Secuelas
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Inmediatamente después de la Trama: Una Sombra Sobre BK Valley
¡Peligro, peligro, peligro…!
Todo en sus sistema gritaba peligro absoluto, el dolor ya era mucho, tenía las manos cubiertas en sangre, la ropa empapada, seguramente la de Mina no estaba en mejores condiciones, no podía ver bien, su visión estaba demasiado nublada.
Su visión había estado fija en la borrosa figura de Odille mientras se aferraba con uñas y dientes a la conciencia, tomando a Mina del brazo y luchando por permanecer despierto. Si sucumbía ahora el peligro sería demasiado, no estaba seguro, no podía dejar que su otra presencia seguirá solo, era garantía de que perdería la vida, no…
Muy apenas notó a Jesse acabando con la vida del responsable de su presente condición, estaba a dos segundos de dejarse arrastrar por el vacío de la inconciencia, pero la terquedad de su presente ser no lo dejó y así era mejor, porque el golpe de vértigo que nunca fallaba en marearlo de la aparición casi lo hace vomitar.
Tosió solo para escupir sangre en el piso del lugar al que habían llego. Miró aturdido como Mina seguía a su lado, pero ya no estaba en el centro comercial sino en el Hospital.
-¿D-Dónde?…-
Parpadeó rápidamente, dejándose descansar aunque fuera en el suelo que parecía estar manchándose con su sangre, podía escuchar los gritos de quienes los vieron llegar y el correr del personal.
Estaba a salvo, este lugar era seguro… podía descansar.
"Ah…" parpadeó de nuevo, cuando su conciencia regresó y aquella versión de sí mismo que frecuentemente no dejaba ver se desvanecía, trató de sonreírle a Mina pero no lo logró y finalmente cerró los ojos.
Estaba muy cansando… ya no podía más.
¡Peligro, peligro, peligro…!
Todo en sus sistema gritaba peligro absoluto, el dolor ya era mucho, tenía las manos cubiertas en sangre, la ropa empapada, seguramente la de Mina no estaba en mejores condiciones, no podía ver bien, su visión estaba demasiado nublada.
Su visión había estado fija en la borrosa figura de Odille mientras se aferraba con uñas y dientes a la conciencia, tomando a Mina del brazo y luchando por permanecer despierto. Si sucumbía ahora el peligro sería demasiado, no estaba seguro, no podía dejar que su otra presencia seguirá solo, era garantía de que perdería la vida, no…
Muy apenas notó a Jesse acabando con la vida del responsable de su presente condición, estaba a dos segundos de dejarse arrastrar por el vacío de la inconciencia, pero la terquedad de su presente ser no lo dejó y así era mejor, porque el golpe de vértigo que nunca fallaba en marearlo de la aparición casi lo hace vomitar.
Tosió solo para escupir sangre en el piso del lugar al que habían llego. Miró aturdido como Mina seguía a su lado, pero ya no estaba en el centro comercial sino en el Hospital.
-¿D-Dónde?…-
Parpadeó rápidamente, dejándose descansar aunque fuera en el suelo que parecía estar manchándose con su sangre, podía escuchar los gritos de quienes los vieron llegar y el correr del personal.
Estaba a salvo, este lugar era seguro… podía descansar.
"Ah…" parpadeó de nuevo, cuando su conciencia regresó y aquella versión de sí mismo que frecuentemente no dejaba ver se desvanecía, trató de sonreírle a Mina pero no lo logró y finalmente cerró los ojos.
Estaba muy cansando… ya no podía más.
- Marcellus J. Lovecraft
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Re: Secuelas
Si Marcellus no hubiera estado involucrado de esa manera, Mina habría seguido el plan de acción: se habría quedado en la pastelería protegiendo a sus clientes, lanzando hechizos protectores, fingiendo preocupación extrema. Pero todo se había salido de las manos, no solo por lo que le habían hecho a Marcellus, sino aquella invocación por la que además, Asbeel no había movido ni un maldito dedo.
Sentía la mano de Marcellus aferrándose a ella y eso era suficiente. Si hubiera soltado el agarre habría significado muy malas noticias. Apenas alcanzó a ver cómo Jesse hacía justo lo que el tipo que había estado ahí se merecía y sintió una descarga de adrenalina. Le hubiera gustado quedarse, acabar el trabajo, pero Marcellus era prioridad por encima de cualquier otra cosa y eso era todo. También sintió mareo al llegar de la aparición. Esperó a que su cuerpo se acostumbrara y justo fue cuando Marcellus escupió sangre. Las manos empezaron a temblarle, se sentía tan absurdamente culpable que dejó de controlarse como lo había hecho hasta ese momento y se quebró, por fin, llorando como no lo había hecho en todo ese rato.
-Vas a estar bien, estamos en el Hospital.
Le dijo, otra vez buscando la manera- infructuosa, solo como consecuencia de su histeria- de tapar la peor de las heridas con sus manos. Alzó la vista hacia Jesse solo para ver que tenía él también una herida superficial.
-No regreses….por favor no regreses.
Se lo suplicó. Sabía que las cosas que planeaban a futuro iban a suponer panoramas peores que ese, y odiaba sentirse tan débil y vulnerable en ese momento cuando supuestamente debía estar hecha de hierro, no literal sino metafóricamente, pero ver a Marcellus así le podía y no quería que Jesse corriera más peligro, aunque sabía que el instinto del presidente Delta podía llevarlo a no hacerle caso.
Bajó de nuevo la vista hacia Marcellus en el justo momento en el que cerró los ojos y sintió que el corazón le galopaba a una velocidad inusual. Lo tomó por la quijada, con menos delicadeza de la que cualquiera hubiera tenido con una persona herida.
-No cierres los ojos, escúchame, quédate conmigo.
Volvió a buscar la mirada de Jesse y supo, en ese mismo momento, que le faltaba mucho valor, y mucha fuerza, y que si aquello era una prueba, la estaba reprobando rotundamente, para ambos lados. Miró a su alrededor, la ayuda ya estaba llegando y tuvo que insistir que ella no tenía ni una sola herida fuera de los estúpidos cristales incrustados, pocas cosas le importaban en ese momento: que Marcellus estuviera bien y que Jesse no volviera a ese infierno que, inconscientemente, ellos mismos habían desatado.
Sentía la mano de Marcellus aferrándose a ella y eso era suficiente. Si hubiera soltado el agarre habría significado muy malas noticias. Apenas alcanzó a ver cómo Jesse hacía justo lo que el tipo que había estado ahí se merecía y sintió una descarga de adrenalina. Le hubiera gustado quedarse, acabar el trabajo, pero Marcellus era prioridad por encima de cualquier otra cosa y eso era todo. También sintió mareo al llegar de la aparición. Esperó a que su cuerpo se acostumbrara y justo fue cuando Marcellus escupió sangre. Las manos empezaron a temblarle, se sentía tan absurdamente culpable que dejó de controlarse como lo había hecho hasta ese momento y se quebró, por fin, llorando como no lo había hecho en todo ese rato.
-Vas a estar bien, estamos en el Hospital.
Le dijo, otra vez buscando la manera- infructuosa, solo como consecuencia de su histeria- de tapar la peor de las heridas con sus manos. Alzó la vista hacia Jesse solo para ver que tenía él también una herida superficial.
-No regreses….por favor no regreses.
Se lo suplicó. Sabía que las cosas que planeaban a futuro iban a suponer panoramas peores que ese, y odiaba sentirse tan débil y vulnerable en ese momento cuando supuestamente debía estar hecha de hierro, no literal sino metafóricamente, pero ver a Marcellus así le podía y no quería que Jesse corriera más peligro, aunque sabía que el instinto del presidente Delta podía llevarlo a no hacerle caso.
Bajó de nuevo la vista hacia Marcellus en el justo momento en el que cerró los ojos y sintió que el corazón le galopaba a una velocidad inusual. Lo tomó por la quijada, con menos delicadeza de la que cualquiera hubiera tenido con una persona herida.
-No cierres los ojos, escúchame, quédate conmigo.
Volvió a buscar la mirada de Jesse y supo, en ese mismo momento, que le faltaba mucho valor, y mucha fuerza, y que si aquello era una prueba, la estaba reprobando rotundamente, para ambos lados. Miró a su alrededor, la ayuda ya estaba llegando y tuvo que insistir que ella no tenía ni una sola herida fuera de los estúpidos cristales incrustados, pocas cosas le importaban en ese momento: que Marcellus estuviera bien y que Jesse no volviera a ese infierno que, inconscientemente, ellos mismos habían desatado.
- Wilhelmina Schweinsteiger
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Re: Secuelas
Tenía cerca de 32 horas de guardia continua en el hospital. Entre pociones y descansos furtivos se había logrado mantener en pie, consciente y activo. Él había pedido precisamente esa ronda por que era la parte que le tocaba dentro del plan que los Venerables habían maquilado para esa tarde. Mucho antes que se diera la alarma y la noticia comenzara a correr por todos lados con patronus yendo y viniendo, él lo sabía.
Fue cuestión de casualidad eso era verdad, que hubiera rondando el área de urgencias cuando la alarma se dio. Había algunas personas que principalmente lograron escapar antes de que toda la conmoción comenzara, personas en estado de pánico y particiones por apariciones mal hechas era lo primero que atendieron, él estaba como suplente en esa área tratando de transportar a los heridos y personas en crisis de histeria hasta las aéreas correspondientes. Fue cuando la aparición de Jesse, Marcellus y Mina llamo la atención del personal en mitad de la sala de emergencias.
Un sanador debe tener una mentalidad fría y nervios de acero, Adrien cubría con esos dos aspectos y ese momento lo probaba. Lo sorprendió demasiado el ver a Mina en ese estado, a Jesse y sobre todo a Marcellus tirado en el piso blanco del hospital con sangre por todos lados. La imagen más terrorífica llego hasta él en esos momentos pero pudo soportarlo lo suficiente para ordenar a tres enfermeras que trajeran una camilla y los primeros auxilios.
¿Qué había pasado ahí? Él no lo sabía a ciencia cierta, se suponía que solamente iba a ser un ataque. Marcellus no debía presentarse al trabajo ese día, estaba completamente seguro de haberle dicho que se quedara en su casa descansando. Laise era quién debía hacerse cargo de escoltarlo antes de que algo malo sucediera. Pero no, ahí estaba cubierto de sangre de pies a cabeza.
No dijo más, se acerco a la escena con la camilla y las enfermeras que rápidamente inmovilizaron a Marcellus y apartaron gentilmente a Wilhemina. Adrien le dedico una mirada rápida solamente y utilizando su varita, comenzó a cerrar la herida del joven Lovecraft, aquello no era una maldición pero podía hacer algo por el hasta que fuera llevado al área de accidentes.
Estarás bien… – Le susurro apenas audible al joven. Aspiro profundamente dejando que la camilla fuera llevada a donde era necesario. Se detuvo para volver a dirigirle otra mirada a Wilhelmina y una rápida a Jesse quién en esos momentos había desaparecido. – ¿Han llamado a las autoridades? ¿Te encuentras bien Wilhelmina? . – Tal vez su voz sonó más agresiva de lo que debería, pero necesitaba saber los detalles.
Fue cuestión de casualidad eso era verdad, que hubiera rondando el área de urgencias cuando la alarma se dio. Había algunas personas que principalmente lograron escapar antes de que toda la conmoción comenzara, personas en estado de pánico y particiones por apariciones mal hechas era lo primero que atendieron, él estaba como suplente en esa área tratando de transportar a los heridos y personas en crisis de histeria hasta las aéreas correspondientes. Fue cuando la aparición de Jesse, Marcellus y Mina llamo la atención del personal en mitad de la sala de emergencias.
Un sanador debe tener una mentalidad fría y nervios de acero, Adrien cubría con esos dos aspectos y ese momento lo probaba. Lo sorprendió demasiado el ver a Mina en ese estado, a Jesse y sobre todo a Marcellus tirado en el piso blanco del hospital con sangre por todos lados. La imagen más terrorífica llego hasta él en esos momentos pero pudo soportarlo lo suficiente para ordenar a tres enfermeras que trajeran una camilla y los primeros auxilios.
¿Qué había pasado ahí? Él no lo sabía a ciencia cierta, se suponía que solamente iba a ser un ataque. Marcellus no debía presentarse al trabajo ese día, estaba completamente seguro de haberle dicho que se quedara en su casa descansando. Laise era quién debía hacerse cargo de escoltarlo antes de que algo malo sucediera. Pero no, ahí estaba cubierto de sangre de pies a cabeza.
No dijo más, se acerco a la escena con la camilla y las enfermeras que rápidamente inmovilizaron a Marcellus y apartaron gentilmente a Wilhemina. Adrien le dedico una mirada rápida solamente y utilizando su varita, comenzó a cerrar la herida del joven Lovecraft, aquello no era una maldición pero podía hacer algo por el hasta que fuera llevado al área de accidentes.
Estarás bien… – Le susurro apenas audible al joven. Aspiro profundamente dejando que la camilla fuera llevada a donde era necesario. Se detuvo para volver a dirigirle otra mirada a Wilhelmina y una rápida a Jesse quién en esos momentos había desaparecido. – ¿Han llamado a las autoridades? ¿Te encuentras bien Wilhelmina? . – Tal vez su voz sonó más agresiva de lo que debería, pero necesitaba saber los detalles.
- Adrien Morgan
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Re: Secuelas
Se apartó de Marcellus casi a regañadientes. Sus nervios habían aumentado en un 100% porque Jesse no le había hecho caso. Hasta cierto punto eso era bueno porque demostraba de lo que estaba hecho, pero no aguantaba ya toda esa presión y en algún punto incluso pensó en ir tras él y ayudarlo, quería literalmente partirse en dos, pero se detuvo por la llegada de Adrien.
-No lo sé, no lo sé Adrien, no sé nada…
Le dijo negando con la cabeza, viéndolo a los ojos. De pronto se sentía enojada con él como si fuera una extensión de todo ese plan que había resultado en una terrible catástrofe cuando solamente tendría que haber sido una obra perfectamente orquestada.
-Estoy bien, no es nada.
Estaba empapada de sangre pero la gran mayoría de esa sangre no era de ella, sino de Marcellus. La falda estaba hecha un rotundo asco y en ese momento, además, se dio cuenta de que literalmente le faltaba un zapato. Eso no importaba. Se miró las manos que estaban llenas de cortaduras, en donde su sangre se mezclaba con una que no era la de ella tampoco. Luego de ese gesto tomó a Adrien por la manga de su inmaculada bata de sanador, dejándole una horrible mancha de sangre que se limpió inmediatamente mediante magia, volviendo a ser completamente blanca. Apretó con fuerza.
-Por favor no me separes de él Adrien, por favor, por favor, por favor…
Se lo decía porque presentía que iban a querer llevarla a otro lado para atenderla aunque lo suyo no fuera nada, y que no la iban a dejar ver a Marcellus así como así porque no era familiar, ni nada. Pero no quería despegarse, no quería que lo quitaran de su vista, necesitaba saber que todo iba a estar bien. Buscó con la mirada el reloj…¿y si Jesse no volvía? Aunque seguramente alguien le había avisado ya al departamento de seguridad mágica y eso no tardaría en resolverse, pero sentía que ni siquiera respiraba bien de la presión y la incertidumbre.
