Fiesta de lanzamiento
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Re: Fiesta de lanzamiento
-Exactamente ese es el plan-La fiesta no se veía mal. Además ¿quién podía andar de caras largas con alcohol completamente gratis en varias presentaciones y música cada vez más fuerte con la que no se podía hablar sin hacerlo a gritos o al oído?, pero la noche era joven y a él no le venía mal hacer varias paradas. Ya iba a ir para auxiliar a Crawford pero resultaba que no quería ser auxiliado, porque les hizo una seña de que sería la muerte si se acercaban. Él también pensó que alguien se prendería ante el gesto de macho dominante de Crawford pero por suerte no pasó nada, eso hubiera subido a la fiesta al nivel: “violencia”.
Detuvo a Julisa y le dijo que mejor fueran por ahí, a explorar. No sabía nada acerca de Adrien y era mejor no saber, eso también pondría la fiesta al nivel “violencia”. Se dio la media vuelta con Julisa de nuevo tomándola por la cintura, justo a tiempo para ver como un DJ con extraños artefactos que no funcionaban con electricidad se colocaba en una tarima improvisada en el fondo de la tienda.
Cualquiera podría decir que a los adultos qué les iba a interesar un DJ set mágico, pero para ellos, el entretenimiento estaba en las edecanes con vestidos diminutos que enseñaban la nueva línea a los que se acercaban interesados, o en las bebidas que no eran solo cocteles para chicas. El meollo estaba en descubrir de qué color eran las que funcionaban mejor para ayudar al cuerpo a desinhibirse. Había material para emborracharse por un buen rato, y para ver qué salía de ahí.
-Con suerte y nos encontramos cocaína de cortesía en el baño.-No lo ponía en duda, podía ser que fuera así pero por ahora podía aguantar sin una línea al menos durante los siguientes quince minutos, además tenía otra cosa bajo la manga. Tomó de otro mesero que andaba por ahí una bebida color rojo escarlata, a ver si le atinaba a algo más fuerte, aunque ¿cada cuánto se emborrachaba con cocteles finos gratuitos? La verdad le daba lo mismo mientras fuera alcohol. Es decir, él a los quince se había emborrachado con alcohol farmacéutico, que no le vinieran con que le hacían caras a la champaña.
-Tengo algo para ti pero si lo quieres tienes que besarme –Y no estaba de broma cuando sacó una bolsa con Cat una hierba que se tenía que masticar fresca. Era ilegal en Estados Unidos pero nadie pareció ver mal que la sacara. -La conseguí especial para hoy, mira que exótico me pongo.
___
Lo que puse en negro es el mood de la fiesta, porque dice administración que NO ESTAMOS EN UNA FIESTA DEL ANCIANATO Y QUE SE PRENDAN, AGUADOS.
La música es este DJ SET de veinte minutos, pero pues pueden poner otra cosa siempre y cuando no sea piano de cola.
Detuvo a Julisa y le dijo que mejor fueran por ahí, a explorar. No sabía nada acerca de Adrien y era mejor no saber, eso también pondría la fiesta al nivel “violencia”. Se dio la media vuelta con Julisa de nuevo tomándola por la cintura, justo a tiempo para ver como un DJ con extraños artefactos que no funcionaban con electricidad se colocaba en una tarima improvisada en el fondo de la tienda.
Cualquiera podría decir que a los adultos qué les iba a interesar un DJ set mágico, pero para ellos, el entretenimiento estaba en las edecanes con vestidos diminutos que enseñaban la nueva línea a los que se acercaban interesados, o en las bebidas que no eran solo cocteles para chicas. El meollo estaba en descubrir de qué color eran las que funcionaban mejor para ayudar al cuerpo a desinhibirse. Había material para emborracharse por un buen rato, y para ver qué salía de ahí.
-Con suerte y nos encontramos cocaína de cortesía en el baño.-No lo ponía en duda, podía ser que fuera así pero por ahora podía aguantar sin una línea al menos durante los siguientes quince minutos, además tenía otra cosa bajo la manga. Tomó de otro mesero que andaba por ahí una bebida color rojo escarlata, a ver si le atinaba a algo más fuerte, aunque ¿cada cuánto se emborrachaba con cocteles finos gratuitos? La verdad le daba lo mismo mientras fuera alcohol. Es decir, él a los quince se había emborrachado con alcohol farmacéutico, que no le vinieran con que le hacían caras a la champaña.
-Tengo algo para ti pero si lo quieres tienes que besarme –Y no estaba de broma cuando sacó una bolsa con Cat una hierba que se tenía que masticar fresca. Era ilegal en Estados Unidos pero nadie pareció ver mal que la sacara. -La conseguí especial para hoy, mira que exótico me pongo.
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Lo que puse en negro es el mood de la fiesta, porque dice administración que NO ESTAMOS EN UNA FIESTA DEL ANCIANATO Y QUE SE PRENDAN, AGUADOS.
La música es este DJ SET de veinte minutos, pero pues pueden poner otra cosa siempre y cuando no sea piano de cola.
- Zlatan Fleming
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Re: Fiesta de lanzamiento
-Hola Miles- Le dije saludándolo con un beso en la mejilla, -¿Y qué quieres tomar Draken?- dije con una sonrisa -Si quieres allá en el fondo puedes pedir un jugo- le dijo irónicamente mientras en mi rostro se formaba una sonrisa burlona.
No me hizo falta verla para darme cuenta de su presencia, primero por la reacción de Kitty, luego por lo que me susurro Adrien y finalmente al sentir ese fuerte y penetrante aroma que ella despedía.
No era un secreto que la presencia de aquella mujer me molestaba, siempre había sido así y siempre lo seria. La verdad es que Betty Catsnose siempre mencionaba algo con lo que lograba realmente enfadarme, mas nunca le había dado el lujo de exasperarme en su presencia.
-Buenas noches, gracias- Le dije cuando saludo y menciono lo de la fiesta. Cuando preguntó si podía hacernos algunas preguntas sonreí afirmativamente ya que negar una entrevista a brillantina en la noche de lanzamiento traería mala publicidad. A decir verdad la revista no me disgustaba del todo, incluso me gusta la sección de moda y belleza, pero nunca me ha gustado que mi nombre o fotos salgan en ella.
Cuando escuche la primer pregunta me di cuenta que aquello seria largo, no quería quedar como la cornuda frente a todos los lectores de la revista, a pesar de que nuestra relación había terminado hace ya bastante aun había gente que pensaba que habíamos terminado por terceros, así que lo mejor sería fingir que a pesar del rompimiento la relación que mantengo con Adrien sigue siendo buena.
Abrace a Kitty y la acerque a mí para susurrar en su oído lo mismo que había dicho Adrien, -No te preocupes... ya hablaremos después de esto-. Me limite a mantener mi falsa sonrisa mientras Adrien respondía, después tomo mi mano y la beso, mi sonrisa se amplió y voltee a ver a Betty.-Como bien dice Adrien, durante el verano ha estado asesorando a algunos de nuestros compañeros de Bassett Knapp, y todos sabemos que en la universidad convivimos con personas de muchas partes del mundo que han sido criadas bajo distintos principios culturales, lo que hace que en ocasiones existan ciertos malentendidos, sin embargo he de decir que personalmente me encanta poder convivir con personas que piensan y actúan diferente, ya que de ellas se pueden aprender muchas cosas- Le dije esperando que no hubiese notado la hipocresía que escondían mis palabras, mientras dejaba que Adrien siguiera respondiendo.
______ _______
Zlatan se me adelanto, pero algo parecido iba yo a decir. Siéntanse libres de mencionar lo que quieran del ambiente de la fiesta (y modificarlo), que mi user anda un poco corta de tiempo y se le van las cosas.
No me hizo falta verla para darme cuenta de su presencia, primero por la reacción de Kitty, luego por lo que me susurro Adrien y finalmente al sentir ese fuerte y penetrante aroma que ella despedía.
No era un secreto que la presencia de aquella mujer me molestaba, siempre había sido así y siempre lo seria. La verdad es que Betty Catsnose siempre mencionaba algo con lo que lograba realmente enfadarme, mas nunca le había dado el lujo de exasperarme en su presencia.
-Buenas noches, gracias- Le dije cuando saludo y menciono lo de la fiesta. Cuando preguntó si podía hacernos algunas preguntas sonreí afirmativamente ya que negar una entrevista a brillantina en la noche de lanzamiento traería mala publicidad. A decir verdad la revista no me disgustaba del todo, incluso me gusta la sección de moda y belleza, pero nunca me ha gustado que mi nombre o fotos salgan en ella.
Cuando escuche la primer pregunta me di cuenta que aquello seria largo, no quería quedar como la cornuda frente a todos los lectores de la revista, a pesar de que nuestra relación había terminado hace ya bastante aun había gente que pensaba que habíamos terminado por terceros, así que lo mejor sería fingir que a pesar del rompimiento la relación que mantengo con Adrien sigue siendo buena.
Abrace a Kitty y la acerque a mí para susurrar en su oído lo mismo que había dicho Adrien, -No te preocupes... ya hablaremos después de esto-. Me limite a mantener mi falsa sonrisa mientras Adrien respondía, después tomo mi mano y la beso, mi sonrisa se amplió y voltee a ver a Betty.-Como bien dice Adrien, durante el verano ha estado asesorando a algunos de nuestros compañeros de Bassett Knapp, y todos sabemos que en la universidad convivimos con personas de muchas partes del mundo que han sido criadas bajo distintos principios culturales, lo que hace que en ocasiones existan ciertos malentendidos, sin embargo he de decir que personalmente me encanta poder convivir con personas que piensan y actúan diferente, ya que de ellas se pueden aprender muchas cosas- Le dije esperando que no hubiese notado la hipocresía que escondían mis palabras, mientras dejaba que Adrien siguiera respondiendo.
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Zlatan se me adelanto, pero algo parecido iba yo a decir. Siéntanse libres de mencionar lo que quieran del ambiente de la fiesta (y modificarlo), que mi user anda un poco corta de tiempo y se le van las cosas.
- Charlotte Wardwell
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Re: Fiesta de lanzamiento
No iba a llegar tan temprano como para ofrecerse a acomodar mesas en la tienda de varitas, porque gracias a toda la Magia, sus dias de recadero ya habian quedado muy atras. Iria a la fiesta de presentacion, por supuesto, porque era uno de esos eventos a los que todo el mundo iba a ir, sus padres incluidos, aunque cada uno de ellos fuera y llegara por lados distintos.
Tenia claro que a ese tipo de eventos habia que ir bien presentado, mas porque habria decenas de camaras fotografiando todo y nunca sabia donde irian a parar esas imagenes. La imagen que daba, habia aprendido, era una de las cosas en las cuales si tomaba atencion siempre podia mantener bajo control, y con ello venian muchisimas ventajas a las que no estaba dispuesto a renunciar. Asi que habia optado por un traje negro, una camisa y una corbata del mismo color y sabia que con eso no habia manera de perder.
Para cuando se habia llegado a la tienda las presentaciones ya habian pasado y en la entrada le habian recibido meseros ofreciendole bebidas y canapes. Tomo una de las copas que contenia un trago color verde lima y se entretuvo por ahi viendo pasar a las modelos en ropas escazas que se encargaban de promover la nueva linea de empuñaduras, las que con toda sinceridad eran la ultima cosa a la que estaba prestando atencion en ese instante. Deberia circular y empezar a saludar gente, que para algo esaba ahi y una parte de el siempre disfrutaba cuando al llegar con un grupo le recibian entusiastas y con elogios, una de las cosas a las que se habia vuelto adicto con facilidad. Si, eso deberia hacer, en cuanto la rubia de la mini falda blanca dejara de dirigirle aquellas sonrisas incitantes.
Apuro su trago y lo entrego a uno de los meseros que pasaban por ahi. Ya tenia ubicados a un par de amigos a los que iba a saludar primero, cuando entre la multitud le llamaron la atencion tres personas: Wilhelmina con expresion de estarse aguantando o gritos o llanto, Harley que se veia mas que dispuesta a cometer asesinato, y dando cohesion a todo, el bien conocido y tan mencionado en las ultimas semanas ex esposo.
Lo que se estaba desenvolviendo ahi no podia ser bueno y nadie parecia dispuesto a intervenir. Se acerco hacia alla, primero colocando una mano sobre el hombro de Harley para llamar su atencion y luego deteniendose directamente junto a Wilhelmina y su ex. - Buena fiesta, no creen? - Dijo con expresion adusta y tono severo. No le importaba de lo que estubieran conversando o que hubiera interrumpido, lo que a el le interesaba era que Wilhelmina parecia pedir a gritos que lo alejaran de ella y eso no estaba sucediendo. Echo una mirada a la manera en que la tenia sujeta del brazo y luego lo miro a el. Nadie tenia porque armar una escena, pero que clase de marica habia que ser para darse cuenta de lo mucho que ella estaba aborreciendo eso y no acercarse?
Tenia claro que a ese tipo de eventos habia que ir bien presentado, mas porque habria decenas de camaras fotografiando todo y nunca sabia donde irian a parar esas imagenes. La imagen que daba, habia aprendido, era una de las cosas en las cuales si tomaba atencion siempre podia mantener bajo control, y con ello venian muchisimas ventajas a las que no estaba dispuesto a renunciar. Asi que habia optado por un traje negro, una camisa y una corbata del mismo color y sabia que con eso no habia manera de perder.
Para cuando se habia llegado a la tienda las presentaciones ya habian pasado y en la entrada le habian recibido meseros ofreciendole bebidas y canapes. Tomo una de las copas que contenia un trago color verde lima y se entretuvo por ahi viendo pasar a las modelos en ropas escazas que se encargaban de promover la nueva linea de empuñaduras, las que con toda sinceridad eran la ultima cosa a la que estaba prestando atencion en ese instante. Deberia circular y empezar a saludar gente, que para algo esaba ahi y una parte de el siempre disfrutaba cuando al llegar con un grupo le recibian entusiastas y con elogios, una de las cosas a las que se habia vuelto adicto con facilidad. Si, eso deberia hacer, en cuanto la rubia de la mini falda blanca dejara de dirigirle aquellas sonrisas incitantes.
