Out of time. Violet

No es que tuviera unos planes geniales o perfectos para aquella noche, seguramente ella terminaría tan aburrida que se iría pronto de vuelta con las chicas epsilon, pero aún así él le había mandado aquella lechuza porque tenía ganas de pasar un rato con ella. Sin más, charlar, salir o simplemente recibir notas y apuntes de una asignatura que quería aprobar aún sin haber ido a clases durante todo ese año.

Pero ante la falta de respuesta por parte de su antigua amiga, Miles simplemente estaba haciendo otras cosas. Quizás Violet estaba demasiado ocupada ahora que ocupaba el puesto que antes fue de Laise, o que tras tanto tiempo sin verse ya ni interés tenía en él. Que oye, era una opción, esas cosas pasan. Joden, pero tampoco le va la vida en tener amigas por todas partes. Si ni siquiera sabía porque no había tratado desde un principio de que hubiera algo más que amistad entre ellos, era lo que solía hacer. Seguro se estaba ablandando últimamente.


Estaba en pleno proceso de redactar una carta con destinatario su padre (tenía mil cosas que contarle y no había modo de ir a verlo ahora que estaba un poco desaparecido, por cuestiones de seguridad para la familia) cuando oyó la puerta. Guardó el pergamino a buen recaudo en uno de los cajones para que quien fuera no pudiera leer su contenido y se puso en pie para abrir, su puerta estaba encantada, como la de la mayoría, odiaba que sus compañeros de fraternidad entraran ahí cuando le venía en gana.

-Que sorpresa verte, Violet - dijo nada más abrir, porque realmente él la había citado fuera de la fraternidad de los Nu, y hacía ya más de media hora. Quizás simplemente no le había llegado la respuesta... o ella lo había dado por sentado. Frunció el ceño ligeramente ante aquella opción y miró el reloj de pared que había en su cuarto, encantado para saber “donde debería estar en ese momento”, sin citación alguna - ¿te llegó mi mensaje? Estoy tratando de estudiar esa... ¿como era? Tratados internacionales de las Américas ¿no? - puso los ojos en blanco dando a entender lo poco que le apetecía, pero era obligatoria y seguro ella ya la tenía más que aprobada - joder, no, no era eso lo que te quería decir - sonrió y se apartó de la puerta - pasa si quieres, es que justo estaba estudiando y es lo primero que se me ha venido a la puerta ¿me estabas esperando, por casualidad?

Esa si era una pregunta en serio, él odiaba esperar y que no llegaran, pero con algo de suerte simplemente era casualidad que ella estuviera ahí y no tenía nada que ver con su nota. Eso facilitaría las cosas porque era de pésima educación invitar a alguien a pasar un rato juntos y no ir.

Llevaba casi una hora con la profesora Gail en ese despacho que olía a repollo y a berenjena, cada cierto tiempo se le escapaba una mueca de asco pero las disimulaba por el bien de su reputación frente a los profesores. Ni siquiera cerró los ojos cuando la mujer le dio un beso en la boca a su kneazle, prácticamente sacando la lengua igual que el pobre animal.
 
La lechuza de Miles le llegó a través de la ventana del despacho y fingió que era algo más importante para salir pronto, afortunadamente le dio un sentido de urgencia porque apenas cuarenta minutos después pudo salir. Ni se fue a cambiar o a arreglar el cabello, pasó directamente a la fraternidad de los Nu, conocía a varios de los chicos así que bastó preguntar por Miles para saber en dónde estaba, tampoco le hicieron algún problema por estar ahí. Tocó la puerta dos veces antes de que Selvaggi le abriese.
 
-Hola, no te esperé, lo siento… estoy tarde. Es que estaba con la profesora Wozniak en su oficina y me llegó tu lechuza, quiere que hagamos actividades para recaudar fondos para un albergue de kneazles…-le gustaba hacer caridad, también los kneazles pero el que ella tuviese uno sobre su regazo mientras le pedía que las chicas Epsilon organizasen un evento para eso le hizo creer que había un conflicto de intereses, creía haber escuchado que ella manejaba una asociación de ese tipo pero le tocaría investigar más.-Vengo directamente de su despacho, la mujer es un desastre.
 
