Estoy esperando a alguien
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Re: Estoy esperando a alguien
Se dejo hacer por un momento, que lo empujara suavemente ahí donde él quería y siguió los besos que le daba. Sintió una excitación que no era ni normal al verlo agacharse ahí, frente a él.
Ese rostro casi perfecto, esos ojos azules e inocentes, aquel cuerpo que tanto placer le había dado ya. Todo él, estaba frente a él con la firme intención de ir a hacer aquello que el italiano le había pedido.
Se mordió la boca por dentro y entrecerró los ojos cuando notó sus primeros gestos, sobre su pierna, su ingle. Jadeó un poco por el leve momento de dolor causado por el bocado que le había dado, pero eso solo sirvió para impacientar más a su cuerpo. Para que su erección palpitara aún más encendida que antes. Aquella boca húmeda y cálida lo iba a acoger, lo sabía, y no podía esperar a que lo hiciera de verdad; y realmente cuando logró notar aquello en su propia piel suspiró por el puro placer que aquel contacto le producía. Realmente era algo inimaginable, algo que si bien no definiría como perfecto -pues se notaba que dudaba en su hacer – si que era tan genial como siempre que aquellas dos partes de un cuerpo humano se encontraban.
No tardó en, con cariño (raro), bajar la mano hasta acariciar el cabello del chico. Ahora ya no abría los ojos porque no lo necesitaba. El contacto de su boca lo estaba volviendo completamente loco, sentía que era capaz de hacer cualquier cosa en ese instante, pensó, por un momento, en lo bien que quería hacer sentir a Eleazar, cualquier cosa a cambio de eso que él estaba haciendo en su cuerpo, era jodidamente genial.
-Para... para – dijo suavemente. Aquel chico no lo hacía tan mal como había esperado para un novato, realmente había optado por eso pensando en que no podría terminar así si no “sabía” hacerlo pero por algún motivo si, si seguía así todo terminaría demasiado rápido, no era precoz, pero no le gustaba aguantarse las ganas en realidad – no sabes como me pones – susurró sin esperar ni un segundo, agachándose un poco para levantarle y a la vez besarlo. Realmente sí sabía como le ponía, ahí entre sus cuerpos estaba la muestra más obvia de aquello en realidad. No terminó el beso aún y siguió masturbándolo para que aquello siguiera como hasta ese momento.
Pensó, quería hacérselo, de verdad ansiaba probar él mismo aquel cuerpo, besarlo hasta en el último lugar escondido de su piel y lamerle por completo, pero también quería poseerlo así como él había hecho anteriormente.
-Tengo un problema Elea, me vuelves loco. Necesito tenerte, pero no traje nada, no contaba con esto... sé donde esconde Stall los condones pero no tengo ni idea de si pueda tener el lubricante y siendo tu primera vez no pienso hacerlo mal – susurró aquello aún tocándolo, era algo que llevaba un buen rato pensando, pero ahora era necesario decirlo aunque rompiera el ambiente. Miles nunca estaba “poco preparado” para aquellas situaciones, pero ir a visitar a Stall no tenía ningún doble sentido, no hasta ahora que había descubierto que no podía estar a solas con Van Hart sin propasarse con él – búscalo, debe de estar por aquí, yo salgo a mirar en la mesita – le miró a los ojos, era una mirada segura, él después se disculparía con su amigo si algo terminaba gastado o desordenado, pero en ese momento realmente no podía pensar en parar, en dejarlo así...
Ese rostro casi perfecto, esos ojos azules e inocentes, aquel cuerpo que tanto placer le había dado ya. Todo él, estaba frente a él con la firme intención de ir a hacer aquello que el italiano le había pedido.
Se mordió la boca por dentro y entrecerró los ojos cuando notó sus primeros gestos, sobre su pierna, su ingle. Jadeó un poco por el leve momento de dolor causado por el bocado que le había dado, pero eso solo sirvió para impacientar más a su cuerpo. Para que su erección palpitara aún más encendida que antes. Aquella boca húmeda y cálida lo iba a acoger, lo sabía, y no podía esperar a que lo hiciera de verdad; y realmente cuando logró notar aquello en su propia piel suspiró por el puro placer que aquel contacto le producía. Realmente era algo inimaginable, algo que si bien no definiría como perfecto -pues se notaba que dudaba en su hacer – si que era tan genial como siempre que aquellas dos partes de un cuerpo humano se encontraban.
