EL TEMA

Quizá llevaban poco tiempo siendo novios, relativamente, pero conocía a Jude lo suficiente como para saber que estaba enojado, y no lo culpaba. Si ella lo hubiera encontrado en su habitación con otra tipa, aunque fuera hablando, le habría montado una escena inolvidable. Se mordió el interior de la mejilla y lo miró severa y regañona cuando soltaba esa sonrisa forzada acompañada de su pequeña ironía sobre la integración.

Iba a agregar algo más sobre Evelyn para seguir fingiendo cuando Isaac se despidió de aquella forma audaz. Se levantó rápido de la cama al prever la reacción de Jude. De inmediato se puso enfrente del Alpha y apoyó una mano en su pecho, conciliadora de nuevo.

-Jude, estás entendiendo todo mal….

Pero lo soltó cuando dijo aquello último, que si ella quería que fuera así. Se sonrojó como una idiota y los ojos se le pusieron acuosos y brillantes. Era por aquella maldita culpabilidad que la hacía sentir tan nerviosa. Muchas veces había visto chicos pelear por ella –a veces ella misma lo había propiciado solo por diversión- pero aquél caso era diferente, no quería sentir que lo había ocasionado, y en ese momento ambos le importaban, y no quería ningún conflicto en lo absoluto.

-¿Por qué insinuarías algo así? Es el hermano de Evelyn, por la brujas, ¡no sé de dónde sacas esas ideas!.

Tenía ganas de pellizcarlo o algo así, pero no. Miró a Isaac en su lugar, sintiendo que el corazón se le iba a salir del pecho por la tensión con la que estaba manejándose en ese momento. Parte de ella, una chiquita, quería ocasionar un incendio, saber si la raptaría en ese momento, si le contestaría algo a Jude, pero su parte consciente le gritaba que aquello era una tontería, y que no se debía tentar a la suerte. No quería que nadie saliera lastimado porque en verdad le importaba. Parte de ella, también, quería decirle que realmente nadie había podido tomar nunca su lugar, aunque claro, eso sería algo parecido a un suicidio. Y parte de ella también quería decirle a Jude que lo quería, que no pensara tonterías, pero no pensaba decir esas cosas enfrente de Isaac. Qué jodido era cuando los sentimientos eran tan reales y las posibilidades llevaban algo que perder.

-No hagamos problemas, ya tenemos suficientes.

Conocía a los del tipo de Jude perfectamente, locos sin cerebro que se encendían rápidamente ante la menor muestra de superioridad, creían que el mundo les pertenecía y que todo podían lograr a base de fuerza física. Él había recibido muchas palizas en la escuela ,por tipos como ese, pero lo había superado y en realidad ahora no se dejaba amedrentar tan fácilmente.

¿Acaso crees que me considero tan inferior como para estar con una persona que tiene piedad de mi? Mejor ve a ver si puedes evolucionar y deja de amedrentar a las personas. No se que ideas te estás formando en la cabeza o cuales sean tus inseguridades, solo no me metas en ellas

Se lo dijo con hastío, si estaba ganándose un puñetazo o lo que fuera, lo valía. Isaac no era una persona que hablara solamente por hablar o soltara lo primero que se le pasara por la cabeza, hablaba a conciencia y siempre con ese tono de arrogancia.

No esperaba que Jessica se pusiera en medio de ambos, como si él necesitara de alguna manera que lo protegiera de Jude (no creía que fuera al contrario).- Dile a tu simio que se quite de la puerta, no tengo nada más que estar haciendo en este lugar, mucho menos cruzando palabras con gente como él.

Era fácil juzgar desde esa falsa tarima que le daba su superioridad intelectual, eso no se lo iba a negar, pero estaba pecando de soberbio. Tenía sólo una idea preconcebida de él, no pertenecía a un tipo especial de gente por estar en una fraternidad, tampoco por su apellido, estaba haciendo conjeturas apresuradas y así se creía mejor que él.
 
Claro que quiso romperle la cara a Isaac, no necesitaba su varita para eso, pero Jessica se le puso en frente y pese a que ya ni siquiera la escuchaba sí pudo sentir su mano sobre su pecho deteniéndolo. Resopló, rabioso, tomó una gran cantidad de aire por la boca mientras pasaba una mano por su cabellera, escuchando las excusas de la rubia sin comprenderlas del todo.
 
