es que herede la maldición/bendición de mi padre… Yo… vas a pensar que estoy loca… yo tengo visiones extrañas, veo cosas que han pasado cosas que van a suceder, la razón por la que estoy aquí ahora es a causa de ello, las visiones suelen hacerme daño, suelen dejarme mal… asi que, somos dos personas rotas al fin y al cabo… -volvio a sonreírle sin pensarlo, de una u otra manera estaban ahí y ahora.

Los recuerdos de esa noche siguen siendo lo suficientemente claros como para querer olvidarlos. Matthew acababa de obtener el empleo que deseaba y por ende me invitó a tomar unos tragos, de haber sabido lo que nos esperaba le habría dicho que fuéramos a su departamento o que lo dejáramos para otro día. Pero no podíamos anticiparlo, ninguno de los dos. El ataque fue rápido, la mordida dolorosa y entrever el momento en que él perdía la vida por las garras de ese monstruoso ser sigue persiguiéndome en las peores pesadillas. Un nudo se ha apoderado de mi garganta, por que además de Lucian y mi familia, Brownie es la primer persona con quien comparto la historia.
 
El toque cálido de sus dedos sobre la cicatriz envía un impulso eléctrico por todo mi cuerpo, me quedo mudo solamente de saber que no le provoca asco tocarla… no como a mi madre cuando la vio por primera vez… La dulzura de su voz al hablarme otra vez es tan inusitada, tan poco escuchada por mis oídos, que al principio me cuesta trabajo creerlo. Sin quererlo, los ojos se me llenan de lágrimas y se me empaña la vista cuando me abraza de esa forma. Nunca nadie se había portado así, como si haberme convertido en lo que soy no fuera el fin del mundo, como si no cambiara nada.
 
Cierro los ojos y la estrecho entre mis brazos, escuchando todo lo que me dice sin poder creerlo. Es la primera vez, después de todo, que nadie toma la noticia como si la vida se hubiera acabado, como si la desgracia hubiera caído sobre mis hombros y ya nada pudiera volver a ser igual. Puedo sentir claramente cada uno de los latidos de mi corazón cuando me besa… No sé qué cosa buena habré hecho ni por qué el destino me habrá enviado a esta chica, pero lo agradezco infinitamente.
 
Tanto así que escuchar su confesión no me inmuta en lo absoluto, aunque no estoy seguro de si ya he empezado a sonreír de nuevo o sigo con la cara de no poder creerlo. Es su ultima frase lo que me hace besarla de nuevo en la frente.
 

-          Pero, es que cuando estoy contigo no me siento roto – Jamás he sido una persona romántica ni detallista, pero eso ha salido del corazón.

Nunca iba a ponerse en su lugar, tampoco trataria jamas de entender que era lo que pensaban o el sufrimiento que pasaban. Sabia que Darren usualmente se la pasaba de mal humor, siempre un poco mas huraño aunque tenia sus ratos mejores, y aunque Darren habia nacido asi, no imaginba lo terrible que seria ser infectado de la noche a la mañana por algo. Su abuela, Marie Gohile aun se empeñaba por buscar una cura, algo que pudiera contrarestrar la licantropia, siempre en vano.


No se percato que sus ojos se habian puesto cristalinos porque sentia que si lo dejaba de abrazar el sentiria que no estaba apoyandolo, asi que se mantuvo un largo rato entre sus brazos, sin contar que le gustaba mucho estar de esa forma.
Sonrio para si cuando el le dijo esa ultima cosa, estaba segura que no importaba cuanto hiciera, iba a seguir sonrojandose siempre que el le dijera todas esas cosas, pero esta vez solo sonrio.
-Bueno, entonces ya somos dos...Solo debes saber eso, no me importa, no me importa lo que eres, puedo vivir con ello, excepto las lunas llenas, ahi si quieres puedes vivir con mi hermano... entre ustedes se entienden en esa locura... -se acerco a el para robarle otro beso cuando la puerta de la habitacion se abrio lentamente, Brownie se incorporo de inmediato casi por reaccion y vio entonces a su padre entrar.


