Recados [Brownie]

Para Bill era curioso el hecho de que al buscar a Crawford en su facultad, terminara encontrándose a Brownie. No lo había planeado así pero si el destino la ponía en su camino,  tenía que aprovechar las oportunidades. Ya era tarde, el momento de la última clase del día en la facultad de humanidades, el edificio comenzaba a vaciarse aunque no estaba todavía completamente abandonado.

Bill había tenido una semana agitada, estaba en su último semestre y sabía que no pasaría con notas impecables haraganeando y que ningún Venerable permitiría que la magia se usara a la ligera para obtener mejores notas. Estaban en América, donde la cultura del trabajo era importante y para los Venerables un buen nivel académico debía venir del ejercicio del intelecto, no de la magia, o eso tenía entendido Bill. No se había siquiera atrevido a preguntarle a alguno de ellos si podía hacer algo para pasar con honores como se esperaba de un presidente sin ponerle mucho empeño, no quería que pensaran que era un bueno para nada.

Por atender clases había aplazado el encuentro hasta ese momento, aunque tampoco le ponía mucha importancia. Después del concierto había sido llamado a juicio por la magia descontrolada frente a muggles y su papá había pagado una cantidad poderosa para que saliera sin manchas y del paramédico secuestrado nadie había dicho ni media palabra. Bill no sabía si era porque nadie se había enterado o si era porque las autoridades habían hecho la vista gorda, o porque estaban bajo alguna maldición, pero pensaba que ni Brownie ni Jesse habían hecho alguna estupidez, aunque nunca estuviera de más seguirse asegurando. En Madison confiaba y no la había presionado pero era buena idea agendar hablar con ella en un futuro cercano.

Pero en el aula no estaba Jesse, ni ninguno de su semestre, sino una chica de segundo acompañada de Brownie. Parecía que se habían quedado rezagadas por algo.-Hey tú cara de ardilla, lárgate.-Eso se lo dijo a la chica desconocida, que no tenía cara de ardilla pero solamente siendo cruel la chica de segundo tembló ligeramente al verlo y se fue. Pocos tenían las agallas para decirle algo a algún presidente de fraternidad, especialmente a él que tenía su lugar bien creído. Miró a Brownie y cerró la puerta detrás de él cuando la chica ardilla salió.

-¿Crawford te dio mi recado?-Era un Bill muy distinto a ese que había visto Brownie en el campo de quodpot hacía no tanto tiempo como parecía. El que se había acercado con afán de no molestar a ver dibujos solo porque no tenía nada que demostrar. Ahora era ese tipo al que le gustaba intimidar a cualquier costo. No recordaba si Brownie había tenido el tiempo suficiente para verlo conjurar la maldición asesina, pero con el resto de la escena bastaba. -Supongo que lo hizo o ya habría tenido problemas más graves que pagar una fianza por hacer magia frente a muggles. Hiciste bien en no hablar, eres chica lista.

Ya habia pasado el tiempo necesario desde lo que acontecio en el concierto, y por lo menos ya no se despertaba entre gritos por las noches, tampoco necesitaba pociones para dormir y al menos ya andaba de nuevo por el mundo muggle sin tanto miedo.
Darren no se le habia separado por mucho tiempo y parecia siempre estar a la defensiva, pero ya se calmaban lentamente las cosas, y Daniel... Bueno, Daniel no le habia visto desde fiestas Decembrinas, un poco antes.

Ese dia se acababan las clases, estaba un poco fastidiada por que el tema habia estado muy cargado y por su cabeza aun cruzaba la idea de realmente tomar la carrera de auror pero su hermano decia que se podia quebrar en pedazos porque era fragil. Fuera cual fuera la razon cada dia salia con mas dolor de cabeza que nada de las clases.
Estaba con Cecile, quien le estaba pidiendo unos apuntes cuando alguien insultadola la corrio de la clase.
La joven de cabello color chocolate levanto la mirada enfadada y palidecio un instante. No habia visto a Snyder desde aquella ocasion y segun como dijo Jesse, deberia mantenerse alejada de ese sujeto. Su mejor amigo no le dijo nada de la maldicion imperdonable ni nada, Brownie no hizo muchas preguntas por su bien y su cordura.
Pero ahora ahi estaba, siendo un pesado, apreto la mandibula y sus puños cuando llego, tenia que admitir que sentia miedo al ver como cerraba la puerta tras la salida de Cecile.