Apuro su trago y lo entrego a uno de los meseros que pasaban por ahi. Ya tenia ubicados a un par de amigos a los que iba a saludar primero, cuando entre la multitud le llamaron la atencion tres personas: Wilhelmina con expresion de estarse aguantando o gritos o llanto, Harley que se veia mas que dispuesta a cometer asesinato, y dando cohesion a todo, el bien conocido y tan mencionado en las ultimas semanas ex esposo.
Lo que se estaba desenvolviendo ahi no podia ser bueno y nadie parecia dispuesto a intervenir. Se acerco hacia alla, primero colocando una mano sobre el hombro de Harley para llamar su atencion y luego deteniendose directamente junto a Wilhelmina y su ex. - Buena fiesta, no creen? - Dijo con expresion adusta y tono severo. No le importaba de lo que estubieran conversando o que hubiera interrumpido, lo que a el le interesaba era que Wilhelmina parecia pedir a gritos que lo alejaran de ella y eso no estaba sucediendo. Echo una mirada a la manera en que la tenia sujeta del brazo y luego lo miro a el. Nadie tenia porque armar una escena, pero que clase de marica habia que ser para darse cuenta de lo mucho que ella estaba aborreciendo eso y no acercarse?
- Benjamin Stein
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Re: Fiesta de lanzamiento
Bueno, uno pensaría que la gente se podría cansar de regarla una tras otra, pero Jesse Crawford era la representación viva de lo bajo que podía caer la gente y no solamente lo pensaba por cómo se comportaba normalmente y así, si no que frente a Mina hasta parecía esforzarse por ser más odioso que nunca. ¿Qué no podía entender las indirectas y largarse? O sea Mina y él realmente ya no tenían nada que tratar en el mundo, ya no eran nada, eran dos desconocidos que en algún momento habían compartido un pasado, pero se había acabado y no porque la Alemana hubiera hecho algo mal (porque a los ojos de Harley, era una santa), si no porque ese idiota lo había arruinado todo.
Harley soltó a Mina, no tenía por que pelear con Jesse como si estuviera jalando una muñeca de trapo o algo así. Apretó los puños con fuerza y solo se mordió la lengua un par de veces para no responder a las tonterías que le decía. ¿Realmente no se cansaba de lastimar a Mina? ¿Qué no simplemente podía irse con alguna de sus zorras y ya?. Desvió la mirada inmediatamente cuando vio que Julisa y Zlatan se acercaban, ella solo abrió los ojos con fuerza y sin que Mina la viera, también les hizo una cara de miedo y negó una y otra vez para que no se acercaran.
Ya estaba perdiendo la paciencia y nada mas por no hacer un escándalo ya no dijo nada, pero vaya que tenía muchas ganas de partirle la cara con una maldición o algo a Jesse, ya quería que todo eso se acabara, pero no se atrevía a ponerse en medio de ambos porque no quería que Jesse hiciera una escena y Wilhelmina se volviera loca si algo pasaba.
Afortunadamente sintió una mano en su hombro que la hizo voltear, la visión de Frankie… bueno, Benjamin la reconforto y hasta hizo que sonriera un poco, nerviosa como estaba ya no sabía que decir ni que hacer. Lo dejo ir hacia ellos y cuando se puso en medio aprovecho para jalar un poquito a Mina y quitarla del terreno peligroso. La atrajo a ella y le acaricio un poquito el pelo tratando de que se tranquilizara, luego se quedo viendo hacia Jesse y Benjamin, a ver que resultaba de todo.
Harley soltó a Mina, no tenía por que pelear con Jesse como si estuviera jalando una muñeca de trapo o algo así. Apretó los puños con fuerza y solo se mordió la lengua un par de veces para no responder a las tonterías que le decía. ¿Realmente no se cansaba de lastimar a Mina? ¿Qué no simplemente podía irse con alguna de sus zorras y ya?. Desvió la mirada inmediatamente cuando vio que Julisa y Zlatan se acercaban, ella solo abrió los ojos con fuerza y sin que Mina la viera, también les hizo una cara de miedo y negó una y otra vez para que no se acercaran.
Ya estaba perdiendo la paciencia y nada mas por no hacer un escándalo ya no dijo nada, pero vaya que tenía muchas ganas de partirle la cara con una maldición o algo a Jesse, ya quería que todo eso se acabara, pero no se atrevía a ponerse en medio de ambos porque no quería que Jesse hiciera una escena y Wilhelmina se volviera loca si algo pasaba.
Afortunadamente sintió una mano en su hombro que la hizo voltear, la visión de Frankie… bueno, Benjamin la reconforto y hasta hizo que sonriera un poco, nerviosa como estaba ya no sabía que decir ni que hacer. Lo dejo ir hacia ellos y cuando se puso en medio aprovecho para jalar un poquito a Mina y quitarla del terreno peligroso. La atrajo a ella y le acaricio un poquito el pelo tratando de que se tranquilizara, luego se quedo viendo hacia Jesse y Benjamin, a ver que resultaba de todo.
- Harley D. Schweinsteiger
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Re: Fiesta de lanzamiento
Pues sí, lo admitía. Le pudo eso de escucharlo por lo que habían tenido alguna vez, solo que no se imaginaba que sus palabras iban a terminar por dolerle todavía más y por abrir más las heridas frescas que todavía ni siquiera empezaban a cerrar. De nuevo había sido lo suficientemente estúpida como para aceptar algo de él. Apenas y bajó la vista rápido hacia el agarre de su brazo, que ya no era violento pero todavía la hacía sentir extraña.
No podía creer lo que le estaba diciendo, ¿qué su único error había sido casarse, pensar que podría funcionar? ¿qué habían sido inmaduros? ¿qué el error había sido dejar de ser simplemente amigos?. No entendía por qué había ido ahí a decirle todas esas cosas, por qué simplemente no se había pasado de largo y ya, no veía la necesidad a seguirla lastimando, o las ganas de hacerlo, ella le había dado todo lo que tenía, lo había querido muchísimo como para que con todo el descaro fuera a decirle “el error fue casarme contigo”. Eso era obvio, ¿no?, ¿para qué se lo repetía? ¿por qué quería humillarla más enfrente de toda esa gente?.
Tenía unas ganas tan estúpidas de echarse a llorar como una niña que le pareció una excelente idea librarse de su agarre y desaparecer literalmente de ahí antes de quebrarse, porque estaba a punto. Le dolía tanto que sentía náuseas y el labio inferior le tembló ligeramente en el claro anuncio de un puchero, y de pronto se le empañaron los ojos a tal grado que ya no podía ver bien. Quería llorar y llorar y llorar hasta el cansancio y ni siquiera sabía qué decirle porque si abría la boca solo le iba a salir ese llanto que se estaba intentando tragar con el orgullo que le quedaba.
Su punto álgido llegó con la entrada del DJ y también con la llegada de Benjamin. Sonrió a medias muriéndose de vergüenza y se soltó de un jalón de Jesse, ya sin importarle gran cosa que se notara mucho, con el fin de secarse los ojos antes de que las lágrimas acabaran por resbalársele. Tragó saliva y volvió a respirar profundo, tratando de recomponerse.
-Jesse ya se iba. Creo que dijo todo lo que quería decir. ¿Bailas con nosotras? O bebes con nosotras, lo que te acomode mejor.
Le preguntó al chico Epsilon antes de darle un pequeño jalón en el brazo y sonreírle como si no pasara nada aunque todavía tuviera un nudo en la garganta, escondido gracias al estruendo musical. No quería problemas, no quería ver más a Jesse (de ser posible, jamás en toda al vida) y no quería seguir pensando en ese “Solo fue ese nuestro error… nuestro matrimonio“ dicho con tanta facilidad, con tanto descaro. Que se fuera al diablo, aunque en parte ella se lo merecía, por esperar si quiera algo bueno de parte de Jesse, una vez más, como si no hubiera aprendido la lección.
No podía creer lo que le estaba diciendo, ¿qué su único error había sido casarse, pensar que podría funcionar? ¿qué habían sido inmaduros? ¿qué el error había sido dejar de ser simplemente amigos?. No entendía por qué había ido ahí a decirle todas esas cosas, por qué simplemente no se había pasado de largo y ya, no veía la necesidad a seguirla lastimando, o las ganas de hacerlo, ella le había dado todo lo que tenía, lo había querido muchísimo como para que con todo el descaro fuera a decirle “el error fue casarme contigo”. Eso era obvio, ¿no?, ¿para qué se lo repetía? ¿por qué quería humillarla más enfrente de toda esa gente?.
Tenía unas ganas tan estúpidas de echarse a llorar como una niña que le pareció una excelente idea librarse de su agarre y desaparecer literalmente de ahí antes de quebrarse, porque estaba a punto. Le dolía tanto que sentía náuseas y el labio inferior le tembló ligeramente en el claro anuncio de un puchero, y de pronto se le empañaron los ojos a tal grado que ya no podía ver bien. Quería llorar y llorar y llorar hasta el cansancio y ni siquiera sabía qué decirle porque si abría la boca solo le iba a salir ese llanto que se estaba intentando tragar con el orgullo que le quedaba.
Su punto álgido llegó con la entrada del DJ y también con la llegada de Benjamin. Sonrió a medias muriéndose de vergüenza y se soltó de un jalón de Jesse, ya sin importarle gran cosa que se notara mucho, con el fin de secarse los ojos antes de que las lágrimas acabaran por resbalársele. Tragó saliva y volvió a respirar profundo, tratando de recomponerse.
-Jesse ya se iba. Creo que dijo todo lo que quería decir. ¿Bailas con nosotras? O bebes con nosotras, lo que te acomode mejor.
Le preguntó al chico Epsilon antes de darle un pequeño jalón en el brazo y sonreírle como si no pasara nada aunque todavía tuviera un nudo en la garganta, escondido gracias al estruendo musical. No quería problemas, no quería ver más a Jesse (de ser posible, jamás en toda al vida) y no quería seguir pensando en ese “Solo fue ese nuestro error… nuestro matrimonio“ dicho con tanta facilidad, con tanto descaro. Que se fuera al diablo, aunque en parte ella se lo merecía, por esperar si quiera algo bueno de parte de Jesse, una vez más, como si no hubiera aprendido la lección.
- Wilhelmina Schweinsteiger
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Re: Fiesta de lanzamiento
El chico la estaba estresando. Aunque no era solo el, era el ambiente, la gente, los rostros sonrientes que al igual que ella fingían algo que seguro no eran. Sus estúpidos sentimientos. Todo conspiraba en contra para que ella pudiera encontrar un punto de relajo deseado. Quizás por ello trataba de mantener cierto aire superior, aun cuando Adam fingió hacerle caso pero no giro y se fue a sentar. Lo miro, al principio algo enojada, pero luego le sonrió cómplice al notar que el chico no se dejaba dominar. Era verdad, era diferente a otros, por lo tanto tratarlo como un perro no resultaba sencillo, el no iba a salivar y darle la pata. – Yo no necesito que seas mi perro, si lo quisiera, tendría a alguno ahora mismo lamiendo la suela de mi zapato. Así que no te las des de muy importante tampoco porque realmente aquí ni tu ni yo somos alguien – bebió un poco más de su copa y la dejo quieta. No se refería a las posiciones sociales o algo por el estilo, sino al valor que tenían como persona cada quien.
Considerarse perfecta era lo que siempre quería dar a entender, pero en el fondo ella era más consciente que nadie que la verdadera Madison era todo menos eso. Claro, a él ni le importaba saber eso y ni a ella contárselo. Así que por un momento buscando equilibrio, su atención fue robada, ya que había visto entre la gente a Betty Catsnose, una de las tantas reporteras que admiraba, y era obvio que aunque no la conociera supiera de ella, ¿Quién no? La vio cerca del grupo de Kitty y los demás haciendo preguntas, llenándose de mucha curiosidad pero desde ese extremo no podía enterarse de nada y eso la frustraba. – Si, seguramente… pero ahora me divertiría algo si cerraras esa boca tuya – le dijo sin verlo, siendo demasiado obvia a donde apuntaba su interés real. Con los dedos hacia un ruido molesto en la mesa pero se confundía con la música que comenzaba a ser aun más bailable, quizás mas de lo que pensó para una noche así. Se volvía a estresar y el champagne de su copa se había terminado, así que mordió su labio inferior realmente fuerte como si quisiera hacerse daño con eso, pero no lo logro.
Se puso de pie y se acerco por detrás, inclinándose para así abrazarlo por el cuello y acercar los labios a su oído ya que él seguía sentado. Rozándolo en medio de una suave y coqueta risa que se le escapo decidió hablarle entre susurros. – Tú y yo tenemos un trato de lo más simpático Lashey, ¿recuerdas? Además no te exijo mucho, creo que exageras con todo el drama de “soy tan macho que nadie me domina” – acaricio su cuello y pecho con una de sus manos. Sabía que no todos los hombres caían a sus encantos de semi veela, y en realidad, no le interesaba mucho si ese chico se fijaba en ella, al contrario, era mejor si ni siquiera le atraía como mujer, o al menos eso pensaba por su amor propio y porque en el fondo ya estaba harta de que todo el mundo la viera como una cualquiera. – Aun tenemos que hablar con algunas personas y bailar, quizás así no te aburres tanto. Prometo que la tortura no será tan larga y luego podríamos divertirnos de otra forma… ya sabes – Y en parte era cierto, porque si Maddie se aburría era capaz de hacer cualquier cosa para cambiarlo. No tenía sentido estar en un lugar donde no tenía nada que hacer, pero tampoco es que se le estuviera ofreciendo. Ella no rogaba por sexo, nunca. Lo que le proponía era luego irse a beber por ahí si es que el no desaparecía antes.
