Un poco de plática

Era ridículo, pero ni siquiera podía pensar correctamente en el estado en el que se encontraba, había estado tan distraído ese día que su compañero se había retirado con cuatro partidas invictas, las mismas que no habían pasado del cuarto movimiento, ninguna. El chico con el que jugaba lo conocía lo suficiente como para saber que a) ese no era Adrien y era una persona fingiendo ser él o b) simplemente parecía tener más cosas en la cabeza de las que podía soportar, no le había preguntado por supuesto, muchas personas sabían que él era así, demasiado reservado e irónico como para hablar de su vida con cualquiera, se había retirado diciéndole solo un “sigue practicando” lo cual fue más denigrante siendo que era él el presidente de dicho club y no cualquier otro que necesitara simplemente “practicar”.

Simplemente no quería jugar, aquel tablero en el que había pasado la tarde era demasiado genérico, le molestaba demasiado por que podía contar los errores en la estructura del mismo, el tamaño de las piezas no le parecía familiar y el color parecía estar demasiado opaco de un lado y demasiado pulido del otro, bueno realmente no había nada mal con el maldito tablero, era él quién no podía concebir la idea de jugar en otro que no fuera el suyo, el mismo tablero que Julisa se había querido llevar el día anterior y el mismo que había terminado roto en el piso y … no quería acordarse de lo demás, eso era lo que lo mantenía frustrado ese día, jugar le recordaba a su tablero, el cual le recordaba a Julisa…

Realmente Adrien no tenía un mejor aspecto que el de Demian cuando entro por la puerta, él estaba vestido pulcramente, como siempre, sin embargo detrás de sus lentes de pasta gruesa, bajo sus ojos, también se podían ver unos moretones violetas por falta de sueño, eran más remarcados gracias al blanco de su piel, no parecía haber dormido en mucho tiempo, aun que solo hubieran pasado 24 horas.

Cuando el Alpha se acercó, Adrien hizo un gesto cansado y se quito los anteojos sobando el tabique de su nariz, se recargo en la silla y con la mano libre le indico que podía sentarse frente a él, Demian era una buena adquisición para el club de ajedrez mágico, no porque fuera muy brillante ni mucho menos, si no porque era una imagen que seguramente iba a atraer más miembros con el tiempo y vaya que los necesitaban, aun que fuera solamente para rellenar las filas vacías

Adelante, realmente no creo estar en las mejores condiciones para una partida así que unas palabras tal vez me vengan en bien, ¿Qué necesitas? – Era muy cierto que si de alguna manera querías sacar el lado bueno que Adrien tenía era encontrándolo en el club de Ajedrez, porque simplemente se le daba bien estar ahí, al menos así parecía ser antes.

Efectivamente, Demian no se veía en el mejor estado, no era necesario ser un genio (que él lo era claro), para darse cuenta de eso, el chico Alpha se veía cansado, tal vez igual o más de lo que él estaba, Adrien solamente alzó una ceja y soltó una sonrisa cansada, ya hasta se le había olvidado que los duelos estaban por comenzar, era una tontería dejarse afectar de esa manera por lo ocurrido con Julisa, ella se lo había dicho, paso pagina y él quería que así fuera, entonces ¿por qué se sentía tan miserable?. Era una tontería, él mismo era como una burla, algo ridículo que tenía que cambiar de manera inmediata.

Sus pensamientos volvieron hacia Demian esta vez, Crawford, si, lo conocía por que pertenecía a una fraternidad (la de Julisa), no precisamente por que tuviera grandes méritos académicos, además su nombre había salido a relucir por el ridículo que había causado en la fiesta de los Wardwell demostrando que si, como Demian mencionaba, tenía la mecha más corta que podía existir en el mundo.

Si lo conozco, ese tipo no sé ni siquiera para que nació con una varita si todo lo resuelve con los puños, ¿Estas pidiéndome asesoramiento para los duelos Mágicos? – Lo repitió como si no pudiera creérselo, él mismo ni siquiera era parte del club de Duelo por que no le gustaba hacer ese tipo de demostraciones o caer en los círculos públicos, no había pensado inscribirse en el torneo hasta ese momento en que él se lo menciono.

