EL TEMA

Estar haciendo eso era una completa locura, estaba arriesgándose al mil por ciento, no solamente él, también a su familia.  Luego de lo ocurrido el día anterior a la única que le dijo todo lo que estaba pasando era a Evelyn, quién estaba también ayudando (dentro de sus posibilidades) la revolución.   Ev primero se había enojado, luego se había asustado muchísimo, había intentado seguir siendo la amiga normal de Jessica desde que les dijeron lo de la secta maldita pero aun así las distancias entre ambas se notaban, ahora con eso se había puesto completamente paranoica y no quería tampoco volver a la fraternidad.

La entendía completamente, él no estaba tampoco seguro de querer hacerlo, pero Evelyn era su única opción.

-Ya se por qué estas haciendo esto Ellioth, ¿No podías encontrar un mejor momento para aceptar tu ridiculo amor? Vas a hacer que nos maten a todos!  - Le había dicho antes de aparecerse con él en las afueras de la fraternidad. La idea era que fingieran que Isaac iba a recoger unos apuntes a la habitación de su hermana, entraran y luego Jessica llegara y todos se fueran por medio de un traslador a un lugar seguro, no quería que rastrearan su aparición o algo así.  Pero claro no sabía si Jessica había cumplido al no decirle a nadie lo que había pasado o que él iría, de ser así seguro ya estaba más que muerto (y Evelyn  también de paso), su madre iba a estar muy, muy enojada...

Entraron y la casa de las TPA lucía como siempre,  Evelyn tratando de guardar las apariencias empezó a hablar con unas chicas sobre maquillaje y le dijo que se adelantara a su habitación, era normal que Isaac fuera cuando necesitaba mover cosas o deshacerse de lo que fuera, no habría entonces problema.

Entró al lugar (que era completamente Evelyn con castillos y cosas  caras y perfume por doquier) y se asomó por la ventana, tenía su varita en la mano, completamente paranoico de todo. Luego la puerta se abrió y se giró rápidamente para ver si era Evelyn que lo había seguido como en el plan o Jessica que había llegado al fin.

No había dormido nada aquella noche, todo la había sobrepasado y se la había pasado dando vueltas en su cama. Había desayunado con muchísimo esfuerzo y luego había vuelto a su habitación con la excusa de hacer tareas atrasadas aunque en realidad estaba mirando por la ventana constantemente por si Ellioth cumplía su promesa y aparecía. Claro que se había planteado la posibilidad de simplemente contárselo a Billy, o a Jude, pero al final había decidido que no podía hacer eso, que tenía que darle una oportunidad, como él se la había dado a ella.

Estuvo dando vueltas por su habitación, y ni siquiera un baño caliente en condiciones la había ayudado a aclarar sus ideas, o a sentirse más tranquila. Estaba nerviosa, intranquila. Además se había dado cuenta de que seguramente Evelyn también estaba involucrada en eso, y no sabía qué sentir al respecto, ¿significaba que su mejor amiga la había traicionado?, ¿qué se suponía que debía hacer?

Los vio por la ventana, de camino a la fraternidad. De nuevo tuvo una crisis de no saber qué hacer y por un momento se quedó paralizada, sentada frente a la laptop de su escritorio a la que ya se le había terminado la recarga muggle, sin ver realmente a ningún lado, hasta que se levantó.

Con la mirada determinada, y el andar altivo de siempre, se dirigió a la habitación de Evelyn. Por fortuna, no se topó con nadie y cuando entró, solo estaba él en el interior. Se veía nerviosa de nuevo, de pronto. No sabía a qué se iba a enfrentar y todo le causaba vértigo, una sensación temible en el estómago.

-Te lo prometí, no se lo dije a nadie. Y aquí estoy, para escuchar lo que tengas que decir.

Lo miró, con los ojos brillantes, un poco acuosos por el obvio miedo que sentía ante lo desconocido, ante todo eso que le estaba poniendo el mundo de cabeza. Cerró la puerta tras de sí con cautela y se quedó pegada contra ella, respirando profundo para no perder el control de sus emociones.

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ropita del miedo

Isaac siempre había sido el más centrado de su familia, el que tomaba las mejores decisiones y el que se había hecho cargo de su familia cuando su padre había enloquecido completamente perdido en las drogas. El sabía que su madre confiaba más en él que en cualquiera de sus hijas precisamente por eso, por que él había heredado ese carácter calculador que la semi veela tenía, pero en esos momentos, en confiar así, en dejarlo todo solo por que Jessica supiera la verdad, se sentía como un completo tonto.

En el momento en que la vio entrar en la habitación volvía a sentirse de 14 años, con el corazón desbocado por ver su rostro y un miedo verdadero de mandar todo al demonio con ella, no es que tuviese nunca muchas esperanzas por que siempre consideró que Jessica estaba fuera de su alcance, si no que ahora se le sumaba el miedo a ser atrapado, a morir o como menos terminar en la cárcel como el otro hermano de Lawrence.

Se adelantó hacia ella tratando de acomodar las palabras, de pensar que le iba a decir que no le hubiera dicho ya y terminó sentándose en la cama de su hermana, no veía a Jessica si no a la ventana y jugaba con su varita nervioso.

No se por donde comenzar, seguro has escuchado los rumores de la Universidad, de que en estos terrenos hay una secta que controla el poder en norteamerica, esa misma que uno de los fundadores creó, bueno esa historia es verdad y tu hermano, tu padre y muchas personas que conoces y que son cercanas a ti tienen acceso. Tenía miedo que tu fueras parte de ella, pero imagino que no es así...

Observó sus manos nervioso, quería explicarle que en verdad estaban tratando de hacer una diferencia ahí, que todo era por un bien mayor, que las cosas estaban cambiando.

No lo supieron hasta hace poco, mi madre me lo dijo cuando nos contó a Evelyn y a mi por que es que se había unido a la revolución, no podía simplemente dejar sola a mi madre o a mi hermana. Evelyn también está con nosotros, pero de una forma un poco más neutral. En verdad no somos los malos de la historia Jessica, te lo juro,

No se movió de la puerta, ni siquiera cuando lo vio acercarse. Tenía la mirada fija en él y estaba a la expectativa, pero como era obvio, no podía creerse lo que estaba escuchando a la primera, mucho menos sabiendo que supuestamente involucraba a su hermano, a sus padres, a gente con la que había vivido toda la vida, gente a la que estaba segura de conocer perfectamente. No era algo fácil de aceptar de buenas a primeras, simplemente era imposible.