Evan a diferencia de Rashel tenia una mirada mas solemne, muy tranquila aunque algo cansada, aunque denotaba muchisimo respeto no parecia tener ese humor de genios que Rashel poseia. Levanto una ceja en un gesto de interrogacion al ver al joven y al ver a su hija.
El, era mas parecido aun a Brownie, tenia un aura mas tranquila y mas facil de llevar, asi que solo se dirigio a ellos tras un suave “buenas tardes”
-Annete, joven... buenas tardes. No sabia que estaba alguien aqui... -
Brownie le sonrio un poco aunque su rostro estaba bastante sonrojado, ella sabia que Evan leia perfectamente sus reacciones (y si se descuidaba, su pasado), miro a Daniel y despues a su padre, estaba cansada de estar presentando a su ahora novio a todo el mundo.
-Vatter... el es Daniel Lindberg, Daniel, mi padre, Evan D. Lovecraft... -esperaba y ningun otro familiar se le ocurriera entrar.

Evan solo estrecho la mano del joven y fruncio la ceja como respondiendose a el mismo tantas preguntas, al final solo sonrio.
-Le conoci, hace unas horas insistente en entrar, tal vez si me hubiera explicado que era tu novio... -le dirigio una mirada que casi decia “si, si lo se...lo vi muchisimo antes de que siquiera lo dijeras” y ensancho la sonrisa negando con la cabeza, se acerco a su pequeña y le dio un beso en la frente, Brownie estaba mas roja que un tomate y solo atino a reirse nerviosamente, su padre solo se encogio de hombros aun con una sonrisa casi complice, dejo un par de botellas de color sangre en la mesita de noche.
-Mañana te dan el alta, el doctor te manda estas pociones, necesito que las tomes y nada de “no tengo hambre” espero que el joven Lindberg si te haga entrar en razon... Voy a darles unos minutos mas antes de que tu Mutter regrese y le de un sincope... ¡y los quiero a un metro y medio de distancia...! -esto ultimo casi lo dijo como una advertencia disfrazada de amabilidad. Severidad podria decirse del heredero Lovecraft, le dio un beso a su hija en la mejilla y le puso una mano a Daniel en el hombro casi con ello diciendole mil cosas que un padre podria decirle a aquel que trata de estar con su tesoro mas preciado, y con ello se marcho.

Brownie puso los ojos en blanco y solo se hecho a reir.
-De verdad... estoy sintiendo panico de que conozcas a toda la familia el dia de hoy... -miro la puerta y solo pudo reirse de aquella locura.

Miro la botellita con la pocion, de seguro algo para que recuperara la sangre perdida e hizo una muerca.
-Esa cosa sabe horrible, hey, te pago con ranas de chocolate si te la tomas por mi... anda no seas mala persona...-

Sonrío ante su comentario, aunque realmente no me llevo nada bien con su hermano y seguramente será un tema próximo a tratar si de verdad voy en serio con ella. La tomó por la cintura nuevamente cuando se acerca hasta mí, adivinando sus intenciones y decidio a cooperar con ella. Así que no es la única a la que sorprende el sonido de la puerta ¿Se habrá tardado tan poco su madre en ir por las pociones? Alejo mis manos de su cuerpo en el acto, no quiero causarle una mala segunda impresión a nadie.
 
Giro entonces para toparme de frente con el hombre que no me dejó entrar a verla hace dos días, a quien maldecí por lo bajo en ese momento y que ahora reconozco como el padre de Brownie. Respondo su saludo con un bajo “buenas tardes”, que además de todo sale con un tono neutro y sin chiste. Puedo percibir en él el aire de jefe de familia, ese que mi padre también desprende sin quererlo; también veo el parecido que tiene con su hija, que aunque a simple vista parece poco, ahora sé que es más profundo del que yo jamás podría tener con mi familia.
 