-Por favor…
Le volvió a repetir como un mantra desesperado, mientras con el dorso de la mano con la que no sostenía a Adrien se limpiaba unas cuantas lágrimas que estaban convirtiendo su cara en un óleo de distintos tonos de rojo.
-No lo sé, no lo sé Adrien, no sé nada…
Le dijo negando con la cabeza, viéndolo a los ojos. De pronto se sentía enojada con él como si fuera una extensión de todo ese plan que había resultado en una terrible catástrofe cuando solamente tendría que haber sido una obra perfectamente orquestada.
-Estoy bien, no es nada.
Estaba empapada de sangre pero la gran mayoría de esa sangre no era de ella, sino de Marcellus. La falda estaba hecha un rotundo asco y en ese momento, además, se dio cuenta de que literalmente le faltaba un zapato. Eso no importaba. Se miró las manos que estaban llenas de cortaduras, en donde su sangre se mezclaba con una que no era la de ella tampoco. Luego de ese gesto tomó a Adrien por la manga de su inmaculada bata de sanador, dejándole una horrible mancha de sangre que se limpió inmediatamente mediante magia, volviendo a ser completamente blanca. Apretó con fuerza.
-Por favor no me separes de él Adrien, por favor, por favor, por favor…
Se lo decía porque presentía que iban a querer llevarla a otro lado para atenderla aunque lo suyo no fuera nada, y que no la iban a dejar ver a Marcellus así como así porque no era familiar, ni nada. Pero no quería despegarse, no quería que lo quitaran de su vista, necesitaba saber que todo iba a estar bien. Buscó con la mirada el reloj…¿y si Jesse no volvía? Aunque seguramente alguien le había avisado ya al departamento de seguridad mágica y eso no tardaría en resolverse, pero sentía que ni siquiera respiraba bien de la presión y la incertidumbre.
-Por favor…
Le volvió a repetir como un mantra desesperado, mientras con el dorso de la mano con la que no sostenía a Adrien se limpiaba unas cuantas lágrimas que estaban convirtiendo su cara en un óleo de distintos tonos de rojo.
- Wilhelmina Schweinsteiger
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Re: Secuelas
Sentía como si su cabeza estuviera envuelta en algodón, los sonidos eran distantes y en un eco alejado, pero las palabras de Mina lo urgieron a permanecer consiente. Hizo el esfuerzo por abrir los ojos de nuevo, buscando la presencia de Mina, solo para darse cuenta que todo estaba demasiado borroso como para realmente distinguir las figuras a su alrededor.
Siseó de dolor cuando sintió varias manos sobre el, que aunque el toque fue con delicadeza el no se lo esperaba, pero pronto estaba sobre una camilla y recibiendo primeros auxilios. Había una voz en su cabeza diciéndolo que no se durmiera, probablemente las enfermeras le habían dicho lo mismo, tenía idea de haber escuchado a Mina también, parpadeo mirando confundido a su alrededor escuchando otra voz familiar.
"¿Adrien…?" murmuro en un hilo de voz que probablemente no fu distinguido por nadie más que el, quiso levantar la mano, buscando contacto con alguien, no sabía si con Mina, Adrien o ambos, pero al menos una de las enfermeras gentilmente lo hizo bajar el brazo de nuevo a la camilla, mientras sentía sus heridas más considerables cerrarse.
Ladeo la cabeza, rechinando los dientes, levantando de nuevo la mano buscando a alguien, balbució el nombre de Mina, el de Adrien, probablemente el de Odille también, pero la firme y tranquila voz de las enfermeras diciéndole que todo estaría bien una y otra vez fue la mantra que recibió por respuesta.
Le estaban haciendo preguntas, probablemente con el afán de mantenerlo consiente más que por realmente obtener información pero realmente no las estaba escuchando.
"M-Mina-a..."
Ya no estaba en la recepción de la sala de emergencia sino en un privado, donde recibiría la atención adecuada para su situación. Parpadeó unas cuantas veces, cada vez más lento, hasta que le pareció una tarea imposible volver a abrir los ojos.
Siseó de dolor cuando sintió varias manos sobre el, que aunque el toque fue con delicadeza el no se lo esperaba, pero pronto estaba sobre una camilla y recibiendo primeros auxilios. Había una voz en su cabeza diciéndolo que no se durmiera, probablemente las enfermeras le habían dicho lo mismo, tenía idea de haber escuchado a Mina también, parpadeo mirando confundido a su alrededor escuchando otra voz familiar.
"¿Adrien…?" murmuro en un hilo de voz que probablemente no fu distinguido por nadie más que el, quiso levantar la mano, buscando contacto con alguien, no sabía si con Mina, Adrien o ambos, pero al menos una de las enfermeras gentilmente lo hizo bajar el brazo de nuevo a la camilla, mientras sentía sus heridas más considerables cerrarse.
Ladeo la cabeza, rechinando los dientes, levantando de nuevo la mano buscando a alguien, balbució el nombre de Mina, el de Adrien, probablemente el de Odille también, pero la firme y tranquila voz de las enfermeras diciéndole que todo estaría bien una y otra vez fue la mantra que recibió por respuesta.
Le estaban haciendo preguntas, probablemente con el afán de mantenerlo consiente más que por realmente obtener información pero realmente no las estaba escuchando.
"M-Mina-a..."
Ya no estaba en la recepción de la sala de emergencia sino en un privado, donde recibiría la atención adecuada para su situación. Parpadeó unas cuantas veces, cada vez más lento, hasta que le pareció una tarea imposible volver a abrir los ojos.
- Marcellus J. Lovecraft
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Re: Secuelas
Usualmente cuando Adrien se enfundaba en el traje de Sanador su personalidad cambiaba completamente, era una persona con una gran vocación. Wilhelmina lo conocía en esos tres aspectos de su vida, en el profesional, en el personal y en ese otro que nadie más que los miembros de aquel culto exclusivo conocían, una careta que en realidad distaba mucho de parecerse a cualquiera de las dos anteriores, una que lo volvía un ser prácticamente demente; a saber las razones que tuviera Auberon para aceptarlo de vuelta.
No le siguió la mirada, estaba ocupado asegurándose que las heridas superficiales de Marcellus se cerraran y la hemorragia parara, no podía hacer más hasta que alguien más no lo examinara y viera realmente cuales eran las medidas que debían tomarse, aquello había sido solamente la atención de emergencia.
La camilla estaba alejándose ya cuando Adrien sintió la mano de Mina tomarlo por la túnica, se giro hacia ella viéndola prácticamente con repulsión y realmente llamo a la gracia divina para no apartarla con un manotazo por atreverse a tocarlo así como así. Era una de las cosas que él tenía, no le gustaba que la gente se acercara demasiado a él, que lo tocara, el contacto humano con otras personas se había vuelto extraño para él.
Apártate – Le dijo con desdén para luego alisarse la túnica. Invoco unos papeles en su mano y después de ello un patronus. El patronus de Adrien era una serpiente que, flotando se dirigió hacia algún lado.
“Hubo un ataque, Marcellus está herido.” – El patronus iba para varias personas con el mismo mensaje, Laise y Kael más específicamente. La voz de Adrien a pesar de todo permaneció calmada, literalmente veía ese tipo de casos todos los días y el que fuera una persona cercana a él no lo hacía diferente, al menos trataba de que asiera fuera.
Cuando volvió a escuchar la suplica desesperada de Wilhelmina Adrien se volvió hacia ella para verla de manera severa, como si estuviera a punto de regañarla por algo o como si simplemente no pudiera soportar ese tipo de actuaciones frente a él. No era una persona que se conmoviera con un par de lágrimas.
Escúchame, necesito que llenes estos papeles pero tienes que hacerlo de una manera consciente. No vengas a llorarme o a hablar de preocupaciones Wilhelmina, ¿Qué clase de persona eres? Estas portándote como una piltrafa humana, mírate nada más… – Le dio los papeles con nada de cuidado, prácticamente se los lanzo. Luego le señalo una de las sillas en el pasillo para que se sentara ahí. Los papeles era precisamente los papeles de ingreso de Marcellus.
No le siguió la mirada, estaba ocupado asegurándose que las heridas superficiales de Marcellus se cerraran y la hemorragia parara, no podía hacer más hasta que alguien más no lo examinara y viera realmente cuales eran las medidas que debían tomarse, aquello había sido solamente la atención de emergencia.
La camilla estaba alejándose ya cuando Adrien sintió la mano de Mina tomarlo por la túnica, se giro hacia ella viéndola prácticamente con repulsión y realmente llamo a la gracia divina para no apartarla con un manotazo por atreverse a tocarlo así como así. Era una de las cosas que él tenía, no le gustaba que la gente se acercara demasiado a él, que lo tocara, el contacto humano con otras personas se había vuelto extraño para él.
Apártate – Le dijo con desdén para luego alisarse la túnica. Invoco unos papeles en su mano y después de ello un patronus. El patronus de Adrien era una serpiente que, flotando se dirigió hacia algún lado.
“Hubo un ataque, Marcellus está herido.” – El patronus iba para varias personas con el mismo mensaje, Laise y Kael más específicamente. La voz de Adrien a pesar de todo permaneció calmada, literalmente veía ese tipo de casos todos los días y el que fuera una persona cercana a él no lo hacía diferente, al menos trataba de que asiera fuera.
Cuando volvió a escuchar la suplica desesperada de Wilhelmina Adrien se volvió hacia ella para verla de manera severa, como si estuviera a punto de regañarla por algo o como si simplemente no pudiera soportar ese tipo de actuaciones frente a él. No era una persona que se conmoviera con un par de lágrimas.
Escúchame, necesito que llenes estos papeles pero tienes que hacerlo de una manera consciente. No vengas a llorarme o a hablar de preocupaciones Wilhelmina, ¿Qué clase de persona eres? Estas portándote como una piltrafa humana, mírate nada más… – Le dio los papeles con nada de cuidado, prácticamente se los lanzo. Luego le señalo una de las sillas en el pasillo para que se sentara ahí. Los papeles era precisamente los papeles de ingreso de Marcellus.
- Adrien Morgan
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Re: Secuelas
En cualquier otro momento seguramente habría sido menos suave respecto al trato que estaba recibiendo por parte de Adrien, pero en ese preciso instante de su vida la corroían los nervios por lo que estaba sucediendo. Los segundos le parecían eternos y cada uno en el que Jesse no volvía sentía la boca salina y el estómago vacío, como si estuviera en caída libre. No notó ni le puso particular atención a la manera en que Adrien la miraba, no era ella misma en ese momento, porque de haberlo sido, como mínimo, le hubiera puesto un puñetazo justamente en la nariz por más que estuviera consciente de que simplemente hacía su trabajo con la frialdad que cualquier sanador necesitaba.
-No, es que no lo entiendes…
En realidad ella tampoco entendía, llevaba meses sin entender a Adrien, no sabía qué era lo que le había pasado en el sótano porque nunca nadie había tenido la delicadeza de contárselo, como si no importara, o como si hubiera sido un episodio que no formaba parte de lo oficial, pero había cambiado demasiado como para que no fuera nada. Igual nunca se había atrevido a preguntar, ni siquiera Werther, ni siquiera a Billy.
El estado de shock en el que se encontraba tampoco la hizo reaccionar demasiado ante sus duras palabras. Estaba preocupada por Jesse y Marcellus ya había salido de su vista. Quizá si no hubiera todo ese sentimiento a flor de piel involucrado, no habría sido tan duro para ella. Lo único en lo que podía pensar era en que tenía que tranquilizarse antes de que el sentimiento de culpa no la dejara seguir adelante con todo lo que planeaba. Estaba bien, necesitaba dar la imagen de haber sido tomada por sorpresa, y en cierta forma así había sido.
Tomó los papeles, recogiendo uno que había caído al piso por la manera en que Adrien se los había lanzado. Quizá en otro momento, cuando saliera de su estado sumamente alterado, podría hacer una revisión de ese momento y darle a Adrien su merecido, pero en ese instante estaba como fuera de sí, ni siquiera como para levantarse y darle una cachetada bien puesta.
-Pero necesito verlo, saber que está bien….
Le dijo antes de bajar la vista hacia los papeles, apañárselas para conjurar una pluma y comenzar a llenarlos como mejor podía, con las manos temblorosas y sintiéndose más pequeña que nunca.Todo eso demostraba que tenía debilidades, por más que hubiera deseado deshacerse de ellas, y esas debilidades tenían nombres y apellidos. Estaba jodidísima.
-No, es que no lo entiendes…
En realidad ella tampoco entendía, llevaba meses sin entender a Adrien, no sabía qué era lo que le había pasado en el sótano porque nunca nadie había tenido la delicadeza de contárselo, como si no importara, o como si hubiera sido un episodio que no formaba parte de lo oficial, pero había cambiado demasiado como para que no fuera nada. Igual nunca se había atrevido a preguntar, ni siquiera Werther, ni siquiera a Billy.
El estado de shock en el que se encontraba tampoco la hizo reaccionar demasiado ante sus duras palabras. Estaba preocupada por Jesse y Marcellus ya había salido de su vista. Quizá si no hubiera todo ese sentimiento a flor de piel involucrado, no habría sido tan duro para ella. Lo único en lo que podía pensar era en que tenía que tranquilizarse antes de que el sentimiento de culpa no la dejara seguir adelante con todo lo que planeaba. Estaba bien, necesitaba dar la imagen de haber sido tomada por sorpresa, y en cierta forma así había sido.
Tomó los papeles, recogiendo uno que había caído al piso por la manera en que Adrien se los había lanzado. Quizá en otro momento, cuando saliera de su estado sumamente alterado, podría hacer una revisión de ese momento y darle a Adrien su merecido, pero en ese instante estaba como fuera de sí, ni siquiera como para levantarse y darle una cachetada bien puesta.
-Pero necesito verlo, saber que está bien….
Le dijo antes de bajar la vista hacia los papeles, apañárselas para conjurar una pluma y comenzar a llenarlos como mejor podía, con las manos temblorosas y sintiéndose más pequeña que nunca.Todo eso demostraba que tenía debilidades, por más que hubiera deseado deshacerse de ellas, y esas debilidades tenían nombres y apellidos. Estaba jodidísima.
- Wilhelmina Schweinsteiger
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Re: Secuelas
Había recibido el mensaje y lo primero que hizo fue avisar a los padres de Marcellus, Ginna al menos tendría una idea exacta de que estaba pasando, al ser ella parte del cuerpo de Aurores, pero eso no quería decir que supiera que su hijo había salido herido durante todo el proceso, sin un segundo que perder, la Auror Italiana pareció junto a Kael en la sala de emergencias del Hospital Bridget Bishop mirando a todos lados en busca de su hijo.
"¡¿Marcello, dónde está mi hijo?!" exigió saber en el segundo que su Aparicio había sido completado, pero la pronta intervención de Kael evitó que la mujer descargara su furia sobra el inocente personal médico.
"El mensaje fue enviado por Adrien Morgan, Ginna… seguramente ya lo están interviniendo," le dijo con una voz calmada, después de todo la situaciones de estrés médico no eran novedad para Kael, aunque tratándose de su familia le costaba más trabajo mantener ese perfil.
