Cuentas claras

Entre preguntas acusatorias, Billy había llegado hasta la sala de su departamento y le había estampado en la cara aquella publicación de chismes de BK que había estado rondando; mientras Nick jugaba videojuegos con Adam, otro alpha con el que había estado pasando mucho tiempo últimamente. Luego de cuarenta minutos, al fin el presidente de la fraternidad había optado por creerle a su amigo cuando este le aseguraba no tener idea de lo que se hablaba en dicho papel. Unas horas después, Nick salió del departamento de Snyder para dirigirse directamente al Cunning Fire Mall y hacerle una pequeña visita a Wilhelmina.
 
Dudaba que la chica hubiera dado esas declaraciones como si nada para una publicación escrita por quien sabe qué descerebrada, pero no perdía nada con ir directamente con ella y por qué no, preguntarle. Suberland creía que la relación que existía entre ellos era lo suficientemente buena como para poder preguntar esa clase de cosas sin mayores inconvenientes.
 
Llegó al Mall y se dirigió hasta el establecimiento del cual Mina era dueña. No tenía idea de si estaría ella presente a esas horas (ocho de la noche), pero era el primer sitio en donde se le ocurría buscar. El papel lo tenía guardado en el bolsillo derecho, y constantemente se llevaba la mano al interior del mismo mientras caminaba, abría la puerta, y se acercaba hasta el mostrador en donde en efecto, la épsilon se encontraba conversando con un par de chicas que acababan de comprar cupcakes. Se acercó y recargó un brazo, sonriente, sin interrumpir en lo absoluto hasta que el par de chicas al fin se alejaron.
 
-Hola guapa. ¿Así es como pasas tus vacaciones?, eres la perfecta imagen de una adicta al trabajo-
 
Bromeó con ella un poco y giró la vista mientras observó como un par de clientes que habían estado solo observando solían de la tienda. Fue hasta ese momento cuando Nick deslizó su mano hasta el interior de su bolsillo y sacó aquella publicación, sosteniéndola con un par de dedos por la orilla para que Mina identificara de qué se trataba.
 
-Me saltó el corazón en cuanto leí esto. Pero medije a mí mismo: "Nick, antes de ponerte como loco y hacer un oso por qué no vas y le preguntas". Y aquí estoy. Quien sabe, eres tan famosa que cualquiera podría inventar cualquier cosa de tí

La instauración del servicio exprés a domicilio había ayudado a que el negocio se mantuviera en lo alto a pesar de lo pormenores en materia de negocios que había causado el ataque muggle al mall. Pero como todo, la cosas ya iban pasando y la gente volvía a integrarse a sus labores usuales, incluyendo sus visitas al Cunning Fire, lo que significaba que ahora el negocio de cupcakes se beneficiaba doble: de lo presencial y del servicio a domicilio. Werther hasta la había felicitado por haberlo sacado a delante casi sin ayuda del culto, aunque de todos modos le habían depositado las cantidades de galeones prometidas.

Ese día se encontraba ocupada, pero estaba trabajando al frente, sirviendo y cobrando, solo por desestresarse de los números. Las chicas que trabajaban con ella y los elfos, hasta parecían animados de volver a tener la misma afluencia de clientela que antes, lo único que hacía falta era Harley, que ese día había estado como un globo que ya iba a reventar y Mina le había dicho que mejor se fuera a casa porque le preocupaba mucho y era sobreprotectora.

Cuando vio entrar a Nick le saltó el corazón, no por su guapura extrema, sino porque seguramente ya había leído la publicación con la dichosa entrevista esa donde en un ataque de pánico había dicho que iba a andar con él. Le sonrió como si nada y siguió platicando con las chicas que, por supuesto, también lo notaron llegar. Era un punto a favor, pues así podrían esparcir el chisme de que Nick iba por ella a la tienda o algo así. Cuando las despidió, inmediatamente dio la vuelta a la barra para salir de ella y saludarlo bien, parándose en la punta de sus pies y dándole un beso en la comisura del labio.