-          Es un gusto, señor Lovecraft… –
 
Estoy a punto de añadir un ‘lamento mi comportamiento’ pero me detengo. Sé que no me porté como un completo patán, pero no me gustaría que su familia me recordara por ser el tipo que casi se come con la mirada al jefe de familia, y aunque me gustaría aclararle que en ese momento no era su novio, considero que es un poco embarazoso. Lo siguiente, aunque diferente, me parece bastante tierno. Mis padres jamás han sido así de delicados con nunguno de mis hermanos, ni conmigo, así que esta muestra de afecto entre un padre y una hija me resulta extrañamente agradable.
 
Levanto las cejas sorprendido cuando alude mi apellido para convencerla de tomar su tratamiento, pero el comentario me saca otra sonrisa. Aunque a lo siguiente, no puedo evitar ponerme un poco nervioso, si el padre de Brownie hubiera entrado unos minutos antes la escena hubiera sido muchísimo peor para todos. Su toque en el hombro esta lleno de significado y para mi es completamente nuevo. Jamás había conocido a los padres de ninguna chica, al menos no formalmente ni siendo su novio, así que le doy un peso especial a ese gesto.
 

-          Si eso llegara a pasar, supongo que me ahorraría un montón de momentos incómodos futuros ¿no te parece? – Le digo volviendo a acariciar su cabello, pero conservando la estricta distancia ‘sugerida’ por su padre - ¿En serio estás tratando de sobornar a un futuro sanador, Brownie? – levanto una ceja y la miro con cara de pocos amigos, luego tomo una de las botellas con ese horrible contenido color sangre y la destapo, para constatar que, efectivamente tiene un olor aun más repulsivo – Voy a hacer que te tomes esto, te guste o no… pero, te concederé algo a cambio si lo haces, cualquier cosa que me pidas – Es un buen trato, el tipo de tratos que solía hacer con mis hermanos pequeños en situaciones similares – Solamente no me pidas que te traiga la luna o que encuentre a una de las criaturitas que tanto te gustan, por qué seguro fracasaré estrepitosamente.

Para su suerte, Evan era muchisimo mas comprensivo que Rashel, (eso, y que Rashel habia tenido un fuerte conflicto con la familia de Daniel) asi que apenas salio de la habitacion solo atino a reirse.
Se encogio de hombros esperando que de verdad ningun familiar mas entrara, mucho menos Darren, que era capaz de armar un escandalo.
-Tranquilo, seras la novedad un par de tiempo y despues te olvidaran, los Lovecraft somos cerca de 500 familiares en America, deberias de ver las reuniones que se hacen cada año, son fantasticas... -sonrio suavemente pensando en todos los eventos familiares que se super llenaban de parientes, volvio a reirse. -Aunque es probable que termines perdido. A mi me paso... -


Daniel habia marcado la distancia como Evan le pidio, pero Brownie no iba a hacer mucho caso de eso, asi que solo se acerco un poco mas para por lo menos poder tomarle la mano mirando la horrible pocion.
-Claro que estoy tratando de sobornarte, mira solo es de que le des un par de tragos y se acabara, dicen que esa pocion te da poderes magicos interdimensionales y demas, yo no los necesito yo ya viajo y me la paso en la luna la mayoria del tiempo... -Hizo una mueca cuando el abrio aquella cosa, ¿porque tenian que darle esa cosa tan horrible? Y aunque Daniel hiciera mil tratos su respuesta seria negarse rotundamente aunque tampoco queria parecer una berrinchuda.


