No me dejes ir sola
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No me dejes ir sola
La obra de teatro nunca llegó a realizarse, no supo más de Marcellus y sólo los rumores acerca de su rompimiento con Mina y algunas otras cosas que parecían ser irrelevantes. Cuando intentó buscarlo para acabar con aquel proyecto del que habían hablado ni siquiera llegó a ubicarlo, le dejó un recado con uno de los chicos y nunca obtuvo una respuesta.
No le dio mucha importancia al asunto, de hecho habían pasado semanas desde la última vez que se preguntó qué había sido de él, sólo le vino a la mene porque Jude se lo mencionó haciendo referencia a alguna cosa que no entendió, probablemente una broma que estaba navegando por la fraternidad de los Alpha y que su hermano no supo explicarle.
Tenía varias clases temprano y por la tarde iba a ir a ver una obra de teatro que estaban presentando en un centro comunitario de Miami, algo a favor de los comedores para mendigos que habían organizado un grupo de escuelas públicas y esa noche iba a ser la clausura de la semana que habían dedicado a recaudar fondos. Inicialmente iba a ir con su hermana Grace ya que la fundación de su familia había estado ayudando con todo aquello pero la pobre criatura acabó con un infernal resfriado. Por lo menos eso le daba la excusa perfecta para buscar otro acompañante, ya tenía en mente a alguien ideal.
Preguntó en varios lugares por Marcellus pero no lo encontró, sólo le dijeron que aparentemente pasaba mucho tiempo en su habitación así que a pesar de saber que la compartía con un delincuente llamado Joe Miller –al que recordaba haber visto una vez- que era familia de los Crawford.
El evento era algo totalmente informal, de todos modos en ese momento creyó que no era bueno estar usando falda, siempre había sido muy paranoica respecto a gente que pensaba potencialmente peligrosa. Tocó un par de veces a su puerta esperando que estuviese allí, estaba hasta pensando en no ir si no la acompañaba, eso o tendría que cambiarse. Alisó nuevamente su falda esperando que ahora sí le abriese, levaba abotonada hasta arriba su chaqueta de mezclilla a pesar de que es parecía perfilarse como otra calurosa noche aunque apenas eran las siete de la noche.
-¿Marcellus? ¿Estás aquí?-tocó con los nudillos un par de veces más esperando una respuesta, rogó que no fuese Miller quien le abriese la puerta.-
Ropita.
No le dio mucha importancia al asunto, de hecho habían pasado semanas desde la última vez que se preguntó qué había sido de él, sólo le vino a la mene porque Jude se lo mencionó haciendo referencia a alguna cosa que no entendió, probablemente una broma que estaba navegando por la fraternidad de los Alpha y que su hermano no supo explicarle.
Tenía varias clases temprano y por la tarde iba a ir a ver una obra de teatro que estaban presentando en un centro comunitario de Miami, algo a favor de los comedores para mendigos que habían organizado un grupo de escuelas públicas y esa noche iba a ser la clausura de la semana que habían dedicado a recaudar fondos. Inicialmente iba a ir con su hermana Grace ya que la fundación de su familia había estado ayudando con todo aquello pero la pobre criatura acabó con un infernal resfriado. Por lo menos eso le daba la excusa perfecta para buscar otro acompañante, ya tenía en mente a alguien ideal.
Preguntó en varios lugares por Marcellus pero no lo encontró, sólo le dijeron que aparentemente pasaba mucho tiempo en su habitación así que a pesar de saber que la compartía con un delincuente llamado Joe Miller –al que recordaba haber visto una vez- que era familia de los Crawford.
El evento era algo totalmente informal, de todos modos en ese momento creyó que no era bueno estar usando falda, siempre había sido muy paranoica respecto a gente que pensaba potencialmente peligrosa. Tocó un par de veces a su puerta esperando que estuviese allí, estaba hasta pensando en no ir si no la acompañaba, eso o tendría que cambiarse. Alisó nuevamente su falda esperando que ahora sí le abriese, levaba abotonada hasta arriba su chaqueta de mezclilla a pesar de que es parecía perfilarse como otra calurosa noche aunque apenas eran las siete de la noche.
-¿Marcellus? ¿Estás aquí?-tocó con los nudillos un par de veces más esperando una respuesta, rogó que no fuese Miller quien le abriese la puerta.-
Ropita.
- Violet Wildenstein
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Re: No me dejes ir sola
Había estado pasando mucho tiempo en su habitación, después de algunos problemas, el Club de Teatro decidió presentar La Tempestad en lugar de Amadeus, lo cual estaba bien, Marcellus tenía uno de los papeles principales en esa obra, lo que había causado que entre los exámenes finales y la práctica constante, había terminado agotado casi todos los días.
