Tes toi!!

La encontré en el jardín de la universidad, me encontraba mal, realmente mal, sabía que Kitty solo era mi amiga, pero cuando me dijo: "Pero somos muy buenos amigos".

Eso me devastó, deje a Harley por amor a Kitty, ella lo sabía bien, yo deseaba dejar de acostarme sin ton ni son, quería ser un caballero, un caballero dueño de la sonrisa de su amada. Pero no fue así.

Llevaba meses persiguiendo a la chica, escribiendole canciones, cantándoselas al oído, abrazándola con toda la ternura que tengo y deseandola también, deseándola intensamente.

Dejé a Kitty en el jardín después de escuchar eso, quería mas que nunca ir a mi dormitorio pedirle a Eleazar que fueramos por unas cervezas, a maldecir mi suerte, a emborracharnos hasta perderme, pero en el camino, la vi otra vez, Harley...

La miré con ojos lascivos, la desnudé con la mirada como nunca hago con ninguna mujer, como lo haría con Kitty si la tuviera, casi amenazante, pero sin dejar de ser un caballero. 

Mi mirada es fuerte, precisa, no tuve que decir nada. La tomé de la mano y caminé lo mas rápido que pude pero sin correr, nos dirigimos hacia su habitación, que por unas semanas fue testigo del deseo que le tengo, y también de mi despedida, cuando juré por Merlin que jamás volvería a tocarla, por el amor que sentía...por respeto a mi amor, y a ella, por que hasta entonces había sido mortal tenerla sin amarla de verdad.

Entramos en su dormitorio, estaba solo, primero la dejé entrar a ella, la seguí y cerré la puerta con seguro. 

La apoyé contra la pared y no dije mas.

Tes toi...ne me demandes rien!...Y la bese con furia, deseo y también, despecho.

¿Qué era el amor realmente? Para Harley el amor se había convertido en algo muerto, literal, se había convertido en una tumba vacía a la cual se había cansado de llorar. Para ella el amor no existía más, solamente los impulsos, el deseo, pero aun así, no era una cualquiera, no se entregaba al primer hombre que atravesara su puerta, con Lucca había sentido una especie de conexión, si bien no era amor, era dolor, era angustia por no tener a su lado a la persona que él realmente quería, como ella.

Si, por que Harley conocía un poco de lo que él sentía por Kitty, él ni siquiera habría tenido que decírselo, lo intuyo en cuanto vio la mirada que le dedicaba, él amaba a Kitty, pero a ella no le importaba, porque de igual manera amor no era algo que ella estuviera buscando y se lo repetía constantemente, no solamente a él quién quiso tener algo más con ella, si no a todos los que buscaban un acercamiento más sincero, menos frívolo de su parte.

Por eso es que el encontrarlo en el jardín después de una terrible clase de cooperación mágica le resulto casi un alivio, a pesar de que él había jurado que no volvería a tocarla, ella reconoció esa mirada en sus ojos y tendría que estar realmente loca para no aceptarlo, porque además era guapísimo y si, la moral de Harley no era la más alta en esos momentos, sinceramente.

Si accedió ir con él, de hecho ella fue la de la idea de su habitación, en primer lugar por que ella no se hacia la santa con Lucca y en segundo porque quería cabrear un poco a Jae, su compañera de cuarto, la verdad no le agradaba mucho compartirlo con ella, porque estaba demasiado acostumbrada a Mina, no concebía la idea de estar en un cuarto y compartir cosas con alguien que no fuera ella.

Cuando entraron y la apoyo contra la pared Harley se dejo hacer, no entendía ni la mitad de las cosas que él decía en francés, aun que su familia de parte de su madre eran de ese lugar, a ella simplemente no se le había dado jamás, pero le gustaba el tono en que las palabras salían de los labios de Lucca, porque él le gustaba, no lo amaba, pero le gustaba y eso estaba bien para ella al menos.

Lo sujeto de la nuca y lo atrajo a ella, disfrutando ese beso que para ella llevaba pasión, pues no conocía los sentimientos de despecho que había detrás. Sus manos recorrieron el camino de su cuello hasta su pecho desabotonando su camisa y lo acariciaron por debajo de esta misma, lo tomo de la cintura atrayéndolo hacia ella, sintiendo su cuerpo y deseándolo.

Pronto, muy pronto se desvaneció el nudo en mi garganta, ese nudo horrible que sentí cuando me rechazó por, novena o décima vez Katherine, la odiaba, y no la podía odiar y ese era el sentimiento de impotencia mas grande del mundo.

