Merlot y confesiones
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Merlot y confesiones
Sabía que Odille no iba a estar en la habitación que compartían ambas gemelas porque escuche que iba a salir con Marcellus a donde quien sabe. Eso ya era un beneficio, tenía ganas de hablar con Odette de muchas cosas y algunas veces Odille parecía necesitar siempre tener la atención con sus problemas, ya habíamos tratado ese asunto de Odille+Chee, Marcellus+Mina, ahora de verdad quería platicar con mi Tia-Prima con la que mejor tenia un trato.
Habia pasado por el centro comercial mas cercano, compre un Malbec y un Merlot para beber, papas fritas, quesos y panes, para pasar el rato sin necesidad de embriagarnos. Sabia que habían pasado ciertas cosas entre ella y Jesse, así como también estaba decidido a contarle a alguien de una puta vez acerca de Jessica.
Llegue a su dormitorio mirando fijamente la puerta entre si abrir o no, mire la hora, eran cerca de las ocho de la noche y estaba haciendo un frio del carajo, Marzo loco después de todo, toque tres veces propiamente y suspire hondo.
-Es la renta, si no me abres tendre que volar la puerta.. –
Habia pasado por el centro comercial mas cercano, compre un Malbec y un Merlot para beber, papas fritas, quesos y panes, para pasar el rato sin necesidad de embriagarnos. Sabia que habían pasado ciertas cosas entre ella y Jesse, así como también estaba decidido a contarle a alguien de una puta vez acerca de Jessica.
Llegue a su dormitorio mirando fijamente la puerta entre si abrir o no, mire la hora, eran cerca de las ocho de la noche y estaba haciendo un frio del carajo, Marzo loco después de todo, toque tres veces propiamente y suspire hondo.
-Es la renta, si no me abres tendre que volar la puerta.. –
- Darren Kraul
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Re: Merlot y confesiones
La única razón por la cual Odette Lovecraft podía dormir era por que, o había tenido una visión muy fuerte o estaba enferma. Cosa rara. Odette había estado durmiendo gran parte de la tarde, sin haber tenido una o la otra. Jamás lo hacía y mucho menos en la tarde pero estaba tan cansada, quizá por los continuos desvelos, que simplemente necesitaba tirarse en la cama y dormir. Se encontraba en un profundo sueño, en el cual no había nada, solo un blanco infinito. Eso quería decir que si estaba descansando pues su actividad cerebral disminuía considerablemente.
De inmediato, en medio de aquel blanco impoluto y perfecto, un brillo comenzó a cegarla, de ese brillo lograba formarse una ligera silueta, que tomaba la forma de un hombre, un hombre con cabello alborotado, la nariz rota, el labio partido y el ojo morado. Un hombre que vociferaba palabrotas y gritaba, perturbando esa paz. Aquella sombra era Jesse Crawford.
Se estremeció rápidamente y despertó, con la respiración agitada y un humor de los mil demonios. -Hasta en los sueños se empeña ese maldito en aparecer…-pensó para si misma. Se levantó de la cama rápidamente y fue a la cocineta para prepararse un café regular americano. Instantes después escuchó la voz de Darren, diciendo que era la renta.
-La puerta está abierta, genio. Pasa-
De inmediato, en medio de aquel blanco impoluto y perfecto, un brillo comenzó a cegarla, de ese brillo lograba formarse una ligera silueta, que tomaba la forma de un hombre, un hombre con cabello alborotado, la nariz rota, el labio partido y el ojo morado. Un hombre que vociferaba palabrotas y gritaba, perturbando esa paz. Aquella sombra era Jesse Crawford.
Se estremeció rápidamente y despertó, con la respiración agitada y un humor de los mil demonios. -Hasta en los sueños se empeña ese maldito en aparecer…-pensó para si misma. Se levantó de la cama rápidamente y fue a la cocineta para prepararse un café regular americano. Instantes después escuchó la voz de Darren, diciendo que era la renta.
