Fiesta, sorpresa!
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Fiesta, sorpresa!
Era una ridiculez que precisamente él estuviera haciendo aquello. Ni siquiera tenía tiempo para vivir pero así se habían dado las cosas, tenía que demostrarle de alguna manera a Jesse Crawford que estaba agradecido por salvarle la vida a Marcellus hacia meses atrás, un suceso que si bien le importaba ahora estaba comprometiéndolo a eso. Afortunadamente no estuvo solo pues con sus contactos y pidiéndole de favor a Violeta que le dijera a Madison y a los otros mugrientos de la fraternidad Delta que le ayudaran, todos parecieron cooperar con la grandiosa idea de una fiesta sorpresa para el presidente quién los había llevado a ostentar el segundo lugar en notas académicas justo después de las Epsilon.
Adrien estaba parado en una de las puertas del lugar viendo casi con desdén los alrededores. Esa fraternidad le parecía insulsa y sin un sentido verdadero de existir, los rezagados, aquellos que no fueron material para ninguna otra de las fraternidades, los simples y sin futuro. Así era como se presentaban hasta antes de que Jesse Crawford tomara la presidencia. Adrien observaba el reloj que tenía en su muñeca mientras una joven, al parecer la prima o algo de Crawford preparaba bebidas y cantidades ridículas de alcohol. Otros le miraban haciendo comentarios poco agradables, un Nu en aquel lugar y siendo él no era la mejor de la ideas que a alguien se le hubieran ocurrido en cualquier momento.
Esta haciéndose tarde, ¿seguro que vendrá? Quiero largarme de este lugar – Le dijo a Madison y Dianne, una épsilon también amiga de Violeta que se les había prácticamente pegado al saber del evento social, Adrien las observaba a través de sus gafas de pasta gruesa las cuales acomodaba como cualquier sabelotodo. Aun seguía sin creer que hubiera sido él quién estuviera organizando todo eso.
Adrien estaba parado en una de las puertas del lugar viendo casi con desdén los alrededores. Esa fraternidad le parecía insulsa y sin un sentido verdadero de existir, los rezagados, aquellos que no fueron material para ninguna otra de las fraternidades, los simples y sin futuro. Así era como se presentaban hasta antes de que Jesse Crawford tomara la presidencia. Adrien observaba el reloj que tenía en su muñeca mientras una joven, al parecer la prima o algo de Crawford preparaba bebidas y cantidades ridículas de alcohol. Otros le miraban haciendo comentarios poco agradables, un Nu en aquel lugar y siendo él no era la mejor de la ideas que a alguien se le hubieran ocurrido en cualquier momento.
Esta haciéndose tarde, ¿seguro que vendrá? Quiero largarme de este lugar – Le dijo a Madison y Dianne, una épsilon también amiga de Violeta que se les había prácticamente pegado al saber del evento social, Adrien las observaba a través de sus gafas de pasta gruesa las cuales acomodaba como cualquier sabelotodo. Aun seguía sin creer que hubiera sido él quién estuviera organizando todo eso.
- Adrien Morgan
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Re: Fiesta, sorpresa!
Le había parecido rarísimo que Adrien Morgan quisiera organizarle una fiesta a Jesse por su cumpleaños. Bettina ni si quiera se acordaba bien qué día era pero seguro no se había equivocado. Eso sí, aunque planeaba una fiesta en Delta a pesar de que aún eran vacaciones, solamente iba a ser algo de la fraternidad, con alcohol al por mayor y tal, pero nada más. En cambio, ahora la fiesta era grande, se había invitado a mucha -quizá demasiada- gente y ella había terminado más involucrada de lo que había pensado en un principio.
Pero Jesse era su primo y lo quería mucho. Además, Bettina sabía que estaban a punto de entrar a una etapa complicada y quizá, dentro de un tiempo, no iban a poder celebrar cumpleaños como dioses mandaban, la vida iba a cambiar y estaba consciente de eso, con todo y la enorme cantidad de drogas que se metía.
Había invitado también a gente externa de la universidad, aunque eso había sido solamente para que Zlatan fuera, aunque seguramente Madison también le había avisado. No se hacía ilusiones pero le gustaba verlo y quería al menos hablar un ratito con él sobre su nuevo estilo de vida.
Luego de preparar las bebidas y de asegurarse de que hubiera alcohol suficiente para horas de diversión, se llevó una pastilla a la boca y bebió un trago de vodka mientras el organizador estrella ponía su cara de asco. Iba a acercarse solo por molestar primero, pero después lo hizo porque Jesse le mandaba un mensaje al celular que decía: "Cómo molestas, ya voy para allá."
Se acercó con el teléfono en alto y le enseñó la pantalla a Adrien.
-Que ya viene. ¿Vamos a gritar sorpresa o una ridiculez así? Quizá se aparezca directamente en el centro de la sala.
____
así se ve =3
Pero Jesse era su primo y lo quería mucho. Además, Bettina sabía que estaban a punto de entrar a una etapa complicada y quizá, dentro de un tiempo, no iban a poder celebrar cumpleaños como dioses mandaban, la vida iba a cambiar y estaba consciente de eso, con todo y la enorme cantidad de drogas que se metía.
Había invitado también a gente externa de la universidad, aunque eso había sido solamente para que Zlatan fuera, aunque seguramente Madison también le había avisado. No se hacía ilusiones pero le gustaba verlo y quería al menos hablar un ratito con él sobre su nuevo estilo de vida.
Luego de preparar las bebidas y de asegurarse de que hubiera alcohol suficiente para horas de diversión, se llevó una pastilla a la boca y bebió un trago de vodka mientras el organizador estrella ponía su cara de asco. Iba a acercarse solo por molestar primero, pero después lo hizo porque Jesse le mandaba un mensaje al celular que decía: "Cómo molestas, ya voy para allá."
Se acercó con el teléfono en alto y le enseñó la pantalla a Adrien.
-Que ya viene. ¿Vamos a gritar sorpresa o una ridiculez así? Quizá se aparezca directamente en el centro de la sala.
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- Bettina Crawford
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Re: Fiesta, sorpresa!
No tenía idea de porque alguien como Adrien Morgan quería hacerle una fiesta sorpresa a Jesse por su cumpleaños pero no perdió demasiado tiempo en analizarlo. El dato debía ser cierto si venía de boca de un familiar, o eso creía. No le molesto cooperar con sus compañeros porque adoraba las fiestas y a la vez era un buen motivo para también reconocer el esfuerzo del presidente ese semestre al hacer que la fraternidad empiece a levantarse segun lo acordado.
Era algo que surgía en conjunto pero había tenía mucho que ver. Todo era parte de algo mayor, eso estaba claro, y aun en la última semana libre de clases eso no se olvidaba ▬Bueno, hay tienes a su horrorosa prima diciendo que está en camino… como la detesto▬ lo ultimo lo susurro a Dianne que estaba a su lado, la cual estuvo presente desde el inicio haciéndole compañía. Le contaba muchas cosas y el tema de la alergia que le provocaba cierta persona no era la excepción. Por algo eran amigas y apreciaba mucho su punto de vista en todo.
De los Delta, Bett era la única con la que aun tenía problemas por el tema del medio croata, al cual vería tal vez aquella noche si iba a la fiesta, solo que no sabía si eso seria una buena idea teniendo en cuenta las cosas que habían pasado y ese complejo de caballero que tenía en ir ayudando a las borrachas. Igual le había enviado un mensaje como a muchos otros avisandoles, aun cuando algunos no eran precisamente muy cercanos al celebrado, pero vamos, era una fiesta..
▬Por cierto Adrien, me han preguntado porque es que de pronto un Nu como tú quiso hacer esto. Entre bromas han comentado que se podría deber a tus gustos recientemente rebelados por Lady A▬ solto con ligeresa mirando alrededor y aunque no le gusto reconocerlo también pensaba como era que iban a sorprender a Crawford. Imaginar que Mina llegase de pronto con alguien más la incitaba a sonreirse de pura malicia, sobre todo si ese era con quien la vinculaban recientemente. ▬Cuando aparezca que alguien lo felicite por todos y ya, continuamos▬ y bebió . Presentía que lo iba a necesitar. Se veía fabulosa pero comenzaba a sentir que poco se notaría.
Maddie's in the house
Era algo que surgía en conjunto pero había tenía mucho que ver. Todo era parte de algo mayor, eso estaba claro, y aun en la última semana libre de clases eso no se olvidaba ▬Bueno, hay tienes a su horrorosa prima diciendo que está en camino… como la detesto▬ lo ultimo lo susurro a Dianne que estaba a su lado, la cual estuvo presente desde el inicio haciéndole compañía. Le contaba muchas cosas y el tema de la alergia que le provocaba cierta persona no era la excepción. Por algo eran amigas y apreciaba mucho su punto de vista en todo.
De los Delta, Bett era la única con la que aun tenía problemas por el tema del medio croata, al cual vería tal vez aquella noche si iba a la fiesta, solo que no sabía si eso seria una buena idea teniendo en cuenta las cosas que habían pasado y ese complejo de caballero que tenía en ir ayudando a las borrachas. Igual le había enviado un mensaje como a muchos otros avisandoles, aun cuando algunos no eran precisamente muy cercanos al celebrado, pero vamos, era una fiesta..
▬Por cierto Adrien, me han preguntado porque es que de pronto un Nu como tú quiso hacer esto. Entre bromas han comentado que se podría deber a tus gustos recientemente rebelados por Lady A▬ solto con ligeresa mirando alrededor y aunque no le gusto reconocerlo también pensaba como era que iban a sorprender a Crawford. Imaginar que Mina llegase de pronto con alguien más la incitaba a sonreirse de pura malicia, sobre todo si ese era con quien la vinculaban recientemente. ▬Cuando aparezca que alguien lo felicite por todos y ya, continuamos▬ y bebió . Presentía que lo iba a necesitar. Se veía fabulosa pero comenzaba a sentir que poco se notaría.
Maddie's in the house
Última edición por Madison Merteuil el Jue 7 Ago - 14:57, editado 1 vez
- Madison Merteuil
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Re: Fiesta, sorpresa!
Que complicada que era su vida social. Odiar a alguien pero aparentar que le parecía simpático parecía tan cotidiano que a veces se cansaba de tanta hipocresía. De a momentos se cuestionaba sus decisiones de vida. Después se encontraba moviendo la varita, decorando una fraternidad a la que ni pertenecía, ayudando en la organización de un evento y se sentía como una Theta. Se le olvidaba todo al estar en una fiesta. Y claro, se le hacía particularmente fácil pretender que llevaba un obliviate temporal y no detestar a Jesse cuando todo apuntaba a que Mina estaba más que interesada en Nick Suberland.
Clayton se encontraba rodeada en su mayoría por Deltas. Los DIY no tenían la mejor reputación y la rubia no solía juntarse con muchos de ellos. Sin embargo habían sorprendido a todos al subir sus calificaciones radicalmente, aplastando el promedio de los intelectuales Nu. Dianne miró a Adrien de reojo. El chico estaba completamente fuera de lugar y se notaba. Entendía perfectamente por qué se sentía tan incomodo allí. La situación de ella probablemente seria muy similar de no ser porque la ayudaba infinitamente la presencia de Madison. La chica era la Delta con la que más congeniaba. Cursaba la misma carrera que ella y Dianne la adoraba completamente. Morgan se dirigió a ellas y Bettina Crawford respondió por ambas. La semiveela reprimió una risa por el comentario de Maddie y solo sonrió a medias. Así que el presidente ya estaba por llegar. La chica del cabello colorido había sido quien le había informado a Adrien que era el cumpleaños de su primo. Dianne se les había unido, en parte porque seguía su papel de amiga. En parte porque estaba muy satisfecha con todo lo que había logrado a través de los artículos que había escrito como Lady Alphrem.
Una de esas cosas había sido sacar a Morgan del closet como bisexual, como bien estaba señalando una de sus mejores amigas. La rubia se acercó un poco más al sabelotodo. –Adrien… Deberías quedarte, no organizaste todo esto solo para irte. Viene Marcel, ¿No?-Movió su varita acercando un par de tragos y tomó uno de ellos dejando el otro a disposición del moreno. Quizás hasta ese día no había interactuado demasiado con Morgan. Pero quería conocerlo. Sobre todo porque Marcellus Lovecraft era un amigo suyo desde Beauxbatons y estaba muy interesada en la relación que llevaba el par. Lo normal en una cotilla como ella. Y como en realidad lo que le parecía ridículo era organizar una fiesta sorpresa y no decir nada estuvo de acuerdo con Maddie al instante, oponiéndose a Bettina. -Hay que soltar un "Feliz cumpleaños" comunal.
I solemnly swear Im up to no good
Clayton se encontraba rodeada en su mayoría por Deltas. Los DIY no tenían la mejor reputación y la rubia no solía juntarse con muchos de ellos. Sin embargo habían sorprendido a todos al subir sus calificaciones radicalmente, aplastando el promedio de los intelectuales Nu. Dianne miró a Adrien de reojo. El chico estaba completamente fuera de lugar y se notaba. Entendía perfectamente por qué se sentía tan incomodo allí. La situación de ella probablemente seria muy similar de no ser porque la ayudaba infinitamente la presencia de Madison. La chica era la Delta con la que más congeniaba. Cursaba la misma carrera que ella y Dianne la adoraba completamente. Morgan se dirigió a ellas y Bettina Crawford respondió por ambas. La semiveela reprimió una risa por el comentario de Maddie y solo sonrió a medias. Así que el presidente ya estaba por llegar. La chica del cabello colorido había sido quien le había informado a Adrien que era el cumpleaños de su primo. Dianne se les había unido, en parte porque seguía su papel de amiga. En parte porque estaba muy satisfecha con todo lo que había logrado a través de los artículos que había escrito como Lady Alphrem.
Una de esas cosas había sido sacar a Morgan del closet como bisexual, como bien estaba señalando una de sus mejores amigas. La rubia se acercó un poco más al sabelotodo. –Adrien… Deberías quedarte, no organizaste todo esto solo para irte. Viene Marcel, ¿No?-Movió su varita acercando un par de tragos y tomó uno de ellos dejando el otro a disposición del moreno. Quizás hasta ese día no había interactuado demasiado con Morgan. Pero quería conocerlo. Sobre todo porque Marcellus Lovecraft era un amigo suyo desde Beauxbatons y estaba muy interesada en la relación que llevaba el par. Lo normal en una cotilla como ella. Y como en realidad lo que le parecía ridículo era organizar una fiesta sorpresa y no decir nada estuvo de acuerdo con Maddie al instante, oponiéndose a Bettina. -Hay que soltar un "Feliz cumpleaños" comunal.