Al sentir la lengua de Harley, sus labios en mi cuello, y su piel, pronto olvidé, o creí olvidar.

Harley, ella, no era la sonrisa de cristal que me había enamorado de Kath, como la nombraba, no, para nada, Harley es piel, suave, perfumada y electrizante piel, mas que savia, era veneno, veneno puro que en lugar de curar mis heridas las cauterizaba con un malestar mayor, uno en "la boca del estómago", similar a un golpe bajo, era ese mal llamado lujuria que puede mover incluso mas que el amor, el odio o todos los bombardas, imperios y crucios del universo juntos. 

Ella me acercó a su cuerpo y mi, antes, sensación de impotencia cambió en absoluto por la impresión de ser omnipotente, bajé las luces de la habitación con mi desiluminador de tal manera que quedó apenas teñido de luz, cargué a Harley con las piernas alrededor de mi cintura y besé su pecho, al centro, deslizando suavemente mi labio inferior, su espalda arqueada proyectaba en la pared la sombra de lo que parecía un hada. Es tan hermosa, tan...*suspiro* ¿Qué estoy haciendo?- Pensé

La recosté en la cama de Jae, casi sin delicadeza y mas bien como aventándola y sobre ella descendí despacio, desabotoné la camisa que llevaba poco a poco impacientándola, rozaba sus labios con mis labios pero no la besaba, no, me gustaba verla así, molestarla así...incluso, podría parar esto aquí, dar la vuelta y salir, podía dejarla tan desconcertada como yo solo para no ser el único burlado en BK...La miré a los ojos...
-Puedo irme si lo deseo...¿Lo deseo?...Pensé.
Besaba su ombligo lento y levanté la mirada, quizás ella hiciera algo que disipara mi incógnita: ¿Deseo parar?.

No podía negar en lo absoluto lo muy ardiente que Lucca podía llegar a ser, los besos en su piel escocían haciéndola desear más cada vez, su piel era diferente, adictiva, tal vez de todos los hombres con quién ella había estado, era uno de los que mejor la hacían sentir en esos momentos . Se dejo llevar contra la pared y aprisiono las caderas de Lucca entre sus piernas, ya le había sacado la camisa para cuando él comenzaba a besar su pecho, ella no era de las personas que trataban con cordialidad a sus parejas a la hora de tener relaciones y con él no era la excepción, apretaba sus dedos sobre los hombros del francés, dejándolos marcados sobre su piel, sus labios le dejaban algunas marcas sobre el cuello después de que acariciaba su piel con ellos.

No ella no se cuestionaba el por qué hacia las cosas, las hacia porque quería y porque nada más ni nadie le importaba, estaba atravesando una etapa de egoísmo en la que no le importaba lastimar los sentimientos de nadie (al menos eso decía, porque no era verdad). Cuando cayeron sobre la cama de Jae, ella ni siquiera se había dado cuenta, estaba más ocupada deseando que Lucca le arrancara de una maldita vez la ropa y dejara de jugar; soltó un par de suspiros cuando sus labios la recorrían e incluso llevo su mano al cabello del chico, acariciándolo, guiándolo por el camino que ella quería sus labios siguieran.

Su rostro estaba completamente ruborizado cuando él levanto la mirada, ella no supo descifrar que era lo que quería decirle con ella, así que para continuar simplemente se desabotono los jeans que tenia puestos y lo jalo hacia ella para besar sus labios de manera casi frenética, una de sus manos había tomado la de él para conducirlo hacia su entrepierna ahora que tenia paso directo tras haberse abierto los Jeans. Así era ella, sabía que era lo que quería y como lo quería, le gustaba ser dominante en la cama.

Se había dejado caer hacia atrás mordiéndose el labio inferior para no soltar algún sonido incriminatorio cuando la puerta se abrió. Sinceramente en esos momentos no supo cómo reaccionar más que cubriéndose con el cuerpo del chico, ¿QUE LE PASABA A LA RIDICULA DE JAE? ¿POR QUE SE QUEDABA DENTRO? El corazón de la rubia estaba latiendo con fuerza, no sabía que hacer, cuando Jae se metió al baño ella se separo de Lucca e inmediatamente cerro su pantalón y se coloco la camisa nuevamente, abotonando solo los primeros botones.

Esto es imposible… – Dijo con frustración, luego vio que habían estado en la cama de Jae y trato de acomodar un poco la sabana, tal vez ella no lo hubiera notado.

