Hablando Claro
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Rumores. El mundo en Basset-Knapp se regía mediante rumores. Dimes y diretes que podrían ayudarte a que tu vida en la universidad fuera más llevadera o bien condernarla a un infierno que duraba aproximadamente cuatro años y que además aun así habría repercusiones. Uno de los tantos rumores que sonaban, en la universidad, sobre todo en la Fraternidad Epsilon Alpha Chi era que su actual presidenta Laise Den Adel sería derrocada.
Ella se mantenía al tanto de todo aquello, por que a pesar su evidente disminución en popularidad, aun mantenía chicas bajo su ala, leales y dispuestas a todo. La chica que sonaba mucho como la persona que quitaría a Laise de su muy ansiado trono era su mejor amiga Violet Wildenstein. Siempre supo que ella quería la presidencia y podrí quitarsela sin problema, además de que poseía una virtud que no todas tenían y esta era paciencia, una paciencia arraigada y aprueba de todo. Solo debió esperar a que las acciones de Laise y los rumores hicieran lo suyo para tomar la silla presidencial como propia.
Estaba en un punto de quiebre, era el momento de que la alemana limpiara la imagen desprolija y llena de vergüenza ajena que tenía pero primero debía hablar con Violet. Desde el día de la cena no había hablado con ella a solas y en absoluta tranquilidad, se disculparía con ella por el desagradable momento que la hizo pasar pero no por lo demás. No iba a marchar en retroceso, sabía que ganarse la fraternidad merecía sacrificios pero mantenerse ahí y mantener a la fraternidad requería un esfuerzo constante.
La citó a las 5pm para justamente tomar el té, aunque en este caso beberían solamente jugo de naranja. Preparó una jarra y mandó a la golondrina a que diera aviso a su amiga. El mensaje de su patronus decía: -Te espero en la sala de la fraternidad, es en calidad de urgente. XoXo-. Se sentó en la mesita del té donde gustaba pasar horas estudiando y esperó a que Violet llegara, la enfrentaría directamente, no había la necesidad de decirles a sus demás hermanas que se fueran de ahí, ya sabían que siempre que Laise citaba a alguien en la mesita del té era para hablar temas delicados o serios y aquella que se atreviese a escuchar dichas convsersaciones se contaba como la nueva miembro de los chicos sin fraternidad.
Ella se mantenía al tanto de todo aquello, por que a pesar su evidente disminución en popularidad, aun mantenía chicas bajo su ala, leales y dispuestas a todo. La chica que sonaba mucho como la persona que quitaría a Laise de su muy ansiado trono era su mejor amiga Violet Wildenstein. Siempre supo que ella quería la presidencia y podrí quitarsela sin problema, además de que poseía una virtud que no todas tenían y esta era paciencia, una paciencia arraigada y aprueba de todo. Solo debió esperar a que las acciones de Laise y los rumores hicieran lo suyo para tomar la silla presidencial como propia.
Estaba en un punto de quiebre, era el momento de que la alemana limpiara la imagen desprolija y llena de vergüenza ajena que tenía pero primero debía hablar con Violet. Desde el día de la cena no había hablado con ella a solas y en absoluta tranquilidad, se disculparía con ella por el desagradable momento que la hizo pasar pero no por lo demás. No iba a marchar en retroceso, sabía que ganarse la fraternidad merecía sacrificios pero mantenerse ahí y mantener a la fraternidad requería un esfuerzo constante.
La citó a las 5pm para justamente tomar el té, aunque en este caso beberían solamente jugo de naranja. Preparó una jarra y mandó a la golondrina a que diera aviso a su amiga. El mensaje de su patronus decía: -Te espero en la sala de la fraternidad, es en calidad de urgente. XoXo-. Se sentó en la mesita del té donde gustaba pasar horas estudiando y esperó a que Violet llegara, la enfrentaría directamente, no había la necesidad de decirles a sus demás hermanas que se fueran de ahí, ya sabían que siempre que Laise citaba a alguien en la mesita del té era para hablar temas delicados o serios y aquella que se atreviese a escuchar dichas convsersaciones se contaba como la nueva miembro de los chicos sin fraternidad.
- Laise Den Adel
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Re: Hablando Claro
Para que las cosas sucedan a veces no hace falta más que esperar, trabajar y esperar. A veces ni siquiera hay que desear las cosas, todo cae por su propio peso y eso estaba sucediendo en la fraternidad, Violet hasta hacía un mes no había pensado en la presidencia pero todo parecía indicarle que era el rumbo que debía tomar, que era lo que le correspondía hacer. No se trataba de una insana sed de poder, tenía suficiente influencia como para hacer lo que desease con su vida pero moría por dentro al ver su fraternidad en ese estado.
Laise hacía caridad pero no la suficiente, decía cosas pero no las adecuadas, se comportaba pero como una maldita borracha maleducada. Aún la consideraba su amiga porque llevaban años queriéndose como hermanas, incluso fue la primera en ayudarla como su campaña para la presidencia, lamentablemente ahora la pobre Laise estaba en un mal momento y no era digna de ser la cara de las Epsilon Alpha Chi, o como ella les llamaba, las Epsilon Alpha Chee.
Había escuchado rumores acerca de lo que pensaba Laise, algunos decían que en la mente de la alemana Violet había buscado eso y había estado esperando su oportunidad como un burdo carroñero, eso era mentira, podía quererla pero nunca iría detrás de sus sobras. La presidencia era algo que necesitaba más que un deseo, era algo que merecía ser tratado con respeto por alguien que pensase más en el bienestar colectivo que en el propio, Violet Wildenstein podía ser muchas cosas pero no egoísta.
Recibió el petronus de Laise cerca de las cinco de la tarde, estaba estudiando y le molestó que asumiese que no tenía nada mejor que hacer, ¿acaso no sabía lo ocupada que estaba? Lo sabía, pero necesitaba convencerse de que aún tenía el poder suficiente como para mover a quien quisiese. Le haría caso, iría pero no se tomaría más de una hora, aún tenía deberes pendientes. No le sorprendió ver a nadie más cuando asistió a la hora exacta, Laise podía tener muchas amigas que la apoyaban en la fraternidad pero ninguna de las familias involucradas quería un escándalo como ese representando a sus hijas, nadie.
-Hola Laise, me llamaste.-le puso una mano sobre el hombro y le dio un beso en la mejilla a modo de saludo, inmediatamente se sentó en la silla que estaba delante de ella, acomodó su falda y le sonrió.-Tengo poco tiempo, así que si pudieras ir directamente al tema te lo agradecería, bonita.
Laise hacía caridad pero no la suficiente, decía cosas pero no las adecuadas, se comportaba pero como una maldita borracha maleducada. Aún la consideraba su amiga porque llevaban años queriéndose como hermanas, incluso fue la primera en ayudarla como su campaña para la presidencia, lamentablemente ahora la pobre Laise estaba en un mal momento y no era digna de ser la cara de las Epsilon Alpha Chi, o como ella les llamaba, las Epsilon Alpha Chee.