Además de todo eso, estaba el hecho de que tras terminar su relación con Mina, el ataque al centro comercial, el subsecuente encontró con Mina en el tema de la Oclumancia y su enfrentamiento con Adrien, Marcellus no había estado… estable.
No había requerido visitas seguidas con su psiquiatra desde el numerito que le había hecho Claude Darcy, mientras estuvo de viaje todo parecía estable, aunque no lo hubiera estado en realidad, pero Marcellus se negaba a admitirlo. Ahora la situación no se podía pasar de largo, no cuando era tan constante.
Mantenerse distraído lo ayudaba a mantenerse centrado, esa era la razón por la cual estaba sumido en sus estudios, en las prácticas de teatro y en ayudar en el despacho de Arjen Den Adel así como a su padre constantemente, entre más ocupado estuviera, más fácil era mantenerse centrado, el problema con ese plan de ataque es que terminaba tan exhausto que pocas veces le quedaban fuerzas para cualquier otra cosa.
Era por eso mismo que ese día no había hecho nada, destinando el momento para descansar y recuperar fuerza, se había quedado dormido leyendo un libro cuando el sonido de la voz de Violet lo fue atrayendo a la realidad, parpadeó lentamente, enfocando su habitación. Se pasó las manos por el cabello, dejando el libro sobre la cama y se puso de pie para abrir la puerta.
"¿Violet?" preguntó mientras parpadeaba para enfocar la vista y luego sonrió, "Hey, que gusto verte, ¿cómo has estado?"
Se hizo a un lado para dejarla pasar, la habitación estaba completamente ordenada, al menos u lado de la misma y el área común, él no era descuidado con esas cosas
Además de todo eso, estaba el hecho de que tras terminar su relación con Mina, el ataque al centro comercial, el subsecuente encontró con Mina en el tema de la Oclumancia y su enfrentamiento con Adrien, Marcellus no había estado… estable.
No había requerido visitas seguidas con su psiquiatra desde el numerito que le había hecho Claude Darcy, mientras estuvo de viaje todo parecía estable, aunque no lo hubiera estado en realidad, pero Marcellus se negaba a admitirlo. Ahora la situación no se podía pasar de largo, no cuando era tan constante.
Mantenerse distraído lo ayudaba a mantenerse centrado, esa era la razón por la cual estaba sumido en sus estudios, en las prácticas de teatro y en ayudar en el despacho de Arjen Den Adel así como a su padre constantemente, entre más ocupado estuviera, más fácil era mantenerse centrado, el problema con ese plan de ataque es que terminaba tan exhausto que pocas veces le quedaban fuerzas para cualquier otra cosa.
Era por eso mismo que ese día no había hecho nada, destinando el momento para descansar y recuperar fuerza, se había quedado dormido leyendo un libro cuando el sonido de la voz de Violet lo fue atrayendo a la realidad, parpadeó lentamente, enfocando su habitación. Se pasó las manos por el cabello, dejando el libro sobre la cama y se puso de pie para abrir la puerta.
"¿Violet?" preguntó mientras parpadeaba para enfocar la vista y luego sonrió, "Hey, que gusto verte, ¿cómo has estado?"
Se hizo a un lado para dejarla pasar, la habitación estaba completamente ordenada, al menos u lado de la misma y el área común, él no era descuidado con esas cosas
- Marcellus J. Lovecraft
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Re: No me dejes ir sola
No creyó que fuese a salir así que había volteado para irse a buscar un nuevo acompañante o arrastrar a Jude de algún modo, sabía que tenía planes con sus amigos así que probablemente su intento fuese en vano. Saltó un poco cuando se abrió la puerta y dio medio paso hacia atrás, rió nerviosa cuando notó que era Marcellus e intentó decir algo que se quedó apenas en la intención.
-Pensé que no estabas. Estoy bien, ¿y tú? Hace semanas que no te veo.-le dio un beso en la mejilla pero se quedó dudando acerca de si entrar o no, acomodó hacia un lado su cabello pero decidió entrar de nuevo pese a que la marca en el lado derecho del rostro de Marcellus confirmaba lo que sus ojos decían, acababa de despertarlo.-
Miró con curiosidad hacia el lado de la habitación que no le pertenecía a Marcellus, la diferencia era notable pero no se quedó mirando fijamente hacia la cama de Miller por si salía algún bicho indeseable. Tras examinar unas figuras pequeñas que supuso eran de colección volteó a verlo con una sonrisa como la de quien guarda una buena noticia que está a punto de dar.