-¿Cómo pretendes que crea esas cosas, Ellioth? Los conozco de toda mi vida. Mi hermano es…mi hermano es un presidente de fraternidad como cualquier otro, pasa su vida haciendo deporte, cuidando sus calificaciones. ¿parte de una Secta? Sé que puede ser un hijo de puta a veces pero, ¿una secta? Y mi padre…mi padre es un hombre trabajador, correcto…cariñoso.

Lo era, realmente lo era. No conocía a ningún otro padre como Robert Snyder, a ninguno que fuera tan atento, tan bueno como él. Simplemente no podía creer que fuera un hombre horrible.

-¿Quién se supone que les dio esta información? ¿Crawford? ¿el extranjero terrorista? ¿Quién le cuenta estas historias a tu madre y por qué diablos se las están creyendo? Ellioth…lo que me dices es imposible, entiéndelo. Abre los ojos.

Era ella la que debía abrirlos pero, ¿cómo hacerlo? Confiaba en su gente plenamente, jamás se habían mostrado como gente mala. Lo que Billy hacía en la universidad era normal, ella también era mala con las personas, pero tenían una imagen que cuidar, tenían que hacerse respetar. Pero de eso a una secta, había un largo trecho.

-No quiero que te creas historias dementes solo para que esa gente justifique que los usen como carne de cañón. No es cierto, Ellioth, nada de lo que dices es cierto, ¡yo vivo con ellos, por Merlín!

Entendía que las cosas no iban a ser faciles para ella desde un inicio, él también dudó, antes de saber la verdad y todo, pensaba que los rebeldes simplemente estaban ahí haciendo estragos en la sociedad, pero él también era una persona con todas las facilidades del mundo, de una buena familia y con el dinero necesario para valerse en norteamerica o en cualquier país que él decidiera, pero no era un ciego y se había dado cuenta que las cosas no podían ser simplemente faciles.

Escucha, no estoy diciendo que tu padre o tu hermano sean unos monstruos sin corazón, sin sentimientos, pero han derramado mucha sangre Jessica, ¿No te has dado cuenta que si son así es por que es de tí de quién se trata? ¿Los has visto tratar a los trabajadores del MCU? ¿Has visto a tu hermano con alguien "inferior"? No, no sabes como son allá afuera, en lo que no tiene que ver con los "suyos"

Se puso de pie, decidido, Isaac había dejado de ser ese niño debilucho que se dejaba amedrentar por cualquiera, al que sus hermanas tenían que ir a defender por ahí de los otros chicos, el niño que le tenía miedo a todo, incluso a Jessica. Se puso frente a ella y le tomó los hombros con suavidad, no como ese agarre de lunaticos del día anterior, era algo más confortable.

Solo queremos lo que es justo, eres tu quién debe abrir los ojos. La sociedad está cambiando y si no cambias tu con ella terminará por consumirte; voy a protegerte Jessica, pero necesito que veas en realidad lo que está pasando. Se que dentro de ti sabes que hay algo mal, que hay algo más allá de todo, si no no hubieses venido aquí a escucharme decir todo esto, necesitabas saberlo, no te engañes.

Para ella, la manera en la que Bill y su padre se comportaba era perfectamente normal, en especial porque ella también era así, altiva, exigente, demandante y terrible, pero lo dicho, había una gran brecha entre eso y una secta. Y de ser así, ¿por qué no se lo habían dicho? Tenía que hablar con Billy, enfrentarlo, pero no sabía cómo hacerlo sin poner en riesgo a Isaac y eso la estaba metiendo en un conflicto enorme. Quería creer que aquello no era nada, que solo eran mentiras.

No se quitó ni lo miró amenazante cuando la tomó por los hombros. No recordaba nunca haber tenido esa clase de contacto con él. Se recordaba a ella misma como una maldita que se valía de cualquier medio para obligarlo a hacerle las tareas, para que la ayudara a pasar todas las materias y si no, para que recibiera una paliza en su nombre. Se recordaba burlándose de él todo el tiempo, presionándolo, siendo grosera.

-¿Qué puedo hacer? Si lo que dices es cierto, ¿qué puedo hacer? Es mi familia de la que hablas, ¿te das cuenta? No quiero que les pase nada, me moriría si les pasa algo.

Y eso era realmente lo peor de todo. Si resultaba que todo aquello era verdad, ¿qué podía hacer ella por Billy, por su papá?, ¿qué había en sus manos y qué no? No quería solamente ser protegida, no se trataba de eso. Mucha gente la consideraba egoísta, pagada de sí misma, y lo era, pero amaba a su familia también, muchísimo.

Le tomó los brazos y lo miró con seriedad, no para apartarlo de ella, pero sí para ejercer presión con sus palabras.

-¿Por qué haces todo esto?, ¿por qué me dices estas cosas? Fui terrible contigo, lo he sido toda la vida…

Sabía que las cosas no serían fáciles para Jessica, trataba de meterse eso en la cabeza y dejar afuera cualquier otro sentimiento que pudiera tener hacia ella, pero era imposible y lo sabía. Desde que estaban en el colegio Evelyn siempre había sabido lo que su hermano sentía por su amiga y lo odiaba por eso, lo odiaba por que siempre se dejaba llevar por ella y trataba de hacer lo que ella quería todo el tiempo, pero ahora era diferente, muy diferente.

Me gustaría poder decirte que hacer, se que tu situación es complicada por que ellos son tu familia y te importan, solo quería que supieras en que estaban metidos... - Y que ella no era igual, básicamente quería cerciorarse de que la Jessica hasta cierto punto inocente que conocía, siguiera siéndolo.

Dudó cuando le preguntó por que es que hacía todo eso, él también se lo había preguntado por un instante, ¿Por qué le importaba que Jessica no lo considerara un enemigo? ¿Por qué ella de cualquier otra persona? La verdad es que significaba algo para él, siempre lo había sido.