Había escuchado rumores acerca de lo que pensaba Laise, algunos decían que en la mente de la alemana Violet había buscado eso y había estado esperando su oportunidad como un burdo carroñero, eso era mentira, podía quererla pero nunca iría detrás de sus sobras. La presidencia era algo que necesitaba más que un deseo, era algo que merecía ser tratado con respeto por alguien que pensase más en el bienestar colectivo que en el propio, Violet Wildenstein podía ser muchas cosas pero no egoísta.
Recibió el petronus de Laise cerca de las cinco de la tarde, estaba estudiando y le molestó que asumiese que no tenía nada mejor que hacer, ¿acaso no sabía lo ocupada que estaba? Lo sabía, pero necesitaba convencerse de que aún tenía el poder suficiente como para mover a quien quisiese. Le haría caso, iría pero no se tomaría más de una hora, aún tenía deberes pendientes. No le sorprendió ver a nadie más cuando asistió a la hora exacta, Laise podía tener muchas amigas que la apoyaban en la fraternidad pero ninguna de las familias involucradas quería un escándalo como ese representando a sus hijas, nadie.
-Hola Laise, me llamaste.-le puso una mano sobre el hombro y le dio un beso en la mejilla a modo de saludo, inmediatamente se sentó en la silla que estaba delante de ella, acomodó su falda y le sonrió.-Tengo poco tiempo, así que si pudieras ir directamente al tema te lo agradecería, bonita.
- Violet Wildenstein
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Re: Hablando Claro
Evidentemente ambas chicas mantenían una relación tensa desde el día de la cena en el Wild Thyme, en clases no se miraban y casi no se hablaban. No habían tenido la oportunidad de tener esa charla pendiente por que al menos Laise no se sentía lista para recibir los reclamos o regaños por parte de Violet. Ese día ella estaba muy indignada y dolida con todos, sobre todo con ella pero no la culpaba. Estaba muy consciente de que todo lo que había hecho trajo repercusiones no muy favorables y tenía que aprender a lidiar con ello. Sí había algo que reclamarle era por que no obtuvo su apoyo cuando veía que Laise pisaba el fango, no hubo ninguna advertencia de su parte o una amenaza y eso, de alguna manera u otra, permitió que la alemana continuara con su cadena de equivocaciones, pero incluso eso no era responsabilidad de Violet.
Solamente quería hablar claro con ella, no tenían por que levantarse la voz, ni insultarse. Aún existía respeto, al menos por parte de Laise y tomando como punto de partida los años de amistad que tenían, su trato hacia ella sería cordial.
Realmente no se había percatado que quizá Violet tenía otras ocupaciones que atender y se estaba dando el tiempo de atenderla, fue un poco egoísta a decir verdad, actuar de esa forma pero ya no le veía sentido seguir alargando esa charla que tarde o temprano debían tener. Laise por su parte aun creía que tenía ese poder entre sus hermanas epsilon, ¡Cuán equivocada estaba! Ella había perdido todo el derecho de hacer peticiones “con calidad de urgente” desde el primer momento en el que cruzó palabra con Thomas Chee.
Saludó de la misma forma a su amiga y la vió fijamente mientras se sentaba frente a ella, como había supuesto, Violet tenía poco tiempo y ella tendría que resumir las cosas y no andarse con rodeos. Había un viejo dicho que decía “Cuentas claras, amistades largas”, Laise esperaba que ese refrán aplicara en ellas.
-No me tomara mucho tiempo, corazón. Iré al grano, ¿Qué es lo que quieres, Violet? Te lo pregunto como amiga y como presidenta. Sé franca, por favor-
No tenía que ser específica con aquella pregunta, consideraba a Violet lo suficientemente lista como para saber a que se refería y esperaba que de la misma forma honesta y franca le explicara lo que le estaba pidiendo. El cualquier momento saldría a colación el tema del navajo Delta y ella estaba preparada para responderle cualquier pregunta, si es que tenía alguna. Ella sería la primera en saber que lo suyo con Thomas ya no existía, que era cosa del pasado y que paradójicamente, gracias a la insolencia de Bill Snyder ella se había dado cuenta de toda la serie de desgracias que desfilaban detrás suyo.
Solamente quería hablar claro con ella, no tenían por que levantarse la voz, ni insultarse. Aún existía respeto, al menos por parte de Laise y tomando como punto de partida los años de amistad que tenían, su trato hacia ella sería cordial.
Realmente no se había percatado que quizá Violet tenía otras ocupaciones que atender y se estaba dando el tiempo de atenderla, fue un poco egoísta a decir verdad, actuar de esa forma pero ya no le veía sentido seguir alargando esa charla que tarde o temprano debían tener. Laise por su parte aun creía que tenía ese poder entre sus hermanas epsilon, ¡Cuán equivocada estaba! Ella había perdido todo el derecho de hacer peticiones “con calidad de urgente” desde el primer momento en el que cruzó palabra con Thomas Chee.
Saludó de la misma forma a su amiga y la vió fijamente mientras se sentaba frente a ella, como había supuesto, Violet tenía poco tiempo y ella tendría que resumir las cosas y no andarse con rodeos. Había un viejo dicho que decía “Cuentas claras, amistades largas”, Laise esperaba que ese refrán aplicara en ellas.
-No me tomara mucho tiempo, corazón. Iré al grano, ¿Qué es lo que quieres, Violet? Te lo pregunto como amiga y como presidenta. Sé franca, por favor-
No tenía que ser específica con aquella pregunta, consideraba a Violet lo suficientemente lista como para saber a que se refería y esperaba que de la misma forma honesta y franca le explicara lo que le estaba pidiendo. El cualquier momento saldría a colación el tema del navajo Delta y ella estaba preparada para responderle cualquier pregunta, si es que tenía alguna. Ella sería la primera en saber que lo suyo con Thomas ya no existía, que era cosa del pasado y que paradójicamente, gracias a la insolencia de Bill Snyder ella se había dado cuenta de toda la serie de desgracias que desfilaban detrás suyo.
- Laise Den Adel
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Re: Hablando Claro
No se trataba de que Violet desautorizase a Laise a hacer reuniones urgentes pero al menos pensaba tener con ella una relación cercana como para que supiese que a veces su vida estaba lo suficientemente ocupada como para que cada segundo contase como primordial. Pero ahí estaba, cumpliendo con la presidente y con su amiga aunque estuviese sintiendo en el pecho aquella angustia de no haber cumplido a tiempo con algo, pero estaba bien, era superable después de algunos minutos.
No se trataba de que al tener una relación con Chee hubiese perdido el respeto de todas, pero de todos modos se le daba menos peso a sus palabras por la forma en la que actuaba, en eso no se equivocaba aunque una petición directa seguía respondiéndose como cortesía, por algo todas eran Epsilon. Esperaba que no se ofendiese por aquello de que tenía poco tiempo pero era verdad, faltaba muy poco para diciembre y esa era la época más ocupada de la fundación, su tiempo se volvía escaso con eso y los exámenes.