- Bueno, entre esto y algunas cuantas salidas, aunque no sé por qué no has sido tú el que ha salido conmigo…

Fue entonces cuando Nick sacó la dichosa publicación justo como ella se esperaba, pero se mantuvo tranquila y con la media sonrisa pegada a los labios. Lo tomó por la muñeca llevándose un dedo a los labios como indicándole que no podían hablar ahí y lo llevó a la trastienda. Una vez con la puerta cerrada se quitó el delantal y lo aventó por ahí, quedando solo con el vestido. Buscó su chaleco con la mirada pero no lo encontró.

-Yo di la entrevista y respondí esas cosas, quizá algunas se sacaron totalmente de contexto pero…no sé…¿en serio te saltó el corazón e ibas a ponerte como loco?

Era una manera de coquetear y alargar el tema a la vez. Estaba segura de que si Jesse viera la escena, la mataría, pero él también necesitaba entender que aquello era lo mejor. Además, ¿no había besado a la retrasada mental de Odette sin habérselo confesado? Tampoco era un santo, al menos ella lo hacía para salir de la mira Delta y mantener el status que había adquirido recién llegada a la universidad, esa imagen que se le daba bien ostentar y que le ayudaba a pasar a la boca del lobo sin las más mínimas sospechas.

ropita de Mini

-Dicen por ahí que no hay un solo fin de semana que Wilhelmina Schweinsteiger tenga libre. Aunque tienes razón, de aquí en adelante voy a dejar que seas tú la que me lo confirme
 
Aunque sonara como pretexto, en realidad lo que se decía de Mina al respecto era tal cual como lo decía Nick, entre otras cosas. La gente no paraba de alimentar la reputación de la que Miss BK se había hecho en tan poco tiempo, y esa reputación abarcaba tanto su agitada agenda como la cantidad de chicos con los que se había metido. A pesar de ser parte de aquello último, él sabía que en realidad no eran tantos como a la gente le gustaba decir, aunque presentía que Mina no tenía ningún problema con ello y ni siquiera se molestaba por desmentir nada. Se podía decir incluso que lo disfrutaba…
 
Se inclinó para saludarla de la forma adecuada y recibir aquel beso en la comisura de los labios que tanto lo inquietaba. No pudo evitar pensar que muy seguramente lo hacía siempre con esa intención, y tampoco era como si tuviera ganas de detenerla en ningún momento. Miró las facciones de su rostro para tratar de leer su primera reacción ante el pedazo de papel, encontrándose con una sonrisa encantadora que no podía más que hacerlo sonreír de vuelta.
 
Se encogió de hombros y dejó que lo jaloneara hasta la trastienda, en donde pudo echar un vistazo tanto al escote como a la longitud y textura de sus piernas al despojarse del delantal. Se recordó por enésima vez que la relación con ella no era más que la de un par de amigos, aunque a cada segundo que pasaba cerca de ella le era más complicado resistirse a cualquier indicio de coqueteo. Nick agradeció que esa noche no hubiera posibilidad de ningún tipo de luna.
 
-Sí, casi se me sale del puro impacto. ¿Totalmente de contexto?, te voy a citar: “Posiblemente me haga novia de Nick Suberland en las próximas dos semanas, estén atentos”. Llámame paranoico, pero no creo que esto se pueda sacar de contexto.
 
Le volvió a sonreír para mostrarle que ahí no existía conflicto alguno. Nick solamente necesitaba poner claras las cosas entre ellos, y necesitaba hacerlo tanto por su salud mental como por la del propio Bill. Él había pasado por un periodo de enamoramiento del que le había sido muy difícil salir, por lo que cualquier cosa que dijera Mina al respecto era digno de considerarse, mucho más si lo hacía para una publicación.
 