-¿Estás muy ocupado? Vine a invitarte a salir. No en una cita, es a una obra de teatro hecha por escolares para recolectar fondos. ¿Te provoca ir? Suena aburrido, pero no está tan mal, de veras.-balanceó la mano de Marcellus que tenía entre la suya como para convencerlo de que era una buena idea ir, no sólo porque sería divertido sino porque su lado más egoísta lo necesitaba como compañía.-
Movió sus hombros ligeramente hacia adelante y hacia atrás esperando la respuesta afirmativa por la que había ido a verlo, además de tenerlo como acompañante quería saber qué había sucedido con Mina y todo ese asunto. Ya se le había pasado el odio infantil, sólo estaba preocupada por él, había pasado lo suficiente como para no considerar que estaba echándole sal a su herida.
-Prometo no hacer berrinches.-como cuando estaban chicos y acababa de su niñero junto a Jude, los pobres intentaban mantener su mal temperamento a raya mientras que ella parecía caer presa de un delirio que la hacía sentir como la Reina Roja de “Alicia en el País de las Maravillas”.-
-Pensé que no estabas. Estoy bien, ¿y tú? Hace semanas que no te veo.-le dio un beso en la mejilla pero se quedó dudando acerca de si entrar o no, acomodó hacia un lado su cabello pero decidió entrar de nuevo pese a que la marca en el lado derecho del rostro de Marcellus confirmaba lo que sus ojos decían, acababa de despertarlo.-
Miró con curiosidad hacia el lado de la habitación que no le pertenecía a Marcellus, la diferencia era notable pero no se quedó mirando fijamente hacia la cama de Miller por si salía algún bicho indeseable. Tras examinar unas figuras pequeñas que supuso eran de colección volteó a verlo con una sonrisa como la de quien guarda una buena noticia que está a punto de dar.
-¿Estás muy ocupado? Vine a invitarte a salir. No en una cita, es a una obra de teatro hecha por escolares para recolectar fondos. ¿Te provoca ir? Suena aburrido, pero no está tan mal, de veras.-balanceó la mano de Marcellus que tenía entre la suya como para convencerlo de que era una buena idea ir, no sólo porque sería divertido sino porque su lado más egoísta lo necesitaba como compañía.-
Movió sus hombros ligeramente hacia adelante y hacia atrás esperando la respuesta afirmativa por la que había ido a verlo, además de tenerlo como acompañante quería saber qué había sucedido con Mina y todo ese asunto. Ya se le había pasado el odio infantil, sólo estaba preocupada por él, había pasado lo suficiente como para no considerar que estaba echándole sal a su herida.
-Prometo no hacer berrinches.-como cuando estaban chicos y acababa de su niñero junto a Jude, los pobres intentaban mantener su mal temperamento a raya mientras que ella parecía caer presa de un delirio que la hacía sentir como la Reina Roja de “Alicia en el País de las Maravillas”.-
- Violet Wildenstein
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Re: No me dejes ir sola
Le sonrió a Violet, le daba gusto verla, realmente hacía mucho tiempo que no se topaban y ya la extrañaba. Se talló un ojo con la mano, disipando el sueño que tenía, "He estado apurado, entre mi trabajo, los ensayos de teatro y los finales, pero estoy bien, solo algo abrumado, me hace falta un cambio de ambiente, creo yo."
Suprimió un bostezo y parpadeó unas cuantas veces de nuevo, mirando su mano entre las de Violet y asintió con la cabeza, era justo lo que necesitaba, salir un poco. "Claro, me encantaría, dame unos minutos para ponerme algo decente."
Levantó una mano para indicar un momento y pasó de la sala principal del dormitorio hacia donde estaba su closet, sacó un conjunto causal pero elegante, que era su costumbre de todos modos, Marcellus era muy detallista con su ropa y tras ofrecerle a Violet que se sentara por un momento se fue al baño a alistarse.
Salió ya listo, acomodándose el cabello para verse bien a un lado de Violet, quien siempre se veía como una princesa en su opinión, la conocía desde que eran niños y probablemente nunca la iba a dejar de ver de esa forma.
"Listo," le dijo tras un momento, sacudiendo la cabeza para que su cabello se acomodara en su lugar y luego le sonrió, "Presente en tu agradable compañía."
Se acercó a ella de nuevo con una sonrisa, mientras revisaba que todo en su cartera estuviera n orden y guardaba su varita en su bolsillo, "¿Qué vamos a ver?" finalmente le preguntó, pues había estado tan concentrado en simplemente estar apropiadamente presente para estar con Violet que ni le había preguntado.
"Ya ni te pregunté si es realmente hoy la función o yo solo lo asumí, sólo quiero pasar un rato contigo, hace semanas que no escucho de ti y ya te extraño."
Suprimió un bostezo y parpadeó unas cuantas veces de nuevo, mirando su mano entre las de Violet y asintió con la cabeza, era justo lo que necesitaba, salir un poco. "Claro, me encantaría, dame unos minutos para ponerme algo decente."