Laise fue directamente al sunto pero sin ahondar mucho, de hecho no explicó nada como Violet pensó que haría, no dijo nada trascendental más que preguntarle por sus intenciones y además lo hacía como presidenta. Debía estar preocupada por los rumores de que algunas consideraban que ella sería una mejor presidenta, debía estar preocupada por el trono que ella decía tener, el pensar en eso hizo que un poco de la amabilidad se borrase de su rostro porque recordó aquella forma tan fea que usó al hablarle.
Era orgullosa y no iba a olvidar eso, era una rencilla personal que resolverían en algún otro momento porque como le había dicho la aún presidenta, hablaba como tal, si todo era así de oficial le respondería como se debía.
-Quiero que la fraternidad tenga una presidenta que esté a la altura de nuestras expectativas, de las expectativas de nuestras familias, alguien que sea capaz de representar todos los valores de las Epsilon. No una monja o una mojigata porque ese no es un requisito para ingresar, simplemente alguien que pueda hacer bien las cosas, alguien que sepa que las responsabilidades caen sobre sus hombros. Yo no creo que tú seas esa persona.
No iba a preguntarle por el navajo, por si la relación había terminado o si continuaba, no lo sabía a ciencia cierta y realmente en ese punto daba igual, todo estaba dicho y ya aquella hipocresía cortés que habían guardado hacia ella había caído bajo el peso de las acciones de Laise.
No se trataba de que al tener una relación con Chee hubiese perdido el respeto de todas, pero de todos modos se le daba menos peso a sus palabras por la forma en la que actuaba, en eso no se equivocaba aunque una petición directa seguía respondiéndose como cortesía, por algo todas eran Epsilon. Esperaba que no se ofendiese por aquello de que tenía poco tiempo pero era verdad, faltaba muy poco para diciembre y esa era la época más ocupada de la fundación, su tiempo se volvía escaso con eso y los exámenes.
Laise fue directamente al sunto pero sin ahondar mucho, de hecho no explicó nada como Violet pensó que haría, no dijo nada trascendental más que preguntarle por sus intenciones y además lo hacía como presidenta. Debía estar preocupada por los rumores de que algunas consideraban que ella sería una mejor presidenta, debía estar preocupada por el trono que ella decía tener, el pensar en eso hizo que un poco de la amabilidad se borrase de su rostro porque recordó aquella forma tan fea que usó al hablarle.
Era orgullosa y no iba a olvidar eso, era una rencilla personal que resolverían en algún otro momento porque como le había dicho la aún presidenta, hablaba como tal, si todo era así de oficial le respondería como se debía.
-Quiero que la fraternidad tenga una presidenta que esté a la altura de nuestras expectativas, de las expectativas de nuestras familias, alguien que sea capaz de representar todos los valores de las Epsilon. No una monja o una mojigata porque ese no es un requisito para ingresar, simplemente alguien que pueda hacer bien las cosas, alguien que sepa que las responsabilidades caen sobre sus hombros. Yo no creo que tú seas esa persona.
No iba a preguntarle por el navajo, por si la relación había terminado o si continuaba, no lo sabía a ciencia cierta y realmente en ese punto daba igual, todo estaba dicho y ya aquella hipocresía cortés que habían guardado hacia ella había caído bajo el peso de las acciones de Laise.
- Violet Wildenstein
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Re: Hablando Claro
Y como esperó, Violet le respondió con franqueza, una demasiado hiriente pero así lo había pedido. Sabía que no estaba desempeñando un buen papel como presidenta y que más de uno se daba cuenta de ello pero también sabían lo testaruda que podía ser. Llegar hasta donde lo había hecho, le había costado un esfuerzo casi sobrehumano, no podía simplemente doblar las manos y dejarse vencer, ella era una Den Adel y como tal, enfrentaría las consecuencias de sus actos con madurez y aplomo. No quería la presidencia solamente por un simple capricho, o por el nombre y las ventajas que podrían sacarse de serlo, ella tomó las riendas de la presidencia por que vió en Epsilon Alpha Chi una oportunidad para crecer, como ser humano y sobre todo como mujer y como profesionista, ya que aún y en pleno siglo XXI, el mundo seguía regido por hombres y eso a los ojos de Laise debía cambiar.
En ningún momento quiso que su fraternidad fuera vista como algo digno de burla o vergüenza, ella quería ser la primera en todo y no solo por ella sino por que así demostraría que había inteligencia en cada una de las chicas que ingresaban y que además poseían talento.Ya la cortesía y los buenos modos los habían dejado atrás, no tenían esa máscara de constante hipocresía que Laise intuía por parte de Violet y lo agradecía, así ella también podría hablarle tajante y sin adornos.
-Así que crees que no estoy a la altura de las expectativas dijo tranquila mientras servía un poco de jugo en el par de copas que tenía en la mesita.
Le dio uno a Violet y ella le dio un sorbo a la suya. Veía que sus intenciones de ser la nueva presidencia iban muy en serio. No estaba sorprendida ni mucho menos pero de alguna manera le entristecía y le dolía a sobremanera darse cuenta de que Violet la tenía en un muy bajo concepto. Ese sentimiento de que fue traicionada se hizo presente de nuevo pero logro manejarlo bien, le volvió a dar otro trago al jugo y continuó:
- Y supongo que tú eres esa persona que llenara esas expectativas ¿No es así?
No le decía aquello como un ataque, era más bien retórico por que ya sabía que Violet también poseía el perfil que se requería para ser presidenta pero ella no había tenido que pasar por lo que Laise, todo en la vida de Violet era de color de rosa, su familia tenía posición tanto social y económica y era respetada por la sociedad mágica americana, en cambio Laise, provenía de una larga e interminable linaje de magos oscuros que fueron cazados poco a poco y que sí, poseían un abolengo muy reconocido pero en Alemania y Holanda, sin contar que no poseía a un padre que la respaldara y que su madre había desaparecido, sin contar que ella había sido víctima de una tortura horrible como la que sufrió el día que se acostó con Adrien Morgan, aunque afortunadamente este último error fue borrado en fragmentos de la mente de Laise. Solo existían esas pesadillas constantes que mermaban la salud mental y física de la teutona.
-¿A qué crees que se deba, corazón? o bien ¿Crees que no podría enmendar mis errores? en serio me piensas tonta?-
En ningún momento quiso que su fraternidad fuera vista como algo digno de burla o vergüenza, ella quería ser la primera en todo y no solo por ella sino por que así demostraría que había inteligencia en cada una de las chicas que ingresaban y que además poseían talento.Ya la cortesía y los buenos modos los habían dejado atrás, no tenían esa máscara de constante hipocresía que Laise intuía por parte de Violet y lo agradecía, así ella también podría hablarle tajante y sin adornos.