-No lo tomes a mal Mina, no te estoy reclamando nada ni mucho menos. Es solo que las cosas que tú digas tienen mucho impacto en mí y en otras personas. Hace unas horas el propio Bill me lanzó el papel directo en la cara, y ya te imaginarás cómo se puso durante cuarenta minutos. Lo que trato de decirte es que sí esto es un juego, al menos deberías avisarme. Sabes bien cuánto me gustas y…
 
No terminó la frase porque lo que seguía era “y lo fácil que sería para mí volver a ilusionarme contigo”. Así eran las cosas y simplemente no se lo podía negar a sí mismo. Nick era de la clase de personas que necesitaban consistencia, y era algo que siempre había tratado de llevar durante toda su vida. Luego de decirle aquello tomó un mechón de su cabello y lo jaló delicadamente, mordiéndose el labio fingiendo hacer un esfuerzo en aquel movimiento.

Así que dime. ¿Era en serio o... tramas alguna de tus alocados planes para hacerte todavía más popular?

No lo miraba mientras la citaba. En ese momento pensó que debió haber sido más cuidadosa con sus declaraciones en lugar de volverse loca y decir cualquier cosa. Aunque admitía que todo eso había quitado un poco de la mira que había besado como una demente necesitada a Jesse en su fiesta de inauguración del departamento. Alzó la vista solo para encontrarse con su sonrisa, que la calmó un poco, pero sentía que nada bueno iba a salir de lo que él dijese.

Lo escuchó atenta e hizo un gesto de desaprobación cuando dijo que Bill le había lanzado el papel a la cara y que se había puesto como loco un rato. Pasó saliva y dejó que su cerebro fuera a toda velocidad buscando soluciones. No quería arruinarlo todo, pero tenía que encontrar la manera de no quedar mal.  Sintió un vuelco en el estómago con aquello de “sabes bien cuánto me gustas”. No sentía nada por Nick, al menos no en ese sentido, pero siempre era agradable escuchar que le gustabas a un chico de ese calibre, y era como un placer visual poco sano verlo hacer esos gestos de coquetería, mirarlo a los ojos.  

Soltó una risilla con su última pregunta y se acercó a él para acomodarle innecesariamente el cuello de la camisa que llevaba puesta, solamente jugando con el cuello, las solapas y el primer botón.

-No sé, ¿qué te haría más feliz? A lo mejor era solo mi manera de pedirte que fueras mi novio porque no se me ocurría otra mejor luego de lo que pasó entre nosotros…o a lo mejor en verdad creo que es una gran estrategia de marketing besarte en público.

Dicho eso lo besó en la mejilla delicadamente, demorando el contacto de sus labios contra la piel. Que fuera tan endemoniadamente guapo le hacía las cosas más sencillas – o más complicadas, todo dependía de la perspectiva- pero no dejaba de pensar en Jesse y en lo poco de acuerdo que estaría con esa jugarreta, aunque al mismo tiempo imaginarlo celoso y enojado la ponía bastante.

-¿Estás saliendo con alguien ahora?

Le preguntó, soltando la tela de su camisa mientras le daba la espalda y caminaba hacia alguno de los estantes. De forma aleatoria se puso a inspeccionar una caja de chispas de colores.

-No me gustaría interponerme entre tú y alguna TPA descerebrada, antes que nada. Y por cierto, yo siempre fui muy clara con Bill, no sé por qué se comporta de ese modo...

Bueno sí, lo sabía, y seguramente se había escuchado un poco perra con esa afirmación, pero ¿qué podía hacer ella al respecto si de verdad le había puesto los punto sobre las íes al presidente Alpha desde el principio?

Dar esa clase de pasos en falso no era común en alguien como Nick. Históricamente, era y había sido el tipo de sujetos que había decidido despegarse sentimentalmente de cualquier chica que pasara por sus ojos o su cama; no solamente por la simple presión social que significaba ser un alpha, sino también por sus nulas ganas de descuidar su desempeño académico que tanto trabajo le había costado labrar en los últimos años. Sin embargo, aquella tendencia casi natural se había ido al demonio en el mismo instante en el que se había llevado a Mina a la cama. Se había sentido como un imbécil por pensar en ella cada noche a pesar de haber estado con ella una sola.
 