No tardó en, con cariño (raro), bajar la mano hasta acariciar el cabello del chico. Ahora ya no abría los ojos porque no lo necesitaba. El contacto de su boca lo estaba volviendo completamente loco, sentía que era capaz de hacer cualquier cosa en ese instante, pensó, por un momento, en lo bien que quería hacer sentir a Eleazar, cualquier cosa a cambio de eso que él estaba haciendo en su cuerpo, era jodidamente genial.
-Para... para – dijo suavemente. Aquel chico no lo hacía tan mal como había esperado para un novato, realmente había optado por eso pensando en que no podría terminar así si no “sabía” hacerlo pero por algún motivo si, si seguía así todo terminaría demasiado rápido, no era precoz, pero no le gustaba aguantarse las ganas en realidad – no sabes como me pones – susurró sin esperar ni un segundo, agachándose un poco para levantarle y a la vez besarlo. Realmente sí sabía como le ponía, ahí entre sus cuerpos estaba la muestra más obvia de aquello en realidad. No terminó el beso aún y siguió masturbándolo para que aquello siguiera como hasta ese momento.
Pensó, quería hacérselo, de verdad ansiaba probar él mismo aquel cuerpo, besarlo hasta en el último lugar escondido de su piel y lamerle por completo, pero también quería poseerlo así como él había hecho anteriormente.
-Tengo un problema Elea, me vuelves loco. Necesito tenerte, pero no traje nada, no contaba con esto... sé donde esconde Stall los condones pero no tengo ni idea de si pueda tener el lubricante y siendo tu primera vez no pienso hacerlo mal – susurró aquello aún tocándolo, era algo que llevaba un buen rato pensando, pero ahora era necesario decirlo aunque rompiera el ambiente. Miles nunca estaba “poco preparado” para aquellas situaciones, pero ir a visitar a Stall no tenía ningún doble sentido, no hasta ahora que había descubierto que no podía estar a solas con Van Hart sin propasarse con él – búscalo, debe de estar por aquí, yo salgo a mirar en la mesita – le miró a los ojos, era una mirada segura, él después se disculparía con su amigo si algo terminaba gastado o desordenado, pero en ese momento realmente no podía pensar en parar, en dejarlo así...
- Miles Selvaggi
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Re: Estoy esperando a alguien
El sentir como el castaño se aferraba a su cabello oscuro acariciandolo de forma suave, le traía el grado de seguridad que necesitaba para seguir deleitandose con el sabor del deseo que brotaba de su virilidad, acarició sus costados sin dejar de disfrutar del ardiente miembro de Miles entrando y saliendo de su húmeda boca a placer del menor.
Aquello solo le sabía a placer le fascinaba sentir como el chico que estaba con él degustaba de aquel goce, le daba una propia emoción que hacia que su propia virilidad se tensara aún más. Así que luego delicadamente dejo el miembro salir de su boca tomándolo con su mano derecha la cual se deslizaba arriba y abajo constantemente y de forma lenta pero contundente sobre el excitado miembro de Miles,las caricias al principio leves y cuidadosas se fueron intensificando hasta que le escucho pedir que parara y automaticamente alzo la mirada buscando un atisbo de disconformidad en su rostro pero no lo encontró se dejo Elevar en el abrazo corto que disfruto para luego sentirse mejor contra los labios del otro que sabían a gloria.
Sintió como las manos experimentadas y habilidosas del italiano hacian de las suyas, pero aun asi las suyas propias no pararon de menearse sin dejar su sexo libre. Cuando volvio a hablar, él menor se detuvo para escucharle atentamente pensar en Miles dentró de él le dio temor pero no sabia razón exacta, le tranquilizo el hecho de que él queria tratarlo bien y él Alemán escondió su rostro en el cuello del otro con sus manos rodeando su cintura en un comodo abrazo, a pesar que sabia que no tendría más que solo sexo, él le estaba tratando bien y él pelinegro sabia valorar.