Localizó al joven sanador cerca de la recepción, señalándole a Ginna que podía ir con el a preguntar sobre su hijo, la Auror se movió rápido, con una impuesta calma, que estaba manteniendo solo por profesionalismo, pero Kael entendía que se trataba de su hijo y con una madre nadie debía de meterse. Ginna parecía más molesta con la humanidad entera que nerviosa y era un verdadero suceso que no estuviera maldiciendo a medio mundo todavía.
Ginna pasó de largo a Mina, puesto que no la conocía en persona, pero Kael si se detuvo junto a ella, mirándola de arriba abajo notando su ropa ensangrentada pero el hecho de que la joven no estaba siendo atendida, lo que quería decir que no estaba herida de gravedad.
"Señorita Schweinsteiger," llamó Kael con un tono calmado para no alterarla. No sabía si ella estaba involucrada, pero era lo mas probable, notando las circunstancias, "¿Se encuentra bien, me puede explicar que ocurrió?"
Ginna por su parte había llegado hasta Adrien, denotando el poder de una madre preocupada y el porte de un Auror profesional al mismo tiempo, era una imagen imponente.
"Necesito ver a mi hijo, Marcellus J. Lovecraft," pidió a un segundo de exigirlo, Ginna sabía que Adrien no tenía la culpa de nada y era quien podía darle información sobre su hijo, ese hecho fue lo único que la mantuvo firme y lejos de exigir que se le llevara a donde estaba Marcellus de una forma grosera.
Kael levantó la mirada para ver a Adrien, asintiendo con la cabeza para que dejara pasar a Ginna sin hacer mucho proceso, no era conveniente dejar a una madre alejada de su hijo, menos una que tenía la costumbre de lanzar maldiciones a diario.
"¡¿Marcello, dónde está mi hijo?!" exigió saber en el segundo que su Aparicio había sido completado, pero la pronta intervención de Kael evitó que la mujer descargara su furia sobra el inocente personal médico.
"El mensaje fue enviado por Adrien Morgan, Ginna… seguramente ya lo están interviniendo," le dijo con una voz calmada, después de todo la situaciones de estrés médico no eran novedad para Kael, aunque tratándose de su familia le costaba más trabajo mantener ese perfil.
Localizó al joven sanador cerca de la recepción, señalándole a Ginna que podía ir con el a preguntar sobre su hijo, la Auror se movió rápido, con una impuesta calma, que estaba manteniendo solo por profesionalismo, pero Kael entendía que se trataba de su hijo y con una madre nadie debía de meterse. Ginna parecía más molesta con la humanidad entera que nerviosa y era un verdadero suceso que no estuviera maldiciendo a medio mundo todavía.
Ginna pasó de largo a Mina, puesto que no la conocía en persona, pero Kael si se detuvo junto a ella, mirándola de arriba abajo notando su ropa ensangrentada pero el hecho de que la joven no estaba siendo atendida, lo que quería decir que no estaba herida de gravedad.
"Señorita Schweinsteiger," llamó Kael con un tono calmado para no alterarla. No sabía si ella estaba involucrada, pero era lo mas probable, notando las circunstancias, "¿Se encuentra bien, me puede explicar que ocurrió?"
Ginna por su parte había llegado hasta Adrien, denotando el poder de una madre preocupada y el porte de un Auror profesional al mismo tiempo, era una imagen imponente.
"Necesito ver a mi hijo, Marcellus J. Lovecraft," pidió a un segundo de exigirlo, Ginna sabía que Adrien no tenía la culpa de nada y era quien podía darle información sobre su hijo, ese hecho fue lo único que la mantuvo firme y lejos de exigir que se le llevara a donde estaba Marcellus de una forma grosera.
Kael levantó la mirada para ver a Adrien, asintiendo con la cabeza para que dejara pasar a Ginna sin hacer mucho proceso, no era conveniente dejar a una madre alejada de su hijo, menos una que tenía la costumbre de lanzar maldiciones a diario.
- Kael L. Lovecraft
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Re: Secuelas
¿Qué no entendía? Casi quiso soltarle un revés en ese mismo momento cuando Wilhelmina se atrevió a decirle que el no entendía lo que estaba sucediendo. Lo entendía, le dolía, lo aceptaba. Eran las fases del razonamiento lógico por el cual Adrien siempre se guiaba. No era fácil ver a una persona que te importa en ese estado, tampoco el saber si otros que conoces habrán muerto ya en el acto o no. Sin embargo todo eso era con una razón y Mina la sabía, todo era un plan bien elaborado en el cual ellos dos simplemente eran peones. Él estaba precisamente esperando que llegaran heridos del mall y su trabajo era simplemente hacer una declaración a la prensa, cuando llegaran, exagerando un poco más la situación. Aun que en el caso en el que estaban por supuesto que no iba a ser necesario exagerarla.
Lo entiendo perfectamente pero necesito que te concentres en estos momentos, hagas tu declaración en esos papeles de lo sucedido, puedes hacerlo con las primeras palabras que se te vengan a la mente. Solo necesito comprobar que estoy enterado de lo que ocurrió. – Pero no era así, sabía lo básico pero no realmente lo que había pasado, lo que le había pasado a Marcellus. Había alcanzado a revisarlo rápido antes de que las enfermeras se lo llevaran como para poder asignarlo a un departamento pertinente. Su voz hacia Mina no se hacía más suave ni mucho menos, trataba de ser duro y directo, hablándole con palabras clave para que pudiera entenderle por más que estuviera en shock y todo eso. No tenia condescendencia, ella no la necesitaba y él no estaba dispuesto a dársela aun que así fuera.
Entonces, de una manera oportuna habían llegado Kael y una mujer que, al parecer, también era familiar de Marcellus, su madre para ser específicos. El semblante de Adrien cambio inmediatamente suavizándose un poco, guardando la calma. El joven a pesar de su edad mantenía un porte y presencia de cualquier Medimago con una vasta experiencia.
Señora Lovecraft, Adrien Morgan, sanador. Fui quién atendió a su hijo y mande el patronus – Se presento con la mujer simplemente con un leve movimiento de cabeza. Parecía preocupado, pero a la vez parecía tener todo controlado con respecto a la situación. La tomo del brazo y se dirigió a una esquina un poco alejada para hablarle sobre la situación de Marcellus.
Marcellus en estos momentos se encuentra en observación. Llego aquí con heridas en el abdomen, las mismas han sido cerradas y esta reponiéndose la sangre que perdió, un sanador está revisando sus órganos por si es necesario que se le regenere alguno, en pocas palabras: está bien y fuera de peligro. Podrán verlo en unos momentos, pero sugiero que solamente un familiar entre a la vez. No deberíamos impresionarlo demasiado.
La mirada de Adrien se dirigió entonces hacia donde Mina estaba, sabía perfectamente cuál era la profesión de la madre de Marcellus, iba a tomar provecho de todas las cartas que tenía en mano. Él también tenía una misión que cumplir en todo ese escenario de muerte y destrucción.
La joven allá sentada fue quién trajo a su hijo. Al parecer lograron escapar de un ataque muggle, no sé si se ha dado la alerta con los Aurores pero me veo en la necesidad de avisar a las autoridades inmediatamente señora.
Luego se excuso con la mujer y se dirigió nuevamente hacia donde Mina estaba, esta vez con una mirada de preocupación, queriendo consolarla. Se puso en cuclillas frente a ella para quedar a su altura. Tomo los papeles que se le habían caído y luego, como si no hubiera sido hacia unos momentos la persona que había rechazado su toque, la tomo de la mano para darle confort.
Todo estará bien Mina. ¿Podrías decirnos que sucedió? ¿Podrías hacer una declaración al respecto? ¿Hay más personas que necesiten ayuda? - No es que estuviera en sus planes que la madre de Marcellus fuera a llegar ahí, o que todo pareciera encajar perfectamente para que ese ataque se diera a conocer a todo el mundo mágico. Simplemente Adrien estaba jugando con la mano que le había tocado y lo hacía a la perfección.
Lo entiendo perfectamente pero necesito que te concentres en estos momentos, hagas tu declaración en esos papeles de lo sucedido, puedes hacerlo con las primeras palabras que se te vengan a la mente. Solo necesito comprobar que estoy enterado de lo que ocurrió. – Pero no era así, sabía lo básico pero no realmente lo que había pasado, lo que le había pasado a Marcellus. Había alcanzado a revisarlo rápido antes de que las enfermeras se lo llevaran como para poder asignarlo a un departamento pertinente. Su voz hacia Mina no se hacía más suave ni mucho menos, trataba de ser duro y directo, hablándole con palabras clave para que pudiera entenderle por más que estuviera en shock y todo eso. No tenia condescendencia, ella no la necesitaba y él no estaba dispuesto a dársela aun que así fuera.
Entonces, de una manera oportuna habían llegado Kael y una mujer que, al parecer, también era familiar de Marcellus, su madre para ser específicos. El semblante de Adrien cambio inmediatamente suavizándose un poco, guardando la calma. El joven a pesar de su edad mantenía un porte y presencia de cualquier Medimago con una vasta experiencia.
Señora Lovecraft, Adrien Morgan, sanador. Fui quién atendió a su hijo y mande el patronus – Se presento con la mujer simplemente con un leve movimiento de cabeza. Parecía preocupado, pero a la vez parecía tener todo controlado con respecto a la situación. La tomo del brazo y se dirigió a una esquina un poco alejada para hablarle sobre la situación de Marcellus.
Marcellus en estos momentos se encuentra en observación. Llego aquí con heridas en el abdomen, las mismas han sido cerradas y esta reponiéndose la sangre que perdió, un sanador está revisando sus órganos por si es necesario que se le regenere alguno, en pocas palabras: está bien y fuera de peligro. Podrán verlo en unos momentos, pero sugiero que solamente un familiar entre a la vez. No deberíamos impresionarlo demasiado.
La mirada de Adrien se dirigió entonces hacia donde Mina estaba, sabía perfectamente cuál era la profesión de la madre de Marcellus, iba a tomar provecho de todas las cartas que tenía en mano. Él también tenía una misión que cumplir en todo ese escenario de muerte y destrucción.
La joven allá sentada fue quién trajo a su hijo. Al parecer lograron escapar de un ataque muggle, no sé si se ha dado la alerta con los Aurores pero me veo en la necesidad de avisar a las autoridades inmediatamente señora.
Luego se excuso con la mujer y se dirigió nuevamente hacia donde Mina estaba, esta vez con una mirada de preocupación, queriendo consolarla. Se puso en cuclillas frente a ella para quedar a su altura. Tomo los papeles que se le habían caído y luego, como si no hubiera sido hacia unos momentos la persona que había rechazado su toque, la tomo de la mano para darle confort.
Todo estará bien Mina. ¿Podrías decirnos que sucedió? ¿Podrías hacer una declaración al respecto? ¿Hay más personas que necesiten ayuda? - No es que estuviera en sus planes que la madre de Marcellus fuera a llegar ahí, o que todo pareciera encajar perfectamente para que ese ataque se diera a conocer a todo el mundo mágico. Simplemente Adrien estaba jugando con la mano que le había tocado y lo hacía a la perfección.
- Adrien Morgan
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Re: Secuelas
Estaba llenando la forma mientras respiraba profundo y miraba continuamente el reloj, como si contara cada uno de los segundos que pasaban desde la partida de Jesse de vuelta hacia el terrible lugar en el que se había convertido el mall. Alzó la vista al escuchar su apellido y se encontró con el profesor Lovecraft. Su primer impulso fue pedirle que por favor, por lo que más quisiera, la ayudara a que pudieran ver a Marcellus, aunque no fuera familia, ni nada, pero tuvo la entereza suficiente, por fin, para poder asentir, primero, a la pregunta sobre si estaba bien y segundo, a si le podía explicar.
Abrió la boca para contestar cuando llegó Adrien de nuevo. Al escuchar la manera en que le hablaba ahora, en presencia del profesor y de esa otra mujer guapísima que en primera instancia no ubicó, le dieron ganas de cachetearlo como nunca y gritarle mediante el altavoz que era un imbécil, pero por supuesto, estaba en una posición muy vulnerable en todos los sentidos. Miró a Kael Lovecraft de nuevo, y después a Adrien, a quien primero le pasó l formulario lleno, aunque de nuevo, con algunas inadecuadas manchas de sangre.
Ella también entendió que ese era un momento crítico, que tenía que hacer las cosas bien. Si no respiró profundo fue solamente porque si lo hacía, parecería que estaba sobrepensando las cosas. Se dio cuenta de que ni siquiera tenía que actuar, que simplemente tenía que contar las cosas como eran y dejarse llevar por lo que sentía en ese momento, por Marcellus, por Jesse, por lo que había pasado.
-Todo estaba transcurriendo normal. De repente alguien lanzó gases que se esparcieron por todo el lugar, eran muggles, llegaron en grupo atacándonos con armas de fuego y con cuchillos. Destruyeron los locales y…
Miró al profesor Lovecraft y negó con la cabeza antes de bajar la mirada y volver a permitir que las lágrimas fluyeran, si había un momento para mostrarse vulnerable, asustada y preocupada, era ese. Y no le estaba costando nada de trabajo dejar ver eso.
-Un grupo llegó a la cupcakería y yo le pedí a Jesse Crawford que me llevara a donde estaba Marcellus, a la librería…cuando llegamos a Marcellus…lo habían apuñalado, estaban usando cuchillo también, estaba desangrándose. Todo era un caos, no se veía nada. Había una bestia enorme atacando también, no sé de dónde salió…
No había puesto nada de atención a las palabras intercambiadas entre Odille y Marcellus por estar pendiente de que Jesse le partiera la cabeza al maldito que había apuñalado a Marcellus, pero tampoco iba a decir que sabía reconocer una invocación cuando la veía.
-Crawford nos trajo aquí. Se quedó mucha gente. Por favor, solo necesito que me avisen qué pasa con Marcellus…yo sé que no soy su familia pero de verdad necesito saber que todo va a salir bien, que se va a recuperar, saber si puedo verlo, es lo único que importa.
Miraba a Kael, porque en ese momento era el único en el que podía confiar. Y luego su vista volvió al reloj.
Abrió la boca para contestar cuando llegó Adrien de nuevo. Al escuchar la manera en que le hablaba ahora, en presencia del profesor y de esa otra mujer guapísima que en primera instancia no ubicó, le dieron ganas de cachetearlo como nunca y gritarle mediante el altavoz que era un imbécil, pero por supuesto, estaba en una posición muy vulnerable en todos los sentidos. Miró a Kael Lovecraft de nuevo, y después a Adrien, a quien primero le pasó l formulario lleno, aunque de nuevo, con algunas inadecuadas manchas de sangre.
Ella también entendió que ese era un momento crítico, que tenía que hacer las cosas bien. Si no respiró profundo fue solamente porque si lo hacía, parecería que estaba sobrepensando las cosas. Se dio cuenta de que ni siquiera tenía que actuar, que simplemente tenía que contar las cosas como eran y dejarse llevar por lo que sentía en ese momento, por Marcellus, por Jesse, por lo que había pasado.