-La puerta está abierta, genio. Pasa-
- Odette M. Lovecraft
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Re: Merlot y confesiones
Había hecho un verso al decirle aquellas cosas y pude sonreír para mí mismo aun mirando a la puerta, ¡ya era todo un poeta! Sabía que algo de Marcellus tenía que traer en mi sangre.
Lamente que la puerta estuviera abierta porque así no podría volarla, recordando como mi hermana una vez en Salem voló la puerta de mi habitación con un bombarda cuando no quería salir, recuerdo que todos se juntaron alrededor de la puerta entre polvo y astillas, en esa ocasión solo había atinado a carcajearme de la ridiculez que había hecho y que por primera vez la miraba lanzar un hechizo tan potente.
Abrí la puerta despacio, la mire ahí con una taza de café en la mano y gire los ojos.
–Eso te va a matar más rápido que mi cáncer de pulmón… -le dije mientras dejaba el vino en la mesita y las cosas que había comprado, me acerque a ella dándole un beso en la frente como siempre solía saludarla, a pesar de que Odette era mi tía y era mucho más mayor que yo mi estatura con sangre alemana me hacía un poco más alto que la mayoría de mis primos, tíos y demás.
-Traje tributos al dios Baco. Y un poco de cosas fancys y finas para que pasemos el rato, Brownie anda con su novio quien sabe dónde. –Me dio un tic en el ojo, recordando cómo me agarre a golpes con ese sujeto días atrás. No soportaba la idea de que Brown volviera con ese pendejo pero era ella al fin y al cabo. -y según se, Odille salió con Marcellus, así que, quiero imaginar que tienes algunas copas por ahí, o vasos desechables, lo primero que caiga… -
Me tire en la cama recostándome en ella y saque una cajetilla de cigarros. -¿Estabas dormida?
Lamente que la puerta estuviera abierta porque así no podría volarla, recordando como mi hermana una vez en Salem voló la puerta de mi habitación con un bombarda cuando no quería salir, recuerdo que todos se juntaron alrededor de la puerta entre polvo y astillas, en esa ocasión solo había atinado a carcajearme de la ridiculez que había hecho y que por primera vez la miraba lanzar un hechizo tan potente.
Abrí la puerta despacio, la mire ahí con una taza de café en la mano y gire los ojos.
–Eso te va a matar más rápido que mi cáncer de pulmón… -le dije mientras dejaba el vino en la mesita y las cosas que había comprado, me acerque a ella dándole un beso en la frente como siempre solía saludarla, a pesar de que Odette era mi tía y era mucho más mayor que yo mi estatura con sangre alemana me hacía un poco más alto que la mayoría de mis primos, tíos y demás.
-Traje tributos al dios Baco. Y un poco de cosas fancys y finas para que pasemos el rato, Brownie anda con su novio quien sabe dónde. –Me dio un tic en el ojo, recordando cómo me agarre a golpes con ese sujeto días atrás. No soportaba la idea de que Brown volviera con ese pendejo pero era ella al fin y al cabo. -y según se, Odille salió con Marcellus, así que, quiero imaginar que tienes algunas copas por ahí, o vasos desechables, lo primero que caiga… -
Me tire en la cama recostándome en ella y saque una cajetilla de cigarros. -¿Estabas dormida?
- Darren Kraul
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Re: Merlot y confesiones
No hizo ningún movimiento, solo se quedó ahí parada, tomando su café mientras su sobrino se acercaba y la daba un beso. Odette no era de esas personas que aceptaran muestras de cariño espontaneas, pero se trataba de Darren, así solo por ser él, lo dejaba pasar.
-Lo que no te mata, te hace más fuerte- dijo, luego de darle un gran sorbo al café. Aún estaba somnolienta, tenía los ojos llenos de lágrimas por el sueño rezagado que intentaba despejar mediante bostezos largos y profundos.
-No me van las cosas “fancys y finas” pero el pan está bien, podría comerlo con jalea de fresa- puntualizó. Otro suceso extraño, Odette tenía unos hábitos alimenticios muy extraños pero jamás comía alimentos dulces, decía que el exceso de azúcar perturbaba su mente, además de elevar sus niveles de glucosa. Y ahora de pronto se le antojaba pan con jalea.