Por que yo... eh....ahm...- Comenzó a balbucear, como si fuera el mismo chico tonto de Ilvermorny, hundió los hombros y bajó la cabeza hasta ponerse a su altura, la vio directamente a los ojos, las palabras estaban ahí pero simplemente no salían, nunca había sido tan bueno expresando lo que sentía.

.... Me gustas, ¿De acuerdo? Siempre te he querido Jessica... siempre, desde que estabas ahí en la clase de encantamientos con el profesor de nariz extraña, siempre. A veces me quedaba como idiota solamente observandote, esperando que me vieses diferente... Se que eso no va a ser así pero al menos no quiero que me veas como un enemigo en esta guerra... y haré lo posible por ayudarte, a ti y a tu familia...

¿Pero de qué le serviría saber en qué estaban supuestamente metidos si no sabía qué podía hacer por ellos? Casi tuvo ganas de gritarle, de reclamarle, decirle “resuélvelo, porque eres el listo, ¿acaso no eres listo?” como cuando le exigía tareas y otras cosas, pero en vez de eso apretó los labios y bajó la mirada. No podía resolverlo ella sola, se sentía muy mal, jamás había sido particularmente brillante, no se había esforzado con nada, porque no había sido necesario nunca. No sabía qué hacer.

Frunció el ceño cuando empezó a balbucear, casi como si perdiera la paciencia como siempre, pero en ese momento no hubo burlas, ni risas malditas, solamente la expectativa de saber las cosas. Se quedó de piedra al escuchar su confesión, que siempre la había querido. Se irguió como si se pusiera en guardia, intentó que su expresión se mantuviera neutral. ¿Qué se suponía que debía decirle? Porque ella lo había querido desde el primer momento, desde que eran niños, pero se había autoconvencido de que era una locura, que no tenían nada que ver el uno con el otro, que él nunca la querría y que ella simplemente no podría estar con alguien como él, porque ese no era su papel.

-Yo también…

Le dijo al final, haciendo justo lo que se había prometido no hacer nunca. Bajó la mirada e hizo un puchero sin querer, como si se tragara unas lagrimitas de niña tonta.

-Y sí me porté así contigo fue porque…no sé, por tonta. Sabía que no íbamos a poder estar juntos, y…prefería que me odiaras a que fuera completamente irrelevante en tu vida. Pude haberte dejado en paz pero eso habría significado que te olvidaras de mi al año siguiente así que tuve que encontrar la manera de que me recordaras…

Se rió, hasta ese momento notaba lo tonto que era eso, lo inútil. Sintió que la recorría un escalofrío y también se sintió muy mal por estarle diciendo eso cuando estaba ya con Jude, a quien en cierta forma también había querido desde hacía mucho tiempo, por razones completamente diferentes, pero no por ello menos fuertes.

-No voy a poder con esto. No sé qué hacer, nunca he sabido qué hacer, siempre he sido una inútil.

Hablaba rápido y empujando las palabras una tras otra, bajaba el volumen de su voz y luego lo resaltaba en partes importantes y cuando terminó, simplemente se quedó cayado viendo sus pies, sostenía los hombros de Jessica pero la soltó momentos después avergonzado.  Nunca se había declarado con alguien, solo había tenido una o dos novias antes de eso y en ninguna ocasión él se había declarado, por eso con Jessica estaba nervioso y no supo si era o no una buena idea, pero quería que lo supiera, por su sucedía cualquier cosa. 

Levantó la mirada cuando escuchó ese "yo también" y por unos momentos pensó que estaba jugando con él, luego vino toda esa explicación de su vida y poco a poco se fue formando una sonrisa en el rostro de Isaac, cosa rara por que tal  vez jamás en su vida le había sonreído a Jessica, las sonrisas sarcásticas no contaban, esa no era una de ellas. 

Siempre te hubiera recordado! - Fue lo único que le dijo, no sabía bien que decirle, sentía que en su cabeza era muy tonto decirle algo más, decirle que fuese su novia o besarla cuando estaba teniendo una crisis existencial en esos momentos. Nunca le habría hecho eso. 

Claro que vas a poder con esto, siempre consigues todo Jessica, esto no es diferente, solo aplica de manera distinta, pero si podrás... - Acortó la pequeña distancia que los separaba y se puso frente a ella, luego le levantó el rostro para que lo viera a los ojos. - No eres tan inútil... tal vez solo medio... - Se rió por que era una broma, luego tocó su nariz con la de ella y le dio un beso, pero no fue un beso en los labios (aun que al principio parecía que si), la besó en la mejilla solamente. 

Vamos a hacer lo posible por ayudar a tu familia, te juro que no  voy a dejarte sola. - Y seguro su hermana (Evelyn) pensaba igual. - Se que es una locura pero... ¿Quieres venir con nosotros? Te protegeremos...  presiento que la Universidad pronto dejará de ser un lugar seguro... por ellos, se que activamente no te dañarían, pero siempre hay daños colaterales y no quiero que seas uno de ellos.. 

En efecto, no recordaba haber visto a Isaac sonreírle alguna vez, o sonreír en general. Se había esforzado tanto por ser una desgraciada que no había tomado nada más en consideración. Pero siendo honestos, no se podía sentir cien por ciento bien de al fin soltar eso que la había torturado durante tanto tiempo, porque estaba con Jude y también lo quería muchísimo, así que tampoco era como que pudiera hacer una fiesta con sus sentimientos.

Lo miró a los ojos e intentó creerle lo que le decía, que iba a poder con ello con el mismo ímpetu con el que conseguía todo lo que quería, e incluso soltó una risa cuando le decía que solo era “medio” inútil. Iba a soltarle un manotazo pero se quedó inmóvil al sentirlo tan cerca. Pensó que la iba a besar en los labios pero solo fue un inocente beso en la mejilla que le arrancó una sonrisa.

-¿Me lo prometes, que harán lo posible, en serio?