-Todo estaba transcurriendo normal. De repente alguien lanzó gases que se esparcieron por todo el lugar, eran muggles, llegaron en grupo atacándonos con armas de fuego y con cuchillos. Destruyeron los locales y…
Miró al profesor Lovecraft y negó con la cabeza antes de bajar la mirada y volver a permitir que las lágrimas fluyeran, si había un momento para mostrarse vulnerable, asustada y preocupada, era ese. Y no le estaba costando nada de trabajo dejar ver eso.
-Un grupo llegó a la cupcakería y yo le pedí a Jesse Crawford que me llevara a donde estaba Marcellus, a la librería…cuando llegamos a Marcellus…lo habían apuñalado, estaban usando cuchillo también, estaba desangrándose. Todo era un caos, no se veía nada. Había una bestia enorme atacando también, no sé de dónde salió…
No había puesto nada de atención a las palabras intercambiadas entre Odille y Marcellus por estar pendiente de que Jesse le partiera la cabeza al maldito que había apuñalado a Marcellus, pero tampoco iba a decir que sabía reconocer una invocación cuando la veía.
-Crawford nos trajo aquí. Se quedó mucha gente. Por favor, solo necesito que me avisen qué pasa con Marcellus…yo sé que no soy su familia pero de verdad necesito saber que todo va a salir bien, que se va a recuperar, saber si puedo verlo, es lo único que importa.
Miraba a Kael, porque en ese momento era el único en el que podía confiar. Y luego su vista volvió al reloj.
- Wilhelmina Schweinsteiger
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Re: Secuelas
Ginna miró de arriba abajo a Adrien, estudiando su postura y sus palabras, este joven parecía de la edad de su hijo, pero quería confiar que sabía lo que estaba haciendo, después de todo juventud no es garantía de innovación pero edad tampoco era garantía de eficiencia.
"Ginna Porcellini de Lovecraft," se presentó regresando el movimiento de cabeza, permitiendo que la guiara a una esquina para hablar. Las palabras de Adrien calmaron un poco sus nervios, su hijo estaba fuera de peligro mortal, eso le daría algo de centro para esperar el verlo, el saber que no tenía que llegar a ser testigo de una tragedia personal.
Analizando las palabras del joven sanador y la petición de que no se formara una multitud alrededor de su hijo, Ginna no tuvo problemas para aceptar, de hecho prefería que así fuera, "Estoy de acuerdo que se limite a familiares por el momento, además…"
Ginna miró hacia donde estaba Mina, notando su ropa manchada y la información que tenía en general, "Mi hijo tendrá que dar una declaración…"
No quería permanecer más tiempo del necesario alejada de Marcellus, pero antes tenía que poner algunas cosas en orden. Retomando el semblante de una mujer de su profesión y caminó hacia donde estaba Mina.
Antes de hablar con ella, se dirigió a Kael hablando en italiano, el Sanador Lovecraft respondió de igual manera, señalando al piso y luego a Mina, Ginna señaló a Adrien y luego más allá del pasillo, hablando demasiado rápido y con un tomo cargado de molestia, pero cuando miró a Mina, este no fue dirigido hacia ella.
"Jovencita," llamó sin decir su nombre, "Mi nombre es Ginna Porcellini, Auror… Antes que nada quiero agradecerte el haber ayudado a mi hijo," le dirigió una pequeña sonrisa, y luego regreso a su semblante profesional, "Recibimos una alerta sobre un ataque, el Escuadrón Anti-Catástrofes ya va en camino, pero una declaración más concisa sería de apoyo."
Kael estaba prestando más atención a la integridad física y mental de Mina que Ginna, quien a pesar de estar tomando rienda en el asunto como Auror, seguramente sólo quería ir con su hijo, de hecho era probable que lo hiciera en cualquier momento. Kael prestó especial atención a todas las palabras de Mina, así como lo hizo Ginna, ambos entrecerraron los ojos con una expresión dura al escuchar que Marcellus había sido apuñalado, Ginna apretó los puños, pero se mantuvo calmada.
"Bestia enorme…" murmuró Kael frunciendo el cejo, se había salido de la nada obviamente había sido una invocación, pero las probabilidades de que estuviera relacionada con los muggles eran excusa sino nulas, "¿Me la podrías describir?"
En ese momento llegó otro grupo de personas, algunos del Escuadrón Ante-Catástrofes acompañando a testigos y heridos del suceso, al igual que miembros de soporte del Departamento de Seguridad Mágica.
Ginna dijo una frase en Italiano para llamar la atención de dos jóvenes, quienes de inmediato acudieron con ella, les dijo lo que Mina ya les había repetido y luego les pidió que continuaran tomando la declaración, para luego mirar a Adrien severamente,
"Mi hijo." Fue todo lo que dijo, su petición bastante clara.
Kael no iba a discutir con Ginna, no quería y era probablemente que de todos modos nada saldría de ello, en lugar de ello, se dirigió a Mina, "Marcellus está fuera de peligro," le dijo repitiendo el diagnostico que Ginna le había informado hacía un momento, "Esta en observación, nos darán más información en cuento los sanadores terminen de hacer el diagnostico."
En ese momento otro hombre se acercó a ellos, apresurando el paso para abrazar a Ginna, luego le dirigió una mirada a Kael, asintiendo con la cabeza. Ginna empezó a hablarle al hombre sobre la condición de Marcellus, denotando que era James P. Lovecraft, su esposo y padre de su hijo.
Kael buscó la mirada de Mina de nuevo, hablándole con calma.
"Su intervención ha sido clave," le dijo tratando de hacerla sentir mejor, sabiendo que la rápida actuación en un desastre era la que podía hacer la diferencia de los resultados, "Es probable que Marcellus esté bien por su pronta reacción ante todo."
Kael no quería presionarla, pero necesitaba saber detalles, al igual que el equipo Anti-Catástrofes, "Señorita, todo lo que recuerde… como eran los muggles, como era aquella bestia… ¿Quiénes más están involucrados? necesitamos toda la información que pueda proporcionar."
Kael sabía sobre Marcellus, pero no que Odille y Brownie también estaban involucradas y que continuaban presentes en la escena en ese momento.
"Ginna Porcellini de Lovecraft," se presentó regresando el movimiento de cabeza, permitiendo que la guiara a una esquina para hablar. Las palabras de Adrien calmaron un poco sus nervios, su hijo estaba fuera de peligro mortal, eso le daría algo de centro para esperar el verlo, el saber que no tenía que llegar a ser testigo de una tragedia personal.
Analizando las palabras del joven sanador y la petición de que no se formara una multitud alrededor de su hijo, Ginna no tuvo problemas para aceptar, de hecho prefería que así fuera, "Estoy de acuerdo que se limite a familiares por el momento, además…"
Ginna miró hacia donde estaba Mina, notando su ropa manchada y la información que tenía en general, "Mi hijo tendrá que dar una declaración…"
No quería permanecer más tiempo del necesario alejada de Marcellus, pero antes tenía que poner algunas cosas en orden. Retomando el semblante de una mujer de su profesión y caminó hacia donde estaba Mina.
Antes de hablar con ella, se dirigió a Kael hablando en italiano, el Sanador Lovecraft respondió de igual manera, señalando al piso y luego a Mina, Ginna señaló a Adrien y luego más allá del pasillo, hablando demasiado rápido y con un tomo cargado de molestia, pero cuando miró a Mina, este no fue dirigido hacia ella.
"Jovencita," llamó sin decir su nombre, "Mi nombre es Ginna Porcellini, Auror… Antes que nada quiero agradecerte el haber ayudado a mi hijo," le dirigió una pequeña sonrisa, y luego regreso a su semblante profesional, "Recibimos una alerta sobre un ataque, el Escuadrón Anti-Catástrofes ya va en camino, pero una declaración más concisa sería de apoyo."
Kael estaba prestando más atención a la integridad física y mental de Mina que Ginna, quien a pesar de estar tomando rienda en el asunto como Auror, seguramente sólo quería ir con su hijo, de hecho era probable que lo hiciera en cualquier momento. Kael prestó especial atención a todas las palabras de Mina, así como lo hizo Ginna, ambos entrecerraron los ojos con una expresión dura al escuchar que Marcellus había sido apuñalado, Ginna apretó los puños, pero se mantuvo calmada.
"Bestia enorme…" murmuró Kael frunciendo el cejo, se había salido de la nada obviamente había sido una invocación, pero las probabilidades de que estuviera relacionada con los muggles eran excusa sino nulas, "¿Me la podrías describir?"
En ese momento llegó otro grupo de personas, algunos del Escuadrón Ante-Catástrofes acompañando a testigos y heridos del suceso, al igual que miembros de soporte del Departamento de Seguridad Mágica.
Ginna dijo una frase en Italiano para llamar la atención de dos jóvenes, quienes de inmediato acudieron con ella, les dijo lo que Mina ya les había repetido y luego les pidió que continuaran tomando la declaración, para luego mirar a Adrien severamente,
"Mi hijo." Fue todo lo que dijo, su petición bastante clara.
Kael no iba a discutir con Ginna, no quería y era probablemente que de todos modos nada saldría de ello, en lugar de ello, se dirigió a Mina, "Marcellus está fuera de peligro," le dijo repitiendo el diagnostico que Ginna le había informado hacía un momento, "Esta en observación, nos darán más información en cuento los sanadores terminen de hacer el diagnostico."
En ese momento otro hombre se acercó a ellos, apresurando el paso para abrazar a Ginna, luego le dirigió una mirada a Kael, asintiendo con la cabeza. Ginna empezó a hablarle al hombre sobre la condición de Marcellus, denotando que era James P. Lovecraft, su esposo y padre de su hijo.
Kael buscó la mirada de Mina de nuevo, hablándole con calma.
"Su intervención ha sido clave," le dijo tratando de hacerla sentir mejor, sabiendo que la rápida actuación en un desastre era la que podía hacer la diferencia de los resultados, "Es probable que Marcellus esté bien por su pronta reacción ante todo."
Kael no quería presionarla, pero necesitaba saber detalles, al igual que el equipo Anti-Catástrofes, "Señorita, todo lo que recuerde… como eran los muggles, como era aquella bestia… ¿Quiénes más están involucrados? necesitamos toda la información que pueda proporcionar."
Kael sabía sobre Marcellus, pero no que Odille y Brownie también estaban involucradas y que continuaban presentes en la escena en ese momento.
- Kael L. Lovecraft
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Re: Secuelas
Las enfermeras habían sido las primeras en correr el rumor y avisar a varias personas sobre lo que estaba pasando y con eso, la noticia había comenzado a correr por varias instituciones. Bill estaba al tanto de todo pero no se había preocupado porque todo iba a ir de acuerdo a un plan, no sabía que Mina no había seguido del todo su actuación por Marcellus, así que le sorprendió cuando a su papá le llegó la noticia de que la niña Schweinsteiger había llegado al hospital toda ensangrentada. Ambos se miraron y Bill se le adelantó.-Yo voy.-Le dijo apareciéndose a la entrada del hospital. Entró a paso rápido y se dirigió a la primera enfermera que vio.
-Me comunicaron que Mina Schweinsteiger llegó al hospital, ¿me puede indicar dónde está?-Preguntó amablemente y la mujer le señaló hacia una zona en donde un grupo de personas estaban rodeando a alguien o eso parecía. Bill caminó hasta ahí y se encontró con una imagen impactante de Mina. Nunca la había visto así y su ropa estaba llena de sangre. No se fijó quienes estaban rodeándola, solo se abrió paso hasta ella y flexionó un poco las piernas para tomarla de las manos.
A lo mejor una declaración impactante les hacía bien pero también funcionaba que Mina fuera una víctima más de eso y por el look que traía lo parecía.-Soy yo, mírame, ¿estás bien?.-Volteó hacia arriba para ver quien la rodeaba y le hizo un gesto de desdén a Adrien tronándole los dedos.-¿Qué clase de médico eres tú? ve su estado, como la tienes aquí con un interrogatorio improvisado. Haz que la atiendan, ¿cómo sabes que no tiene nada? ¿ella te lo dijo? mierda, qué clase de hospital es este.-Ignorando a los demás se levantó y rodeó a Mina con un brazo para hacerla levantarse.
-Me comunicaron que Mina Schweinsteiger llegó al hospital, ¿me puede indicar dónde está?-Preguntó amablemente y la mujer le señaló hacia una zona en donde un grupo de personas estaban rodeando a alguien o eso parecía. Bill caminó hasta ahí y se encontró con una imagen impactante de Mina. Nunca la había visto así y su ropa estaba llena de sangre. No se fijó quienes estaban rodeándola, solo se abrió paso hasta ella y flexionó un poco las piernas para tomarla de las manos.
A lo mejor una declaración impactante les hacía bien pero también funcionaba que Mina fuera una víctima más de eso y por el look que traía lo parecía.-Soy yo, mírame, ¿estás bien?.-Volteó hacia arriba para ver quien la rodeaba y le hizo un gesto de desdén a Adrien tronándole los dedos.-¿Qué clase de médico eres tú? ve su estado, como la tienes aquí con un interrogatorio improvisado. Haz que la atiendan, ¿cómo sabes que no tiene nada? ¿ella te lo dijo? mierda, qué clase de hospital es este.-Ignorando a los demás se levantó y rodeó a Mina con un brazo para hacerla levantarse.
- Bill Snyder
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Re: Secuelas
Adrien sabía lidiar fácilmente con los familiares de los pacientes, su oficio le había enseñado a decirle a las personas las cosas exactamente como eran, pero manejando un tono de voz conciliador o directo según la situación lo ameritara. En este caso afortunadamente no había sido la situación, Marcellus estaba bien y en cuestión de minutos seguramente estaría consiente y solamente con dolor en el abdomen que podría ser fácilmente aliviado con alguna poción o medicamento.. Afortunadamente se encontraban en el mundo mágico y cualquier cosa como esa, con la debida atención, no resultaba ser tan mortal. Se aseguro que la señora Ginna estuviera consciente de ello antes de proseguir con el interrogatorio de Mina.
Adrien la miraba a los ojos pendiente también de sus palabras, solo estaba corroborando que siguiera la historia de una manera coherente. Así fue, lo suficientemente comprensible y a él le sería fácil replicarla ante los medios o personas que pidieran su declaración, como estaba estipulado. Se alejo solamente de su lado al ver que por el pasillo de emergencia llegaba el escuadrón de rescate con heridos y personas que necesitaban atención. Adrien era en esos momentos el sanador encargado de esa área, así que movilizo de inmediato a las enfermeras para que hicieran lo suyo.
Entre todas las personas que entraban habían llegado también el padre de Marcellus y Bill Snyder. Adrien solamente los vio de lejos en cuanto revisaba de una manera rápida y superficial a los pacientes para indictarles una área a ser transferidos. Afortunadamente, al darse a conocer la situación, otros dos Sanadores aparecieron en el área y comenzaron a ayudar con las personas y los heridos. Fue cuando Adrien pudo acercarse nuevamente a donde Mina estaba, siendo asaltado por las exigencias de Snyder. No se molesto por la forma altiva a la que se dirigió hacia él, permaneció paciente.
Sera atendida inmediatamente… ¿entraras con ella? ¿Son familiares o pareja? Si no es así voy a pedirte que te retires al área de espera, en estos momentos hay demasiadas personas que necesitan atención inmediata. – Su voz era directa y sin esperar negación. Hizo una seña a dos enfermeras para que vinieran hacia ellos para ayudarles a llevar a Mina hacia otra área donde la revisaran. Él tomo los expedientes y luego se dirigió hacia Kael y Ginna.