Y como no le sucedía con nadie más, comenzó a ponerse nervioso cuando Mina se acercaba de esa forma y comenzaba a juguetear con su ropa; y peor, cuando le hizo aquella pregunta con tan pocas buenas intenciones y cargada de ese cinismo que ya era muy característico de la chica. Levantó una mano para acariciar el dorso de la misma mano con la cual jugueteaba, y luego esbozó una sonrisa como si todo no fuera más que un juego, o más bien, como si entendiera que era precisamente eso lo que hacía Mina.
 
-¿Y qué te hace pensar que alguna de las dos me haría feliz?, pareces muy segura de que mataría por ese título-
 
Siguió sonriendo, jugando con la misma moneda, aunque a una parte de su interior se molestara que fuera tan arrogante como para hacer tal afirmación. O quizás lo que le molestaba era que Mina pudiera leerlo cual libro abierto.
 
-Se llama Monica. Me cae bien..
 
Al final no le quedó más que disfrutar de aquel beso y verla mientras se alejaba, sintiendo esa especie de hambre casi literal tan cercana a su condición de licántropo. En efecto, había una chica con ese nombre, con la que se había acostado hace apenas un par de días en su departamento; pero “salir con ella” era la cosa más lejana que podía describir aquella relación. Basicamente conocía su nombre solo porque también era una estudiante de Bassett Knapp, y nada más. Caminó hasta un estante donde había un montón de frascos con ingredientes y tomó uno en particular cuyo letrero decía “tarmica”, ingrediente del cuál Nick no tenía ni la más remota idea a pesar de sus conocimientos en herbología o pociones.
 
-¿Qué es esto? No me digas que experimentas con cosas raras en tus cupcakes. Tendré que tomar mis precauciones de aquí en adelante-
 
Desvió la atención con eso luego de que preguntara aquello último, siguió observando los frascos e ingredientes hasta que por fin se dio la vuelta y se acercó a ella. Comenzaba a inquietarse, sobre todo porque temía que la chica comenzara a querer tomar ventaja de su posición respecto a lo que sabía que despertaba en él. Y ni siquiera sabía el por qué querría tomar ventaja de nada, porque se suponía que habían acordado ser amigos.
 
-No es TPA, acaba de entrar a la universidad. Y lo sé, él mismo lo sabe… pero no es sencillo para alguien como Bill estar en su posición, y de cualquier forma no creo que sea buena idea que te esté diciendo esto. Mina …- se acercó a ella y se recargó a su lado, tomó la caja de chispas y tomó un puño para metérselas a la boca, como si con eso le estuviera quitando un poco de hierro al asunto, aunque en realidad no lo tuviera tanto -¿De verdad lo contemplas? ¿O solo dijiste eso para salir del apuro?

Parecía tremendamente fácil caer en la tentación, y se le ocurrían un montón de maneras de ponerlo en jaque para callarle la boca por ese tono altivo que parecía usar con ella, como si quisiera jugar su juego, que iban desde darle un beso inocente hasta preguntarle si estaría dispuesto a mandar a la tal Monica al diablo en público con tal de follar en ese mismo instante sobre la mesa donde hacía las cuentas. Y era tan endiabladamente guapo que le costaba de verdad no irse por alguna de las múltiples opciones que se le pasaban por la cabeza.

Lo miró mientras caminaba y husmeaba entre las cosas que había en la trastienda. Calentura aparte, Mina sabía en su corazón que quizá con Nick habría tenido una relación bastante buena, que quizá había dejado ir estúpidamente esa oportunidad, pero tampoco se arrepentía de nada por los resultados.

-Nunca lo sabrás. Y tampoco sabrás cuáles son los cupcakes que llevan ingredientes innombrables.

Bromeó con él justo antes de escuchar aquello sobre Bill. Bajó la mirada. No sabía como expresar que aunque quería mucho al rubio, tampoco era como si no pudiera conciliar el sueño por saber de algún modo que le hacía daño.