- Espera - le tomo del brazo atrayendolo hacia él y dandole un beso corto, quisó decir más pero no lo hizo, cuando Miles salió del baño él se vió en el espejo pensativo, se hallaba totalmente enrojecido todo su rostro y sintió que estaba dejando de ser él, ¿como se podía estar mal y sentirse tan bien?. Él no estaba nada involucrado con Eleazar y sin embargo esté aceptaba lo que hacia sin protestar, porque le encantaba hasta tal punto que se estaba olvidando de él y sus principios, realmente le estaba volviendo loco, pero si, queria sentir como ambos se unian en uno solo de aquella forma por primera vez dejando la niñez a un lado.
Aquello solo le sabía a placer le fascinaba sentir como el chico que estaba con él degustaba de aquel goce, le daba una propia emoción que hacia que su propia virilidad se tensara aún más. Así que luego delicadamente dejo el miembro salir de su boca tomándolo con su mano derecha la cual se deslizaba arriba y abajo constantemente y de forma lenta pero contundente sobre el excitado miembro de Miles,las caricias al principio leves y cuidadosas se fueron intensificando hasta que le escucho pedir que parara y automaticamente alzo la mirada buscando un atisbo de disconformidad en su rostro pero no lo encontró se dejo Elevar en el abrazo corto que disfruto para luego sentirse mejor contra los labios del otro que sabían a gloria.
Sintió como las manos experimentadas y habilidosas del italiano hacian de las suyas, pero aun asi las suyas propias no pararon de menearse sin dejar su sexo libre. Cuando volvio a hablar, él menor se detuvo para escucharle atentamente pensar en Miles dentró de él le dio temor pero no sabia razón exacta, le tranquilizo el hecho de que él queria tratarlo bien y él Alemán escondió su rostro en el cuello del otro con sus manos rodeando su cintura en un comodo abrazo, a pesar que sabia que no tendría más que solo sexo, él le estaba tratando bien y él pelinegro sabia valorar.
- Espera - le tomo del brazo atrayendolo hacia él y dandole un beso corto, quisó decir más pero no lo hizo, cuando Miles salió del baño él se vió en el espejo pensativo, se hallaba totalmente enrojecido todo su rostro y sintió que estaba dejando de ser él, ¿como se podía estar mal y sentirse tan bien?. Él no estaba nada involucrado con Eleazar y sin embargo esté aceptaba lo que hacia sin protestar, porque le encantaba hasta tal punto que se estaba olvidando de él y sus principios, realmente le estaba volviendo loco, pero si, queria sentir como ambos se unian en uno solo de aquella forma por primera vez dejando la niñez a un lado.
- Eleazar A. Van Hart
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Re: Estoy esperando a alguien
No tenía más ganas de llegar a su habitación por que no le era posible. Todo el día había estado de un lugar para otro, o bien por las clases, o bien por alguna cosa que había necesitado comprar en alguna de las tiendas especializadas que frecuentaba,... el caso era que el metamorfomago realmente tenía ganas de llegar para darse una ducha y tirarse en la cama a dormir después de fumarse un cigarro.
Para nada se habría esperado que al entrar a la habitación con toda la tranquilidad del mundo, y cansancio, se fuera a encontrar con su mejor amigo rebuscando en su mesita de noche y para además rematar, sin pantalones.
Cerró la puerta tras de si dando un portazo, sin cuidado, a diferencia de como la había abierto, y gruñó, acercándose apenas necesitando dos zancadas, para plantarse aún más cerca de Selvaggi.
- ¿Qué cojones estás haciendo en mi habitación, en pelotas, y buscando lo que mierda sea en mi puta mesita de noche? - Le fue a apoyarla mano en el hombro pero sin llegar a hacerlo, Miles se giró, haciendo que la vista del inglés bajase a aquello que podría decirse que básicamente le apuntaba.
- Tápate. - Apenas lo dijo por la situación, demasiado rara, jodidamente rara, no por vergüenza ni ninguna mierda parecida. - ¿Cuantas putas veces te tengo que decir que no vengas a mi habitación a follar? Deja de traerte aquí tus putos ligues Mils. – Farfullo y se quedó mirando un momento alrededor, apartando después a su compañero de ahí para cerrar el cajón de un golpe tras verificar que, efectivamente, tendría que volver a ordenarlo.