Suspiro negando con la cabeza y tomando sus cosas, sus manos no dejaban de temblar, necesitaba ser un poco mas valiente. Era una Kraul tambien despues de todo.
-¿Cual recado? ¿En donde decias que el niñito de papi no sabia afrontar sus propias consecuencias y necesitabas con urgencia que nos callaramos? oh, entonces si, me llegaron tus lloriqueos hasta mi persona... dijo en una voz clara pero suave, como si no quisiera que nadie oyera ni por un segundo, el libro que sujeto le temblo un poco al igual que su varita en mano. Camino hasta la puerta pero Bill estorbaba en su paso, por un momento deseo mirar hacia abajo y quedarse asi hasta que se fuera pero se habia decidido que seria diferente, estaba harta de cobijarse siempre a los brazos de todos.

Levanto la mirada azul hielo mirandolo fijamente. -¿Que es lo que quieres Snyder? Ya te saliste con la tuya... -Trato de pasar por un lado pero algo la detuvo, se quedo pensando un momento, suspiro de nuevo y le miro otra vez. -...Aun asi, muchas gracias por ese dia, Jesse no sabia a donde llevarme y asi fuera al lugar y momento menos incorrecto, gracias, olvide dartelas ese dia, solo queria irme... -
Justo como en esos momentos.

Los ojos de Bill enfocaron la manera en que las manos de Brownie temblaban y sonrió para si mismo. La sonrisa se ensanchó por que la niña lo llamó hijo de papi y empezó a hablar de enfrentar consecuencias y lloriqueos cuando ella había sido la primera en lloriquear por querer hacer hablar a ese paramédico de mierda que pudo haberla matado, pero no le dijo nada.

-¿Qué yo me salí con la mía? Creo que no te das cuenta del verdadero panorama aquí, Lovecraft. Ese paramédico pudo haberte matado, yo lo maté por meterse con los míos. Haber hecho eso no fue salirme con la mía, salirme con la mía habría sido que ni tú ni ese pedazo de mierda hubieran llegado a mi casa en primer lugar. -Tomó aire y caminó unos cuantos pasos hacia delante, llevándola más lejos de la puerta empujándola con su propio cuerpo, mirando hacia abajo porque era considerablemente más baja que él.No me agradezcas por chillar como un cerdo degollado por haberte echado una mano. Ahora sé que eres una bruja que no vale mucho y te aseguro que si pudiera regresar el tiempo los mandaría a ti y a tu perro guardián al infierno, directo de vuelta desde donde llegaron.

A Bill no le gustaba pensar que había estado cerca de meterse en problemas graves por culpa de ese par. Por haberse metido donde no le llamaban y haberse involucrado con ese tipo de personas. Sí había visto en Crawford algo de valía esa noche pero la actitud de Brownie había sido sinceramente desesperante y decepcionante. No iba a arriesgar nada de lo que tenía por una ratita como ella, bajo ningún concepto.

-En realidad ni siquiera venía a buscarte a ti, venía a buscar a Crawford para asegurarme de que hubiera hablado contigo. Lo más fácil sería hacerte un obliviate pero al parecer eso no es necesario. Me alegra que al menos en eso puedas mantenerte en tus casillas, aunque sea para salvarle el culo a tu amiguito.-Se hizo a un lado para dejarla pasar si quería irse. Bill no pensaba que hubiera más que decir al respecto de ese tema.[/b][/b]

No sabia que le aterraba mas, su sonrisa de miedo o la manera en como nada le parecía importar. ¿Cómo podían tener la sangre tan fría y salir tan airosos? Quiso quitarle la mirada de encima y de verdad, salir corriendo, ella no era una persona que anduviera por ahí fingiendo ser fuerte cuando no lo era. Sin embargo se quedo se pie escuchándole.

Sus ojos azul celeste se abrieron de golpe y se tapo la boca sin querer cuando el dijo que habia matado al paramédico, palidecio de verdad y parpadeo un par de veces. ¿Estaba bromeando?
-Lo mata… ¿¡lo mataste!? –esto ultimo lo pregunto en un susurro sorpresa, tampoco era tan idiota como para gritarlo, no iba a arriesgarse a que alguien estuviera por ahí.
Estaba ahora si muy nerviosa.  Ella sabia que Jesse y Billy habían torturado al joven pero de torturarlo y matarlo habia un tramo muy grande. Uno muy grande y pesado, dio un paso sin querer hacia atrás seguido de otro cuando el hizo la cercanía mas imposible cada vez. Palpo uno de los últimos asientos antes de llegar al escritorio donde debería estar el profesor, casi conteniendo la respiración cuando el hablaba, quería llorar pero tampoco podía darse ese lujo, no frente a el.