Puso por un momento los ojos en blanco porque la idea no le encantaba, ni siquiera le gustaba, además Gail Wozkiak a veces parecía haberse ganado su puesto a base de carisma y ya. Fue una Delta en su tiempo, eso lo sabían todos, otra razón para no darle un total voto de confianza por mucho que BK tuviese a los mejores profesionales laborando bajo su techo.
Le dio un abrazo corto a Miles y pasó, efectivamente ese era lo que debían estudiar. Fue directamente hasta donde estaba el libro de Miles y leyó el encabezado de la página que tenía en frente, arqueó una ceja y buscó una pluma sobre la cama del presidente de los Nu. Chasqueó la lengua y puso el libro sobre la cómoda que estaba en el cuarto, se acuclilló y comenzó a pasar páginas a las que le hacía una que otra marca.

-Si no vas a ir a las clases por lo menos pregúntame, estabas estudiando algo que no va a venir en el control. Te he marcado lo que viene en lo del viernes y en los exámenes finales.-le pasó nuevamente su libro con una sonrisilla de autosuficiencia que acentuó por fastidiarlo.-Mañana hay entrega de trabajos, tienes que llevar tu propuesta para un nuevo contrato de convivencia con los muggles, la interpretación de la ley FGQ1287 del código de uso de objetos mágicos y el…ah, el trabajo acerca de los contratos para los trabajadores no humanos del ministerio.

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Ropita con pelo de kneazle.

-Está bien, no te preocupes, todo sea por los kneazles - dijo aquello un poquito irónico pero obviamente se sintió aliviado. No quería haberla dejado abandonada así que sin más, todo iba bien. Por supuesto también notaba que ella no estaba tan conforme como podría estar alguien a punto de algo benéfico, pero claro, a veces había que hacer cosas no tan deseables como podría - si necesitas algún día apoyo con eso me lo puedes decir, será más ameno si trabajas con alguien y no solo con Wozkiak. No me gustan los kneazles, pero estoy bien acostumbrado a los actos sociales.

Después de aquello y del saludo solo la vio hacer. Él en realidad no estaba mirando el libro, si no escribiendo la carta, pero todo eran apariencias, como siempre. Aún con eso, era buen estudiante y a pesar de que no hubiera asistido a las clases completas ese semestre tenía intención de aprobar varias asignaturas para no perderlo del todo.

-Gracias, me pondré con ello esta tarde mismo, realmente tenía planeado aprobar esta sin ir a clases para no tener que tomarla el próximo semestre, es muy aburrida - dijo dejándose caer en la cama, sentado a la espera de que ella terminara de marcar. Pero al oír todo aquello simplemente puso cara de fastidio, el profesor  no le dijo nada de que había que entregar trabajos cuando fue a hablar con él para pasar por alto las faltas del semestre. Viejo amargado - demasiados trabajos para mañana, creo que mejor lo dejo para el curso que viene, total, ya este cumplí con mis objetivos - comentó casual y se encogió de hombros sin dejar ver que realmente le molestaba no poder saltarse esa asignatura que era muy aburrida. Pero no mentía, había logrado una practicas geniales que le habían convalidado un par de asignaturas al trabajar para un bufete de abogados en el extranjero, pasaría de curso aún sin esa, pero era un fastidio, sin más - de cualquier modo déjame la pluma, los anoto y quizás por la noche le dedique un par de horas, a ver si me viene la inspiración.

Se puso en pie y se acercó a donde ella estaba, robándole la pluma y anotó todo en uno de los pergaminos que había por la mesa, tenía buena memoria así que no tuvo que preguntarle nada. Soltó aquello y ya se giró sonriendo.

-Igual no te quería citar para hablar de clases, aunque esto me vino bien.

Le quitó el libro también, solo para que no tuviera escusas de seguir hablando de aquello, con la noticia de los trabajos se le habían quitado las ganas de eso, sonaba mejor cuando solo era unos cuantos exámenes.

-Hagamos algo, después de todo no me ves desde hace meses, podrías fingir que me echabas de menos - sonrió de medio lado y le guiñó un ojo - hazme una fiesta solo con las chicas de tu fraternidad para darme la bienvenida o presentame a las nuevas, o mejor aún, dime si hay alguna facilota, en Alemania no me dejaban tiempo para las mujeres, son bien serios allí.