- Solo espero que tu polla no haya tocado mi cama, voy a dormir. - Arrugó la nariz. - Pero antes me voy a duchar... - Farfulló nuevamente, mosqueado ahora por encontrarse aquél panorama al haber llegado a la habitación, con la única intención de querer ducharse y dormir, habiéndose fastidiado el plan.
Para nada se habría esperado que al entrar a la habitación con toda la tranquilidad del mundo, y cansancio, se fuera a encontrar con su mejor amigo rebuscando en su mesita de noche y para además rematar, sin pantalones.
Cerró la puerta tras de si dando un portazo, sin cuidado, a diferencia de como la había abierto, y gruñó, acercándose apenas necesitando dos zancadas, para plantarse aún más cerca de Selvaggi.
- ¿Qué cojones estás haciendo en mi habitación, en pelotas, y buscando lo que mierda sea en mi puta mesita de noche? - Le fue a apoyarla mano en el hombro pero sin llegar a hacerlo, Miles se giró, haciendo que la vista del inglés bajase a aquello que podría decirse que básicamente le apuntaba.
- Tápate. - Apenas lo dijo por la situación, demasiado rara, jodidamente rara, no por vergüenza ni ninguna mierda parecida. - ¿Cuantas putas veces te tengo que decir que no vengas a mi habitación a follar? Deja de traerte aquí tus putos ligues Mils. – Farfullo y se quedó mirando un momento alrededor, apartando después a su compañero de ahí para cerrar el cajón de un golpe tras verificar que, efectivamente, tendría que volver a ordenarlo.
- Solo espero que tu polla no haya tocado mi cama, voy a dormir. - Arrugó la nariz. - Pero antes me voy a duchar... - Farfulló nuevamente, mosqueado ahora por encontrarse aquél panorama al haber llegado a la habitación, con la única intención de querer ducharse y dormir, habiéndose fastidiado el plan.
- Draken U. Stall
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Re: Estoy esperando a alguien
Salió del baño sin demorarse más de la cuenta, ya tenía demasiadas ganas y aunque no tuviera ni idea de donde metía Stall los lubricantes si sabía muy bien donde tenía los condones y no iba a tardar en cogerlos y volver. Tras aquel beso salió sin preocuparse de la ropa. Un minuto bastaría para salir y entrar de nuevo, llevaba ahí muchísimo tiempo, no iba a dar la casualidad de que... pasara justo lo que pasó.
-Tan oportuno como siempre Stall – dijo girándose así con todo el poco pudor del mundo, no tardó en cubrirse con las manos por indicaciones del metamorfomago, pero en realidad tenía la cabeza en el baño, con Eleazar, a ver ahora como saldría el chico. Con algo de suerte era listo y se vestía antes de que Draken pudiera llegar allí – me quedé sin condones, ya sabes, te devolveré todo lo que haga falta... otro día – comentó tal cual. Aquello le había cortado un poco el rollo y sabía que no le duraría el “problema” tan hinchado como estaba, así que en realidad solo pensaba en como ganar tiempo para Elea – ya sabes que los de mi fraternidad se ponen pesados y ahora soy el puto presidente, no paran de llamar a mi puerta, así no hay quien folle.
Cerró la mesita de noche después de cogerle unos boxers cualquiera para no andar desnudo y tan expuesto. Caminó a paso ligero para interponerse entre su mejor amigo y la puerta del baño, abierta, pero por suerte no se veía al muchacho. Mierda, justo no quería que él supiera aquello, no sabía como iba a reaccionar y que los pillara así...
-Espera Draken, está ahí dentro ¿no es obvio? ¿Le quieres ver la polla al tipo que está ahí dentro? Ya nos largamos de aquí... digo, él, yo me quedó, tengo que contarte algo... – miró hacía atrás. Esperaba que Eleazar estuviera vistiéndose, ahí lo tenía todo, lo vio en la zona “tras la puerta” ahí donde el inglés no tendría ángulo de visión. No sabía que hacer para distraerle así que sonrió abiertamente de pronto – te traje para porros, me he fumado varios. Por cierto ¿a que no sabes con quien me líe hace unos días? Justo venía a contarte eso en realidad... se me había olvidado con todo.... ya sabes, a veces se me baja el calor – soltó un par de carcajadas y le pasó el brazo por encima a Draken, esperaba que Eleazar supiera disimular un poco, pero con lo espabilado que era Stall igual y ya lo había visto, o con lo gilipollas que era Miles igual y lo pillaba por decir que en realidad estaba ahí buscándolo a él... vete a saber, pero seguiría intentando darle tiempo para “escapar” - bueno, lo que te decía. Me he liado al fin con Yesenes. No terminó como me hubiera gustado, pero joder... me llegas a interrumpir mientras me la follo a ella y te juro que no lo cuentas...