Nego con la cabeza tratando de recobrar la compostura, el parecía todo gustoso de dejarla pasar para que ella pudiera irse, pero habia muchas cosas en el aire que le estaban incomodando. No irse era la mayor.
-No pudieron simplemente de verdad enviarlo a que los aurores hagan su trabajo, ¡no tenían porque matarle! ¿¡De verdad no sientes nada en hacer esas cosas!? ¿¡Miedo, tristeza, nada!? –a ella le daban miedo ese tipo de situaciones, su abuelo Fausto Kraul muchas veces habría matado personas bajo los hechizos mas aterradores, la vida de un ex –auror dedicado a cazar magos oscuros era asi, inclusive su madre habia dicho que por sus manos también corria sangre, pero ella jamás creyó enfrentarse a ese tipo de cosas. Eso era algo mas para su hermano que para ella.

Y le dolia lo que el decía de Jesse y ella, pero no habia vuelta atrás.
-Jamas he dicho que sea una bruja fuerte, mucho menos una asesina… Sin embargo ya estas enterado, no diremos ni una palabra ahora deja en paz a Jesse de una vez por todas… -
Se lo dijo casi desafiante, tal vez en el ultimo dejo de valentía que le quedaba a la chica Lovecraft.

Bill se sorprendió de que Brownie se hiciera hacia atrás en vez de simplemente marcharse corriendo. Lo que no le sorprendió fue su alegato acerca de la muerte del muggle. -Lo maté porque era un peligro para ti y para mi. No estoy muy conforme con el trabajo que están haciendo los aurores y decidí ser yo el que impartiera justicia. Si hubieras preferido que ese muggle te sacara el cerebro, me lo hubieras dicho antes y los hubiera sacado de mi casa a ti y a Jesse para que se las arreglaran solos. El único miedo que tengo es que todos sean igual de inocentes que tú en el mundo mágico y que este mundo se vaya al diablo cuando la guerra explote, pero por eso prefiero tomar cartas en el asunto.

Él también caminó hacia Brownie pero no en el plan de quien está amenazando, parecía en verdad preocupado por hacerle entender la situación y por qué era tan importante no quedarse de brazos cruzados. -No puedo sentir tristeza, lo único que me preocupa es arrepentirme de no tomar decisiones que hagan una diferencia. ¿Ese muggle te iba a atacar o no? ¿Iba a experimentar contigo o no? ¿Hubieras preferido que te tuviera en un laboratorio y fuera él quien te torturara antes de hacerle tú lo mismo? Se llama instinto de supervivencia, Brownie. Aquí solo sobrevive el más fuerte, el que tiene escrúpulos en la justa medida. Si sigues siendo una niña asustada, vas a ser de las primeras en caer si todo el sistema se jode.

Volvió a hacerse hacia atrás y se cruzó de brazos. No le importaba Jesse. -No tengo ningún interés en Crawford mientras no me meta en un problema. Me interesaba Mina, es todo, pero no voy a torturarlo como a un muggle peligroso por esos motivos. Puedes estar tranquila.-Esa era una verdad, no tenía interés en Crawford, sino en la chica con la que estaba, pero ese jamás sería motivo suficiente para hacerle daño. Mientras se mantuviera con la boca cerrada sobre todo ese tema, estaba a salvo de él.

Se quedó callada tratando de entender todas y cada una de sus razones, pero simplemente ¿a quien se le podría hacer fácil matar? La sola idea le provocaba un terror total, por sus manos jamás había pasado ni una sola vida, ni siquiera de un animal, no era que fuera inocente, era que su razonamiento iba primero en la justicia y después en la venganza, una gran diferencia de su hermano Darren quien primero golpeaba y después preguntaba.

-¿¡De que guerra estás hablando!? Esto era algo que apenas comienza y no sabemos de qué va, ¿al menos le sacaron información al sujeto en cuestión? –le latía muy fuerte el corazón pero porque nunca se había puesto a discutir con nadie, jamás, ni siquiera con Jesse, ni con su hermano, manoteaba mucho al hablar aun recargada en ese escritorio solamente porque ya no había más para retroceder.
Era muy empática, tal vez en algo bueno podía servir en esa vida y casi juro por un momento que Snyder iba en serio su preocupación, suspiro profundo apretando el puente de su nariz y trato de suavizar la mirada, ella no era una loca histérica, normalmente era neutral y trataba de entender los dos lados de la moneda, claro que cuando involucraban muerte y después amenazas estaría a la defensiva, el presidente Alpha tendría que entenderlo.