No sabía qué papel jugaba Isaac en todo eso, ni su madre, ni Evelyn, pero le creía lo que le decía, que en verdad podrían hacer algo para ayudar a su familia. No sabía aún a ciencia cierta si todo lo que le había dicho era verdad, pero ¿Qué podía hacer? No podía preguntárselo directamente a Billy para traicionar la confianza de Isaac o ponerlo en peligro, menos en ese momento.

-¿Ir con ustedes? No…no, eso solo los pondrá en problemas. No quiero causarte problemas ni a ti ni a Evelyn, tengo que resolver esto yo sola. Y no quiero que crean que los traicioné, no quiero que piensen lo peor de mi.

Aquella era la salida fácil pero no estaba segura de realmente querer esa salida, no quería que su padre se decepcionara, no quería que nadie se decepcionara de ella, ni un bando ni otro, estaba realmente conflictuada.

-Dime en qué puedo ayudarte yo y lo haré. Dime qué puedo hacer y lo haré, te lo prometo, todo para que cuando llegue el momento, pueda hacer algo por mi hermano y por mis papás. No son malas personas, Ellioth, te juro que no lo son…

Quizá sonaba demasiado inocente pero, ¿qué otra cosa podía decir?. Sin decir nada lo tomó de la mano y lo hizo salir de la habitación de Evelyn para llevarlo a la de ella, casi corriendo y cuidando que nadie viera nada.

-Debo darte algo, algo con lo que nos podamos comunicar. Tengo un par de espejos comunicadores. No quiero estar sola…

-JESSICA.-Gritó Billy desde el pasillo al ver que salía de una habitación para ir a otra más al fondo. Había entrado a la fraternidad desde la puerta trasera, por la alberca, para no tener que toparse con un montón de TPA porque no quería hablar con casi nadie últimamente. No le importó ver que estaba con un tipo, podía esperar, aunque le sorprendió que no fuese Jude con quien correteaba por la fraternidad.

No lo identificó hasta que se acercó bien. Se trataba del hermano de Evelyn, ni siquiera recordaba bien su nombre pero sí su cara, porque era el mismo chiquillo al que su hermana gustaba de torturar desde que se acordaba. -¿Ampliando tu círculo de amistades? Qué bonita, pero ya eres Presidenta, no necesitas hacer campaña.

A Bill ni siquiera se le pasaba por la mente que hacía un rato se hubieran hecho inocentes declaraciones de amor y lealtad, aunque tampoco se podía explicar qué hacía su hermana con él. Debía de tratarse de algo de Evelyn.

-Vine por ti para llevarte a comer y que después me acompañes al Art Walk de Harbour Island. No me digas que estás ocupada porque jajaja. Anda.-Dijo como si le diese igual lo que hubiera estado haciendo o pudiera hacer con Rosenbarg. Se cruzó de brazos y se pegó contra la pared como si la fuera a esperar ahí mismo, sin moverse.  -¿Ya tienes fraternidad, tú?, ¿en qué semestre estás? Tienes cara de que alguien te convenció de entrar a NDP, pero no vale la pena. Siempre puedes probar lugar en Alpha, ¿eres bueno en algún deporte?, ¿cómo era que te llamabas?

Si, te lo prometo, haré todo lo posible - Lo dijo para tranquilizarla, aun que en realidad no estaba seguro de que tanto tendría que hacer o hasta donde los Snyder estaban metidos en el asunto de la secta, a cuantas personas habían matado o que tanto habían influido en todo. Iban a ser juzgados por supuesto, pero al menos no iba a permitir que los atacaran así nada más ahora que sus nombres se sabían entre algunos de los rebeldes.

Apretó la mano de JEssica, sabía que no era la mejor idea que se fuera con ellos pero tampoco quería que estuviera en medio de todo, más aun cuando la conferencia se acercaba. Él sabía lo que iba a suceder por que su madre se lo dijo, pero eso si no iba a decírselo a Jessica, por más que la quisiera o confiara en ella, había cosas que lo sobrepasaban, aun que el miedo seguía ahí.

Podrías ayudarnos, tratar de cambiar lo que la gente piensa de nosotros dentro de tu fraternidad, muestrales a tus hermanas que las cosas no son como todo el mundo lo plantea, Evelyn te apoyará completamente. Jessica necesitamos que todos abran los ojos para que no haya mas muertes sin sentido como la de mi hermano. Es lo primordial.

La tomó de ambas manos y le dio un beso en ellas, luego la siguió sin decir nada más aun que en el pasillo, antes de entrar a su habitación, escuchó una voz que le heló la sangre.  Se quedó de espaldas unos momentos pensando que iban a atraparlo, pero cuando escuchó que Bill le preguntó aquello a Jessica como si nada, se dio la vuelta y lo encaró.

Bill era un poco más alto que él pero mucho más fornido, era una clara amenaza aun que Isaac no lo veía con miedo, lo veía como alguien que sabía exactamente lo que Bill era, con un poco de odio incluido también, pero se repitió que era hermano de Jessica y que no podía ser tan transparente después de todo.

Isaac Rosenbarg, el casi hermano de Lucian.  Estoy en segundo semestre. Tendré a los ANE en consideración .- Isaac soltó la mano de Jessica tranquilamente, tampoco era un patán que fuera a esconderse, así los Alphas fueran lo peor cuando les buscaban problemas. - ¿Le contaste a tu hermano de las asesorías  Jessica? recuerda que no puedo estar mucho tiempo... - Y esa era la mejor excusa que se le pudo ocurrir para librarse de Bill en esos momentos.

Lo que Isaac le pedía que hiciera era muy complicado. En cuanto su hermano o Jude se dieran cuenta de sus intenciones, de cómo estaba llevando las políticas de TPA, se podía dar por acabada su época de presidente TPA, Bill no lo iba a tolerar. Pero tampoco quería decirle eso a Isaac para que pensara que era una tonta egoísta que no había entendido nada. Tendría que hablar seriamente con Evelyn, ella la entendía mucho mejor y seguramente juntos podrían encontrar una solución.

Eso pensaba cuando escuchó la voz de Billy. Dio un saltito y lo miró como si la hubieran atrapado en algo terrible. Le sonrió después, tratando de no parecer una loca. No había fingido nada en toda su vida, siempre había sido completamente transparente así que esa situación era nueva para ella.