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- Dianne Clayton
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Re: Fiesta, sorpresa!
Los planes para la fraternidad y la revolución avanzaban bastante rápido, incluso más de lo que yo mismo me había podido imaginar en un principio. Confeccionar el lugar en el que nos asentaríamos había sido un arduo trabajo que entre Fitz y yo nos habíamos encargado durante los últimos días. Tan concentrados habíamos estado en ello, que honestamente había perdido la noción del tiempo, y de que efectivamente, aquel día era mi cumpleaños.
Siendo mi padre el único familiar cercano que había tenido durante mi infancia, los cumpleaños en realidad habían pasado más o menos desapercibidos durante aquellos años. El viejo Syd en realidad jamás había sido demasiado detallista, y siempre se había conformado con mandarme un libro que suponía, me tendría que ayudar a formar el carácter o alguna mierda similar. Recordaba que siempre incluía alguna cita estúpida en la última página, algo que seguramente el entendía como el mejor regalo que podía dar, y que yo más bien consideraba como un pedazo de basura.
Pero no siempre había sido así de triste la cosa. A partir de Salem, de conocer a Mini y de aquellas viejas amistades, me la había pasado festejando durante los siguientes años de mil y un maneras, como si buscara con ello desquitar los once años de tonterías que había vivido con Syd.
Recibí el mensaje de Bettina y le respondí de forma seca desde el móvil, mientras ultimaba unos detalles respecto a traer unos productos desde los almacenes hasta el Feral Bar. Al terminar, me aparecí directamente en el campus sin tener la menor idea de para qué diablos me quería ver mi prima en la fraternidad si aún no iniciaban las clases. Aparecí en frente del edificio en donde según el sonido, había más de una persona en el interior. Me pregunté por un instante si la propia Bettina o tal vez Fitz habrían organizado alguna reunión de urgencia o similar.
Use mi llave para abrir el sitio, encontrándome casi en la entrada con personas que definitivamente no eran Delta, como por ejemplo Adrien y Dianne; y en una cantidad digna de… una fiesta. Fue hasta ver la tonta cara de Bettina hasta que caí en cuenta que en efecto, ese puto día debía haber estado festejando mi cumpleaños desde bien temprano. Maldita fuera mi memoria.
Siendo mi padre el único familiar cercano que había tenido durante mi infancia, los cumpleaños en realidad habían pasado más o menos desapercibidos durante aquellos años. El viejo Syd en realidad jamás había sido demasiado detallista, y siempre se había conformado con mandarme un libro que suponía, me tendría que ayudar a formar el carácter o alguna mierda similar. Recordaba que siempre incluía alguna cita estúpida en la última página, algo que seguramente el entendía como el mejor regalo que podía dar, y que yo más bien consideraba como un pedazo de basura.
Pero no siempre había sido así de triste la cosa. A partir de Salem, de conocer a Mini y de aquellas viejas amistades, me la había pasado festejando durante los siguientes años de mil y un maneras, como si buscara con ello desquitar los once años de tonterías que había vivido con Syd.
Recibí el mensaje de Bettina y le respondí de forma seca desde el móvil, mientras ultimaba unos detalles respecto a traer unos productos desde los almacenes hasta el Feral Bar. Al terminar, me aparecí directamente en el campus sin tener la menor idea de para qué diablos me quería ver mi prima en la fraternidad si aún no iniciaban las clases. Aparecí en frente del edificio en donde según el sonido, había más de una persona en el interior. Me pregunté por un instante si la propia Bettina o tal vez Fitz habrían organizado alguna reunión de urgencia o similar.
Use mi llave para abrir el sitio, encontrándome casi en la entrada con personas que definitivamente no eran Delta, como por ejemplo Adrien y Dianne; y en una cantidad digna de… una fiesta. Fue hasta ver la tonta cara de Bettina hasta que caí en cuenta que en efecto, ese puto día debía haber estado festejando mi cumpleaños desde bien temprano. Maldita fuera mi memoria.
- Jesse Crawford
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Re: Fiesta, sorpresa!
Yo era uno de esos que veía a Adrien como si fuera un bicho raro. No me acababa de creer que se hubiera ofrecido a organizar la fiesta de Jesse así nada más, pero como Bettina había ayudado me había tenido que tragar todos mis comentarios para no hacerla enojar. Solo que me resultaba raro que fuera anfitrión y tuviera esa cara de que alguien le había metido un palo en el culo a la fuerza. También me molestaba la actitud de Madison resguardándose con sus amigos de siempre en vez de mostrar un poco más de compañerismo con los delta que estábamos ahí, no conmigo precisamente porque nunca era la mejor compañía para nadie, sino al menos con los otros.
No estaba seguro de que Jesse si quiera se acordara de su cumpleaños, había estado trabajado duro últimamente y parecía que su menor preocupación era emborracharse, tenía que admitir que se estaba tomando todo muy en serio y eso me daba ánimos a mi, me hacía sentir que no estábamos sólo jugando. Pero Bettina no me había permitido a mi perder el sentido de la fecha que era.
Me acerqué a Bettina y con un sentido de la confianza que tenía solo con las chicas que habían tenido algo serio que ver conmigo, la rodeé con un brazo para alejarla de esa gente mientras le daba un vaso rojo con un poco de whisky. No le diría que estaba esperando que Nicole se apareciera para no sacar a relucir viejas peleas del pasado. Justo iba a iniciar conversación con ella cuando apareció Jese abriendo la puerta como la gente. No me esperé a si alguien había preparado un grito de sorpresa ni nada, le hice un gesto a Bettina y al resto de los Delta y fui el primero en acercarme a darle a mi casi hermano un abrazo de cumpleaños.
No tenía regalo para él porque no me había dado tiempo de comprarle nada, pero más tarde le preguntaría si quería que contactara a alguna de sus viejas aventuras para entretenerlo, o si tenía que convencer a alguna de las hermanas Delta para que pusieran de su parte. -Feliz cumpleaños, un diezmo de parte de Nu Delta Pi.-señalé con la cabeza a Adrien Morgan.
No estaba seguro de que Jesse si quiera se acordara de su cumpleaños, había estado trabajado duro últimamente y parecía que su menor preocupación era emborracharse, tenía que admitir que se estaba tomando todo muy en serio y eso me daba ánimos a mi, me hacía sentir que no estábamos sólo jugando. Pero Bettina no me había permitido a mi perder el sentido de la fecha que era.
Me acerqué a Bettina y con un sentido de la confianza que tenía solo con las chicas que habían tenido algo serio que ver conmigo, la rodeé con un brazo para alejarla de esa gente mientras le daba un vaso rojo con un poco de whisky. No le diría que estaba esperando que Nicole se apareciera para no sacar a relucir viejas peleas del pasado. Justo iba a iniciar conversación con ella cuando apareció Jese abriendo la puerta como la gente. No me esperé a si alguien había preparado un grito de sorpresa ni nada, le hice un gesto a Bettina y al resto de los Delta y fui el primero en acercarme a darle a mi casi hermano un abrazo de cumpleaños.
No tenía regalo para él porque no me había dado tiempo de comprarle nada, pero más tarde le preguntaría si quería que contactara a alguna de sus viejas aventuras para entretenerlo, o si tenía que convencer a alguna de las hermanas Delta para que pusieran de su parte. -Feliz cumpleaños, un diezmo de parte de Nu Delta Pi.-señalé con la cabeza a Adrien Morgan.
- Edmund Fitzgerald
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Re: Fiesta, sorpresa!
No estaba haciendo aquella fiesta precisamente porque Jesse fuera alguien de su agrado. Sí, había salvado a Marcellus, pero sus verdaderas intenciones estaban más allá que simplemente darle las gracias por salvarlo, por supuesto que todo venia con altas y bajas, entre las cuales aguantar a la maldita drogadicta pariente del Delta era una de las más difíciles, le hizo un gesto de desagrado cuando mencionó si quiera el gritarle felicidades. - Puedes hacerlo si quieres, yo he cumplido con mi parte al pagar todo esto… - Por qué no, el alcohol y la comida no se pagaban solos, las drogas era un asunto completamente diferente, él no se había comprometido a nada ilegal con los miembros de esa fraternidad.
Madison, si los chismes de esa revista fueran ciertos ¿Dime, tu estrella favorita de quodpot se nos unirá? Para presentarle a alguna que otra Lovecraft con la que pueda fornicar en tus narices, Marcellus me presento a varias que pueden estar interesadas. – Le respondió con cinismo, el mismo que ella estaba buscando. Cuando Dianne se acerco también a preguntar por Marcellus, Adrien simplemente negó con la cabeza un poco más amable que con la vacía semi veela Delta – Está ocupado el día de hoy así que no creo que pueda unírsenos. – No iba a dar más detalles, porque Dianne no tenía razones para querer saberlo y él de igual manera no iba a darle el gusto a la gente para que pensaran que conocía perfectamente la agenda del Lovecraft.
Pero luego todo quedó opacado por la presencia del presidente Delta. Adrien se quedo atrás en el lugar donde se encontraba desde un inicio solamente observando como otros miembros de la fraternidad iban y felicitaban al presidente. Cuando Edmund lo menciono Adrien solamente le hizo un gesto con la cabeza.
-Solo es cualquier cosa, un presente para festejar su desempeño académico, “Presidente” - La última frase casi podía escucharse sarcástica pero se encargo de que no fuera así, su gesto era noble y todas esas cosas ridículas por alguien que estaba genuinamente agradecido.
Madison, si los chismes de esa revista fueran ciertos ¿Dime, tu estrella favorita de quodpot se nos unirá? Para presentarle a alguna que otra Lovecraft con la que pueda fornicar en tus narices, Marcellus me presento a varias que pueden estar interesadas. – Le respondió con cinismo, el mismo que ella estaba buscando. Cuando Dianne se acerco también a preguntar por Marcellus, Adrien simplemente negó con la cabeza un poco más amable que con la vacía semi veela Delta – Está ocupado el día de hoy así que no creo que pueda unírsenos. – No iba a dar más detalles, porque Dianne no tenía razones para querer saberlo y él de igual manera no iba a darle el gusto a la gente para que pensaran que conocía perfectamente la agenda del Lovecraft.
Pero luego todo quedó opacado por la presencia del presidente Delta. Adrien se quedo atrás en el lugar donde se encontraba desde un inicio solamente observando como otros miembros de la fraternidad iban y felicitaban al presidente. Cuando Edmund lo menciono Adrien solamente le hizo un gesto con la cabeza.
-Solo es cualquier cosa, un presente para festejar su desempeño académico, “Presidente” - La última frase casi podía escucharse sarcástica pero se encargo de que no fuera así, su gesto era noble y todas esas cosas ridículas por alguien que estaba genuinamente agradecido.
- Adrien Morgan
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Re: Fiesta, sorpresa!
La invitación a la fiesta sorpresa de Jesse le había llegado solamente por ser Miss BK. Como era obvio, ni siquiera se había involucrado en la organización de la misma y se había sorprendido sobremanera cuando se había enterado de que Adrien Morgan era quien la había organizado. Al principio no pudo evitar sentir una punzada de paranoia pero luego empezó a entender que quizá se debía a cierto –extraño- sentimiento de agradecimiento por todo el asunto de Marcellus.
Como fuera, tenía que ir, y de hecho, era la oportunidad perfecta para demostrar que no sentía nada por el presidente Delta, tan así, que se presentaría de la mano del flamante Nick Suberland. Había empezado a salir más seguido pero no habían dado ningún anuncio oficial y solamente Harley sabía la verdad, como era de esperarse. Nick era muy bueno, no era un aprovechado maldito y en verdad a Mina le gustaba estar con él. Eso sí, estaba consciente de que precisamente en el cumpleaños de Jesse lo que menos tenía que hacer era exhibir a Nick como un trofeo, aunque con todas las fans que tenía le costaba trabajo no presumirlo, solo por ego.
Se arregló vistiendo de azul deliberadamente, pero también pensando en verse bien para Jesse. Tomó el regalo de cumpleaños que había comprado para él y esperó a Nick en su departamento para de ahí, llegar a la fraternidad Delta. Tras un beso en la mejilla, un guiño y un suspiro profundo, aparecieron ahí.
Buscó a Jesse con la mirada, quien ya había llegado y esperó a que todos los de su fraternidad se acercaran a saludar a su presidente. Al parecer había llegado unos minutos después de Jesse. Estaba esperando ver las caras de fastidio de algunos como Billy y Violet que, por mera convención social, tenían que estar ahí para que no se dijera nada respecto a envidias y ardidez porque Delta estaba despuntando. Aunque siempre quedaba la posibilidad de que el primero se presentara solo para arruinar la fiesta.
Le hizo un gesto a Nick para que fueran a felicitar al presidente y sacó de su bolsito una caja color verde. Una vez cerca de Jesse, le dio un abrazo recatado, aunque sí aprovechó para susurrar rápido en su oído.
-Es para que lo uses conmigo.
Luego de un también recatado beso en la mejilla y una sonrisa que parecía más de pasarela que de amistad, volvió a tomar a Nick de la mano y le habló.
-¿Buscamos vodka? Prometo no emborracharme hasta perder la consciencia, para que no digan que tienes una novia que pierde en cada fiesta.
Se paró en las puntas de sus pies y le dio a Nick un beso en la mejilla antes de tomarlo de la mano y jalarlo hacia alguna mesa donde hubiera botellas, sin poner mucho énfasis en las miradas de reojo que le lanzaba a Jesse.
-Oye, ¿hablaste con Billy?
____
Vestido
El regalo es un anillo corazón
Como fuera, tenía que ir, y de hecho, era la oportunidad perfecta para demostrar que no sentía nada por el presidente Delta, tan así, que se presentaría de la mano del flamante Nick Suberland. Había empezado a salir más seguido pero no habían dado ningún anuncio oficial y solamente Harley sabía la verdad, como era de esperarse. Nick era muy bueno, no era un aprovechado maldito y en verdad a Mina le gustaba estar con él. Eso sí, estaba consciente de que precisamente en el cumpleaños de Jesse lo que menos tenía que hacer era exhibir a Nick como un trofeo, aunque con todas las fans que tenía le costaba trabajo no presumirlo, solo por ego.
