Caged Bird

Si había algo que era capaz de mantenerla centrada, de ayudarla a pensar mejor que cualquier otra cosa, era la música. Aquella tarde decidió ir al coro, pocas personas estarían en el salón del Club y tomó su violín para tocar sin realmente pensar en mucho, de hecho el objetivo era olvidarse de todo por un momento, para eventualmente recordarlo en un orden sistemático que diera sentido a las cosas, una lógica que le permitiera tomar una decisión correcta.
 
La Universidad se había convertido en el terreno de una novela dramática por una cosa u otra, siempre había un nuevo rumor, algo que contar o que considerar, no era como si fuera novedad, pero no dejaba de causarle cierta fascinación que al parecer los estudios eran segundo plano para muchos cuando de estar en la Universidad de trataba. Nicole no criticaba ese hecho, ella observaba y actuaba acorde.
 
Personalmente, ella prefería tener todo lo vital, aquello que tenía que ser realizado con precisión antes de entrarse en algo más y ahora que estaba pensando demasiadas cosas, algunas cuya participación personal eran casi nulas pero le afectaban de cierto modo, tenía que buscar su centro para pensar.
 
Encantó un arpa para hacerle compañía, tocando aquella canción que era de sus preferidas con los ojos cerrados y dejando el sonido flotar alrededor de ella en la habitación, poco a poco sonriendo.
 
Era bueno tener este escape, algo tan persona como eran sus sentimientos y la forma de expresarlos, no con palabras sino con notas. 

La puerta del lugar estaba abierta, dejando que la particular firma de su música saliera a los pasillos para ser escuchaba por quienes se acercaran. Nicole giró sobre su propio eje, cerrando la canción con un movimiento y un tono especial, sintiéndose mejor.

De esas pocas veces en las cuales Odette no tenía las ganas de irse a leer a la biblioteca o algún otro lado lejos del bullicio que abrumaba, solía ir al club de coro para escribir algo de música o simplemente practicar. Ese día para variar, evitó todo y a todos, últimamente no estaba actuando bien y eso le preocupaba, no pensaba como se supone que ella debería hacerlo y eso le daba escalofríos.

Llegó al edificio del club sin problema alguno y escuchó que la suave melodía de un arpa en compañía de un violín salía de ahí, para su mala fortuna ya había alguien adentro. Bufó muy molesta y caminó hacia la entrada para ver quién o quienes habían sido el malditos que le privaron de sus momentos de soledad.

Entró en un dos por tres y se dio cuenta de que se trataba de Nicky, su prima nada más. Suavizó un poco su rostro y tocó la puerta, un poco apenada por haber pensado que era una insufrible miembro del coro estudiantil o algún otro idiota o los dos. Dejó que terminara la melodía y fue cuando al fin dijo palabra.

-Hola Nicole, ¿puedo pasar?-

Ella valoraba la privacidad como a nada en el mundo, entendería perfectamente que su prima no quisiera que Odette estuviera ahí, de pedirle que se fuera, ella lo haría sin alguna clase de reproche o reclamo.

-Has mejorado bastante. No te molesta que te acompañe con alguna melodía o ¿sí?-


Se adentró al salón y se sentó en donde estaba el piano, lo abrió y sacudió un poco el polvo que se le había juntado con una mano que de inmediato se limpió. Detestaba el desorden y la persona encargada del club sería víctima de su ira, no podía permitir que fueran tan descuidados. Apretó un poco los puños para quitarse estrés y aligerar sus manos y comenzó a tocar una pieza de su invención. Seguramente Nicole recordaría cual era, por que fue ella quien le ayudo a perfeccionarla.

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Canción en el piano

Por un momento sintió que perdería la concentración si era interrumpida por alguien indeseable, pero fue todo lo contrario, se trataba de Odette, a quien le sonrió abiertamente como era costumbre al estar con ella, ambas eran muy cercanas, desde pequeñas hasta el día de hoy, si había uno de sus familiares con quien Nicole más podía identificarse y ser unida, era con Odette.

"Adelante, me da gusto que seas tú," bajo el violín por un momento, reajustando las cuerdas al terminar de tocar, "Sigo practicando, mi objetivo es poder moverme libremente mientras toco, no por nada le llama estado virtuoso."