Su corazón seguía latiendo con fuerza, tenía el cabello desordenado y un rubor rojizo en sus mejillas, ni siquiera estaba pensando claramente, de lo contrario tal vez hasta se hubiera disculpado con Jae por el espectáculo que le había brindado, pero no, en esos momentos la ira podía más que su conciencia, su egoísmo más que su amabilidad y no se arrepentía de nada, ni de haberse dejado llevar así por Lucca, ni de haber estado a punto de hacerlo en la cama de la asiática; claro que si hubiera sido Mina y no ella Harley hubiera pensado las cosas dos veces, desde llevar a un chico a la habitación hasta acostarse en la cama de su compañera, porque con ella las cosas eran más fáciles y esa solamente era una forma de Harley para decir que no estaba de acuerdo con algo, rebelándose.

¿Estás loco? ¿Crees que la necesitamos? – Le respondió a Lucca al oído después de darle un pequeño mordisco, suave, delicado, obviamente ella seguía deseándolo, pero tenían que resolver esa situación primero. Cuando terminó de acomodar las sabanas de Jae, luego paso a acomodar su ropa, abotonar su camisa y peinar un poco su cabello, el rubor tardaría un poco en desaparecer, pero mientras tanto estaba tratando con fuerza de calmarse. Dio una rápida mirada hacia la puerta y se preguntó ¿Qué diablos habría pensado Jae? ¿A quién en su sano juicio se le ocurría entrar a una habitación así? Lo que haces común mente es cerrar la puerta nuevamente y volver después, no entrar a la habitación, entonces lo entendió, ella quería joderla también, así que ese era el juego que iban a tener ¿he?.

Pues ella tendrá que irse, nosotros llegamos primero.. – Le murmuró a Lucca, luego se adelantó un poco hacia la puerta del baño, su intención era tocarla, sacar a Jae de ahí y decirle que si no le gustaba lo que podía hacer era irse del cuarto y pedir su cambio con otra persona, pero entonces la escucho gritar y se quedo parada, con las manos a la cintura y los ojos entrecerrados, como si no creyera que fuera la misma chica quién estuviera gritando. En el tiempo que habían pasado juntas ella siempre se aguantaba todo, tal vez y solo tal vez, Harley creyó que le estaba saliendo algo de coraje, pero habría que descubrirlo.

¿Tu habitación dices? ¿En qué momento morí y te declaraste la reina suprema? Esta también es mi habitación y puedo hacer en ella lo que yo quiera, si no te gusta puedes irte mucho a…. – Tuvo que morderse la lengua, no iba a pelearse con una puerta, se acerco allá enojada y comenzó a golpear para que Jae saliera. Sal de ahí, no voy a discutir con una pared, sal ahora Jae Ra!!!... .

-C'est impossible!!!!- Bajé la cabeza con una sonrisa al ver a Harley pelear con la puerta, tenía que reír pero sabía que eso solo la irritaría mas, y yo, no quería que ella desistiera de continuar lo que empezamos, encontré a mis pies mi playera, me la puse y me acerqué a ella por la espalda, la jalé hacia mi y caminé tres pasos, ahora hacia la cama correcta sentándome en la orilla y a ella sosteniéndola en mis piernas.

-tes toi- susurré poniendo mi dedo en sus labios...shhhh! y la besé con un beso corto. 

-Jae, puedes salir, no pasa nada, estoy vestido, solo...nos besabamos, fue todo mi culpa, yo la empujé a la cama incorrecta...ni tiempo le di de reclamar. Podrás perdonarme si'l te plâit...

Sabía que Harley quería seguir discutiendo, por ello no la solté de la cintura y acariciaba sus labios con mi dedo índice, de manera sutil esperando que dejara de pelear.

La miré, no dije nada, bastaba mas esa mirada para decirle que aún deseaba estar con ella.

La aventura interrumpida por la tímida Jae me hizo el día mas ameno, me divertí viéndolas discutir como niñas por el reinado de la habitación. Por ese día, mi romance fallido había sido superado.

-¿Nos vamos a mi habitación?...le dije en secreto a Harley. 

Con mi desiluminador regresé la luz a su intensidad normal, un golpe de varita y todo volvió a su lugar, abrí las ventanas, corrí las cortinas y la habitación estaba ya como si nada hubiera pasado, con la única excepción de que olvidaba algo muy importante para mí  y no me había dado cuenta aún...