Se arregló vistiendo de azul deliberadamente, pero también pensando en verse bien para Jesse. Tomó el regalo de cumpleaños que había comprado para él y esperó a Nick en su departamento para de ahí, llegar a la fraternidad Delta. Tras un beso en la mejilla, un guiño y un suspiro profundo, aparecieron ahí.
Buscó a Jesse con la mirada, quien ya había llegado y esperó a que todos los de su fraternidad se acercaran a saludar a su presidente. Al parecer había llegado unos minutos después de Jesse. Estaba esperando ver las caras de fastidio de algunos como Billy y Violet que, por mera convención social, tenían que estar ahí para que no se dijera nada respecto a envidias y ardidez porque Delta estaba despuntando. Aunque siempre quedaba la posibilidad de que el primero se presentara solo para arruinar la fiesta.
Le hizo un gesto a Nick para que fueran a felicitar al presidente y sacó de su bolsito una caja color verde. Una vez cerca de Jesse, le dio un abrazo recatado, aunque sí aprovechó para susurrar rápido en su oído.
-Es para que lo uses conmigo.
Luego de un también recatado beso en la mejilla y una sonrisa que parecía más de pasarela que de amistad, volvió a tomar a Nick de la mano y le habló.
-¿Buscamos vodka? Prometo no emborracharme hasta perder la consciencia, para que no digan que tienes una novia que pierde en cada fiesta.
Se paró en las puntas de sus pies y le dio a Nick un beso en la mejilla antes de tomarlo de la mano y jalarlo hacia alguna mesa donde hubiera botellas, sin poner mucho énfasis en las miradas de reojo que le lanzaba a Jesse.
-Oye, ¿hablaste con Billy?
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- Wilhelmina Schweinsteiger
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Re: Fiesta, sorpresa!
Estaba loca, eso no podía dudarse, solamente a ella se le podía ocurrir ir a una fiesta en la universidad sin decirle a Werther, pero quería sentirse libre por un rato. Las últimas semanas no habían sido nada fáciles para ella, entre cargar con el bebé que cada vez estaba más y más grande y tener que asistir al médico prácticamente cada semana pues, con el bebé creciendo sus necesidades también crecían con él.
Aquella tarde no se había decidido aun asistir, estaba casualmente en la mansión Lovecraft con sus primos cuando, en una conversación con Marcellus aprecio el tema y terminaron ambos por mandar todo al demonio y asistir a la fiesta de Jesse, algo extraño por cierto, pero al final una decisión del momento. Por eso no se molesto en mandarle una lechuza o patronus a Werther, no quería molestarlo y en realidad no era su intención permanecer mucho tiempo, solo felicitarlo, ver personas sin la presión del inefable viendo sobre su hombro y esas cosas.
Siempre término arrastrándote conmigo, perdóname - Se abrazó al brazo de Marcellus momentos antes de aparecerse en la Universidad. Aun la mareaban un poco las apariciones, pero estaba superándolo poco a poco. No estaba vestida tampoco para una ocasión social importante, tenía el cabello suelto y un vestido sin mangas que era cómodo para su vientre abultado. Habían aparecido justo fuera de la Fraternidad así que el sonido de la fiesta le llegó de pronto.
-¿Tu conoces al que le está organizando la fiesta, verdad? Escuché que son cercanos… - Le guiñó un ojo, aquel chisme de que esos dos tenían algo secreto se había esparcido por todos lados, incluso hasta ella lo sabía que tenía tiempo sin ser estudiante activa de la universidad. Al entrar inmediatamente vio a un montón de Deltas que ella conocía, se había pasado tiempo por esa fraternidad porque era amiga de Thomas, Madison y Daniel, era bueno estar con personas que no la juzgaran a cada momento.
Oh mira, allá está el cumplañero, iré a felicitarlo - Dejó a Marcellus apresurándose hasta donde estaba Jesse con Mina y Nick. A Mina la abrazó antes de que corriera a donde fuera con Nick a quién le dio un pequeño beso en la mejilla. - Jesse, es una buena fiesta, lástima que no te traje ningún regalo, pero feliz cumpleaños…
Aquella tarde no se había decidido aun asistir, estaba casualmente en la mansión Lovecraft con sus primos cuando, en una conversación con Marcellus aprecio el tema y terminaron ambos por mandar todo al demonio y asistir a la fiesta de Jesse, algo extraño por cierto, pero al final una decisión del momento. Por eso no se molesto en mandarle una lechuza o patronus a Werther, no quería molestarlo y en realidad no era su intención permanecer mucho tiempo, solo felicitarlo, ver personas sin la presión del inefable viendo sobre su hombro y esas cosas.
Siempre término arrastrándote conmigo, perdóname - Se abrazó al brazo de Marcellus momentos antes de aparecerse en la Universidad. Aun la mareaban un poco las apariciones, pero estaba superándolo poco a poco. No estaba vestida tampoco para una ocasión social importante, tenía el cabello suelto y un vestido sin mangas que era cómodo para su vientre abultado. Habían aparecido justo fuera de la Fraternidad así que el sonido de la fiesta le llegó de pronto.
-¿Tu conoces al que le está organizando la fiesta, verdad? Escuché que son cercanos… - Le guiñó un ojo, aquel chisme de que esos dos tenían algo secreto se había esparcido por todos lados, incluso hasta ella lo sabía que tenía tiempo sin ser estudiante activa de la universidad. Al entrar inmediatamente vio a un montón de Deltas que ella conocía, se había pasado tiempo por esa fraternidad porque era amiga de Thomas, Madison y Daniel, era bueno estar con personas que no la juzgaran a cada momento.
Oh mira, allá está el cumplañero, iré a felicitarlo - Dejó a Marcellus apresurándose hasta donde estaba Jesse con Mina y Nick. A Mina la abrazó antes de que corriera a donde fuera con Nick a quién le dio un pequeño beso en la mejilla. - Jesse, es una buena fiesta, lástima que no te traje ningún regalo, pero feliz cumpleaños…
- Harley D. Schweinsteiger
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Re: Fiesta, sorpresa!
Había estado escribiendo la más reciente nota editorial que le mandaría a Mathias, el editor en Jefe del periódico, cuando Harley lo invitó a pasar la tarde con ella en la sala. Su prima/sobrina se veía preciosa en esa forma radiante y linda que suele tener y Marcellus simplemente dejó la nota guardada y se dedicó a platicar con ella, los gemelos habían llegado a pasar el rato también y probablemente si Odille y Odette hubieran llegado, sería como ver doble.
Salió a relucir el tema de la fiesta de Jesse, Marcellus se encogió de hombros, tenía una relación complicada con el Presidente Delta, aunque ahora supiera más de él y sus planes de lo que se sentía cómodo sabiendo, pero dentro de lo que cabía le agradaba el otro chico.
Llegó al lugar del brazo de Harley con una caja en mano, le había pedido a la madre de Odille un Filtro de la Paz hacía un par de días, no era un regalo esplendido pero era mejor que llegar con las manos vacías.
Siguió a su prima, dándole una palmada en el hombro al Presidente Delta y dejando la caja en sus manos, "Felicidades."
Saludó a Mina y Nick, aunque luego localizó a Adrien y se disculpó para ir a dónde él estaba, chocando su hombro contra el de su pareja.
"Harley me ha arrastrado hasta aquí," le dijo antes de cualquier cosa, "Decisión de último minuto."
Salió a relucir el tema de la fiesta de Jesse, Marcellus se encogió de hombros, tenía una relación complicada con el Presidente Delta, aunque ahora supiera más de él y sus planes de lo que se sentía cómodo sabiendo, pero dentro de lo que cabía le agradaba el otro chico.
Llegó al lugar del brazo de Harley con una caja en mano, le había pedido a la madre de Odille un Filtro de la Paz hacía un par de días, no era un regalo esplendido pero era mejor que llegar con las manos vacías.
Siguió a su prima, dándole una palmada en el hombro al Presidente Delta y dejando la caja en sus manos, "Felicidades."
Saludó a Mina y Nick, aunque luego localizó a Adrien y se disculpó para ir a dónde él estaba, chocando su hombro contra el de su pareja.
"Harley me ha arrastrado hasta aquí," le dijo antes de cualquier cosa, "Decisión de último minuto."
- Marcellus J. Lovecraft
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Re: Fiesta, sorpresa!
Se habían presentado algunas oportunidades para que la gente lo viera junto con Mina, pero aun así, no se podía decir que oficialmente estuvieran saliendo juntos. Por supuesto, en Bassett Knapp lo “oficial” no era demasiado importante cuando los chismes y las conjeturas viajaban por sí solas a lo largo y ancho del condado. Nick tenía que admitir que en verdad se estaba divirtiendo con aquel noviazgo falso en más de un sentido.
Recogió a Miss BK en su departamento, esta vez para asistir a una fiesta de cumpleaños para su ex esposo: Jesse Crawford. Al ver el atuendo tan favorecedor, no pudo hacer más que otorgarle el crédito de apuntalar cada detalle para robarse las miradas de toda la fiesta. Se veía increíble, a tal nivel que el alpha estuvo a nada de sugerirle hacer mejor su propia fiesta privada aprovechando que ya estaban en su departamento.
A diferencia de Mina, Nick había encontrado que tener como flamante novia a la chica más popular de la universidad no ahuyentaba absolutamente a nadie, sino todo lo contrario. Tenía incluso la sensación de atraer más las miradas y los coqueteos que cuando era reconocido como un soltero más, cosa que si bien disfrutaba, no era capaz de aprovechar al cien por ciento. Por más que en realidad no hubiera nada entre ellos, no estaba bien que lo vieran con otras chicas así nada más.
Llegaron juntos a la fiesta de Crawford, quien aparentemente había llegado apenas unos instantes antes que ellos. Mientras el presidente delta recibía felicitaciones, Suberland saludó a un par de conocidos antes de acompañar a Mina a donde se encontraba Jesse. No había hablado con ella acerca de cómo habían quedado las cosas con quien prácticamente había sido su pareja toda una vida, pero suponía que de no haber quedado bien, no sería tan cínica como para presentarse en su fiesta de cumpleaños acompañada con un alpha, encima vestida de azul. De cualquier manera, se acercaría con todas las precauciones, porque siempre era bueno recordar que entre él y Crawford la relación nunca había sido del todo amigable.
-Felicidades Crawford, muchos de estos- se limitó a estrechar su mano instantes después de que la propia Mina lo felicitara, cuidando que a Crawford no se le ocurriera lanzarle un derechazo de la nada. En el acto, le sonrió tras la petición de ir a buscar vodka luego de corresponder al saludo de Harley besándola en la mejilla. Ambos caminaron y se acercaron a una mesa en donde se encontraban las bebidas.
-¿Billy?, Billy es un toro al que debes de ir midiendo antes de enfrentar. La verdad es que no nos hemos visto demasiado en estas vacaciones, pero seguro ya le han llegado rumores y puede que hasta nos haya visto en algún lugar. Zack DiMarco me comentó que en realidad se lo estaba tomando bastante bien, pero aparte de eso, nada. ¿Ya te diste cuenta cuántas miradas tenemos encima?, es tu culpa por usar ese cinturón como vestido-
Bromeó con ella un poco, mientras servía un par de vasos de vodka y le daba uno. No le gustaba hablar de Bill, principalmente porque la mayor parte del tiempo se sentía como un maldito traidor cuando el asunto se trataba de Mina. Ya había hablado con el presidente alpha una buena cantidad de veces, pero de alguna forma sabía que la herida no estaba por completo cerrada. Su reacción al verlos juntos de nuevo era literalmente una gran incógnita. Nick apostaba a que su amigo se aparecería en esa misma fiesta.
Recogió a Miss BK en su departamento, esta vez para asistir a una fiesta de cumpleaños para su ex esposo: Jesse Crawford. Al ver el atuendo tan favorecedor, no pudo hacer más que otorgarle el crédito de apuntalar cada detalle para robarse las miradas de toda la fiesta. Se veía increíble, a tal nivel que el alpha estuvo a nada de sugerirle hacer mejor su propia fiesta privada aprovechando que ya estaban en su departamento.
A diferencia de Mina, Nick había encontrado que tener como flamante novia a la chica más popular de la universidad no ahuyentaba absolutamente a nadie, sino todo lo contrario. Tenía incluso la sensación de atraer más las miradas y los coqueteos que cuando era reconocido como un soltero más, cosa que si bien disfrutaba, no era capaz de aprovechar al cien por ciento. Por más que en realidad no hubiera nada entre ellos, no estaba bien que lo vieran con otras chicas así nada más.
Llegaron juntos a la fiesta de Crawford, quien aparentemente había llegado apenas unos instantes antes que ellos. Mientras el presidente delta recibía felicitaciones, Suberland saludó a un par de conocidos antes de acompañar a Mina a donde se encontraba Jesse. No había hablado con ella acerca de cómo habían quedado las cosas con quien prácticamente había sido su pareja toda una vida, pero suponía que de no haber quedado bien, no sería tan cínica como para presentarse en su fiesta de cumpleaños acompañada con un alpha, encima vestida de azul. De cualquier manera, se acercaría con todas las precauciones, porque siempre era bueno recordar que entre él y Crawford la relación nunca había sido del todo amigable.
-Felicidades Crawford, muchos de estos- se limitó a estrechar su mano instantes después de que la propia Mina lo felicitara, cuidando que a Crawford no se le ocurriera lanzarle un derechazo de la nada. En el acto, le sonrió tras la petición de ir a buscar vodka luego de corresponder al saludo de Harley besándola en la mejilla. Ambos caminaron y se acercaron a una mesa en donde se encontraban las bebidas.