-Mira…me gustaría decir que de verdad lo contemplo. Pero creo que no estoy lista para salir con nadie todavía. Mira, lo intenté con Marcellus y no resultó, casi vuelvo con Jesse y no resultó. Y entre tú y yo…una estupidez arruinó todo. Simplemente quizá no soy materia de relaciones. Pero pensé que solo diciendo que serías mi novio podría mantener a los lobos alejados.

Soltó una risa porque se dio cuenta de que la palabra “lobos” lo describía directamente. Puso los ojos en blanco y una mano sobre el hombro de Nick.

-Nadie se mete con el macho alpha de la manada.  Pero supongo que no querrías dejar a tu nueva novia Monica para andar de la mano conmigo y darme besos inocentes enfrente de la gente, ¿verdad?

Al final optó por ser lo más honesta que podía ser dadas las circunstancias.

Le costaba mucho trabajo mantener las distancias, sobre todo por aquellas miradas que Mina le lanzaba y que no podía evitar interpretar como un intento de inquietarlo. Sabía que la coquetería de la chica era algo que le salía por cada uno de sus poros de manera casi inconsciente; pero por más que intentara, no podía dejar de recordarla desnuda en su cama, pegada a su cuerpo y gimiendo ante cada uno de sus ataques.
 
Asintió un par de veces sonriendo, mientras le decía la razón del por qué no estaba lista para un hipotético intento de ser algo más que amigos. Parte de él la odiaba por ello, pero había otra gran parte de su interior que pensaba que realmente era lo mejor. Soltó una risa junto con ella tras aquello de los lobos ante la obvia conexión con sus condiciones.
 
-Bueno, podrías haberlo dicho desde el principio. ¿Sabes cuántas veces me lo han preguntado en el transcurso de este día?, menos mal que he sido bastante misterioso…
 
Aquello de alejar a los lobos, por alguna razón, no sonaba tan convincente a pesar de que la convicción de Mina al decirlo parecía lo suficiente como para engañar a cualquiera. Nick en particular siempre había creído que Mina no era de la clase de chicas que tuviera algún problema con la sobre-atención de los hombres, e incluso se podía decir que hasta la disfrutaba.
 
-Para serte honesto, lo de Mónica no es del todo cierto. La verdad es que solo hemos salido una vez, y la verdad no es precisamente la clase de chica que buscaría para una relación-
 
Le guiñó un ojo antes de separarse de la mesa, acercarse a ella y tomarla de los hombros para buscar su mirada. Debía haber otra razón por la cual quería fingir ante el mundo que salían juntos, pero si no se lo había dicho en primer lugar, era seguramente porque simplemente no quería, o algo se lo impedía. Tal y como había prometido desde hace ya un tiempo, Nick trataría de ser su amigo y ayudarle en lo que pudiera.
 
-No tienes que decírmelo en realidad. Voy a seguir el juego, y le voy a decir a todo el mundo que eres mi chica, y caminaremos por el campus de la mano para que así lo crea todo dios. No es por nada, pero somos tan buena pareja que todo el mundo va a estar encantado con ello-
 
Acortó las distancias y le dio un beso pausado en la mejilla, para luego soltarla y alejarse de nuevo un poco, tonteando con los utensilios que había en aquel lugar. Pensando en su propio beneficio, ser el novio de Miss BK te subía muchos puntos, y muy probablemente hasta los mismos profesores estarían encantadísimos con la idea. En lo único que tenía que pensar era el cómo iba a lidiar con Billy.
 
.Ah, pero te advierto que soy muy demandante. Vas a tener que acompañarme a cada una de las fiestas de cualquier índole. Y cuidadito con que coquetees con otro sujeto en mi presencia, melo voy a tomar muy en serio.-

Sonrió divertida, porque no creía eso de que se lo hubieran preguntado tantas veces. Como fuera, se sentía mejor haberle dicho la verdad que juguetear con él a sus anchas para luego sentirse culpable. Por más escandalosamente guapo que Nick fuera, había asumido un compromiso y no quería volver a arruinar las cosas.  No importaba cuanto su cuerpo la impulsara a hacer estupideces, lo que sentía por Jesse le podía más. Sonrió también porque Nick dijera la verdad sobre la tal Monica, aunque la sonrisa fue más por ese guiño encantador. Nick era un extraordinario partido, le sorprendía que las niñas no fueran más dedicadas en ganárselo como novio, como todas unas conformistas.