Marcellus en estos momentos esta sedado, tuvieron que reconstruirle unos órganos pero esta bien y fuera de peligro. Necesita descansar en estos momentos, uno de ustedes puede pasar a verlo.
Adrien la miraba a los ojos pendiente también de sus palabras, solo estaba corroborando que siguiera la historia de una manera coherente. Así fue, lo suficientemente comprensible y a él le sería fácil replicarla ante los medios o personas que pidieran su declaración, como estaba estipulado. Se alejo solamente de su lado al ver que por el pasillo de emergencia llegaba el escuadrón de rescate con heridos y personas que necesitaban atención. Adrien era en esos momentos el sanador encargado de esa área, así que movilizo de inmediato a las enfermeras para que hicieran lo suyo.
Entre todas las personas que entraban habían llegado también el padre de Marcellus y Bill Snyder. Adrien solamente los vio de lejos en cuanto revisaba de una manera rápida y superficial a los pacientes para indictarles una área a ser transferidos. Afortunadamente, al darse a conocer la situación, otros dos Sanadores aparecieron en el área y comenzaron a ayudar con las personas y los heridos. Fue cuando Adrien pudo acercarse nuevamente a donde Mina estaba, siendo asaltado por las exigencias de Snyder. No se molesto por la forma altiva a la que se dirigió hacia él, permaneció paciente.
Sera atendida inmediatamente… ¿entraras con ella? ¿Son familiares o pareja? Si no es así voy a pedirte que te retires al área de espera, en estos momentos hay demasiadas personas que necesitan atención inmediata. – Su voz era directa y sin esperar negación. Hizo una seña a dos enfermeras para que vinieran hacia ellos para ayudarles a llevar a Mina hacia otra área donde la revisaran. Él tomo los expedientes y luego se dirigió hacia Kael y Ginna.
Marcellus en estos momentos esta sedado, tuvieron que reconstruirle unos órganos pero esta bien y fuera de peligro. Necesita descansar en estos momentos, uno de ustedes puede pasar a verlo.
- Adrien Morgan
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Re: Secuelas
Ni siquiera procesó que estaba frente a la mamá de Marcellus, ni se tomó el tiempo de notar absolutamente ningún detalle memorable, aunque hubiera muchos. Simplemente alzó la vista hacia ella cuando se presentó y trató de devolverle la pequeña sonrisa sin ningún éxito, como si le doliera intentar sonreír. Su vista, por enésima vez, se fue hacia el reloj, aunque miró a la mujer con lo que parecía un brillo de alivio por escuchar que el Escuadrón Anti-Catástrofes estaba en camino. Querían una declaración concisa y mientras su cerebro dejaba de ir a mil por hora, quizá podría darla.
Negó con la cabeza cuando Kael le preguntaba si podría describir a la bestia. No la recordaba. No había puesto atención y el gas no la había dejado ver bien de todos modos. Lo único a lo que había prestado ojos había sido a Marcellus, y a que Jesse conectara el golpe.
-Lo siento, no. Cuando me aparecí ahí la vi rápido y de forma bastante borrosa por los gases lacrimógenos que los muggles lanzaron. Lo único que vi fue a Marcellus.
Se distrajo completamente cuando empezaron a llegar personas heridas con gente del Escuadrón. Casi se levantaba de golpe para buscarlo entre la gente que recién llegaba. Otra vez sentía las lágrimas agolpándose luchando por salir en el tabique de la nariz. No estaba. Volvió la mirada hacia Kael y asintió cuando le dijo que Marcellus estaba fuera de peligro. Aún así, sentía un vacío terrible. No se sentía mejor con las palabras del profesor, pero eso era básicamente porque no le era suficiente. Abrió la boca para seguir respondiendo las preguntas mientras compulsivamente se removía un pequeño vidrio de los que tenía clavados en la mano con el pulgar de la mano contraria. No alcanzó a responder porque apareció Bill.
Lo miró como ausente, notando con un escalofrío que todos eran demasiado buenos actores.
-Estoy bien, Billy.
Pero de todos modos lo rodeó por el cuello y lo abrazó, todavía con los restos de ese escalofrío. Establecer contacto con él era solo para recordarse que todos ahí tenían un papel, y que nada más importaba. Y que industrias Wardwell crecería, y que el hospital crecería. Y que ella, por el momento, solo era una marioneta. Los músculos de Bill bajo sus manos ensangrentadas le hacían recordarse que ese lugar era inamovible y que por eso, debía haber más.
Se separó de él cuando llegaron las enfermeras y miró a Kael, como si todavía tuviera cosas que decir.
-Brownie y Odille estaban allá también.
Dijo como si lo hubiera recordado de pronto –en realidad así era- y apretó los labios antes de mirar a Bill con sùplica. Estaba odiando que la separaran de todos, todo el tiempo, bajo distintos modos.
Negó con la cabeza cuando Kael le preguntaba si podría describir a la bestia. No la recordaba. No había puesto atención y el gas no la había dejado ver bien de todos modos. Lo único a lo que había prestado ojos había sido a Marcellus, y a que Jesse conectara el golpe.
-Lo siento, no. Cuando me aparecí ahí la vi rápido y de forma bastante borrosa por los gases lacrimógenos que los muggles lanzaron. Lo único que vi fue a Marcellus.
Se distrajo completamente cuando empezaron a llegar personas heridas con gente del Escuadrón. Casi se levantaba de golpe para buscarlo entre la gente que recién llegaba. Otra vez sentía las lágrimas agolpándose luchando por salir en el tabique de la nariz. No estaba. Volvió la mirada hacia Kael y asintió cuando le dijo que Marcellus estaba fuera de peligro. Aún así, sentía un vacío terrible. No se sentía mejor con las palabras del profesor, pero eso era básicamente porque no le era suficiente. Abrió la boca para seguir respondiendo las preguntas mientras compulsivamente se removía un pequeño vidrio de los que tenía clavados en la mano con el pulgar de la mano contraria. No alcanzó a responder porque apareció Bill.
Lo miró como ausente, notando con un escalofrío que todos eran demasiado buenos actores.
-Estoy bien, Billy.
Pero de todos modos lo rodeó por el cuello y lo abrazó, todavía con los restos de ese escalofrío. Establecer contacto con él era solo para recordarse que todos ahí tenían un papel, y que nada más importaba. Y que industrias Wardwell crecería, y que el hospital crecería. Y que ella, por el momento, solo era una marioneta. Los músculos de Bill bajo sus manos ensangrentadas le hacían recordarse que ese lugar era inamovible y que por eso, debía haber más.
Se separó de él cuando llegaron las enfermeras y miró a Kael, como si todavía tuviera cosas que decir.
-Brownie y Odille estaban allá también.
Dijo como si lo hubiera recordado de pronto –en realidad así era- y apretó los labios antes de mirar a Bill con sùplica. Estaba odiando que la separaran de todos, todo el tiempo, bajo distintos modos.
- Wilhelmina Schweinsteiger
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Re: Secuelas
Kael ignoró a Bill Snyder, ya había revisado que Mina no tuviera más que heridas superficiales por lo que no estaba en peligro, no tenía por qué contestarle nada, ni siquiera era su trabajo. Señalando a los dos miembros del Departamento de Seguridad Mágica que eran los que estaban tomando el testimonio de Mina, por lo que de improvisado no tenía nada, se limitó a ponerse pie y dejar a los agentes de Seguridad Mágica hacer su trabajo.
Fue la declaración que Brownie y Odille estaban involucradas también que lo hizo apretar los puños y tuvo que forzarse a mantener la calma y no lanzar alguna maldición a la nada solo para desquitar su ira. Sin pensar en los presentes que no eran parte de su familia, Kael invocó su patronus, una enorme criatura con el aspecto parecido al de un insecto, un Mi-Go.
"Odille y Anette están en aun dentro de la escena del ataque," dijo en voz grave y mandó el mensaje a Rashel, quien estaría movilizándose junto con los Aurores.
Mientras tanto Ginna y James estaban hablando con Adrien, quien le aseguró que la condición de Marcellus era estable. La pareja intercambió miradas y James le indicó a Ginna que fuera ella quien pasara primero a ver a su hijo.
Por su parte Kael se retiró para buscar a sus sobrinas, tenía que asegurarse que estuvieran bien.
Fue la declaración que Brownie y Odille estaban involucradas también que lo hizo apretar los puños y tuvo que forzarse a mantener la calma y no lanzar alguna maldición a la nada solo para desquitar su ira. Sin pensar en los presentes que no eran parte de su familia, Kael invocó su patronus, una enorme criatura con el aspecto parecido al de un insecto, un Mi-Go.
"Odille y Anette están en aun dentro de la escena del ataque," dijo en voz grave y mandó el mensaje a Rashel, quien estaría movilizándose junto con los Aurores.
Mientras tanto Ginna y James estaban hablando con Adrien, quien le aseguró que la condición de Marcellus era estable. La pareja intercambió miradas y James le indicó a Ginna que fuera ella quien pasara primero a ver a su hijo.
Por su parte Kael se retiró para buscar a sus sobrinas, tenía que asegurarse que estuvieran bien.
- Kael L. Lovecraft
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Re: Secuelas
Bill sabía que no era momento para pensar en ciertas cosas pero el sentir a Mina rodearlo para abrazarlo fue como una pequeña victoria. Rodeó su cintura aunque se manchó de sangre y luego le miró las manos, que tenían varios cristales incrustados como en sus rodillas. Y ese pequeño inútil dejando que la interrogaran antes de atenderla. El alpha dejó de tocarla solo porque ella se retiró de él. No entendía el contexto ni cuales eran la cosas que movían a Mina en ese momento pero ni siquiera sabiéndolas hubiera cambiado su manera de actuar con ella.
Bill le lanzó una dura mirada a Adrien cuando le hacía esas preguntas y le daba esa información que a él no le importaba en lo más mínimo. Notó la mirada de Mina pero no sabía si era la mejor actuación de su vida o si de verdad estaba afectada y solo la tomó por la muñeca para indicarle que no se preocupara. Dejó que Morgan hablara con las otras personas primero y luego se acercó a él mientras las enfermeras se llevaban a Mina.
-Ahora escúchame bien, idiota. Voy a entrar con ella a donde sea que la lleven mientras llega algún miembro de su familia y me importa una mierda lo que opines al respecto. Eres un niño, si estas personas.-refiriéndose a la pareja que había atendido antes, sin saber que eran los papás de Marcellus.-están tan tranquilas dejándoles que un mocoso en sus veintes les diga qué pueden hacer o no, a mi no me interesa. Voy a entrar con ella y es mi última palabra, a menos que venga un sanador que se respete a decirme lo contrario con una muy buena razón. Ahora hazte a un lado.-Bill empujó a Adrien para ir atrás de la chica y de las enfermeras, alcanzándolas sin que hubiera fuerza en el mundo que se lo impidiera, a menos que esa fuerza fuera un medimago de respeto y no ese que ante los ojos de Bill era solo un remedo despellejado, de forma literal. Además quería estar con ella, ¿qué mejor que aprovechar esos momentos de debilidad para acercársele?
Bill le lanzó una dura mirada a Adrien cuando le hacía esas preguntas y le daba esa información que a él no le importaba en lo más mínimo. Notó la mirada de Mina pero no sabía si era la mejor actuación de su vida o si de verdad estaba afectada y solo la tomó por la muñeca para indicarle que no se preocupara. Dejó que Morgan hablara con las otras personas primero y luego se acercó a él mientras las enfermeras se llevaban a Mina.
-Ahora escúchame bien, idiota. Voy a entrar con ella a donde sea que la lleven mientras llega algún miembro de su familia y me importa una mierda lo que opines al respecto. Eres un niño, si estas personas.-refiriéndose a la pareja que había atendido antes, sin saber que eran los papás de Marcellus.-están tan tranquilas dejándoles que un mocoso en sus veintes les diga qué pueden hacer o no, a mi no me interesa. Voy a entrar con ella y es mi última palabra, a menos que venga un sanador que se respete a decirme lo contrario con una muy buena razón. Ahora hazte a un lado.-Bill empujó a Adrien para ir atrás de la chica y de las enfermeras, alcanzándolas sin que hubiera fuerza en el mundo que se lo impidiera, a menos que esa fuerza fuera un medimago de respeto y no ese que ante los ojos de Bill era solo un remedo despellejado, de forma literal. Además quería estar con ella, ¿qué mejor que aprovechar esos momentos de debilidad para acercársele?
- Bill Snyder
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Re: Secuelas
Desde que se levantó ese día, había sentido que algo andaba muy mal, era como un presentimiento, uno realmente malo, uno que no podía ignorar. No podía ubicar exactamente por qué pero no dejaba de molestarle, de hacer que le restara atención a todo lo demás, tuvo esa incomodidad durante toda la mañana, pensando concienzudamente sobre el por qué de esa sensación. Esperaba que no tuviera que ver con su hermano o con su madre o alguien que ella considerara cercano.
Paseaba por la biblioteca de la universidad, entregando unos libros que había pedido la noche anterior cuando de la nada le llegó un patronus: “Hubo un ataque, Marcellus está herido”. La sangre le bajó hasta los pies y los latidos de su corazón se desataron en furia. Los libros que sostenía se le cayeron de las manos, le costó algunos momentos reaccionar y cuando al fin pudo coordinarse, levantó los libros y de inmediato se apareció en el hospital, no importándole nada más. No había tardado nada en llegar, y se llenó de horror al ver que poco a poco llegaba el escuadrón anticatasfrofes y aurores con heridos, ¿qué demonios había pasado ahí? Intentó buscar con la mirada a Adrien pero no lo encontró.
Se acercó con un sanador que atendía a una mujer y le pidió de una forma amable, casi suplicándole la ubicación de Adrien. Aquel buen hombre le dio las indicaciones reconociéndola como una de las accionista del Hospital y de inmediato ella salió en su búsqueda, estaba tropezando con muchas personas, se disculpaba en cada paso que daba, tenía que encontrar a Marcellus y ver con sus propios ojos que estaba bien.
Le pareció ver a lo lejos a Bill Snyder, lo cuál la sorprendió muchísimo, seguramente él también había estado en presencia de lo que sea que haya sido aquello. Apresuró el paso hasta quedar justo afuera de la puerta y observando todo aquel espectáculo. Mina llena de sangre, el profesor y el señor Lovecraft, Madame Porcellini, Adrien y Bill siendo un imbécil impertinente.
Vio como Mina era llevaba por un par de enfermeras y la ira la llenó por completo ¿qué carajos había pasado? ¿Por qué estaba llena de sangre? ¿era de Marcellus esa sangre? ¿Era suya? Había muchas preguntas que necesitaba que le respondieran. Apretó la mandíbula claramente molesta , se acercó con una enfermera desocupada -Llame a seguridad, saque inmediatamente a este hombre de aquí, puede ser peligroso!- le apuntó a Bill mientas corría como loco detrás de Mina y las enfermeras. No le importaba utilizar las nuevas influencias que había recién adquirido con esa compra de acciones del hospital que ante los miembros del consejo era capital anónimo y que para el personal era de ella. No iba a permitir que siguiera a Mina como perro faldero, debía dejar que las enfermeras hicieran su trabajo y sola presencia además de ser fastidiosa entorpecería el trabajo del personal. Esperaría a que seguridad llegara y se llevara Bill, pues no era familiar de ninguna de las personas que estaban ahí, no tenía ningún derecho a pisar el hospital, en cambio ¿Por qué ella si podía estar ahí? por que parte del hospital era suyo y por que se le daba la maldita gana.