Se humedeció los labios, volvió a lanzar una rápida mirada hacía atrás, hacía el baño. Por Merlín, que Eleazar no estuviera oyéndolo. Ya le había dejado claro que no serían solo ellos dos, pero sentía que de algún modo, prefería dejarlo al margen de sus demás “ligues”; y por supuesto, esperaba que se apareciera fuera del cuarto y que entrara de nuevo. Necesitaba verle la cara para comprobar que realmente estaba bien...
-Tan oportuno como siempre Stall – dijo girándose así con todo el poco pudor del mundo, no tardó en cubrirse con las manos por indicaciones del metamorfomago, pero en realidad tenía la cabeza en el baño, con Eleazar, a ver ahora como saldría el chico. Con algo de suerte era listo y se vestía antes de que Draken pudiera llegar allí – me quedé sin condones, ya sabes, te devolveré todo lo que haga falta... otro día – comentó tal cual. Aquello le había cortado un poco el rollo y sabía que no le duraría el “problema” tan hinchado como estaba, así que en realidad solo pensaba en como ganar tiempo para Elea – ya sabes que los de mi fraternidad se ponen pesados y ahora soy el puto presidente, no paran de llamar a mi puerta, así no hay quien folle.
Cerró la mesita de noche después de cogerle unos boxers cualquiera para no andar desnudo y tan expuesto. Caminó a paso ligero para interponerse entre su mejor amigo y la puerta del baño, abierta, pero por suerte no se veía al muchacho. Mierda, justo no quería que él supiera aquello, no sabía como iba a reaccionar y que los pillara así...
-Espera Draken, está ahí dentro ¿no es obvio? ¿Le quieres ver la polla al tipo que está ahí dentro? Ya nos largamos de aquí... digo, él, yo me quedó, tengo que contarte algo... – miró hacía atrás. Esperaba que Eleazar estuviera vistiéndose, ahí lo tenía todo, lo vio en la zona “tras la puerta” ahí donde el inglés no tendría ángulo de visión. No sabía que hacer para distraerle así que sonrió abiertamente de pronto – te traje para porros, me he fumado varios. Por cierto ¿a que no sabes con quien me líe hace unos días? Justo venía a contarte eso en realidad... se me había olvidado con todo.... ya sabes, a veces se me baja el calor – soltó un par de carcajadas y le pasó el brazo por encima a Draken, esperaba que Eleazar supiera disimular un poco, pero con lo espabilado que era Stall igual y ya lo había visto, o con lo gilipollas que era Miles igual y lo pillaba por decir que en realidad estaba ahí buscándolo a él... vete a saber, pero seguiría intentando darle tiempo para “escapar” - bueno, lo que te decía. Me he liado al fin con Yesenes. No terminó como me hubiera gustado, pero joder... me llegas a interrumpir mientras me la follo a ella y te juro que no lo cuentas...
Se humedeció los labios, volvió a lanzar una rápida mirada hacía atrás, hacía el baño. Por Merlín, que Eleazar no estuviera oyéndolo. Ya le había dejado claro que no serían solo ellos dos, pero sentía que de algún modo, prefería dejarlo al margen de sus demás “ligues”; y por supuesto, esperaba que se apareciera fuera del cuarto y que entrara de nuevo. Necesitaba verle la cara para comprobar que realmente estaba bien...