Levantó una mano para indicar un momento y pasó de la sala principal del dormitorio hacia donde estaba su closet, sacó un conjunto causal pero elegante, que era su costumbre de todos modos, Marcellus era muy detallista con su ropa y tras ofrecerle a Violet que se sentara por un momento se fue al baño a alistarse.
Salió ya listo, acomodándose el cabello para verse bien a un lado de Violet, quien siempre se veía como una princesa en su opinión, la conocía desde que eran niños y probablemente nunca la iba a dejar de ver de esa forma.
"Listo," le dijo tras un momento, sacudiendo la cabeza para que su cabello se acomodara en su lugar y luego le sonrió, "Presente en tu agradable compañía."
Se acercó a ella de nuevo con una sonrisa, mientras revisaba que todo en su cartera estuviera n orden y guardaba su varita en su bolsillo, "¿Qué vamos a ver?" finalmente le preguntó, pues había estado tan concentrado en simplemente estar apropiadamente presente para estar con Violet que ni le había preguntado.
"Ya ni te pregunté si es realmente hoy la función o yo solo lo asumí, sólo quiero pasar un rato contigo, hace semanas que no escucho de ti y ya te extraño."
- Marcellus J. Lovecraft
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Re: No me dejes ir sola
Su relación con Marcellus siempre fue de esas que Disney se adjudicaba, es decir, ninguno de ellos tenía un hada o tenía una eterno sueño, simplemente que Violet había vivido tanto con Marcellus como con sus hermanos ese año de tierna juventud en la que realmente los creía lacayos que necesitaban de su venia. Él era más noble que sus hermanos, siempre le tuvo paciencia y parte de su eterno amor por él se debía a eso, ella no se hubiese aguantado.
Aprovechó el tiempo que se tomó Marcellus en arreglarse para hacer lo mismo, sacó de su bolsillo un pequeño espejo para ver si su maquillaje seguía bien, todo estaba en orden. Nuevamente le causó curiosidad el lado de la habitación de Miller, debía dejar de mirarla, en cualquier momento saldría un roedor de entre su ropa.
Sacó de su pequeño bolso los boletos para cerciorarse de la hora, aún tenían tiempo y Marcellus no se tardó mucho. Sonrió ante su presentación y se levantó, alisando por detrás la falda que era el problema con el volumen que tenía, a veces podía jugar malas pasadas. Todo en orden, avanzó con los boletos en mano y se los pasó con una sonrisa.
-Vamos a ir al ver es el mayor refrito del teatro, Pigmalión en el 2014. Siempre podemos intentar adivinar lo que van a cambiar, quizá ahora todo es vía Whatsapp o alguna cosa así. Un tutor en línea le enseñó a comportarse.-le entregó su entrada con una sonrisa sarcástica, esperando que no fuese un total bodrio.-
Se quedó plantada frente a él, le jaló una de las mangas y pasó la mano un par de veces sobre su ropa para quitar una pelusa que se le había pegado allí. Revisó una vez más y estaba perfecto.
-Sí, es hoy. Yo también te extrañé, luego de la función me haces un resumen de lo que ha pasado contigo. La última vez que te vi fue en la despedida de Harley…y ya regresó.-se tomó de del brazo de Marcellus, ya lista para salir y le dio un beso que acabó cayendo sobre su mandíbula porque no midió bien su altura.-Bueno, comienza a contarme cosas, no me crees ansiedad.
Aprovechó el tiempo que se tomó Marcellus en arreglarse para hacer lo mismo, sacó de su bolsillo un pequeño espejo para ver si su maquillaje seguía bien, todo estaba en orden. Nuevamente le causó curiosidad el lado de la habitación de Miller, debía dejar de mirarla, en cualquier momento saldría un roedor de entre su ropa.
Sacó de su pequeño bolso los boletos para cerciorarse de la hora, aún tenían tiempo y Marcellus no se tardó mucho. Sonrió ante su presentación y se levantó, alisando por detrás la falda que era el problema con el volumen que tenía, a veces podía jugar malas pasadas. Todo en orden, avanzó con los boletos en mano y se los pasó con una sonrisa.
-Vamos a ir al ver es el mayor refrito del teatro, Pigmalión en el 2014. Siempre podemos intentar adivinar lo que van a cambiar, quizá ahora todo es vía Whatsapp o alguna cosa así. Un tutor en línea le enseñó a comportarse.-le entregó su entrada con una sonrisa sarcástica, esperando que no fuese un total bodrio.-
Se quedó plantada frente a él, le jaló una de las mangas y pasó la mano un par de veces sobre su ropa para quitar una pelusa que se le había pegado allí. Revisó una vez más y estaba perfecto.