Dirigió su atención hacia los padres de Marcellus, con quienes se acercó. Laise conocía a la señora Porcellini por que era conocida de su madre pues habían trabajado juntas un par de veces y además por que tanto Lucian como ella eran amigos muy cercano de los Lovecraft en especial de Marcellus y Brownie.
-¿Cómo está Marcellus? ¿Dónde está?- Trató de no sonar histérica pero realmente dudaba no parecerlo.
Paseaba por la biblioteca de la universidad, entregando unos libros que había pedido la noche anterior cuando de la nada le llegó un patronus: “Hubo un ataque, Marcellus está herido”. La sangre le bajó hasta los pies y los latidos de su corazón se desataron en furia. Los libros que sostenía se le cayeron de las manos, le costó algunos momentos reaccionar y cuando al fin pudo coordinarse, levantó los libros y de inmediato se apareció en el hospital, no importándole nada más. No había tardado nada en llegar, y se llenó de horror al ver que poco a poco llegaba el escuadrón anticatasfrofes y aurores con heridos, ¿qué demonios había pasado ahí? Intentó buscar con la mirada a Adrien pero no lo encontró.
Se acercó con un sanador que atendía a una mujer y le pidió de una forma amable, casi suplicándole la ubicación de Adrien. Aquel buen hombre le dio las indicaciones reconociéndola como una de las accionista del Hospital y de inmediato ella salió en su búsqueda, estaba tropezando con muchas personas, se disculpaba en cada paso que daba, tenía que encontrar a Marcellus y ver con sus propios ojos que estaba bien.
Le pareció ver a lo lejos a Bill Snyder, lo cuál la sorprendió muchísimo, seguramente él también había estado en presencia de lo que sea que haya sido aquello. Apresuró el paso hasta quedar justo afuera de la puerta y observando todo aquel espectáculo. Mina llena de sangre, el profesor y el señor Lovecraft, Madame Porcellini, Adrien y Bill siendo un imbécil impertinente.
Vio como Mina era llevaba por un par de enfermeras y la ira la llenó por completo ¿qué carajos había pasado? ¿Por qué estaba llena de sangre? ¿era de Marcellus esa sangre? ¿Era suya? Había muchas preguntas que necesitaba que le respondieran. Apretó la mandíbula claramente molesta , se acercó con una enfermera desocupada -Llame a seguridad, saque inmediatamente a este hombre de aquí, puede ser peligroso!- le apuntó a Bill mientas corría como loco detrás de Mina y las enfermeras. No le importaba utilizar las nuevas influencias que había recién adquirido con esa compra de acciones del hospital que ante los miembros del consejo era capital anónimo y que para el personal era de ella. No iba a permitir que siguiera a Mina como perro faldero, debía dejar que las enfermeras hicieran su trabajo y sola presencia además de ser fastidiosa entorpecería el trabajo del personal. Esperaría a que seguridad llegara y se llevara Bill, pues no era familiar de ninguna de las personas que estaban ahí, no tenía ningún derecho a pisar el hospital, en cambio ¿Por qué ella si podía estar ahí? por que parte del hospital era suyo y por que se le daba la maldita gana.
Dirigió su atención hacia los padres de Marcellus, con quienes se acercó. Laise conocía a la señora Porcellini por que era conocida de su madre pues habían trabajado juntas un par de veces y además por que tanto Lucian como ella eran amigos muy cercano de los Lovecraft en especial de Marcellus y Brownie.
-¿Cómo está Marcellus? ¿Dónde está?- Trató de no sonar histérica pero realmente dudaba no parecerlo.
- Laise Den Adel
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Re: Secuelas
Ginna pasó de largo a Bill y sus comentarios inadecuados, dirigiéndose a donde uno de los asistentes de emergencias le indico estaba su hijo, quería verlo con sus propios ojos antes que nada, pero se detuvo a contestar la pregunta de Laise rápidamente, hablaría con la joven mas a detalle en cuanto ella tuviera información de primera mano.
"Nos han dicho que se encuentra estable, pasare a verlo en este momento," le dijo a la joven Den Adel y luego la tomó de las manos, sonriéndole para compartir un gesto de apoyo y luego continuo a donde estaba su hijo, dejando a Laise en compañía de su esposo por el momento.
Típicamente, la hoja de un cuchillo bowie es de entre 24 y 30 cm de largo, 0.64 cm de grosor y 3.8 cm de ancho. El filo es agudo, diseñado para dar cortes inmediatos sin necesidad de poner más esfuerzo del necesario en el manejo, los cortes de una hoja afilada son limpios, directos y concisos. El utilizar esta arma contra otra persona múltiples veces en el área abdominal causa que tanto piel como musculo fuera desgarrados, varios órganos se vieron afectados, la posición facilito la perforación del estomago y resulto en un hemorragia severa.
Marcellus, básicamente, tuvo suerte de no haber muerto desangrado.
Las heridas fueros cerradas, tanto órganos como musculo y piel fueron restaurados y ahora el joven se encontraba en observación en un área más privada, mirando fijamente el techo con ojos nublados debido al sedante que se le había dado para sobrellevar el proceso.
Se le estaba dando una poción para regenerar la sangre perdida, pero esta tenía que ser administrada en dosis para asegurar que tuviera el efecto deseado... Sabía a cobre.
Fue su estado fuera de sus cinco sentidos lo que lo mantenía en calma, sin entrar en pánico absoluto porque Odille seguía en medio de aquel ataque, porque Brownie estaba ahí también sin mencionar sus amigos y compañeros de facultad.
Parpadeo lentamente, sus dedos a penas rosando las sabanas de la cama en la que estaba costado, su ropa había sido cambiada por un juego de ropa manejado para los pacientes del hospital, no tenía idea que habían hecho con la pila goteando de sangre que se habían sido sus prendas y en su estado actual no le importaba realmente.
A lo lejos podía escuchar el ruido del hospital, gente siendo intervenida... de pronto sintió la angustia anidarse en su pecho, porque aquella criatura... aquella bestia...
"Marcello... amore mio..." se volteo enfocando su mirada en los ojos de su madre, parpadeando para que su imagen dejara de estar tan borrosa, "Sole de la mia vita."
"Mamma..." su madre lo tomó de la mano y le sonrió, pero Marcellus no pudo regresar el gesto, pero en cambio recordó al Nightgaunt en el centro comercial "Quell'essere...l'incubo"
La criatura, la pesadilla… Parpadeo rápidamente, tratando de organizar sus ideas bajo la nublada percepción que le dejaba el sedativo que le habían dado, buscando decirle que esa criatura había parecido indirectamente por causa suya "E 'stato un incidente... portato il mio sangue."
Ginna hizo un sonido para tranquilizarlo, "Non ti preoccupare...tuo papà fare qualcosa al riguardo."
Se sintió mucho más tranquilo al escuchar que su padre haría algo al respecto, no sabía si su madre solo lo estaba diciendo para tranquilizarlo, pero había funcionado.
Cerró los ojos, sintiendo que podía respirar más tranquilo, mientras su madre le acomodaba el cabello y le decía una y otra vez que todo estaría bien.
Se preguntaba donde estaba Mina, que había pasado con Odille, si Brownie estaba bien... quería saber muchas cosas, pero al parecer nadie le iba a decir nada.
"Nos han dicho que se encuentra estable, pasare a verlo en este momento," le dijo a la joven Den Adel y luego la tomó de las manos, sonriéndole para compartir un gesto de apoyo y luego continuo a donde estaba su hijo, dejando a Laise en compañía de su esposo por el momento.
Típicamente, la hoja de un cuchillo bowie es de entre 24 y 30 cm de largo, 0.64 cm de grosor y 3.8 cm de ancho. El filo es agudo, diseñado para dar cortes inmediatos sin necesidad de poner más esfuerzo del necesario en el manejo, los cortes de una hoja afilada son limpios, directos y concisos. El utilizar esta arma contra otra persona múltiples veces en el área abdominal causa que tanto piel como musculo fuera desgarrados, varios órganos se vieron afectados, la posición facilito la perforación del estomago y resulto en un hemorragia severa.
Marcellus, básicamente, tuvo suerte de no haber muerto desangrado.
Las heridas fueros cerradas, tanto órganos como musculo y piel fueron restaurados y ahora el joven se encontraba en observación en un área más privada, mirando fijamente el techo con ojos nublados debido al sedante que se le había dado para sobrellevar el proceso.
Se le estaba dando una poción para regenerar la sangre perdida, pero esta tenía que ser administrada en dosis para asegurar que tuviera el efecto deseado... Sabía a cobre.
Fue su estado fuera de sus cinco sentidos lo que lo mantenía en calma, sin entrar en pánico absoluto porque Odille seguía en medio de aquel ataque, porque Brownie estaba ahí también sin mencionar sus amigos y compañeros de facultad.
Parpadeo lentamente, sus dedos a penas rosando las sabanas de la cama en la que estaba costado, su ropa había sido cambiada por un juego de ropa manejado para los pacientes del hospital, no tenía idea que habían hecho con la pila goteando de sangre que se habían sido sus prendas y en su estado actual no le importaba realmente.
A lo lejos podía escuchar el ruido del hospital, gente siendo intervenida... de pronto sintió la angustia anidarse en su pecho, porque aquella criatura... aquella bestia...
"Marcello... amore mio..." se volteo enfocando su mirada en los ojos de su madre, parpadeando para que su imagen dejara de estar tan borrosa, "Sole de la mia vita."
"Mamma..." su madre lo tomó de la mano y le sonrió, pero Marcellus no pudo regresar el gesto, pero en cambio recordó al Nightgaunt en el centro comercial "Quell'essere...l'incubo"
La criatura, la pesadilla… Parpadeo rápidamente, tratando de organizar sus ideas bajo la nublada percepción que le dejaba el sedativo que le habían dado, buscando decirle que esa criatura había parecido indirectamente por causa suya "E 'stato un incidente... portato il mio sangue."
Ginna hizo un sonido para tranquilizarlo, "Non ti preoccupare...tuo papà fare qualcosa al riguardo."
Se sintió mucho más tranquilo al escuchar que su padre haría algo al respecto, no sabía si su madre solo lo estaba diciendo para tranquilizarlo, pero había funcionado.
Cerró los ojos, sintiendo que podía respirar más tranquilo, mientras su madre le acomodaba el cabello y le decía una y otra vez que todo estaría bien.
Se preguntaba donde estaba Mina, que había pasado con Odille, si Brownie estaba bien... quería saber muchas cosas, pero al parecer nadie le iba a decir nada.
- Marcellus J. Lovecraft
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Re: Secuelas
A él realmente la salud de Wilhelmina le importaba tanto como le importaban las otras personas ahí presentes, sin embargo tenía una razón por la cual hacerla declarar de manera inmediata y es que así había sido señalado. Ella tenía que ser testigo así como otras personas asegurando una declaración a favor de que los muggles estaban ahora atacando las zonas mágicas para desatar el caos del consumismo y las acciones y movimientos económicos comenzaran a la alza. Era un plan bien elaborado del cual él solamente era un instrumento, por lo mismo no iba a dejar que condescendencias o flaquezas del alma lo hicieran desistir de lo que tenía que hacer, de ser otra la situación se habría ido con Marcellus sin importarle que carajos pasara en ese lugar.
Cuando Snyder lo encaro de esa manera Adrien mantuvo la mirada firme y paciente, sabía como actuar con ese tipo de personas, en especial con él. Solamente lo dejo hablar y descargarse hasta que le dio la oportunidad de hablar.
Snyder, tengo alrededor de 15 pacientes en un estado más urgente que necesitan atención inmediata, no voy a perder el tiempo con caprichos adolescentes. Es un procedimiento del hospital pero haz lo que te venga en gana. – Le dio los papeles del ingreso de Wilhelmina en un movimiento brusco.- Pasillo tres a la derecha… - Ya tenia lo que necesitaban de Wilhelmina, si quería quedarse, irse, lavarse, podía hacerlo, no le importaba. Le dio la espalda al joven apareciendo nuevos documentos en su mano, justo en ese momento pasaron un par de enfermeros a su lado, los mismos que Laise había mandado.
No tenemos tiempo para prestarle atención a ridiculeces de ese sentido, vayan al área de cuidados especiales, ahora… – No le importaba ponerse en contra de los deseos de Laise fuera accionista o no, no podían darse el lujo de malgastar personal del hospital en cosas personales.
Precisamente fue a donde Laise y los familiares Lovecraft se encontraban. Los segundos habían pasado rápidamente, pero Marcellus ya estaba estable. Fue él quien le dio la noticia al a señora Ginna que ya podía pasar con Marcellus. Se encontró en esos momentos con la morena y el padre de Marcellus.
Me disculpa unos momentos… – Le dijo de manera educada y tomo del brazo a Laise llevándosela a una de las esquinas del hospital, como si estuviera hablando algo realmente serio con ella. Le dedico una mirada aterradora, sin dejar de presionar su brazo con algo de brusquedad, si estaba lastimándola realmente no le importaba.
Pensé que el día de hoy saldrías con Marcellus. ¿Estabas tú también en el mall cuando esto sucedió? Dímelo… – No podía recriminarle el hecho de que no se hubiera llevado a Marcellus lejos como le había pedido, habría sido muy sospechoso, solo le quedo fingir preocupación también por Laise. Se lo haría pagar, después.
Cuando Snyder lo encaro de esa manera Adrien mantuvo la mirada firme y paciente, sabía como actuar con ese tipo de personas, en especial con él. Solamente lo dejo hablar y descargarse hasta que le dio la oportunidad de hablar.
Snyder, tengo alrededor de 15 pacientes en un estado más urgente que necesitan atención inmediata, no voy a perder el tiempo con caprichos adolescentes. Es un procedimiento del hospital pero haz lo que te venga en gana. – Le dio los papeles del ingreso de Wilhelmina en un movimiento brusco.- Pasillo tres a la derecha… - Ya tenia lo que necesitaban de Wilhelmina, si quería quedarse, irse, lavarse, podía hacerlo, no le importaba. Le dio la espalda al joven apareciendo nuevos documentos en su mano, justo en ese momento pasaron un par de enfermeros a su lado, los mismos que Laise había mandado.
No tenemos tiempo para prestarle atención a ridiculeces de ese sentido, vayan al área de cuidados especiales, ahora… – No le importaba ponerse en contra de los deseos de Laise fuera accionista o no, no podían darse el lujo de malgastar personal del hospital en cosas personales.
Precisamente fue a donde Laise y los familiares Lovecraft se encontraban. Los segundos habían pasado rápidamente, pero Marcellus ya estaba estable. Fue él quien le dio la noticia al a señora Ginna que ya podía pasar con Marcellus. Se encontró en esos momentos con la morena y el padre de Marcellus.