-No, te dije que no quería ir al Art Walk este año. Aunque lo de llevarme a comer no suena mal, mientras no sea con tu novia.

Dejó que hablara con Isaac y miró al chico profundamente como si temiera que cometiera alguna locura, pero no. No se había dado cuenta de que le había dado la mano todo ese tiempo enfrente de Bill hasta que él la soltó.

-No, no le dije. Estoy teniendo problemas con algunas materias y Isaac me está ayudando, ya sabes que no puedo bajar mis notas, la presidenta TPA siempre está bajo la lupa. No puedo ir a comer ahora mismo, ¿te veo en media hora? Anda, no seas malo. Tengo que sacar Extraordinario o van a empezar a molestar.

Bill sí había notado el gesto de estar tomados de la mano pero no hizo mucho énfasis en ello para no avergonzar a su hermana enfrente de nadie. Además no creía que le estuviera poniendo el cuerno a Jude, porque Jessica no era así, a menos que hubiera descubierto algo respecto a él, que por extensión, también tuviera que ver con Cherry.
 
-No, sin novias. Aunque podríamos invitar a Evelyn y si quieres a tu amigo nuevo también.-Acababa de extenderle una invitación informal a Alpha, sí, pero tampoco se le olvidaba quién era y que hasta el momento, su presencia en la universidad no era relevante, por mucho que lo hubiera encontrado dándole la mano a su hermana. No le dijo nada respecto a Lucian como “lo siento mucho”, porque no quería sentirse más hipócrita de lo que ya se sentía. Lo triste era que ni siquiera había muerto por motivos políticos, aunque todo mundo se creyera que sí. Eso era algo que le iban a guardar a Werther.
 
-¿Qué importan las asesorías?-Preguntó impaciente, pero cedió ante ellos después.-Media hora y te veo en la entrada de tu fraternidad. Y ya te extendí la invitación Rosenbarg, con Evelyn.-¿Qué podía saber él respecto a que ambos hermanos ya conocían la realidad en la que vivía todos los días? En la universidad él seguía moviéndose como rey del campus con toda la inocencia de un jock ególatra, no de un sectario.
 
Besó a su hermana en la cabeza. Tenía ganas de preguntarle si aún estaba con Jude o si había algo que él debiera saber, pero no lo preguntaría enfrente de Isaac.-Te veo en un rato.-Se dio la vuelta para irse por donde había entrado.

Isaac se había mantenido tenso, con la mirada fija en Bill, tal vez demasiado paranoico, pero las cosas no estaban para menos. No se relajó ni siquiera con su actitud confiada, al contrario, cada vez parecía más molesto por sus palabras que en realidad no significaban nada para él. Allá afuera estaba librando una batalla, había muchos de ellos incendiando negocios Wardwell, peleando contra los aurores comprados del ministerio, había muchos encarcelados y otros en los hospitales que caían bajo maldiciones jamás antes vistas ... ¿Y él? ¿Y Bill Snyder? estaba ahí como si nada, pavoneándose frente a ellos y haciendo planes para ir a comer, Isaac no podía entender si todo eso era una fachada o en verdad a ese sujeto no le importaba nada en lo absoluto, si valía la pena la promesa que le había hecho a Jessica...

Le preguntaré a Ev. - Respondió antes de verlo retirarse, su actitud lo había confundido, pero eso era lo que pasaba con todos, ¿No? Eso era lo que pasaba con los miembros de aquel lugar, no podías implemente imaginarlo, le había sucedido con el esposo de su hermana, Werther, cuando estaba con ellos simplemente era un hombre de familia normal y luego había resultado que era un asesino a sangre fria.

Cuando Bill desapareció de su vista al fin respiró profundamente como si todo ese tiempo hubiese estado conteniendo la respiración, siguió adelante a la habitación de Jessica y luego simplemente la observó.

Mi hermana y yo no vamos a ir a ese lugar, ¿Lo entiendes, verdad? Jessica... perdón por ponerte en esta situación, pero tenía que abrirte los ojos. Ese Bill que estaba ahí afuera, ese Bill que conoces, no es el Bill verdadero, no todo al menos. Vamos a rescatar a tu hermano, lo que queda de él, lo que ellos han dejado... solo confía en mi.

Qué extraño le parecía en ese momento tener prioridades tan distintas, que no le importara aquella invitación que había extendido su hermano, que no lo viera como una oportunidad para enamorarlo de Evelyn o alguna tontería parecida. Qué terrible que todo hubiera cambiado, que las cosas ya no fueran tan sencillas como siempre habían sido. Le sonrió y miró a Isaac como si esperara una respuesta pero en realidad no quería nada.

-Media hora, solo me falta repasar una cosa. Te quiero.

Casi nunca le decía que lo quería, pero en ese momento tuvo la necesidad de hacerlo y ya, tampoco creía que le fuera a caer de extraño. No podía creerse, ahora después de haberlo visto mucho menos, lo que decían de él. Era buen tipo, tenía muchos defectos quizá y muchos lo odiaban, pero no era para menos.

-Me cuesta tanto creerlo, me cuesta muchísimo. Él no es malo, no es tan malo como parece…

Pero sabía que no servía de nada intentar convencer a Isaac de lo contrario. Suspiró profundo y le hizo un gesto para que la siguiera hacia su habitación, que de hecho estaba muy cerca de la de Evelyn por disposición de ella misma. Abrió la puerta de su habitación y dejó que Isaac pasara antes de cerrar. Rebuscó en una caja bajo su cama, para encontrar los espejos. Y aprovechó que no hacía contacto visual con Isaac para preguntar lo que tanto temía.

-¿Qué es lo que hacen exactamente?, ¿qué es lo que a sus ojos los ha vuelto tan malos? Cuéntamelo, quiero saberlo todo por completo.

Pasó a la habitación de JEssica aun algo agitado por la presencia de Bill Snyder. En realidad hizo gala de toda la fuerza de voluntad que tenía para no parecer conmocionado, estaba esforzándose por que no quería generarle más inseguridades a Jessica, él estaba hablando ahora por los suyos y si él dudaba ella también lo haría, no iba a permitirse a si mismo eso.