-No siempre el más fuerte sobrevive, el inteligente a veces puede matar de peores maneras que solo un poco de tortura adolescente… -Se cruzó de brazos un segundo y miro por la ventana que estaba a varios metros del lugar. –Quiero entender, de verdad, añoraría tanto entender porque lo hiciste, pero no comparto tu idea de matar primero investigar después… ¿Mi madre es auror sabes? Los Kraul han sido aurores por cientos de generaciones en Europa, ella trabaja en el Ministerio Alemán, dice que el Ministerio Americano está más vendido que el Wall Street Journal…-No sabía si él conocía cosas muggles, ella a pesar de venir de un linaje de magos puros, estaba siempre en contacto con la vida muggle. –Mentiría si llegara a negar que sé que por las manos de mi madre y mis abuelos ha corrido demasiada sangre, pero no creo, que ser fuerte se mida en cuantas personas puedes matar…. –Volvió a mirarle fijamente, un tanto menos a la defensiva, recordar a los Kraul también era difícil, sus abuelos eran conocidos como un par de aurores brutales, no dejaban nunca rehenes, solo les pedían asistir a campo cuando no querían huellas de nada, ahora eran cazadores de magos oscuros. Su madre, Rashel Kraul era un caso parecido, algo de lo que ella no hablaba mucho.

 
Frunció el ceño cuando menciono a Mina ¿Qué tenía que ver Mina ahí? Entrecerró los ojos como tratando de leer en sus palabras. -¿Te gusta Mina? -
Una pregunta simple y espontánea, tal como solía ser ella, la verdad se preguntó que tenía la alemana que todos parecían siempre detrás de ella, era su compañera de cuarto, jamás había encontrado nada muy interesante en ella, excepto claro compartir cuarto.
-Jesse no te meterá en líos, yo tampoco… solo si prometes a la próxima sacarle información antes de cualquier cosa, ¿hay maneras más formales sabes? –

Bill exhaló e inhaló en un gesto de exasperación porque Brownie era demasiado inocente y demasiado boba, por eso no valía la pena discutir con ella. Se pasó una mano por el cabello y se sobó el cuello para aligerar la tensión que ahora le corría por todos los músculos. Trató de no reírse en su cara por sus lecciones sobre tortura, fuerza e inteligencia, ¿qué podía saber ella acerca de esas cosas? Solo dejó escapar una media sonrisa mientras bajaba la vista. Le encantaba cuando la gente hablaba de esos temas como si tuviera puta idea. Por más que tuviera familia de cierta fama, ella no lo vivía, no podía saber nada directamente.

-Yo nunca dije que la fuerza se midiera en la cantidad de personas que puedes matar. Estás tan encerrada en tu pequeño mundito de colores y bondad que no te das cuenta de muchas cosas. Abre los ojos, Brownie, porque el mundo está cambiando y lo hace muy rápido. Si dejas que los demás te sobrepasen vas a quedarte atrás y entonces si, terminarás en algún laboratorio siendo destripada para que al final, de todos modos, esa gente no logre encontrar nada.-No comprendía por qué había actuado así y él tampoco comprendía que ella fuera como era, no podía más que sentir compasión porque el día que el mundo la golpeara fuerte, le iba a doler el triple de lo necesario. No se arrepentía de haber matado a ese muggle, ni se arrepentiría a largo plazo, su único arrepentimiento era haberle dado asilo a ese par, él había hecho lo necesario para protegerse.

Volvió a tensarse con su pregunta sobre Mina, ¿qué no era obvio?. Repitió el gesto de sobarse la nuca pero se le veía más incómodo incluso que cuando hablaba de los otros temas.-Eso ya no importa.-No iba a admitir enfrente de Brownie que seguía dolido por ese tema y que le asqueaba pensar que hubiera preferido a Crawford en vez de quedarse con él, ni iba a discutir sus asuntos personales con ella si en realidad no lo había hecho con nadie más. La miró a los ojos por última vez.

-Eso espero, Lovecraft, de verdad que eso espero. Las maneras en que yo maneje mis asuntos son mías, la próxima vez que se metan en un lío, traten de no llegar a mi casa si no les gusta como arreglo la cosas. Ahora ya lo saben.