-Así que crees que no estoy a la altura de las expectativas dijo tranquila mientras servía un poco de jugo en el par de copas que tenía en la mesita.
Le dio uno a Violet y ella le dio un sorbo a la suya. Veía que sus intenciones de ser la nueva presidencia iban muy en serio. No estaba sorprendida ni mucho menos pero de alguna manera le entristecía y le dolía a sobremanera darse cuenta de que Violet la tenía en un muy bajo concepto. Ese sentimiento de que fue traicionada se hizo presente de nuevo pero logro manejarlo bien, le volvió a dar otro trago al jugo y continuó:
- Y supongo que tú eres esa persona que llenara esas expectativas ¿No es así?
No le decía aquello como un ataque, era más bien retórico por que ya sabía que Violet también poseía el perfil que se requería para ser presidenta pero ella no había tenido que pasar por lo que Laise, todo en la vida de Violet era de color de rosa, su familia tenía posición tanto social y económica y era respetada por la sociedad mágica americana, en cambio Laise, provenía de una larga e interminable linaje de magos oscuros que fueron cazados poco a poco y que sí, poseían un abolengo muy reconocido pero en Alemania y Holanda, sin contar que no poseía a un padre que la respaldara y que su madre había desaparecido, sin contar que ella había sido víctima de una tortura horrible como la que sufrió el día que se acostó con Adrien Morgan, aunque afortunadamente este último error fue borrado en fragmentos de la mente de Laise. Solo existían esas pesadillas constantes que mermaban la salud mental y física de la teutona.
-¿A qué crees que se deba, corazón? o bien ¿Crees que no podría enmendar mis errores? en serio me piensas tonta?-
Última edición por Laise Den Adel el Lun 2 Dic - 13:28, editado 1 vez
- Laise Den Adel
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Re: Hablando Claro
Había una fina línea entre ser hipócrita y ser educado, Violet se movía sobre ella con cuidado porque no le gustaba caer en ese juego que consideraba de escuela, ni siquiera en Salem había sido hipócrita con Svetlana, le sonreía y la saludaba pero jamás la había llamado su amiga, Laise lo sabía, nunca la había invitado a un cumpleaños suyo pese a que se suponía que debía hacerlo. De haber podido leer su mente le hubiese dolido que pensase así de ella, pero probablemente a Laise le hubiese dolido lo que Violet opinaba, sólo algunas cosas porque algunas eran buenas todavía.
No creía que el error que cometió lo hubiese hecho a propósito, era un trágico accidente que había acontecido en su vida pero si bien existían las segundas oportunidades eso no fue algo de una noche, ya lo había hablado con Bill, esas cosas a nadie le importaban porque todos tenían sus deslices. Lo que importaba era que eso fue una relación, una relación que si bien a nadie le importaba dejaba mal parada a la fraternidad porque había ciertos estándares. Que tuviese su novio navajo, era su problema, pero que no las arrastrase o que tampoco esperase que lo fuesen a ver con buenos ojos.
Era clasista de su parte no aceptar eso simplemente porque eran distintos, porque él era un delta pobre, pero así eran las cosas incluso en esos tiempos modernos. No aceptaba la relación porque ella estaba destruyendo su vida pero no se trataba de Laise como persona, ella podía hacer lo que mejor le pareciese, se trataba de que ella era la cara de la fraternidad, ¿acaso esperaba ir a la fiesta de fin de año con él? ¿Mostrarlo frente a los padres de todas las chicas para que viesen lo rebelde y new age que era? Algunas personas tenían una larga tradición en esa fraternidad, sus madres e incluso sus abuelas habían sido miembros, no se podía esperar que ellas cambiasen sus ideas porque estaban concebidas para ser de cierto modo.
No bebió del jugo porque pensaba que estaba un poco loca y en esas situaciones era mejor desconfiar, su padre le había enseñado que en ese tipo de conversaciones al igual que en algunas negociaciones uno debía prevenir, ser paranoico no era una exageración si no una precaución. No la consideraba una mala persona, si le había dicho todo con esa dureza fue porque le dijo que le hablaba como presidenta, de haber sido esa una conversación de amiga habría tenido más tacto. O quizá simplemente hubiese hecho lo mismo para acabar todo lo antes posible.
-Puedo ser yo o puede ser cualquier otra persona que esté dispuesta a cumplir con lo que se requiere. Simplemente pienso que la presidencia te quedó demasiado grande, que no pudiste con todo.-debía ser difícil mantener a tu novio o intentar domesticarlo, algunos decían que Chee era un bruto, Kitty le había contado que intentó ahorcarla una vez.-
Violet conocía la historia de Laise, la de su familia y del rumor aquel que decía cosas horribles acerca de su madre. Le daba pena, por supuesto, pero eso no quería decir que su tragedia debía ser aceptada por todos mientras que eso la justificaba para hacer lo que quisiese, el tener una posición como la que hasta ahora poseía ella le daba un algo que cuidar, algo más grande que ella y que sus problemas.
La vida de Violet no era tan simple y feliz como Laise creía, se esforzaba mucho por lograr tener buenas notas siempre y por estar a la altura de su familia, tenía tres exitosos hermanos que la opacaban y con los que competía lo mejor que podía, tenía que ser lo que se esperaba de ella y además hacer lo que la hacía feliz. Podían sonar como problemas tontos para alguien que no tenía nada y debía dormir bajo un puente, pero para ella era importante y trabajaba duro para cumplir con todo, para ser alguien en la vida, para ser reconocida por ser ella y no por su apellido.
-Si fueses tonta no estarías aquí, pero las personas externas ya saben del problema, ya saben de tu situación. Estas no son cosas que se borran como si nada Laise, ya las familias están al tanto y además te falta el apoyo de los demás presidentes. No los Delta, por supuesto. Billy está en contra, Layla también…no sé qué opine Alexander pero lo mejor es una convivencia sana con todos, hacer lo mejor para tus hermanas, por nuestra reputación colectiva.
No creía que el error que cometió lo hubiese hecho a propósito, era un trágico accidente que había acontecido en su vida pero si bien existían las segundas oportunidades eso no fue algo de una noche, ya lo había hablado con Bill, esas cosas a nadie le importaban porque todos tenían sus deslices. Lo que importaba era que eso fue una relación, una relación que si bien a nadie le importaba dejaba mal parada a la fraternidad porque había ciertos estándares. Que tuviese su novio navajo, era su problema, pero que no las arrastrase o que tampoco esperase que lo fuesen a ver con buenos ojos.