Le pareció graciosa la habitación de Jessica, jamás había entrado ahí (o en ningún lugar que le perteneciera), era como su misterio más grande y se enfocó principalmente en las cortinas de la ventana, en los adornos que tenía sobre sus muebles y las fotografías mágicas que andaban por ahí acomodando el típico cuarto de una TPA. Eso lo tranquilizó, incluso hasta sonrió nuevamente recordando que le había dicho exactamente como se había sentido todos esos años con ella, pero la pregunta respecto a Bill lo sacó de su locura.

Se que matan personas, utilizan su sangre, sus órganos para conseguir magia, como lo hacían los antepasados, el problema es que ellos lo hacen por el hambre de poder, no por que lo necesiten... Se que fueron ellos quienes mataron a Lucian, mi madre sospecha que los asesinatos, las chicas TPA desaparecidas todos estos años? fue por ellos... lo que hacían con sus cuerpos era horrendo...

No quería asustarla pero iba a ser lo más sincero posible con ella, aun que eso implicara revelar secretos, en esos momentos ya no importaba. Fue hacia Jessica y se puso frente a ella para darle la mano y que se levantara. -Voy a preguntarte algo, pero solo es por si muero mañana y no tengo la oportunidad de hacerlo después..... - Su voz sonaba segura, la ayudó a levantarse y la vio de nuevo a los ojos, con una mano la tomó por la cintura acercandola a él para, en cuestión de segundos y sin agregar nada más, besarla.

Al escuchar a Isaac se quedó unos instantes de cuclillas, intentando digerir lo que acababa de escuchar, aunque le era muy difícil imaginarse a su hermano y a sus padres haciendo algo así, cayendo en esa locura solamente por poder. Ella siempre había tomado a su padre como alguien trabajador, honesto, que había llegado donde estaba por ser inteligente, quizá por sus capacidades como vidente había hecho algo de trampa, pero no más. No podía ficharlo como alguien hambriento de poder, y sobre todo, no podía visualizarlos matando a Lucian, o asesinando a gente de su propia fraternidad, haciendo quién sabía qué con sus cuerpos.

Cuando tomó la mano de Isaac temblaba por completo, con los ojos algo nublados por estar aguantándose las lágrimas que se habían agolpado en sus ojos como resultado de su vívida imaginación por lo que Isaac le había dicho. Se levantó y con su cara de berrinche lo miró a la expectativa de lo que fuera a preguntar, pero el cuestionamiento no fue precisamente verbal.

En ese momento tenía demasiados sentimientos encontrados por todo. El toque en su cintura aumentó esa sensación, cerró los ojos al sentirlo contra sus labios, solo un segundo y se permitió besarlo un poco, no como una loca, sino con cierta pausa, hasta que se separó de él, no con violencia, pero sí contundente.

-No puedo, tengo novio…ya sé que la gente piensa muchas cosas de mi, pero yo no soy así…

Y con “así” se refería a ser el tipo de persona que engañaba a otros, al menos en asuntos sentimentales. Miró a Isaac y le sonrió, le había correspondido el beso pero no se sentía capaz de engañar a Jude, ya de por sí se sentía culpable.

-Si algún día estamos juntos, estaremos juntos bien, sin hacerle daño a nadie. No te vas a morir mañana, ¿entiendes? Eso no va a pasar, no puedes dejar que pase.

Isaac notó la contundencia de sus palabras pero no se separó de ella de manera inmediata, se dio un tiempo para poner en orden sus ideas, para asegurar sus pies sobre el suelo. Jamás había pensado que Jessica sintiera algo por él así que en esos momentos había ganado mucho más de lo que esperaba en un inicio, pero él era un joven que sabía esperar, sabía que lo que sentía por Jessica era real y no solamente una cosa que iba a pasar con el tiempo. Cuando se separó de ella sintió un vacío en el pecho que no había sentido jamás y eso debía significar algo.

Yo no creo que seas así... solo tenía que hacerlo ¿Sabes? - Sonrió aun con la sombra del beso sobre su labios, negó a sus palabras aun que no sabía bien que estaba pensando en esos momentos. ¿por qué no lo había hecho antes? ¿Lo querría a él más en verdad? ¿Era por alguna otra razón? No, no podía dejar que esas dudas infantiles lo asaltaran.

Esta bien, lo entiendo. Trataré de no morir, por tí, por que cuando todo esto termine volvere por ti y no voy a dejar que nada te aleje de mi esta vez, ¿De acuerdo? - Si, era una promesa que tal vez no podría cumplir pero iba a intentarlo, ahora tenía una razón. Tenía que encontrar la manera de que Jessica y su familia salieran lo mejor librados posibles de todo eso, inclusive Bill, aun que no estaba seguro que tan dentro de toda esa mierda se encontraba.

¿Por qué estás con él? ¿Lo quieres? Se que no debería preguntarte estas cosas ahora, pero son importantes para mi. Es decir, no estoy pidiéndote que dejes tu vida y huyas conmigo, eso ya lo intenté hace unos quince minutos... - Bromeó, se notaba una pequeña risa en su voz que no dejaba salir muy a menudo, tenía un poco del humor de los Rosenbarg después de todo, oculto por ahí, pero Jessica hacía salir esa parte de ella.- Solo quiero saber si tengo una oportunidad, es todo.

Sintió que se derretía cuando le decía que trataría de no morir por ella, no solo por lo romántico que sonaba, sino porque en el contexto, no era una promesa realmente vacía, al aire o que fuera dicha solo para enamorar, porque estaban en una guerra real, donde morir era una posibilidad. Ahora lo tenía más claro que nunca. Le sonrió, con la mirada brillante, sin bajar la vista aunque se sintiera ligeramente intimidada. Había sido una estúpida, todos esos años presionándolo por sentirse la persona más insegura del mundo, por sentir que jamás la podría tomar en cuenta porque no creía ser lo suficientemente lista, había vivido a la defensiva, obligándose a crear un extraño odio entre ellos, que al parecer nunca había florecido realmente.