-Hay tazas en esa gaveta, es todo lo que tengo. Odille no come aquí, o bien no comida de verdad- dijo mirando el desastre que tenía la mitad de su hermana, en donde claramente se podían observar envolturas de palomitas, colillas de cigarros, entre otros.
Luego le dirigió una mirada de muerte al obviar la acción que estaba haciendo justo antes de que llegara.
-No, somo platicaba con Morfeo sobre el nihilismo…claro que estaba dormida, tonto! le mencionó mientras caminaba hacia él y lo corría hasta la mitad de Odille, que era donde podía envenenarse libremente con tabaco sin afectar su sagrado espacio personal libre de humo.
-Lo que no te mata, te hace más fuerte- dijo, luego de darle un gran sorbo al café. Aún estaba somnolienta, tenía los ojos llenos de lágrimas por el sueño rezagado que intentaba despejar mediante bostezos largos y profundos.
-No me van las cosas “fancys y finas” pero el pan está bien, podría comerlo con jalea de fresa- puntualizó. Otro suceso extraño, Odette tenía unos hábitos alimenticios muy extraños pero jamás comía alimentos dulces, decía que el exceso de azúcar perturbaba su mente, además de elevar sus niveles de glucosa. Y ahora de pronto se le antojaba pan con jalea.
-Hay tazas en esa gaveta, es todo lo que tengo. Odille no come aquí, o bien no comida de verdad- dijo mirando el desastre que tenía la mitad de su hermana, en donde claramente se podían observar envolturas de palomitas, colillas de cigarros, entre otros.
Luego le dirigió una mirada de muerte al obviar la acción que estaba haciendo justo antes de que llegara.
-No, somo platicaba con Morfeo sobre el nihilismo…claro que estaba dormida, tonto! le mencionó mientras caminaba hacia él y lo corría hasta la mitad de Odille, que era donde podía envenenarse libremente con tabaco sin afectar su sagrado espacio personal libre de humo.
- Odette M. Lovecraft
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Re: Merlot y confesiones
“Lo que no te mata te hace más fuerte” Justamente un lema que me había repetido una y otra y otra vez desde que regrese hace dos años del viaje familiar. Siendo hasta ahora el Lovecraft más joven que hubiera realizado aquel viaje me decía una vez más aquella frase, pero corear incontables veces no me aliviaba. Aun inclusive después de haberle confesado a Marcellus acerca de este, no me aliviaba. Si bien, aquel viaje era un secreto, pocos sabían de el, decirlo tampoco ayudaba de nada.
Cuando me acerque a ella pude ver esos ojos irritados y aun cristalizados, fruncí el ceño buscando en ella una respuesta, ya le preguntaría después.
-¿No te van las cosas fancys? Odette venimos de una familia acaudalada, crecimos entre nuestros tíos bebiendo cosas caras y comiendo cosas más caras aun, no me extraña que pronto salga un Lovecraft con la novedad de que invento pate de profundo… -Levante una ceja cuando menciono lo de las cosas “dulces” ¡Pero si ella era la antítesis de Brown! ¡Jamás comía dulces, jamás!
-Bueno el vino es dulce, es todo lo que por el momento puedo ofrecerte, aunque la idea de pan, queso de cabra y jalea de fresa o zarzamora no se oye nada mál… -
Tome un par de tazas y obviamente las transfigure en un par de copas de vidrio, tampoco era tan ridículo para beber vino en taza, Odille tal vez, inclusive Brownie. No, yo no. Un hechizo más y estas junto a las cosas quedaron flotando como si de una mesa se tratara, su sarcasmo tampoco ayudaba pero estaba acostumbrado.
-¿Ah si? Y que te dijo Morfeo, “tienes que elegir dos pastillas, si escoges la azul olvidaras todo, pero si escoges la roja… no recuerdo que mas decía el dude ese… -
Me acerque a ella un poco antes de que recelosamente me quitara de su lado y le toque la frente. –Oh bien, estas de verdad mal… o eres Odille jugándome una mala broma… -
Cuando me acerque a ella pude ver esos ojos irritados y aun cristalizados, fruncí el ceño buscando en ella una respuesta, ya le preguntaría después.