-¿Billy?, Billy es un toro al que debes de ir midiendo antes de enfrentar. La verdad es que no nos hemos visto demasiado en estas vacaciones, pero seguro ya le han llegado rumores y puede que hasta nos haya visto en algún lugar. Zack DiMarco me comentó que en realidad se lo estaba tomando bastante bien, pero aparte de eso, nada. ¿Ya te diste cuenta cuántas miradas tenemos encima?, es tu culpa por usar ese cinturón como vestido-
Bromeó con ella un poco, mientras servía un par de vasos de vodka y le daba uno. No le gustaba hablar de Bill, principalmente porque la mayor parte del tiempo se sentía como un maldito traidor cuando el asunto se trataba de Mina. Ya había hablado con el presidente alpha una buena cantidad de veces, pero de alguna forma sabía que la herida no estaba por completo cerrada. Su reacción al verlos juntos de nuevo era literalmente una gran incógnita. Nick apostaba a que su amigo se aparecería en esa misma fiesta.
- Nick Suberland
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Re: Fiesta, sorpresa!
Bill llegó temprano para convivir con algunas chicas de Delta, no para ayudar con la decoración ni la organización ni mucho menos. Tampoco había puesto ni un solo centavo para ayudar a Adrien pero porque solo había sido llamado ahí como invitado y poco más. Tenía sus propias preocupaciones de todos modos. Tras robar un poco de whisky de fuego y coquetear con alguna que otra, esperó a la llegada de Jesse sin acercarse ni a Adrien, ni a Madison ni a Dianne, fingía que esa compañía le aburría por el momento. Cuando llegaron otro par de alphas con un barril de cerveza se quedó con ellos hasta la aparición de Jesse.
Bill esperó a que terminaran de felicitarlo sus compañeros y entonces se le adelantó Mina con un vestido azul y de la mano de Nick Suberland. Bill miró para otro lado. Estaba aprendiendo a no tomarse las idioteces de Schweinsteiger de forma personal, pero le parecía que estaba llegando demasiado lejos. Una cosa era hacerse novia del idiota de Lovecraft y otra muy diferente de su mejor amigo.
Dejó el vaso del que estaba bebiendo en cualquier parte y se acercó a Crawford, para estrellar contra su pecho una bolsa de píldoras de MDMA. -Feliz cumpleaños, por los viejos tiempos.-No dijo nada ni tampoco le dio algún abrazo ridículo. Le hizo un gesto a Dianne como saludo, solo alzando las cejas antes de darse la media vuelta e ir hacia donde Nick y Mina.
-No me creía del todo las habladurías pero parece que son ciertas. Y de azul, ¿estás mandando algún tipo de mensaje?-Con la varita conjuró más alcohol, un vaso rojo lleno de la cerveza que habían llevado los otros alpha y que se bebió de golpe.
-Bueno, Mina ha cambiado de novio ya tres veces en…menos de cuanto, ¿cuatro meses? Supongo que tenemos oportunidad, ¿no?-Le dio unas palmadas a Nick en el hombro, le dejó el vaso poniéndoselo contra el pecho y se despidió con un gesto de ambos antes de volver a donde Dianne, a quien jaló del brazo para atraerla y darle un beso en la mejilla.
-Disfruta la fiesta, cariño, se ve prometedora.-Dijo con un tono burlón que dejaba mucho que pensar.
Bill esperó a que terminaran de felicitarlo sus compañeros y entonces se le adelantó Mina con un vestido azul y de la mano de Nick Suberland. Bill miró para otro lado. Estaba aprendiendo a no tomarse las idioteces de Schweinsteiger de forma personal, pero le parecía que estaba llegando demasiado lejos. Una cosa era hacerse novia del idiota de Lovecraft y otra muy diferente de su mejor amigo.
Dejó el vaso del que estaba bebiendo en cualquier parte y se acercó a Crawford, para estrellar contra su pecho una bolsa de píldoras de MDMA. -Feliz cumpleaños, por los viejos tiempos.-No dijo nada ni tampoco le dio algún abrazo ridículo. Le hizo un gesto a Dianne como saludo, solo alzando las cejas antes de darse la media vuelta e ir hacia donde Nick y Mina.
-No me creía del todo las habladurías pero parece que son ciertas. Y de azul, ¿estás mandando algún tipo de mensaje?-Con la varita conjuró más alcohol, un vaso rojo lleno de la cerveza que habían llevado los otros alpha y que se bebió de golpe.
-Bueno, Mina ha cambiado de novio ya tres veces en…menos de cuanto, ¿cuatro meses? Supongo que tenemos oportunidad, ¿no?-Le dio unas palmadas a Nick en el hombro, le dejó el vaso poniéndoselo contra el pecho y se despidió con un gesto de ambos antes de volver a donde Dianne, a quien jaló del brazo para atraerla y darle un beso en la mejilla.
-Disfruta la fiesta, cariño, se ve prometedora.-Dijo con un tono burlón que dejaba mucho que pensar.
- Bill Snyder
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Re: Fiesta, sorpresa!
Una clásica fiesta de cumpleaños. En gente como nosotros, hacerlo con las luces apagadas y gritar “sorpresa” no siempre resultaba, pero en este caso sí que me sentía sorprendido al haber pasado por alto las fechas durante las últimas semanas. Mi puto cumpleaños, y no había estado festejando desde temprano. Pero bueno… no estaba mal cerrar el día con unos buenos tragos.
-¿Quién diablos son todos ustedes?, largo de mi fraternidad- bromee con una sonrisa pegada en los labios, un instante antes de recibir al primero en felicitarme, que no podía ser otro que Fitz. Correspondí al abrazo y miré extrañado hacia donde el chico me indicaba, encontrándome con la jeta de Adrien Morgan. No raro, era como para grabarlo todo y dejarlo para la memoria de las siguientes generaciones, porque que fuera Morgan quien ponía el dinero para todo aquello… joder, no tenía explicación de primera mano.
-Brindemos entonces por Adrien Morgan y sus gordos bolsillos- lo dije con un tono completamente despojado de hostilidades, al tiempo que extendía la mano para recibir un vaso de cerveza de uno de mis delta y levantarlo hacia donde estaba el Nu a modo de brindis. Cierto, los chismes de la gacetilla esa me llegaban prácticamente a la puerta de mi domicilio, pero honestamente no era algo a lo cual le pusiera demasiada atención, así que no, ni puta idea de que Adrien estuviera agradecido por haberle salvado el pellejo a Marcellus.
Casi al instante vi que también estaba Mini, y me vi forzado a fingir que no sentía una patada de mula en el hígado cuando la vi acompañada de Nick Suberland, y peor, vestida con ese pequeñísimo vestido color azul. Habíamos hablado de eso, y en ese instante no podía recordar como carajos había permitido aquella farsa de hacerse novia de la puta de Bill cuando bien sabía que ambos habían tenido sus cosas hace no mucho tiempo. Cuando se acercaron, no me quedó más remedio que recordar que todo era para nuestro bien.
-Wow, la pareja del año. Me honran con su dorada/azulosa presencia- Recibí el abrazo de Mini, sintiendo una especie de cosquilleo en la nuca cuando me dedicaba aquel susurro que tenía la capacidad de hacerme perdonarle cualquier puta cosa, y guardé aquella pequeña caja en el bolsillo de mi chaqueta. Luego saludé a Nick, con una simple sonrisa y deseando romperle toda la cara en mis adentros. Sí Nicky, ojalá te atropelle un puto camión.
-¿Y cuándo diablos me has regalado algo, rubia miserable?- aquellas palabras poco amistosas contrastaban por completo con la sonrisa y el abrazo con el que recibí a Harley. En serio, se me dificulta aceptarlo así de sencillo, pero con el paso de los últimos meses Harley se había convertido en una de las pocas personas que me era grato saludar. Casi al mismo tiempo sentí una palmada y me percaté de que era Marcellus, y le devolví el gesto recibiendo poco después una caja de sus manos.
-Diablos. Hey Bettina, ¿trajiste a todo el club de “Matemos a Crawford”? creo que faltan un par de tipos, oh!, ahí está uno...- todo lo decía en un tono bastante festivo, incluso cuando me topé con la imagen de Snyder. Levanté una mano para sostener la bolsa llena de pastillas que el presidente alpha me estrellaba en el pecho, y aunque hacía ya mucho tiempo que no me metía una sola sustancia del tipo, tal vez era tiempo de reventarme a lo grande. Era mi puto cumpleaños, después de todo.
-¿Quién diablos son todos ustedes?, largo de mi fraternidad- bromee con una sonrisa pegada en los labios, un instante antes de recibir al primero en felicitarme, que no podía ser otro que Fitz. Correspondí al abrazo y miré extrañado hacia donde el chico me indicaba, encontrándome con la jeta de Adrien Morgan. No raro, era como para grabarlo todo y dejarlo para la memoria de las siguientes generaciones, porque que fuera Morgan quien ponía el dinero para todo aquello… joder, no tenía explicación de primera mano.
-Brindemos entonces por Adrien Morgan y sus gordos bolsillos- lo dije con un tono completamente despojado de hostilidades, al tiempo que extendía la mano para recibir un vaso de cerveza de uno de mis delta y levantarlo hacia donde estaba el Nu a modo de brindis. Cierto, los chismes de la gacetilla esa me llegaban prácticamente a la puerta de mi domicilio, pero honestamente no era algo a lo cual le pusiera demasiada atención, así que no, ni puta idea de que Adrien estuviera agradecido por haberle salvado el pellejo a Marcellus.
Casi al instante vi que también estaba Mini, y me vi forzado a fingir que no sentía una patada de mula en el hígado cuando la vi acompañada de Nick Suberland, y peor, vestida con ese pequeñísimo vestido color azul. Habíamos hablado de eso, y en ese instante no podía recordar como carajos había permitido aquella farsa de hacerse novia de la puta de Bill cuando bien sabía que ambos habían tenido sus cosas hace no mucho tiempo. Cuando se acercaron, no me quedó más remedio que recordar que todo era para nuestro bien.
-Wow, la pareja del año. Me honran con su dorada/azulosa presencia- Recibí el abrazo de Mini, sintiendo una especie de cosquilleo en la nuca cuando me dedicaba aquel susurro que tenía la capacidad de hacerme perdonarle cualquier puta cosa, y guardé aquella pequeña caja en el bolsillo de mi chaqueta. Luego saludé a Nick, con una simple sonrisa y deseando romperle toda la cara en mis adentros. Sí Nicky, ojalá te atropelle un puto camión.
-¿Y cuándo diablos me has regalado algo, rubia miserable?- aquellas palabras poco amistosas contrastaban por completo con la sonrisa y el abrazo con el que recibí a Harley. En serio, se me dificulta aceptarlo así de sencillo, pero con el paso de los últimos meses Harley se había convertido en una de las pocas personas que me era grato saludar. Casi al mismo tiempo sentí una palmada y me percaté de que era Marcellus, y le devolví el gesto recibiendo poco después una caja de sus manos.
-Diablos. Hey Bettina, ¿trajiste a todo el club de “Matemos a Crawford”? creo que faltan un par de tipos, oh!, ahí está uno...- todo lo decía en un tono bastante festivo, incluso cuando me topé con la imagen de Snyder. Levanté una mano para sostener la bolsa llena de pastillas que el presidente alpha me estrellaba en el pecho, y aunque hacía ya mucho tiempo que no me metía una sola sustancia del tipo, tal vez era tiempo de reventarme a lo grande. Era mi puto cumpleaños, después de todo.
- Jesse Crawford
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Re: Fiesta, sorpresa!
Intentó no reírse por la cara que puso Jesse al entrar al recinto. Su reacción no tenía precio. Parecía hasta que se había olvidado de que día era. Eso o sabía fingir muy bien la sorpresa. La epsilon vio como Fitz se acercaba seguido por un grupo de personas y se quedó junto a Adrien. No tenía ganas de aproximarse al montón de deltas que formaban un círculo alrededor de Jesse y quedarse parada como una idiota haciendo fila. Así que cuando la atención fue desviada hacia el organizador aprovechó para alzar su trago en dirección al cumpleañero y sonreír. –Feliz cumpleaños. –Le deseó en alto para que la escuchara luego de que él brindaba por Adrien.
Entonces observo a Miss BK acercarse al presidente con Suberland muy de cerca. Dio un trago a su bebida mirando la escena. Nick era un encanto. Iba a querer hablar largo y tendido con Mina sobre esa relación. Tras ellos se aparecieron Harley y… Se rio por lo bajo. -¿No que no iba a venir? –Lovecraft se acercó para estar cerca de Adrien. Ese era el primer evento público en el que los dos estaban cerca desde que Rumor has it! había informado que tenían algo. Solo faltaba Laise, pero ella no iba a aparecer así que era obvio para todo BK que del trio ellos dos eran la pareja que había sobrevivido. –Bueno, Harley tiene buenas ideas. -Al menos tenía ideas que a la publicación le eran muy convenientes. Hizo contacto visual con Billy un momento pero no le contesto el gesto. Maldito desgraciado. La había ignorado todo el día bebiendo, coqueteando por ahí y recién ahora se dignaba a saludarla… a lo lejos. Todo ese numerito era otra parte en la típica rutina del tire y afloje que tenían por relación.
Miro a Madison. Había tratado de hacer oídos sordos al comentario desagradable que había soltado Morgan antes. No quería sentir culpa… Pero sabía muy bien que aunque ella no había causado la herida, sí había dado las herramientas para que pudieran meterle el dedo en la yaga a su amiga. ¿La verdad? Solo esperaba que todo eso sirviera de algo. Si no dejaba a Zlatan al menos que lo aporreara como había hecho Soraya con la lisiada. O las dos cosas, que el drama nunca dejaría de entretenerla. –Hey, vamos a divertirnos. -Movió con la varita el trago que levitaba en el aire, el que había invocado para el Nu. En su lugar se lo ofreció a ella aunque ya tenía una bebida en la mano. Se lo merecía y lo iba a necesitar más que el apático chico inteligente que ni si quiera lo había agarrado. –Antes de que aparezca Zlatan, se arme el drama y después te robe.
Solo que entonces alguien la jaló del brazo y se la robó a ella. Se vio de frente con el presidente Alpha después de recibir su beso en la mejilla. –Bill… -Si, era un maldito. Acababa de lograr que la indignación le durara poco. El infeliz conocía exactamente que entonación poner para dejarla loca. ¿Qué quería decir? ¿Es que acaso se iba tan pronto? Eso no podía ser. La fiesta recién comenzaba y apenas ahora acababa de ir a reunirse con ella. Si ese era el caso iba a tener que hacer que se quedara. Una sonrisa traviesa e incontenible se empezó a formar en sus labios. ¿O es que acaso se traía algo entre manos? Porque si no era así la rubia iba a fomentarlo para que lo hiciera. -¿Me vas a ayudar con eso o te estás despidiendo? –Le puso una mano en el hombro y se apoyó en él mientras se ponía de puntas para alcanzar su oído. –Tú y yo deberíamos volver a jugar… –Le susurró saboreando las palabras, volvió a apoyar sus talones en el suelo y dejó que él interpretase lo que él quisiera.