Se puso ligeramente nerviosa cuando la tomó de los hombros, pero le mantuvo la mirada. No le iba a decir por nada del mundo cuál era la verdadera razón para llevar a cabo esa relación de chocolate. Al final se sintió complacida y tranquila a los mismos niveles de que le diera esa respuesta. Le rodeó el cuello con los brazos y lo besó en la mejilla, justo después de recibir su beso y antes de que la soltara.

-Sí que lo somos, ¿verdad?

Le dijo con un tono casi melancólico antes de verlo alejarse. Si lo pensaba más detenidamente, aquello tenía más beneficios sociales que solo mantenerla fuera del radar como posible pareja de Jesse.

-Por supuesto que te acompañaré a donde quieras. Pero tú también a mi. Y no, no coquetearé con nadie, de hecho ni siquiera estaré con nadie. Te seré fiel. Y tú también tienes que serlo, porque yo también me lo voy a tomar muy en serio.

Quizá estaba siendo injusta, en algún momento Nick tendría necesidades, ¿y entonces? A ella no le iba a parecer que ninguna zorra pensara que había logrado que cuernearan a Miss BK, no iba a pasar por eso otra vez. Pero por otro lado, ella no iba a poder acostarse con Nick, a menos que contara con la bendición de Jesse…ja.

-Solo serán unos meses, lo prometo…luego podrás hacer de tu vida un papalote. O quizá hasta las próximas elecciones de Miss BK, quiero duplicar la victoria. ¿Tienes condiciones para este trato?

Sí que lo eran, de ello no había tenido la menor duda desde el instante en el que la había visto cruzar la entrada de Bassett Knapp, y hasta había muchas personas que se lo habían dicho varias veces. Nick sintió un breve sentimiento nostálgico justo cuando Mina lo reiteraba, y es que decidir ser su amigo así como así no era tan sencillo como él mismo se lo había impuesto meses atrás. Terminó por sonreírle y juguetear un poco con su cabello mientras escuchaba sus condiciones.
 
-Para mí va a ser muy muy sencillo serte fiel. Ir por ahí de la mano contigo es como comprar un boleto para el mundo VIP de todo Miami. ¿Quién necesita algo más?-
 
Ni siquiera pensaba en las necesidades que como hombre podía tener. No es que no le interesara, pero ¿cuánto tiempo iba a durar esa farsa?, el alpha creía ser capaz de aguantar un tiempo sin esa clase de contacto, o quizás ni siquiera estaba consciente de que aquello se podía extender más allá de lo que cualquiera podía soportar al lado de Mina Schweinsteiger. Por suerte, fue ella misma quien dio un aproximado de… ¿meses? ¿Por qué quería fingir tener un novio falso por meses?.
 
-Te refieres a más de… ¿dos meses? No, discúlpame, está bien, no tengo ningún problema, puedo esperar lo que sea porque ¿sabes qué? Tú y yo podemos hacer un muy buen equipo, y además te lo debo por ser tan imbécil hace tiempo-
 
Nick se reincorporó y fingió escupir sobre la palma de su mano, extendiéndola hacia Mina para estrechar la suya con una sonrisa en los labios. No tenía ninguna condición aparte de lo que ya habían mencionado, aunque eso sí, tal vez exigiría que la chica tuviera un poco más de confianza en él y fuera abriéndose un poco. Mina siempre había sido muy reservada, pero si querían ser amigos, necesitaban entonces romper ciertas barreras. Por supuesto, el licántropo jamás sería capaz de imaginar las cosas en las que Mina estaba metida, cosas que rebasaban por completo las expectativas de cualquiera.
 