Hablaba en broma, suponía que ella lo sabía, pero igual si le decía de alguna tampoco iba a hacerle ascos, a pocas mujeres le hacía ascos, y no por desesperado, simplemente “en la variedad está la diversión”.

-No te preocupes, creo que enviaré a las chicas de la fraternidad. Así te puedo comprometer para otra cosa.-una de esas cosas que nadie quería hacer, disfrazarse o ponerse a repartir comida con redecilla en la cabeza. El que fuese un Selvaggi le daba un extra a toda la situación, a la prensa le encantaba ver cómo los hijos de familias con cierto peso social se prestaban para ese tipo de cosas.-
 
-No puedes seguir pateando la asignatura, es terrible pero tiene peso. Mira, te voy a incluir en mi grupo para lo de la interpretación de la ley y lo del ministerio. Sólo te faltaría hacer el contrato. Ellington tendrá que aceptar, ¿sabes que se me queda viendo como tú a las Theta? Es un enfermo, afortunadamente no dicta ninguna otra materia que me toque llevar.-hizo un gesto de asco antes de sentarse a su lado, su grupo iba a tener que aceptar también, después de todo ella había hecho casi todo.-
 
Puso un poco de resistencia cuando le quitó el libro pero acabó por ceder, después de todo ya tendría una mejor oportunidad con lo de los trabajos. También tenía razón, por mucho que creyese que era una buena inversión de tiempo estaba el hecho de que lo había echado de menos, ni siquiera había ido a visitarlo a Alemania.
 
-Claro que te he extrañado.-y se fue a abrazarse de él por el cuello, se quedó pensando en qué quería hacer pero sólo pudo reírse por la idea que tenía Miles en mente.-No hay alguna nueva ultra fácil pero volvió Candence Wilson, la recuerdas ¿no? Esa pelirroja que se fue poco antes de ingresar a la fraternidad, nadie tan necesitada de amor como ella.
 
Le dio un par de nombres más, siempre había alguna chica disponible y se había vuelto experta en saber quiénes parecían tener pocas ganas de resistirse a la invitación de un chico popular. Ya hacía ese tipo de trabajo de campo para Bill, Miles también podía beneficiarse de esas estadísticas.

-Vamos a algún sitio si quieres, o si nos quedamos invítame algo de beber, yo requiero más atenciones que tus mujeres de paso. Además hay un par de cosas que deberías saber y que mejor sea con algo encima.-se refería al asunto de Laise, a todo lo sucedido, a cuanto había pasado mientras él no estuvo porque seguramente iba a querer saber cómo fue que su amiga perdió la presidencia y había acabado alejándose tanto de…pues del círculo social que normalmente frecuentaban.-

Le sonrió, ahora agradecido hasta la médula, por meterle en sus grupos de trabajo. Sobre todo porque con total seguridad ya estaría prácticamente todo hecho.

-Eso estaría genial, me pasas las notas un rato antes y me cargo el peso de las presentaciones de ser necesario, para compensarte. Así te ahorras sus miradas lascivas - soltó una carcajada en ese momento y cuando ella lo dijo, porque obviamente había resultado gracioso ser comparado con aquel hombre. Él tenía el ego suficiente como para no sentirse herido ni insultado - aunque yo creo que a las Theta les gusta ser miradas de esa forma, quiero pensar que es por mi, pero algo me dice que cualquiera les vale.

Siguió con la broma por reír un poco y quitarle importancia, porque realmente a ese hombre ya no lo iban a cambiar a esa edad, aunque seguro debía ser desagradable para las chicas. Él esperaba haber dejado atrás esa etapa dentro de unos veinte años a lo sumo. En algún momento había que madurar.
Cuando ella lo abrazó le correspondió más o menos y le agradó ver que se reía con la tontería que dijo, aunque fingió que no le interesaba, tomó nota mental de aquellas chicas que fue diciendo.

-Como me conoces Vi, las pelirrojas son las que más me gustan. Gracias por los informes - dijo riendo - estaré atento, creo que perdí cualidades, aunque he vuelto más guapo de lo que me fui - le guiñó un ojo, porque si, él era todo ego, pero no por ello solía hablar bien de si mismo de esa forma, solía hacerlo en broma y sobre todo si estaba con sus amigos, todos sabían lo mucho que Miles Selvaggi se quería a si mismo, así que él lo usaba para bromear un poco por aquí o por allí - vamos al minibar, te invito a beber y si hay mucha gente nos lo traemos aquí.