¿Problemas? ¿Qué problemas? Ni siquiera entendió si se refería a la situación social actual o a algo que la dejaba insegura en ese instante, en ese momento, a algo que la tenía confundida. Se repetía en su mente que no podía ser que ella tuviese algo con ese tipo que sólo podía recitarle cosas al oído, pero por alguna razón pensaba que podía ser posible y eso le ardía. Quiso decirle a ella lo de Cherry por el enojo que carcomía su cabeza, pero Isaac interrumpió ese pensamiento.
 
-No te he roto la cara porque por alguna razón mi novia parece preocupada por ti. Pero eso no importa ahora mismo, si quieres que el simio se mueva, muévelo tú mismo.-se dijo que esperaría, que vería si se atrevía a amedrentarlo, pero tras retroceder un paso rodeó a Jessica para ir hacia Isaac y tirarle un golpe directo a la quijada que esperaba le hiciese perder un par de dientes.-
 
Miró a Jessica con el cuerpo algo más ligero ahora que lo había golpeado, fue hacia ella y le tomó una mano para hablarle al oído.-Cuando sepas qué pasa, llámame y hablaremos. También tengo cosas que decirte.

Se quedó allí a su lado, sin moverse, no iba a huir de una pelea si es que Rosenbarg tenía los huevos para continuar sin su varita, aunque casi podía predecir que lo iba a desmayar o que lo iba a lanzar contra un muro sólo porque era lo único que podía hacerlo quedar bien.

No entendía como es que Jessica con un sujeto así de agresivo, supuso que era por que en verdad nunca había estado con alguien que la quisiera de verdad, como ella merecía. Encarar a Jude no hacía más que simplemente confirmar que no iba a dejarla sola, no con ese patán como novio, así decidiera que no quería estar con él, no iba a dejarla.

El golpe lo tomó por sorpresa por que se preocupó más por ver que Jessica estuviera bien una vez que ese animal la hubo rodeado y si le dio en la mejilla y parte del labio, pero Isaac no era el mismo chiquillo que se tambaleaba como una hoja, las palizas que le dieron de niño le habían bastado para hacerse un poco más resistente, solo dio un paso hacia atrás y se tocó el labio que estaba sangrando, tenía la varita en mano pero solamente se rió de manera sarcástica viendo al Alpha.

Por cerdos como tu el país esta como esta en estos momentos, ¿Crees que un golpe va a detenerme? ¿ES TODO LO QUE PUEDES HACER? - Levantó la voz sin intimidarse, Isaac era un joven muy centrado que pocas veces se dejaba llevar por sus emociones, pero en esos momentos sentía que la sangre le hervía, que no podía aceptar el hecho de que ese sujeto tratara a Jessica como si no estuviera ahí, como si fuera un simple adorno en la pared para él.

Incarcero! - Conjuró rápidamente hacia el otro mago, no iba a lastimarlo por que no quería que Jessica lo odiara, las sogas salieron atrapando a Jude mientras él solamente se quitaba la sangre del labio, que ya empezaba a arder y su mejilla a ponerse roja por el golpe.

¿Qué sucede? ¿Los de mi tipo nunca te habían planteado cara? Ve aprendiendo que las cosas aquí van a cambiar y van a cambiar de una buena vez.

Era un ridículo, claro que no iba a lastimar a Jessica, se había encargado de que sea un golpe limpio, no era un chiquillo de escuela en su primera pelea. No sabía cómo se lo estaba tomando ella, pero seguramente estaba resultando bien para Isaac, porque sería el pobrecillo al que atacaba el maldito Alpha, que tenía que tragarse las palabras de Rosenbarg para demostrar algo.
 
Jude también la quería, la amaba de hecho, se imaginaba haciendo planes con ellas o simplemente queriéndola. No se lo iba a decir a Isaac pero lo que le dijo a Jessica al oído fue en parte resignado, porque había visto esa mirada en ella antes, y no sólo estaba mirándolo a él así.
 
-¿Detenerte? No debo detenerte, ¿acaso crees que quiero una encerrona contigo?-era realmente un idiota, tenía la boca demasiado grande, esperaba tener la razón a tal punto que había tomado su decisión de largarse como una orden hacia él.-
 
No entendía nada, realmente Isaac y él eran hombres muy distintos, para él Jessica no era un adorno, era la persona más importante para él en ese momento y por eso se ponía así, por eso estaba como un animal herido en vez de largarse de una maldita vez con ese orgullo que le gritaba que lo dejase pasar por agua tibia.
 