Considerarse perfecta era lo que siempre quería dar a entender, pero en el fondo ella era más consciente que nadie que la verdadera Madison era todo menos eso. Claro, a él ni le importaba saber eso y ni a ella contárselo. Así que por un momento buscando equilibrio, su atención fue robada, ya que había visto entre la gente a Betty Catsnose, una de las tantas reporteras que admiraba, y era obvio que aunque no la conociera supiera de ella, ¿Quién no? La vio cerca del grupo de Kitty y los demás haciendo preguntas, llenándose de mucha curiosidad pero desde ese extremo no podía enterarse de nada y eso la frustraba. – Si, seguramente… pero ahora me divertiría algo si cerraras esa boca tuya – le dijo sin verlo, siendo demasiado obvia a donde apuntaba su interés real. Con los dedos hacia un ruido molesto en la mesa pero se confundía con la música que comenzaba a ser aun más bailable, quizás mas de lo que pensó para una noche así. Se volvía a estresar y el champagne de su copa se había terminado, así que mordió su labio inferior realmente fuerte como si quisiera hacerse daño con eso, pero no lo logro.
Se puso de pie y se acerco por detrás, inclinándose para así abrazarlo por el cuello y acercar los labios a su oído ya que él seguía sentado. Rozándolo en medio de una suave y coqueta risa que se le escapo decidió hablarle entre susurros. – Tú y yo tenemos un trato de lo más simpático Lashey, ¿recuerdas? Además no te exijo mucho, creo que exageras con todo el drama de “soy tan macho que nadie me domina” – acaricio su cuello y pecho con una de sus manos. Sabía que no todos los hombres caían a sus encantos de semi veela, y en realidad, no le interesaba mucho si ese chico se fijaba en ella, al contrario, era mejor si ni siquiera le atraía como mujer, o al menos eso pensaba por su amor propio y porque en el fondo ya estaba harta de que todo el mundo la viera como una cualquiera. – Aun tenemos que hablar con algunas personas y bailar, quizás así no te aburres tanto. Prometo que la tortura no será tan larga y luego podríamos divertirnos de otra forma… ya sabes – Y en parte era cierto, porque si Maddie se aburría era capaz de hacer cualquier cosa para cambiarlo. No tenía sentido estar en un lugar donde no tenía nada que hacer, pero tampoco es que se le estuviera ofreciendo. Ella no rogaba por sexo, nunca. Lo que le proponía era luego irse a beber por ahí si es que el no desaparecía antes.
- Madison Merteuil
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Re: Fiesta de lanzamiento
No solo Jesse le hacía señas de que cualquier cosa que estuviera pensando mejor desistiera, sino que Harley también. A saber que estaba pasando ahí pero tenía un raro presentimiento y esperaba por todos los dioses que, uno, Jesse no fuera ya borracho y/o colocado con algo y, dos, que no se fuera a armar un escándalo de esos que fuera a terminar en golpes por todos lados, pero vamos, que insistir por acercarse no era algo que iba a hacer. Tan solo volteo a ver a Jesse y a Harley una última vez y se mordió los labios, inquieta, antes de mejor hacerle caso a Zlatan e ir a ver exactamente que tenían los ricos y famosos para ofrecer. De cualquier manera supuso, que si alguien más intervenía y Jesse explotaba, se iban a dar cuenta de ello.
De las cosas que no se dio cuenta, por ejemplo, era todo el asunto de Brillantina Vs. Morgan. Julisa no seguía la revista y no sabía exactamente quién era la rubia que los entrevistaba. Una reportera o periodista, claro, pero más específicos que ese no podía dar. Estaba demasiado apartada como para ver o enterarse de algo. Todo era para mejor, en verdad, porque dado que había decidido que Adrien Morgan Collins estaba pero si muerto para ella, mientras cada quien siguiera por su lado todo iría bien, pero de haber escuchado toda aquella estupidez sobre alumnos pobres y el respeto a otras culturas, peor aún, que la urraca racista de Charlotte le siguiera la corriente, todo iría a peor muy pronto.
- Ah, eso me gusta más. – Sonrió ampliamente al darse cuenta que el DJ iba a empezar a mezclar. – Hacia el baño entonces! Antes de que se vaya a llenar de gente follando. – Porque eso no fallaba, fuera fiesta de ricos refinados o en un bar de mala muerte, mezcla alcohol con música y gente y alguien iba a terminar recibiendo un blowjob en el lugar menos práctico posible. Siguió a Zlatan por donde le decía y de paso tomó una nueva bebida de un mesero que las ofrecía, esta de un color púrpura brillante que con tan solo probar un poco pudo dar fe de que era mucho más fuerte que las azules de hacía un momento. Bien, había encontrado su trago para la noche. Le estaba poniendo bastante atención al DJ porque la música le gustaba y le estaban dando demasiadas ganas de bailar, aunque fuera entre modelos promoviendo varitas que a su opinión ni tan bonitas eran, pero no iba a ponerse a hablar de ello cuando lo que quería era emborracharse.
Le miró con bastante interés cuando le exigía un beso a cambio de una sorpresa y se echó a reír cuando vio la bolsa. – Dónde conseguiste eso? Lo que me pides tiene un nombre eh? Es extorsión. – Le picó las costillas con la mano con que no sostenía el trago púrpura y alargó los dedos como queriendo alcanzar la hierba, pero de todas maneras lo tomó por el cuello y lo besó sin nada de delicadeza, sintiéndose repentinamente eufórica. Al diablo con Adrien y su falsedad o el pendiente de si Jesse iba a explotar o no. – Venga, ya dame. – Le mordió el labio solo por el placer de provocarlo, aunque al final terminara riéndose y sacándole la lengua.
De las cosas que no se dio cuenta, por ejemplo, era todo el asunto de Brillantina Vs. Morgan. Julisa no seguía la revista y no sabía exactamente quién era la rubia que los entrevistaba. Una reportera o periodista, claro, pero más específicos que ese no podía dar. Estaba demasiado apartada como para ver o enterarse de algo. Todo era para mejor, en verdad, porque dado que había decidido que Adrien Morgan Collins estaba pero si muerto para ella, mientras cada quien siguiera por su lado todo iría bien, pero de haber escuchado toda aquella estupidez sobre alumnos pobres y el respeto a otras culturas, peor aún, que la urraca racista de Charlotte le siguiera la corriente, todo iría a peor muy pronto.
- Ah, eso me gusta más. – Sonrió ampliamente al darse cuenta que el DJ iba a empezar a mezclar. – Hacia el baño entonces! Antes de que se vaya a llenar de gente follando. – Porque eso no fallaba, fuera fiesta de ricos refinados o en un bar de mala muerte, mezcla alcohol con música y gente y alguien iba a terminar recibiendo un blowjob en el lugar menos práctico posible. Siguió a Zlatan por donde le decía y de paso tomó una nueva bebida de un mesero que las ofrecía, esta de un color púrpura brillante que con tan solo probar un poco pudo dar fe de que era mucho más fuerte que las azules de hacía un momento. Bien, había encontrado su trago para la noche. Le estaba poniendo bastante atención al DJ porque la música le gustaba y le estaban dando demasiadas ganas de bailar, aunque fuera entre modelos promoviendo varitas que a su opinión ni tan bonitas eran, pero no iba a ponerse a hablar de ello cuando lo que quería era emborracharse.
Le miró con bastante interés cuando le exigía un beso a cambio de una sorpresa y se echó a reír cuando vio la bolsa. – Dónde conseguiste eso? Lo que me pides tiene un nombre eh? Es extorsión. – Le picó las costillas con la mano con que no sostenía el trago púrpura y alargó los dedos como queriendo alcanzar la hierba, pero de todas maneras lo tomó por el cuello y lo besó sin nada de delicadeza, sintiéndose repentinamente eufórica. Al diablo con Adrien y su falsedad o el pendiente de si Jesse iba a explotar o no. – Venga, ya dame. – Le mordió el labio solo por el placer de provocarlo, aunque al final terminara riéndose y sacándole la lengua.
- Julisa Chee
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Re: Fiesta de lanzamiento
Si que se le había pasado por alto saludar a Adrien, pero si sonreía sin ganas a alguien más por los próximos diez minutos se le congelaría la expresión para toda la vida. Además, cuidar a ver que Draken no andara haciendo tontadas le ocupaba toda la atención, porque sí, era su mejor amigo, pero hacía años que había decidido dejar de lado la etiqueta y el decoro porque según él “ya es libre para hacer lo que quiera”. Si, él sí, pero si hacía tonterías a su lado lo mirarían a él y terminaría teniendo que explicar cosas, como la vez que le plantó un beso borrachísimo frente a uno de sus primos que no sabía que Miles le iba un poco a todo.
-Es la moda saludar sin decir nada - respondió a Adrien, pero no le dio tiempo a decir que su padre llegaría tarde, lo más tarde posible en realidad pues quería evitar cosas como las que acababan de pasar, una reportera metiendo la nariz ahí donde no la llamaban.
Por supuesto él saludo como todos, pero le hizo un gesto de cabeza a Draken, él quería beber y por ahí debía de haber algo mucho más fuerte para hacerlo feliz, dio un pasito atrás y se quedó mirando el pequeño show de engaños y mentiras. Si Adrien era una persona desinteresada él era un muerto de hambre, pero frente a gentuza como aquella (para él los reporteros amarillistas eran lo peor, ayudaban a aumentar la fama, pero normalmente lo hacían a base de desprestigio) no iba a hacer ni un solo gesto que delatara sus pensamientos, más bien se quedó serio, ya tenía fama de amargado porque su sonrisa carismática no le salía tan fácil, tampoco importaba.
-Stall, vamos a dejarles aquí hablando de sus cosas y busquemos algo de alcohol y a Harley, creo que la querías ver – era su forma encubierta de decirle “vámonos a cualquier otra parte del salón”; por supuesto ni bajó la voz ni forzó la salida del grupo, en realidad tampoco le importaba estar ahí, pero cualquier intento de conversación normal o de buenos rollos se habían esfumado con la llegada de la rubia, y en cuanto Draken diera pase abierto se irían a buscar a Harley o a cualquier otra chica con la que pasar un rato, la dijo a ella porque la acababa de ver a lo lejos con Mina y quería saludar a la castaña.
-Es la moda saludar sin decir nada - respondió a Adrien, pero no le dio tiempo a decir que su padre llegaría tarde, lo más tarde posible en realidad pues quería evitar cosas como las que acababan de pasar, una reportera metiendo la nariz ahí donde no la llamaban.
Por supuesto él saludo como todos, pero le hizo un gesto de cabeza a Draken, él quería beber y por ahí debía de haber algo mucho más fuerte para hacerlo feliz, dio un pasito atrás y se quedó mirando el pequeño show de engaños y mentiras. Si Adrien era una persona desinteresada él era un muerto de hambre, pero frente a gentuza como aquella (para él los reporteros amarillistas eran lo peor, ayudaban a aumentar la fama, pero normalmente lo hacían a base de desprestigio) no iba a hacer ni un solo gesto que delatara sus pensamientos, más bien se quedó serio, ya tenía fama de amargado porque su sonrisa carismática no le salía tan fácil, tampoco importaba.
-Stall, vamos a dejarles aquí hablando de sus cosas y busquemos algo de alcohol y a Harley, creo que la querías ver – era su forma encubierta de decirle “vámonos a cualquier otra parte del salón”; por supuesto ni bajó la voz ni forzó la salida del grupo, en realidad tampoco le importaba estar ahí, pero cualquier intento de conversación normal o de buenos rollos se habían esfumado con la llegada de la rubia, y en cuanto Draken diera pase abierto se irían a buscar a Harley o a cualquier otra chica con la que pasar un rato, la dijo a ella porque la acababa de ver a lo lejos con Mina y quería saludar a la castaña.
- Miles Selvaggi
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Re: Fiesta de lanzamiento
"Como si uno no supiera qué tan sentimental y rencorosa puede ser una mujer, peor, cuando es bien sabido que al final interpretan todo como se les da la gana". Eso es lo que diría si de verdad no me hubiera dado cuenta de la situación y en principio, lo juro por mi fallecida madre, lo que yo quería era justamente lo contrario a lo que iba a suceder… es decir, acortar las distancias entre ella y yo, romper esa barrera de hielo que se había formado entre el divorcio y lo de Harley para luego tratar de acercarme sin demasiada violencia, más bien con cierto sigilo… proponiendo una amistad que evidentemente no planeaba dejar así. No contaba con que todo el mundo estuviera tan a la puta defensiva…
Cierto, probablemente debí preverlo antes de abrir la boca, quizás debía haber pensado un poco mejor las palabras con las que me iba a dirigir y no decirlo tan cómo se me había ocurrido en el momento, y por supuesto solo me di cuenta de ello cuando las palabras ya se habían deslizado entre mis labios. Y peor… cuando Mini puso esa cara de querer morirse en ese mismo momento.
Ese instante me causo gran impacto, es decir, a Mini me la habían pintado como a una mujer recuperaba que estaba en la labor de arrollar al mundo y de paso tragárselo a bocanadas, y en lugar de eso lo que tuve delante de mis ojos fue la cosa más frágil con la que me podría haber topado en toda mi vida, y por supuesto… me arrepentí de lo que acababa de suceder, de lo que acababa de decir y bueno, de todo.
-Espera, eso no es lo que…-
Y estaba a punto de llorar, de verdad supe que Mini estaba a nada de reventar en lágrimas y sentí como si una daga enorme me atravesara el estómago y el pecho y todo. ¿Es que no la habías lastimado ya lo suficiente, Jesse?. No era lo que había pretendido ni de lejos, y ni siquiera alcanzaba a comprender cómo es que había formulado mi estrategia para ir y hablarle. Quería decirle un montón de cosas… que no había querido decir eso, que no es que nuestra relación hubiera sido un error, que añoraba y cuidaba en mi memoria cada puto momento desde que la había besado por primera vez. Todo se había ido a la mierda y ahora no solo estábamos divorciados, sino que además acababa de terminar con cualquier lejana posibilidad que podría haber existido de estar con ella si es que siquiera hubiera tenido los cojones de pretenderlo directamente. Y en medio de todo eso, una cara grande y estúpida se atravesó en espacio que había entre nosotros.