- Miles Selvaggi
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Re: Estoy esperando a alguien
Fue dificil no escuchar el portazo del cuarto así que quisó echar un ojo pero fue astuto y se colo detrás de la puerta para que está obstaculizara la vista de su compañero, agudizó su oído para poder escuchar, no podía ser más nadie que Draken ¿quien sino?. Vaya que su duro y propio problema paso a ser serpentezco mientras se terminaba de arreglar sin dejar de estar atento a la conversación. Entonces se detuvo en seco contra apretando la manilla de la puerta con fuerza por un momento al escuchar del otro lado el tono socarrón de Miles al dirigirse a Draken de aquella forma, dándole bastante poca importancia que él Alemán estuviese allí posiblemente escuchándolo, quizas lo hacia por distraer, pero ya él pelinegro no quería creer lo mejor de él, sinceramente quería creer lo peor. "Ya nos largamos de aquí... digo, él, yo me quedó, tengo que contarte algo" aquello le hizo sentir tan poco, claramente era una indirecta, pero su mente no pensaba tan rápido para buscar posibles soluciones ahora y ver aquello como un acto de bondad para que escapase y no supiera que había estado con él, solo poda interpretarlo de mala manera..."pero joder... me llegas a interrumpir mientras me la follo a ella y te juro que no lo cuentas..." Acaso él valía tan poco para ponerlo tan por debajo... acababa de decir que no buscaba novio, ni mucho menos novia, pero aún así tenia su propia escala de presas, y obviamente Eleazar estaba debajo y más fácil de alcanzar para su propio entretenimiento.
Indiscretamente y conducido por la molestia, irá, tristeza, decepción, lanzó la puerta con fuerza haciendo estruendo antes de parpadear concentradonse y desapareciendo del lugar en un par de segundos hasta llegar a la terraza del lugar... Ya no había nada que hacer en aquella habitación mientras Miles la estuviese pisando, maldijo para su adentros, como deseaba sentarse allí con su nutella y comerla hasta que se olvidara de aquella noche, aunque seria mejor beber alcohol y olvidarse de si mismo, Miles no lo valía.
Inhalo y exhalo repetidamente tratando de retener el "enojo" que estaba apunto de salir de sus ojos en forma liquida y se abrazo a sus piernas con la mirada puesta en el cielo oscuro que adornaba la noche. ¿Realmente había estado a punto de darle la única parte de su cuerpo en la cual no se había alojado?, se mordió el labio inferior hasta dejar caer un hilo de sangre sin darse cuenta casi omitiendo el dolor fisico. Él había sido la persona que más había admirado jamás pero ahora a su lado hasta Freya era buena persona, al menos ella no engañaba para conseguir lo que quería, al menos ella siempre protegió a su hermano menor a pesar de ser una persona que consideraban despiadada y fría, bueno... como comparar el amor de hermanos a aquello que fue una simple ilusión que vivió el pequeño Alemán, era un golpe, ahora tendría que superarlo.
- Eleazar A. Van Hart
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Re: Estoy esperando a alguien
Puso una mueca por las primeras palabras que su compañero le dedicó y alzó una ceja. Menudo gilipollas. ¿Cómo mierda le decía aquello? Si era su puta habitación, joder, y ya estaba cansado de tener que estar echándole, como le pasó en más de una ocasión con anterioridad. - Te he dicho infinitas veces que si quieres venir a follar a mi habitación que al menos a parte de usar la otra cama me avises, joder. - Chasqueó la lengua y negó con la cabeza.
Escuchó todas las tonterías que el otro tenía que decirle y suspiró cansinamente, viendo como le había cogido unos boxers y se los ponía.
Soltó la bolsa a un lado y se quitó la capa para dejar ambas cosas sobre la cama, y cuando tuvo la intención de ir al baño, el otro le interrumpió, volviendo a conseguir que el metamorfomago gruñese y frunciera el ceño.
- Pues que se largue, y tú no tardaras en largarte joder, vengo cansado, apenas quería ducharme y echarme a dormir y me jodiste el plan, cabrón.
Retrocedió sobre sus pasos para después llegar a la cama y se sentó en la misma, escuchando entonces como el otro le contaba aquello emocionado, riéndose un poco, negando con la cabeza. - ¿En serio te pones tan feliz por haberle comido la boca? Aunque claro, si ya se te abrió el culo de la emoción cuando le diste un par de picos robados... - Se rió un poco, burlándose del otro al parecer un niñito con su primer amor o algo parecido. - Por lo que parece te va a costar más de lo que pensabas llevartela a la cama.
- Solo espero que no se entere Ayyûb... ya te conté que en Salem había un Yesenes de guardabosques, ¿no? Vendía buena mierda... - Se quedó mirándole y terminó por reírse. - Si se entera de eso y son familia cercana, quizás decida venir en su hipogrifo a matarte. - Le dio un ataque de risa tonto, solo por ver la cara dramática que se le quedó a Selvaggi y se terminó por tumbar, recostar en la cama de lado.