-Sí, es hoy. Yo también te extrañé, luego de la función me haces un resumen de lo que ha pasado contigo. La última vez que te vi fue en la despedida de Harley…y ya regresó.-se tomó de del brazo de Marcellus, ya lista para salir y le dio un beso que acabó cayendo sobre su mandíbula porque no midió bien su altura.-Bueno, comienza a contarme cosas, no me crees ansiedad.
- Violet Wildenstein
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Re: No me dejes ir sola
Marcellus observó los boletos, notando el titulo de la obra en cuestión, aunque Violet se lo estaba diciendo y la hora a la que seria, aun tenían tiempo de platicar antes de ver la hora. Se sonrió cuando vio el titulo, recordando lo que Violet le había dicho aquella vez que se encontraron en el teatro.
"Pigmalión, pobre obra, nunca la van a dejar en paz," le comentó con algo de humor, "Vamos a ver si todo es en línea ahora o a ver que se les ocurre, las adaptaciones modernas a veces son interesantes, pero pocas realmente permanecen."
Mientras Violet se encargaba de que Marcellus terminara de verse como gente decente, un gesto que hacia al punto de que ya le era normal con ella y lo apreciaba, eran esos detalles lo que realmente la hacía extrañarla horrores cuando pasaban tanto tiempo sin verse "Gracias."
Le ofreció su brazo para que salieran, recibiendo el beso en la mandíbula. La miro con humor, siendo ahora el quien le diera un beso en la mejilla.
"Un resumen completo, lo bueno es que Harley se fue por muy poco tiempo, tuvo que truncar el viaje para regresar, malo que la hubiera completado y yo sin verte desde entonces, como si me hubiera tragado la tierra."
Salieron de la habitación, Marcellus cerró la puerta y siguieron caminando con Violet del brazo para salir del edificio de los dormitorios, "Supongo que ya sabes que deje de salir con Mina unos días antes de la despedida de Harley, seguro ella misma te lo comentó," Marcellus se encogió de hombros.
"Han pasado muchas cosas, no sé por dónde empezar…" murmuro indeciso, "Con el hecho de que estoy sano y salvo, supongo, estuve en el ataque del mall, ¿sabes? A este paso Odille va a terminar teniendo razón, no puede ir a ningún lado sin que me pase algo."
Esto ultimo lo dijo con humor, aunque fuera en parte cierto.
"Pigmalión, pobre obra, nunca la van a dejar en paz," le comentó con algo de humor, "Vamos a ver si todo es en línea ahora o a ver que se les ocurre, las adaptaciones modernas a veces son interesantes, pero pocas realmente permanecen."
Mientras Violet se encargaba de que Marcellus terminara de verse como gente decente, un gesto que hacia al punto de que ya le era normal con ella y lo apreciaba, eran esos detalles lo que realmente la hacía extrañarla horrores cuando pasaban tanto tiempo sin verse "Gracias."
Le ofreció su brazo para que salieran, recibiendo el beso en la mandíbula. La miro con humor, siendo ahora el quien le diera un beso en la mejilla.
"Un resumen completo, lo bueno es que Harley se fue por muy poco tiempo, tuvo que truncar el viaje para regresar, malo que la hubiera completado y yo sin verte desde entonces, como si me hubiera tragado la tierra."
Salieron de la habitación, Marcellus cerró la puerta y siguieron caminando con Violet del brazo para salir del edificio de los dormitorios, "Supongo que ya sabes que deje de salir con Mina unos días antes de la despedida de Harley, seguro ella misma te lo comentó," Marcellus se encogió de hombros.
"Han pasado muchas cosas, no sé por dónde empezar…" murmuro indeciso, "Con el hecho de que estoy sano y salvo, supongo, estuve en el ataque del mall, ¿sabes? A este paso Odille va a terminar teniendo razón, no puede ir a ningún lado sin que me pase algo."
Esto ultimo lo dijo con humor, aunque fuera en parte cierto.
- Marcellus J. Lovecraft
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Re: No me dejes ir sola
Asintió con una sonrisa a falta de una palabra realmente positive acerca de Harley, estaba embarazada y por eso no quería tratarla mal –ni con la mirada, lo que le iba a costar- pero no significaba que se hubiese olvidado de todo lo que pensaba de ella. Quería ser la mejor persona pero aún le costaba, entre más tiempo pasase sin verla sería mejor porque podría hacerse a la idea de que tenía que dejar todo eso detrás de ella.