-¿Qué?...-
No alcancé a reaccionar. No había reconocido de inmediato a Benjamin y no lo haría hasta varios minutos después, principalmente porque el tipo había sido un adefesio casi invisible en Salem. Como fuera, el punto no era si lo reconocía o no, si no que el muy bastardo estaba haciendo lo que en realidad cualquiera de los presentes tendría que haber hecho desde el principio: alejarla de mí. Eso estaba bien y aunque unas tremendas ganas de partirle la cara y echarlo todo para arriba crecían escandalosamente en mis adentros, al final sabía perfectamente que él estaba haciendo lo correcto, no yo. Yo ahí era el cabrón, el hijo de puta que estaba tirando mierda por ahí donde pasaba… como en realidad siempre había sido si lo pensaba detenidamente.
Así que simplemente los vi alejarse y me quedé ahí parado en medio de toda esa puta gente que quizás comentaba diez mil cosas acerca del tipo mal vestido que probablemente estaba en drogas. Y la verdad es que sí, me había metido una línea de coca hace un rato antes de entrar al lugar pero la verdad no creo que aquello hiciera diferencia alguna. Mis ganas de ir y matarlo eran tan grandes que a nada estuve de lanzarme encima, pero lo dicho... ¿con qué puta cara?, es decir, ya saben... imposible cagarla más todavía.
Cierto, probablemente debí preverlo antes de abrir la boca, quizás debía haber pensado un poco mejor las palabras con las que me iba a dirigir y no decirlo tan cómo se me había ocurrido en el momento, y por supuesto solo me di cuenta de ello cuando las palabras ya se habían deslizado entre mis labios. Y peor… cuando Mini puso esa cara de querer morirse en ese mismo momento.
Ese instante me causo gran impacto, es decir, a Mini me la habían pintado como a una mujer recuperaba que estaba en la labor de arrollar al mundo y de paso tragárselo a bocanadas, y en lugar de eso lo que tuve delante de mis ojos fue la cosa más frágil con la que me podría haber topado en toda mi vida, y por supuesto… me arrepentí de lo que acababa de suceder, de lo que acababa de decir y bueno, de todo.
-Espera, eso no es lo que…-
Y estaba a punto de llorar, de verdad supe que Mini estaba a nada de reventar en lágrimas y sentí como si una daga enorme me atravesara el estómago y el pecho y todo. ¿Es que no la habías lastimado ya lo suficiente, Jesse?. No era lo que había pretendido ni de lejos, y ni siquiera alcanzaba a comprender cómo es que había formulado mi estrategia para ir y hablarle. Quería decirle un montón de cosas… que no había querido decir eso, que no es que nuestra relación hubiera sido un error, que añoraba y cuidaba en mi memoria cada puto momento desde que la había besado por primera vez. Todo se había ido a la mierda y ahora no solo estábamos divorciados, sino que además acababa de terminar con cualquier lejana posibilidad que podría haber existido de estar con ella si es que siquiera hubiera tenido los cojones de pretenderlo directamente. Y en medio de todo eso, una cara grande y estúpida se atravesó en espacio que había entre nosotros.
-¿Qué?...-
No alcancé a reaccionar. No había reconocido de inmediato a Benjamin y no lo haría hasta varios minutos después, principalmente porque el tipo había sido un adefesio casi invisible en Salem. Como fuera, el punto no era si lo reconocía o no, si no que el muy bastardo estaba haciendo lo que en realidad cualquiera de los presentes tendría que haber hecho desde el principio: alejarla de mí. Eso estaba bien y aunque unas tremendas ganas de partirle la cara y echarlo todo para arriba crecían escandalosamente en mis adentros, al final sabía perfectamente que él estaba haciendo lo correcto, no yo. Yo ahí era el cabrón, el hijo de puta que estaba tirando mierda por ahí donde pasaba… como en realidad siempre había sido si lo pensaba detenidamente.
Así que simplemente los vi alejarse y me quedé ahí parado en medio de toda esa puta gente que quizás comentaba diez mil cosas acerca del tipo mal vestido que probablemente estaba en drogas. Y la verdad es que sí, me había metido una línea de coca hace un rato antes de entrar al lugar pero la verdad no creo que aquello hiciera diferencia alguna. Mis ganas de ir y matarlo eran tan grandes que a nada estuve de lanzarme encima, pero lo dicho... ¿con qué puta cara?, es decir, ya saben... imposible cagarla más todavía.
- Jesse Crawford
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Re: Fiesta de lanzamiento
Billy llevaba ya un rato ahí, el suficiente como para tener aliento alcohólico que se percibía a cinco metros de distancia, cara de estar absurdamente de buenas y muy muy buenas intenciones que lo acompañaban. Se había cansado ya de hacerle alabanzas a la hija de uno de los compañeros de Magic Union de su papá, había hecho el tonto bailando con ella incluso antes de que empezara el DJ, dándole vueltas y esas cosas, hasta que vio a Mina y a Harley por ahí.
El tiempo en el que se tardó en despedirse de la chica en cuestión fue el tiempo en el que Crawford se tardó en abordarlas y dejarlas. Para cuando se acercaba a ese núcleo, Bill hasta pasó al lado de él haciendo como que no lo conocía, y ni siquiera se tomó la molestia de darle un empujón provocador o alguna otra de esas estupideces que uno hacía para molestar, solo se pasó de largo, vaso en mano y con la música tronándole los oídos aunque eso nunca le había molestado.
Cuando estuvo lo bastante cerca, tomó a Mina por la muñeca para llamar su atención y detenerlos antes de llegar a donde quiera que fueran. También vio a lo lejos a la sonada reportera pero no sería la primera vez que se encontrara con ella en un estado de deplorable a medio deplorable. -¿A dónde van?-Sonó un poco como idiota pero no importaba, porque la ebriedad lo justificaba todo. Saludó a Mina con un beso tronado en la mejilla y luego a Harley con más de lo mismo, para finalizar con unas masculinas palmadas en la espalda a Benjamin.
-Alpha Nu Epsilon les patrocina los siguientes tragos.-Con un movimiento de varita algo torpe considerando ya que iba muy ebrio, hizo que cuatro vasos de whisky con algo no identificado flotaran hasta el grupo, regando un poquito de al menos dos de los vasos mientras levitaban hasta llegar a ellos, aunque nadie se quejó, como cuando cae cerveza de lugares desconocidos en conciertos masivos.
-Para ti, para ti…-Uno en manos de Mina, otro en manos de Harley, dejó que Ben agarrara el suyo y chocó vasos con las chicas en un improvisado brindis sin palabras. -Tienen que tomárselo de golpe o no cuenta, hasta el fondo de su ser, el vaso vacío.-Eso fue lo que hizo con el suyo antes de tomar a ambas de la mano y simular que les daba una vuelta para una improvisada salsa doble aunque la música no sirviera para eso. Problemas en el banco, problemas en el ministerio le venían importando poco en ese instante en particular.
- Bill Snyder
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Re: Fiesta de lanzamiento
-Tengo mis contact…-No terminó de formular su frase gracias a ese jalón. Agarrando bien la bolsa la tomó por la cintura y la pegó a él hasta no poder más. Si hubiera visto a Madison seguramente se habría cuidado de no tener un comportamiento tan mezquino pero no tenía remota idea de que ella estaba por ahí porque no se la había topado en su camino visual. Tenía la sensación de que esa noche estaba yendo bastante bien y que no quería compartir sus tesoros con nadie más que con Julisa que era la única que los apreciaba.
Sacó la cantidad de Cat que le tocaba a ella y le hizo gesto de que abriera la boca, para luego hacer él lo propio, masticando lentamente y con una sonrisa en la cara. -Ven acá.-Le dijo también medio eufórico aunque la droga todavía no había hecho efecto. Le tomó la cara con las dos manos y la besó con ganas renovadas, como si no pudiera cansarse de eso.
-Ahora vamos a bailar-La tomó de la mano para ir a cualquier lado a hacer lo que proponía al notar que Jesse se había quedado solo de pronto con Mina y Harley acompañadas a pocos pasos de ahí por dos Alpha Nu Epsilon. Era difícil saber quienes eran más odiables de las dos fraternidades masculinas. Le hizo un gesto con la cabeza a Julisa para ahora sí, acercarse a Jesse.
Cualquiera podría pensar que sus intenciones eran darle unas palmadas y decirle “no te preocupes, vamos a drogarnos y divertirnos” como buen amigo que se preciara, pero Zlatan no funcionaba así, menos con alcohol y drogas encima. -¿Ahora los Alpha te quitan a la mujer? Me decepcionas, vamos mal eh.-Le dio unas palmaditas compasivas y le dedicó una sonrisa burlona excepcional antes de zangolotear a Julisa tomándolo por la cintura.
-Si no vas a ir a reclamar territorio, mariquita, entonces acompáñanos a bailar, ¿quieres Cat?-No se le había olvidado su promesa de sacar mercancía para pagarle a su proveedor ese, pero todavía no era momento de hacer esos movimientos.
Sacó la cantidad de Cat que le tocaba a ella y le hizo gesto de que abriera la boca, para luego hacer él lo propio, masticando lentamente y con una sonrisa en la cara. -Ven acá.-Le dijo también medio eufórico aunque la droga todavía no había hecho efecto. Le tomó la cara con las dos manos y la besó con ganas renovadas, como si no pudiera cansarse de eso.
-Ahora vamos a bailar-La tomó de la mano para ir a cualquier lado a hacer lo que proponía al notar que Jesse se había quedado solo de pronto con Mina y Harley acompañadas a pocos pasos de ahí por dos Alpha Nu Epsilon. Era difícil saber quienes eran más odiables de las dos fraternidades masculinas. Le hizo un gesto con la cabeza a Julisa para ahora sí, acercarse a Jesse.
Cualquiera podría pensar que sus intenciones eran darle unas palmadas y decirle “no te preocupes, vamos a drogarnos y divertirnos” como buen amigo que se preciara, pero Zlatan no funcionaba así, menos con alcohol y drogas encima. -¿Ahora los Alpha te quitan a la mujer? Me decepcionas, vamos mal eh.-Le dio unas palmaditas compasivas y le dedicó una sonrisa burlona excepcional antes de zangolotear a Julisa tomándolo por la cintura.
-Si no vas a ir a reclamar territorio, mariquita, entonces acompáñanos a bailar, ¿quieres Cat?-No se le había olvidado su promesa de sacar mercancía para pagarle a su proveedor ese, pero todavía no era momento de hacer esos movimientos.
- Zlatan Fleming
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Re: Fiesta de lanzamiento
Cuando Mina dio la pauta para largarse de donde Jesse estaba, a ella le cayó como el cielo mismo. No le gustaba ver a Wilhelmina de esa manera, además si escuchaba una palabra más de ese hombre era capaz de lo peor y no quería que esa noche quedara arruinada. Pero en cuanto se alejaron, el ambiente hasta mejoro un poquito cuando Billy, borracho hasta la medula, se acercó. Le dio una palmadita en el brazo cuando se acerco a darles ese beso sonado y como si todos estuvieran saludándose, empezó a darles besos a todos en la mejilla, a él, a Frankie… er.. Benjamin, y a Wilhelmina.
Pues íbamos a disfrutar la fiesta y el alcohol gratis, muchas gracias… ¿Nos acompañas? Ándale, aun que sea un ratito… – Se reía nerviosa, por que aun no sabía cómo hacer que a Mina se le pasara ese trago amargo, por eso cuando los tragos llegaron hasta ella, hizo lo posible por tomar uno de ellos en el aire antes de que llegara a su mano, por miedo de que se le fuera a tirar en el vestido o algo.
Que dios bendiga a los Alpha Nu Epilson entonces, por brindarles bebidas a estas mujeres desesperadas… já
Tomó la mano de Billy y se dio la vuelta, luego se bebió el trago de golpe sin más, sintiendo como el alcohol le quemaba la garganta, no pudo evitar hacer una cara rara, pues si estaba medio fuerte, ahora comprendía porque es que ese hombre ya estaba más que empezado en la celebración.
No había visto a nadie más en la fiesta, ni quería saludar a nadie la verdad. Había pensado en un inicio que esa sería una oportunidad para conseguir patrocinadores y bleh, cosas que hace la gente responsable, pero ya con eso que había pasado, ni ganas. Solo quería que Mina se divirtiera y que se le olvidara que aquel sujeto seguía en la fiesta, si por ella quedaba, no lo iba a dejar que se le volviera acercar jamás en la vida.
Pues yo ya me acabe mi bebida, ¿otra o qué?..
Pues íbamos a disfrutar la fiesta y el alcohol gratis, muchas gracias… ¿Nos acompañas? Ándale, aun que sea un ratito… – Se reía nerviosa, por que aun no sabía cómo hacer que a Mina se le pasara ese trago amargo, por eso cuando los tragos llegaron hasta ella, hizo lo posible por tomar uno de ellos en el aire antes de que llegara a su mano, por miedo de que se le fuera a tirar en el vestido o algo.
Que dios bendiga a los Alpha Nu Epilson entonces, por brindarles bebidas a estas mujeres desesperadas… já
Tomó la mano de Billy y se dio la vuelta, luego se bebió el trago de golpe sin más, sintiendo como el alcohol le quemaba la garganta, no pudo evitar hacer una cara rara, pues si estaba medio fuerte, ahora comprendía porque es que ese hombre ya estaba más que empezado en la celebración.
No había visto a nadie más en la fiesta, ni quería saludar a nadie la verdad. Había pensado en un inicio que esa sería una oportunidad para conseguir patrocinadores y bleh, cosas que hace la gente responsable, pero ya con eso que había pasado, ni ganas. Solo quería que Mina se divirtiera y que se le olvidara que aquel sujeto seguía en la fiesta, si por ella quedaba, no lo iba a dejar que se le volviera acercar jamás en la vida.