Me disculpa unos momentos… – Le dijo de manera educada y tomo del brazo a Laise llevándosela a una de las esquinas del hospital, como si estuviera hablando algo realmente serio con ella. Le dedico una mirada aterradora, sin dejar de presionar su brazo con algo de brusquedad, si estaba lastimándola realmente no le importaba.
Pensé que el día de hoy saldrías con Marcellus. ¿Estabas tú también en el mall cuando esto sucedió? Dímelo… – No podía recriminarle el hecho de que no se hubiera llevado a Marcellus lejos como le había pedido, habría sido muy sospechoso, solo le quedo fingir preocupación también por Laise. Se lo haría pagar, después.
- Adrien Morgan
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Re: Secuelas
En el momento en que Jesse había accedido a irse con ella sintió la imperiosa necesidad de largarse lo más pronto de ahí. Aún se sentía mareada y comenzaba a sentirse un poco débil y unas náuseas horribles se apoderaron de ellas. ¿Cómo iba a llevarse a Jesse si ella se sentía tan mal? Cerró los ojos, respiró hondo y tragó saliva. Fue en ese momento en que escuchó la voz de su tío Kael llamarla "cisne" y agradeció a Hastur por haberlo mandado y que llegara en el momento preciso que tenía que llegar.
Asintió y tomó a Jesse de la mano y vio finalmente a Brownie, le sonrió como gesto de solidaridad con su mano lesionada y a Daniel con la pierna jodida. Al menos, dentro de lo que cabía, estaban bien y eso le brindó un poco más de tranquilidad. Esperó a que todos se juntaran y tomó el traslador con la mano y en segundos comenzaba a sentir ese jalón horrible en el estómago que la llevaría hasta el hospital.
Finalmente, aterrizaron en el blanco piso del hospital. Odille reconoció el ala de Urgencias porque ya había estado bastantes veces ahí, tanto internada como de visita. Soltó a Jesse y comenzó a caminar pero sin apartarse de su lado, quería estar presente para sostenerle la cabezota en caso de que cayera desmayado o algo. Vio a Adrien, a su tío James, a Laise -joder, ¿es que estaba en todos lados?- Billy y a Mina.
Iba a gritarle a Mina para que viera que Jesse había llegado medianamente sano pero en el momento en que iba a levantar la voz, el mareo volvió a atormentarla. El efecto del traslador se sentía amplificado y no sabía por qué era y comenzaba a preocuparse.
-No me siento bien...-Se sostuvo fuertemente del brazo de alguien, no supo de quien, era quien más cerca estaba de ella, sabiendo que algo estaba mal.-...creo que.. voy a...-no logró terminar la frase porque en ese preciso momento, sintió que las piernas le fallaban y terminó desplomándose sobre el frío suelo, volviéndose todo negro.
La sangre que estaba en sus pantalones no era solamente de Marcellus. Era de ella a pesar de encontrarse completamente ilesa además de los pequeños cristales enterrados en sus manos, codos y en las rodillas. Odille no sabía que tenía casi cuatro semanas de embarazo y que lo había perdido debido a todo el estrés de lo que había sucedido: ver como Marcellus casi moría, la forma en que Zlatan había terminado, Jesse a punto de ser asesinado por la cola del Nightgaunt, la impresión de que un Nightgaunt hubiera sido invocado y la combinación de la adrenalina con el miedo era lo que le había comenzar a sangrar.
Asintió y tomó a Jesse de la mano y vio finalmente a Brownie, le sonrió como gesto de solidaridad con su mano lesionada y a Daniel con la pierna jodida. Al menos, dentro de lo que cabía, estaban bien y eso le brindó un poco más de tranquilidad. Esperó a que todos se juntaran y tomó el traslador con la mano y en segundos comenzaba a sentir ese jalón horrible en el estómago que la llevaría hasta el hospital.
Finalmente, aterrizaron en el blanco piso del hospital. Odille reconoció el ala de Urgencias porque ya había estado bastantes veces ahí, tanto internada como de visita. Soltó a Jesse y comenzó a caminar pero sin apartarse de su lado, quería estar presente para sostenerle la cabezota en caso de que cayera desmayado o algo. Vio a Adrien, a su tío James, a Laise -joder, ¿es que estaba en todos lados?- Billy y a Mina.
Iba a gritarle a Mina para que viera que Jesse había llegado medianamente sano pero en el momento en que iba a levantar la voz, el mareo volvió a atormentarla. El efecto del traslador se sentía amplificado y no sabía por qué era y comenzaba a preocuparse.
-No me siento bien...-Se sostuvo fuertemente del brazo de alguien, no supo de quien, era quien más cerca estaba de ella, sabiendo que algo estaba mal.-...creo que.. voy a...-no logró terminar la frase porque en ese preciso momento, sintió que las piernas le fallaban y terminó desplomándose sobre el frío suelo, volviéndose todo negro.
La sangre que estaba en sus pantalones no era solamente de Marcellus. Era de ella a pesar de encontrarse completamente ilesa además de los pequeños cristales enterrados en sus manos, codos y en las rodillas. Odille no sabía que tenía casi cuatro semanas de embarazo y que lo había perdido debido a todo el estrés de lo que había sucedido: ver como Marcellus casi moría, la forma en que Zlatan había terminado, Jesse a punto de ser asesinado por la cola del Nightgaunt, la impresión de que un Nightgaunt hubiera sido invocado y la combinación de la adrenalina con el miedo era lo que le había comenzar a sangrar.
- Odille S. Lovecraft
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Re: Secuelas
Sintió alivio al escuchar de boca de su madre que Marcellus se encontraba estable, suspiró profundamente y hasta se le dibujó una sonrisa en el rostro. De cualquier forma tenía que verlo, asegurarse de que el estaría bien, pero primeramente le daría la oportunidad a sus padres de verlo, no era tan egoísta como para acaparar al joven solo para ella. Asintió con la cabeza cuando la señora Ginna caminó hacia donde seguramente estaba Marcellus, ya tendrían el tiempo de actualizarse, cuando Jair despertara y todo fuera mejor.
De un momento a otro se quedó completamente azorada, recordó que su hermano también estaba ahí y no lo había visto en ninguna parte, sintió un terrible hueco en el estómago y un desazón que nada podía calmar. Se llevó las manos a la boca, ahogando un grito de horror al pensar que algo pudo haberle pasado. Pensaba en aquello cuando solo sintió el brazo de Adrien, empujándola y llevándola hacia otro lugar, lejos del señor Lovecraft para hablar con ella.
-Suéltame! Me estás lastimando…- jaló de sí para que ya no le sujetara y no la lastimara más.-¿qué? No, él dijo que prefería ir a la librería, sabes bien que de haber estado ahí no hubiera permitido que algo le pasara, Es Lucian quién sigue ahí!!- Le molestó que Adrien le hablara para cuestionarla, como si ella hubiese tenido la culpa de todo aquello. Recordó que él había dicho que saliera con Marcellus, para que tratara de olvidar el mal paso que dio con Mina, pero el joven Lovecraft había insistido en que lo mejor era que mantuviera la mente ocupada en otra, por ejemplo el sinfín de trabajo que tenía acumulado en la librería.
-Dioses Adrien!! Debo ir por Luc…- estaba a punto de sacar su varita para mandarle un patronus a su madre, avisándole que Lucian estaba en el Mall, seguramente ella ya sabría del ataque, solo debía pedirle que tuviera más enfásis en encontrar a su hermano. De pronto su mirada se clavó en quienes acababan de llegar al lugar, Odille y Jesse, apareciéndose juntos. Vio la sangre en Odille y pensó por instinto que se trataba de sangre de Marcellus, así como le había parecido la de Mina. Ella solo se sostuvo de su brazo y en una reacción rápida, la tomó, evitando que se estrellara contra el suelo.
-¿Odille? Merlín!...¡Odille!- La revisó rápido con la mirada ver de donde estaba herida. Se dio cuenta que la sangre que emanaba, venía de sus pantalones. Estaba desangrándose. La histeria la hizo presa fácil y comenzó a temblar, no sabía que hacer, por un lado estaba el no saber el paradero de su hermano, la situación con Marcellus y ahora esto.
-Adrien ayúdame!! Se está desangrando!!! le gritó al sanador, volteó a verlo realmente afectada, Odille jamás había sido santo de su devoción, de eso la despreciaba, de haber sido otra persona no le hubiera importado dejarla ahí, que se desangrara y muriera como la alimaña rastrera que era, pero no, Laise aún conservaba algo de humanidad y el verla así, le despertó compasión. No era necesario ser sanador para darse cuenta que de donde venía la sangre solo podía significar una cosa: Odille estaba teniendo un aborto.
De un momento a otro se quedó completamente azorada, recordó que su hermano también estaba ahí y no lo había visto en ninguna parte, sintió un terrible hueco en el estómago y un desazón que nada podía calmar. Se llevó las manos a la boca, ahogando un grito de horror al pensar que algo pudo haberle pasado. Pensaba en aquello cuando solo sintió el brazo de Adrien, empujándola y llevándola hacia otro lugar, lejos del señor Lovecraft para hablar con ella.
-Suéltame! Me estás lastimando…- jaló de sí para que ya no le sujetara y no la lastimara más.-¿qué? No, él dijo que prefería ir a la librería, sabes bien que de haber estado ahí no hubiera permitido que algo le pasara, Es Lucian quién sigue ahí!!- Le molestó que Adrien le hablara para cuestionarla, como si ella hubiese tenido la culpa de todo aquello. Recordó que él había dicho que saliera con Marcellus, para que tratara de olvidar el mal paso que dio con Mina, pero el joven Lovecraft había insistido en que lo mejor era que mantuviera la mente ocupada en otra, por ejemplo el sinfín de trabajo que tenía acumulado en la librería.
-Dioses Adrien!! Debo ir por Luc…- estaba a punto de sacar su varita para mandarle un patronus a su madre, avisándole que Lucian estaba en el Mall, seguramente ella ya sabría del ataque, solo debía pedirle que tuviera más enfásis en encontrar a su hermano. De pronto su mirada se clavó en quienes acababan de llegar al lugar, Odille y Jesse, apareciéndose juntos. Vio la sangre en Odille y pensó por instinto que se trataba de sangre de Marcellus, así como le había parecido la de Mina. Ella solo se sostuvo de su brazo y en una reacción rápida, la tomó, evitando que se estrellara contra el suelo.
-¿Odille? Merlín!...¡Odille!- La revisó rápido con la mirada ver de donde estaba herida. Se dio cuenta que la sangre que emanaba, venía de sus pantalones. Estaba desangrándose. La histeria la hizo presa fácil y comenzó a temblar, no sabía que hacer, por un lado estaba el no saber el paradero de su hermano, la situación con Marcellus y ahora esto.
-Adrien ayúdame!! Se está desangrando!!! le gritó al sanador, volteó a verlo realmente afectada, Odille jamás había sido santo de su devoción, de eso la despreciaba, de haber sido otra persona no le hubiera importado dejarla ahí, que se desangrara y muriera como la alimaña rastrera que era, pero no, Laise aún conservaba algo de humanidad y el verla así, le despertó compasión. No era necesario ser sanador para darse cuenta que de donde venía la sangre solo podía significar una cosa: Odille estaba teniendo un aborto.
- Laise Den Adel
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Re: Secuelas
Al llegar inmediatamente despachó a Brownie con un sanador cercano, hizo lo mismo con Daniel y le dio una revisión rápida a Jesse antes de hablar a otro sanador para tomar su lugar. Hacía ya tiempo que Kael no trabajaba tiempo completo en el Hospital, desde que había tomado el puesto de Decano en la Universidad, pero hacía visitas continuas, por lo que el persona le conocía bastante bien.
Estaba por llenar los papeles de ingreso de sus sobrinas cuando la voz de Laise lo hizo voltear, soltó los papeles y de inmediato levantó a su Odille en brazos para pasarla a una de las camillas cercanas, haciendo una revisión rápida mientras aplicaba un hechizo de diagnóstico.
"Mierda…" dijo entre dientes, leyendo las señales y sabiendo lo que estaba pasando, no era la primera vez que lo veía, pero hubiera deseado que sus sobrina consentida nunca pasara por esa amarga experiencia.
"¡Despejen, necesito una intervención inmediata, sangrado excesivo, posible hemorragia interna!" no iba a gritar en medio de la sala que su sobrina estaba sufriendo de un aborto natural, no quería admitirlo en voz alta.
Los Sanadores de inmediato despejaron y llevaron la camilla con Odille a intervención secundaria, Kael con ellos, porque no había poder en ese Hospital que le impidiera estar con su sobrina, mucho menos siendo el Sanador veterano del lugar.
"¡Harry y Arinne, necesitan saber que está pasando!" le dijo a James cuando pasó a su lado, su primo llamaría a los padres de Odille, aunque sería Kael quien daría las explicaciones.
No quería creer que tan mal estaban saliendo las cosas, primero Marcellus ahora Odille, si Brownie salía más herida de lo que ya estaba, Kael iba a matar a alguien ahí mismo.
Estaba por llenar los papeles de ingreso de sus sobrinas cuando la voz de Laise lo hizo voltear, soltó los papeles y de inmediato levantó a su Odille en brazos para pasarla a una de las camillas cercanas, haciendo una revisión rápida mientras aplicaba un hechizo de diagnóstico.
"Mierda…" dijo entre dientes, leyendo las señales y sabiendo lo que estaba pasando, no era la primera vez que lo veía, pero hubiera deseado que sus sobrina consentida nunca pasara por esa amarga experiencia.
"¡Despejen, necesito una intervención inmediata, sangrado excesivo, posible hemorragia interna!" no iba a gritar en medio de la sala que su sobrina estaba sufriendo de un aborto natural, no quería admitirlo en voz alta.
Los Sanadores de inmediato despejaron y llevaron la camilla con Odille a intervención secundaria, Kael con ellos, porque no había poder en ese Hospital que le impidiera estar con su sobrina, mucho menos siendo el Sanador veterano del lugar.
"¡Harry y Arinne, necesitan saber que está pasando!" le dijo a James cuando pasó a su lado, su primo llamaría a los padres de Odille, aunque sería Kael quien daría las explicaciones.
No quería creer que tan mal estaban saliendo las cosas, primero Marcellus ahora Odille, si Brownie salía más herida de lo que ya estaba, Kael iba a matar a alguien ahí mismo.
- Kael L. Lovecraft
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Re: Secuelas
Había sido una reverenda suerte que Adrien hubiera manejado la situación con Laise antes de que todo eso terminara irremediablemente en tragedia, porque si Mina se hubiera dado cuenta de las tonterías de Laise, para empezar, seguramente le hubiera metido como mínimo, un puñetazo por estar hasta el carajo de todos los que estaban ahí, sin contar a Billy. En ese momento, el Alpha era lo único que la sostenía. No saber en dónde estaba Jesse la estaba matando. Paramédicos y miembros del cuerpo de seguridad ya estaban llegando con heridos, pero él no aparecía todavía y las enfermeras ya se la estaban llevando. No quería pensar que algo malo le había pasado.
La llevaron a un cuarto que compartía con otras personas, al que de hecho iban llegando más. No aceptó cuando le dijeron que se quitara la ropa y solamente se dejó sacar los vidrios de las manos y las piernas con hechizos, quedándose muy quieta mientras sus ojos verdes se enfocaban en Billy.