Era clasista de su parte no aceptar eso simplemente porque eran distintos, porque él era un delta pobre, pero así eran las cosas incluso en esos tiempos modernos. No aceptaba la relación porque ella estaba destruyendo su vida pero no se trataba de Laise como persona, ella podía hacer lo que mejor le pareciese, se trataba de que ella era la cara de la fraternidad, ¿acaso esperaba ir a la fiesta de fin de año con él? ¿Mostrarlo frente a los padres de todas las chicas para que viesen lo rebelde y new age que era? Algunas personas tenían una larga tradición en esa fraternidad, sus madres e incluso sus abuelas habían sido miembros, no se podía esperar que ellas cambiasen sus ideas porque estaban concebidas para ser de cierto modo.
No bebió del jugo porque pensaba que estaba un poco loca y en esas situaciones era mejor desconfiar, su padre le había enseñado que en ese tipo de conversaciones al igual que en algunas negociaciones uno debía prevenir, ser paranoico no era una exageración si no una precaución. No la consideraba una mala persona, si le había dicho todo con esa dureza fue porque le dijo que le hablaba como presidenta, de haber sido esa una conversación de amiga habría tenido más tacto. O quizá simplemente hubiese hecho lo mismo para acabar todo lo antes posible.
-Puedo ser yo o puede ser cualquier otra persona que esté dispuesta a cumplir con lo que se requiere. Simplemente pienso que la presidencia te quedó demasiado grande, que no pudiste con todo.-debía ser difícil mantener a tu novio o intentar domesticarlo, algunos decían que Chee era un bruto, Kitty le había contado que intentó ahorcarla una vez.-
Violet conocía la historia de Laise, la de su familia y del rumor aquel que decía cosas horribles acerca de su madre. Le daba pena, por supuesto, pero eso no quería decir que su tragedia debía ser aceptada por todos mientras que eso la justificaba para hacer lo que quisiese, el tener una posición como la que hasta ahora poseía ella le daba un algo que cuidar, algo más grande que ella y que sus problemas.
La vida de Violet no era tan simple y feliz como Laise creía, se esforzaba mucho por lograr tener buenas notas siempre y por estar a la altura de su familia, tenía tres exitosos hermanos que la opacaban y con los que competía lo mejor que podía, tenía que ser lo que se esperaba de ella y además hacer lo que la hacía feliz. Podían sonar como problemas tontos para alguien que no tenía nada y debía dormir bajo un puente, pero para ella era importante y trabajaba duro para cumplir con todo, para ser alguien en la vida, para ser reconocida por ser ella y no por su apellido.
-Si fueses tonta no estarías aquí, pero las personas externas ya saben del problema, ya saben de tu situación. Estas no son cosas que se borran como si nada Laise, ya las familias están al tanto y además te falta el apoyo de los demás presidentes. No los Delta, por supuesto. Billy está en contra, Layla también…no sé qué opine Alexander pero lo mejor es una convivencia sana con todos, hacer lo mejor para tus hermanas, por nuestra reputación colectiva.
- Violet Wildenstein
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Re: Hablando Claro
Se repitió como mantra durante los segundos en los hablaba. debía recordar que se trataba de Violet, no de cualquier tipeja venida a menos con aires de grandeza, así que debía mantener la compostura y la calma a toda costa. Estaba a nada de romper en gritos y reclamos pero no daría otro motivo más para que su amiga la terminara de pensar bruta y básica como Thomas Chee. Le dio el último trago al jugo en su copa y la dejó encima de la mesita. Su semblante cambió a uno realmente indignado. La hora en la que Violet le contaría con lujo de detalles la pobreza en su actuar había llegado, tenía que resistir esos impulsos malsanos de silenciarla con un hechizo asesino, por que en el interior conocía la verdad, ella estaba siendo totalmente sincera.
A pesar de que Laise se sabía completamente responsable de la actual situación de su fraternidad, había algo que no la dejaba en paz, en las tantas ocasiones en las estuvo en situaciones muy embarazosas, nadie se tomó la molestia de socorrerla, de orientarla, hasta parecía que buscaban el momento adecuado para hacer leña del árbol caído, fuera quien fuera ese árbol. Las únicas personas que lo habían hecho fueron Madison Merteuil y Mina Schweinsteiger y las había ignorado por que ninguna de las dos tenía la suficiente autoridad moral para decirle cualquier cosa.
La primera aún mantenía contacto con el drogadicto bueno para nada de Zlatan Fleming y la otra hasta se había casado con un idiota salvaje que también vendía drogas y que ahora hasta era presidente de fraternidad. No pedía lástima, si no un poco de sentido común, una persona normal ayudaba a sus amigos cuando estos lo necesitaban, no ayudaban a cavar su tumba y después de enterrados bailaban sobre esta. Justamente así lo sentía la alemana, estaba molesta consigo misma por entrar a terrenos llenos de fango indiscriminadamente y también con los que creía sus amigos por que no le tendieron la mano cuando más lo necesitaba.
Era bien conocido por toda la universidad que Laise era muy orgullosa y que jamás aceptaba ayuda de nadie a menos que fuera estrictamente necesario y esperaba que sus hermanas, en especial Violet hiciera algo que lograra detener toda la sarta de tonterías que hacía, de ser Violet la del problema, ella no hubiera dejado que todo fuera tan lejos, habría encontrado la forma de ayudarle sin perjudicarla, eso ponía en claro que las intenciones de Violet no eran del todo desinteresadamente por el bien de la fraternidad como siempre alardeaba.
-Quizás tengas razón, Violet. Quizá me quedó muy grande el papel, Quizá no pude con todas las implicaciones que traía un cargo así pero ¿Qué te hace pensar que tú o cualquier otra persona podría con el paquete? La disposición de cumplir con lo que se requiere la puede tener quien sea, pero de eso a demostrarlo, hay una gran diferencia. - Había un poco de clemencia en su voz, ya sabía a donde iba a parar todo aquello de que los de afuera que sabían su situación pero no el por qué.
- Quieren que renuncie ¿cierto? TÚ quieres que renuncie…Sabes bien que no me dieron la presidencia como un favor o como herencia, me esforcé muchísimo para estar donde estoy y no voy a dejar que me arrebaten lo que tanto tanto trabajo me costó ganar. tomó un poco de aire y siguió explicando.
- No tienes idea de lo que tuve que pasar ni tampoco la tienes de lo que sucede en este momento ¿Sabes la verdadera razón por la cuál ese tipo salía con Kitty y conmigo?
A pesar de que Laise se sabía completamente responsable de la actual situación de su fraternidad, había algo que no la dejaba en paz, en las tantas ocasiones en las estuvo en situaciones muy embarazosas, nadie se tomó la molestia de socorrerla, de orientarla, hasta parecía que buscaban el momento adecuado para hacer leña del árbol caído, fuera quien fuera ese árbol. Las únicas personas que lo habían hecho fueron Madison Merteuil y Mina Schweinsteiger y las había ignorado por que ninguna de las dos tenía la suficiente autoridad moral para decirle cualquier cosa.