Lo miró a los ojos cuando le hacía esas preguntas sobre Jude. Se vio tentada a mentirle, a decirle que no lo quería y cualquier cosa que le hiciera bien escuchar, pero en vez de eso asintió y encogió un poco los hombros, aunque le gustó verlo reír, no recordaba haberlo escuchado reír jamás.

-Sí, lo quiero. Estoy con él porque…no sé, creo que fue natural para mi, para los dos. Porque era algo que quería…

Bajó la vista y se miró las uñas, no sabía muy bien cómo poner en palabras lo que pensaba sin que sonara mal, o sonara extraño. Volvió a mirar a Isaac.

-Contigo, desde el principio pensé que las cosas no podían darse, porque era una niña y pensaba tonterías. Pensaba que nunca podrías quererme porque me considerabas una tonta, y yo pensaba que no debía quererte porque no eras popular, porque no eras como mi hermano y sus amigos. Te quería por ser diferente, pero al mismo tiempo eso me sacaba de quicio. Ahora entiendo que fui una estúpida, y que realmente no te merecía.

Con Jude había sido todo lo contrario, como si se amoldaran en todo: en sus amigos, en sus formas de divertirse, en sus expectativas.

-Ayer tenía las cosas muy claras. Hoy…las cosas son diferentes para mi, en todo sentido. Y cuando tome una decisión quiero asegurarme de que no sea apresurada, he tomado ese tipo de decisiones toda mi vida. Tengo que ordenar mis ideas, respecto a todo.

Y Jude le había dicho que la amaba, que la amaba de verdad y ella le había creído aunque hubiera fingido que no solo para hacerse la fuerte frente a él. Y en esos momentos se sentía muy culpable porque otro le hiciera latir el corazón de esa manera, con tanta violencia, aunque era obvio que lo que sentía por Jude tampoco era una mentira en lo absoluto. Estaba hecha un lío.

-Eres experto en hacer líos en mi cabeza, siempre ha sido así. ¿Recuerdas cuando me confundía en Pociones y terminaba arruinando todos tus trabajos? Igual siempre sacabas todo adelante, seguro respiraste de alivio cuando ya no tuvimos que entregar nada en equipo.

Él sabía muy bien que sus vidas jamás iban a poder ser iguales, desde el principio de los tiempos lo supo, no por que Isaac no hubiese tenido la oportunidad de ser como Jessica, como Jude o como Evelyn, es que su situación había sido muy diferente. Desde niño había tenido que hacerse cargo de responsabilidades que no le correspondían a su edad, mientras su madre trabajaba y su padre se iba con bandas de música, él era quién respondía por todo por que sus padres así lo habían enseñado. Luego con el problema de drogas de Zack, era él quién se había hecho responsable de su padre y eso lo había cambiado mucho, en muchos aspectos.  Jamás iba a ser una persona despreocupada, por que la vida no se lo había permitido jamás, por eso él también se había hecho a la idea de que Jessica era algo muy lejano para él.

Está bien, siempre he entendido como funcionan las cosas. Hoy ya tuve mucho más de lo que siempre imagine, no soy un tonto y se como funciona el mundo. - Y no iba a presionarla por nada, más aun cuando ni siquiera él mismo sabía que era lo que iba a pasar más adelante.  Había cosas mayores allá afuera por las que preocuparse y en esos momentos lo menos que quería era crearle a Jessica una cosa más por la cual mortificarse.

Se sentó en la cama de Jessica y le hizo un lugar para que se sentara al lado de él. - Si fue un alivio, en verdad. Sabes que estuvimos en Hogwarts, su salón de pociones allá es horrible y es un profesor malhumorado quién da las clases. A veces te imaginaba en ese salón y las caras que seguramente podrías haber hecho tan solo de tener que sentarte en esos anticuados asientos o escucharlo con su acento inglés; era una buena forma de pasar el tiempo aun que ni siquiera en mi imaginación podías ser tan bonita como lo eres ahora. -  Lo había dicho por que estaba hablando demasiado rápido y no pensó bien sus palabras, aun que no se arrepentía por que era verdad.

Ya debo irme, no quiero toparme a tu hermano de nuevo. Si necesitas cualquier cosa sabes donde contactarme. No creo que me veas por el campus en lo absoluto.  Evelyn se irá antes del discurso de mi madre.  Solo una palabra basta para que me aparezca aquí, ¿De acuerdo?    Solo una.

El día anterior no llegó a ir por su varita, así que fue a verla para que lo acompañe porque quería comprarle alguna cosa linda para que termine de olvidarse lo de la noche anterior. No le dijo que iría, simplemente se dirigió a su habitación por su entrada alternativa para sorprenderla, pero cuando llegó, con un pie ya sobre el borde de la misma, escuchó lo último que decía Isaac.
 
-Es bueno saber que tienes un caballero andante.-le dijo con una sonrisa congelada en el rostro, como si creyese que eso era una broma. Sabía que estaba pasando algo allí, algo de más, algo que no estaba bien porque él estaba sentado en la cama de su novia hablándole como si fuesen amigos.-
 
De haber visto allí a Nick o hasta a Patrick no hubiese sido nada raro, incluso al Pazzoli aquel que estaba con los Nu, pero no, era Rosenbarg. El mismo chiquillo que nunca perteneció a su grupo cercano, que jamás fue a sus fiestas o que estuvo allí, a su lado, y que ahora parecía tener tanta confianza con la rubia.
 
-Perdón Jess, no quise interrumpirlos.-ya no pudo mantener la sonrisa, sólo alzó las cejas como con sorna, hipócritamente enojado con ambos, pero sin hacer mayor aspaviento.-
 
Terminó de bajar de alfeizar de la ventana de ella y con ambos pies en su habitación se limitó a ir hasta donde estaba ella para besar su mejilla porque la quería pese a su enojo que estaba basando en celos, porque realmente no entendía bien de lo que hablaban. No había escuchado lo suficiente como para entender bien el trasfondo de todo aquello, a sus ojos simplemente era que su novia tenía una cercanía extraña con aquel tipejo.