-Me lo contó Mina, quise matarte como diez veces en la despedida. Luego vi el teatrito de Lucian y me dio más risa que otra cosa.-luego desapareció por ahí con Madison y Mina para entretenerse en lo que Harley hacía cosas innombrables con quien no es el padre de su hijo.-
Salió de la habitación con él sin fijarse en la mirada suspicaz que les echó la hermana menor de Gregor Cunningham, no recordaba su nombre pero a su hermano sí lo conocía. Se le quedó mirando esperando que quite la mirada y así lo hizo, unos metros más allá la pequeña Cunningham se encontró con alguna amiga a la que le dijo algo al oído y, sutiles como nadie, voltearon a verlos con una sonrisilla en los labios.
De ser menos educada les hubiese sacado el dedo medio, a cambio sólo les hizo un ademán con la mano para que apresurasen el paso. Cuando finalmente lo hicieron apuntó mentalmente sus nombres, le había quedado un deseo titilante por atormentarlas un poco, pero ya sería otro día. Volteó a ver a Marcellus nuevamente, sintiendo culpa por no haberle preguntado por lo del atentado antes.
-Sí lo supe, soy una persona horrible por no haberte ido a ver. Sé que estás con los problemas legales y todo encima, ¿no? Le puedo pedir a mi padre que interceda por ti si se pone todo muy complicado. Nick se puede cuidar solo y Jesse…pues debe tener quién lo ayude.-y a nadie le haría daño que Crawford pasase algunos días en la cárcel, tampoco creía que lo fuesen a condenar.-
-Y yo que te iba a decir que me cuides de los maleantes.-lo mejor sería ir mediante la red flú, cerca había una chimenea. Pocos segundos después de encontrarla estaban en una ruidosa calle de Miami, más bien en un callejón que daba a una ruidosa calle. Ella había dado la dirección que le habían apuntado, no entendía por qué habían acabado en ese hediondo lugar en el que apenas podía caminar. Se tomó del brazo de Marcellus para avanzar, sus zapatos no ayudaban. Sin saberlo, habían acabado en Liberty City, el barrio más peligroso de Miami.-
-Me lo contó Mina, quise matarte como diez veces en la despedida. Luego vi el teatrito de Lucian y me dio más risa que otra cosa.-luego desapareció por ahí con Madison y Mina para entretenerse en lo que Harley hacía cosas innombrables con quien no es el padre de su hijo.-
Salió de la habitación con él sin fijarse en la mirada suspicaz que les echó la hermana menor de Gregor Cunningham, no recordaba su nombre pero a su hermano sí lo conocía. Se le quedó mirando esperando que quite la mirada y así lo hizo, unos metros más allá la pequeña Cunningham se encontró con alguna amiga a la que le dijo algo al oído y, sutiles como nadie, voltearon a verlos con una sonrisilla en los labios.
De ser menos educada les hubiese sacado el dedo medio, a cambio sólo les hizo un ademán con la mano para que apresurasen el paso. Cuando finalmente lo hicieron apuntó mentalmente sus nombres, le había quedado un deseo titilante por atormentarlas un poco, pero ya sería otro día. Volteó a ver a Marcellus nuevamente, sintiendo culpa por no haberle preguntado por lo del atentado antes.
-Sí lo supe, soy una persona horrible por no haberte ido a ver. Sé que estás con los problemas legales y todo encima, ¿no? Le puedo pedir a mi padre que interceda por ti si se pone todo muy complicado. Nick se puede cuidar solo y Jesse…pues debe tener quién lo ayude.-y a nadie le haría daño que Crawford pasase algunos días en la cárcel, tampoco creía que lo fuesen a condenar.-
-Y yo que te iba a decir que me cuides de los maleantes.-lo mejor sería ir mediante la red flú, cerca había una chimenea. Pocos segundos después de encontrarla estaban en una ruidosa calle de Miami, más bien en un callejón que daba a una ruidosa calle. Ella había dado la dirección que le habían apuntado, no entendía por qué habían acabado en ese hediondo lugar en el que apenas podía caminar. Se tomó del brazo de Marcellus para avanzar, sus zapatos no ayudaban. Sin saberlo, habían acabado en Liberty City, el barrio más peligroso de Miami.-
- Violet Wildenstein
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Re: No me dejes ir sola
Se encogió de hombros, no era algo que le sorprendía después de todo, aunque gracias a los dioses Violet no era literal, "No eres la única que me ha querido matar últimamente, aunque uno casi lo haya logrado hemos comprobado que soy difícil de desaparecer después de todo, je…" le dio un beso en la mejilla, su broma había sido terrible, pero tenía que reírse del hecho que un muggle casi lo mata o se iba a volver más loco.
Como Marcellus a veces pecaba de despistado, ni siquiera noto a la hermana menor de Gregor Cunningham, probablemente la hubiera saludado si lo hubiese hecho, por ahora estaba algo concentrado poniéndole atención a Violet, con quien ya extrañaba pasar el rato.