La acompañó junto al piano, dejándola tocar mientras reconocía la melodía, tomó el violín y le hizo compañía, usando notas diferentes, aquellas largas y tendidas que quedaban como fondo dejando que el piano resaltara en su melodía y no fuera ahogado por el violín.

"No te he visto últimamente… Ni a ti ni a los demás," le comentó de la nada, "De hecho miento, si los he visto…. Los he visto correr por los pasillos o caminar por las sombras como almas en pena… ¿Estás bien Odette?"

No iba a mencionar desastres, como que Marcellus había estado gritando en la lechucería maldiciendo a medio mundo y la vida en general, dramático… o que Darren estaba más amargado que de costumbre. El hecho que Brownie estuviera insoportable era algo que le costó trabajo tolerar porque por más que quería a su prima/sobrina, y realmente la quería mucho, a veces la pobre parecía que no veía lo que pasaba en frente de ella. También estaba Odille y su humor de fuego, Nicole literalmente tuvo que levantar las manos y decirle que soltara la varita una tarde que parecía que ardería en llamas, mientras Harley parecía estar en trance.

Al parecer, todos estaban mostrando su particular marca de locura hereditaria.

"No sé si es la época, pero todos estamos haciéndole honor a nuestro apellido de una forma u otra… lo cual no siempre es algo bueno."

Ella probablemente había sido demasiado áspera con sus compañeros del coro sin razón aparente… probablemente.

-¿Estado virtuoso? De nada te sirve si caes en una zanja, prefiero la estabilidad del suelo-

Después de haber terminado de tocar aquella canción, cerró el piano nuevamente. Ahora le haría el encantamiento para hacerlo cambiar a clavicordio. Con una floritura simple, el viejo piano cambió por completo su estructura, dando paso a un dorado y viejo clavicordio, justo como el que ella tenía en la mansión.

Se sobresaltó al preguntarle si estaba bien, ¿acaso era muy obvia? No ignoró el comentario por que se trataba de Nicole y no de cualquier otra persona, con ella sentía una confianza casi comparable con la que tenía con su hermana Odille. Aún seguía pensando que lo sentía por Jesse iba a terminar de enloquecerla, si bien sus demás primos habían tenido una plática acerca  de la irracional pasión que sentían por alguien, no tuvo la oportunidad de hablar con Nicole al respecto.

-No, Nicky, no estoy bien. Me estoy volviendo loca ¿irónico no es así?-

Continuaba con ese tono cínico y ácido que no podía dejar de utilizar siempre, como una especie de barrera para protegerse de todo que lo que sucedía a su alrededor. Mandó su vista hacia el clavicordio y comenzó a dar las primeras notas que un concierto en Fa mayor: Allegro moderato, lo que venía construyendo cuando decidió llegar al club de coro.

-No somos bestias, pero creo que el solsticio de primavera nos llegó antes. Nos tiene altamente hormonales. Afortunada tú, que aún no llega el objeto de tu maldición-


Cabía recalcar que ella no mencionaba deseo como era regular en esa frase, la suplió con maldición, por que así era. No era absolutamente nada normal que fueran tan insensatamente intensos en cuanto a los asuntos del corazón se refería.

Arqueó una ceja, "Mi plan no es tocar en medio de una vereda que preste a terminar en una zanja, pero tomaré en cuenta que el firme suelo y yo necesitamos una relación amistosa para mantenernos unidos pero no en conflicto."

En otras palabras no quería tropezar y caer con todo y violín por estar caminando mientras toca. Usando el arco del violín hizo un ademan y luego un movimiento dramático, colocando la parte de atrás de la mano con la que sostenía el arco contra su frente y arqueando un poco el cuerpo, el cual probablemente haría reír a Odette y ese era el objetivo.

"¿Cómo es que nadie comprende que yo solo quiero saltar, brincar y correr mientras toco a perfección Canon in D, es mucho pedir?" soltó una risita tras haber dicho esas palabras, a veces era muy ocurrente.

Su expresión se puso más serie cuando Odette admitió no estar bien. Ya lo tenía en sospecha, pero escuchar como ella lo admitía era un nivel superior a lo que pensaba, porque su prima estaba admitiendo que algo se había salido de su control.