Pues yo ya me acabe mi bebida, ¿otra o qué?..
- Harley D. Schweinsteiger
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Re: Fiesta de lanzamiento
Miró de reojo a Kitty Likens al notar la obvia incomodidad que le había provocado con su pregunta. La vuelapluma hizo unas rápidas anotaciones al respecto de su reacción. También apuntaba letra por letra la pregunta políticamente correcta que daba Morgan. Lo miró de forma suspicaz, con esa sonrisa brillante e imperecedera y hasta fingiendo enternecerse por la manera en que le besaba la mano a la chica Wardwell.
-Claro, supongo que el pueblo de esa chica agradecería todas sus atenciones y bondades de saber lo que hace por los representantes que tiene en la universidad
Por supuesto que estaba siendo sarcástica, a propósito y para que él lo notara perfectamente. Lo que quería decir que no se la había echado al bolsillo, todavía, pero que estaba conforme con la respuesta. Y para mejorarlo todo, la chica Wardwell también hacía declaraciones de amor y altruismo. Dibujó una sonrisa inevitable porque le daba muchísimo material. Muchísimo. Si su vuelapluma no explotaba era solo porque tenía muy buena calidad.
-¡Esperen la impresión del material mañana a primera hora!
Les anunció casi como si les anunciara el apocalipsis. En eso iniciaba la música del DJ que tenían contratado y era imposible continuar con eso como lo pretendía. Eso no significaba que fuera a marcharse y que su trabajo ahí estaba hecho pero pasaba de entrevistadora a testigo silencioso. A veces hasta se sacaban más cosas de eso, pero unas declaraciones como las que acababa de obtener…priceless.
Notó que Miles Selvaggi estaba a punto de escapársele así que antes de que hiciera nada y mientras su cámara mágica levitaba para tomar una foto paparazzi a Madison Merteuil, tomó al muchacho ligeramente por el brazo.
-Selvaggi, ahora no se puede hablar…pero, ¿podemos concertar una cita para unas preguntas pronto? ¿Dentro de dos días tal vez?
Le habló medio a gritos por lo alto de la música, pero mantenía el agarre firme y no iba a aceptar un no por respuesta, porque todo ese asunto del Ministerio era cosa seria, y qué mejor que tener declaraciones del hijo del afectado. Su cámara mágica ahora apuntaba a los siempre bien parecidos Bill Snyder y Benjamin Stein.
-Claro, supongo que el pueblo de esa chica agradecería todas sus atenciones y bondades de saber lo que hace por los representantes que tiene en la universidad
Por supuesto que estaba siendo sarcástica, a propósito y para que él lo notara perfectamente. Lo que quería decir que no se la había echado al bolsillo, todavía, pero que estaba conforme con la respuesta. Y para mejorarlo todo, la chica Wardwell también hacía declaraciones de amor y altruismo. Dibujó una sonrisa inevitable porque le daba muchísimo material. Muchísimo. Si su vuelapluma no explotaba era solo porque tenía muy buena calidad.
-¡Esperen la impresión del material mañana a primera hora!
Les anunció casi como si les anunciara el apocalipsis. En eso iniciaba la música del DJ que tenían contratado y era imposible continuar con eso como lo pretendía. Eso no significaba que fuera a marcharse y que su trabajo ahí estaba hecho pero pasaba de entrevistadora a testigo silencioso. A veces hasta se sacaban más cosas de eso, pero unas declaraciones como las que acababa de obtener…priceless.
Notó que Miles Selvaggi estaba a punto de escapársele así que antes de que hiciera nada y mientras su cámara mágica levitaba para tomar una foto paparazzi a Madison Merteuil, tomó al muchacho ligeramente por el brazo.
-Selvaggi, ahora no se puede hablar…pero, ¿podemos concertar una cita para unas preguntas pronto? ¿Dentro de dos días tal vez?
Le habló medio a gritos por lo alto de la música, pero mantenía el agarre firme y no iba a aceptar un no por respuesta, porque todo ese asunto del Ministerio era cosa seria, y qué mejor que tener declaraciones del hijo del afectado. Su cámara mágica ahora apuntaba a los siempre bien parecidos Bill Snyder y Benjamin Stein.
- Betty Catsnose
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Re: Fiesta de lanzamiento
Apenas habían llegado allí hacía demasiado poco, pero el suficiente rato como para que le metamorfomago ya estuviese aburriéndose. Por suerte Miles se había acercado a un par de chicas que ya conocía, mas era amigo de una de ellas, y sin hacer mucho caso a las respuestas de estas, habiéndose quejado de la bebida, miró alrededor tratando de buscar algo de alcohol, sin éxito, encontrándose con exactamente la misma visión que Miles y otros tantos. Aquella reportera molesta y jodidamente pesada acercándose, en nada teniéndole delante, al lado, hablando como una maldita cotorra, cotilleando.
Hizo un amago de saludar él también, sin realmente hacerlo, sabiendo demasiado bien interpretar aquél gesto de parte del italiano, y le devolvió el gesto de cabeza en el que indicaba que le seguiría.
- Si, tengo que comentarle una cosa. - Se despidió con un gesto de mano de las chicas y de Adrien y pasó a ignorar aquella voz repelente que trataba de cotillear como si fuera su única misión en la vida.
Empezaron a caminar en la dirección que acordaron y a la que Miles empezó a dirigirse, y entonces ambos escucharon el grito de la reportera, llamando a Selvaggi para concertar una cita donde pretender destripar todo lo que a esa vieja cotilla le interesase.
Escuchar a Miles rechazarla de forma educada alegando no tener tiempo para ello por estar ocupado no le sorprendió en absoluto.
Draken sonrió ladeado y se giró para caminar un poco hacia atrás, y aprovechando el momento en que la mujer aún les miraba, este le hizo un corte de mangas antes de darle la clara respuesta de su propia parte. - En resumidas cuentas, puede irse usted a tomar por el culo.
Dicho aquello se rió y se giró de nuevo, agarrando un poco a Miles del brazo y tirando de él para llegar cuanto antes donde estaban las otras chicas ahora con más compañía, otra, que antes.
Solo esperaba que el italiano ahora no fuera a reprenderle por decir aquello.
Hizo un amago de saludar él también, sin realmente hacerlo, sabiendo demasiado bien interpretar aquél gesto de parte del italiano, y le devolvió el gesto de cabeza en el que indicaba que le seguiría.
- Si, tengo que comentarle una cosa. - Se despidió con un gesto de mano de las chicas y de Adrien y pasó a ignorar aquella voz repelente que trataba de cotillear como si fuera su única misión en la vida.
Empezaron a caminar en la dirección que acordaron y a la que Miles empezó a dirigirse, y entonces ambos escucharon el grito de la reportera, llamando a Selvaggi para concertar una cita donde pretender destripar todo lo que a esa vieja cotilla le interesase.
Escuchar a Miles rechazarla de forma educada alegando no tener tiempo para ello por estar ocupado no le sorprendió en absoluto.
Draken sonrió ladeado y se giró para caminar un poco hacia atrás, y aprovechando el momento en que la mujer aún les miraba, este le hizo un corte de mangas antes de darle la clara respuesta de su propia parte. - En resumidas cuentas, puede irse usted a tomar por el culo.
Dicho aquello se rió y se giró de nuevo, agarrando un poco a Miles del brazo y tirando de él para llegar cuanto antes donde estaban las otras chicas ahora con más compañía, otra, que antes.
Solo esperaba que el italiano ahora no fuera a reprenderle por decir aquello.
- Draken U. Stall
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Re: Fiesta de lanzamiento
Sus ganas de pasar un rato con Kitty se habían esfumado al ver que ahí no habría paz, la música más fuerte y ruidosa de pronto le dio a entender que la fiesta había pasado de ser algo totalmente formal a ser algo más juvenil, como que el momento para los viejos había pasado y ya quien quisiera ver la exposición tendría que cruzarse con mil universitarios borrachos, pues es lo que aparentaban pretender todos, él no tanto así, le gustaban las fiestas como al que más, pero aquella no era su situación preferida.
Se iban a marchar de la zona porque aquella periodista, por más guapa que fuera –no podía evitar mirarla así, era… imposible – no era para nada el tipo de acompañamiento deseado en una fiesta, y si, la oyó y la notó pararle a lo que se giró, educado y sin gritar tanto, pues se tomó su tiempo en acercársele al oído para hablar por encima del ruido.
-Tengo una agenda muy apretada, pero si contactas conmigo prometo responder todo lo que quieras.
Era una forma fácil de tenerla feliz pero librarse de su molesta insistencia, al menos hasta el día siguiente, que intuía tendría a primera hora una lechuza molestando en su ventana. Y se fue a despedir de manera educada. Si, iba a hacerlo pero no, porque Draken le tomó la delantera, maldito, le hizo soltar un par de carcajadas con aquella soberana estupidez suya. Se encogió de hombros tras la risotada y tiró de él entre la gente, aún riendo un poco, realmente aquel tipo era un maldito idiota, pero por eso le caía tan bien.
-Te has ganado beber todo lo que puedas por echarla de manera tan educadamente irrespetuosa – dijo aún riéndose, y si, veía a Mina, y a Harley a sus acompañantes, se llevaba bien con Bill aunque al otro chico casi no lo reconocía. Cogió un par de copas de colores de un tipo que pasó cerca, nada de champán, pero vete a saber que sería, le dio una Draken y le tocó el pecho, notando lo que buscaba, la caja con cigarros y demás – sácate un par y vamos a saludar, quería estar con Kitty pero ni modo, a ver si esto se pone mejor allí.
Y sin más él mismo cogió la caja, se encendió su cigarro y fue directo a su destino inicial. Saludó tras llegar, sin besos ni parsimonias, se veían demasiado a menudo para ser tan correctos, tan solo le dio una palmada en la espalda a Bill porque ya se lo veía (de lejos) achispado.
-Denle a este hombre algo de beber que tenga mucho alcohol antes de que saque los porros en público y lo echen de aquí – dijo dando por sentado que ahí tenían algo más fuerte que esos tragos de colores para niña, y por supuesto hablaba de Draken, así como si fuera su mascota – tengo ganas de moverme, Mina ¿me presentas a alguna amiga tuya de por ahí para irme a bailar con ella? Así evito robarte a ti.
Le guiñó el ojo, solo por tontear, porque si ellos ya estaban con su propia fiesta él no iba a interrumpirles, pero que menos que pasar a saludar y con algo de suerte animarle la fiesta a Stall, ya que sabía de sobra que con Blue si se llevaba bien, no como con la gente que lo llevó antes. Él tenía ganas de dejar de parecer un aburrido estirado y ahora que la música llamaba a ello lo iba a hacer.
Se iban a marchar de la zona porque aquella periodista, por más guapa que fuera –no podía evitar mirarla así, era… imposible – no era para nada el tipo de acompañamiento deseado en una fiesta, y si, la oyó y la notó pararle a lo que se giró, educado y sin gritar tanto, pues se tomó su tiempo en acercársele al oído para hablar por encima del ruido.
-Tengo una agenda muy apretada, pero si contactas conmigo prometo responder todo lo que quieras.
Era una forma fácil de tenerla feliz pero librarse de su molesta insistencia, al menos hasta el día siguiente, que intuía tendría a primera hora una lechuza molestando en su ventana. Y se fue a despedir de manera educada. Si, iba a hacerlo pero no, porque Draken le tomó la delantera, maldito, le hizo soltar un par de carcajadas con aquella soberana estupidez suya. Se encogió de hombros tras la risotada y tiró de él entre la gente, aún riendo un poco, realmente aquel tipo era un maldito idiota, pero por eso le caía tan bien.
-Te has ganado beber todo lo que puedas por echarla de manera tan educadamente irrespetuosa – dijo aún riéndose, y si, veía a Mina, y a Harley a sus acompañantes, se llevaba bien con Bill aunque al otro chico casi no lo reconocía. Cogió un par de copas de colores de un tipo que pasó cerca, nada de champán, pero vete a saber que sería, le dio una Draken y le tocó el pecho, notando lo que buscaba, la caja con cigarros y demás – sácate un par y vamos a saludar, quería estar con Kitty pero ni modo, a ver si esto se pone mejor allí.
Y sin más él mismo cogió la caja, se encendió su cigarro y fue directo a su destino inicial. Saludó tras llegar, sin besos ni parsimonias, se veían demasiado a menudo para ser tan correctos, tan solo le dio una palmada en la espalda a Bill porque ya se lo veía (de lejos) achispado.
-Denle a este hombre algo de beber que tenga mucho alcohol antes de que saque los porros en público y lo echen de aquí – dijo dando por sentado que ahí tenían algo más fuerte que esos tragos de colores para niña, y por supuesto hablaba de Draken, así como si fuera su mascota – tengo ganas de moverme, Mina ¿me presentas a alguna amiga tuya de por ahí para irme a bailar con ella? Así evito robarte a ti.
Le guiñó el ojo, solo por tontear, porque si ellos ya estaban con su propia fiesta él no iba a interrumpirles, pero que menos que pasar a saludar y con algo de suerte animarle la fiesta a Stall, ya que sabía de sobra que con Blue si se llevaba bien, no como con la gente que lo llevó antes. Él tenía ganas de dejar de parecer un aburrido estirado y ahora que la música llamaba a ello lo iba a hacer.