La primera aún mantenía contacto con el drogadicto bueno para nada de Zlatan Fleming y la otra hasta se había casado con un idiota salvaje que también vendía drogas y que ahora hasta era presidente de fraternidad. No pedía lástima, si no un poco de sentido común, una persona normal ayudaba a sus amigos cuando estos lo necesitaban, no ayudaban a cavar su tumba y después de enterrados bailaban sobre esta. Justamente así lo sentía la alemana, estaba molesta consigo misma por entrar a terrenos llenos de fango indiscriminadamente y también con los que creía sus amigos por que no le tendieron la mano cuando más lo necesitaba.
Era bien conocido por toda la universidad que Laise era muy orgullosa y que jamás aceptaba ayuda de nadie a menos que fuera estrictamente necesario y esperaba que sus hermanas, en especial Violet hiciera algo que lograra detener toda la sarta de tonterías que hacía, de ser Violet la del problema, ella no hubiera dejado que todo fuera tan lejos, habría encontrado la forma de ayudarle sin perjudicarla, eso ponía en claro que las intenciones de Violet no eran del todo desinteresadamente por el bien de la fraternidad como siempre alardeaba.
-Quizás tengas razón, Violet. Quizá me quedó muy grande el papel, Quizá no pude con todas las implicaciones que traía un cargo así pero ¿Qué te hace pensar que tú o cualquier otra persona podría con el paquete? La disposición de cumplir con lo que se requiere la puede tener quien sea, pero de eso a demostrarlo, hay una gran diferencia. - Había un poco de clemencia en su voz, ya sabía a donde iba a parar todo aquello de que los de afuera que sabían su situación pero no el por qué.
- Quieren que renuncie ¿cierto? TÚ quieres que renuncie…Sabes bien que no me dieron la presidencia como un favor o como herencia, me esforcé muchísimo para estar donde estoy y no voy a dejar que me arrebaten lo que tanto tanto trabajo me costó ganar. tomó un poco de aire y siguió explicando.
- No tienes idea de lo que tuve que pasar ni tampoco la tienes de lo que sucede en este momento ¿Sabes la verdadera razón por la cuál ese tipo salía con Kitty y conmigo?
- Laise Den Adel
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Re: Hablando Claro
Violet no sentía responsabilidad alguna por los errores de Laise, el que fuese su amiga no la convertía en su madre y pudo haberla aconsejado pero sólo le había hecho comentarios básicos al respecto porque sabía que Madison y Mina ya lo habían hecho, ella no iba a regañarla si sabía que no le importaban las opiniones ajenas. No iba a gastar su amistad dándole consejos que no iba a tomar en cuenta en lo absoluto, respecto a la presidencia tampoco, se suponía que era capaz de saber lo que hacía.
La gente podía decir muchas cosas del pasado amoroso de Madison o del de Mina, una había estado con un delincuente y la otra con Jesse, ambos eran individuos de poco fiar que en la vida no tenía más de lo que sus manos llegaban a alcanzar, ninguno parecía tener alguna tendencia a sobresalir. Pero fuese como fuese había una diferencia más que grande ahí, ninguna de ellas era la presidenta de su fraternidad, de ninguna de ellas dependía lo que se dijese de las demás.
Que se besase con Chee o que se acostase con él no importaba, pero que desafiase al sistema entero haciéndolo su pareja oficial era proclamar que todas las Epsilon lo hacían, debía entender que ya no se trataba de ella si no de lo que representaba, no era una tentado personal, no estaba motivada por el hecho de arruinar su vida aunque Laise pudiese pensar eso, lo único que esperaba era que la fraternidad no se cayese a pedazos por un deseo carnal.
Escuchó sus palabras y podía sentir cómo se aferraba a la idea de que nadie podría hacer lo que ella hacía, podía parecer que para Laise se buscaba lo angosto pero no era así. Bill por ejemplo tenía una mujer distinta en su cama cada noche y a nadie le importaba si Alexander hacía lo mismo, tampoco si Layla se besaba con mil chicos en una misma noche. No se trataba de eso, esas cosas eran propias de su edad, deslices tan comunes en la universidad que no tenían un peso real, una relación por otro lado sí movía los cimientos, una confrontación directa a los estatutos era malo para todos, el que temblase la mano de quien velaba por las reglas era lo que perturbaba a todos, si fuese una Epsilon cualquiera el asunto no tendría esa magnitud.
-Laise, me dijiste que ibas a hablar conmigo como la presidenta y a eso intento corresponder. Intento decirte las cosas claras, no se trata de robarte nada porque la verdad es que te queda poco o nada. ¿Crees que soy como la arribista de Harley Blue? No necesito la presidencia de la fraternidad para ser alguien, si no soy yo será alguien más, entiende que no es algo personal. -el que el resto de chicas hubiesen asumido que ella era la indicada era otro asunto, no iba a declinar si la postulaban e incluso probablemente lo hiciese ella misma porque creía ser la más apta para el puesto.-
-Y no te comportes como una víctima por tener que demostrar que te lo mereces, muchas lo han hecho antes que tú, no seas tan soberbia como para menospreciar su trabajo. Lo que Chee haya hecho debe haber sido terrible, pero el que dejases que eso nos afecte es la razón de esta conversación.-le importaba pero no si le estaba hablando desde su puesto de poder, como amiga la escucharía y le ayudaría a vengarse si es que la había lastimado, pero no le correspondía a un verdadero líder el lamentarse, tenía que superarlo.-¿Qué harás?
La gente podía decir muchas cosas del pasado amoroso de Madison o del de Mina, una había estado con un delincuente y la otra con Jesse, ambos eran individuos de poco fiar que en la vida no tenía más de lo que sus manos llegaban a alcanzar, ninguno parecía tener alguna tendencia a sobresalir. Pero fuese como fuese había una diferencia más que grande ahí, ninguna de ellas era la presidenta de su fraternidad, de ninguna de ellas dependía lo que se dijese de las demás.
Que se besase con Chee o que se acostase con él no importaba, pero que desafiase al sistema entero haciéndolo su pareja oficial era proclamar que todas las Epsilon lo hacían, debía entender que ya no se trataba de ella si no de lo que representaba, no era una tentado personal, no estaba motivada por el hecho de arruinar su vida aunque Laise pudiese pensar eso, lo único que esperaba era que la fraternidad no se cayese a pedazos por un deseo carnal.
Escuchó sus palabras y podía sentir cómo se aferraba a la idea de que nadie podría hacer lo que ella hacía, podía parecer que para Laise se buscaba lo angosto pero no era así. Bill por ejemplo tenía una mujer distinta en su cama cada noche y a nadie le importaba si Alexander hacía lo mismo, tampoco si Layla se besaba con mil chicos en una misma noche. No se trataba de eso, esas cosas eran propias de su edad, deslices tan comunes en la universidad que no tenían un peso real, una relación por otro lado sí movía los cimientos, una confrontación directa a los estatutos era malo para todos, el que temblase la mano de quien velaba por las reglas era lo que perturbaba a todos, si fuese una Epsilon cualquiera el asunto no tendría esa magnitud.