Entonces observo a Miss BK acercarse al presidente con Suberland muy de cerca. Dio un trago a su bebida mirando la escena. Nick era un encanto. Iba a querer hablar largo y tendido con Mina sobre esa relación. Tras ellos se aparecieron Harley y… Se rio por lo bajo. -¿No que no iba a venir? –Lovecraft se acercó para estar cerca de Adrien. Ese era el primer evento público en el que los dos estaban cerca desde que Rumor has it! había informado que tenían algo. Solo faltaba Laise, pero ella no iba a aparecer así que era obvio para todo BK que del trio ellos dos eran la pareja que había sobrevivido. –Bueno, Harley tiene buenas ideas. -Al menos tenía ideas que a la publicación le eran muy convenientes. Hizo contacto visual con Billy un momento pero no le contesto el gesto. Maldito desgraciado. La había ignorado todo el día bebiendo, coqueteando por ahí y recién ahora se dignaba a saludarla… a lo lejos. Todo ese numerito era otra parte en la típica rutina del tire y afloje que tenían por relación.
Miro a Madison. Había tratado de hacer oídos sordos al comentario desagradable que había soltado Morgan antes. No quería sentir culpa… Pero sabía muy bien que aunque ella no había causado la herida, sí había dado las herramientas para que pudieran meterle el dedo en la yaga a su amiga. ¿La verdad? Solo esperaba que todo eso sirviera de algo. Si no dejaba a Zlatan al menos que lo aporreara como había hecho Soraya con la lisiada. O las dos cosas, que el drama nunca dejaría de entretenerla. –Hey, vamos a divertirnos. -Movió con la varita el trago que levitaba en el aire, el que había invocado para el Nu. En su lugar se lo ofreció a ella aunque ya tenía una bebida en la mano. Se lo merecía y lo iba a necesitar más que el apático chico inteligente que ni si quiera lo había agarrado. –Antes de que aparezca Zlatan, se arme el drama y después te robe.
Solo que entonces alguien la jaló del brazo y se la robó a ella. Se vio de frente con el presidente Alpha después de recibir su beso en la mejilla. –Bill… -Si, era un maldito. Acababa de lograr que la indignación le durara poco. El infeliz conocía exactamente que entonación poner para dejarla loca. ¿Qué quería decir? ¿Es que acaso se iba tan pronto? Eso no podía ser. La fiesta recién comenzaba y apenas ahora acababa de ir a reunirse con ella. Si ese era el caso iba a tener que hacer que se quedara. Una sonrisa traviesa e incontenible se empezó a formar en sus labios. ¿O es que acaso se traía algo entre manos? Porque si no era así la rubia iba a fomentarlo para que lo hiciera. -¿Me vas a ayudar con eso o te estás despidiendo? –Le puso una mano en el hombro y se apoyó en él mientras se ponía de puntas para alcanzar su oído. –Tú y yo deberíamos volver a jugar… –Le susurró saboreando las palabras, volvió a apoyar sus talones en el suelo y dejó que él interpretase lo que él quisiera.
- Dianne Clayton
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Re: Fiesta, sorpresa!
Había aparecido a una distancia considerable de la fraternidad Delta, bajo la luz de las otras fraternidades cercanas podía verse reflejada no solamente su sombra si no la de varios hombres más, personal de la universidad que había sido citado aquella noche solamente con el único fin de aparecer en esa reunión. Pensar que aquella fraternidad llena de jóvenes insignificantes que le habían dado la espalda a sus valores y educación así como pobres diablos que solamente ocupaban un espacio en materia comercial del mundo mágico habían logrado quedar en el segundo puesto sobre el merito académico en realidad frustraba sus planes. No podía darles razones a los otros decanos de la universidad para que accedieran a concederles becas nuevamente, afortunadamente todo se había acomodado para que, tras la muerte de una joven por sobredosis hacia unas semanas descubierta, la misma universidad le diera la oportunidad de hacer una revisión sorpresa, ¿Qué hubiera una fiesta en esos momentos en la fraternidad Delta era una casualidad? Posiblemente, pero con él no había muchas casualidades.
Se acerco lentamente apoyando su mano diestra en el bastón que lo sostenía, en sus pequeños y negros ojos podía verse la malicia, mientras que una sonrisa apareció en sus labios como de quién se sabe ganador. Sus pasos lo llevaron hasta frente de la fraternidad donde la música se escuchaba y podía jurar que el olor a alcohol le llegaba a las narices. Él permaneció a una distancia aun prudente cuando tras una seña de sus manos, cuatro hombres con las túnicas de seguridad de la Universidad se acercaron para abrirle paso en la fiesta.
Lo primero que se vio en el techo de la fraternidad fueron un montón de chispas rojas para llamar la atención, luego los hombres se pusieron en fila para dejar entrar a otros cuatro y al final de todos al profesor Edward, decano de la facultad de comercio y economía quién no necesito utilizar su varita para que su voz se escuchara en toda la fraternidad puesto que otro de los que le acompañaban habían hecho parar la música.
“Interesante reunión la que tienen aquí planeada… Lamentamos la interrupción pero son ordenes del consejo escolar. Revísenlos a todos…” - La última frase la dijo con algo de desdén mientras que los hombres se acercaban a los presentes para indicarles que se acercaran a las paredes e hicieran filas para ser revisados, hubo varios que quisieron escapar apareciéndose lejos de ahí sin embargo quedaron despartidos pues algunas de sus extremidades quedaron atadas al suelo con sogas de incarcero.
Se acerco lentamente apoyando su mano diestra en el bastón que lo sostenía, en sus pequeños y negros ojos podía verse la malicia, mientras que una sonrisa apareció en sus labios como de quién se sabe ganador. Sus pasos lo llevaron hasta frente de la fraternidad donde la música se escuchaba y podía jurar que el olor a alcohol le llegaba a las narices. Él permaneció a una distancia aun prudente cuando tras una seña de sus manos, cuatro hombres con las túnicas de seguridad de la Universidad se acercaron para abrirle paso en la fiesta.
Lo primero que se vio en el techo de la fraternidad fueron un montón de chispas rojas para llamar la atención, luego los hombres se pusieron en fila para dejar entrar a otros cuatro y al final de todos al profesor Edward, decano de la facultad de comercio y economía quién no necesito utilizar su varita para que su voz se escuchara en toda la fraternidad puesto que otro de los que le acompañaban habían hecho parar la música.
“Interesante reunión la que tienen aquí planeada… Lamentamos la interrupción pero son ordenes del consejo escolar. Revísenlos a todos…” - La última frase la dijo con algo de desdén mientras que los hombres se acercaban a los presentes para indicarles que se acercaran a las paredes e hicieran filas para ser revisados, hubo varios que quisieron escapar apareciéndose lejos de ahí sin embargo quedaron despartidos pues algunas de sus extremidades quedaron atadas al suelo con sogas de incarcero.
- Edward McJicahm
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Re: Fiesta, sorpresa!
Argh! Y ahora estaba tarde... no encontraba nada "decente" que ponerme para la fiesta que estaban organizando por el cumpleaños de Jesse... tenía vestidos muy bonitos y sexys pero no quería que malinterpreten y me vean como una zorra, además tenía que dar una buena impresión porque era mi hermano el que organizaba la fiesta, pero tampoco quería ir vestida como princesita hijita de mamá. No estaba segura por qué Adrien querría hacer una fiesta para Jesse, pero algo dentro de mí me decía que lo hacía para que me pudieran aceptar en la fraternidad. Aunque, de hecho, no sé mucho de la vida de mi hermano y a lo mejor Jesse es buen amigo suyo... en fin.
Finalmente me decidí por un vestido corto de color rojo con detalles en negro que me pareció sencillo y elegante... y de hecho se me ve bastante bien con él: No parezco niña rica mimada y tampoco parezco zorra. Es perfecto. Decidí dejar mi cabello suelto e ir rápidamente hacia la fraternidad, sin olvidar, claro, el regalo para Jesse: unos abrigadores y elegantes guantes de piel de dragón, le harán falta para el invierno.
Estaba por entrar cuando vi mucha gente adulta que no conocía. Parecía que estaban haciendo una pesquisa y no estaba segura de si debía entrar o no.
Había escuchado que una alumna había muerto de sobredosis hace unas cuantas semanas y seguramente querrían ver si traíamos droga. Yo estaba limpia hace poco más de dos semanas y, si bien el síndrome de abstinencia había sido insoportable los primeros días, ahora me sentía bastante mejor (y con necesidad de masticar un chicle cada cierto tiempo).
No había traído drogas y por ese lado me sentía tranquila... y mi hermano no consumía de esas... ¿o sí? ¡Merlín! Ahora estoy aquí afuera sin saber si entrar o largarme...
Ally's Outfit
Finalmente me decidí por un vestido corto de color rojo con detalles en negro que me pareció sencillo y elegante... y de hecho se me ve bastante bien con él: No parezco niña rica mimada y tampoco parezco zorra. Es perfecto. Decidí dejar mi cabello suelto e ir rápidamente hacia la fraternidad, sin olvidar, claro, el regalo para Jesse: unos abrigadores y elegantes guantes de piel de dragón, le harán falta para el invierno.
Estaba por entrar cuando vi mucha gente adulta que no conocía. Parecía que estaban haciendo una pesquisa y no estaba segura de si debía entrar o no.
Había escuchado que una alumna había muerto de sobredosis hace unas cuantas semanas y seguramente querrían ver si traíamos droga. Yo estaba limpia hace poco más de dos semanas y, si bien el síndrome de abstinencia había sido insoportable los primeros días, ahora me sentía bastante mejor (y con necesidad de masticar un chicle cada cierto tiempo).
No había traído drogas y por ese lado me sentía tranquila... y mi hermano no consumía de esas... ¿o sí? ¡Merlín! Ahora estoy aquí afuera sin saber si entrar o largarme...
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- Anja Morgan
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Re: Fiesta, sorpresa!
Ferdynand había sido llamado por algunos antiguos compañeros del viejo continente. Hasta ese momento había estado viviendo en Polonia, en algunos partidos políticos, luchando contra el Ministerio de Magia y abogando por la anulación del secretismo sin saber que en Estados Unidos los mismos muggles lo estaban anulando con graves consecuencias. En cuanto Ferdynand se había enterado, había planeado el viaje para estudiar el fenómeno, pero siempre encontraba obstáculos para trasladarse –empezando porque era buscado en varios países como para pasar sin pena por algunas escalas de los trasladores. Pero cuando había escuchado del resto, de la fraternidad Delta, de sus planes y de cómo estaban movilizando a todas las universidades de Estados Unidos en auténtico secreto –él se había enterado de primera mano por Angus Finnerty, el resto de América seguía tratando de entender qué significaban esos lemas de la fraternidad apareciendo por todas partes – había decidido dar el paso. Tenía que admitir que aunque en Europa había caído el racismo por el tema de la sangre, no habían llegado a cambiar gran cosa en otras estructuras sociales más profundas.
Ferdynand llegó a la fiesta de los Delta, precisamente para celebrar el cumpleaños del presidente Jesse Crawford y de este modo, poder observar un poco más a las mentes detrás del movimiento en un ambiente nada hostil, o al menos eso pensaba. Se había mantenido callado en un rincón, bebiendo un vaso de cerveza que entre más pasaban los minutos entre su mano, más se estaba calentando. Miraba a todos lados escudriñando a la gente con su mirada penetrante, que solía poner incómoda a mucha gente. Había visto al menos a dos chicas sonrojarse y a un tipo con claras intenciones de preguntarle si tenía algún problema, pero al final nadie se acercó a él.
Se había erguido cuando Jesse Crawford se apareció. Lo inspeccionó cuidadosamente y también a los que lo rodeaban, la manera en que lo saludaban, cómo se dirigían a él. Había arqueado una ceja cuando le preguntaba a su prima si había invitado a su club de fans de odio y volvió a mirar a quienes lo habían saludado después de esa afirmación.
No pasó mucho tiempo para que algo muy extraño ocurriera. Un comité que le recordaba a sus tiempos de estudiante cuando las cosas estaban en su punto más denso y todos los sistemas roídos por la corrupción buscaban castigar y despreciar a quienes eran diferentes. Los Delta ya estaban en la mira y Ferdynand sintió una disparatada alarma. No podía saber que todo eso solo era una venganza por cuestión meramente académica. Para él los Delta estaban siendo molestados por algo más profundo, quizá ya los habían descubierto. Los que acompañaban a ese extraño hombre trataban a los demás como delincuentes, obligándolos a pegarse a la pared para ser revisados. Era una estupidez. La peor parte fue que muchos resultaron gravemente heridos al intentar desaparecer y ser coaccionados por un incarcero. Era como un pequeño infierno que no necesitaba mucho más que no hacer nada para volverse el infierno más grande de todos.
Ferdynand, que había estado callado y con bajo perfil –el más bajo que podía tener, al menos –durante toda la fiesta, se adelantó firme, con la mirada fúrica y la varita apuntando a Edward McJicahm sin importarle un comino quién era. Podía reconocer el tipo de hombre que era, había lidiado con ellos toda la vida, miles como él habían intentado matarlo, lo habían enjuiciado, torturado y encarcelado. Ferdynand había dejado de tener miedo muchos años atrás, en una época y un lugar mucho más difíciles.
-¿El Consejo Escolar ordenó una pequeña masacre? Detenga esta tontería, no puede tratar a su propios alumnos como delincuentes y mucho menos herirlos de esta forma. ¿Qué clase de mierda es esta? ¿Así trata Estados Unidos a su gente?
Fue una suerte que levantar su varita se quedara solo en eso. En otros tiempos habría tomado al menos un rehén para amenazar con volarle los sesos si no dejaban a los alumnos en paz, pero por el momento, ese no era su lugar. Volvió a ver de reojo los restos de las departiciones. Una fiesta que a los 5 minutos se teñía de la sangre de algunas heridas. Habían roto récord.