Se puso en pie y la rodeo por la cintura con el brazo, a veces con la gente que tenía confianza iba un poco más allá, pero que decir, no le molestaba el contacto físico. Así salieron de su cuarto y bajaron a la zona común donde tenían instalado un pequeño bar donde tenían más o menos de todo, a nadie le importaba quien bebía porque porque a nadie le faltaba el dinero ahí dentro, además, Violet justo era de esas chicas que nadie podría mirar por encima del hombro.

-¿Que quieres beber? Tenemos un poco de todo, yo tengo por ahí escondido un ron añejo que está para morirse si es que te gusta el ron... también hay vino, es más suave - se puso tras la barra y sacó un par de vasos anchos y bajos, así como una hielera encantada para que siempre hubiera y no se descongelara - aunque sabes que si bebo de más escucho la mitad, no esperes a tenerme borracho antes de contarme aquello que parece tan grave.

Aceptó el ron y se sentó en una de las sillas que había, casi a la mitad de la barra para quedar frente a Miles y algo alejada del grupo de chicos Nu que si bien ya se estaban levantando no acababan de irse. Los saludó y se quedó algo callada hasta que se fueron, uno tambaleándose un poco, quizá en broma quizá en serio.
 
Cuando finalmente estuvieron solos comenzó con aquello de lo que quería hablarle, ya todos lo sabían pero no por eso quería seguirle llevando deshonor a su fraternidad recordándole a todos una y otra vez lo sucedido con la ex presidenta.
 
-¿Has hablado con Laise últimamente?-le preguntó mientras mientras sacaba un par de servilletas para limpiar un poco la barra, no estaba sucia pero sí habían algunas gotas de agua condensada de quien hubiese estado allí sentado antes. Eso le dio algunos segundos para ordenar sus ideas.-
 
Decirle todo lo sucedido era fácil, lo sabía de memoria tal y como todo el mundo pero Miles era gran amigo de Laise aunque eso ahora ya no fuese sinónimo de nada. No estaba segura de si habían mantenido ese contacto pero ese tipo de cariños no se olvidan como si nada. Debía decírselo de todo modo, esperó a que le sirviese y brindó con él apenas chocando los vasos para luego darle un sorbo.
 
-Le han pasado cosas, cosas…malas.  Como ya debes saber ya no es presidenta de las Epsilon, tampoco frecuenta muchas de las fiestas en las que normalmente nos vemos…hay familias que ya ni consideran a los Den Adel sus amigos. Además de tener un romance con Thomas Chee se volvió alcohólica, no sé si se metió alguna otra cosa…pero también hay rumores acerca de su madre.-todo lo decía pausadamente como para darle tiempo a que lo asimile, no debía ser sencillo de escuchar.- 

-Estuvo en rehabilitación y regresó, supuestamente está mejor pero no creo que dure mucho tiempo aquí.-ya sea porque no iba a durar su recuperación como bien ya sabía o porque simplemente la vergüenza podría con ella, probablemente volvería a Alemania a intentar rehacer su vida, no importaba que hubiesen comprado una importante parte del hospital, así como no se aceptaba a un nuevo rico tampoco sucedería lo mismo con ella o su familia.-Es todo, ¿opiniones?

Miles se distrajo jugueteando con su vaso y los hielos mientras se hacía el silencio en la sala donde estaba el minibar, terminó por sentarse cerca de ella y se despidió de los chicos de forma animada, siempre era así con sus compañeros aún cuando en realidad pocos de ellos fueran realmente sus amigos.

-Si, me la encontré el día que volví.

Que le preguntara aquello le dejaba un tanto claro que tema más bien “feo” pretendía tratar, estaba muy preocupado por ella y en una parte muy pequeña y remota de su consciencia se sentía mal por haberla abandonado a su suerte en un momento de su vida en la que posiblemente estuviera bastante expuesta. Pero no hizo ningún gesto, se arrepentía de pocas cosas en su vida y su viaje a Alemania no era una de ellas, así que aún sintiéndolo mucho por Den Adel, él no iba a cargar con culpa que no era suya.