- Si te vas a quedar aquí un rato dame ya algo, aunque sea un porro. No te va a salir gratis haber destrozado mis planes, Selvaggi.
Lanzó una rápida mirada hacia el baño, esperando que quien fuera que estuviese ahí siendo la compañía de cama de su mejor amigo, si era lo suficientemente inteligente, se largase de ahí; no iba a deshacer su plan, solo a atrasarlo un poco.
Escuchó todas las tonterías que el otro tenía que decirle y suspiró cansinamente, viendo como le había cogido unos boxers y se los ponía.
Soltó la bolsa a un lado y se quitó la capa para dejar ambas cosas sobre la cama, y cuando tuvo la intención de ir al baño, el otro le interrumpió, volviendo a conseguir que el metamorfomago gruñese y frunciera el ceño.
- Pues que se largue, y tú no tardaras en largarte joder, vengo cansado, apenas quería ducharme y echarme a dormir y me jodiste el plan, cabrón.
Retrocedió sobre sus pasos para después llegar a la cama y se sentó en la misma, escuchando entonces como el otro le contaba aquello emocionado, riéndose un poco, negando con la cabeza. - ¿En serio te pones tan feliz por haberle comido la boca? Aunque claro, si ya se te abrió el culo de la emoción cuando le diste un par de picos robados... - Se rió un poco, burlándose del otro al parecer un niñito con su primer amor o algo parecido. - Por lo que parece te va a costar más de lo que pensabas llevartela a la cama.
- Solo espero que no se entere Ayyûb... ya te conté que en Salem había un Yesenes de guardabosques, ¿no? Vendía buena mierda... - Se quedó mirándole y terminó por reírse. - Si se entera de eso y son familia cercana, quizás decida venir en su hipogrifo a matarte. - Le dio un ataque de risa tonto, solo por ver la cara dramática que se le quedó a Selvaggi y se terminó por tumbar, recostar en la cama de lado.
- Si te vas a quedar aquí un rato dame ya algo, aunque sea un porro. No te va a salir gratis haber destrozado mis planes, Selvaggi.
Lanzó una rápida mirada hacia el baño, esperando que quien fuera que estuviese ahí siendo la compañía de cama de su mejor amigo, si era lo suficientemente inteligente, se largase de ahí; no iba a deshacer su plan, solo a atrasarlo un poco.
- Draken U. Stall
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Re: Estoy esperando a alguien
Había oído el portazo de Eleazar y cerrado los ojos por un momento, sabía que algo así iba a terminar pasando, pero no quería que fuera tan pronto, prefería que Elea lo conociera un poco antes, que supiera que realmente hacía las cosas con motivos. No era de nadie, no pertenecía a nadie y mucho mucho menos tenía que serle “fiel” a nadie. Pero aún así no hacía las cosas con afán de joder, ni de hacer daño. Si no le importara una mierda los sentimientos que Eleazar pensara tener hacía él no le habría contado todo aquello esa tarde. Apenas nadie sabía de su “manera de ver las cosas” de una manera tan directa como lo sabía él, con su palabra, no sus actos. Con ejemplos concretos. Aún así, aquel portazo le daba a entender que no estaba del todo conforme con lo que había oído, pero lo había hecho por él. Si no se comportaba como siempre frente a Draken haría preguntas, quien es, porque lo escondes. Normalmente le daba igual contar sus rollos a su mejor, amigo, pero no sabía como lo iba a tomar, o mejor dicho, no quería que la intimidad de Eleazar se viera violada, no quería que se sintiera incómodo frente a su compañero de cuarto. Joder, no tenía derecho a enfadarse por sus palabras cuando habían sido pura defensa para él.
Había ido oyendo a Draken todo el rato, pero no había dicho nada. Estaba esperando a que el muchacho apareciera por aquella puerta, en cualquier momento, con aspecto de enfadado. Habría incluso entendido de que presa del mal humor hubiera llegado queriendo echarlo de cualquier modo, pero no llegaba, y pensó que no iba a hacerlo.