-Laise, me dijiste que ibas a hablar conmigo como la presidenta y a eso intento corresponder. Intento decirte las cosas claras, no se trata de robarte nada porque la verdad es que te queda poco o nada. ¿Crees que soy como la arribista de Harley Blue? No necesito la presidencia de la fraternidad para ser alguien, si no soy yo será alguien más, entiende que no es algo personal. -el que el resto de chicas hubiesen asumido que ella era la indicada era otro asunto, no iba a declinar si la postulaban e incluso probablemente lo hiciese ella misma porque creía ser la más apta para el puesto.-
-Y no te comportes como una víctima por tener que demostrar que te lo mereces, muchas lo han hecho antes que tú, no seas tan soberbia como para menospreciar su trabajo. Lo que Chee haya hecho debe haber sido terrible, pero el que dejases que eso nos afecte es la razón de esta conversación.-le importaba pero no si le estaba hablando desde su puesto de poder, como amiga la escucharía y le ayudaría a vengarse si es que la había lastimado, pero no le correspondía a un verdadero líder el lamentarse, tenía que superarlo.-¿Qué harás?
- Violet Wildenstein
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Re: Hablando Claro
"¿Qué harás?" Esa última pregunta se había quedado en la mente de Laise rondando y escabullendose, tratando de encontrar una manera correcta de responderle. La mayoría de sus hermanas la querían fuera de la presidencia y parte del consejo escolar, sin contar con los presidentes de las fraternidades que realmente valían la pena. Era el momento de que ella tomara una decisión, una que marcaría su futuro de ahora en adelante. Respiraba pesadamente debido a los crecientes nervios que le había causado esa plática con Violet. Ambas dejaron de lado su amistad de años por un asunto político que solo le había demostrado cómo era Violet en realidad y que además solo trajo problemas más que satisfacciones.
Laise no era de esas personas mediocres que iban por la vida mendigando y lamentandose de su mala fortuna, su orgullo y su tosudez la llevaron hasta donde estaba, bueno o malo y de la misma manera iba a salir del atolladero en el que se había metido. Claramente Violet no quería oir razones, por que para ella solo eran excusas, excusas que no servían de nada a estas estancias del partido. Si de verdad ella estuviera abierta a escuchar a la alemana se daría cuenta de que si Laise hubiera sabido desde el principio que se traía Thomas Chee con ella, jamás hubiera permitido que llegara tan lejos y que mucho menos afectase a la fraternidad.
-Thomas Chee salió con ambas para destruirnos política y socialmente y lo logró... ¿Crees que es concidencia que Kitty terminara como lo hizo? ¿También crees que yo hubiera permitido que la fraternidad sufriera a sabiendas de esto? pero no tiene caso que siga diciéndote esto Violet, para ti no soy más que la culpable de mandar al carajo nuestra reputación y buen nombre y por supuesto no tengo ninguna clase de perdón o segunda oportunidad...- dijo en calma pero con una evidente molestia en su voz. Le exasperaba que todo terminara así, tan abrupto y tan dificíl. Le hervía la sangre de coraje con solo recordar los besos de Thomas Chee en su cuello y como la hacía enloquecer. Lamentablemente en un mundo como en el que se desenvolvía Laise, las cosas buenas que hizo por la fraternidad en su corto tiempo jamás serían mencionadas.
- pues bien siendo así me niego, me niego rotundamente a dejar la presidencia. Voy a hacer las cosas como mejor me parezcan. Solo ten en cuenta una cosa, no voy a seguir enlodando más el nombre de la fraternidad y mucho menos el mío. Voy a reindinvicarme les guste o no. Si piensas que soy una perra orgullosa y egoísta, hazlo me tiene sin cuidado. Me conoces Violet y sabes de lo que soy capaz de hacer ...- Se sirvió un poco de jugo de naranja y le dio un pequeño sorbito, posó su mirada en Violet y la miró fijamente, sabía que todo aquello lo decía muy enserio.
-No voy a tirar por la borda todo lo que hecho, que quede claro. Por tu parte, puedes hacer lo que creas conveniente. Te quiero Violet, pero esto va más allá de nosotras. No te quito más el tiempo, eso es todo. Con tu permiso Terminó su jugo de naranja y dejó la copa en la mesa, se levantó de la silla y camino hacia la salida, iría a su habitación a comenzar a reorganizar sus ideas y ponerse a trabajar. Debía limpiar su nombre y el de su fraternidad y lo haría cueste lo que cueste.
Laise no era de esas personas mediocres que iban por la vida mendigando y lamentandose de su mala fortuna, su orgullo y su tosudez la llevaron hasta donde estaba, bueno o malo y de la misma manera iba a salir del atolladero en el que se había metido. Claramente Violet no quería oir razones, por que para ella solo eran excusas, excusas que no servían de nada a estas estancias del partido. Si de verdad ella estuviera abierta a escuchar a la alemana se daría cuenta de que si Laise hubiera sabido desde el principio que se traía Thomas Chee con ella, jamás hubiera permitido que llegara tan lejos y que mucho menos afectase a la fraternidad.
-Thomas Chee salió con ambas para destruirnos política y socialmente y lo logró... ¿Crees que es concidencia que Kitty terminara como lo hizo? ¿También crees que yo hubiera permitido que la fraternidad sufriera a sabiendas de esto? pero no tiene caso que siga diciéndote esto Violet, para ti no soy más que la culpable de mandar al carajo nuestra reputación y buen nombre y por supuesto no tengo ninguna clase de perdón o segunda oportunidad...- dijo en calma pero con una evidente molestia en su voz. Le exasperaba que todo terminara así, tan abrupto y tan dificíl. Le hervía la sangre de coraje con solo recordar los besos de Thomas Chee en su cuello y como la hacía enloquecer. Lamentablemente en un mundo como en el que se desenvolvía Laise, las cosas buenas que hizo por la fraternidad en su corto tiempo jamás serían mencionadas.
- pues bien siendo así me niego, me niego rotundamente a dejar la presidencia. Voy a hacer las cosas como mejor me parezcan. Solo ten en cuenta una cosa, no voy a seguir enlodando más el nombre de la fraternidad y mucho menos el mío. Voy a reindinvicarme les guste o no. Si piensas que soy una perra orgullosa y egoísta, hazlo me tiene sin cuidado. Me conoces Violet y sabes de lo que soy capaz de hacer ...- Se sirvió un poco de jugo de naranja y le dio un pequeño sorbito, posó su mirada en Violet y la miró fijamente, sabía que todo aquello lo decía muy enserio.
-No voy a tirar por la borda todo lo que hecho, que quede claro. Por tu parte, puedes hacer lo que creas conveniente. Te quiero Violet, pero esto va más allá de nosotras. No te quito más el tiempo, eso es todo. Con tu permiso Terminó su jugo de naranja y dejó la copa en la mesa, se levantó de la silla y camino hacia la salida, iría a su habitación a comenzar a reorganizar sus ideas y ponerse a trabajar. Debía limpiar su nombre y el de su fraternidad y lo haría cueste lo que cueste.