-No puedes obligarme Lindberg primero saltare por la ventana, mi madre me enseño parkour... (otra cosa es haberlo aprendido lo cual la respuesta es no) Aunque la ide de tener un “lo que yo quiera” me agrada, aun y cuando no podrias traeme un Shoggot para mi solita... -



Tomo la pocion con su mano y suspiro, pero antes de beber aquello le dio un ultimo beso a Daniel, porque no queria besarle despues con ese horrible sabor.
-Ya pensare que es lo que quiero y ya lo veras, no va a ser nada facil... Estas haciendo que beba esta cosa horrible de la cual me habia librado por horas... -y le dio un trago completo, apreto los ojos tratando de no sentir ese horroroso olor. Una vez terminado limpio despacio sus labios y suspiro.
-Que espantoso es esto... ¿Has probado algo igual de horrible antes? -

Niego con la cabeza al tiempo que la sonrisa se borra de mis labios, dándole a entender que no voy a tragarme esa mentira. Aunque le vuelvo a sonreír cuando veo esa carita de asco con el olor de la infusión.
 
-          Bueno, puedes saltar por la ventana si gustas, pero estoy seguro que si fue tu madre quien te lo enseñó no tendrá ningún problema en ir a perseguirte – le digo al tiempo que le paso la botella.
 
Cuando se acerca para besarme nuevamente, la dejo hacer, aunque todavía me preocupa que alguno de sus padres vaya a entrar por la puerta en cualquier momento, como parece estar sucediendo. Con la suerte que hemos demostrado tener esta tarde, estoy bastante seguro de que es solo cuestión de tiempo para que entren sus abuelos o algún otro miembro pesado de su familia. Luego de su amenaza, le da un trago enorme a la bebida.
 
-          Si, en realidad aunque no lo creas, cuando llevas una especialidad en medicina te obligan a probar cosas muy extrañas – respondo mientras tomo la botella de sus manos y le pongo la tapa nuevamente,  luego la dejo de regreso sobre la mesa – De hecho estoy seguro de que ya he elaborado esta misma poción, aunque en este momento no recuerdo todos los ingredientes… yo muy mal –
 
Le coloco la manta que la cubre en el lugar correcto, ya que con tanto beso se ha movido bastante y es entonces cuando le presto atención a la libreta en la que ha estado dibujando antes de que yo llegara.
 

-          ¿puedo preguntar que tienes allí?

Era increible como el podia arrancarle sonrisas de la nada, alguns veces Brownie aun veia en el al chiquillo de 15 años que reia de esa manera con sus amigos en el colegio, cuando no habia molestas lunas llenas, saber que parte de el aun luchaba contra la maldicion le gustaba aun mas.


-Probablemente primero preguntaria que le hiciste a su retoño, luego mandaba a buscarme a media cuidad... con antorchas incluidas... -le saco la lengua en todo de broma, estaba bien segura que despues del horrible sabor de esa pocion no querria besar de nuevo al licantropo.
Le presto atencion sin embargo a lo que decia respecto a su carrera, le gustaba escuchar hablarle, era como un catalizador a todas las cosas terribles.
.¿Como te hacen probar estas cosas? Que barbarie, ¿que pasa si una de esas cosas te vuelven loco? -


El detalle de que la arropara le parecio enternecedor pero no dijo nada mas que sonrojarse enteramente y sonreir nerviosa, aunque cuando el dirigio su mirada a su libreta Brown la miro seriamente y suspiro profundo.
-Es mi sketchbook.... en el, dibujo las cosas que recuerdo de las visiones... -Tomo esta libreta acomodandose un poco mas cerca de Daniel, palpo la portada de aquella cosa como si fuera magico, y lo era, tenia un encantamiento simple que al tocarlo la persona correcta este se abria de golpe, las paginas se movieron freneticamente, Brown susurro algo y el movimiento se detuvo en una pagina, en medio.
-La gente normal escribe y dibuja de adelante hacia atras, y otros de atras en adelante, yo no sigo nunca un patron, asi puedo dibujar adelante puedo dibujar en medio, siento que el dia que termine las paginas, leere hacia adelante los dibujos y algo me diran... Tal vez la entrada a algun portal interdimensional... Como esa pocio que me bebi, vez, si la hubieras bebido entenderias... -le trato de sonreir aunque ese libro, no era la cosa mas bonita del mundo, en esos momentos la imagen estaba suspendida en un boceto aterrador.