"No te preocupes, me tenían la visitas restringidas, solo vi algunos de mis parientes y a Adrien porque estaba asignado a mi caso," le comento porque era un hecho y aun así Claude se había atrevido a exigir verlo, aunque Adrien lo detuvo, "Hay una investigación de por medio, al parecer es solo por rutina debido a los hechos, pero la situación en si es extraña… si las cosas se ponen complicadas, ¿en verdad puedo pedirte intervención? Espero que no llegue a esos niveles," había abogados del diablo en su familia, el era uno de ellos, curiosamente en este caso no eran realmente necesarios, todo había sido un terrible accidente, "No esperaba acciones legales siendo honesto, estaba algo ocupado tratando de no desangrarme, como notaras no me hace gracia todo el asunto."
Parpadeo unas cuantas veces, "¿Maleantes?" cuando llegaron al lugar fue cuando entendió, "Ah, con que a eso te referías…"
No pudo hacer más que reírse en voz baja y siguieron su camino.
Como Marcellus a veces pecaba de despistado, ni siquiera noto a la hermana menor de Gregor Cunningham, probablemente la hubiera saludado si lo hubiese hecho, por ahora estaba algo concentrado poniéndole atención a Violet, con quien ya extrañaba pasar el rato.
"No te preocupes, me tenían la visitas restringidas, solo vi algunos de mis parientes y a Adrien porque estaba asignado a mi caso," le comento porque era un hecho y aun así Claude se había atrevido a exigir verlo, aunque Adrien lo detuvo, "Hay una investigación de por medio, al parecer es solo por rutina debido a los hechos, pero la situación en si es extraña… si las cosas se ponen complicadas, ¿en verdad puedo pedirte intervención? Espero que no llegue a esos niveles," había abogados del diablo en su familia, el era uno de ellos, curiosamente en este caso no eran realmente necesarios, todo había sido un terrible accidente, "No esperaba acciones legales siendo honesto, estaba algo ocupado tratando de no desangrarme, como notaras no me hace gracia todo el asunto."
Parpadeo unas cuantas veces, "¿Maleantes?" cuando llegaron al lugar fue cuando entendió, "Ah, con que a eso te referías…"
No pudo hacer más que reírse en voz baja y siguieron su camino.
- Marcellus J. Lovecraft
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Re: No me dejes ir sola
-Nunca está de más el usar algunas influencias.-estaba dispuesta a darle la ayuda necesaria, lo quería aunque tuviese ese apellido maldito, no podía evitarlo y tampoco era su culpa estar algo dañadito. Violet siempre intentaba darle el beneficio de la duda, hacer como que no estaba tan tocado por la historia de su familia pero a veces se le complicaba.-
Por lo menos él no parecía un animalito salvaje, tenía sus cosas pero era noble y bastante confiable. No tenía idea de sus problemas de personalidad, de que no era tan buen tipo como parecía o tan predecible, para bien y para mal.
Aparecerse en el lugar no le quitó ese nudo que tenía en el estómago, se aferró a Marcellus porque no podía usar magia en contra de muggle, entonces cómo defenderse de una banda de degenerados. Ella detestaba ese tipo de lugares, de pequeña le tuvo miedo a la oscuridad y aunque ya lo había superado el estar en ese callejón trajo ese miedo nuevamente a su cuerpo pero de forma más racional, ya no creía que llegarían los monstruos de las historias que le contaban, a lo que le temía era a seres reales.
Escuchó la risita de Lovecraft y le tiró un golpe en el estómago, fue apenas un roce porque trastabilló cuando su zapato patinó sobre alguna cosa húmeda que no quiso saber lo que era. La simple idea le daba asco, apenas estuviesen en el lugar mágico iba a limpiarlo. En ese momento sólo cerró los ojos con fuerza y continuó tras un par de segundos.
-¿Sabes pelear? Con los puños digo, siempre te vi como súper pacífico y no es por nada pero nunca has sido como muy fuerte, ¿no? Te lo pregunto por si sale algún delincuente.-casi habían salido del callejón cuando pasaron dos tipos frente a ellos, se acercaron y por poco se le sale el corazón a Violet.-
Ambos al verlos los señalaron y se acercaron, ella simplemente lo tomó fuerte del brazo y cuando uno de ellos alargó el brazo por poco y lo patea. Pero no eran delincuentes, el que habló lo hizo con una voz bonachona, algo lenta y profunda. Parecía haberla reconocido, le dijo que la estaban esperando hasta dentro de media hora. Junto al otro hombre les ofrecieron ayuda, cuando pidieron que los siguiesen ella simplemente asintió, qué más le quedaba.
-No te vayas a ir de mi lado.