- Miles Selvaggi
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Re: Fiesta de lanzamiento
Quedarme ahí parado por algunos segundos no había sido a propósito de parecer un imbécil, porque de estar consciente de ello tengan por seguro que hubiera hecho cualquier otra puta cosa. Moralmente estaba noqueado no por lo que había dicho, sino por cómo Mini lo había interpretado y el efecto que había causado en su mentecilla. Bill Snyder pasó justo a mi lado momentos después, pasando olímpicamente de mi como si fuera invisible…
En fin, que de cualquier manera aquel lapsus no podía durar mucho porque socialmente alguien tenía que venir al rescate. Por desgracia o fortuna, como se quiera ver, el que llego a… “rescatarme” (por así decirlo) fue el propio Zlatan, acompañado de Julisa, quienes habían llegado en N momento a la fiestecilla que lejos de mi pobre perspectiva shockeada ya comenzaba a tomar forma. No tenía ni puta idea de que esos dos estaban saliendo… y a decir verdad en ese momento me podía importar bastante poco. Lo que si importaba, desde luego, eran las palabras con las que Zlatan me saludaba, como si el muy cabrón se sintiera lo suficientemente seguro para pensar que no le iba a partir la cara.
Giré para verle la puta cara y cerré el puño en pro de darle un buen revés en esa jodida nariz que apenas hace una noche había sido casi partida a la mitad por los matones de Marco. No… el asunto de Zlatan no era por sentirse seguro de sí mismo ni por ninguna otra cosa psicológica en la que hubiera qué indagar; Zlatan Fleming era simplemente imbécil y no era capaz de medir las consecuencias de sus actos, así de simple y llano. ¿Y saben qué?, esa capacidad era exactamente la misma que yo en algún punto había perdido… la capacidad de que todo te importa una mierda por pura imbecilidad… y eso estaba jodidamente mal.
-Vete a la mierda, Zlatan… vete a la puta mierda-
Tenía razón. El hijo de rusa me funcionaba como una especie de pequeño demonio irreverente que me susurraba al oído, que me recordaba cómo es que eran las cosas cuando solo querías reventarlo todo, como en los putos viejos tiempos, ¿y saben qué?, las cosas no se iban a quedar así… no mientras me llamara Jesse Crawford. Justo en esos instantes pasaron a mi lado Miles Selvaggi y Draken Stall, dos conocidos maricas con fingida pinta de malandros que ahora se unían al grupo de Mina para pasarlo bomba.
Le robé un trago a uno de los meseros que iban pasando por el lugar y me lo tragué hasta el fondo mientras avanzaba hacia el pequeño grupo que se había formado. Había tres opciones para tomar represalias… Benjamin, que se había entrometido en un asunto en el que no pintaba una mierda; Bill, que al parecer iba puesto o muy ebrio y me había ignorado a pesar de caminar a un lado de mí, o… el chico Miles, a quien escuché cómo coqueteaba con Mini. Al final sería él…
-¿Por qué no te robas esta?, perra-
Después de tocarle el hombro me incliné y le ensarte un puñetazo con todas las fuerzas posibles en medio de su puta cara sin importarme lo que pudieran decir o hacer cualquiera de los presentes. Si hubiera sabido que la cámara de la reportera apuntaba hacia ese punto tal vez lo hubiera pensado mejor… o no… la verdad es que no. Me importaba un carajo también.
En fin, que de cualquier manera aquel lapsus no podía durar mucho porque socialmente alguien tenía que venir al rescate. Por desgracia o fortuna, como se quiera ver, el que llego a… “rescatarme” (por así decirlo) fue el propio Zlatan, acompañado de Julisa, quienes habían llegado en N momento a la fiestecilla que lejos de mi pobre perspectiva shockeada ya comenzaba a tomar forma. No tenía ni puta idea de que esos dos estaban saliendo… y a decir verdad en ese momento me podía importar bastante poco. Lo que si importaba, desde luego, eran las palabras con las que Zlatan me saludaba, como si el muy cabrón se sintiera lo suficientemente seguro para pensar que no le iba a partir la cara.
Giré para verle la puta cara y cerré el puño en pro de darle un buen revés en esa jodida nariz que apenas hace una noche había sido casi partida a la mitad por los matones de Marco. No… el asunto de Zlatan no era por sentirse seguro de sí mismo ni por ninguna otra cosa psicológica en la que hubiera qué indagar; Zlatan Fleming era simplemente imbécil y no era capaz de medir las consecuencias de sus actos, así de simple y llano. ¿Y saben qué?, esa capacidad era exactamente la misma que yo en algún punto había perdido… la capacidad de que todo te importa una mierda por pura imbecilidad… y eso estaba jodidamente mal.
-Vete a la mierda, Zlatan… vete a la puta mierda-
Tenía razón. El hijo de rusa me funcionaba como una especie de pequeño demonio irreverente que me susurraba al oído, que me recordaba cómo es que eran las cosas cuando solo querías reventarlo todo, como en los putos viejos tiempos, ¿y saben qué?, las cosas no se iban a quedar así… no mientras me llamara Jesse Crawford. Justo en esos instantes pasaron a mi lado Miles Selvaggi y Draken Stall, dos conocidos maricas con fingida pinta de malandros que ahora se unían al grupo de Mina para pasarlo bomba.
Le robé un trago a uno de los meseros que iban pasando por el lugar y me lo tragué hasta el fondo mientras avanzaba hacia el pequeño grupo que se había formado. Había tres opciones para tomar represalias… Benjamin, que se había entrometido en un asunto en el que no pintaba una mierda; Bill, que al parecer iba puesto o muy ebrio y me había ignorado a pesar de caminar a un lado de mí, o… el chico Miles, a quien escuché cómo coqueteaba con Mini. Al final sería él…
-¿Por qué no te robas esta?, perra-
Después de tocarle el hombro me incliné y le ensarte un puñetazo con todas las fuerzas posibles en medio de su puta cara sin importarme lo que pudieran decir o hacer cualquiera de los presentes. Si hubiera sabido que la cámara de la reportera apuntaba hacia ese punto tal vez lo hubiera pensado mejor… o no… la verdad es que no. Me importaba un carajo también.
- Jesse Crawford
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Re: Fiesta de lanzamiento
Kitty asintió con la cabeza, correspondiendo levemente al abrazo de Charlie y se limitó a escuchar. No entendió el discurso mareador de Adrien por que seguía sin saber de quién estaban hablando, aunque se podía hacer una vaguísima idea. Por todos los magos, todo mundo sabía que Adrien no quería nada en serio y que jamás, jamás, se fijaría enserio en alguien que no fuera como él. De lo que sí estaba segura era de lo mucho que su amiga debía quererlo como para soportarle sus cosas y admiró muchísimo que le siguiera el juego. Con qué razón ella seguía soltera.
Miró a Draken y a Miles con cara de “no, por favor no se vayan” porque era la primera vez en muchísimo tiempo que los veía fuera del ambiente de la universidad, además hacía años que no hablaba bien con Miles. Suspiró cuando Betty se fue, aquello le sonó más bien a amenza.
Los dos tienen un chismesote que contarme –pasó por diezmilésima vez un mesero y le quitó otra copita, dejando la suya vacía a cambio aliviada de que ya estuvieran solos los tres-, pero luego por que… –vio que la reportera se iba con Miles y como este se zafaba de ella en cuanto la música empezó-. Vengo en un ratito, no me tardo –aunque la verdad, no supo si la escucharon o no o si les importó mucho que se fuera. A lo mejor querían hablar o algo y ella tenía un par de cositas de las qué hablar con Betty Catsnose.
Llegó hasta donde ella y le tocó el hombro con mucha delicadeza.
¿Betty puedo preguntarte una cosa? –preguntó casi casi gritándole para que pudiera escucharla entre todo el ruido de la música. Tan chismosa cómo era, ella debía saber algo de su amiga. Algo mínimo aunque fuera solo que estaba borrachísima lejos de Florida-. ¿Qué te han dicho de…?
Miró de reojo a la vuelapluma y fue cuando vio a Jesse golpear a Miles. ¿Por qué era tan bruto? ¿Por qué? ¿Por qué? Ya casi casi podía leer de lo que trataría la nota sobre el lanzamiento de varitas.
Miró a Draken y a Miles con cara de “no, por favor no se vayan” porque era la primera vez en muchísimo tiempo que los veía fuera del ambiente de la universidad, además hacía años que no hablaba bien con Miles. Suspiró cuando Betty se fue, aquello le sonó más bien a amenza.
Los dos tienen un chismesote que contarme –pasó por diezmilésima vez un mesero y le quitó otra copita, dejando la suya vacía a cambio aliviada de que ya estuvieran solos los tres-, pero luego por que… –vio que la reportera se iba con Miles y como este se zafaba de ella en cuanto la música empezó-. Vengo en un ratito, no me tardo –aunque la verdad, no supo si la escucharon o no o si les importó mucho que se fuera. A lo mejor querían hablar o algo y ella tenía un par de cositas de las qué hablar con Betty Catsnose.
Llegó hasta donde ella y le tocó el hombro con mucha delicadeza.
¿Betty puedo preguntarte una cosa? –preguntó casi casi gritándole para que pudiera escucharla entre todo el ruido de la música. Tan chismosa cómo era, ella debía saber algo de su amiga. Algo mínimo aunque fuera solo que estaba borrachísima lejos de Florida-. ¿Qué te han dicho de…?
Miró de reojo a la vuelapluma y fue cuando vio a Jesse golpear a Miles. ¿Por qué era tan bruto? ¿Por qué? ¿Por qué? Ya casi casi podía leer de lo que trataría la nota sobre el lanzamiento de varitas.
- Kitty Likens
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Re: Fiesta de lanzamiento
Tras la burla hacia la reportera sintió la mano sobre el pecho y bajó apenas un instante la mirada, notando que lo que aquél cabrón buscaba era tabaco, y le dejó hacer, aprovechando el momento en el que sacó los cigarros para coger uno y después guardar la cajetilla, encendiendo de paso el pitillo sin ningún tipo de decoro, dándole exactamente igual estar ahí, en un sitio cubierto y lleno de pijos.
Siguió caminando con Miles hasta llegar finalmente al lugar, escuchando como el italiano saludaba, haciendo el metamorfomago lo mismo, y después asintiendo a las palabras de su mejor amigo, pidiendo con ello algo de alcohol que no fuera aquél agua pintada de colores; a pesar de que quizás, aquello que dijo su amigo pudiese haber sido una perfecta burla, él ignoro aquél sentido.
Sonrió a Harley y le hizo un pequeño gesto de burla, cómplice como acostumbraba a tratar con ella, y acto seguido, tras escuchar como Selvaggi hablaba a la otra chica, escuchó una voz de fondo que hizo que el metamorfomago al igual que su compañero, se girasen, viendo el pelimorado como enseguida el puño de aquél tipejo que parecía enfadado por a saber que mierda, acertaba de lleno en la cara de su mejor amigo.
En un primer momento se quedó callado, con una mueca en el rostro en el que ni le quedaba claro por que cojones había hecho aquello, pero lo que si que tenía totalmente claro era que no iba a quedarse como un gilipollas mirando a ver que pasaba.
- Hijo de puta. - Adelantó unos muy pocos pasos tras gruñir las palabras y no tardó en acercarse a aquél tipo que había golpeado a Mils, para devolverle de parte del rubio el golpe, a Crawford, en la cara de vuelta, sin controlar la fuerza, cuanto más duro le diese el golpe mejor, con suerte le saltaba un diente o le rompía la nariz.
- ¿Qué hostias te crees que estás haciendo? Pedazo de mierda.
Draken miró un momento de reojo a Selvaggi, viendo como este estaba cubriéndose la nariz en un primer momento, después colocándose frente a su compañero, quedando entre él y Jesse, quitándose el cigarrillo de entre los labios; si el otro pretendía devolverle también el golpe a él, no quería tener que tragarse el cigarrillo, y con suerte podría quemar a ese imbécil.
Siguió caminando con Miles hasta llegar finalmente al lugar, escuchando como el italiano saludaba, haciendo el metamorfomago lo mismo, y después asintiendo a las palabras de su mejor amigo, pidiendo con ello algo de alcohol que no fuera aquél agua pintada de colores; a pesar de que quizás, aquello que dijo su amigo pudiese haber sido una perfecta burla, él ignoro aquél sentido.
Sonrió a Harley y le hizo un pequeño gesto de burla, cómplice como acostumbraba a tratar con ella, y acto seguido, tras escuchar como Selvaggi hablaba a la otra chica, escuchó una voz de fondo que hizo que el metamorfomago al igual que su compañero, se girasen, viendo el pelimorado como enseguida el puño de aquél tipejo que parecía enfadado por a saber que mierda, acertaba de lleno en la cara de su mejor amigo.
En un primer momento se quedó callado, con una mueca en el rostro en el que ni le quedaba claro por que cojones había hecho aquello, pero lo que si que tenía totalmente claro era que no iba a quedarse como un gilipollas mirando a ver que pasaba.
- Hijo de puta. - Adelantó unos muy pocos pasos tras gruñir las palabras y no tardó en acercarse a aquél tipo que había golpeado a Mils, para devolverle de parte del rubio el golpe, a Crawford, en la cara de vuelta, sin controlar la fuerza, cuanto más duro le diese el golpe mejor, con suerte le saltaba un diente o le rompía la nariz.
- ¿Qué hostias te crees que estás haciendo? Pedazo de mierda.
Draken miró un momento de reojo a Selvaggi, viendo como este estaba cubriéndose la nariz en un primer momento, después colocándose frente a su compañero, quedando entre él y Jesse, quitándose el cigarrillo de entre los labios; si el otro pretendía devolverle también el golpe a él, no quería tener que tragarse el cigarrillo, y con suerte podría quemar a ese imbécil.
- Draken U. Stall
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Re: Fiesta de lanzamiento
Julisa no sabía nada de que no era la única con situaciones complicadas involucrando exes (sin contar, claro, a Jesse, que a su problema nadie le ganaba) pero de haberlo sabido, la verdad, no se hubiera cortado ni un poco, aunque se tratara de su compañera de fraternidad. Tampoco le hubiera supuesto gran problema de tener a Adrien rondando por ahí – sabía que tenía que estarlo, pero como ni lo había visto igual daba - . Seguramente, de estar consciente de que la miraba, hubiera sido hasta más descarada. Tal vez en eso Zlatan fuera un poco más consciente y considerado de lo que ella era.