-Realmente debes pensar que estoy mal de la cabeza, en mi favor, mi madre me hizo examenes de niña, no naci psociopata asi que de males, el menor... -bromeo mirando el dibujo esperando Daniel no saliera corriendo de ahi. -Vaya duo que somos ¿no? -


dibujo

-          ¿Serías capaz de provocarle a tu novio una situación así solo por que no deseas tomarte una poción? La culpa te perseguiría y lo sabes – le digo también enseñándole la lengua en un ademán que solo reservo para mis hermanos pequeños y mis mejores amigos, como Harley.
 
Luego suspiro, muchos de los alumnos también se quejaron por que nos ponían a probar las pociones, pero si algo tenía de razón el profesor es en que no hay mejor receta que la experiencia.
 
-          No les preocupa ¿tu crees que tantos años de estudio y horas de trabajo te dejan cuerdo? No, de todas formas, te tomes lo que te tomes, todos los sanadores terminan locos de alguna forma –
 
Podría seguir explicándole todo el tiempo lo que ella quisiera saber sobre su carrera, sobre la infusión de la que acababa de beber y sus propiedades. Pero me limito a prestarle atención a sus gestos en cuanto toma la libreta en sus manos; se ve que es algo bastante valioso para ella, así que me concentro en no decir tonterías ni nada mientras las hojas vuelan con rapidez, como si una entidad invisible las moviera. Me acerco un poco hasta ella a medida que su narración avanza y entiendo un poco de lo que dice; no demasiado puesto que siempre he sido una persona que se guía más por la razón que por otra cosa, pero lo errático de los dibujos se me figura interesante, quizá al final si tengan algún sentido.
 

-          No me vas a convencer, así que deja de intentarlo – le digo mientras le acaricio la nariz con un dedo y luego volteo a ver la pagina en la que su libreta se ha abierto. El dibujo es en sí lo suficientemente desconcertante como para acaparar mi atención. Jamás había visto algo como eso y no puedo evitar preguntarme si verá siempre ese tipo de cosas… Entonces me levanto de la cama y me siento justamente a su lado, pasando mi brazo por su cintura y dándole un beso en la frente – Bueno, al menos estamos seguros de que nunca nos aburriremos y tendremos buenas historias para cuando seamos viejos – digo en tono tranquilizador, pero vuelvo la mirada hasta la pagina en que el dibujo resalta - ¿Siempre ves cosas así? -

-Bueno, un requisito para que te den el gusto bueno en los Lovecraft es estar loquito asi que bienvenido a la familia, ya no necesitaras conocer a todos... -le sonrio tranquilamente aun y cuando lo que le iba a mostrar era terrible. O por lo menos un poco extraño.


No siempre habia sido asi, habia en esa libreta dibujos de lo mas encantadores, algunos mas extraños y otros sin sentido como lineas unicamente, solo ella podria entenderlas a su manera.
No pudo evitar sentirse mas liberada por decirle aquellas cosas, volvio a sonreirle cuando el pidio dejar de convencerlo de lo que fuera que fuera, la cercania de su cuerpo con el de ella la hace sentir mas segura, como si ya nada malo pudiera pasar en esos momentos.

Le mira cuando hace mencion a ellos juntos de ancianos, ¿el parecia realmente querer estar con ella por tanto tiempo? Su corazon late sin duda un poco mas fuerte, no puede evitar tampoco recargarse en su hombro cerca de su cuello.
-No siempre... -dice mentras pone su mano encima del libro y este vuelve a pasar las paginas abriendose en una de un enorme ciervo en una colina.
-A este amiguio lo vi en una vision, lo vi corriendo del bosque, detras de el habia una criatura vestida de rojo y terror... Se lo comente a mi padre a tiempo y logramos prevenir un incendio... pero no llegan cuando quiero, si no cuando el destino lo amerite... -su mano que estaba en su grimmerie tomo la de Daniel que estaba ahi y fruncio el ceño al ver las heridas en esta.