-No volveré a hacerlo, lo juro, en serio – dijo como por décima vez, nunca lo decía en serio, pero esta vez en cierto modo si. Con Eleazar en ese cuarto, nunca más, era más cómodo aparecerse en su propio dormitorio y evitar esas cosas.
Suspiró y se dejó caer en la cama del menor, sentándose en el borde, intentando recordar donde había metido la droga, en el primer cajón, negó con la cabeza -Meghan es Meghan, hasta una patada suya me pondría cachondo... – ya lo decía con resignación. Aquella mujer era perfecta, pero el chico que acababa de largarse enfadado no solo le había llegado “hondo” en más de un sentido, si no que además le caía bastante bien – me la llevaré a la cama tarde o temprano, y ya te enseñaré lo que voy a conseguir... y pues.. por lo de su tío no me voy a preocupar demasiado, no creo que realmente ella esté muy unida con su familia por lo hemos hablado. Y no me acojones joder, solo quiero un polvo, no la voy a violar ni a matar.
Su humor se había jodido, del todo. Estaba hastiado, molesto, cabreado. En parte con él, en parte con Draken y en parte con Eleazar. Todos tenían parte de culpa de que realmente su día se hubiera jodido del todo. Se puso en pie, si Stall llegaba a la conclusión de que era lo que había pasado allí bien, si no también, le daba igual. Abrió el primer cajón del escritorio del chico, tomó la cajita de la maría y se la tiró encima a su mejor amigo.
-Fuma lo que te venga en gana, dúchate y deja de estar tan jodidamente amargado. Me has visto en pelotas tantas veces que no entiendo que coño te ha molestado tanto esta vez. Me largo, no tengo ganas de idioteces...
Aún se sentía ligeramente mareado por los porros, pero ya no tenía humor como para hablar con él, para contarle nada. Obviamente pensaba decirlo del muchacho de manera más o menos encubierta, pero no en ese momento, porque simplemente. No era el momento.
Salió de la habitación sin darle lugar a más y cerró desganado.
Había ido oyendo a Draken todo el rato, pero no había dicho nada. Estaba esperando a que el muchacho apareciera por aquella puerta, en cualquier momento, con aspecto de enfadado. Habría incluso entendido de que presa del mal humor hubiera llegado queriendo echarlo de cualquier modo, pero no llegaba, y pensó que no iba a hacerlo.
-No volveré a hacerlo, lo juro, en serio – dijo como por décima vez, nunca lo decía en serio, pero esta vez en cierto modo si. Con Eleazar en ese cuarto, nunca más, era más cómodo aparecerse en su propio dormitorio y evitar esas cosas.
Suspiró y se dejó caer en la cama del menor, sentándose en el borde, intentando recordar donde había metido la droga, en el primer cajón, negó con la cabeza -Meghan es Meghan, hasta una patada suya me pondría cachondo... – ya lo decía con resignación. Aquella mujer era perfecta, pero el chico que acababa de largarse enfadado no solo le había llegado “hondo” en más de un sentido, si no que además le caía bastante bien – me la llevaré a la cama tarde o temprano, y ya te enseñaré lo que voy a conseguir... y pues.. por lo de su tío no me voy a preocupar demasiado, no creo que realmente ella esté muy unida con su familia por lo hemos hablado. Y no me acojones joder, solo quiero un polvo, no la voy a violar ni a matar.
Su humor se había jodido, del todo. Estaba hastiado, molesto, cabreado. En parte con él, en parte con Draken y en parte con Eleazar. Todos tenían parte de culpa de que realmente su día se hubiera jodido del todo. Se puso en pie, si Stall llegaba a la conclusión de que era lo que había pasado allí bien, si no también, le daba igual. Abrió el primer cajón del escritorio del chico, tomó la cajita de la maría y se la tiró encima a su mejor amigo.
-Fuma lo que te venga en gana, dúchate y deja de estar tan jodidamente amargado. Me has visto en pelotas tantas veces que no entiendo que coño te ha molestado tanto esta vez. Me largo, no tengo ganas de idioteces...
Aún se sentía ligeramente mareado por los porros, pero ya no tenía humor como para hablar con él, para contarle nada. Obviamente pensaba decirlo del muchacho de manera más o menos encubierta, pero no en ese momento, porque simplemente. No era el momento.
Salió de la habitación sin darle lugar a más y cerró desganado.
- Miles Selvaggi
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