Sonrió cuando lo vio sacar la varita y pese a que las cuerdas mágicas lo apresaron con fuerza no quitó esa mirada de su rostro, esa mirada socarrona que sonreía al igual que sus labios; al menos no la quitó hasta que escuchó aquello último.
 
-Eres uno de ellos…no estabas ahí de pura casualidad.-miró a Jessica confundido, no creía que ella supiese eso o que estuviese metida en ello, pero ahora sí estaba preocupado por ella.-No se te ocurra tocarla, ¿quieres cobrarte esos años de relagado? ¿esos insultos y los golpes que te llevaron a estar con esa gente? Hazlo conmigo, anda, ¿no es lo que quieres? O quizá sólo me quieres dar un beso y por eso estás tan ardido.

Buscaba hacer que toda su atención se centre en él, estaba seguro que era uno de ellos, había escuchado el discurso mil veces en las noticias, no podía dejar que le hiciese algo a ella. Era sólo un niño aún, un niño rencoroso con su suerte y si tenía que pagar él para que ni siquiera le cruzase por la mente el hacerle algo a ella, que así fuese.

Literalmente, no sabía qué hacer. Durante toda su vida siempre se había limitado a ver ese tipo de peleas desde afuera, pero eso iba más allá de un simple enfrentamiento y lo sabía, por lo que se sentía nerviosa, demasiado, y se le notaba en su mirada brillante que habría preferido estar en cualquier lugar del mundo menos ahí. Cuando Jude empezó a sacar conclusiones, Jessica no supo qué hacer y entró en un mini ataque de pánico. Al final recordó quién era, cómo había llegado hasta ahí y lo que podía hacer si plantaba cara a las cosas, así que tomó aire, apretó los puños y tomó valor.

-Ya basta, ambos. No voy a dejar que hagan sus escenitas aquí en mi habitación, ¿qué se han creído?

Remojó sus labios intentando encontrar la fortaleza y las palabras para que nada de eso saliera mal. No quería mentirle más a Jude, no quería que viviera en la ignorancia como ella, iba a ser honesta con él, en lo posible, sin meter en problemas a Isaac, pero para eso necesitaba que todo se calmara, que nadie terminara diciendo cosas de las que se arrepentirían después.

-Jude, quiero que dejes de insultar a Isaac y Isaac…quiero que dejes de comportarte como un loco. Esto no está bien. Por favor vete.

Lo último se lo dijo a Isaac, no porque realmente lo quisiera fuera de su vista, sino porque quería ponerle remedio a todo eso que estaba ocurriendo en ese instante. Lo miró a los ojos casi suplicándole. Esperaba que confiara en ella lo suficiente como para saber que no iba a traicionarlo, que no iba a hacer nada que dañara sus planes y que si le pedía que se fuera era precisamente por eso, porque sentía que en ese momento él mismo era su peor enemigo.

Luego volteó a ver a Jude, tenía una mirada severa pero en realidad moría de miedo y tenía una sensación de vértigo en la boca del estómago.

-Nadie me va a tocar, ni se va a cobrar nada de nada, puedes estar tranquilo, ¿está bien? Y si prefieren seguir peleando por tonterías entonces al menos salgan de mi fraternidad.

Repasó rápidamente sus propias palabras, no recordaba haberlo insultado, cuando estuvo seguro de que había sido como él creía fue que volvió a hablar.
 
-No lo he insultado, ha sido él, yo ni siquiera lo he juzgado por tener un crush conmigo.-le dijo aún con esa actitud altanera que parecía sobrepasar el detalle de que era él quien estaba atado por un hechizo, debía ser esa idea de súper hombre que tenían los Alpha cuando pensaban acerca de ellos mismos.-
 
Se quedó mirando a Isaac como un gallo de pelea saltón, con una sonrisa socarrona y hasta se humedeció los labios en un gesto que pretendía verse natural pero que era para joderlo si es que se dejaba. Sólo quería joderlo en ese momento, pero fue hasta que Jessica pareció realmente molesta que dejó aquello por la tranquilidad de su novia.
 
Nada le quitaba de la cabeza lo que pensaba de Isaac en ese momento, que estaba con esa gente, que era por eso que se sentía tan alzado, tan lleno de aquella seguridad que jamás tuvo.
 
-Está bien, está bien. Me voy a callar de una vez, pero no son tonterías.-le dijo a Jessica con una voz distinta a la que usaba con Rosenbarg, incluso parecía haberse deshecho un poco de ese halo matonesco que le salía natural cuando hablaba con ese tipo horrendo.

-¿Será que alguien me quita esto? No voy a golpear al niño.