Abrió la boca y masticó la hierba que Zlatan le daba, tenía un regusto extraño pero tampoco es que lo estuviera haciendo por el sabor. Se rió cuando le sujetó el rostro con las manos y la única manera de callarle esa risa fue con el beso que siguió. Tenía un buen presentimiento, tenía un muy buen presentimiento con respecto a todo eso.
Y claro que tenía ganas de bailar y se estaba muriendo de ganas por hacerlo desde hace rato, porque el DJ estaba logrando crear un muy buen ambiente con música cada vez más fuerte y sus ánimos iban subiendo cada vez más y más. Sin embargo ahora que se daban cuenta de que Jesse se había quedado solo, y no con muy buena pinta, la idea original de acercársele no estaba tan mal.
Ahí fue cuando debió haber sabido que su don de vidente le estaba fallando esa noche y el buen presentimiento que tenía era falso falso falso como las tetas de una de las modelos que había desfilado junto a ella. Julisa también tenía sus arranques de ser una desgraciada pero no solían ser tan críticos como los de Zlatan, mucho menos si veía a Jesse con expresión de quien se queda inmóvil frente a un tren que está a punto de arrollarlo. Apenas se asomó por el hombro de Jesse para ver como su ex mujer y Harley se alejaban con otros chicos y se mordió el labio, para luego darle un codazo en las costillas a Zlatan. – No seas odioso, oye Jesse, mejor vente a …
Ya, a la mierda todo, que los golpes empezaron a volar, de Jesse a Miles y de Draken a Jesse. Cualquier subidón que el Cat pudiera haberle provocado quedó cortado y fue a jalar a Jesse de donde pudiera para apartarlo de ahí, brazos hombros o cuello le daba igual, tanto como si tenía que trepársele a la espalda como koala. – Te quieres calmar, desquiciado?? No vas a lograr nada así! – Porque si eso había sido por orgullo herido o celos de ver a Wilhelmina marcharse con alguien más o ambas cosas mezcladas en una sola y más, armando tremendo escándalo no iba a conseguir otra cosa que quedar peor parado. Miró a Draken y a Miles fijamente y luego a Zlatan, esperando que alguien o le ayudara o no le diera más cuerda a Crawford, y por la magia que nadie le fuera a terminar dando un golpe por cercanía porque le enterraba los tacones en los testículos. – Coño Jesse, ya, por favor. -
Abrió la boca y masticó la hierba que Zlatan le daba, tenía un regusto extraño pero tampoco es que lo estuviera haciendo por el sabor. Se rió cuando le sujetó el rostro con las manos y la única manera de callarle esa risa fue con el beso que siguió. Tenía un buen presentimiento, tenía un muy buen presentimiento con respecto a todo eso.
Y claro que tenía ganas de bailar y se estaba muriendo de ganas por hacerlo desde hace rato, porque el DJ estaba logrando crear un muy buen ambiente con música cada vez más fuerte y sus ánimos iban subiendo cada vez más y más. Sin embargo ahora que se daban cuenta de que Jesse se había quedado solo, y no con muy buena pinta, la idea original de acercársele no estaba tan mal.
Ahí fue cuando debió haber sabido que su don de vidente le estaba fallando esa noche y el buen presentimiento que tenía era falso falso falso como las tetas de una de las modelos que había desfilado junto a ella. Julisa también tenía sus arranques de ser una desgraciada pero no solían ser tan críticos como los de Zlatan, mucho menos si veía a Jesse con expresión de quien se queda inmóvil frente a un tren que está a punto de arrollarlo. Apenas se asomó por el hombro de Jesse para ver como su ex mujer y Harley se alejaban con otros chicos y se mordió el labio, para luego darle un codazo en las costillas a Zlatan. – No seas odioso, oye Jesse, mejor vente a …
Ya, a la mierda todo, que los golpes empezaron a volar, de Jesse a Miles y de Draken a Jesse. Cualquier subidón que el Cat pudiera haberle provocado quedó cortado y fue a jalar a Jesse de donde pudiera para apartarlo de ahí, brazos hombros o cuello le daba igual, tanto como si tenía que trepársele a la espalda como koala. – Te quieres calmar, desquiciado?? No vas a lograr nada así! – Porque si eso había sido por orgullo herido o celos de ver a Wilhelmina marcharse con alguien más o ambas cosas mezcladas en una sola y más, armando tremendo escándalo no iba a conseguir otra cosa que quedar peor parado. Miró a Draken y a Miles fijamente y luego a Zlatan, esperando que alguien o le ayudara o no le diera más cuerda a Crawford, y por la magia que nadie le fuera a terminar dando un golpe por cercanía porque le enterraba los tacones en los testículos. – Coño Jesse, ya, por favor. -
- Julisa Chee
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Re: Fiesta de lanzamiento
Todo iba medianamente normal. Esperaba a que Adam le respondiera a alguna de las cosas que le estaba diciendo, aunque si no lo hacia también estaba bien. De hecho, tal vez lo estaba haciendo pero mucha atención no le prestó debido a cosas que fueron pasando en el lugar. Al parecer, más lejos algunos chicos habían comenzado a pelear y Madison se moría de la curiosidad por saber de quienes se trataban. – Príncipe azul, iré a ver… si quieres ven también o quédate sentado como marmota – Le dijo dándole un beso en la mejilla en lo que se alejaba para hacerse hueco disimuladamente entre las personas que se comenzaban a sentir atraídas por el barullo. La música aun sonaba y parecía tratar de ocultar el alboroto, ¿pero cuanto más duraría? En esos casos todo terminaba silencio y luego aparecía seguridad y pateaba a la calle a los revoltosos. Luego mañana seria comidilla de algun diario sensacionalista, sin contar que ya tenian la presencia de Betty por alli.
No tenía ni idea de quién o quienes habían empezado, cuales los agraviados o que rayos. Por eso se puso a preguntar en lo que iba identificando rostros conocidos, incluido el de Zlatan, a quien no espero ver en el lugar que ya se había imaginado toda una historia de con quién seguro quedo para eso. A su vez pensó primero que podía ser el chico quien origino esa gresca. Vinieron a su mente muchas cosas si era asi. Drogas, exceso de alcohol, mujeres. Eso era lo que lo movían, lo único que parecía importarle en la vida. Sin embargo luego noto que no, pues estaba aparentemente “tranquilo”. Julisa trataba al parecer de calmar al cavernícola de Jesse, que sin duda alguna si no le hacía caso iba a terminar con el trasero molido por parte de alguien mas. En ese caso, Draken, que parecía muy enojado porque Miles había sido golpeado. Es decir, era una fiesta bien, y no un callejón cualquiera. – Ahora sí, esto es una verdadera fiesta… – comento en susurro, divertida y acercándose a la barra para pedir un trago de esos bonitos de colores.
De pronto le habia dado la necesidad de tomar, y quería ver como se iba a desarrollar eso. Si iba a continuar, parar o lo que fuese. Nada era seguro y las probabilidades se disparaban a todos lados. Así que solo miro de nuevo para donde había dejado a su acompañante, a ver si seguía allí o ya se había escapado.
No tenía ni idea de quién o quienes habían empezado, cuales los agraviados o que rayos. Por eso se puso a preguntar en lo que iba identificando rostros conocidos, incluido el de Zlatan, a quien no espero ver en el lugar que ya se había imaginado toda una historia de con quién seguro quedo para eso. A su vez pensó primero que podía ser el chico quien origino esa gresca. Vinieron a su mente muchas cosas si era asi. Drogas, exceso de alcohol, mujeres. Eso era lo que lo movían, lo único que parecía importarle en la vida. Sin embargo luego noto que no, pues estaba aparentemente “tranquilo”. Julisa trataba al parecer de calmar al cavernícola de Jesse, que sin duda alguna si no le hacía caso iba a terminar con el trasero molido por parte de alguien mas. En ese caso, Draken, que parecía muy enojado porque Miles había sido golpeado. Es decir, era una fiesta bien, y no un callejón cualquiera. – Ahora sí, esto es una verdadera fiesta… – comento en susurro, divertida y acercándose a la barra para pedir un trago de esos bonitos de colores.
De pronto le habia dado la necesidad de tomar, y quería ver como se iba a desarrollar eso. Si iba a continuar, parar o lo que fuese. Nada era seguro y las probabilidades se disparaban a todos lados. Así que solo miro de nuevo para donde había dejado a su acompañante, a ver si seguía allí o ya se había escapado.
- Madison Merteuil
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Re: Fiesta de lanzamiento
Se rió con ese codazo que le dio Julisa y le guiñó un ojo. Sí era una mala consciencia y mala influencia para Crawford por decirle esas cosas pero él en su lugar era lo que haría, ir a poner en su lugar a ese que se les había puesto en medio. No quería decir que pensara que Mina no llevara la razón con todo eso pero ver a Crawford encenderse violentamente siempre era divertido a muchos niveles, y últimamente lo había visto algo taimado. No se esperaba que el que recibiera los golpes fuera Selvaggi, de verdad no. No se imaginaba qué habría podido llevar a Crawford a tomar semejante decisión.
Zlatan no se hubiera metido en la pelea si el guardaespaldas de Selvaggi no hubiera salido a defender a su novia. La tonta de Julisa, como toda buena mujer histérica que se precie, se atrevió a meterse intentando jalar a Jesse y ya se imaginaba que iba a recibir una buena por andarse metiendo, si era que Selvaggi respondía. Echó una rápida mirada a los otros dos que estaban con Mina y HD evaluando su jodida situación, y luego a Draken.
-Mierda, que se puede defender sola tu novia, carajo. Hazte a un lado.-Ese “hazte a un lado” iba indirectamente también para Julisa pero dudaba que lo captara. Sin importarle que llevara el cigarrillo en alto o mierdas, porque era del Bronx y no le temía a un tipo con un cigarro encendido, una quemadura no le iba a cambiar la vida.
Rebasó a Crawford y le soltó un puñetazo a Draken en toda la boca como advertencia para que se quitara del camino y dejara que Jesse y quien fuera su objetivo, aunque él no entendiera el por qué de su decisión, pudieran arreglar las cosas como caballeros en un justo uno a uno. Sintió de inmediato el dolor en los nudillos pero esas cosas le encantaban, aunque no fuera el lugar más adecuado para hacerlo. Seguramente los iban a sacar en menos de lo que cantaba un gallo, y él no había conseguido todavía el artículo para poder pagar las deudas de Crawford, pero primero lo primero. Lo último que esperaba era que el otro par de chulos con apariencia de fuertes se metieran también a favor de las señoritas. La única que le preocupaba de verdad, físicamente porque podía salir lastimada, era Julisa, pero esperaba que fuera lista para apartarse antes porque eso estaba perdido.
Zlatan no se hubiera metido en la pelea si el guardaespaldas de Selvaggi no hubiera salido a defender a su novia. La tonta de Julisa, como toda buena mujer histérica que se precie, se atrevió a meterse intentando jalar a Jesse y ya se imaginaba que iba a recibir una buena por andarse metiendo, si era que Selvaggi respondía. Echó una rápida mirada a los otros dos que estaban con Mina y HD evaluando su jodida situación, y luego a Draken.
-Mierda, que se puede defender sola tu novia, carajo. Hazte a un lado.-Ese “hazte a un lado” iba indirectamente también para Julisa pero dudaba que lo captara. Sin importarle que llevara el cigarrillo en alto o mierdas, porque era del Bronx y no le temía a un tipo con un cigarro encendido, una quemadura no le iba a cambiar la vida.
Rebasó a Crawford y le soltó un puñetazo a Draken en toda la boca como advertencia para que se quitara del camino y dejara que Jesse y quien fuera su objetivo, aunque él no entendiera el por qué de su decisión, pudieran arreglar las cosas como caballeros en un justo uno a uno. Sintió de inmediato el dolor en los nudillos pero esas cosas le encantaban, aunque no fuera el lugar más adecuado para hacerlo. Seguramente los iban a sacar en menos de lo que cantaba un gallo, y él no había conseguido todavía el artículo para poder pagar las deudas de Crawford, pero primero lo primero. Lo último que esperaba era que el otro par de chulos con apariencia de fuertes se metieran también a favor de las señoritas. La única que le preocupaba de verdad, físicamente porque podía salir lastimada, era Julisa, pero esperaba que fuera lista para apartarse antes porque eso estaba perdido.
- Zlatan Fleming
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Re: Fiesta de lanzamiento
Él, que iba con toda la buena intención de conocer a alguien nuevo aquella noche y pasarlo bien sin compromisos, de pronto se había visto golpeado, por vete a saber quien y por vete a saber qué. Lo que oyó justo antes de que su nariz quedara partida en dos de mala manera (o rota, o lo que fuera, le había dolido, diablos) fue una pista muy estúpida del porqué, su tonta broma a Mina. No le sorprendió ver a Crawford tras aquello ahora que había enlazado ideas, pero si le sorprendió ver a Draken en medio de ambos, y es que todo pasó en un segundo, o así le pareció a él. Su mejor amigo le dio un momento más para pensar de verdad que estaba haciendo ¿dejarse golpear por un cualquiera sin casa ni honor en mitad de una fiesta? Y sin un motivo fundamentado para ello. No. Si hacía aquello quedaría como el tipo más pusilánime del planeta y su orgullo no podía con aquella carga.
Ahora bien, cuando iba a hacer a un lado a Draken oyó a Zlatan, él mismo sabía hacer aquello ¿Por qué hostias se metía todo el mundo? Vio el puñetazo a Stall, pero él sabría defenderse, no iba a menospreciarlo, y se sentía observado, la periodista aún estaba allí pero, al cuerno con todo, aprovechó el agarre de Julisa y le clavó un rodillazo a Crawford apuntando al estómago, pero vete a saber si por sus movimientos atinó ahí, o en costillas o un poco más abajo, dio un paso atrás y se llevó la mano a la nariz, miró de reojo a Mina, mierda, no quería involucrarla en estas hostias, en realidad aún ni sabía si aquel tipo estaba loco y actuaba sin motivos o si su idea era la acertada.