-¿No te van las cosas fancys? Odette venimos de una familia acaudalada, crecimos entre nuestros tíos bebiendo cosas caras y comiendo cosas más caras aun, no me extraña que pronto salga un Lovecraft con la novedad de que invento pate de profundo… -Levante una ceja cuando menciono lo de las cosas “dulces” ¡Pero si ella era la antítesis de Brown! ¡Jamás comía dulces, jamás!
-Bueno el vino es dulce, es todo lo que por el momento puedo ofrecerte, aunque la idea de pan, queso de cabra y jalea de fresa o zarzamora no se oye nada mál… -
Tome un par de tazas y obviamente las transfigure en un par de copas de vidrio, tampoco era tan ridículo para beber vino en taza, Odille tal vez, inclusive Brownie. No, yo no. Un hechizo más y estas junto a las cosas quedaron flotando como si de una mesa se tratara, su sarcasmo tampoco ayudaba pero estaba acostumbrado.
-¿Ah si? Y que te dijo Morfeo, “tienes que elegir dos pastillas, si escoges la azul olvidaras todo, pero si escoges la roja… no recuerdo que mas decía el dude ese… -
Me acerque a ella un poco antes de que recelosamente me quitara de su lado y le toque la frente. –Oh bien, estas de verdad mal… o eres Odille jugándome una mala broma… -
- Darren Kraul
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Re: Merlot y confesiones
Hizo caso omiso a todo lo que él joven le dijo, rodando los ojos, realmente no tenía por que decirle todo aquello que obviamente ya sabía. Sí, venían de una familia asquerosamente millonaria pero siempre había optado por la belleza de lo simple, de la sencillez, siempre había sido así.
Le sorprendió que le dijera aquello del vino, Darren siendo uno de los familiares más apegados a ella, debería saber que ella no bebía ni tampoco fumaba y mucho menos usaba drogas, la sola idea de perder el control de si misma, le causaba una genuina molestia.
-Yo nunca bebo…vino contestó con aquél diálogo del despiadado y temible Conde Drácula en un tono más que aterrador.
Luego le dedicó una mirada libremente asesina, tuvo la idea de estrellarle la cara en la pared y deshacer su rostro con ácido pero no, aún así no se callaría jamás, siendo así prefirió mejor no decir nada y mantener esa loca idea, ahí, dentro de su cabeza.
-Eres un tarado, Darren-
Cuando dijo aquella cosa sobre la broma, sabía que ella no hacía esa clase de bromas, prefería unas mucho más oscuras y en las que se involucrara el miedo como factor de reacción. Jamás utilizaría el nombre de Odille para algo así, no con el riesgo de que su hermana tomara represalias contra ella y se vengara de una forma mucho peor. Más que todo, por eso no lo hacía.
-Y…¿A qué se debe tu visita? Ve al grano…-
Le sorprendió que le dijera aquello del vino, Darren siendo uno de los familiares más apegados a ella, debería saber que ella no bebía ni tampoco fumaba y mucho menos usaba drogas, la sola idea de perder el control de si misma, le causaba una genuina molestia.
-Yo nunca bebo…vino contestó con aquél diálogo del despiadado y temible Conde Drácula en un tono más que aterrador.
Luego le dedicó una mirada libremente asesina, tuvo la idea de estrellarle la cara en la pared y deshacer su rostro con ácido pero no, aún así no se callaría jamás, siendo así prefirió mejor no decir nada y mantener esa loca idea, ahí, dentro de su cabeza.
-Eres un tarado, Darren-
Cuando dijo aquella cosa sobre la broma, sabía que ella no hacía esa clase de bromas, prefería unas mucho más oscuras y en las que se involucrara el miedo como factor de reacción. Jamás utilizaría el nombre de Odille para algo así, no con el riesgo de que su hermana tomara represalias contra ella y se vengara de una forma mucho peor. Más que todo, por eso no lo hacía.
-Y…¿A qué se debe tu visita? Ve al grano…-
- Odette M. Lovecraft
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