Visita de "negocios"

Las últimas semanas el departamento de aurores había sido un caos, trabajando en conjunto con el escuadrón anti catástrofes en realidad no se daban abasto con la cantidad de reportes y ataques que había contra los magos de parte de grupos extremistas muggles y otros civiles que simplemente actuaban asustados ante el peligro que era el tener un ser mágico frente a ellos.

Evangeline así como un grupo de videntes del departamento de misterios habían pasado días enteros investigando la razón o como es que los muggles habían podido romper los encantamientos mágicos que los mantenían alejados principalmente del Mall, ella había dictado una contingencia mágica para reforzar los sellos, había incitado a las personas a prácticas como la aparición conjunta para poder escapar de un peligro con los miembros más pequeños de las familias y a simplemente evitar las zonas muggles concurridas o cualquier caso de magia accidental extremando precauciones.
Pero aun así no era suficiente…

Aquel día había citado a un grupo de aurores experimentados en el tema para precisamente hablar de las nuevas medidas mágicas de seguridad a seguir. Tenían dos horas para idear un plan de seguridad mágica y presentarlos a la ministra de magia Alana, Evangeline detestaba la burocracia pero sabía lidiar muy bien con ella, esa era la razón por la cual a pesar de los ataques ella seguía manteniendo su puesto, seguía ordenes de la ministra y hacia lo posible por darle prioridad a la seguridad de las familias mágicas.

No han encontrado la respuesta a cómo es que lograron entrar al Mall… las teorías más acercadas son que tienen informantes dentro que los llevaron al lugar y evadieron las defensas, tal vez un grupo que busque sembrar el pánico en la población o simplemente magos rebeldes que quieren que la situación se tense aun más. No podemos permitir que las cosas sigan así, estaremos a punto de convertirnos en un Salem Massachusetts…

Su voz era firme pero había preocupación en ella. Puso ambas manos sobre la mesa para puntualizar, estaba a punto de explicarles el nuevo plan de contingencia o las medidas de seguridad cuando por la puerta entro el imponente semi gigante.
Evangeline y otros miembros del departamento de seguridad estaban de pie, ella simplemente se irguió con el ceño fruncido confundida por la aparición del hombre así como así en su oficina. Momentos después había aparecido la secretaria disculpándose una y otra vez. Evangeline no hablo, le hizo una seña con la mano para que terminara de hablar y saliera del lugar. El otro auror que estaba sentado al lado de donde Juan se posiciono, volteo a verlo a la cabeza pero no hizo nada, era un hombre de alto rango en el departamento y no parecía contento con la intromisión.

En estos momentos estoy en una junta muy importante. A menos que tu asunto sea algo de seguridad nacional por favor has una cita con mi asistente. – No había sido descortés, ella nunca lo era, pero en esos momentos había cosas importantes en juego sobre la mesa.

Si había algo por lo que Evangeline era reconocida dentro del departamento de aurores a demás de sus casi 17 años de servicio era por su profesionalismo. Se llevo una mano a la cintura mientras que la otra descansaba en su cien escuchando como Juan Robles, decano de la facultad de Criaturas Mágicas en la Universidad de Bassett Knapp entraba a su oficina prácticamente llamándolos idiotas. Los rostros de enfado y desconcierto de otros aurores ahí presentes no se dejaron esperar, uno incluso se puso de pie tratando de encarar al hombre pero con una seña nuevamente de la mano de Evangeline simplemente lo dejo continuar.

En realidad escucho al hombre principalmente porque sus comentarios los vio como algo llegado del vox populi, si él pensaba eso otros magos, civiles tal vez pensaban igual. Si había algo que ella respetaba era precisamente eso, la voz del pueblo entre sus filas.

Pudo haberse dado cuenta del hechizo que Rashel iba a lanzar desde que la vio girarse en la ventana, pero eso era precisamente porque la conocía y porque sabía su manera de reaccionar. Rashel era impulsiva, agresiva y temible. No hizo nada sin embargo hasta que el hechizo dio contra el mago frente a ella, no necesito sin embargo sacar su propia varita, solamente se cruzo de brazos.

No voy a permitir que venga alguien a faltarle al respeto al departamento de aurores de Estados Unidos señor Robles, por su historial dentro del departamento no voy a tomar esto como un desacato a la autoridad, pero explíquese inmediatamente y deje de rodeos y prepotencias o lo hare arrestar inmediatamente… y créame, aun y cuando solo sean un par de días estoy seguro que hay muchos magos oscuros a los cuales les gustaría saludarlo.

No era una amenaza, las leyes constitucionales del departamento de aurores de Estados Unidos de América eran así, ella era la máxima representante de las mismas.

Kraul guarda tu varita, nadie va a lanzar nuevamente un hechizo o golpe en esta sala. - Y al decir golpe los miro a ambos con severidad, sabía la forma de trabajar de ambos.

Entiendo la preocupación que tenga por sus alumnos y es comprensible, en estos momentos hay un equipo especialmente formado para brindar la seguridad que requiere a la universidad. ¿Necesita algo más? – Hablaba con los labios apretados, era obvio que estaba molesta aun que su rostro no lo reflejara en lo absoluto. Estaba siendo completamente política porque a fin de cuentas el hombre era una persona importante, pero tampoco iba a dejar que cualquiera viniera a ningunearla a ella o a cualquiera de su equipo de trabajo.

Prestaba atención a cada palabra dicha por Evangeline, como su jefa, era su deber seguir son cuestionar todas sus indicaciones, en un terreno más personal, se podría tomar la libertad de plantearle dudas, fuesen las que fuesen. La interrupción del semi-gigante, le pareció una falta de respeto al juramento que una vez decidió seguir como senda de vida. Erguida, solo volteó a ver como le hacia un tributo a la prepotencia, solo sonrió para si misma y bajó la mirada, terminando de escuchar esa rutina del auror experimentado que mira por debajo del hombro a todos los demás.

Rashel Kraul se encargó de ponerlo en su lugar, no esperaba menos de su compatriota, pero el hechizo estuvo fuera de lugar, si ella hubiera estado en su lugar hubiera aplicado con glacius a sus pies seguido de un depulso, para “bajarle” los humos, un método bastante sanguinario pero muy efectivo. Evangeline no dio pie a réplica por parte del decano, lo mandó a callar con argumentos válidos, ¿quién se creía que era? Había estatutos que seguir, normas por cumplir y lineamientos que destacar, cualquier falta hacia estos sería castigada, sin contemplación alguna.

-Si tiene mejores ideas para aportar a la causa, dígalas Robles, si no, cállese y tome asiento…- habló con un tono firme pero muy amable. Si alguien sabía de los alcances de los muggles era ella, ¿pensar como muggle? Por Morgana! ¿quién hacía esa clase de diferencias hoy en día? Parecía que el hombre vivía en el siglo pasado, para Anne, esas personas eran igual de peligrosas que un mago oscuro, la única cosa diferente era la magia e incluso esa diferencia podía ser mínima e inútil contra ellos si no se ponían a su nivel.


-Precisamente esta junta es para revalorar nuestras opciones, ya las hemos repasado todas pero puede ser que algún detalle se nos haya escapado. Por favor, continua Evangeline, si el señor Robles aprecia y respeta esta sala y a todos sus integrantes, pondrá atención a tus palabras-