-Sea lo que sea lo que buscan esta no es la forma, intento de asesino de mierda.
Eso último lo dijo más bajo, entre dientes. La "discreción" ya no servía de mucho. El escándalo ya estaba hecho de todos modos
Ferdynand llegó a la fiesta de los Delta, precisamente para celebrar el cumpleaños del presidente Jesse Crawford y de este modo, poder observar un poco más a las mentes detrás del movimiento en un ambiente nada hostil, o al menos eso pensaba. Se había mantenido callado en un rincón, bebiendo un vaso de cerveza que entre más pasaban los minutos entre su mano, más se estaba calentando. Miraba a todos lados escudriñando a la gente con su mirada penetrante, que solía poner incómoda a mucha gente. Había visto al menos a dos chicas sonrojarse y a un tipo con claras intenciones de preguntarle si tenía algún problema, pero al final nadie se acercó a él.
Se había erguido cuando Jesse Crawford se apareció. Lo inspeccionó cuidadosamente y también a los que lo rodeaban, la manera en que lo saludaban, cómo se dirigían a él. Había arqueado una ceja cuando le preguntaba a su prima si había invitado a su club de fans de odio y volvió a mirar a quienes lo habían saludado después de esa afirmación.
No pasó mucho tiempo para que algo muy extraño ocurriera. Un comité que le recordaba a sus tiempos de estudiante cuando las cosas estaban en su punto más denso y todos los sistemas roídos por la corrupción buscaban castigar y despreciar a quienes eran diferentes. Los Delta ya estaban en la mira y Ferdynand sintió una disparatada alarma. No podía saber que todo eso solo era una venganza por cuestión meramente académica. Para él los Delta estaban siendo molestados por algo más profundo, quizá ya los habían descubierto. Los que acompañaban a ese extraño hombre trataban a los demás como delincuentes, obligándolos a pegarse a la pared para ser revisados. Era una estupidez. La peor parte fue que muchos resultaron gravemente heridos al intentar desaparecer y ser coaccionados por un incarcero. Era como un pequeño infierno que no necesitaba mucho más que no hacer nada para volverse el infierno más grande de todos.
Ferdynand, que había estado callado y con bajo perfil –el más bajo que podía tener, al menos –durante toda la fiesta, se adelantó firme, con la mirada fúrica y la varita apuntando a Edward McJicahm sin importarle un comino quién era. Podía reconocer el tipo de hombre que era, había lidiado con ellos toda la vida, miles como él habían intentado matarlo, lo habían enjuiciado, torturado y encarcelado. Ferdynand había dejado de tener miedo muchos años atrás, en una época y un lugar mucho más difíciles.
-¿El Consejo Escolar ordenó una pequeña masacre? Detenga esta tontería, no puede tratar a su propios alumnos como delincuentes y mucho menos herirlos de esta forma. ¿Qué clase de mierda es esta? ¿Así trata Estados Unidos a su gente?
Fue una suerte que levantar su varita se quedara solo en eso. En otros tiempos habría tomado al menos un rehén para amenazar con volarle los sesos si no dejaban a los alumnos en paz, pero por el momento, ese no era su lugar. Volvió a ver de reojo los restos de las departiciones. Una fiesta que a los 5 minutos se teñía de la sangre de algunas heridas. Habían roto récord.
-Sea lo que sea lo que buscan esta no es la forma, intento de asesino de mierda.
Eso último lo dijo más bajo, entre dientes. La "discreción" ya no servía de mucho. El escándalo ya estaba hecho de todos modos
- Ferdynand Zieliñski
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Re: Fiesta, sorpresa!
Estaba en medio de las felicitaciones y esas cosas, situación que seguramente se iba a prolongar durante un rato más hasta que no hubiera nadie que quisiera quedar bien con el presidente de los Delta. Levanté mi vaso de cerveza en dirección a Diane, la amiga ñoña de Mini, cuando esta me felicitaba, y después de eso un par de deltas se me acercaron para hablar de cosas que no tenían la menor de las importancias. Bettina estaba cerca, y le echaba de vez en cuando una mirada de desaprobación bromista al encontrarme con esa ya tan conocida mirada de loca. Seguro la idiota estaba drogada y en cualquier momento se subiría a una de las mesas para hacer alguna tontería.
Las cosas pintaban bastante bien. Planeaba beber bastantes cervezas, pero cuidando esta vez no pasarme de cierta línea, tal vez dar un pequeño discurso en honor a nuestro cada vez más notorio ascenso; y quien sabe, buscar la forma de arrebatarle a Nick la atención de Mini para que completara mi día cumpleañero como dios mandaba, ya saben… ese era mi puto plan un instante antes de que, de la nada, Edward McJicahm se apareciera justo en la maldita puerta, acompañado de miembros del cuerpo de seguridad de la Universidad. En principio, no me parecía gran cosa, hasta que me di cuenta que varios allí dentro comenzaron a gritar al encontrarse con… joder, con miembros desmembrados de chicos que acababan de intentar aparecerse en otro lugar sin conseguirlo del todo.
-Pero qué cojon…
Nada de lo que sucedía tenía sentido. ¿Desde cuándo los decanos se aparecían para desmembrar a miembros de una fraternidad y actuar como si estuviera en todo el jodido derecho de hacerlo? Apreté los dientes, perdido por un momento al encontrarme con aquel panorama digno del peor de los terrores. Ese era un ataque, un puto ataque a estudiantes que quedarían marcados de por vida. Había sangre y gritos por todos lados, y no sabía cómo ni de qué se trataba nada, pero lo primero que pensé fue en ver que McJicahm pagara por lo que acababa de hacer, de una u otra forma.
El primer instinto que tuve fue buscar con la mirada a Mini, encontrándome con que afortunadamente no se le había ocurrido aparecerse. Aun en medio de la histeria colectiva, los sujetos que acompañaban al decano comenzaban a arrinconar a quien se dejara para revisarlos, como si todos fuéramos unos putos criminales. Extendí la mano para tomar el brazo de Bettina y mirarla a los ojos, tratando de hacer que pusiera toda la atención en mis ojos.
-Escúchame, quédate aquí y no te metas en problemas- Mientras le decía aquello, el primero en saltar para pedir explicaciones y soltar unas cuantas amenazas fue un chico altísimo al que no recordaba haber visto jamás en la universidad; entonces me di cuenta de que se trataba de aquel sujeto polaco que aun a la fecha, seguía estando en la mira de los gobiernos europeos a causa de su fama mundial como rojillo. ¿Qué mierda hacía en mi fraternidad y desde cuándo había estado ahí?
Le di una pequeña palmada en la mejilla a Bettina para cerciorarme de que me había escuchado, antes de girar y adelantarme hasta donde se encontraba Zieliñski encarando al puto decano de ciencias políticas. Le puse una mano sobre el pecho, haciéndolo retroceder al darme cuenta que tenía una varita en la mano. Yo también tenía ganas no solo de atacar al muy hijo de puta, sino de arrancarle toda la puta cara.
-¿Pero qué mierda cree que está haciendo McJicahm? Mire un instante a su alrededor y dese cuenta que acaba de provocar DESMEMBRAMIENTOS A ESTUDIANTES, GRANDÍSIMO HIJO DE PUTA-, estuve a punto de levantar el puño y reventarle la puta nariz, pero no podía caer en ese juego, no cuando él mismo acababa de cometer el peor de sus errores. Tenía que actuar con la cabeza fría a pesar de… a pesar de los brazos, manos y pedazos de carne que había por doquier. Era una maldita carnicería, una condenada pesadilla…
-¿Sabía que hay formas de evitar que la gente escape? ¿Sabía que hay un hechizo que evita que la gente se aparezca fuera de algún sitio? Escúcheme bien reverendo imbécil, ordene a sus hombres que dejen en paz a esta gente y mande a llamar a emergencias. Esto le va a costar muy caro McJicahm. No solo va a perder su puesto, va a terminar en la puta cárcel.-
Fúrico, ni siquiera me había percatado de que el muy bastardo de Bill me había regalado una bolsa llena de pastillas que traía en mis bolsillos. Como fuera, ese detalle era de verdad muy menor comparado con lo que acababa de pasar. Podían encontrarme toda la droga que se les diera la gana, pero ese cabrón acababa de provocar una masacre dentro de la Universidad.
Las cosas pintaban bastante bien. Planeaba beber bastantes cervezas, pero cuidando esta vez no pasarme de cierta línea, tal vez dar un pequeño discurso en honor a nuestro cada vez más notorio ascenso; y quien sabe, buscar la forma de arrebatarle a Nick la atención de Mini para que completara mi día cumpleañero como dios mandaba, ya saben… ese era mi puto plan un instante antes de que, de la nada, Edward McJicahm se apareciera justo en la maldita puerta, acompañado de miembros del cuerpo de seguridad de la Universidad. En principio, no me parecía gran cosa, hasta que me di cuenta que varios allí dentro comenzaron a gritar al encontrarse con… joder, con miembros desmembrados de chicos que acababan de intentar aparecerse en otro lugar sin conseguirlo del todo.
-Pero qué cojon…
Nada de lo que sucedía tenía sentido. ¿Desde cuándo los decanos se aparecían para desmembrar a miembros de una fraternidad y actuar como si estuviera en todo el jodido derecho de hacerlo? Apreté los dientes, perdido por un momento al encontrarme con aquel panorama digno del peor de los terrores. Ese era un ataque, un puto ataque a estudiantes que quedarían marcados de por vida. Había sangre y gritos por todos lados, y no sabía cómo ni de qué se trataba nada, pero lo primero que pensé fue en ver que McJicahm pagara por lo que acababa de hacer, de una u otra forma.
El primer instinto que tuve fue buscar con la mirada a Mini, encontrándome con que afortunadamente no se le había ocurrido aparecerse. Aun en medio de la histeria colectiva, los sujetos que acompañaban al decano comenzaban a arrinconar a quien se dejara para revisarlos, como si todos fuéramos unos putos criminales. Extendí la mano para tomar el brazo de Bettina y mirarla a los ojos, tratando de hacer que pusiera toda la atención en mis ojos.
-Escúchame, quédate aquí y no te metas en problemas- Mientras le decía aquello, el primero en saltar para pedir explicaciones y soltar unas cuantas amenazas fue un chico altísimo al que no recordaba haber visto jamás en la universidad; entonces me di cuenta de que se trataba de aquel sujeto polaco que aun a la fecha, seguía estando en la mira de los gobiernos europeos a causa de su fama mundial como rojillo. ¿Qué mierda hacía en mi fraternidad y desde cuándo había estado ahí?
Le di una pequeña palmada en la mejilla a Bettina para cerciorarme de que me había escuchado, antes de girar y adelantarme hasta donde se encontraba Zieliñski encarando al puto decano de ciencias políticas. Le puse una mano sobre el pecho, haciéndolo retroceder al darme cuenta que tenía una varita en la mano. Yo también tenía ganas no solo de atacar al muy hijo de puta, sino de arrancarle toda la puta cara.
-¿Pero qué mierda cree que está haciendo McJicahm? Mire un instante a su alrededor y dese cuenta que acaba de provocar DESMEMBRAMIENTOS A ESTUDIANTES, GRANDÍSIMO HIJO DE PUTA-, estuve a punto de levantar el puño y reventarle la puta nariz, pero no podía caer en ese juego, no cuando él mismo acababa de cometer el peor de sus errores. Tenía que actuar con la cabeza fría a pesar de… a pesar de los brazos, manos y pedazos de carne que había por doquier. Era una maldita carnicería, una condenada pesadilla…
-¿Sabía que hay formas de evitar que la gente escape? ¿Sabía que hay un hechizo que evita que la gente se aparezca fuera de algún sitio? Escúcheme bien reverendo imbécil, ordene a sus hombres que dejen en paz a esta gente y mande a llamar a emergencias. Esto le va a costar muy caro McJicahm. No solo va a perder su puesto, va a terminar en la puta cárcel.-
Fúrico, ni siquiera me había percatado de que el muy bastardo de Bill me había regalado una bolsa llena de pastillas que traía en mis bolsillos. Como fuera, ese detalle era de verdad muy menor comparado con lo que acababa de pasar. Podían encontrarme toda la droga que se les diera la gana, pero ese cabrón acababa de provocar una masacre dentro de la Universidad.
- Jesse Crawford
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Re: Fiesta, sorpresa!
De verdad era muy difícil no mirar hacia donde estaba Jesse, pero lograba no hacerlo. Puso atención a Nick y escuchó lo que le decía acerca de Billy tras su pregunta. A Mina le preocupaba, pero no encontraba manera de tener contento al presidente Alpha de todos modos. O más bien, sabía cómo mantenerlo contento pero era imposible que lo cumpliera. Nick en cambio…con él podía ser más abierta, y él no era tan exigente en el mal sentido como Billy.
-No es un cinturón, tonto.
Para no parecer una demente estirada que no aprovechaba para tocar a su flamante novio, lo tomó salvajemente por la nuca y le dio un beso en la mejilla, que se veía bastante cariñoso. Justo en ese momento apareció Billy. Mina se dio cuenta de la bolsa que le dejaba a Jesse pero no le dio importancia, después de todo era su cumpleaños y no era como si ella hubiera estado completamente limpia una larga temporada como para juzgarlo o decirle algo. Se puso nerviosa cuando Billy se acercó pero no lo dejó mostrar.
-Ningún mensaje, coincidió.
Le contestó al rubio acerca del vestido azul y no dijo nada acerca de haber cambiado tanto de novio. En realidad los únicos novios en serio que había tenido en la temporada habían sido Jesse y Marcellus, pero no se iba a poner a discutir eso con Billy. Esperó a que se fuera para mirar a Nick con cara de circunstancias y reírse.
-Ok, mejor sí nos emborrachamos. Y rá-pi-do.
Pero eso no sucedería. Cuando su decano y Venerable se apareció en el lugar con todo ese equipo de seguridad, Mina abrió mucho los ojos y tomó fuerte a Nick de la mano.
-¿Qué diablos…?
El corazón le comenzó a latir demasiado rápido. Buscó desesperada con la mirada a Marcellus como si de alguna manera su paranoia la hubiera llevado a pensar que estaban en problemas de alguna índole. ¿Por qué llegarían de ese modo? Lo de la muerta esa que había aparecido era una excusa, claro, pero…¿y todas esas departiciones? Se le iba a salir el corazón.