Aún cuando ella le había contado más o menos todo (de un modo superficial y un poco raro) él guardó silencio mientras Violet le resumía el cuento. Realmente eso dejaba ciertas cosas más claras, no se había enterado que los rumores sobre su madre, por ejemplo. Igual que tampoco sabía que había caído hasta el punto de la rehabilitación. Dio un trago a su vaso, caer en el alcoholismo era algo más complejo que simplemente beber mucho, él lo solía vincular a personas con una vida penosa, gente que no sabía que hay mejores formas de gastar el tiempo que bebiendo todo el rato, y eso que era un consumidor adepto, en ese mismo momento lo estaba probando.

-En realidad me dio pena saberlo, pero ella ya me había contado... más o menos - dijo tras dejar un segundo en silencio mientras bebía un poco más solo para pensar. Suponía que ella en cierto modo se habría alegrado de su caída, era la presidenta ahora y aunque eso era tener diez veces más responsabilidades también era un puesto que cualquiera querría, al menos los que tenían ambiciones - lo que no me dijo nada es de su intención de marcharse y espero que no lo haga. Ninguna relación con los Chee puede terminar bien, no sé como se metió ahí, esa chica ha perdido la cabeza, pero tengo la esperanza de que todo le vaya bien ahora, le prometí ayudarla.

Aunque quizás no de manera tan abierta como haría de permanecer en primera linea social, ella misma había cavado su foso, él le echaría una cuerda, pero no dudaría en soltarla si pensaba que iba a ser arrastrado al fondo.

-¿Todo el mundo le ha dado de lado? Eso realmente tampoco lo sabía, suponía que ya no iba a fiestas simplemente por... la rehabilitación - aquella pregunta era un poco directa, una forma de evaluar a sus verdaderos amigos, los compartía a casi todos con ella y la habían dejado ahogarse con mucha facilidad.

Escuchó atenta lo que le decía, esperando encontrar algo concreto en ello, quería saber si contaba con el apoyo de Miles o no. No porque tuviese las ideas de Adrien, no quería destruís a Laise pero tampoco tenía esa necesidad de defenderla, más cuando podía desequilibrar su propia vida. Había un punto en el que cada cual tenía que responder por sus propios actos, ella no sería tan suicida de permanecer junto a la alemana si aquello la podía hacer tan idiota como ahora la creía.
 
-Eres muy noble para haberle hecho esa promesa.
 
Con ambas manos atrapó una de las manos de Miles y se quedó viendo sus dedos, como entretenida en ello por unos pocos segundos y sonrió antes de levantar la mirada, aún sin soltarlo.-Sabes que la quiero. Ella sabe que la quiero, se lo he dicho, pero hay cosas que sobrepasan mi capacidad de permanecer a su lado. Sabes que es frágil esta fantasía en la que vivimos, no voy a hundirla más pero tampoco a arriesgarme demasiado.
 
No mentía, continuaba queriendo a Laise pero no podía protegerla por siempre, eso sería ponerse de su lado frente a todo el mundo, ir contra sus propios amigos que ahora la veían sin el cariño de antaño o siquiera el respeto. No era tan tonta como para no saber en lo que acabaría todo eso.
 
-Supongo que tú harás lo mismo, no puedes ir en contra de ciertas cosas por mucha voluntad que tengas.-finalmente soltó su mano, lo hizo con suavidad antes de tomar nuevamente su vaso y darle otro sorbo a su bebida mientras seguía mirándolo directamente a los ojos. Más importante que lo que le decía era lo que no, como que no era conveniente que ninguno de los dos siga teniendo lazos estrechos con ella.-
 
Miles la conocía lo suficiente como para saber que ella tenía una razón para decirle todo eso, que no hubiese dejado de lado a Laise si no fuese por una razón con un peso más que considerable. No quería decirle todo lo que la había llevado a tomar esa decisión porque algunas de las cosas era mejor tenerlas en reserva por un tiempo, pero debería hacerlo si continuaba con la ridícula idea de conservar su promesa.
 
-Hay gente que aún sigue con ella, incluso dicen que unas cuántas chicas de la fraternidad aún la consideran como una posible presidenta. Ya sabes, hay mala hierba en todos lados, ¿no?-y esa última pregunta iba para hacerse una idea de lo que pensaba hacer finalmente, si las cosas pesaban demasiado. Quería saber si podía contar con él como uno de esos amigos con los que seguiría, que no sería uno a los que tristemente vería caer.-