-que... ¿que te paso? -

Decido no darle demasiada importancia a lo que dice respecto a su familia, pues es bien sabido que los miembros más jóvenes siempre tendemos a exagerar ese tipo de cosas. Incluso yo podría contarle unas cosas de mi Familia que no son tan agradables, pero me limito a no hacerlo pues sigue siendo un tema delicado. Espero no tener que tratar con ello en mucho tiempo.
 
El comentario respecto a ser viejos no iba por allí, por lo cual es una suerte que no sepa lo que esta pasando por la cabecita de Brownie, ya que de lo contrario seguro me asustaría un poco. No sé ni si quiera qué sucederá mañana o la próxima luna llena, así que planear una vida a futuro no se me da bien, solo lo decía por decir, para quitarle la tensión al momento.
 
Sin embargo la sujeto más fuerte cuando se recarga en mi hombro, acomodándome para su confort. Vuelvo la mirada hasta las paginas de su libreta, donde un montón de hojas pasan, algunas con dibujos otras en blanco y finalmente se detienen en la imagen de un ciervo muy bonito. El dibujo esta hecho, como el anterior, con crayones y con trazos bastante marcados.
 
-          Vaya – digo con la boca abierta, pues jamás pensé que las visiones pudieran ayudar a ese tipo de cosas. Entonces toma mi mano y hace esa pregunta – No es nada, no te preocupes – Le digo para tranquilizarla.
 
Sé que quizá exageré en ese momento y que le debo una especie de disculpa a Laise, pero después de su actitud no tengo ningún ánimo de ir a buscarla.

Tenia hasta cierto punto de admitir que estar a su lado era comodo y reconfortante, cuando el la abrazo (ambos haciendo caso omiso al metro y medio que Evan pidio) Brown cerro los ojos un momento, estaba un poco cansada y la pocion solo lograba que le pesaran un poco la mirada.


Pero sin duda alguna la herida en su mano parecia un poco mas severa que un “no es nada” Brown fruncio el ceño acariciando despacio la mano de Daniel, lentamente con las yemas de sus dedos mirando las heridas.


-Deberias de dejar ya ese trabajo de asaltar casas sabes, yo gano lo suficiente vendiendo jovencitas como para que dejes tu profesion como ladron, te hace daño entrando por las ventanas... -bromeo aunque no estaba del todo tranquila con su respuesta.


-Yo podria curarte pero me han prohibido hacer o conjurar casi nada, por mi cordura, por que crees que sigo aqui, de no ser asi ya hubiera escapasdo unas horas antes... -



Cerro entonces el libro y volvio a ver a Daniel.
¿Que hay de ti? Hay algo mas aparte que deba saber como que no se, eres fumigador de plagas en tu tiempo libre o algo asi...? Estas en algun club?

-          ¿Vendes jovencitas? Yo pensé que solo traficabas con sus órganos, de haberlo sabido no me hubiera molestado en entrar a la última casa – digo mientras me río, es increíble como puede hacer ese tipo de bromas sin inmutarse, como si fuera lo más normal del mundo. Quizá eso es parte del por qué me gusta tanto – No te preocupes por esto, es una nimiedad ¿recuerdas que soy yo el que estudia medimagia? –
 
Sé que restarle importancia al asunto no disminuirá su gravedad, pero no es algo en lo que quiera pensar justo en este momento. Quizá deba hablar con Lucian antes de que pase otra cosa o incluso contarle ahora a Brownie por qué después de todo Laise parece ser su amiga. Pero no lo hago, es ese afán mio por dejar que las cosas se resuelvan solas lo que me provoca quedarme callado y solamente volver a darle un beso en la frente a la niña de ojos claros que tengo a mi lado.
 
-          ¿Cazar ratas en noches de luna llena se considera exterminio de plagas? Por que si no, entonces creo que es todo… Bueno, quizá debería contarte que mi familia se siente altamente decepcionada de mi por la transformación y que suelen evitarme la mayor parte del tiempo – comento como si no fuera gran cosa, aunque muy dentro de mi sé que si lo es – por eso, quizá, parecía importante el hecho de responder a la carta de mi padre el otro día.
 