Entornó los ojos cuando el polaco altísimo se adelantó de la nada a hablar como un demente. Pero su nerviosismo ascendió a niveles estratosféricos cuando fue Jesse quien tomó la palabra. Mina quería estar a su lado, apoyarlo, explotar a McJicahm, aplicarle alguna maldición, pero solo atinó a dejarse inspeccionar –aunque lo hicieron con gentileza con ella – por uno de los de seguridad, que no le pusieron la mano encima, solamente pasaron su varita a su alrededor, pero Mina actuó como si no tuviera problemas con la inspección. Escuchó las palabras de Jesse atravesarle el pecho, los gritos de los más asustados le taladraban la cabeza. Así empezaban las pruebas. Sólo esperaba que Jesse no se dejara llevar por sus impulsos.
-No es un cinturón, tonto.
Para no parecer una demente estirada que no aprovechaba para tocar a su flamante novio, lo tomó salvajemente por la nuca y le dio un beso en la mejilla, que se veía bastante cariñoso. Justo en ese momento apareció Billy. Mina se dio cuenta de la bolsa que le dejaba a Jesse pero no le dio importancia, después de todo era su cumpleaños y no era como si ella hubiera estado completamente limpia una larga temporada como para juzgarlo o decirle algo. Se puso nerviosa cuando Billy se acercó pero no lo dejó mostrar.
-Ningún mensaje, coincidió.
Le contestó al rubio acerca del vestido azul y no dijo nada acerca de haber cambiado tanto de novio. En realidad los únicos novios en serio que había tenido en la temporada habían sido Jesse y Marcellus, pero no se iba a poner a discutir eso con Billy. Esperó a que se fuera para mirar a Nick con cara de circunstancias y reírse.
-Ok, mejor sí nos emborrachamos. Y rá-pi-do.
Pero eso no sucedería. Cuando su decano y Venerable se apareció en el lugar con todo ese equipo de seguridad, Mina abrió mucho los ojos y tomó fuerte a Nick de la mano.
-¿Qué diablos…?
El corazón le comenzó a latir demasiado rápido. Buscó desesperada con la mirada a Marcellus como si de alguna manera su paranoia la hubiera llevado a pensar que estaban en problemas de alguna índole. ¿Por qué llegarían de ese modo? Lo de la muerta esa que había aparecido era una excusa, claro, pero…¿y todas esas departiciones? Se le iba a salir el corazón.
Entornó los ojos cuando el polaco altísimo se adelantó de la nada a hablar como un demente. Pero su nerviosismo ascendió a niveles estratosféricos cuando fue Jesse quien tomó la palabra. Mina quería estar a su lado, apoyarlo, explotar a McJicahm, aplicarle alguna maldición, pero solo atinó a dejarse inspeccionar –aunque lo hicieron con gentileza con ella – por uno de los de seguridad, que no le pusieron la mano encima, solamente pasaron su varita a su alrededor, pero Mina actuó como si no tuviera problemas con la inspección. Escuchó las palabras de Jesse atravesarle el pecho, los gritos de los más asustados le taladraban la cabeza. Así empezaban las pruebas. Sólo esperaba que Jesse no se dejara llevar por sus impulsos.
- Wilhelmina Schweinsteiger
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Re: Fiesta, sorpresa!
Si se ponía a ver las cosas en mente fría, Marcellus no tenía nada de qué preocuparse con respecto a la inspección sorpresa, eso no quería decir que le no le preocupara la presencia de McJicahm en el lugar, sólo porque sabía que este hombre era parte de los Venerables. Miró a Mina, haciendo un gesto de calma con su mano y moviendo la boca en una frase simple "Calma, todo bien."
Sin decir nada buscó a Harley pues le preocupaba. Su sobrina no tenía por qué huir, pero no quería exponerla a la escena tan desagradable que se estaba desplegando en ese momento. Su mirada pasó a Adrien, quien se encontraba a su lado.
"¿Cuál es la gran idea, hacer esto lo más vistoso posible? Ahora necesitan atención médica…" le dijo en voz baja y luego lo miró mas atentamente, buscando comunicarse con él en silencio. ¿Qué estaba pasando, porque la entrada tan súbita de McJicahm y aún más, porque tenía que lastimar a los alumnos? Las palabras de Jesse, las cuales resonaron en el lugar, eran ciertas, como Decano el hombre había cometido un falta muy grande, pero Marcellus le preocupaba no su autoridad como Profesor, esa estaba dañada y probablemente inexistente en ese punto, había gente adinerada entre los Delta aunque no lo quisieran ver así, esa inspección había sido una reverenda estupidez que seguramente se hizo con el afán de demostrar autoridad y en lugar de eso había perdido respeto, si es que alguna vez lo tuvo.
Marcellus pensó en llamar a Kael, quien seguramente tanto cómo Médico como Decano tendría autoridad para intervenir en ese incidente. El consejo Escolar acababa de bolar su imagen en pedazos, sería interesante ver en los diarios cuenta mierda se diría de la Universidad después de esto y él se encargaría de que Altair también escribiera algo.
Quería acercarse a Jesse y Mina, pero había hecho un trato con Adrien para mantenerse lo más lejos de los Venerables posible, sobre todo desde que había empezado a escribir las Editoriales de Altair. Aunque el mantenerse algo alejado no le impedía mandar un mensaje a su tío Kael por celular o ayudar a los otros que habían sido heridos en la demostración tan mala de poder por parte del Decano.
"¿Dianne?" preguntó a la chica para asegurarse que estuviera bien, además quería tener a Harley cerca e irse de ahí lo antes posible.
Sin decir nada buscó a Harley pues le preocupaba. Su sobrina no tenía por qué huir, pero no quería exponerla a la escena tan desagradable que se estaba desplegando en ese momento. Su mirada pasó a Adrien, quien se encontraba a su lado.
"¿Cuál es la gran idea, hacer esto lo más vistoso posible? Ahora necesitan atención médica…" le dijo en voz baja y luego lo miró mas atentamente, buscando comunicarse con él en silencio. ¿Qué estaba pasando, porque la entrada tan súbita de McJicahm y aún más, porque tenía que lastimar a los alumnos? Las palabras de Jesse, las cuales resonaron en el lugar, eran ciertas, como Decano el hombre había cometido un falta muy grande, pero Marcellus le preocupaba no su autoridad como Profesor, esa estaba dañada y probablemente inexistente en ese punto, había gente adinerada entre los Delta aunque no lo quisieran ver así, esa inspección había sido una reverenda estupidez que seguramente se hizo con el afán de demostrar autoridad y en lugar de eso había perdido respeto, si es que alguna vez lo tuvo.
Marcellus pensó en llamar a Kael, quien seguramente tanto cómo Médico como Decano tendría autoridad para intervenir en ese incidente. El consejo Escolar acababa de bolar su imagen en pedazos, sería interesante ver en los diarios cuenta mierda se diría de la Universidad después de esto y él se encargaría de que Altair también escribiera algo.
Quería acercarse a Jesse y Mina, pero había hecho un trato con Adrien para mantenerse lo más lejos de los Venerables posible, sobre todo desde que había empezado a escribir las Editoriales de Altair. Aunque el mantenerse algo alejado no le impedía mandar un mensaje a su tío Kael por celular o ayudar a los otros que habían sido heridos en la demostración tan mala de poder por parte del Decano.
"¿Dianne?" preguntó a la chica para asegurarse que estuviera bien, además quería tener a Harley cerca e irse de ahí lo antes posible.
- Marcellus J. Lovecraft
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Re: Fiesta, sorpresa!
-No, todavía no me voy a ir.-Le contestó Bill a Dianne segundos antes de sentir un escalofrío por la propuesta. Bill se rió y sacudió la cabeza como para quitarse la sensación recién sentida y tomó a Dianne por la barbilla para darle un beso en la mejilla.-No comas ansias, espera y verás.
No tuvo que esperar mucho porque desde el más allá llegaba el decano con el cuerpo de seguridad de la escuela. Bill solo esperaba ver como Jesse Crawford era acusado de posesión de drogas y con un poco de suerte también expulsado, pero el resto del espectáculo lo tomó por sorpresa. Tampoco parecía impresionado, aunque fingió que sí, pero le estaba costando mucho trabajo contener la risa por todo el circo que se estaba desatando bajo la mirada aterrada de todos esos mugrosos Delta.
Uno de los miembros de seguridad se acercó a él para inspeccionarlo, pero Bill lo miró con algo muy parecido al odio y con altivez soltó una frase cliché.-¿No sabes quién soy yo?- El hombre lo miró a la cara y luego lo dejó estar. Había sido el trato, que él no sería molestado. Bill tomó por los hombros a Dianne y la alejó de otra posible inspección.
Luego buscó hacerle señas a Nick para indicarle que mejor se largaran tranquilamente de ahí mientras los de seguridad se lo permitían, completamente comprados, pero también quería quedarse a ver en qué terminaba el berrinche descomunal de Jesse Crawford y el otro tipo extranjero que le parecía haber visto en los periódicos alguna vez, aunque no recordaba en dónde.
-¿No te dije que se veía prometedora?-Comentó con Dianne, estrechándola él en modo protector, pero también usando un tono burlón que no pudo evitar.
No tuvo que esperar mucho porque desde el más allá llegaba el decano con el cuerpo de seguridad de la escuela. Bill solo esperaba ver como Jesse Crawford era acusado de posesión de drogas y con un poco de suerte también expulsado, pero el resto del espectáculo lo tomó por sorpresa. Tampoco parecía impresionado, aunque fingió que sí, pero le estaba costando mucho trabajo contener la risa por todo el circo que se estaba desatando bajo la mirada aterrada de todos esos mugrosos Delta.
Uno de los miembros de seguridad se acercó a él para inspeccionarlo, pero Bill lo miró con algo muy parecido al odio y con altivez soltó una frase cliché.-¿No sabes quién soy yo?- El hombre lo miró a la cara y luego lo dejó estar. Había sido el trato, que él no sería molestado. Bill tomó por los hombros a Dianne y la alejó de otra posible inspección.
Luego buscó hacerle señas a Nick para indicarle que mejor se largaran tranquilamente de ahí mientras los de seguridad se lo permitían, completamente comprados, pero también quería quedarse a ver en qué terminaba el berrinche descomunal de Jesse Crawford y el otro tipo extranjero que le parecía haber visto en los periódicos alguna vez, aunque no recordaba en dónde.
-¿No te dije que se veía prometedora?-Comentó con Dianne, estrechándola él en modo protector, pero también usando un tono burlón que no pudo evitar.
- Bill Snyder
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Re: Fiesta, sorpresa!
No tuvo tiempo para presionar a Billy buscando que le soltase algo de información. En segundos la idea de coquetear con él solo para lograr que el muchacho hiciera llorar a otra persona se fue por la borda. El decano seguido por algunos hombres interrumpieron en la fiesta y comenzaron a registrar personas. Clayton giró el rostro hacia el presidente Alpha incrédula. Ella no tenía nada incriminatorio pero estaba segura que muchos de los invitados cargaban con sustancias prohibidas. Sintió ganas de reír por la desgracia ajena como la maldita que era. Y eso que aún no sabía que Bill le había regalado drogas a Crawford...
El recinto estaba sumido en el caos. La francesa no sabía hacia dónde mirar, algunos corrían, otros gritaban... Un delta cerca de ella intentó desaparecerse y su pierna quedó tirada en el suelo sujeta por una cadena mágica. La muchacha hizo una mueca y palideció un poco. Una despartición era algo asqueroso incluso para la persona menos impresionable y tuvo que desviar la mirada lo más rápido posible. Se alisó la prenda blanca que utilizaba, intentando mantener la calma aparente y borrar la imagen de su cabeza. Fue entonces que sus dedos dieron con algo húmedo y pegajoso. Intuyó lo que era incluso antes de examinar su piel.
El chico la había salpicado. -Ay por Dior. –Murmuró en lugar de nombrar una deidad teológica. Las palabras del revolucionario de turno le parecían lejanas. Oyó a Marcellus decir su nombre en forma de pregunta y no le respondió de forma directa. –Por Dior, Gucci y Chanel. ¿Eso es sangre en mi vestido? –Tembló ligeramente. No sabía si por la ira o el shock. Aunque a cada segundo que pasaba apuntaba más a lo primero. Fijó su atención en el Venerable que había intentado registrar a Snyder. Por un momento el mago le devolvió la mirada y algo en su actitud le dijo que tenía intención de revisarla a ella. Qué descaro. Entrecerró los ojos. Que alguien la agarrara. Iba a transformarse en arpía y hacer un escándalo más grande del que ya había.
Por suerte el rubio la tomó de los hombros y la llevó a otro sitio. Apoyó su bebida en una mesa y se cruzó de brazos mientras el muchacho le hacía señas a Nick. Le puso una cara de muerte a Mina que resumía su estado de ánimo, saco su celular de su cartera y lo señalo para que revisara el suyo. Le enscribió un mensaje sarcástico a la castaña usando su mano limpia. “McJicahm es adorable decorando. Lástima que Halloween no llega hasta octubre.” Dejó que Billy la acercara más a él sin quejarse. Era reconfortante y le sentaba bien porque seguía algo alterada. –Prometedora para el premio a la peor fiesta de la historia. –Le contestó ácida. En seguida bajó el volumen de su voz a pesar de estar alejada de los otros. -Como que no suspendan a alguien que odie… -Dejó su frase inconclusa. Pensaba en demasiadas cosas y no deseaba retirarse hasta ver como se desenlazaba todo.
El recinto estaba sumido en el caos. La francesa no sabía hacia dónde mirar, algunos corrían, otros gritaban... Un delta cerca de ella intentó desaparecerse y su pierna quedó tirada en el suelo sujeta por una cadena mágica. La muchacha hizo una mueca y palideció un poco. Una despartición era algo asqueroso incluso para la persona menos impresionable y tuvo que desviar la mirada lo más rápido posible. Se alisó la prenda blanca que utilizaba, intentando mantener la calma aparente y borrar la imagen de su cabeza. Fue entonces que sus dedos dieron con algo húmedo y pegajoso. Intuyó lo que era incluso antes de examinar su piel.