Escucha Demian, tal vez no sea la mejor persona para tratar un Duelo mágico, pero podría ayudarte, las estrategias son lo principal según se, aun que también depende mucho de las habilidades que tengas para batirte, la velocidad y mil y un factores que, sinceramente, desconozco… – No estaba negándole su ayuda, solamente quería ser sincero con él, pocas veces había podio salir adelante en el torneo de duelos, no era tampoco una luminaria en cuanto a eso se refería, lo de él era algo más cerebral, más táctico. Pero tampoco quería que Demian se fuera con las manos vacías.

Necesitas ser rápido en un duelo contra Crawford, en tu lugar, aprovecharía cualquier cosa que lo haga enfadar, como pude darme cuenta de lo poco que lo conozco, no es una persona que piense bien en situaciones de estrés. Sin embargo, algunas personas le temen y si logras hacer algo impactante con tu primer duelo, repercutirá en los siguientes de las rondas.

Aspiro con fuerza y luego comenzó a acomodar las fichas en el tablero, no le gustaban, eran feas y sin color, tendría que mandarse a hacer un nuevo tablero, cuando tuviera la oportunidad, claro.

En pocas palabras – continuo, pero su atención estaba en el tablero. - Has algo que lo amenace, a él o su seguridad, Wardwell o su asistente no dejarán que pase a mayores, nunca lo hacen, no tengas miedo en utilizar hechizos que puedan dejarlo incapacitado, lo más poderoso que tengas. .

Evidentemente pasaba algo, no eran solamente los signos de cansancio en su rostro o lo que parecía estar buscando su mirada, era una pelea interna que estaba en esos momentos librando, era el hecho de que sabía que Julisa se había ido y no iba a volver, que iba a casarse con una persona que no amaba y que su hermana estaba muriendo lentamente sin que él pudiera hacer nada para evitarlo, mujeres, mujeres en el mundo, ¿por qué tenían que ser tan complicadas? ¿Por qué no podrían simplemente aceptar las cosas como eran?

Levantó la mirada hacia Demian cuando le habló la primera vez, mencionando el tablero y que no iba a pasar nada por más vueltas que le diera a las piezas, Adrien entonces se descubrió moviendo sin querer una pieza, vio su mano y luego a Demian y la dejo ahí sin más, tenía razón. Se quito los lentes para limpiarlos mientras pensaba en sus palabras, Adrien realmente no tenía un amigo con el cual ir a desahogarse de vez en vez, no era muy apegado a su fraternidad por ridículo que pareciera, ni tampoco con nadie realmente, todas sus relaciones eran vacías y simples negocios, incluso la que tenia con Demian, pero aun así pensó que la opinión del Alpha podría servirle de algo.

Mujeres… – Dijo cruzándose de brazos, se recargo en la silla y suspiro como si el aire se volviera pesado de pronto.

Todos los problemas del mundo son causados por las mujeres, ¿Por qué no pueden ser más sencillas? ¿Por qué tiene que haber un pero en todo siempre?... ¿Por qué siempre tienes que demostrarles algo? ¿Por qué no les basta con la sinceridad?... es decir, sabes que quieres a una de ellas, ¿por qué siempre quieren más?...

Seguro que Demian no debía estarle entendiendo ni la mitad de lo que él decía, así que se hizo hacia adelante, un poco más interesado en la plática.

¿Puedo confiar en ti Demian? … es decir, ¿realmente confiar en ti? Estoy seguro que habrás leído todos esos rumores del periódico, bueno Julisa Chee estaba involucrada en ellos, tal vez si, exageré un poco al llamarla “persona de bajos recursos” ¿Pero que podía decir? Acababan de declarar que iba a casarme con otra persona! No podía declararle mi amor frente a todos los medios… bueno, de igual manera, ya todo termino, vino a renunciar al club de ajedrez ayer.

Luego, fastidiado por la situación, con dos dedos tumbo la reina de su tablero de ajedrez. No se qué pasa, ni siquiera puedo concentrarme… .