Carta que por cierto no he enviado, por que aun no estoy muy seguro de que sea lo correcto. Ni se me ha pasado por la cabeza que Brownie este empezando a quedarse dormida, aunque mis conocimientos sobre la poción dicen que sucederá pronto.

-¿Por quien me tomas? ¿Repoman? Por supuesto que trafico con ellas, tengo cinco cabarets a lo largo y ancho de Arabia, todas y cada una de las jóvenes ahí incluidas les falta un riñon y un apéndice… Toda una locura -
Le sonreía sin poder evitarlo, era como si desde que lo conociera hubiera necesitado sus sonrisas, como si simplemente el destino pidiendo mas de sus miradas, de su voz.
-Bueno, yo soy historiadora, o próxima a serlo, algún dia contare la historia real de como Daniel Lindberg lucho contra tres dragones al mismo tiempo recibiendo solo unos cuantos rasguños, seguramente fue cuando iba en camino a la búsqueda de una damisela que siempre se la pasaba en desgracia… Algo asi ia la historia. Las leyendas fantásticas difíciles de creer del medimago Daniel, por Anette Kraul porque debo permanecer en el anonimato... – cerró un poco los ojos cuando la beso en la frente y le dedico una sonrisita mas y vuelve a recargarle el rostro, su respiración sin duda era mas calmada conforme escuchaba lo que el decía respecto a su hobbie y entonces menciono lo de su familia.


Frunció el ceño quedándose un largo rato pensando y negó con la cabeza.
-Una vez, Jesse me dijo que no siempre era familia la que te daba la vida si no la que te amaba por lo que eres… Y que hogar no siempre es donde has vivido toda la vida si no donde estés mas cómodo… -levanto el rostro y le dio un besito en la clavicula para después solo rozar su piel con su nariz en esta.

-Lamento de verdad, muchisimo que sean asi contigo...¿Has tratado de solucionar algo con ellos? ¿De decirles como te sientes? -

-          Pues visto desde ahí, es un excelente negocio ese que tienes, solo ganar-ganar… ahora me volveré un flojo de primera y dejaré que me mantengas – No tengo ni idea de quién es Repoman, pero le sigo el juego como si nada. Es tan extraño que compartamos el mismo tipo de humor que a cualquier otra chica podría parecerle grotesco y hasta de mal gusto…
 
La escucho atentamente mientras me cuenta un poco más de ella, de esas cosas que no sé y parecen tan importantes en este momento. Lo cual me hace reír un poco, no sé exactamente de dónde saca esta chica sus ideas, pero espero que siga así para siempre.
 
-          No sé de donde sacas tus ideas, pero podrías escribir cuentos para niños, seguro les gustan… siempre y cuando omitas tus dibujos por qué los vas a asustar y les provocarás pesadillas… Y, deberías buscar otro protagonista, un sanador no es tan divertido, o cambiarme un poco en tu libro y decir que, no sé… soy un semigigante o algo así, si vendes muchas copias después me pagarás regalías –
 
Trato de bromear un poco, aunque lo siguiente parece haber quitado todo el aire cómico del ambiente. No es agradable hablar sobre mi familia y la relación que llevo con ellos, sin embargo, sus palabras me devuelven un poco a la realidad y al momento en que me encuentro.
 
-          Lo sé, Harley suele decir lo mismo, aunque supongo que es más fácil decirlo que sentirlo… No sé, la familia siempre será la familia y esas cosas – digo para tranquilizarla un poco – En realidad no, preferiría no tratar demasiado con ellos, por ahora… Dime ¿no tienes sueño? La poción que te bebiste ya debió haber hecho efecto, será mejor que te deje descansar y otro día hablaremos de cómo conquistar el mundo y esas cosas ¿te parece?
 

Le doy un ultimo beso en la frente antes de prepararme para salir de la habitación.