Tal vez si estaba exagerando, ella nunca había sido una persona tan ruin de verdad, pero era como si esa joven sacara lo peor de su actitud o que solamente estaba haciendo un berrinche tremendo desde el primer momento en que Mina no había sido asignada su compañera de habitación. Mientras Lucca la tenia sujeta de la cintura, ella pudo darse la oportunidad de respirar un par de veces para tratar de calmar sus ánimos, tenía que tratar de pensar claramente y no dejarse llevar así nada mas por la situación, pero es que aun le latía con fuerza el corazón y sentía el color en sus mejillas.

No, no iba a volver a gritarle, levanto la mirada para ver a Lucca casi rogándole que la disculpara, quería estar con el, quería besarlo hasta cansarse y olvidarse de todo el maldito mundo, pero no podía dejar así como así esta situación en su habitación, porque Jae tenía razón y esa habitación era de ambas y tenían que compartir el lugar por lo menos durante un año y seguirse viendo la cara y por qué le había prometido a Mina que trataría de ser menos severa con la chica.

Tengo que solucionar esto, discúlpame…¿Si? – Le dio un rápido beso en los labios, luego se separo de él y se acerco a la puerta del baño justo cuando Jae la entre abrió para decir aquellas cosas.- Mira lo siento, sal de ahí maldita sea, no voy a gritarte o golpearte, no soy un monstruo por muy difícil que pueda parecer.

Aun sonaba molesta, aun que parecía más razonable que antes, volteo a ver a Lucca como queriendo decirle que podía esperar sentado en la cama que le pertenecía a ella o irse y ella lo alcanzaría luego, después se cruzo de brazos y dio un paro atrás para darle lugar a Jae de que saliera, esperaba que lo hiciera porque no quería quedarse hablando con la pared.

Mira te lo voy a decir directamente por qué no se otra forma de hacerlo, no me gusta ser tu compañera de cuarto, he compartido habitación con la misma persona durante 7 años y es difícil adaptarme a algo nuevo. No era mi intención venir a darte espectáculos y menos hacerlo sobre tu cama, no te odio ni siquiera te conozco y definitiva mente no voy a golpearte, disculpa por lo que paso.

Las chicas se estaban calmando pero sentía que obviamente yo estaba ahí de sobra, no quería incomodar mas a Jae de lo que ya lo había hecho. 

Jae, perdóname a mi también por favor, no me gusta dar espectáculos y no me fijé que era tu cama, yo también me habría molestado. Puedes salir con confianza no pasa nada, todo esto quedará como una anécdota para los tres ¿De acuerdo?...

Me disculpé esperando Jae entendiera que todo había sido una serie de acontecimientos sin sentido y sin mala intención, excepto claro la intención de hacer el amor sin demora con la rubia. 

No sabía si huir, o esperar a Jae para pedirle una disculpa de frente y pedirle que no contara nada de lo sucedido. (Mi relación con Harley era meramente carnal y de amistad por supuesto pero no quería que me malinterpretasen, mucho menos tener problemas por Donjuan). Me sentía preso, entre la espada y la pared, por un lado muriendo de ganas de arrancarle la ropa a Harley y comer a pequeños mordiscos sus labios y por otro totalmente apenado con la tierna Jae. Así sin saber si huir o quedarse o llevarse a la rubia a su habitación (o a un hotel, un parque o a la Luna que se yo, donde no nos pudieran interrumpir otra vez) al asomarse un poco la coreana  tomé mi varita y sin que lo sospechara dije:

-Petrificus totalus.

-Pfff, Por fin algo de silencio, me estaba poniendo ansioso con su discusión.- Jalé a Harley hacia donde yo estaba sentado tomándola por la cintura  y mientras ella seguía de pie frente a mi yo la sostenía sentado en la orilla de su cama. 

- ¿Qué hacemos?...Deseas que te espere, o me voy...La verdad, creo que tienes que arreglar esto con Jae, pero por otro lado...no creo que esto vuelva a pasar, es un error Harley, no puedo seguir viéndote de esta forma, sabes bien lo que quiero de una mujer, y también sé que tu me quieres como amigo-

Recargué mi frente sobre su vientre quizás por última vez y la abracé, levanté la mirada y dije casi como si fuera una maldición el hecho de que me gustara de ese modo -Me fascinas Davidson...Me fascinas y mucho-

- Tu decide. Te quedas o nos vamos...Jae, bueno ella puede esperar.