El chico la había salpicado. -Ay por Dior. –Murmuró en lugar de nombrar una deidad teológica. Las palabras del revolucionario de turno le parecían lejanas. Oyó a Marcellus decir su nombre en forma de pregunta y no le respondió de forma directa. –Por Dior, Gucci y Chanel. ¿Eso es sangre en mi vestido? –Tembló ligeramente. No sabía si por la ira o el shock. Aunque a cada segundo que pasaba apuntaba más a lo primero. Fijó su atención en el Venerable que había intentado registrar a Snyder. Por un momento el mago le devolvió la mirada y algo en su actitud le dijo que tenía intención de revisarla a ella. Qué descaro. Entrecerró los ojos. Que alguien la agarrara. Iba a transformarse en arpía y hacer un escándalo más grande del que ya había.
Por suerte el rubio la tomó de los hombros y la llevó a otro sitio. Apoyó su bebida en una mesa y se cruzó de brazos mientras el muchacho le hacía señas a Nick. Le puso una cara de muerte a Mina que resumía su estado de ánimo, saco su celular de su cartera y lo señalo para que revisara el suyo. Le enscribió un mensaje sarcástico a la castaña usando su mano limpia. “McJicahm es adorable decorando. Lástima que Halloween no llega hasta octubre.” Dejó que Billy la acercara más a él sin quejarse. Era reconfortante y le sentaba bien porque seguía algo alterada. –Prometedora para el premio a la peor fiesta de la historia. –Le contestó ácida. En seguida bajó el volumen de su voz a pesar de estar alejada de los otros. -Como que no suspendan a alguien que odie… -Dejó su frase inconclusa. Pensaba en demasiadas cosas y no deseaba retirarse hasta ver como se desenlazaba todo.
- Dianne Clayton
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Re: Fiesta, sorpresa!
Sabía que muchas personas en el concejo estudiantil no estarían deacuerdo con el procedimiento a seguir en la fraternidad Delta, sin embargo afortunadamente podían disfrazar muy bien la verdad contando con el hecho de que muchos de ellos estaban bajo la influencia del alcohol y alucinógenos. Los hombres que habían conjurado contra aquellos que se desaparecían se acercaban a los ahora mutilados para atenderlos y llevárselos sin más, como vil escoria que eran simplemente. Edward estaba ahí, viéndolos con la seriedad que lo caracterizaba, de alguna manera con sus gestos y movimientos daba la apariencia de un buitre, solamente esperando.
Fue entonces que Ferdynand Zieliñski, un joven que no conocía para nada trataba de intimidarlo alzando su varita, Edward, seguro de sí mismo, ni siquiera hizo seña de contraatacar, aun que algunos de los hombres que estaban a su lado se pusieron tensos por la situación. Luego venia el gran presidente Delta, a ese si que lo conocía, hacia algunos años su padre había sido una amenaza para la secta y el mismo país, pero como todo, los venerables se habían encargado de silenciarlo, al parecer su hijo iba por un camino parecido.
Los hombres a su lado se acercaron a Crawford, solamente para ponerse entre él y el profesor, era ridículo que alguien en su posición quisiera levantarle la voz e incluso amenazarle con algo que, definitivamente estaba completamente fuera de sus manos, al parecer el joven no sabía su lugar en el mundo, eso pasaba mucho últimamente, tendrían que hacer algo para volverle los pies al suelo, pero ese no era el momento, no era la forma en la que ellos actuaban.
En vez de caer en sus provocaciones, el profesor Edward le hizo una seña a los hombres que estaban frente a él. – Regístrenlo - Los hombres dudaron, aun que solamente fue por una fracción de segundo. Sin más al menos tres de ellos se acercaron a Crawford con cuidado para examinar si es que tenia drogas consigo. Edward se llevó la varita a la garganta, conjurando un sonorus para que su voz pudiera escucharse en el lugar.
Hace unos días encontramos el cuerpo de una joven que murió por sobredosis enterrada en los terrenos cercanos a la fraternidad, tendrían mucho que explicar al consejo escolar, si no quieren más desparticiones tendrán que cooperar. – Su voz era altiva, daba a entender que no le importaba en lo absoluto lo que sucediera con ellos.
Fuera del lugar unos jóvenes se acercaban a Aline Morgan, su intención por supuesto era escoltarla dentro del lugar, no la iban a revisar como a los demás, solamente llevarla dentro donde estaban Adrien y Marcellus.
Fue entonces que Ferdynand Zieliñski, un joven que no conocía para nada trataba de intimidarlo alzando su varita, Edward, seguro de sí mismo, ni siquiera hizo seña de contraatacar, aun que algunos de los hombres que estaban a su lado se pusieron tensos por la situación. Luego venia el gran presidente Delta, a ese si que lo conocía, hacia algunos años su padre había sido una amenaza para la secta y el mismo país, pero como todo, los venerables se habían encargado de silenciarlo, al parecer su hijo iba por un camino parecido.
Los hombres a su lado se acercaron a Crawford, solamente para ponerse entre él y el profesor, era ridículo que alguien en su posición quisiera levantarle la voz e incluso amenazarle con algo que, definitivamente estaba completamente fuera de sus manos, al parecer el joven no sabía su lugar en el mundo, eso pasaba mucho últimamente, tendrían que hacer algo para volverle los pies al suelo, pero ese no era el momento, no era la forma en la que ellos actuaban.
En vez de caer en sus provocaciones, el profesor Edward le hizo una seña a los hombres que estaban frente a él. – Regístrenlo - Los hombres dudaron, aun que solamente fue por una fracción de segundo. Sin más al menos tres de ellos se acercaron a Crawford con cuidado para examinar si es que tenia drogas consigo. Edward se llevó la varita a la garganta, conjurando un sonorus para que su voz pudiera escucharse en el lugar.
Hace unos días encontramos el cuerpo de una joven que murió por sobredosis enterrada en los terrenos cercanos a la fraternidad, tendrían mucho que explicar al consejo escolar, si no quieren más desparticiones tendrán que cooperar. – Su voz era altiva, daba a entender que no le importaba en lo absoluto lo que sucediera con ellos.
Fuera del lugar unos jóvenes se acercaban a Aline Morgan, su intención por supuesto era escoltarla dentro del lugar, no la iban a revisar como a los demás, solamente llevarla dentro donde estaban Adrien y Marcellus.
- Edward McJicahm
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Re: Fiesta, sorpresa!
Adrien se puso tenso inmediatamente que se dio cuenta que Marcellus estaba ahí en el lugar y con una joven que se veía obviamente estaba embarazada. No hizo caso a las palabras de Diane y solamente se acerco a él para saludarlo y tratar de hacer como que nada estaba sucediendo. Afortunadamente sabía que Marcellus no era un peligro –aun- para los venerables y que no tenía nada que ver con la fraternidad Delta, de no haber sido así lo habría sacado inmediatamente aun y cuando el plan del profesor Edward o él mismo se vieran descubiertos, ese era el efecto que el chico Lovecraft tenía sobre él, lo hacía impulsivo y no le dejaba pensar lógicamente.
Pensé que estarías ocupado con otra cosa. – Se le quedo mirando un largo rato, como si esperaba que de alguna manera él pudiera leerle la mente –sabía que podía, pero no lo esperaba- Tomó un vaso con refresco y bebió un poco simplemente volteando a ver su reloj, esperando.
Cuando la escena del decano sucedió, Adrien no estaba ni por mucho impactado. Vio a Billy para asegurarse de que él hubiera cumplido con su parte y luego simplemente hizo hacia atrás a Marcellus, sabría que estaría molesto por lo ocurrido, pero esperaba, rogaba completamente de que no quisiera tomar parte en el asunto mientras el extranjero y Jesse estaban reclamándole.
Le hizo una seña a Marcellus para que bajara la voz y no dijera más nada mientras lo tomaba de un hombro y lo acercaba hacia una de las paredes, lejos de los hombres sangrantes y demás. Un par de sujetos se acercaron a ellos pero los reconocieron inmediatamente así que a ellos no los revisaron, luego vino el discurso en respuesta de Mcjicahm. Adrien sabía de la joven muerta, él y Billy eran los únicos que sabían exactamente que era lo que había sucedido con esa chica, nada de lo que el profesor dijera le había sobresaltado, lo que si lo alertó inmediatamente fue ver que unos sujetos traían dentro del lugar a Aline quién al parecer había llegado ahí igual que Marcellus. ¿Por qué las personas que amaba se metían en tantos problemas? Le hizo una seña rápidamente a Marcellus para que la viera y luego se encaminó hacia ella para ayudarle.
Ella es mi hermana – Le dijo a uno de los sujetos que la traía del hombro, lo suficientemente discreto para no llamar la atención de nadie más. –Ella no tiene drogas, dejala.. – Su mirada penetrante se fijó en el sujeto que tras recibir una seña de aprobación de otro la soltó. Adrien la tomó de la mano y salió con ella del lugar mientras la atención seguía fija en el profesor y Jesse.
¿Qué diablos estabas haciendo en este lugar? Debes tener cuidado maldita sea… –
Pensé que estarías ocupado con otra cosa. – Se le quedo mirando un largo rato, como si esperaba que de alguna manera él pudiera leerle la mente –sabía que podía, pero no lo esperaba- Tomó un vaso con refresco y bebió un poco simplemente volteando a ver su reloj, esperando.
Cuando la escena del decano sucedió, Adrien no estaba ni por mucho impactado. Vio a Billy para asegurarse de que él hubiera cumplido con su parte y luego simplemente hizo hacia atrás a Marcellus, sabría que estaría molesto por lo ocurrido, pero esperaba, rogaba completamente de que no quisiera tomar parte en el asunto mientras el extranjero y Jesse estaban reclamándole.
Le hizo una seña a Marcellus para que bajara la voz y no dijera más nada mientras lo tomaba de un hombro y lo acercaba hacia una de las paredes, lejos de los hombres sangrantes y demás. Un par de sujetos se acercaron a ellos pero los reconocieron inmediatamente así que a ellos no los revisaron, luego vino el discurso en respuesta de Mcjicahm. Adrien sabía de la joven muerta, él y Billy eran los únicos que sabían exactamente que era lo que había sucedido con esa chica, nada de lo que el profesor dijera le había sobresaltado, lo que si lo alertó inmediatamente fue ver que unos sujetos traían dentro del lugar a Aline quién al parecer había llegado ahí igual que Marcellus. ¿Por qué las personas que amaba se metían en tantos problemas? Le hizo una seña rápidamente a Marcellus para que la viera y luego se encaminó hacia ella para ayudarle.
Ella es mi hermana – Le dijo a uno de los sujetos que la traía del hombro, lo suficientemente discreto para no llamar la atención de nadie más. –Ella no tiene drogas, dejala.. – Su mirada penetrante se fijó en el sujeto que tras recibir una seña de aprobación de otro la soltó. Adrien la tomó de la mano y salió con ella del lugar mientras la atención seguía fija en el profesor y Jesse.
¿Qué diablos estabas haciendo en este lugar? Debes tener cuidado maldita sea… –
- Adrien Morgan
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Re: Fiesta, sorpresa!
Observó la expresión de Adrien y sus indicaciones silenciosas, le hubiese gustado saber que era lo que estaba pensando para poder entenderlo mejor, pero para eso tenía que usar un hechizo y aun no era bueno con los silentes, por lo que se limitó a simplemente observar, entendiendo la mirada fría del otro, una que sostenía un nivel de preocupación que probablemente por las circunstancias no podía ser expresado.
Los hilos se fueron conectando una vez que las personas que pensaban registrarlo pasaron de largo por la orden de Adrien, eso sumado a la presencia de McJicahm fueron creando el panorama de la situación, miró a Adrien de vuelta con una expresión neutra y luego suspiró, tomando la mano del otro en la suya por un momento para luego dejarlo ir hasta donde estaba Aline.
No se quedó mirando a su alrededor más que un momento, necesitaba estar con Adrien y algo le decía que más que por su seguridad mental, era por todo un contexto que a penas y comprendía realmente. Le siguió afuera sin más de por medio, ignorando a la patrulla de inspección que McJicahm tenía consigo.
Aline había tenía un grave incidente hacía tiempo dónde Marcellus la ayudó a recuperarse, desde entonces se había hecho el propósito de ayudarle constantemente para que no recayera en el uso de drogas, hasta ahora había sido un plan con buenos resultados.
"Adrien," le dijo con tono suave, colocando su mano en la parte baja de la espalda del otro, "Seguramente alguien la invitó, además de que este lugar no es peligroso, era una fiesta del presidente… y Aline no está metida en nada de eso, estamos bien."
Se aseguró de hacer énfasis en que el lugar no era peligroso porque a pesar de que Marcellus sabía lo contrario, no quería que Adrien se delatara frente a Aline, eso la pondría en peligro y sabía con seguridad que era lo que Adrien menos quería.
"¿Nos vamos?" sugirió entonces, sonriéndole a Aline, manteniendo el contacto con Adrien.
Los hilos se fueron conectando una vez que las personas que pensaban registrarlo pasaron de largo por la orden de Adrien, eso sumado a la presencia de McJicahm fueron creando el panorama de la situación, miró a Adrien de vuelta con una expresión neutra y luego suspiró, tomando la mano del otro en la suya por un momento para luego dejarlo ir hasta donde estaba Aline.
No se quedó mirando a su alrededor más que un momento, necesitaba estar con Adrien y algo le decía que más que por su seguridad mental, era por todo un contexto que a penas y comprendía realmente. Le siguió afuera sin más de por medio, ignorando a la patrulla de inspección que McJicahm tenía consigo.
Aline había tenía un grave incidente hacía tiempo dónde Marcellus la ayudó a recuperarse, desde entonces se había hecho el propósito de ayudarle constantemente para que no recayera en el uso de drogas, hasta ahora había sido un plan con buenos resultados.
"Adrien," le dijo con tono suave, colocando su mano en la parte baja de la espalda del otro, "Seguramente alguien la invitó, además de que este lugar no es peligroso, era una fiesta del presidente… y Aline no está metida en nada de eso, estamos bien."
Se aseguró de hacer énfasis en que el lugar no era peligroso porque a pesar de que Marcellus sabía lo contrario, no quería que Adrien se delatara frente a Aline, eso la pondría en peligro y sabía con seguridad que era lo que Adrien menos quería.
"¿Nos vamos?" sugirió entonces, sonriéndole a Aline, manteniendo el contacto con Adrien.
- Marcellus J. Lovecraft
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