"Ironía en todo su esplendor," dijo en voz baja, tocando el arco del violín contra su pierna, notando el ritmo que había tomando el cavicornio y buscando la nota adecuada para acompañarlo.

"Ah… la maldición, oh bueno, esa maldición," dijo para reconocer de que era lo que Odette hablaba. Nicole no cuestionaba que hubiera una o muchas en sus sangre, era demasiado obvio como para negarlo, "No, aun no me llegado el momento."

Había tenido relaciones en el pasado, pero aun no conocía a una persona que la hiciera estar fuera de sí o la mandara a un estado pasional digno de un drama Shakesperiano, como ya había visto pasar con varios de sus familiares.

Ella se había visto libre de dicho suceso, hasta ahora.

"Es curioso…" giró el arco del violín, mirando a su prima a los ojos, "Pasión carnal no parece ser el común denominador de lo que buscamos, es parte, pero no el todo… al menos me da esa impresión."

Por ejemplo, Odille y Marcellus eran personas que podían conseguir una cita de una noche sin muchos problemas, pero al enamorarse buscaban otra cosa completamente distinta.

"¿Hay algo en lo que te pueda ayudar, Odette?"

No le gustaba ver a su prima en un constante estado turbio.

Asintió a lo último que su prima mencionó, efectivamente la pasión carnal no era lo que estaban buscando, al menos en el particular caso de Odette no era así.

No sentía esa clase de amor puro y casto, que solo resaltaba las virtudes y veneraba a la otra persona sobre todas las cosas, lo que sentía Odette era más intenso, insano, irracional y endemoniadamente contradictorio, casi al punto de parecer más una obsesión que otra cosa.

-No, Nicky. No hay nada que puedas hacer, estoy terminada-

Mencionó aquello como si fuera la misma voz de aquel actor de origen austriaco que personificó a Terminator en las tres películas.

Odette solo soltaba frases de esa índole cuando estaba en confianza, como bien sabían en la familia, ella era muy apegada al mundo muggle, sobre todo a el cine y a la música, con el primero podía explotar ese lado enfermo y abstracto de su mente al ver cantidades chifladas de sangre sin sentir arcadas.

-No me gusta sentirme así, me enferma ¿sabes? Sí, de la manera en la que te imaginas. Me acelera el pulso al punto de una arritmia, la temperatura me sube de golpe, siento espasmos en el estómago para luego dar paso a un inexplicable vacío…Estoy hablando de más, una disculpa-

No le gustaba compartir esa clase de secretos con nadie, pero sentía que de alguna manera u otra alguien tenía que saberlo o de lo contrario iba a explotar, era demasiado para poderlo procesar sesudamente.

Ladeó la cabeza, entendiendo la referencia que su prima había hecho y se acercó como su estuvieran diciendo una verdad conspiratoria, hablando en secreto o más bien en una broma que daba la finta de ser un secreto.

"¿Y volverás?" le dijo para complementar su referencia de cultura pop.

Se sentó junto a ella en el banquillo del piano, poniendo atención a todas sus palabras y notando que verdad parecía afectada por los sentimientos que estas conllevaban, realmente le hubiera gustado por hacer algo por ayudarla.

Tocó la nota de Do sobre el piano y luego la de Re, distraídamente pasando a la siguiente nota, mirando las teclas desinteresadamente mientras pensaba que decirle a Odette.

"Debe ser difícil… sentirte así por alguien que no siente lo mismo," mencionó en voz baja, habiendo visto como aquel sentimiento, el amor, podía afectar a ella y los suyos de formas tan concretas y tan pesadas, pero devastadoras cuando no era correspondido.

"¿Has pensado en cortar cadenas de ese sentimiento?" le preguntó, "No será fácil, es peor que cuando te peleas con un amigo al que por tu sanidad mental no quieres volver a hablarle, pero eventualmente… con el tiempo… tal vez ese sentimiento deje de arder tan fuerte y se convierta en un recuerdo."

No era algo fácil, los sentimientos nunca lo eran, además probablemente dolería más de lo que uno pudiera prevenir, pero el tiempo es en verdad reparador de un alma afectada y a veces era el único que podía ayudarlos.

Le tocó el costado con un dedo, intentando hacerla reír, "Inténtalo por le monos, recuerda, Volverás."

Repitió la frase de película para animarla, quería que su prima estuviera contenta.