-¿Al menos me vas a decir cuál es el asunto con Jesse Crawford? No es que quiera meterme en lo que no me importa, pero preferiría saber si tengo que cuidarme las espaldas. Tú mejor que nadie sabe que tu ex- esposo tiende a actuar como un maldito psicópata cuando se trata de ti-

No se había dado cuenta que quizá fingir por más de dos meses sin tener nada de nada en el terreno físico era mucho más complicado para un hombre que para una mujer. Y en realidad tampoco estaba considerando quedarse sin nada, ella tenía a Jesse, pero para Nick…
 
Se mordió el labio inferior y lo miró como si estuviera apenada justo antes de que él dijera que se lo debía por ser tan imbécil hace tiempo. Mina negó con la cabeza. Ella también se había comportado como una tonta y no había sabido manejar lo que había empezado a sentir por el licántropo y las muchas posibilidades que se habían abierto con él.
 
Se rió por el acto de escupirse en la mano, pero al ver que fingía le quiso dar una lección y ella sí se escupió en la palma de la mano antes de estrechar la de Nick, babeándolo todo y haciéndole un mohín juguetón.
 
-Oye, no se hacen tratos de saliva falsos conmigo.
 
Se limpió los restos de la baba en su vestido justo cuando Nick preguntaba el asunto peligroso. Fingiendo perfectamente, le puso cara de que estaba loco.
 
-No hay ningún asunto con él. Desde que salí con Marcellus Lovecraft nuestro trato es meramente cordial, casi lo arruina. Pero…no hay nada entre nosotros en realidad. Si acaso de vez en cuando podemos tratarnos como amigos. No tienes que temer de que sea un psicópata, ni cuidar tus espaldas, al menos no de él.
 
Le guiñó el ojo y le dio un par de palmadas en el brazo antes de besar su mejilla.
 
   
-Hay una fiesta más tarde, en casa de Sandra, la de TPA, ¿quieres venir? No pensaba ir pero si vas conmigo la perspectiva cambia.

Más les valía que empezaran a verse más seguido.

Hizo una mueca de auténtico asco, pero con una gran sonrisa en los labios cuando Mina, a diferencia de él, escupía verdaderamente sobre su mano para luego darle un fuerte y viscoso apretón. Aquel gesto no podía más que causarle gracia, y le siguió el juego poniendo la misma cara que haría si se tratase de un juramento inquebrantable.
 
-Discúlpame, olvidaba que eres una chica de palabra. Pero esto significa que ya no te puedes echar para atrás, y que tengo vía libre para presumirte con quien se me de la gana-
 
Salvo Bill, y quizás Lucian, el resto de sus compañeros de fraternidad no harían más que felicitarlo por la simple idea de ligarse de manera “oficial” a la aun Miss BK. No es que estuviera bien mentirle a medio mundo, pero ¿A quién le podía afectar realmente? No estaba haciendo más que ayudar a una amiga, como cualquier otro haría.
 
Y mientras pensaba en eso, una pequeña parte de sí mismo le advirtió lo mal que todo el asunto podía resultarle a él mismo a mediano plazo. Fue como una punzaba en el subconsciente, una que Nick ignoraría en pos de no complicarse las cosas en algo que creía que ya estaba zanjado.
 
-¿En serio?, tenía la eseranza de tener que defenderme de Crawford, como en los viejos tiempos. ¿Te acuerdas de cuando era amigo de Bill? Nos partimos la cara un par de veces…-
 
Le guiñó el ojo de vuelta, respondiendo al beso en la mejilla inclinándose hacia ella y acariciando levemente su hombro derecho, en una acción-reflejo de ver su piel desnuda a tan poca distancia.
 
-¡Pero claro!, entre más pronto le quede claro a todos que eres ahora mi chica, mucho mejor. Tal vez sea un poco incómodo porque Sandra Lenningham creyó que quería salir con ella cuando en realidad solo le hice la plática por presión social y por culpa de Bill. ¿Quieres que te ayude a cerrar o todavía llegan clientes a estas horas?-