-Eres un puto demente Crawford, no sé qué hostias te ha dado en la cabeza para hacer eso pero será mejor que te vayas a revisar, bestia. Ya llévatelo Julisa, o suéltalo para que se quede a gusto, no voy a irme a ninguna parte.
Y aunque notaba como le sangraba la nariz por el golpe se quedó ahí quieto esperando a ver si ya lo echaban de la fiesta, o si aún tenían tiempo de algún asalto más, prefería esa opción, aquel inútil le había tocado la moral, esos celos ya no tenían sentido y no iba a soportarlos.
Ahora bien, cuando iba a hacer a un lado a Draken oyó a Zlatan, él mismo sabía hacer aquello ¿Por qué hostias se metía todo el mundo? Vio el puñetazo a Stall, pero él sabría defenderse, no iba a menospreciarlo, y se sentía observado, la periodista aún estaba allí pero, al cuerno con todo, aprovechó el agarre de Julisa y le clavó un rodillazo a Crawford apuntando al estómago, pero vete a saber si por sus movimientos atinó ahí, o en costillas o un poco más abajo, dio un paso atrás y se llevó la mano a la nariz, miró de reojo a Mina, mierda, no quería involucrarla en estas hostias, en realidad aún ni sabía si aquel tipo estaba loco y actuaba sin motivos o si su idea era la acertada.
-Eres un puto demente Crawford, no sé qué hostias te ha dado en la cabeza para hacer eso pero será mejor que te vayas a revisar, bestia. Ya llévatelo Julisa, o suéltalo para que se quede a gusto, no voy a irme a ninguna parte.
Y aunque notaba como le sangraba la nariz por el golpe se quedó ahí quieto esperando a ver si ya lo echaban de la fiesta, o si aún tenían tiempo de algún asalto más, prefería esa opción, aquel inútil le había tocado la moral, esos celos ya no tenían sentido y no iba a soportarlos.
- Miles Selvaggi
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Re: Fiesta de lanzamiento
Sí, bueno, nunca había dicho ser la más sensata de todas, ¿verdad? Luego con la cabeza más fría se daría cuenta que no había sido la mejor idea, pero que iba a andar pensando en eso ahora, caray. Porque esperaba que la gente no se iba a poner a enloquecer alrededor y podrían sacar a Jesse antes que se desquiciara más, ¿verdad?
Ay ajá, hasta parecía su primera noche fuera de casa.
Zlatan decidía que iba a entrar a la pelea también y nada, ni caso gritarle o intentar razonar con él si se había decidido a comenzar a repartir golpes también. Ahora sí que se soltó de Jesse y se apartó un par de pasos porque ya no iba a haber manera de contener nada, pero no lo hizo lo suficientemente a tiempo como para evitar que Miles se aprovechara de que intentaba sujetarlo. ¿La verdad? Pues sí, por su culpa le iban a pegar y se sentía mal por eso, pero si el rodillazo daba donde pretendía esperaba que Jesse estuviera lastimado y mucho o que por lo menos lo suficiente para bajarle los humos y que por lo menos así se fuera a tranquilizar un poco antes de que la pelea fuera a peor, pero ni loca le iba a decir “ya ves animal, te lo buscaste por demente”. Aun así, en el fondo sabía que un rodillazo, implicara lo que implicara en cuanto a daño corporal, no iba a apagar los ímpetus violentos de Jesse.
Lo que esperaba era que la gente de seguridad – porque siempre los había y más en un lugar así - se acercara pronto para acabar con eso. Que los iban a sacar era ya más que obvio, sin emborracharse ni bailar ni nada más, tampoco robar nada para saldar deudas de las que ni remota idea tenía, a la calle todos, y a ver como quedaban Jesse y Zlatan después de esto porque ni idea de quién más fuera a meterse, que el cómo fueran a reaccionar los Alpha ni como saberlo. Que nada de eso iba a terminar bien, era obvio, pero en cuanto a daños pues ojalá fuera lo menos que se pudiera.
Miró a Harley y Wilhelmina. Ni idea de que había pasado mientras andaba por allá masticando Cat con Zlatan como para que las provocaciones tan oportunas que le había hecho a Jesse lo hicieran reaccionar de esa manera, pero en vista de todo, dudaba que hubiera sido directamente culpa de la chica. Se mordió los labios con tantísima fuerza que casi se los despelleja y se llevó una mano a la cabeza, completamente frustrada, porque ni como quedarse tranquila viéndolos a todos así.
Ay ajá, hasta parecía su primera noche fuera de casa.
Zlatan decidía que iba a entrar a la pelea también y nada, ni caso gritarle o intentar razonar con él si se había decidido a comenzar a repartir golpes también. Ahora sí que se soltó de Jesse y se apartó un par de pasos porque ya no iba a haber manera de contener nada, pero no lo hizo lo suficientemente a tiempo como para evitar que Miles se aprovechara de que intentaba sujetarlo. ¿La verdad? Pues sí, por su culpa le iban a pegar y se sentía mal por eso, pero si el rodillazo daba donde pretendía esperaba que Jesse estuviera lastimado y mucho o que por lo menos lo suficiente para bajarle los humos y que por lo menos así se fuera a tranquilizar un poco antes de que la pelea fuera a peor, pero ni loca le iba a decir “ya ves animal, te lo buscaste por demente”. Aun así, en el fondo sabía que un rodillazo, implicara lo que implicara en cuanto a daño corporal, no iba a apagar los ímpetus violentos de Jesse.
Lo que esperaba era que la gente de seguridad – porque siempre los había y más en un lugar así - se acercara pronto para acabar con eso. Que los iban a sacar era ya más que obvio, sin emborracharse ni bailar ni nada más, tampoco robar nada para saldar deudas de las que ni remota idea tenía, a la calle todos, y a ver como quedaban Jesse y Zlatan después de esto porque ni idea de quién más fuera a meterse, que el cómo fueran a reaccionar los Alpha ni como saberlo. Que nada de eso iba a terminar bien, era obvio, pero en cuanto a daños pues ojalá fuera lo menos que se pudiera.
Miró a Harley y Wilhelmina. Ni idea de que había pasado mientras andaba por allá masticando Cat con Zlatan como para que las provocaciones tan oportunas que le había hecho a Jesse lo hicieran reaccionar de esa manera, pero en vista de todo, dudaba que hubiera sido directamente culpa de la chica. Se mordió los labios con tantísima fuerza que casi se los despelleja y se llevó una mano a la cabeza, completamente frustrada, porque ni como quedarse tranquila viéndolos a todos así.
- Julisa Chee
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Re: Fiesta de lanzamiento
Le dio más urgencia de limpiarse los ojos cuando se aparecía Billy, por la ilusa noción de no querer hacer problemas. Sabía que tenía su correspondiente dosis de locura y que si la veía a nada de llorar iba a salir a relucir con las promesas que le había hecho a su hermano y esas cosas, y nada, se iba a armar el rosario de la aurora. Así que se limpió los restos rápido antes de sonreírle por el beso tronado, acostumbrada ya a sus saludos aprovechados y tomó uno de los vasos que le ofrecía. Y sí, también se lo tomó de golpe, hasta el fondo de su ser, vaso vacío, haciendo una acostumbrada mueca por el sabor que recorrió su garganta. Hasta se sintió capaz de sonreírle un poco más por su torpe baile improvisado. No era la primera vez que lo veía tomadísimo o entonado así que e daba igual.
Asintió repetidas veces a Harley con eso de que se tomaran otra ya y buscó con la mirada unos vasos del mismo tipo que los que había conjurado Billy, aunque en su rango visual terminó encontrándose con Miles y Draken. De nuevo volvió a sonreír lo mejor que pudo considerando que el corazón todavía le iba a mil por hora para mal y le dio un apretón en el brazo a Miles luego de su petición.
-Ser robada es justo lo que necesito pero está bien, puedo emparejarte con alguien si no…
La frase se quedó a medias solo porque el demente deschavetado de Jesse llegaba a ponerle un puñetazo justo en la nariz. Se hizo instintivamente hacia atrás pero su rabia llegó a límites insospechados. ¿Ahora qué carajos le pasaba? Miles ni siquiera la debía ni la temía y llegaba ese desquiciado enfermo a golpearlo sin motivos. Ni que lo hubiera estado abordando o algo. Y de todas formas aunque así hubiera sido, ¿a él qué?.
Para acabar también se metían los otros dos. Y claro, ¿qué podía decir? Odiaba a Jesse pero le preocupó estúpidamente que le pegaran, y que su tonta pirujilla le diera a Miles espacio libre para golpearlo más.
- ¡SUÉLTALO IDIOTA!
Eso se lo gritó a Julisa, naturalmente. Y no, no estaba animando a Jesse a que siguiera golpeando a Miles ni mucho menos (¡faltaba más!, lo petrificaría en caso de que siguiera con sus idioteces) pero lo dicho, no podía evitar preocuparse aunque parte de ella deseara ver a Jesse medio destruido en una cuneta.
Conclusión: Estaba hecha un lío y Jesse no se lo ponía más sencillo.
-¡Hagan algo, deténganlos!.
Eso fue para Billy y para Ben, sabía que Billy ya estaba medio ebrio pero era experto en esas cosas. Solo esperaba que no le diera también por irse a los golpes contra Jesse y Zlatan, sino que se aplicara a detener todo antes de que seguridad lo hiciera. Ella no quería ser la que inmovilizara a alguien, aunque ciertamente quizá era justo lo que tenía que hacer. Bah! les daría más tiempo...si querían hacer el tonto...
Asintió repetidas veces a Harley con eso de que se tomaran otra ya y buscó con la mirada unos vasos del mismo tipo que los que había conjurado Billy, aunque en su rango visual terminó encontrándose con Miles y Draken. De nuevo volvió a sonreír lo mejor que pudo considerando que el corazón todavía le iba a mil por hora para mal y le dio un apretón en el brazo a Miles luego de su petición.
-Ser robada es justo lo que necesito pero está bien, puedo emparejarte con alguien si no…
La frase se quedó a medias solo porque el demente deschavetado de Jesse llegaba a ponerle un puñetazo justo en la nariz. Se hizo instintivamente hacia atrás pero su rabia llegó a límites insospechados. ¿Ahora qué carajos le pasaba? Miles ni siquiera la debía ni la temía y llegaba ese desquiciado enfermo a golpearlo sin motivos. Ni que lo hubiera estado abordando o algo. Y de todas formas aunque así hubiera sido, ¿a él qué?.
Para acabar también se metían los otros dos. Y claro, ¿qué podía decir? Odiaba a Jesse pero le preocupó estúpidamente que le pegaran, y que su tonta pirujilla le diera a Miles espacio libre para golpearlo más.
- ¡SUÉLTALO IDIOTA!
Eso se lo gritó a Julisa, naturalmente. Y no, no estaba animando a Jesse a que siguiera golpeando a Miles ni mucho menos (¡faltaba más!, lo petrificaría en caso de que siguiera con sus idioteces) pero lo dicho, no podía evitar preocuparse aunque parte de ella deseara ver a Jesse medio destruido en una cuneta.
Conclusión: Estaba hecha un lío y Jesse no se lo ponía más sencillo.
-¡Hagan algo, deténganlos!.
Eso fue para Billy y para Ben, sabía que Billy ya estaba medio ebrio pero era experto en esas cosas. Solo esperaba que no le diera también por irse a los golpes contra Jesse y Zlatan, sino que se aplicara a detener todo antes de que seguridad lo hiciera. Ella no quería ser la que inmovilizara a alguien, aunque ciertamente quizá era justo lo que tenía que hacer. Bah! les daría más tiempo...si querían hacer el tonto...
- Wilhelmina Schweinsteiger
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Re: Fiesta de lanzamiento
El chico hizo exageradas fiestas a las niñas por beberse ese trago como mandaba la ley. ¿Qué si quería ligar con alguna de las dos? Pues con las dos. Se hubiera molestado de que alguien más acaparara la atención de su objetivo nocturno de no ser porque ese alguien era Miles y de todas formas iba con buenas intenciones que no le suponían problema alguno. Se hizo de momento a un lado y como todos, se quedó sorprendido de que Miles fuera el objeto de venganza de Crawford.
Mientras se desataba la pelea se quedó al lado de Mina y de Harley. Se había hecho con otro vaso y miraba la pelea con una sonrisa mientras medio bebía de él. Estaba mareado y todo le daba vueltas así que no se metió luego luego porque eso era cosa de Miles y Crawford, y de Zlatan y Draken. Descaradamente le echó un brazo por los hombros a Mina y le dio un apretón en el hombro o donde fuera, hasta que la escuchó gritarle Julisa provocándole una risotada. Hubiera estado bien que se peleara con ella también o algo.
La miró con algo parecido a la comprensión cuando le pidió a él y a Benjamin que hicieran algo. Asintió dejando el vaso en manos de alguien que pasaba y le tomó la cara con las dos manos a Mina para plantarle un buen beso en medio de todo el alboroto, tanto para provocar a Crawford como porque sí, porque iba borracho y se le daba la gana.
-No te preocupes, los detengo.-Le dio un par de palmadas en el culo, le guiñó el ojo y miró a Crawford queriéndole dejar claro donde estaba el verdadero problema pero ni sabía si iba a ver todo el show aunque la provocación era directa. No le iba a lanzar un hechizo a Miles para detenerlo porque era su amigo, pero sí le iba a lanzar un hechizo a Crawford para que, o cambiara de objetivo y se fuera contra él, o terminara inmóvil de una buena vez si la misma Mina no se atrevía a inmovilizarlo.
-Immobilus-Apuntó hacia Crawford en un estado tan deplorable que tal vez hasta terminaba inmovilizando al tipo detrás de él o a otra persona al otro lado del salón o a nadie. O con suerte a él, ¿por qué no confiar? En su ridícula buena suerte.
- Bill Snyder
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