- Laise Den Adel
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Re: Hablando Claro
No entendía, no era sólo por lo de su novio navajo –o ex novio navajo- sino por todo, por cómo se comportaba con los menos afortunados, por esos castigos a gente como Elijah, por todo. Violet podía ser clasista pero no iba por la vida tratando mal a la gente si no se lo merecía, incluso se controlaba tanto como podía con los que sí, la pobre mesera que les sirvió durante aquella cena no había sido más que amable con ellos y aquellos aires de reina no habían sido necesarios, no importaba que hubiese tenido un pasado con Lucian porque aquello era un asunto de ese par.
Respecto a Elijah era más que injusto que hubiese enviado a todas las Epsilon a mirarlo mal como si su hermandad se tratase de esas cosas, de acosar a la gente, se suponía que las chicas que pertenecían a EAC eran bien portadas además de todo. Era un pobre chico que apenas comenzaba en la universidad, ella tenía amigas que no lo tenían en buena estima por ser un grupo de exageradas que se habían sentido atacadas por él y seguramente lo había fastidiado un poco con sus comentarios respecto al ataque involuntario pero jamás enviaría a alguien más a hacer el trabajo sucio.
Habían demasiados errores, algunos más pequeños que otros pero ninguno era justificable, estar borracha en la cena post-evento de caridad o el haberse metido sin razón incluso con su propio hermano durante la fiesta de Harley Blue eran sólo más y más fichas que se acumulaban en esa cornucopia de faltas. ¿Cómo podía aferrarse a la presidencia si no era respetada por todos? El pueblo hace al monarca incluso en esas sociedades tan elitistas, no se trataba de todo para el pueblo pero sin el pueblo, el cuerpo estudiantil debía respetarla para que continuase en esa posición y ya no era una decisión personal.
La quería, realmente era así aunque se comportase de aquella forma tan insensible, escuchó lo que le dijo de Chee y colocó una mano sobre la de Laise. Había esperado que no le hiciese tanto daño pero estaba hecho, como amiga y como hermana daría mucho por ella, era como presidenta que no la apoyaba, se negaba a seguir a un líder al que ya no respetaba.
No le dijo nada, dejó que hablase porque prefería no hacerla estallar con alguna frase hiriente que saliese de sus labios. Además ya estaba hablando con Laise como persona, ella misma había acabado de cruzar ese límite y a ella no podía tratarla de esa forma horrible, porque ella era humana y podía equivocarse mil veces, había esperado que entendiese la distinción que había hecho para poderle hablar con franqueza sin dejar que sus sentimientos se interpusiesen pero el notar esa nota agria en su voz le hizo saber que no era así.
-También te quiero Laise, espero que todo salga bien para ti.-para ella, como individuo. La dejó ir y no bebió el jugo de naranja que tenía en frente. Las fichas estaban puestas sobre la mesa y ella las jugaría, se quedó en la sala de convivencia y sacó un pergamino de su bolso para escribir en él que convocaba a elecciones respecto a la presidencia de la fraternidad y las razones que la motivaban a hacer esa declaración, además que postulaba su nombre para la candidatura si sus hermanas lo aceptaban. Firmó y lo pegó mágicamente al lado de la puerta, parecía iluminado pero era sólo un encantamiento para que llamase la atención y todas lo leyesen.-
Hecho eso guardó sus cosas y regresó a la biblioteca, no quería estar allí porque ya algunas personas comenzaban a leerlo y como le había dicho a Laise estaba más que ocupada ese día. Sentía pena por ella, por su amiga, pero la entendería algún día, esperaba que así fuese, hubiese sido mejor que se fuese con lo que quedaba de su dignidad intacta y no de ese modo.
Respecto a Elijah era más que injusto que hubiese enviado a todas las Epsilon a mirarlo mal como si su hermandad se tratase de esas cosas, de acosar a la gente, se suponía que las chicas que pertenecían a EAC eran bien portadas además de todo. Era un pobre chico que apenas comenzaba en la universidad, ella tenía amigas que no lo tenían en buena estima por ser un grupo de exageradas que se habían sentido atacadas por él y seguramente lo había fastidiado un poco con sus comentarios respecto al ataque involuntario pero jamás enviaría a alguien más a hacer el trabajo sucio.
Habían demasiados errores, algunos más pequeños que otros pero ninguno era justificable, estar borracha en la cena post-evento de caridad o el haberse metido sin razón incluso con su propio hermano durante la fiesta de Harley Blue eran sólo más y más fichas que se acumulaban en esa cornucopia de faltas. ¿Cómo podía aferrarse a la presidencia si no era respetada por todos? El pueblo hace al monarca incluso en esas sociedades tan elitistas, no se trataba de todo para el pueblo pero sin el pueblo, el cuerpo estudiantil debía respetarla para que continuase en esa posición y ya no era una decisión personal.
La quería, realmente era así aunque se comportase de aquella forma tan insensible, escuchó lo que le dijo de Chee y colocó una mano sobre la de Laise. Había esperado que no le hiciese tanto daño pero estaba hecho, como amiga y como hermana daría mucho por ella, era como presidenta que no la apoyaba, se negaba a seguir a un líder al que ya no respetaba.
No le dijo nada, dejó que hablase porque prefería no hacerla estallar con alguna frase hiriente que saliese de sus labios. Además ya estaba hablando con Laise como persona, ella misma había acabado de cruzar ese límite y a ella no podía tratarla de esa forma horrible, porque ella era humana y podía equivocarse mil veces, había esperado que entendiese la distinción que había hecho para poderle hablar con franqueza sin dejar que sus sentimientos se interpusiesen pero el notar esa nota agria en su voz le hizo saber que no era así.
-También te quiero Laise, espero que todo salga bien para ti.-para ella, como individuo. La dejó ir y no bebió el jugo de naranja que tenía en frente. Las fichas estaban puestas sobre la mesa y ella las jugaría, se quedó en la sala de convivencia y sacó un pergamino de su bolso para escribir en él que convocaba a elecciones respecto a la presidencia de la fraternidad y las razones que la motivaban a hacer esa declaración, además que postulaba su nombre para la candidatura si sus hermanas lo aceptaban. Firmó y lo pegó mágicamente al lado de la puerta, parecía iluminado pero era sólo un encantamiento para que llamase la atención y todas lo leyesen.-
Hecho eso guardó sus cosas y regresó a la biblioteca, no quería estar allí porque ya algunas personas comenzaban a leerlo y como le había dicho a Laise estaba más que ocupada ese día. Sentía pena por ella, por su amiga, pero la entendería algún día, esperaba que así fuese, hubiese sido mejor que se fuese con lo que quedaba de su dignidad intacta y no de ese modo.
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