No podía decir ni una palabra, pero no importaba. Él sabría perfectamente lo que le quería decir: que se sentía culpable y que se sentía jodida. Quizá Marcellus no estaría en esa situación si todos se hubieran tragado esos votos a favor de ese plan descabellado que, desafortunadamente, iba a servir muy bien para los fines que se esperaban.
Cuando terminaron el procedimiento, Mina se bajó de la camilla y se acercó a Billy. Con la manos ahora limpias, se paró en la punta de sus pies para tomarlo por el rostro con las dos manos y acercarse a él. Pegó la punta de su nariz con la de él y cerró los ojos.
-Necesito que me ayudes, Bill. No me van a dejar ver a Marcellus, pero yo sé que tú puedes hacer algo. Siempre puedes hacer algo.
Se separó de él luego de decirle eso y volvió a mirarlo fijamente. Quizá había sido la estrategia más rastrera de todas, pero tenía que encontrar la forma de poder saber, de primera mano, que todo estaba bien.
-Había mucha gente en el mall, Nick y Lucian incluidos. Deberíamos ir a ver si ya los trajeron, si están bien. Estoy más tranquila ahora, estoy bien, en serio.
No era que Nick y Lucian no le importaran, pero su necesidad de salir de ahí era por otros motivos.
La llevaron a un cuarto que compartía con otras personas, al que de hecho iban llegando más. No aceptó cuando le dijeron que se quitara la ropa y solamente se dejó sacar los vidrios de las manos y las piernas con hechizos, quedándose muy quieta mientras sus ojos verdes se enfocaban en Billy.
No podía decir ni una palabra, pero no importaba. Él sabría perfectamente lo que le quería decir: que se sentía culpable y que se sentía jodida. Quizá Marcellus no estaría en esa situación si todos se hubieran tragado esos votos a favor de ese plan descabellado que, desafortunadamente, iba a servir muy bien para los fines que se esperaban.
Cuando terminaron el procedimiento, Mina se bajó de la camilla y se acercó a Billy. Con la manos ahora limpias, se paró en la punta de sus pies para tomarlo por el rostro con las dos manos y acercarse a él. Pegó la punta de su nariz con la de él y cerró los ojos.
-Necesito que me ayudes, Bill. No me van a dejar ver a Marcellus, pero yo sé que tú puedes hacer algo. Siempre puedes hacer algo.
Se separó de él luego de decirle eso y volvió a mirarlo fijamente. Quizá había sido la estrategia más rastrera de todas, pero tenía que encontrar la forma de poder saber, de primera mano, que todo estaba bien.
-Había mucha gente en el mall, Nick y Lucian incluidos. Deberíamos ir a ver si ya los trajeron, si están bien. Estoy más tranquila ahora, estoy bien, en serio.
No era que Nick y Lucian no le importaran, pero su necesidad de salir de ahí era por otros motivos.
- Wilhelmina Schweinsteiger
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Re: Secuelas
Aquel día había sido un día cualquiera de compras. Estaba haciendo algunas prácticas con las nuevas internas del área de comunicación cuando una idea llevo a la otra y termino, junto con la mayor parte de las jóvenes que compartían el aula con ella, de compras en New York. Obviamente ellas no iban al Cunning Fire Mall, eso era para otro tipo de jóvenes, ellas se paseaban por las tiendas de la quinta avenida y se deleitaban con los vestidos de los diseñadores sin preocuparse mucho realmente por la situación actual de tensión en el mundo muggle. Simplemente ellas Vivian en un mundo completamente fuera de ello.
Entonces Elizabeth recibió esa llamada de emergencia, todo el personal del periódico y la revista estaban ocupados cubriendo la nota: un ataque muggle en el Mall de ST. BASSETT-KNAPP VALLEY!. Escucho atentamente las indicaciones que le daba el editor del periódico, ella iría directamente al hospital para ayudar como voluntaria y hacer las notas humanistas del ataque. Al momento de colgar su celular puso en fila a sus estudiantes y seleccionó a tres de ellas para que la acompañaran, Madison Merteuil entre ellas. Era importante todo esto.
Vamos vamos, una dos tres… – Dio la orden y las guió a todas hacia uno de los callejones tras los cuales una a una se fueron apareciendo en el hospital como si fuera un desfile. Las bolsas de compras se las habían quedado las otras jóvenes que tenían la orden de llevarlas hasta las habitaciones de las otras. Todo en su clase se manejaba así, con compañerismo.
Elizabeth era conocida en el mundo mágico por sus obras altruistas, porque a pesar de no tener más que un par de neuronas en el cerebro era una persona de un gran corazón y sentido de la humanidad. Por eso mismo las enfermeras inmediatamente la reconocieron. Le dieron a ella y a las otras jovencitas trajes de enfermera que ella inmediatamente tiño de rosa y se lo coloco sobre la ropa que ya tenía.
Ellas habían llegado por una de las áreas especiales, así que salieron al pasillo donde estaban recibiendo a los heridos pocos minutos después, justamente para ver cómo es que se llevaban otras enfermeras a una joven que identifico como Wilhelmina, también llegaron a tiempo para ver a la joven desmayarse por la hemorragia y a otro joven llegar en una camilla, en coma.
… esto es terrible.. – Se llevo ambas manos a las mejillas y luego ordeno a algunas jóvenes que atendieran a quiénes no estaban tan mal pero estaban asustados por la conmoción, tampoco eran enfermeras o sabían nada de medicina, todo lo que podían hacer era confortar a las personas. Elizabeth por su parte se acerco a donde Kael se encontraba y le puso una mano en el hombro, era su amigo y parecía que las cosas no estaban bien, aquella joven si mal no recordaba era parte de su familia.
¿Están bien? ¿Puedo ayudar en algo? –Vio al hombre frente a Kael y le tomo las manos preocupada, quería ayudar fuera lo que fuese.
---
*-* Hola somos bonitas e inútiles, no nos odien.
Entonces Elizabeth recibió esa llamada de emergencia, todo el personal del periódico y la revista estaban ocupados cubriendo la nota: un ataque muggle en el Mall de ST. BASSETT-KNAPP VALLEY!. Escucho atentamente las indicaciones que le daba el editor del periódico, ella iría directamente al hospital para ayudar como voluntaria y hacer las notas humanistas del ataque. Al momento de colgar su celular puso en fila a sus estudiantes y seleccionó a tres de ellas para que la acompañaran, Madison Merteuil entre ellas. Era importante todo esto.
Vamos vamos, una dos tres… – Dio la orden y las guió a todas hacia uno de los callejones tras los cuales una a una se fueron apareciendo en el hospital como si fuera un desfile. Las bolsas de compras se las habían quedado las otras jóvenes que tenían la orden de llevarlas hasta las habitaciones de las otras. Todo en su clase se manejaba así, con compañerismo.
Elizabeth era conocida en el mundo mágico por sus obras altruistas, porque a pesar de no tener más que un par de neuronas en el cerebro era una persona de un gran corazón y sentido de la humanidad. Por eso mismo las enfermeras inmediatamente la reconocieron. Le dieron a ella y a las otras jovencitas trajes de enfermera que ella inmediatamente tiño de rosa y se lo coloco sobre la ropa que ya tenía.
Ellas habían llegado por una de las áreas especiales, así que salieron al pasillo donde estaban recibiendo a los heridos pocos minutos después, justamente para ver cómo es que se llevaban otras enfermeras a una joven que identifico como Wilhelmina, también llegaron a tiempo para ver a la joven desmayarse por la hemorragia y a otro joven llegar en una camilla, en coma.
… esto es terrible.. – Se llevo ambas manos a las mejillas y luego ordeno a algunas jóvenes que atendieran a quiénes no estaban tan mal pero estaban asustados por la conmoción, tampoco eran enfermeras o sabían nada de medicina, todo lo que podían hacer era confortar a las personas. Elizabeth por su parte se acerco a donde Kael se encontraba y le puso una mano en el hombro, era su amigo y parecía que las cosas no estaban bien, aquella joven si mal no recordaba era parte de su familia.
¿Están bien? ¿Puedo ayudar en algo? –Vio al hombre frente a Kael y le tomo las manos preocupada, quería ayudar fuera lo que fuese.
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*-* Hola somos bonitas e inútiles, no nos odien.
- Elizabeth Tugwood
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Re: Secuelas
Al final había sido Kael Lovecraft el que nos había transportada directamente al mismo hospital en donde se encontraban Mini y Marcellus. En el momento en el que todos aterrizamos en la sala de urgencias, sentí unas terribles ganas de devolver todo el almuerzo, cosa que pude evitar con un par de segundos de concentración, mientras pasaba el efecto. Era importante que a partir de ese día comenzara a entrenar mis propias capacidades más allá; porque si bien cuatro apariciones consecutivas era un exceso por donde se le viera, uno nunca sabía cuándo iba a necesitar un número más alto para salvarse el pellejo.
Me acerqué a Brownie solo para rectificar que la lesión de su mano no fuera de gravedad, y le agarré la cabeza como indicándole que todo estaría bien, unos instantes antes de que llegaran los paramédicos para atenderla, así como a Danie, Zlatan y Nick. Cuando Kael se acercó a mí, me negué a recibir atención porque realmente no me había pasado nada más que un terrible susto de muerte, y poco más. Ahí había gente que de verdad necesitaba un médico rápidamente.
A no mucha distancia se encontraba Mini con Bill, caminando hacia alguna sala para que atendieran a mi chica por los vidrios que se le habían clavado tanto en las manos como en las rodillas. Mientras tanto, sentí el agarre de Odille que de la nada, desfalleció como si le hubieran asestado un golpe mortal. La chica no solo se había desmayado, sino que además parecía tener una especie de hemorragia que en cuestión de segundos ya había provocado un terrible charco de sangre en el piso de la sala.
-Pero qué cojo…ALGUIEN, PORFAVOR, Odille, joder…qué tienes…-
Me agaché para tomarla entre mis brazos sin saber en realidad qué putas hacer, y ni idea de que la chica estuviera embarazada, aunque saberlo tampoco habría sido mucha diferencia. Un par de enfermeras llegaron de inmediato, junto con el padre de Lovecraft, y me tuve que apartar para que hicieran su trabajo, y caminé hacia atrás mientras mis manos viajaban una y otra vez desde mi boca hasta la nuca. Todo era un puto caos en ese lugar, y mientras me apartaba del punto exacto en el que sucedía todo, mi mente recordó que Mini no sabía que yo estaba bien. Me acerqué a la recepción y pregunté dónde se encontraba la chica, y me indicaron que hace apenas un par de minutos se la habían llevado a revisar en tal habitación.
Me apresuré en ir hasta donde ella se encontraba, sintiendo que mi corazón latía demasiado rápido no precisamente por estar preocupado por su salud, porque sabía que fuera de algunas pocas heridas, mi chica estaba bien. Mi adrenalina estaba más bien inclinada a simplemente verla, a mirarla a los ojos y a decirle cuánto la amaba luego de haber sentido estar al borde de la muerte. Esa puta bestia me podría haber matado, y entonces jamás la habría vuelto a ver, y lo nuestro hubiera terminado así sin más para siempre. Necesitaba verla, rodearla con mis brazos, acariciar su rostro.
Llegué por fin a la habitación, y ahí mismo además de encontrarme con Mini, también lo hice con Bill. Recordé en ese preciso instante que aun en esas circunstancias, Mini y yo teníamos que seguir fingiendo que nuestra relación había terminado para siempre, así que me detuve en la puerta, controlando mis impulsos más básicos, y simplemente entré lentamente, asintiendo con la cabeza hacia el alpha quien aparentemente había estado acompañándola hasta ahora.
-Mini… ¿estás bien?. Joder, las cosas allá afuera… - Me sentí torpe, pero al final era necesario no lanzarme como desquiciado a sus brazos cuando Snyder estaba justo ahí en el mismo sitio. Me sentí incluso un tanto responsable por estarme preocupando por cuidar las apariencias cuando en definitiva, en ese lugar había cosas más importantes de las cuales preocuparse.
-¿Saben algo de Marcellus?-
Me acerqué a Brownie solo para rectificar que la lesión de su mano no fuera de gravedad, y le agarré la cabeza como indicándole que todo estaría bien, unos instantes antes de que llegaran los paramédicos para atenderla, así como a Danie, Zlatan y Nick. Cuando Kael se acercó a mí, me negué a recibir atención porque realmente no me había pasado nada más que un terrible susto de muerte, y poco más. Ahí había gente que de verdad necesitaba un médico rápidamente.
A no mucha distancia se encontraba Mini con Bill, caminando hacia alguna sala para que atendieran a mi chica por los vidrios que se le habían clavado tanto en las manos como en las rodillas. Mientras tanto, sentí el agarre de Odille que de la nada, desfalleció como si le hubieran asestado un golpe mortal. La chica no solo se había desmayado, sino que además parecía tener una especie de hemorragia que en cuestión de segundos ya había provocado un terrible charco de sangre en el piso de la sala.
-Pero qué cojo…ALGUIEN, PORFAVOR, Odille, joder…qué tienes…-
Me agaché para tomarla entre mis brazos sin saber en realidad qué putas hacer, y ni idea de que la chica estuviera embarazada, aunque saberlo tampoco habría sido mucha diferencia. Un par de enfermeras llegaron de inmediato, junto con el padre de Lovecraft, y me tuve que apartar para que hicieran su trabajo, y caminé hacia atrás mientras mis manos viajaban una y otra vez desde mi boca hasta la nuca. Todo era un puto caos en ese lugar, y mientras me apartaba del punto exacto en el que sucedía todo, mi mente recordó que Mini no sabía que yo estaba bien. Me acerqué a la recepción y pregunté dónde se encontraba la chica, y me indicaron que hace apenas un par de minutos se la habían llevado a revisar en tal habitación.
Me apresuré en ir hasta donde ella se encontraba, sintiendo que mi corazón latía demasiado rápido no precisamente por estar preocupado por su salud, porque sabía que fuera de algunas pocas heridas, mi chica estaba bien. Mi adrenalina estaba más bien inclinada a simplemente verla, a mirarla a los ojos y a decirle cuánto la amaba luego de haber sentido estar al borde de la muerte. Esa puta bestia me podría haber matado, y entonces jamás la habría vuelto a ver, y lo nuestro hubiera terminado así sin más para siempre. Necesitaba verla, rodearla con mis brazos, acariciar su rostro.
Llegué por fin a la habitación, y ahí mismo además de encontrarme con Mini, también lo hice con Bill. Recordé en ese preciso instante que aun en esas circunstancias, Mini y yo teníamos que seguir fingiendo que nuestra relación había terminado para siempre, así que me detuve en la puerta, controlando mis impulsos más básicos, y simplemente entré lentamente, asintiendo con la cabeza hacia el alpha quien aparentemente había estado acompañándola hasta ahora.
-Mini… ¿estás bien?. Joder, las cosas allá afuera… - Me sentí torpe, pero al final era necesario no lanzarme como desquiciado a sus brazos cuando Snyder estaba justo ahí en el mismo sitio. Me sentí incluso un tanto responsable por estarme preocupando por cuidar las apariencias cuando en definitiva, en ese lugar había cosas más importantes de las cuales preocuparse.
-¿Saben algo de Marcellus?-
- Jesse Crawford
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