Una palmada en el hombro de Isaac le bastó para dirigirse a la salida, ni siquiera quería preguntarles qué había sido todo eso, no quería porque sentía cómo su enojo iba subiendo velozmente y no iba a hacerle una escena.

Se enterneció horrible por lo que le dijo sobre Hogwarts. Saber que había pensado en ella incluso en ese tiempo, en el que por cierto había cambiado, la hacía sentir bien. Y encima coronó con aquello de verla bonita, algo que siempre era agradable de escuchar para ella, porque no sufría de falsa modestia. Apretó el colchón bajo sus manos.

-Pero, ¿qué dices? Si el internado al que me llevaron en Perú también fue un infierno. El lugar era hermoso, pero las sillas eran incómodas, y no le entendía muy bien al profesor, porque hablaba muy rápido y jamás me esforcé precisamente en aprender otro idioma. Ahora soy una experta, claro…

Qué extraño se sentía estar ahí, sentada en el borde de su cama, platicando con él y como si no pasara nada más grave, como si no existiera complicada política y terribles juegos de sangre en los que su familia estaba involucrada.

-Es verdad, tengo que encontrarlo para ir a comer. Está bien, Isaac, te lo agradezco, yo…

Alzó la vista al escuchar la voz de Jude no sin sentir un violento sobresalto. De nuevo aquél sentimiento de culpabilidad le invadió el cuerpo, pero le sonrió con simpatía. No había metido, lo quería y era importante para ella, por muchísimas cosas, y no estaba tomando decisiones apresuradas precisamente por esa razón, porque era Jude, su Jude, con todo y que estuviera hecha un lío como nunca, por todo.

-No interrumpes nada, estábamos hablando de Evelyn, es que nos peleamos…y…bueno, nada importante.

Hizo un gesto con la mano. Tenía que guardarle el secreto a Isaac aunque realmente quería hablar con Jude seriamente sobre toda esa situación, obviamente sin delatar al otro, eso jamás.

-¿A dónde vas?

Le preguntó con preocupación, el corazón le iba a mil por hora, aunque ni siquiera los había encontrado haciendo nada malo ni mucho menos.

-Bill nos invitó a comer, pero creo que Isaac no quiere ir…

Se sentía tan tonta tratando de sonar casual, conciliadora, como si no tuviera mil sentimientos revoloteándole en las entrañas.

De haber sido por él habría extendido ese momento con Jessica lo más posible, pero a pesar de su edad no era un inconsciente, sabía que su pellejo estaba corriendo un gran riesgo al estar ahí, aun no lo habían involucrado con nada de los rebeldes puesto que solo Jessica y Jude lo habían visto el día anterior, había sido un chico cuidadoso, pero eso no quitaba que las cosas pudieran salirse de control. Estaba por ponerse de pie cuando el ruido en la ventana y Jude entrando así como así a la habitación de Jessica lo sobresaltó.

Se puso de pie e inmediatamente el rostro de Isaac se volvió duro e inexpresivo, casi severo. Jude se había terminado de acercar completamente a él y ya tenía la varita sujeta dentro del pantalón. Cuando se dio cuenta que el tipo en verdad no tenía dos pizcas de cerebro se relajó un poco, pero mantuvo la misma mirada fria de siempre.

Tengo cosas que hacer, tengo que buscar a mi hermana, estoy segura que ella tampoco querrá ir .- Isaac era un buen mentiroso, siempre había sido así aun que no tenía muchas razones para mentir, era una especie de don heredado de su madre o tal vez era que siempre parecían tener un gran control de si mismos lo cual les hacía fácil ese tipo de cosas. No sucumbió a los celos de Wildestein, como le había dicho a Jessica, él no es esperaba nada ni tampoco la iba a presionar, saber lo que sentía hacia él le era suficiente por el momentos.

Estoy seguro que tu novio podrá tomar mi lugar por el momento. Voy a irme ya. - Estaba jugando con las palabras aun que el tono que utilizó lo hizo ver como una sentencia final. Se adelantó hasta Jude para que se quitara de la puerta y lo dejara ir, si es que no hacia alguna otra tontería.

Sintió que quería sonreír por cómo le hablaba porque ese efecto tenía en él, pero aunque ella le dijese que no era nada y realmente eso pareciese, lo que pensaba era que él estaba ahí queriendo ponérsele en vitrina para ver si le ligaba algo.
 
Era Alpha, era hombre, sabía bien que esos ofrecimientos de una palabra y me tienes aquí no se daban a la ligera, ni siquiera los tipos como Isaac lo hacían. Las dos últimas palabras de Rosenbarg eran las fulminantes, las que denotaban aquel incondicional…lo que sea. Ni siquiera quería pensar que era amor, no, no lo pensaría porque era inconcebible.
 
-Tengo que buscar unas cosas, nada importante.-se encogió de hombros porque realmente era sólo recoger su varita, ya había hecho la denuncia y había mandado a alguien a pagar su varita y sólo faltaba que fuese a probar cuál era para él.
 
Se le había ido un poco de aquella rabia inicial por lo que ella le decía, no tenía por qué no creerle, pero las palabras de Isaac no se le iban de la cabeza.
 
-Qué pena que no quiera ir, se ve que se integra bien.-le dijo con otra de esas sonrisas forzadas, tenía unas ganas rabiosas de decirle que mejor se largue porque ella era su novia y no tenía que ir a prometerle nada, que no necesitaba nada de él y que le bastaba que él la cuidase.-
 
Vio cómo se levantaba para irse, con aquellos humos que tanto le disgustaban, con ese tonito autosuficiente que hacía que le quisiera reventar la cara. No se movió cuando dijo que se iba, eso no se iba a quedar así?

-¿Por el momento? ¿Qué quieres decir, animal? No me digas que crees que por besar el piso por el que camina va a sentir piedad de ti al punto de hacerte caso, ¿acaso pretendes tener algún tipo de relación con mi novia?-tenía los puños apretados pero los soltó en un movimiento que usaba para relajarse cuando estaba en un partido tenso para evitar que lo expulsasen, sólo fue porque una idea cruzó su mente. Volteó a ver a Jessica entonces, por sobre el hombro de Rosenbarg.-A menos que tú quieras que sea así.