Por lo menos él no parecía un animalito salvaje, tenía sus cosas pero era noble y bastante confiable. No tenía idea de sus problemas de personalidad, de que no era tan buen tipo como parecía o tan predecible, para bien y para mal.
Aparecerse en el lugar no le quitó ese nudo que tenía en el estómago, se aferró a Marcellus porque no podía usar magia en contra de muggle, entonces cómo defenderse de una banda de degenerados. Ella detestaba ese tipo de lugares, de pequeña le tuvo miedo a la oscuridad y aunque ya lo había superado el estar en ese callejón trajo ese miedo nuevamente a su cuerpo pero de forma más racional, ya no creía que llegarían los monstruos de las historias que le contaban, a lo que le temía era a seres reales.
Escuchó la risita de Lovecraft y le tiró un golpe en el estómago, fue apenas un roce porque trastabilló cuando su zapato patinó sobre alguna cosa húmeda que no quiso saber lo que era. La simple idea le daba asco, apenas estuviesen en el lugar mágico iba a limpiarlo. En ese momento sólo cerró los ojos con fuerza y continuó tras un par de segundos.
-¿Sabes pelear? Con los puños digo, siempre te vi como súper pacífico y no es por nada pero nunca has sido como muy fuerte, ¿no? Te lo pregunto por si sale algún delincuente.-casi habían salido del callejón cuando pasaron dos tipos frente a ellos, se acercaron y por poco se le sale el corazón a Violet.-
Ambos al verlos los señalaron y se acercaron, ella simplemente lo tomó fuerte del brazo y cuando uno de ellos alargó el brazo por poco y lo patea. Pero no eran delincuentes, el que habló lo hizo con una voz bonachona, algo lenta y profunda. Parecía haberla reconocido, le dijo que la estaban esperando hasta dentro de media hora. Junto al otro hombre les ofrecieron ayuda, cuando pidieron que los siguiesen ella simplemente asintió, qué más le quedaba.
-No te vayas a ir de mi lado.
- Violet Wildenstein
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Re: No me dejes ir sola
Violet había sido su amiga desde hace años, ella sabía bien que aun su apellido era efectivamente uno maldito, Marcellus no era un tipo que anduviera por la vida lanzado imperdonables y demostrando cuan oscura su herencia podía llegar a ser, además de que habían sido otras personas menos agraciadas de su familia las que parecía dar fama por una locura que as bien parecía estupidez, aunque había servido para protegerles de la realidad, al menos.
"Te lo agradecería mucho," le dijo con sinceridad, "La verdad es que quiero que ese proceso termine lo antes posible…"
En esta ocasión, Marcellus había sido víctima de las circunstancias, aunque fuera culpable de otras cosas, de esta en particular no lo era, así que quería ya verla pasar.
Notó la fuerza con la que Violet se aferró a él aunque tenía buena razón, el barrio definitivamente no parecía ser el más seguro. Se sonrió al sentir el golpecito entonces.
"Ya, ya, todo está bien, no te preocupes," la calmó caminando como si nada, "Si se defenderme sin más que los puños, tranquila."
No se podía ser hijo de una Auror y no aprender, además de que su abuelo insistía en que tenía que saber defenderse físicamente, le estaba agradecido por ello, si bien Marcellus era una persona por lo general pacifica, si sabía dar pelea.
Se puso un poco más delante de Violet sin soltarla para estar entre ella y los recién llegados y asintió con la cabeza a para seguirles, hablando en voz baja hacía su amiga.
"Estoy contigo, Vee," le aseguró de nuevo y sonrió.
"Te lo agradecería mucho," le dijo con sinceridad, "La verdad es que quiero que ese proceso termine lo antes posible…"
En esta ocasión, Marcellus había sido víctima de las circunstancias, aunque fuera culpable de otras cosas, de esta en particular no lo era, así que quería ya verla pasar.
Notó la fuerza con la que Violet se aferró a él aunque tenía buena razón, el barrio definitivamente no parecía ser el más seguro. Se sonrió al sentir el golpecito entonces.
"Ya, ya, todo está bien, no te preocupes," la calmó caminando como si nada, "Si se defenderme sin más que los puños, tranquila."
No se podía ser hijo de una Auror y no aprender, además de que su abuelo insistía en que tenía que saber defenderse físicamente, le estaba agradecido por ello, si bien Marcellus era una persona por lo general pacifica, si sabía dar pelea.
Se puso un poco más delante de Violet sin soltarla para estar entre ella y los recién llegados y asintió con la cabeza a para seguirles, hablando en voz baja hacía su amiga.
"Estoy contigo, Vee," le aseguró de nuevo y sonrió.
- Marcellus J. Lovecraft
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Re: No me dejes ir sola
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- Kael L. Lovecraft
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